Capitulo XX: De niña a mujer
Bellas y bellos. Dejen estrellita y comenten este enorme y largo capitulo. No saben como lamento la demora y lo que van a leer también. Desde ya lo siento mucho. Esto es algo que ocurre cuando todos los adultos que son protagonistas del fic son en exceso egoístas. Sus acciones hicieron que se terminen dañando a ellos mismos y a lo que más querían...
La vida es un boomerang.
Este capitulo es +18 sin lugar a dudas. Entendido? Pasará algo que viene gestandose desde hace 10 capitulos. Vuelve gente que no ven hace rato y muchos piezas caen para no volver a levantarse.
CON CUIDADO LEAN POR FAVOR.
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Hace 8 años atrás...
Casandra estaba sentada en el pupitre sola.
No tenía compañera de banco.
Todos se alejaban de ella. Siempre la evitaron.
Desde pequeña siempre la apartaron de absolutamente todo.
Ni siquiera la molestaban.
No. Ni siquiera eso.
La ignoraban por completo todos salvo los maestros.
La escuchaban si pero no la entendían.
No hacían ni el más mínimo esfuerzo por incluirla en el grupo.
Cuando habían trabajos en pareja ella era la única en no formar un equipo de trabajo.
¿Porqué?
No lo entendía y necesitaba saberlo.
A como de lugar.
Cuando la clase termino se acercó a su profesora.
- Profesora necesito preguntarle algo.- Ella guardo unos ensayos en su maletín y la miro de reojo.
Bajo sus lentes.
- Alumna yo podría responderle todo lo atinente a los contenidos de la cursada pero si no tiene que ver con eso no la puedo ayudar.-
- Tiene que ver. La semana que viene se entregarán trabajos en equipo. Soy la única sin compañero.-
- Es un grupo impar. Alguien siempre quedara sin compañero Señorita Casandra. Es natural.-
- ¡No! ¡NO LO ES! Hace años vengo a esta misma escuela y nunca jamás he tenido compañero de equipo. Nunca intento nadie en lo más mínimo incluirme con el resto de mis compañeros. Siempre me tratan como si tuviera una enfermedad contagiosa o algo. Necesito saber PORQUE. Le exijo una respuesta. -
Ella tenía ambas manos en la mesa de la profesora quien se levantó y la miro con pena.
- Es una pregunta que me excede. No puedo ayudarte pero quizás si se la haces a la directora podría darte alguna respuesta.-
Apretó los puños.
- ¡MALDITA SEAN TODOS! - Gritó molesta y se largo de allí.
No quería verla.
Corrió por los pasillos y se detuvo al toparse con su mamá.
Retrocedió al ver qué estaba con alguien más.
Acorraló contra a una pared a un hombre que desde su perspectiva no pudo distinguir quien era.
- Todo sería tan distinto si estuviera contigo...-
Él sonrío.
- Eso nunca volverá a pasar porque no jodo con esquizofrenicas hace años y pretendo seguir prologando mí récord.-
Suspiro molesta.
Tocaba su brazo con suavidad.
- Lo nuestro fue breve pero inolvidable. Mis poderes han crecido y ahora logro sentir dentro de mí como se sienten otros. Empatía le dicen...- Cerró los ojos y ondeo su cabeza lentamente. - Percibo tanta frustración... Enojo. Mmm ¿Acaso ya pudiste verla salir de ese lindo hotel en el que se encuentra con Dick cada diez días religiosamente?-
- No me vas a envolver en tus mentiras. -
- Mírame a la cara Jay. ¿De verdad crees que miento? -
¿Mamá y el tío Jason?
Negó.
Se tambaleo hacia atrás y se oculto.
Negó otra vez.
Camino hacia su izquierda.
Quería irse de allí.
No quería verla.
Corrió a la salida y se topo con su papá.
Lo abrazo con fuerza.
Lo necesitaba tanto.
- ¿Cass que son esos modos de salir del colegio? Iba a entrar por ti porque nunca llegaste al auto. ¿Paso algo?-
Se sentía muy curioso por saber que le sucedía a la pequeña.
Por lo general no era tan emocional como su hermana...
- Quiero irme de aquí.-
- Tu mamá está dentro. Tenemos que esperarla.-
Presiono sutilmente.
- Por favor. Quiero irme. Papá...-
No tenía que pedirlo una vez más.
La tomo de la mano y la acompaño al auto.
Ella estaba cabizbaja.
No dijo nada.
- Le enviaré un mensaje a tu madre para que vuelva sola. -
Subió al asiento de copiloto...
Al llegar a la ruta sintió una asfixiante necesidad de preguntarle que le sucedía.
Pero no quería presionarla.
El teléfono sonó.
Hecho un vistazo y dejo que sonara al ver quién era.
Casandra vio el nombre.
- Se comunica contigo seguido.-
- A veces.-
- ¿Porqué? -
- Es familia. Es la madre del hijo de Jason. Es natural que...-
- Selina es la esposa del abuelo y nunca le hablas. Mucho menos todos los días.-
- La conozco desde niño. Es distinto.-
- ¿Porqué es joven y linda?-
Un vehículo venía de frente y con un volantazo apresurado Dick desvío la camioneta a la izquierda evitando una colisión de lleno contra un camión de gran porte.
- ¡Por un diablo! ¡MIERDA!- Gritó al haber estado tan cerca...
- Disculpa.- Solo dijo la niña.
- Cierra la boca hasta que lleguemos a Kensington.- Nunca jamás le había hablado de esa manera.
Nunca ella había sido tan...
Emocional.
- Pensé que volvíamos a casa.- Le respondió al escuchar que iban a la villa donde tenían una casa de campo junto a un lago.
- Tenemos cosas de que hablar. Hace mucho evidentemente no pasamos un tiempo juntos. Solo tu y yo.-
- Nunca me gritaste.- Susurro.
- Nunca te comportaste como una niña estúpida como tú hermana. Pero no me harás perder el juicio. No. Se que tienes algo para decirme y me lo dirás cuando lleguemos.-
- Es extraño pero aún cuando me gritaste. No siento miedo de ti como el resto.-
Dick apretó los dientes y luego suspiró.
- Tu nunca. Nunca debes sentir miedo de mí. Tu eres lo más importante que tengo en mi vida Cass. - Se acerco a ella sin dejar de conducir y le beso la frente como solía hacer.
- Tu eres mí niña. Mí niña.-
Ella seguía viendo al frente.
Al camino.
Entonces Artemisa tiene que desaparecer...
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~ Hoy ~
Nunca fue la mejor de las madres para sus hijos.
Pero por cualquiera de ellos daría la vida sin dudarlo.
Incluso por Cass.
Toco la puerta.
No contesto.
Utilizo sus poderes para entrar.
Necesitaba hablar con ella.
Tenían que conversar seriamente...
Cerro la puerta y reviso su tocador.
Nada.
No estaba allí.
Vio su cuarto.
Era probablemente el más hermoso de toda la casa.
Obras de arte.
Esculturas.
Muñecas antiguas.
Una gran biblioteca y una pequeña habitación que hacía de guardarropas.
Era la consentida de Dick desde el primer minuto de vida.
Estaba segura que si alguien le hiciera daño le arrancaría los ojos a quien se atreviera.
Y eso era "lindo" si uno no pensaba tanto en que hablábamos de Richard Grayson...
Se mordió los labios al ver con frustración una fotografía de ambos.
Dick abrazado a la linda Cass.
Ella sonriendo ampliamente.
- ¿Qué diablos haces aquí?-
Era tan ruda...
Para ser honesta le dolía que le hablara así.
- Quiero tener una charla contigo. ¿Es mucho pedir tan solo unos minutos...?-
- Si. No tenemos nada de que hablar. -
- Tenemos. Tenemos que hablar de Helena.-
Ella río amargamente.
- ¿Porqué siempre que vienes a mí tiene que tratarse de ella? ¡SE SUPONE QUE YO TAMBIEN SOY TU HIJA!- Le gritó llena de impotencia.
- Tu puedes protegerte por tu propia cuenta. Helena es distinta. Tu lo sabes. No puedes negar que para ella la vida no le ha sido fácil. Tu padre no se la hace fácil ...-
- Deberías estar satisfecha con que crie a la bastarda de otro como suya. ¿Qué más pretendes? Ella luce como su padre. ¡Tiene los mismos ojos que ese criminal con el cual lo engañaste!-
Bofetada.
- Tu no tienes idea Cass de lo que hablas.-
Ella se toco la mejilla dónde la golpeó.
Dolía.
- A ella jamás le pondrías una mano encima.- Le dijo en reproche.
- Tu hermana jamás me hablaría de esa manera.-
- Helena no sabe que clase de mujer eres en realidad. Ella ni siquiera sabe que no es hija de mí papá...-
- ...y no quiero que lo sepa aún. No creo que soportaría saber que su verdadero padre la rechaza.- Se abrazo asimismo.
- Deberías entonces comenzar a pensar dos veces antes de joder con cualquiera.-
- Eres una niña inteligente. En un año más serás mayor de edad y libre de hacer lo que quieras. Dime. Mira a tu hermano. ¿Sabes a la edad que lo tuve? Era dos años más pequeña que tu cuando nació. ¿De verdad crees que Dick es un buen sujeto?-
Miro hacia otro lado.
La tomo del mentón. La obligo a mirarla.
- Contesta.-
- Si tanto lo odiaste no estarías con él hasta ahora.-
- Estoy con él por ti... por Helena. Cass. Necesito que entiendas que Dick un día te puede amar y al otro día hacerte daño como no podrías imaginar. Incluso cuando te ame su amor puede hacerte daño.
En los únicos que tienes que confiar es en mí y en tus hermanos. Necesito que cuides a Helena de él y de todos. Eres fuerte. Se inteligente y entiende de una vez que idealizarlo te terminará haciendo daño tarde o temprano. -
- Vete.- Insistió.
La tomo de sus manos.
- No cometas mis mismos errores. No sientas envidia de tu propia hermana porque si lo que crees es que no te amo estás muy equivocada.-
- Tu te intentaste deshacer de mí cuando nací.-
- ¿Dick te dijo eso para ponerte en contra mía?-
Negó.
- Eso es lo que más me avergüenza. Que evidentemente no solo mí papá me lo pudo haber dicho. Intenta por un segundo dejar de culparlo y comienza a pensar en tus acciones Raven.-
Se fue a la salida.
- ¿Dónde crees que vas?-
- ¡Me voy a entrenar! ¿Tengo que pedirte permiso? -
- Dime quién te ha dicho eso...-
Volteó a verla.
- La amante de papá.-
Algo dentro de Raven se desmoronó.
Siguió su marcha.
- No estaba bien en ese entonces. No pensaba con claridad...-
- Era solo una bebé. Incluso Jason me salvó la vida cuando tú ni siquiera fuiste por mí. ¿Cómo puede ser que mí propia mamá me desconocía, Raven? - Escuchar su voz diciéndolo eran como puñales.
Raven quería llorar. Ella sabía el daño que le había hecho saberlo.
Esa estúpida perra solo había empeorado su situación con su hija.
Su hija...
¿Cómo se atrevía a meterse?
