Capitulo XVIII: Ángel de la muerte
⭐⭐⭐Como siempre...Comenta las partes que te gustaron :D⭐⭐
Advertencia: Capítulo con cuestiones apta para mayores +18. Sexo- Violencia no hay mucha. Raro? Decidi que habian cosas un poco escabrosas y suficientes para un capitulo ya.
Capitulo escrito luego de terminar de ver Gotham finalmente.. hay una frase en particular que la saque de ahí. Los fans la encontraran.
Madame Xanadu: Es un personaje en comics inmortal capaz de ver a traves de sus cartas el futuro. Ella es inmortal literalmente hablando. Nada puede acabar con ella.
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Capitulo XVIII: ANGEL DE LA MUERTE
Dos años después...
Estaban ambos mirando el ocaso en el jardín de la Mansión Wayne.
Juntos.
Cerca.
Ella en una banca y él a su lado.
Se veían como una familia feliz para cualquiera....
Incluso Alfred quien les dejo bocadillos sonrió esperanzado de que pronto vendrían tiempos mejores.
Mucho mejores que los que pasaron...
Damian solo bebió su café y ella tomo con gusto los dulces.
Le encantaban esos que tenían relleno de dulce de leche. Eran su perdición...
Comió uno.
Dos...seis.
Tiro el séptimo con odio en la bandeja.
- No puedo.-
- ¿Qué no puedes?- Dejo su taza a un tanto interesado en lo que tuviera que decir.
- Nunca tuve tanta hambre. Nunca estuve tan gorda. No puedo verme a un espejo, Damian. Estoy horrible. Espantosa. Es por eso que ya no me haces el amor, ¿No es así? ¿Ya no te gusto? Dímelo. -
Comenzó a reír genuinamente.
Ella apretó los dientes.
- No estoy bromeando. Hablo enserio. Ya no...- Tomo su mano.
Ella no dijo una palabra más y se sonrojo.
Sus emociones entraron en su cuerpo como un latigazo que la dejo sin palabras honestamente.
Pasión.
Deseo.
Y tantas otras cosas más sentía en él..
- ¿Por mí?- Le pregunto confundida.
Descreia en algún punto que todos ese deseo que afloraban de él fueran por ella.
Ella ahora que era tan...horrenda.
- ¿Eres idiota? ¿Por quién más podría sentir todo esto? Vivo a tu lado hace años. ¿No crees que te estás comportando como una adolescente?-
- No. ¿Cómo podría gustarte? Eso es imposible...- Vio sus piernas.
Estaban regordetas.
Su cabello no brillaba como antes.
Sus ojos incluso ya no tenían la chispa que solían tener en ellos.
Era como si toda su belleza la cual le ha servido tanto en otros tiempos se hubiera ido para no volver.
En cambio Damián ya no era el adolescente recién llegado a Gotham.
Era un joven adulto insoportablemente deseable.
Exasperante.
Pero irresistible.
La volvía loca no sentirse a su altura.
Antes ella robaba la mirada de todos y ahora él solo con su indiferencia era capaz de dejar embobada a cualquier chica.
Lo odiaba.
- Esto del embarazo te está haciendo mal a la cabeza. - Le acarició el cabello.
Él la veía al contrario cada vez más hermosa.
A sus ojos verla a ella.
Su mujer con su hijo en su vientre era lo más hermoso que podría ver en este mundo.
Nunca se lo diría porque la conocía.
Sacaría ventaja de ello.
Pero jamás iba a permitir tampoco que piense semejantes tonterías...
Le quitó la mano de encima molesta.
Se cruzó de brazos.
- A veces siento que planeaste todo esto para que sea la mujer más indeseable de Gotham.-
A ese punto Damián comprendió de que no bromeaba.
Suspiro.
- Raven. Tu eres la mujer más hermosa para mi. Mí mujer. Quien lleva a mí hijo. Tienes que comer. Es natural. Para que crezca sano y fuerte.- La tomo de la mano. La miro a los ojos.- La conexión. Se lo que estás pensando y ni pienses que te dejare a hacer tonterias. -
Apretó los dientes.
Los puños inclusive.
- No tengo magia. Estoy horrible y ... Ni siquiera me dejas salir de esta Mansión sin ti. Me siento en una jaula de oro. -
- Justamente porque no tienes magia no quiero que te expongas. -
Era insoportable. Pensó.
- Nunca me sentí así. Con Alex. Ni con esa niña... Esto es diferente. Mi magia nunca estuvo en estás circunstancias pero sin embargo... Es como si me estuviera consumiendo. -
Se abrazo asimismo.
Estaba algo perturbada por las sensaciones que estaba atravesando.
- Mi hijo será fuerte. No hay dudas.-
Ella lo miro azorada por su comentario.
- Estás muy seguro de que lo será.-
- Lo será y comandará la Liga mejor que ninguno antes lo ha hecho. Esta destinado desde antes de nacer a hacer grandes cosas. El hijo de un guerrero y de una mujer tan poderosa. Hija de Trigon. Será perfecto.-
Los ojos de Damian brillaban de entusiasmo y Raven no podía más que estar un tanto preocupada ante esto.