- Eso fue hace mucho tiempo. No desconozcas todos los buenos ratos que hemos tenido juntas luego. Siempre fue difícil para mí demostrar amor y tú has sacado lo mejor de mí muchas veces. ¿Recuerdas cuándo íbamos de compras juntas, al cine... ? Recuerda el viaje a Francia...-
- Quiero que lo dejes.-
- ¿De quién hablas?-
- Quiero que lo dejes definitivamente. Deja de humillarte a ti y a mi hermana. Deja de buscarlo y encuentra otros amantes de una vez por todas. Hazlo por ti y no por mí. Luego quizás tal vez vuelva a tratarte como "madre" Raven...-
Ahora sí finalmente se marchó dejándola sumamente avergonzada y furiosa.
Dick...
Apretó los puños.
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Dick estaba en la biblioteca encerrado siendo altas horas de la noche.
Escucho una lámpara caer al suelo desde el corredor.
Gritaba. Maldecía.
Ese no eres tu...
Entro y lo vio atónita.
- ¡NO ME LLAMES MÁS!- Gritó y arrojo el celular al fuego del hogar.
La vio y sonrío.
Su preciosa...
- Justo a ti necesitaba verte.-
Respiro hondo y suspiró.
- Esto se salió de control. Tu perra le contó a Casandra lo que sucedió cuando nació.-
- Ah mira. ¿Qué pretendes que haga? Eres un alma libre Raven. ¡HAZTE CARGO TU DE ELLA!
Lo miro sorprendida.
Tenían un trato.
Ambos podían seguir cogiendo con quién quisieran. Sin celos. Sin dramas y por sobre todas las cosas sin que ninguna de sus hijas lo supieran.
Eso era innegociable.
- ¿Qué sucedió?-
- Por la única razón por la cual sigo jodiendo con Artemis es porque nunca le voy a perdonar a Jason. Cada vez que quiero dejarla recuerdo que él me saco a lo más preciado que tenía y simplemente no me puedo privar de ese placer...- Le beso la frente.
- Gracias a Jason supe quién eras. Tarde o temprano lo iba a saber. Koriand iba a hablar quieras o no.-
- Koriand. Hace mucho no escuchaba su nombre. Ahora que lo mencionas que poética manera de morir tuvo. ¿No habrás tenido nada que ver tu en eso, no?-
- Era mí amiga. -
Dick se acercó a ella y la tomo del mentón.
- Te llenaste la boca del semen de Roy desde niña y sin embargo eso no te detuvo de eliminarlo dulzura...-
- No menciones con tu sucia boca a Roy.- Le dijo con rabia y lo empujó.
- Calma gatita. No perdamos el tiempo hablando del pasado. Tu solo desvístete y abre las piernas para que te dé cariño como siempre...-
La beso en el cuello.
- Dick te conozco. Tu hiciste algo. ¿Qué has hecho? -
Insistió.
La subió al escritorio y la comenzó a desvestir.
- Deshazte de Artemisa. Hazlo pronto o lo haré yo.-
- ¿Esto es por Casandra?- Dejo que le arrancara la camisa de encima.
- Esto es...- Cerro los ojos.
Dejo que sus sentidos percibieran un aroma extraño.
Colonia.
- Dick. No volveré con Damian.-
Dejo de besarla.
- ¿Por qué?-
- Porque es inútil seguir intentándolo. Porque se que Helena jamás se lo perdonara y porque quiero volver a mí vida de antes. -
- Raven Raven. ¿Reconoces que tenías una buena vida conmigo antes de que Jason metiera sus narices entre nosotros? -
Rodó los ojos.
- Era feliz con Roy y Wally. Incluso contigo cuando eras un sujeto que fingía no interesarle. Caí en ese jueguito tuyo. Vaya. Que niña idiota fui...- Lo dijo con una mueca de profundo asco hacía si misma.
Él rio ampliamente.
- Somos la misma basura. Le hacemos daño a todo aquel que intentamos cuidar y lo peor es que...-
- ...no nos arrepentimos.- Dijeron al unísono.
- No quiero pelear más contigo Dick. Quiero que volvamos a ser lo que éramos antes. Dos desastres tolerándose. Quiero que me ayudes a recuperar a Cass y que dejes en paz a Helena. Solo eso te pido y prometo no volver más con él. Bebé...- Tocó su cabello lacio oscuro.
Hace mucho no lo llamaba así.
-... cuida a mis hijas y seré tuya. Tuya hasta el final de mis días Richard.- Lo tomo de las manos y él la miro.
No dijo nada.
Sus ojos demostraban...
¿Arrepentimiento?
- Tengo que ir por Casandra.-
- Está en el gimnasio seguramente. Entrenando. -
- Supo lo de Artemis y me golpeó. ¿Puedes creerlo?-
- ¿A ti? ¿Por eso llevas esa ridícula venda en el rostro?-
- Es lo único que había en el botiquín de una casa donde la única que se preocupa por mantener esa caja abastecida es una niña y la señora de la casa es una floja.-
Ella se rió.
- Dick si quieres una sirvienta contrata una y no me jodas con eso. Yo no nací para hacer los quehaceres de nadie. -
- Esa niña cada día es más rebelde. Es incontrolable...-
- Es fácil ser rebelde cuando nació siendo la niña más consentida de Gotham.-
- Es mí hija. Es lo más preciado que me diste.-
- Si cambiarás tu actitud con Alex quizás estaría aquí.-
- Incluso a él me quito Jason. A mí único hijo...-
Una oleada de rencor salía de Dick tan inmensa al solo mencionarlo...
Escalofriante.
Tomo su mano.
- Nunca lo ame. No como a ti. -
- Intento matarme. Colabora con Ra's Al Ghul. ¡Él mismo que puso un explosivo dentro de NUESTRA HIJA!- La tomo de los hombros y la sacudió ligeramente.
- Dick tu hiciste lo mismo con Helena. Tienes que dejarla. Déjala en paz y aprende a aceptarla.-
-¿Tu te das cuenta de lo que me pides? -
- Solo piénsalo. Piensa en que si vamos a vivir una vida juntos lo mejor sería que dejemos de vivir peleando y comencemos a ser una pareja. Cómo antes...-
Bajo la mirada y camino hacia la puerta.
- ¿Dónde vas? -
- Quiero ver a Helena antes de ir a nuestra habitación. No volveré a irme de Gotham. No más viajes con Tim. Quiero estar con mis hijas desde ahora en adelante...-
La tomo del brazo.
No...
- Estoy de acuerdo. Lo estoy.-
Estaba nervioso.
Dick nunca estaba nervioso.
- ¿Estás bien?-
- Mí hija me cortó el rostro literalmente ¿Cómo podría estar?-
¿Tanto lo abrumaba a un sujeto como él algo tan insignificante como eso?
- Me sorprendes. Te conozco hace tanto y nunca te he visto así de... nervioso para ser honesta.-
Arqueo una ceja.
- A veces un hombre puede tener momentos de debilidad. No te acostumbres a ello.-
Raven sonrío.
- Yo también me voy a permitir un momento de debilidad y te voy a confesar que amo que la quieras tanto. Para serte honesta eres el padre de Casandra que siempre quise que fuera Damian para Helena y me avergüenza decirlo pero supongo que ya tu eso lo sabías...-
La tomo del mentón y le beso los labios con lentitud.
Hace tanto no hacía algo como eso...
Ella lo tomo del cuello y le devolvió la gentileza.
Este era el Dick que fue su profesor.
Su maestro.
Su primer novio...
Este era el Dick que extrañaba tanto...
- Maestro Grayson no creo que sea correcto hacer esto.-
Sintió su brazo envolviendo su cadera.
- Alumna Roth va a tener que esforzarse duro si quiere volver a tener un buen concepto conmigo.-
- Bien solo dígame qué hacer e intentaré dar lo mejor de mí como siempre.-
- Primero al suelo. De rodillas alumna...-
Ella lentamente sin dejar de mirarlo hizo lo que le pidió.
Él tomo su corbata y cubrió sus ojos.
- ¿Tengo que temer maestro de lo que sigue?- Le dijo con suavidad.
Su cálido aliento acariciaba su piel...
Una oleada de culpa lo golpeo de lleno en la cara.
Cerro los ojos ahora él.
La tomo del mentón y tocó sus labios despacio.
- No. Hoy no señorita Roth.- Murmuró.
Era honesto.
Sentía algo profundamente clavado en su pecho.
Arrepentimiento...
No se movió de su lugar.
Ella bajo su pantalón que era lo único que le quedaba encima ya.
Él la dejo hacerlo.
No se movió.
Lo siento. Lo siento.
Lo siento mucho.
Quería decirlo en voz alta pero no salía de su boca y tampoco era lo más...
Sintió sus labios sobre su piel sensible.
Dio un pequeño gemido de gusto y gruño.
...no. No es lo más oportuno. Puedo solucionarlo.
Siempre puedo...
Abrió los ojos y disfruto la vista.
Enredo sus dedos en su suave cabello.
- Señorita Roth. Lo está haciendo muy bien...-
Dejo que ella hiciera lo que sabía hacer.
Esos poderes suyos.
Su empatía.
Era una ventaja por sobre las otras mujeres...
Ella sabía perfectamente que le gustaba a cada uno de sus amantes y como...
Eso.
Eso la hacía única.
Especial.
La quería solo para él en el fondo y eso nunca lo admitiría en voz alta.
Porque hacerlo significaría reconocerle que nunca le haría tanto daño como para acabarla.
Sería admitirle que todas las amenazas que le propinó siempre fueron meras palabras vacías.
- Seño...rita Roth...- No podía articular palabras sin vacilar como un idiota.
Esos eran los efectos que le causaba solo ella.
Ella era una chica de palabra.
Le creería que dejaría al Al Ghul después de todo ... Conocía a Raven.
Era orgullosa como para seguir soportando la indiferencia del sujeto.
Presiono su cabeza contra si mismo entiendo ella que le daba permiso para acelerar el ritmo.
Dio un feroz gruñido y derramó tanto en ella...
- Santo cielos... Señorita Roth.-
Ella se relamió los labios.
Sonrío jocosamente.
- Señora Grayson maestro.- Corrigió.
Oh, linda Helena...
Si Damián no pudo jamás conmigo tu no tienes oportunidad...
- ¿En qué piensas tanto?-
- En ti. En nosotros. En Artemisa...-
- ¿Es tu hijo?-
Nunca le pregunto antes...
Nunca se atrevió.
La sospecha era inmensa.
Dick sonrío ampliamente.
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Días después ...
Zachary estaba aburrido lidiando con su prima.
Estaba recostado en el sofá escuchando "bla bla bla bla" hace tiempo.
Desde las nueve de la mañana para ser exacto.
¿Cómo se le ocurría ir a buscarlo tan temprano?
Él necesitaba acabar su sueño reparador.
Sacarle un minuto de sueño significaba un terrible problema.
OJERAS.
- Zach. Tu no lo entiendes. Dick Grayson. El marido de tu damisela es un psicópata. Un criminal que te asesinara si le tocas un cabello. No te quiero en peligro. Niño solo me preocupo por ti.-
Tenía tanta impotencia.
Quería golpearlo hasta hacerlo un ser humano racional.
Un chico tan tonto y obstinado...
Apretó los dientes.
Estaba histérica.
Apenas lo conocía pero por dentro sentía el impulso imperioso de cuidarlo.
¿Porqué Zee? Reina déjalo suicidarse. ¿Porqué te importa tanto?
Se llevó una mano a la frente.
- Solo quiero llevarla a la cama. Sin atados. Además es evidente que la hija de Trigon no es la clase de mujer que le importan las relaciones estables.- Sonrío ampliamente.
Zatanna lo tomo de los hombros desnudos y clavo sus uñas en él.
Él chilló de dolor.
- No te metas en un lugar del que quizás no puedas salir.-
- ¿Eh?-
- Algo conozco a Raven. Algo conozco a esta ciudad ya después de un tiempo y ha estado con decenas de muchachitos como tú. ¡Han salido lastimados, idiota! Santo cielos... ¡Al menos mírame! - Le molestaba tanto que la ignorara descaradamente...
La miro como tanto le pidió.
- Zee. Sociegate. ¿De verdad crees que voy a poner en riesgo mí vida en un ritual para sellar las puertas del infierno por nada?- Rio a carcajadas.
- No puedo creer que seamos familia.- Le desagradaba mucho su tono al hablar de algo tan serio.
- Eres un maldito por Dios...-
Se sento en el sofá vencida por su imbecilidad.
Él se estiró en la comoda y miro al techo.
Pensativo...
- Me gusta. ¿Puedes creer que salí con ella ayer y ni siquiera un beso?-
- ¿Y porqué te lo daría?-
- Porque soy yo. Obviamente. ¿Eres mujer? Digo mírame. ¿Cómo alguien podría no besarme? Se que no soy un adolescente ya pero estuvimos en varias oportunidades solos y nunca una mujer se me resistió hasta hoy. Hasta Rachel Roth.-
- Madura. A Rachel solo le interesa proteger a su hija en este momento y te repito. No solo hay un marido detrás que de lejos se ve adorable si no que ella ya tiene a su príncipe azul inalcanzable.-
Zachary se levantó rápidamente.
- ¿De qué demonios hablas?-
- Tal vez ella tuvo muchos affairs hace años y creo que escuchaste muchas historias en el Club. Pero eso es el pasado. Desde que tuvo a sus hijas sus ojos solo están para Damian Wayne.-
- ¿Y quién es?-
- El natural heredero de Wayne Enterprises y el único nieto de un genocida milenario.-
- Y dime... ¿Es el padre de sus hijos?-
- No de todos. Solo de la menor quien es la chica fustigada por Trigon.-
- Entonces el sujeto no es un problema. Casi. Casi logras preocuparme.-
La mayor lo miro confundida. No comprendiendo lo que decía.
- Okey. ¿Me explicas lo que acabas de decir?-
- Es un cretino. A ver...yo tuve una esposa. Por pocas semanas, si. Un fracaso. Dios sabe que he tenido cientos de mujeres en la cama pero un hijo es algo importante. Con ninguna de ellas fui tan idiota de no cuidarme ¿Sabes por qué?-
- La verdad Zach no se me ocurre una respuesta posible...- Ella estaba cruzada de brazos molesta aún.
- Bien. Te lo diré. Uno, ninguna de ellas valía tanto la pena y dos, soy muy joven para ser padre aún.-
- Zach tienes... ¿treinta y cinco años? Eres joven pero como has dicho ya no eres un adolescente.-
- Eso es tan injuriante. ¿35? ¿Acaso luzco de 35?-
-¿Enserio tengo que responder eso?-
- Jesús estas irreconocible. Estar con ese saco de pulgas te ha cambiado tanto...-
- Zach. Hay muchas chicas allí afuera. Solo coopera con esto por el bien de todos y vuelve a Europa. -
- No lo haré. De hecho saldré.-
- Tu no te irás a ningún lado.-
- Zee, Ya tienes en el cofre todos los libros de mí padre. Busca tu lo que necesitaremos. Yo te aseguro que te estorbare en tu búsqueda. -
- No me puedes dejar con todo esto sola.-
- Tengo que hacer algo. Siéntete como en tu casa.-
Murmuró un hechizo y su atuendo cambio completamente.
Ya estaba vestido y listo para irse.
- No me digas que irás por Raven. Jurame que no lo harás.-
- No. No iré a buscarla. Tranquila solo llámame si encuentras.-
Estaba serio.
Por un demonio... ¡Nunca lo vio así desde que llegó a la ciudad!
¿Dijo algo de más?
¿Le dio información de más que no debió?
- Zach...- Murmuró preocupada ahora.
Sentía un imperioso instinto maternal desde el fondo de su alma hacia él.
- No te preocupes. Volveré en unas horas. - Le beso la frente y se fue rápidamente.
No dejo de mirar la puerta por dónde se fue.
La despertó el sonido de su celular.
Un mensaje.
"Zee. Necesito hablar contigo. Es urgente."
- ¿Bruce Wayne? ¿Qué puedes querer conmigo?-
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Hace 3 años atrás...
- Jason. Nunca creí encontrarte por aquí.-
- Vete a la mierda.- No dejo de mirar a los jovencitos que se divertían debajo de un árbol.
Sonreían.
Tan ajenos a todo lo que ocultaba la Mansión, Gotham, sus propios padres...
- El niño se parece tanto a... - Lo tomo de la chaqueta y lo trajo hacía sí mismo amenazandolo con encestarle un golpe que le destrozaria su fanfarrón rostro. -...tan parecido a Artemise. ¿Qué pensaste que diría hermano? Estás muy tenso...-
Libero al bastardo.
No quería llamar la atención de los chicos que no se percataron aún de su presencia.
Estaban lejos pero no tanto como para no oír sus risas.
- Jake es mí hijo y nunca me harás pensar lo contrario.-
- Jamás haría tal cosa. - Le respondió acomodándose la camisa.
- Se llevan bien. Tu hija y él. -
- Es natural. El anciano siempre intento que todos los niños se llevarán bien desde pequeños. Tantos veranos juntos aquí evidentemente rindieron los frutos que tanto quería.-
- Casandra está irreconocible.-
- Tu hijo no tiene oportunidad con ella. Ni hoy, ni nunca. En dos semanas cumplirá quince años y me pidió un viaje con todas sus amigas a Francia. No tienes idea de cómo se abusa de mí amor de padre.-
- Realmente no puedo creer la clase de sujeto en el que te conviertes con ella.-
- Todos tenemos una debilidad. Quizás me arrebataste a mí hijo pero aún tengo a mí niña que ya es casi una mujer.-
Jason veía su cabello oscuro.
Tan distinto al de su hermana quien estaba sentada a un lado de ellos leyendo un libro.
Helena era muy retraída.
Casandra se veía en cambio magnética.
- ¿Es hermosa no es así? Quizás tu no lo sepas pero es idéntica a Raven a su edad.-
¿Cómo olvidarlo?
Desde que era un niño vio a Richard dibujando a una niña quien años más tarde encontraría...
Esa niña de los dibujos lucía como Casandra pero sin embargo había algo que las diferenciaba en absoluto.
Fuego.
Raven lucía en los bocetos como una niña frágil y tímida.
Casandra era totalmente distinta.
- Cuídala. Hay hijos de puta que violan niñas en el mundo que podrían hacerle daño.-
Los ojos de Dick se ensombrecieron.
- No te preocupes Jay Jay. Mí hija no es una imbécil como la madre que cogerá con cualquier estúpido que se le cruce si eso es lo que te preocupa además...- Él lo miro desafiante.
Palmeó para llamar la atención.
- ¡CASS!- Gritó.
Ella se levanto de inmediato y camino hacia él.
- Papito. No pensé que vendrías tan pronto a buscarme.- Ella camino hacia él hasta abrazarlo.
- Bebé. Quiero que le muestres a Jason los trucos que te enseñe. Jake pelea con ella.-
El niño al escucharlo de inmediato negó.
- ¿Qué dices? Yo no peleó con mujeres. Además tu no me das órdenes.-
- Vaya. Un rufián como tú padre. ¿Sabes niño? No solo en eso te pareces. -
- Papá. Le podría hacer daño. - Aseguro la pelinegra.
Jake descreía lo distinta que era frente a su padre a cuando estaban solos hace instantes.
Helena se acerco tímidamente y lo tomo de la mano.
- No pelees con ella. No le ganarías.-
Dick comenzó a reír a carcajadas.
- Santo cielos. Esto es ridículo Jason. Ni una niña cree que es capaz tu hijo de ganarle una pelea a mí niña.-
- Me avergüenzas.- Le dijo con severidad a la niña rubia.
- Jake vamos a casa.-
- Eso Jason. Huye con tu pequeño como siempre. Estamos todos tan acostumbrados a eso.-
- Lo haré. Pelearé con Casandra.-
- Perfecto.- Se cruzó de brazos y tomo del brazo a Helena.
Jalandola con él hasta un banquillo del jardin de la Mansión Wayne para darle espacio a ambos.
- Tu le dices algo de esto a tu madre y me conoceras. ¿Entendido?- Le murmuró a la niña.
Jason escucho la advertencia que le propinó a Helena.
Se sentó junto a Dick con las piernas abiertas y ambos brazos sobre sus rodillas.
- Algún día te costará caro lo que haces con esa chiquilla.-
- ¿Helena cuántos años tienes me recuerdas?-
- Doce, papá.- Le dijo con timidez.
Era tan frágil.
Ella si lucía como Raven en sus bocetos.
Se cubría el rostro con su largo cabello rubio.
- ¿Qué estás haciendo con ella, Dick? ¿Dónde esta Raven?-
Su molesta sonrisa era cada vez más grande.
Veía a Jake y a Casandra luchar.
La niña lo dejaba totalmente a la defensiva con esos movimientos.
- ¿Dónde esta mamá, nena?-
Ella suspiró con tristeza.
- Está en algún lado siendo una bandida.-
- Para. Para con esto Dick. Déjala.-
Damian ¿Cómo podía ser tan imbécil?
Esa niña corria serio peligro en las manos de ese demente.
La odiaba.
Podía verlo en sus ojos.
CRACK.
Casandra tenía al cuello de Jake entre sus piernas.
Amenazaba con doblarselo.
- Rindete.-
- No.. lo haré.-
- Las peleas no se acaban hasta que uno muere o...se rinde Jake.-
El gruñía de dolor.
Tenía un agarre firme en su brazo incluso.
- Jake...- Murmuró Helena horrorizada.
Jason se levantó.
- Sueltalo. Yo tomaré su lugar.-
- Tío Jason. No deseo pelear contigo. Está pelea tiene que acabar de la manera natural.- Apretó más sus piernas y Jake se negaba a rendirse.
- Cass. Niña mala. Suelta a ese niño y pelea con Jason. Estoy seguro de que puedes enseñarle unos movimientos.-
Ella soltó al joven como su padre le ordeno y se reincorporo.
Inspecciono al hombre.
- Él es muy grande. Muchas de las técnicas que me has enseñado no funcionarán con él .- Le advirtio a su padre.
- No todo es el físico Cass. Pelea con él y aprende sus debilidades. Que mí querido hermano tiene muchas. Descubrelas. No me falles.-
Jason ni siquiera se pudo en pose de pelea.
Solo la rodeo cual león examinando a su presa.
Tenía ambas manos detrás.
- Te pareces tanto a tu madre.- Murmuró.
Ella gritó y dio una firme patada contra él.
El mayor la esquivo con naturalidad.
Ella era ágil como toda niña a su edad.
Intento darle varios golpes con sus propios puños a la altura del estómago y pecho pero jamás llegó a él.
- ¡ME INSULTAS! - Gritó molesta.
- Niña tonta..- Murmuró Dick.
Ella lo escucho pero fingió no hacerlo.
Helena ayudo a Jake a levantarse y lo llevo a fuerza de súplicas al interior de la Mansión.
Una vez más quiso llegar a él pero era tan inútil...
Tan inútil...
Quería gritar de la impotencia.
- Eres rápida para ser una niña.-
- ¡No soy una niña! - Saco un extensible de un bolsillo de su chaqueta y logró golpearlo en el rostro.
La mandíbula de Jason comenzó a sangrar.
No fue el peor golpe que recibió.
No. Lejos estaba de serlo pero sin dudas ....
Dolió.
Miro a Dick.
- Te ves mal.- Le comento ya más relajado.
Se acercó a ellos.
Casandra lo pateo en el estómago tomándolo por sorpresa.
Cayó al suelo.
- Ni se te ocurra volver a tratarme como a Helena otra vez, papi. No seré tu conejillo de indias jamás. ¿Entendido? - Le dijo con desprecio.
Y se marcho dejando sin palabras a Jason.
- ¿Qué fue eso?-
De pronto el dolor de su mandíbula desapareció.
- ¿Qué fue eso?- Pregunto.
- Mujeres...- Le respondió el ojiazul aún perplejo...
- Me da gusto saber que hay alguien a quien no puedes controlar.-
Él más alto quedó mirado a la niña irse.
No.
Mujer.
Ya Casandra no era una pequeña niña definitivamente.
Lo puso en lugar a él y a... Su querido padre.
Aún sabiendo las represalias que podrían caerle.
No le importo.
Solo actuó sin pensar en que golpeaba al sujeto más impredecible que había conocido alguna vez.
Dick Grayson quién extraordinariamente se veía miserable allí en el suelo.
Golpeaba fuerte si.
Él mismo lo reconocía.
Pero Dick ..
Ella era el único punto débil que alguna vez le conoció...
- Esa niña es todo lo que está bien.-
- Tu cállate.-
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.Hoy.
No puede ser.
Justo el chico que necesito en este momento...
Raven detuvo la marcha del taxi en el que iba.
Le pago con un billete que prácticamente se lo arrojo al taxista y salió corriendo de allí.
Apuro su marcha al ver qué él se mezclaba bastante entre la multitud que estaba en las calles.
Temía perderlo.
Hacía tanto no lo veía.
Cambio muchísimo de apariencia pero podía reconocerlo en cualquier lado.
Entro a un edificio el cual conocía perfectamente bien.
Te tengo...
Lo vio subir al ascensor.
Entro al continuo.
Sabía perfectamente a que piso ir.
Infinidad de veces fue a ese departamento.
Toco la puerta.
Tardo en abrir pero lo hizo.
Al verla quiso decir muchas cosas pero no le salían de la boca.
Ella lo dejo sin palabras.
¿Cómo se atrevía a buscarlo después del fiasco de hace ... veinte años?
Prácticamente le arruinó la vida y tuvo que irse de Gotham por su culpa.
¿Cómo se le ocurría buscarlo...?
- Oh, ¿Así me ves? Yo no arruine tu relación con esa lunática y menos tu vida. Ambos fuimos amantes y ella se enteró. Fin del asunto. Además te aseguro que me ha causado más daño a mí que a ti el escándalo en el Club. - Se cruzó de brazos molesta.
- ¿Cómo diablos sabes lo que estaba pensando?-
- En estos años pasaron muchas cosas. ¿Me regalas unas horas? Por los viejos tiempos...-
Rachel sonrío tímidamente.
Se acercó a él un poco.
No tanto.
- Ay, por favor. No me pongas esa mirada. Sabes que no puedo negarte nada si haces eso. ¿Me vas a meter otra vez en problemas, no? ¿Porqué buscarme después de tantos años?-
- Porque tu eres el mejor terapeuta que conozco. Necesito un consejo de alguien como tú antes de que todo me explote en la cara. Haberte visto a ti entre tantos de casualidad en está gran ciudad es una señal. Alguien te puso en mí camino...-
Suspiró pesadamente.
- Pasa y solo será una sesión. ¿Entendido?-
Le mostró el anillo en su mano.
- Estoy casada. ¿Cómo me crees capaz...-
- Estar con Dick nunca te detuvo. No te hagas la graciosa.-
La dejo pasar y cerro la puerta con seguro.
- Sobre todo contigo. ¿No? Fuiste el primero de mis deslices si mal no recuerdo. ¿Sigues teniendo esa lengua habilidosa, Garth? -
El joven pelinegro se masajeó los templos.
- Esto fue muy mala idea.-
- Tranquilo. No es como si te fuera a brincar encima sin previo aviso...-
Se quitó el abrigo y lo arrojo al sofá.
Ella usaba falda.
Una falda de cuero muy ceñida al cuerpo.
¿Porqué no dejaba de verla?
- Garth. ¿Sigues con Dolphin?- No se dio la vuelta.
- No. Digo... Si. Ella es instructora olímpica. Está en una gira en Europa con unas chicas.-
- Vaya. Siguen juntos pese a todo. - Sonrío. - Sigue cometiendo los mismos errores de siempre. ¿Cómo se le ocurre dejar solo tanto tiempo solo a un hombre tan exquisito como tú?-
Se dio la vuelta y se recostó contra su sofá.
- Rachel estás...-
- ¿Estoy qué?-
- Estás siendo tu.-
Ella sonrío ampliamente.
- Le prometí a Dick no joder más con el padre de mí hija. Pero dudo que tenga problema contigo. Nunca lo tuvo...-
Lo tomo del cuello de la camisa y comenzó a juguetear con él.
- Esto no es profesional.- Le advirtió.
Dio un paso hacia atrás.
- ¿Tuviste hijos?-
- Dos. Varones.-
- ¿Te das cuenta? Es el destino. Yo tuve dos hijas. Quizás se puedan conocer algún día. ¿Son tan buen mozos como tú, no? De seguro tienen la misma edad que mis hijas...-
Raven prácticamente le besaba el cuello.
Su cálido aliento contra su piel derrumbaba el control del pelinegro.
La tomo de los hombros con firmeza.
- ¡Cálmate! - Suspiró. - Siéntate. Ahora por Dios. ¿No has ido a terapia en todo este tiempo? Te he dicho que necesitas estar medicada. Tu cuadro es peligroso para ti y para los que te rodean.-
- ¿Me dices que yo soy peligrosa? ¿A mí? - Comenzó a reír.
- Yo solo quería que él me ame. Cuando tuve su hija entre mis manos me sentí la mujer más feliz de este maldito planeta. Sabía que no era lo que él hubiera querido. Pero tú no sabes lo bonita que era cuando nació. Estaba completamente segura de que con el tiempo podría quererla y ¿Sabes qué hizo? Ni siquiera se atrevió a verla. ¿Porqué alguien haría algo así? Ella era una bebita muy frágil y dulce. Tranquila. Nunca lloro a menos de que se sintiera mal. De hecho una vez volaba de fiebre en su habitación y ella no fue a buscarme porque no quería molestarme.
¿Puedes creerlo Garth? ¿Cómo un angelito así nació de nosotros? ¿Cómo nunca fue capaz de darle una oportunidad? ¿No sé supone que los padres aman a sus hijos? Helena es una niña que ninguno de nosotros jamás merecimos y...-
Ella comenzó a llorar desconsoladamente.
Garth la abrazo con cuidado.
- ¿Lo sigues queriendo a...a él?-
Negó.
Negó.
- Lo ame como nunca ame a nadie y hoy lo único que quiero es que... No sé acerque nunca a ella porque se que me odia y le hará daño. Cómo a mí...-
Raven miro a un punto fijo y apretó sus labios.
Sus ojos se inundaron de lágrimas.
La tristeza la arrollo de un momento a otro al recordar humillación tras humillación que recibió estos años no de Dick.
No.
De él.
¿Por qué? ¿Por qué me hiciste tanto daño si yo siempre...
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Hace cinco años atrás...
Raven nunca se atrevió a ir. Él siempre fue por ella.
Le daba indicios de dónde encontrarlo.
Pero ya habían pasado dos meses sin saber nada de Damián.
Le suplico a Talía saber dónde estaba ese lugar del que tanto hablaba.
Nanda Parbat.
Iba a arriesgarse a ir a la mismísima guarida de Ra's con tal de verlo.
La mujer le dijo que era una estúpida y tal vez tenía razón pero quería saber si estaba bien.
Quizás estaba en peligro...
Necesitaba verlo.
- Necesito ver a Damian.- Así. Sin más. Así fue que les pidió verlo a esos soldados en la puerta del palacio.
Comenzaron a reír.
- Escucha niña. Para ser la puta del gran Ibn al Xu'ffasch debes demostrar tu valía con más de uno de nosotros y luego tal vez le sugeriremos a nuestro amo usarte.-
- ¿Qué?-
¿Quién era Ibn al Xu'ffasch?
Las puertas se abrieron y otros soldados aparecieron.
A ninguno de ellos le pudo ver el rostro por la capucha que llevaban encima pero uno al verla comento algo en un idioma inentendible para ella.
- Me han dicho que te conoce mujer. Aún así no te podemos dejar entrar sin su permiso.-
- Soy la madre de su hija. ¿De qué diablos me hablas? Quiero verlo y.lo haré aunque tenga que acabar con todos ustedes.-
Las manos de ella se llenaron de magia.
Sus ojos comenzaron a destellar.
- ¿Ustedes no saben quién soy, no? Les haré conocer lo que es una bruja imbéciles...-
Estaba lista para atacar.
Desde arriba alguien les gritó.
- Bajen las armas contra esa mujer y traiganla ante mí.-
Raven miro a la mujer.
Una mujer de cabello largo lacio y largo vestido con un gran tajo casi a la altura de su cintura.
- ¿Y tu quién eres?- Gritó para que la escuchará a la distancia.
- Averigualo niña.- Le dijo con evidente molestia y se fue de su vista.
Los hombres frente a ella la invitaron a ingresar.
Un poco de desconfianza cruzo por su mente ante la repentina amabilidad.
Obviamente esa mujer era importante.
¿Quizás su amante?
¿Estaría Ra's allí?
Si lo estaba no había duda de que lo iba a pagar caro.
El anciano quería liquidarla hace años.
Y ella a él...
No le temía. Hacía mucho dejo de temerle.
Temía más perderlo para siempre a decir verdad...
Suspiró pesadamente.
El lugar era impresionante.
En el centro de aquel palacio había una especie de campo donde varios hombres entrenaban dando perfectos movimientos sincronizados.
Era un espectáculo verlos...
Ninguno de ellos dejo de hacer lo que hacía pero si ella dejo de caminar admirando esas técnicas.
Esa disciplina...
- ¿Impresionada con tan poco? Estos son novatos. Nuevos reclutas que probaran su valía ante mí para ver si merecen estar aquí.-
- ¿Quién eres? Te exijo que me lo digas. -
- ¿No te ha hablado Talía de mí? Soy quien entreno a su hijo en arte de asesinar y comandante de este lugar.-
La miro de arriba a abajo con desprecio.
- Mírate nada más. ¿Comandante? ¿Acaso eres su perra aquí?-
No pudo ni dibujar una sonrisa en sus labios que Shiva con un látigo la tomo del cuello.
Tironeo.
- A mí ninguna mujerzuela americana me llamara así.-
Tironeo otra vez.
El maldito cuero le comenzaba a cortar el cuello.
Con ambas manos intento que ceda su presión pero funciono.
Ella reía al verla sufrir.
- No pue...-
No podía usar su magia.
- Necesitas concentración cariño para usar tus trucos. Dudo que puedas enfocarte mientras te asfixias dolorosamente niña..- Una vez más tironeo.
Se arrodilló ante la mujer.
La miraba desafiante pese al dolor.
Le estaba cortando la piel.
¿De verdad quería matarla?
Los soldados ni se inmutaron. Nunca dejaron de entrenar.
Ella comenzaba a ver borroso.
Estaba perdiendo la conciencia.
Shiva la soltó.
Vergonzosamente comenzó a tomar bocanadas de aire.
Sus ojos llorosos demostraban el gran dolor por lo que pasaba.
La marca horrorosa quemaba su piel.
- Alguien tenía que enseñarle una lección. -
- Pudrete.- La herida comenzó a sanar frente a los ojos de la asesina.
- Ya veo porque Talía quedo de tu lado. Pero dime... ¿Es cierto que tu hija es una completa inútil, niña? -
- ¡CON MI HIJA NO TE METES!- La herida se curo rápidamente y una oleada de energía las envolvió llevándolas a ambas a un universo paralelo.
Estaban inmersas en la oscuridad absoluta.
Ya el cuerpo. El alma de Raven estaban completamente sanados...
Shiva estaba totalmente a su merced.
Parada en el medio de la mismísima nada.
Con mirada pérdida y estática.
¿Que ocurría? Rachel a decir verdad no entendía en absoluto que hizo.
Toco a la mujer y sus mente se inundó de memorias.
Recuerdos.
Que no eran suyos.
Sandra Wu-San.
Ese es tu verdadero nombre...
Sonrío.
Eran asombrosos sus poderes.
Era como si cuando menos lo esperara y a la vez cuando más los necesitara salieran de ella.
Shiva tenía razón. Sus poderes eran totalmente controlados por sus emociones y dependían de su concentración.
Cuando hablo de Helena perdió todo control y paso lo que pasó.
Busco a Damian en su mente.
¿Donde estaba ahora?
No tardó mucho en verlo en su memoria.
A paso pesado entro en una habitación enorme en la Torre más alta del palacio.
Sentía como propia su furia. Su enojo.
Los ojos de Shiva eran los de ella pero no así su cuerpo, acciones y emociones.
Vivía su recuerdo.
Era totalmente increíble lo que estaba haciendo.
Abrió de un golpe las puertas.
Ambas.
En el centro de la habitación había una cama matrimonial enorme y allí estaba damian con ambos brazos abiertos y una mujer a cada lado.
- LEVANTATE.- Gritó ella y le arrojo una bata en el rostro.
Las mujeres en pánico salieron de su cama y él se reincorporo.
- No se va ninguna de aquí.-
- Se irán porque saben muy bien a quien le rinden cuentas una vez que salen de aquí.-
Se cubrieron con las sábanas y se marcharon.
- ¿Quién te crees que eres?- De levantó totalmente desnudo y la enfrentó.
La cólera dentro de la mujer aumento aún más.
Un descaro...
Nunca vio más abajo.
No. Nunca quiso hacerlo. Solo lo miraba a la cara y...
Golpe.
Fue un golpe certero. Doloroso.
Destructivo.
Intento hacerle daño y enseñarle una lección.
Tal como hizo conmigo...
Damian estaba en el suelo sangrando.
Respiraba con dificultad por la herida que le propino en la nariz.
- Eres una vergüenza. No me importa que seas el hijo de Talía. Yo solo le sirvo a Ra's y escúchame bien. Nunca me hincare ante un niño idiota indisciplinado como tú. Ni yo ni mis tropas.-
Lo miro por breves segundos con desprecio y luego se marcho.
Damian...
Dejo ese lugar.
Acabo con el nexo mental entre ambas.
Volvieron a la realidad.
La mujer se tomo de la cabeza con dolor.
- ¿Cómo te ... te atreves?-
A Raven no le salían palabras de la boca para responder.
- Disculpa.- Solo dijo.
Realmente sentía mucha vergüenza, pena y ...
Dolor.
Dio pasos hacia atrás.
No quería verla.
No quería estar más allí.
Ella al parecer entendía todo.
- Niña...- Quiso decirle que se calmara.
Había más allí en esa palabra que un insulto.
De hecho no lo era.
No.
Cuando la llamo así por primera vez fue porque realmente estaba comportándose como una idiota.
Cómo él...
- Me tengo que ir. Nunca debí haber venido.-
- Va a saber que estuviste aquí.-
Ya todos te vieron...
- ¿Raven?- Damian pregunto dando paso en el recinto altivo.
Ella lo vio a los ojos por breves segundos y levanto una mano.
Iba a decirle como se sentía.
Iba a reclamarle lo que ahora sabía.
¿Pero qué estupidez pensaba?
- A ti no te importo. De hecho ¿Alguna vez realmente te importe?-
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-Hoy-
... siempre te ame.
Garth la sacudió ligeramente.
Luego más fuerte.
Miro a un punto fijo de la habitación por mucho tiempo.
Era como si no estuviera allí.
Nunca la vio llorar. Nunca la vio frágil...
- ¿Estás aquí? Rachel por favor... di algo o voy a tener que llamar... Rachel...- Insistió.
¿A quién iba a llamar?
De pronto ella parpadeo frente a él varias veces.
- Damian merece morir. Ese maldito merece morir...- Apretó sus rodillas con sus propias manos y sus uñas cortaron su piel.
- No hablas enserio.-
Dio una vuelta. Estaba nervioso.
- No jodas Rachel.- Insistió.
- Por el contrario nunca hable tan enserio.-
- No voy a ser cómplice de una nueva locura tuya.- Se levanto de donde estaba sentado y ella lo tomo del brazo.
- Tu vas a hacer exactamente lo que te diga porque te daré dinero. Es evidente que lo necesitas.-
Garth siempre fue un sujeto de posición acomodada.
Luego del escandalo del Club se tubo que ir de Gotham y a claras luces no le iba tan bien ahora.
Las prendas ya no eran de diseñador como cuando lo conoció y su semblante deteriorado le indicaba que no paso tan buenos momentos durante todo ese tiempo...
- Me expulsaron de la asociación por diez años por estar con mi paciente. Cerre mi consultorio y la publicación de mi libro fue un desastre. Dolphin...
Quisimos separarnos pero cuando sucedió todo estaba embarazada. Luego no pude dejarla...-
- ¿Porqué no me pediste ayuda? Sabes que te hubiera apoyado. -
- Intente comunicarme contigo pero un sujeto atendió tu teléfono y me mando al diablo cuando quise. Luego dieron de baja la linea evidentemente.-
Ella se cruzo de brazos y se mordió los labios al recordar perfectamente cuando sucedió tal cosa.
La única persona con la que estuvo que le toco su teléfono personal fue y siempre fue Damian.
Era profundamente celoso de con quien hablaba cuando estuvieron juntos antes de que naciera Helena.
Una vez lo escucho gritando cuando salía de ducharse.
Tenía su teléfono en la mano.
Al verla simplemente lo arrojo al suelo y lo piso sin descaro.
Le pregunto quien era y se marcho molesto.
No se hablaron por una semana al menos.
El teléfono quedo inutilizable y por alguna razón nunca pudo recuperar su línea.
Probablemente fue aquella vez...
- Si hubiera sabido te hubiera ayudado en lo que necesitarás. Garth no solo fuimos amantes. Fuimos amigos y siempre te he dicho que esa mujer no es para ti. ¿Cómo se te ocurre haber tenido hijos con esa lunática? Merecías algo mejor que eso.-
- ¿Tu me cuestionas a mi? ¿Enserio? Que osadía.-
- Solo digo que tu eres más inteligente que yo. Debiste dejarla aprovechando la situación. Santo cielos mi vida luego de ese día no fue fácil tampoco pero estamos aquí juntos otra vez y te juro que no te voy a exponer. Aprendí de mis errores del pasado. -
- Quieres matar a alguien. Eso es cruzar una línea la cual yo no estoy dispuesto a traspasar.- Le recordó.
- Solo quiero que me ayudes a defenderme de mis enemigos. Yo no iré a buscarlo a pegarle un tiro Garth. Soy más inteligente que eso.-
- Dime que quieres.-
- Muchas cosas. Pero para empezar quiero que me des esa maravilla que use con Jason.-
- Estás loca. De ninguna manera te daré eso.-
Ella le mostro una sonrisa maliciosa.
- Tengo a alguien a quien necesito totalmente a mis pies. Esta vez no solo quiero coger con este sujeto como hice con Jason si no que quiero tenerlo en la palma de mi mano hoy y siempre. -
- ¿Lo conozco?-
- No pero pronto lo conocerás. Creo que es... especial.-
- Si crees que lo es hacerle lo mismo que a Jason a este tipo no va a ser la mejor forma de empezar algo.-
- Ya te lo he dicho. No es tan fácil como parece y creo que necesitaré un poco de ayuda con él y probablemente tu servicio.-
- No me voy a acostar contigo ni mucho menos participar en tus locuras con otros sujetos.-
Ella comenzó a reír.
- No pensaba pedirte algo así. He cambiado aunque no lo creas y esta persona necesita de ti. Como yo te necesite ... antes.-
De pronto se puso seria.
Ahora comenzaba a entender.
- Esta bien. Te ayudaré pero nada de visitas a cualquier hora sin avisar. Uno de mis hijos está conmigo en la ciudad ...-
- Eso es lo que queria escuchar. Enserio no tienes que preocuparte por nada ya.- Saco su chequera.
Le extendió un cheque.
Él vio la cifra y suspiro.
- No puedo aceptar esto.-
- Arruine tu vida de alguna forma. Indirectamente... Tómalo como una indemnización por todo lo que te cause.-
Se masajeo los templos.
- Te lo devolveré. -
- No necesitas hacerlo. Realmente sabes que no.-
- Gracias. De verdad esto me servirá de mucho. Rachel si es que puedo preguntar... ¿Qué fue de Jason?-
- Está aquí en Gotham jugando a la casita feliz con una perra que se acuesta con Dick. Me da mucha pena. Si lo vieras... no es ni la sombra de lo que era cuando llego aquí. Incluso sospecho que el hijo que cree suyo es de mi "querido" esposo.-
- ¿Porqué decides rodearte de gente como esa Rachel? Tu podrías estar con quien quisieras. ¿Qué ganas con esto? -
- Richard me robo mi inocencia, Jason mi vida y Damian Wayne mi corazón. Nunca se los perdonaré. Ninguno de ellos se irá de este mundo sin pagarme en vida todo lo que me han hecho. Te lo juro. -
- ¿Qué planeas contra Jason? No veo la hora de devolverle la que nos hizo.-
- De Jason me ocuparé está misma noche. Lo veré llorar y caerse a pedazos pero al final no me podrá odiar porque siempre tuve un as bajo la manga que usar contra él.-
- ¿De qué hablas?-
- No quieres saber...-
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En el Instituto...
Casandra bajo del vehículo sin verla ni por un segundo al rostro ni dirigirle la palabra en todo el viaje.
Helena vio como a paso rápido se perdió entre el resto del alumnado.
Ella llevaba lentes pese a que por alguna razón extraña al parecer no los necesitaba más.
Cargo su bolso y camino sola como de costumbre hasta su clase.
Como de costumbre también en ciencias todos se morían por hacer el proyecto trimestral junto a ella.
Claro si compartían con ella el trabajo se aseguraban de sacar la puntuación más alta sin esfuerzo alguno ya que siempre la muy estúpida hacía todo el trabajo.
La rodearon y ella de alguna manera se las arreglo para no escuchar nada de lo que le decían.
La profesora era exigente. Prácticamente todo el curso estaba a punto de perder la materia.
Sonrió con dulzura como siempre lo hacia.
- Bebé si me eliges a mi te invito a comer está noche. - Le prometió un jugador de baseball del Instituto.
Maldito. Tú nunca me invitarías si no fuera por conveniencia. De hecho creo que no sabes ni mi nombre...
- Eso sería lindo de tu parte.- Le respondió al chico.
- Helenita. Tu sabes que siempre te considere mi amiga. Necesito compartir este trabajo contigo. Te daré lo que me pidas. Pensaba renovar mi guardarropas. Estoy segura que te puedo regalar un par de cositas que te quedarán genial si me haces el favor ...-
Está perra que siempre me vio como poco menos que basura piensa que además de idiota soy una indigente que necesita que la más linda del Instituto le haga caridad y le regale lo que ya no le gusta...
- Que amable eres Stacy. Que amables son todos por considerarme una buena opción pero ...- Se levanto de la silla y busco con la mirada a alguien. Al hallarla la llamo.- Profesora creo que tengo los créditos necesarios como para no tener necesidad alguna de hacer el proyecto. ¿No es así?-
La mujer frunció el seño y busco en su planilla.
Hizo una suma rápida y la miro.
- En efecto es cierto señorita Wayne. Usted tiene razón. Su puntaje la libera de hacer el proyecto. Esta aprobada con exceso de créditos incluso. La felicito. Pocos alumnos logran esto antes de terminar la cursada.-
- Entonces creo que no es necesario que me quede aquí ya. -
- Es correcto. Si quiere puede retirarse.-
- Muchas gracias y disculpen chicos. Esta vez no podrá ser.- Tomo sus cosas y se marcho escuchando varias maldiciones y ...
- Bueno al menos no tuve que salir con la rara. Pero ¿Ahora que hago?-
- Perra presumida. ¿Quién se cree que es para rechazarme?-
Al escuchar lo último para de caminar.
- Stacy, soy Helena Wayne. Nieta del hombre más poderoso de está ciudad y entonces ¿Qué te hace pensar que yo podría necesitar algo del placard de una chica becada que pretende ser alguien que no es solo para encajar en este Instituto?
Recuerda que si recursas aunque sea una materia la fundación de mi abuelo no financiara tus estudios el año que sigue. -
La castaña a su lado quedo boquiabierta ante el bombazo que lanzo la chica Wayne.
Es decir todos siempre pensaron que Stacy era una más de ellos pero...
A Helena no le interesaba ver más el show.
Ni siquiera sentía placer al desenmascarar a la chica frente a todo el curso.
Nadie valía la pena allí y de hecho el instituto nunca fue un reto para ella.
A veces se sentía que estaba para cosas más grandes que jugar a la colegiala por alguna razón.
Camino por los pasillos y fue a buscarlo a aquel hombre que la ataco sin sentido.
Tenía que enfrentarlo.
Tenía que saber quien era.
No tenía miedo. No. Por el contrario no podía dejar de pensar en él.
Tanto odio sintió irradiando de él...
¿Porqué la odiaría?
Quería respuestas...
Entro al gimnasio y vio alguien acomodando utensillos.
Su profesor.
Él de siempre.
- Señotira Wayne ¿Qué hace por aquí?-
- Profesor ¿Dónde estuvo la semana pasada? Vino alguien más aquí.-
- No se quien era. La directora solo me dio licencia por unos días sin razón porque ya me había tomado mis vacaciones y me dijo que me reincorporará esta semana. ¿Porqué preguntas? No me digas que tú como todas las alumnas prefieres a mi suplente...-
- No para nada. ¿Sabe como se llamaba? Nunca nos lo dijo.-
- No. No se nada de él. Seguramente la directora te pueda decir más.-
Ella asintió.
- Iré a preguntarle entonces.-
- Espera. Antes de irte te pregunto ¿Qué paso con tu hermana hoy? No vino a mi clase. ¿Está enferma?-
¿Que no llego...? Eso no puede ser...
Negó.
- No pero seguramente debe haber habido una buena razón para ausentarse. Me intentaré comunicar con ella.-
- Pensaba citar a tus padres. Me preocupa su comportamiento últimamente. He hablado con otros profesores y no solo está faltando a mis clases. -
- Mi padre es un hombre ocupado y creame que se meterá en problemas si se mete con Casandra. Aunque sea un profesor recuerde que este Instituto le pertenece a mi familia.-
- Lo sé pero tengo razones para decir que creo que está saliendo con alguien mayor a ella y tus padres deben saberlo. Se que quizás termine comprometiendo mi puesto pero...-
- Profesor mi hermana es una alumna intachable y si se ausento de las clases sus razones debe tener. Si no quiere tener unas vacaciones indefinidas le aconsejo que no se meta con mi familia o va a terminar mal. ¿Entendido?-
- Helena ¿Cómo se te ocurre hablarme así? Esto es inacept...-
- Está bien. Llame a mi madre si quiere y dígale que su hija está saliendo con un adulto mayor. Espero que tenga pruebas de lo que dice porque injuriar a un Wayne le saldrá muy caro. Que le vaya bien con eso...-
Camino a la salida no dispuesta a seguir lidiando con el asunto.
Ella sabía perfectamente que hacía su hermana y sabía que jugar con fuego la iba a terminar quemando.
Esperaría a ello...
- No diré nada Señorita Wayne.-
- Le agradezco su discreción.-
¿Porqué hago esto con la gente a mi alrededor?
Tu no eres así Helena...
Se agarro la cabeza mientras caminaba por el pasillo.
No había nadie allí.
Todos estaban en clases a esas horas.
Camino sin sentido...
Por el contrario mi niñita. Tu eres en esencia malvada. Tu tienes el poder para someter a quien quieras a tu voluntad. La mente de cualquier humano está a tu merced. Las puertas se abren a tu paso...
Y así fue.
La voz otra vez resonaba en su mente pero está vez era clara y sonora.
Siguió caminando mientras sostenía su cabeza tan fuerte que sus uñas comenzaban a dañar su cuero cabelludo.
No quiero escucharte. Quiero que te vayas de una vez de mi mente sea quien seas.
Quien llamas tu padre acabará contigo pequeñita si no es que lo hace alguien más antes.
Si me quieres ayudar entonces dime donde está ese sujeto.
Tu madre no quiere que lo veas. Tu madre te lo ha ocultado todo este tiempo porque él es tu verdadero padre.
Estás mintiendo. Richard Grayson es mi padre. Él ...
Se miro al espejo que tenía enfrente y el rostro de Dick apareció en él y luego él de otra persona de ojos verdes penetrantes y fríos.
Ese miserable es tu verdadero padre y te rechazo desde el día que naciste por ser débil.
Débil.
Débil.
- YA CIERRA LA BOCA. - Grito y los espejos se agrietaron.
Busca su presencia y lo hallarás. Demuéstrale al mundo que no eres tan débil como todos dicen...
Pregúntale porque te dejo con ese sujeto que te hizo tanto daño. Que te quito lo más preciado...
Pregúntale qué clase de padre abandona a un hijo...
Ella asintió.
- Lo haré. Lo haré. LO HARÉ.-
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Horas más tarde...
Camino junto a él por el muelle.
Lo miro de reojo y vio su semblante abatido.
- Jake no es hijo de mi padre ni tuyo. Solo Artemisa sabe de quien será. Lamento que te haya mentido durante tanto tiempo. A todos...-
- ¿Quién te crees que eres para estar haciendo esto detrás de todos? ¿Quién hizo esto realmente? ¿Fue Dick? ¿Fue tu madre?- La tomo de los hombros y la sacudió.
- ¿Te crees que soy la clase de persona que andaría haciéndole los encargos a alguno de ellos? Jason no me insultes de esa manera.-
- Soy tu tío. No te dirijas a mi de esa forma. Ten respeto Casandra.-
- No lo eres. Deja de decir era mentira. Aquí estamos solo tu y yo. Mi padre no es nada tuyo. - Se tomo de la cabeza y sonrió.- Aunque no seas de mi familia yo a ti te aprecio y es por eso que fui a buscar el examen que le hicieron a Jake de niño. Qué tu le hiciste para saber la verdad y los resultados fueron alterados.
Artemisa es una bandida. Fue ella.-
- No te voy a permitir que te dirijas a ella de esa forma.- La tomo del mentón con fuerza y suspiro molesta.
- Primero mi madre. Luego ella. ¿Cuántas veces te vas a dejar engañar por mujeres que no te quieren realmente y te usan para olvidarse de otros?-
Estaba desconsolado.
Si. En el fondo sabía que esa era la realidad.
Él jamás tuvo un hijo y Artemise lo acepto porque estaba ahí justo en el momento exacto.
La soltó de inmediato con desprecio.
- Vete.- Le gruño molesto.
Nunca pensó que podría molestarle tanto verle el rostro.
Era como si ella estuviera justo frente a él....
- ¿Te vas a molestar con la única persona que te fue honesta en años? ¿Te crees que mi abuelo no tapo esta verdad? ¿Cuántos se rieron a tus espaldas por culpa de ella? ¿Qué harás?-
- No es de tu incumbencia niña. Largo. -
Ella lo dio vuelta, lo empujo y le dio un golpe en la quijada tan certero luego que su espalda choco contra la puerta de un deposito evidentemente abandonado que había allí.
- Aquí es donde llega la mercadería de contrabando que traen a Gotham mi madre y Talia Al Ghul. -
- Esto es propiedad de la corporación Wayne.-
Ella asintió.
- Si y... ¿Qué? No sabes cuántas cosas pasan en la corporación que mi abuelo no imagina. Él cree que es libre de las cadenas que le ha puesto mi madre pero no lo es. Mi madre trama algo con él y estoy segura de que Talia no está involucrada en eso.-
- ¿Porqué me dices todo esto?-
- Porque soy la única persona en la que puedes confiar y está de tu lado.-
- Tú del único lado que has estado siempre es del de tu padre.-
Negó.
- Él me prometió no involucrarse más con Artemise y me mintió. Se siguen viendo. Él no la quiere. Lo sé. Solo quiere lastimarte y nunca le perdonaré que su odio hacia ti sea más fuerte que el amor que me dice tener.-
- Sigue jodido porque le quite a tu madre y la empresa.-
Ella se aproximo a él.
- Tú siempre me gustaste. Supongo que eso siempre fue más que obvio.- Ella jugueteo con sus finos dedos contra su cuello.
Su aroma era embriagador.
Nunca estuvo tan cerca de él.
Quería cerrar los ojos y perderse en Jason.
- Estás loca tan loca como tu madre. ¿Cómo se te ocurre? - La empujo de inmediato.
- Te he visto verme más de una vez de manera indecorosa. Te encanta verme entrenar en poca ropa. Jason...-
- Ver una adolescente con gran potencial no se ve todos los días. ¿Cómo se te ocurre que podría verte de otra manera?-
- Todos dicen que me veo idéntica a mi madre de joven y se que en este instante aunque lo niegues te excita pensar que alguien que se ve justo como ella se muera por ti de está manera.- Ella puso una de sus manos en su pecho.
- Estoy seguro que muchos chicos de tu edad se morirían por estar contigo pero yo no soy opción para ti.-
No se lo escuchaba del todo convencido de aquello.
De hecho ya no la alejaba como hacía un rato.
- Tu propio hermano se burla de ti con tu mujer. ¿Porqué no le devuelves el golpe? Tu sabes que soy lo más importante que tiene en la vida y estoy dispuesta a entregarme a ti de todas las maneras que dispongas.-
- No te haré algo así. Nunca tuve ni tendré nada contra los niños de ella.-
- A mi no me harás daño. De hecho me encantaría perder mi virginidad contigo en vez de con cualquier patán imbécil que anda en el Instituto. De hecho te espere a ti desde que tengo uso de razón. Yo...-
Acerco su rostro al suyo.
Él la vio tan parecida a ella en efecto que recordó por unos instantes su mirada llena de agradecimiento que por única vez le regalo aquella vez.
Aquella vez en que Rachel y él se tomaron de las manos en la Mansión y Dick hizo lo que quiso con ella frente a él.
Él se desvanecía. No podía hacer nada para protegerla pero ella con fuerza lo sujeto y le rogo que la mirara solo a los ojos.
Que no vea nada más.
Él se desvaneció y luego no volvió a ver otra vez esa mirada en ella para con él.
Hasta ahora.
La inocencia en los orbes de sus ojos los volvía a ver en los de ella otra vez.
Casandra realmente era idéntica a Rachel.
- ... eres linda y mi cabeza es un desastre ahora. Por favor vete. No lo diré una segunda vez. -
Lo tomo de la barbilla y sus labios ya estaban rozando los suyos ahora.
- Yo no necesito que me digas nada. Yo ya se exactamente que es lo que quiero contigo y tu también...-
Él la tomo del rostro y la beso.
Ella aferro su brazo en su cuello para atraerlo más a su boca.
Era todo lo que esperaba que fuera.
Único.
Muchos chicos la habían besado antes pero nunca otro con tanto talento como él.
- Sin piedad. Si esto será algo de una sola vez quiero recordarlo siempre Jason. ¿Entiendes? No soy de cristal...- Le susurro al oído.
Pese a lo que le dijo lentamente le desabotono la camisa y comenzó a jugar con sus senos.
Se sentía en el paraíso.
- Tus manos son muy gentiles conmigo. Te dije que no quiero eso ...- Ella rasguño su espalda tan fuerte que provoco que el gritara como un animal.
- Bien. Bien. Esta bien.- La volteo con violencia y la recostó contra una mesa.
Le levanto la falda y la hizo gritar de dolor...placer.
Ella no lo sabía con certeza.
- Por favor no se te ocurra parar con lo que haces.-
La tomo del cabello y cerro los ojos.
Comenzó a recordarla a ella.
- Te odio. - Le susurró al oído y la agarro de la garganta.
Apretó con fuerza y la monto como a ella le solía gustar.
Raven...
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Pregunto en el Instituto donde estaba la chica Wayne.
Ninguna de sus compañeras parecía tener idea.
¿Cómo podía ser posible?
El de seguridad le aseguro que entro pero nadie la vio salir.
¿Qué clase de Instituto era ese que no sabía dónde andaban los niños?
Entro a la sala de seguridad y vio alguna de las cámaras de horas atrás.
- Así que la niña tiene poderes después de todo...- Murmuró al ver como las puertas del pasillo se abrían a su paso y las luces se iban apagando a su alrededor.
-... y está fuera de control.- Intento llamar a Rachel y no atendió pese a que insistió una docena de veces.
- Mierda.-
- ¿Usted qué hace aquí? Dijo el guardia al verlo en su asiento.
Él sonrió.
- Disculpe pero la puerta estaba abierta y solo buscaba el baño. Creo que este no es.-
Le paso por al lado y se fue de allí.
Llevo sus manos a sus bolsillos ignorando las miradas curiosas de las madres de los alumnos.
- Tengo que encontrarla. Le prometí a Rachel cuidarla.-
Conjuro su libro de hechizos esperando que un truco lo ayudara a localizarla.
Ya conocía su rostro. Solo tenía que ver como detectar su magia...
Casi deja caer su libro al ver como unos cuervos sobrevolaron de la nada por el cielo justo encima de él.
Uno se paro frente a él y lo miro.
Cuatro ojos rojos habían sobre él.
Chillo con fuerza.
La sangre se le helo.
De pronto se comenzó a sentir observado.
Aléjate de ella mortal.
El ave voló hacia él y se cubrió el rostro por inercia.
No lo ataco.
Esto es una advertencia de él. Ya está aquí. Scath ha vuelto y no lo voy a dejar tener lo que quiere de esa niña.
-Jódete.-
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El ascensor subía.
Estaba rodeada por espejos.
Le dolían los ojos de tanto usar esos estúpidos lentes que ya no los necesitaba más.
Los arrojo al suelo.
Tu cabello no se lo sacaste a él. Tu cabello se lo heredaste a tu abuelo. Eres pura mi niña. Tu eres mi viva imagen. Perfecta y mortal. No debes dejar que él te gane.
- Basta por favor. No quiero escucharte. No quiero escucharte más.-
No te dejaré tranquila hasta que me jures lealtad. Hasta que me demuestres que eres mejor que tu estúpida madre.
- NO TE METAS CON MI MADRE.- Una oleada de energía pulverizo los espejos y las voces se callaron de pronto.
La sensación de sentirse vigilada desapareció al instante.
La puerta se abrió y una mujer la recibió.
- Perdón. ¿Qué hace una niña como tu aquí?-
- Aquí está Damian Wayne. Quiero verlo.-
Ella rió.
- Ve a jugar a las muñecas. Vuelve por donde viniste. Hoy está de mal humor y no esta para jodidas bromas.-
La mujer exuberante la quiso empujar pero ella la esquivo.
- Tu no me tocas perra.- Le dijo con un tono de voz neutra y calma.
Amenazante en el fondo.
Se burlo.
- Enserio. Esto es un chiste. Pequeñita llamaré a los guardias. Me cansaste.-
Volteó por el teléfono y estallo en sus propias manos.
- ¿ QUE DIABLOS?-
- ¿Qué es ese escandalo?- Salió un hombre de camiseta negra y pantalones a tono.
Al ver a la niña rubia quedo por unos breves segundos estupefacto.
Realmente le hizo acordar una de las tantas veces que Rachel lo sorprendió a él en circunstancias poco favorables a él claramente.
Estaba molesto y shockeado.
- LARGATE DE AQUÍ AHORA.- Le exigió a la mujer.
- Pero amo está noche me prometió que repetíamos lo del lunes. No me puede fallar así. Estaba...-
- Una palabra más y te mato. Largo. -
Ella inmediatamente busco su abrigo ya que no podía salir a la calle en baby doll y se largo por el ascensor.
- Tu realmente eres mi verdadero padre.- Afirmo Helena al verlo tan cerca.
- No se que mierdas te metió Rachel en la cabeza pero tu eres la hija de algún sujeto que vaya a saber dios quien es.-
- Si no te importo en absoluto ¿ Por qué has venido a Gotham después de tanto tiempo a fingir que eras mi profesor?-
- Eso fue un error. Solo quise ver si la maravillosa niña que mi madre resguarda tanto tenía algo en especial pero ya vi que no. Eres una belleza. Un cascarón hermoso pero hueco e inútil como tu madre.-
- No le perdonas a mi madre que te haya usado como a todo el resto. No le perdonas que no te haya querido nunca en el fondo Damian Wayne y por eso me odias a mi. A tu propia hija. Me das pena. Das asco y vergüenza.-
Se acerco a ella y la miro de arriba a abajo.
- Enserio puedes ser de cualquiera. No tienes idea con cuantos ha estado tu madre. Por lo que a mi me concierne hasta podrías ser la hija de aquel a quien llamas abuelo.-
Ella no se inmuto.
Lo miro únicamente tan intensamente que Damian sintió que le atravesaba el alma con esa mirada.
Sonrió.
- Ahora que te conozco entiendo porque mi madre te oculto de mi. Tus manos están manchadas de sangre y no porque crees que es lo correcto como tu abuelo. No. Solo matas para complacerlo a él. Eres un peón que se cree un príncipe...-
Bofetada.
Ella se tomo del rostro y se sobo la mejilla.
- La última vez que nos vimos me has golpeado más fuerte. Tan fuerte que una vez más me arrojaste a los brazos de ese desgraciado que me violo por tu culpa.-
Lo tomo de la camiseta y le mostro uno de sus hombros lleno mordidas y rasguños.
- Todo el cuerpo lo tengo así. A quien dejaste que sea mi padre todo este tiempo jamás le importo ser amable conmigo. Jamás le importo tratarme como la mismísima mierda y no solo eso si no que me robo mi primera vez de una forma como ... como... VELO POR TU CUENTA.- Le grito en el rostro y llevo su mano derecha a su frente.
De pronto él pudo ver todo aquello que le dijo.
Sobre todo como Dick Grayson la trato ese día luego de que le prometió resguardo de él mismo.
De él.
Ella huyo ese día del Instituto y él jamás la llevo a su casa.
No.
El quiso forzarla en el vehículo.
Ella huyo al bosque pero él la cazó como a un animal.
La tiro contra el césped y no tuvo ninguna contemplación con ella.
Los gritos de la niña pidiendo por la ayuda que jamás vendría resonaban en su cabeza como puñales.
El dolor inundo sus sentidos.
La vista de la sangre corriendo por sus piernas nunca la olvidaría.
- Helena.- Murmuró y ella lo soltó.
Cayó al suelo porque sus piernas no le respondieron.
Su dolor en el pecho amenazaba con acabar con él.
Él hombre que jamás lloro ahora lloraba en el suelo como un niño.
Apareció mágicamente una cuerda atada al techo.
- Acaba con tu miserable vida de una vez así como yo tantas veces quise hacerlo. Llévate sobre tus hombros todo lo que pase por culpa tuya y ve desde el infierno todo lo que tu inútil hija será capaz de hacer. Acabaré con tu abuelo, con tu liga, con todo lo que alguna vez amaste más que a la sangre de tu sangre. Quiero que te vayas seguro de que haré eso y más. Nadie te recordará. Nunca. Ni mi madre. -
- No soy débil. Nunca haré algo como eso.-
- Tú lo harás porque yo te lo ordeno.- Ella lo tomo del mentón y le sonrió.
- Tienes poderes como ella.-
Junto sus manos y lo ayudo a levantarse.
Él se paro sobre una silla ato la cuerda en su cuello.
- Helena te vas a arrepentir de hacer esto.-
- Yo jamás voy a arrepentirme de esto Damian Wayne. Porque si Dick Grayson arruino mi vida y la de mi mamá es porque tu jamás tuviste agallas de estar donde siempre tuviste que estar. A nuestro lado.
Tu debiste cuidarnos de él y sin embargo nos abandonaste. ¿Cuántas veces mi mamá fue por ti? Ahora lo sé. Ahora se la clase de persona que eres. Lamento mucho ser tu hija. Muere de una vez.-
Salto.
Intento luchar contra y desatar la cuerda.
Fue más instinto de supervivencia que verdadera voluntad.
Algo en el fondo de él quería rendirse.
Su fuerza de voluntad estaba anulada por ella.
- He..lena.- Extendió la mano e intento llegar a ella.
Las puertas del ascensor se abrieron y un grito los sorprendió a ambos.
- ¡SADREUC NAGIAC!-
Damian cayó al suelo y lo primero que hizo fue intentar tomar aire.
Estuvo apunto de ... morir.
- Hubiera querido disfrutar esa escena un poco más pero no podía dejarte hacerlo. Enserio.-
- ¿CÓMO SE TE OCURRE METERTE EN ESTO?- Las ventanas volaron en mil pedazos y él se protegió el rostro con sus manos.
- Mi nombre es Zachary y tu mamá me hizo prometerle que no dejaría que hagas nada malo como matar a gente, tu sabes... No digo que ese sujeto no lo merezca. En efecto me hubieras hecho un favor si te deshacias de ese tipo pero hacerlo te hubiera entregado a Trigon. ¿Sabes quién es? Bueno supongo que has escuchado una voz aterradora últimamente...-
Ella asintió.
- No eres tú. Es él. Intenta que elijas un camino del que no hay vuelta. Si me dejas ayudarte podemos deshacernos de él. Juntos y quizás luego puedas volver a retomar lo que hacías. ¿De acuerdo?-
- Esta bien. Pero... ¿Enserio mi mamá intenta ayudarme? ¿ Enserio no cree que estoy enloqueciendo entonces? -
Negó.
- Querida tu mamá ha soportado a Grayson todo este tiempo solo por ti. Te juro que todo lo que ha hecho tiene una explicación. Si me prometes tranquilizarte te diré todo lo que necesitas saber...-
- Zachary...- Ella se aferro a él.
Porque sencillamente ese total desconocido le dijo que no estaba sola.
Le dijo todo lo que necesitaba escuchar en esta vida.
Su mamá la quería. Su mamá no amaba a Dick Grayson.
Su mamá intentaba ayudarla...
El mago quedo sin palabras.
Sorprendido.
- Me voy a sonrojar. Pensé que solo tu mamá lograba que me pase eso.-
Ella lo soltó y le regalo una sonrisa.
- Tu no tienes idea de lo feliz que me has hecho.-
Damian se comenzaba a reincorporar otra vez.
Zachary lo vio.
- Adelantate que necesito hablar un poco con él. ¿ Si? -
Acepto lo que le dijo y se fue.
El joven europeo se acerco a Damian Wayne y sonrió.
- Que bonita niña has tenido. No te preocupes que sabre cuidar de ella y de su mamá. Tu ya olvidate de ellas que Zachary Zatara tiene todo bajo control.-
- Te voy a matar si tocas a Raven.-
- ¿Enserio tu te crees que te tengo miedo? Amigo. Tu ya eres historia.- Lo tomo de la mejilla y la apretó.
Semejante osadía.
Él camino a la salida detrás de la chica.
- ES MI HIJA HIJO DE PUTA. TU NO ERES NADA MÁS QUE UN POLVO PASAJERO.-
- Wayne. Yo no se de que hablas. Yo por el momento no pase por la cama de nadie. Así como me ves me encomendó cuidar de lo más preciado que tiene. Su linda bebé. Debo ser alguien en quien debe confiar ¿No?-
Damian tiro una cuchilla justo al centro de su espalda pero nunca llego a tocar su piel debido a que por alguna razón quedo suspendida en el aire antes de tocarlo.
- Se ve que nunca tuviste un hechicero de rival. - Tomo la navaja en sus manos.- Estás cosas jamás me dañaran. No jodas con un Zatara, Wayne. Estoy fuera de tu liga.-
Te mataré aunque sea lo último que haga. Llegas a ponerle un dedo encima y te cortaré las manos imbécil...
Tenía una mirada aterradora sin dudas.
- Aggr. Que espanto. Mira como arrugas la cara. Que bueno que la niña no heredo casi nada de ti.-
Fue tan fácil...
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-.Hospital Central.-
Aplausos.
Aplausos.
- Muy bien. Con que queriendo poner a una de mis hijas en mi contra después de todo lo que he hecho por ti. ¿Con quién te crees que tratas Artemise?-
Ella estaba en la morgue examinando unos análisis y Rachel Roth apareció de la nada.
- ¿Cómo se te ocurre entrar a mi trabajo de está manera? ¿Cómo los guardias dejaron que ingresarás a este lugar? El acceso es restringido al personal.-
- No me hagas reír. Nada me puede detener si me lo propongo. Lo sabes.-
- Rachel no se de que hablas. Veté que estoy en algo importante.-
Ella se acerco y tiro todo lo que había encima del escritorio.
Artemise se quito los lentes.
- No pelearé contigo ni tampoco intentaré excusarme porque tengo motivos para hacer lo que hice y no fue exactamente indisponer a tu hija contigo.-
- Dame una buena explicación. Te escucho.- La empujo y la pelirroja que era mucho más alta ni se inmuto.
- Tu hija es una zorra que intenta meterse en la cama de Jason. Tenía que detenerla. Tu sabes que ni tu ni yo podemos permitir algo como eso.-
- ¿Qué mierda dices? ¿Cómo se te ocurre que Casandra intentaría algo así?-
- La conoces muy poco evidentemente. Esa niña se la pasaba en mi casa y yo pensé que quería algo con Jake pero la vi con mis propios ojos haciéndose la inocente para acercarse a él y Jason es tan ingenuo que es como si no viera que la niña quería meterse debajo de sus pantalones. Tuve que tratarla como lo que es. Una...-
Bofetada.
- Ni se te ocurra hablar de mi hija así una vez más.-
- Bien si tu no lo quieres creer es tu problema pero Casandra se quiso acostar con él y yo NO DEJARÉ QUE SE ACUESTE CON SU PROPIA HIJA, RACHEL.-
Las puertas se abrieron de par a par y un irreconocible Richard Grayson entro allí.
Ambas lo miraron y a ninguna le salió ni una palabra de la boca.
- REPITE LO QUE ACABAS DE DECIR.-
Ella negó.
Richard fue por ella y la tomo del cuello. La estampo contra la mesa y la asfixió tanto como pudo.
- DIJE QUE REPITAS LO QUE ACABAS DE DECIR O TE ACABO AHORA MISMO.-
- Casandra es hija de Jason. Preguntale a Rachel y te dirá que no miento.-
- TU HABLA AHORA MISMO.-
La miro a la ojiazul y ella asintió sin querer verlo a la cara del todo.
Miraba al suelo sabiendo que esto jamás debió haber pasado.
- Es cierto. -
- ARTEMISA DESDE CUANDO LO SABES. ¿DESDE CUANDO?-
- Desde que hiciste los exámenes de histocompatibilidad con Casandra cuando era una bebé y tuviste dudas. Ella me pidió adulterarlos y a cambio no se iba a meter jamás con mi familia ...y me dejaría estar contigo. Ese fue el trato.-
- MUJERZUELA ESTUPIDA.- Apretó más fuerte de su cuello y la arrojo al suelo con violencia.
Rachel estaba conmocionada.
Jamás creyó que Dick sería capaz de hacerle tanto daño.
- Todo lo hice porque te amo. Todo lo hice por nosotros.-
- ¿ACASO LE TEMÍAS MÁS A ELLA QUE A MI? ARTEMISA NUNCA TE MOSTRE DE QUE SOY CAPAZ CON LOS QUE ME TRAICIONAN , ¿NO? Siempre fui muy amable contigo evidentemente....-
Tomo una cuchilla de la mesa y fue por ella.
Artemisa intento reincorporarse y correr pero el la tomo de las piernas y le clavo el bisturí justo en la médula.
- DICK SUELTALA POR DIOS. ¿CÓMO SE TE OCURRE HACERLE ESTO AQUÍ? - Rachel intento hacer que la suelte pero la empujo tan fuerte que cayó al suelo lejos.
Adolorida.
Richard la dio vuelta y comenzó a clavarle una y otra vez el bisturí en el estomago.
- ¿Porqué me haces esto?...Dick yo siempre te ame.- Tomo su cabello y estampo contra el suelo su cabeza.
Una y otra vez.
El ruido de los golpes en seco eran enfermantes.
Rachel tenía ganas de vomitar a este punto.
- Dick...-
- DICK.. POR FAVOR ESCUCHAME.- Le grito Rachel. - Ya acabaste con ella. Ya está.-
- Era mi única hija y no es mia. Era mi única hija y ahora esta con él. ¿Qué hiciste? ¿QUÉ HICISTE RACHEL?-
- Eres un hijo de puta que merecía algo como esto y más. El único hijo que alguna vez vas a tener es Alex. El hijo que alejaste de tu lado con tu locura. -
- Estúpida. Escuchame bien. ¡Casandra en este instante esta con Jason! Ese sujeto la ve a ella como a ti te veía. ¿SABES LO QUE SIGNIFICA ESO?-
- No Dick. Tu esto lo dices porque estás enojado conmigo. Esto es una broma de mal gusto...-
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Horas después...
- Perdoname. Nunca debí hacer lo que hice está noche. Nunca debí caer en tus encantos.- Quito el cabello que caía en su rostro y se marcho.
Por alguna razón se sentía pésimo.
Se sentía con ganas de vomitar.
Comenzó a llover fuerte ahora.
Monto su motocicleta y se fue a algún lado. No podía ir a su casa a que su hijo y Artemise lo vieran así.
Se sentía sucio ...
Una completa basura repulsiva.
¿Qué me pasa?
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Al día siguiente...
Ella la vio de lejos.
Comía un poco de helado.
Al verla despertar dejo el tazón a un lado.
- ¿Qué haces aquí?- Su cabeza le daba vueltas.
Sus piernas le dolían.
De hecho estaban como entumidas.
¿Fue acaso todo un sueño?
- No hermana. Yo me pregunto que haces tú aquí durmiendo en el sofá en momentos como este.-
- ¿DE QUÉ DEMONIOS HABLAS? ¿Porqué te haces la misteriosa?-
- Nuestros padres nos dejaron sin razón aparente a cargo del abuelo por algún motivo. Nos dijeron que empaquemos nuestras cosas que nos pasarán a buscar en dos horas. Supongo que por un tiempo viviremos en la Mansión Wayne.-
- Que se joda el abuelo. Yo no me iré de mi casa.-
- Quizás tenga que ver con que por fin papá se entero de la verdad.-
Casandra rodo los ojos.
- Jake no es hijo de mi padre. ¿Porqué sigue todo el mundo pensando eso?-
Helena la miro con pena.
- No, Cass. Yo no hablo de eso. Jake no es hijo de papá y todos lo sabemos. Hablo de ti. Creo que papá por fin se entero de que tu verdadero padre es Jason.-
Lo último que dijo la hizo perder el equilibrio de pronto.
- Tú estás mintiendo.-
- Cass. ¿Cómo crees que mentiría con algo como eso?-
Ella no pudo mantenerse más en pie.
- ¿Qué te pasa hermanita?-
Comenzó a perder el foco hasta finalmente perder el conocimiento sobre el tapete del living.
- Ups.-
- Quizás yo no debí decírtelo. O quizás debí decírtelo antes. Lo lamento hermanita de todas formas si es que me escuchas.-
- ¿Pero qué tenemos aquí?-
Ella volteo y vio a a esa mujer que no veía hace tanto tiempo.
- ¿Algún problema?-
Negó.
- Eso pensé.- La golpeo con el hombro al pasar a su lado y camino con su bolso a la salida.
Agarro su celular y mando un mensaje "Abuelo, Cass no vendrá. Dice que ya es casi mayor de edad y que puede elegir donde vivir. Se quedará. Estoy segura que estará bien. Yo iré en un taxi. No te preocupes."
No iba a volver a esa casa otra vez.
Y Casandra...
Ya ella vería que hacer de ahora en más.
Después de todo ella era Helena Wayne y Cass...
Quien sabe que era Cass ahora.
Si es que quedaba algo de ella luego de esto debía averiguarlo por su cuenta.
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Continuara...
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Lo lamento mucho si heri suceptibilidades. Lo mio imperdonable. Ademas no puse muchos gifs. Perdón por eso. Cuéntenme que les pareció !
Ustedes se imaginan como podría empezar el proximo capitulo de todo lo que paso aca?
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