¿Qué tan importante era para él que fuera niño?
¿Porqué la obsesión?
Incluso hizo que Alfred pintará la habitación de su hijo de azul.
Le hubiera gustado conocer el genero del niño.
Intento hacerlo.
Más que nada para que no se ilusionara con que fuera lo que quería tanto...
Pero no pudo hacerlo.
No pudo verse nada en la ecografía.
A veces sucedía le comentaron...
Era frustrante.
- Será fuerte. De eso estoy segura. Da buenas patadas. Nunca había visto que pudieran hacer eso antes.-
Y no es que ninguna de las anteriores veces hubiera sido en buenas circunstancias pero recordaba la gestación de sus otros hijos...
- Mi madre esta realmente emocionada.-
- La verdad que por extraño que parezca te daré la razón en eso. Nunca creí que estaría tan genuinamente feliz por esto. Lleno de regalos una habitación entera. Te confieso que su emoción por esto me asusta.-
A Damian se le dibujo una sonrisa de orgullo en los labios.
- Supongo que desde que tengo mayoría de edad ha soñado con que tenga un hijo con alguien como tú. Dudo que tanto yo o ella hayamos imaginado que la elegida terminaría...- Miro hacia otro lado. No sabía si decir algo como eso. Tomo aire y...- supongo que ninguno de nosotros imagino que me terminarías, algo así como...gustando.-
Oh.
Eso fue nuevo.
Es decir, Damian mientras estaban en la cama tenía sus momentos en los cuales se podría decir que le había dicho que "le gustaba".
Pero nunca se lo había dicho de esa manera tan...honesta.
Jamás ningún otro chico le había dicho algo así de hecho.
Quedo mirándolo sin decir una palabra.
Cada centímetro de su rostro buscando alguna muestra de que pudiera estar mintiendole.
Pero nada...
Si tan solo tuviera mis poderes...
Suspiro.
- ¿Te gusto yo o el hecho de que tenga en mi vientre un hijo tuyo?-
- Ambas. Ambas cosas me gustan para ser honesto.-
- Vaya. Quien diría que el chico que cuando apenas me vio solo quiso cortarme el cuello terminaría diciendome esto algún día. - Un poco más segura en si misma con sus palabras tomo un bocadillo.
Realmente moría de hambre las veinticuatro horas del día.
Era una locura su ansiedad por comer.
- Come todo lo que quieras. Te hará bien. De hecho quizás te preparé un pastel de chocolate luego. Se que te mueres por ellos.-
- NO! No. No hagas algo como eso. Quiero parar... es insano.-
- Te ahogas en un vaso de agua. Realmente...-
Bufó.
- Me lo dice el sujeto que cree que Dick está en todas partes.-
- Nos vigila. Lo sé. Sabemos que está vivo y vendrá por ti y por mi. Mi abuelo quiere vengarse.- Apretó los puños...- No lo dejaré.-
- Una vez que nazca y vuelva a ser yo no podrán acercarse a nosotros. Mi magia ha crecido. Lo sabes.-
- Lo sé. Con tu magia te has ganado el favor de mi madre después de todo. ¿No es así?-
Lo miro a los ojos sorprendida.
No dijo nada.
- Mi padre... Es evidente lo que has hecho con él. - La miro seriamente y de inmediato se alejo de él.
Como si...
- Escucha. No tenía otra salida.-
- Me gustaría que me des una buena razón para que me lo hayas ocultado este tiempo.- Le dijo con calma.
Con cierto vestigio de desilusión en su voz.
Miro al suelo no podía verlo a los ojos.
Tenía que decirle la verdad.
- La hay...-
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UN AÑO ATRÁS...
Raven estaba frente a Bruce Wayne.
A solas como aquella vez.
Ninguno de los dos quería comenzar al parecer.
Frente a ellos tenían un café y un té recién servido por Al.
El silencio duro un par de minutos muy incómodos sobre todo para ella.
El hojeaba un diario.
Esto es una perdida de tiempo...
Apretó con sus manos sus rodillas debajo de la mesa.
- Amo a Damian. Realmente lo amo. - Dijo rápidamente queriendo terminar de una vez con el asunto.
- ¿Qué es amar para ti, Rachel?- Le respondió con suavidad.
Seguía hojeando el periódico.
Era irritante.
Por alguna razón la respetaba aún menos que la última vez.
Calma... Ponte en su lugar. ¿Qué haría cualquiera en su lugar?
- Dick me engaño por años y lo sabes. Por poco nos mata y Jason ... fuimos débiles. Realmente nos gustamos por un corto tiempo. Pero...-
- ¿Qué me vas a decir? ¿Qué con Damian es distinto? Tú sabes que no lo es. -
No contesto nada a ello.
Tomo un sorbo de su té.
Se calmo asimisma.
- Esto no tiene sentido. Nunca confiarás en mi ni espero que lo hagas. Menos si se trata de tu propio hijo. Seguiremos juntos te guste o no.-
- Tu sabes que Richard esta vivo. Volverá y no permitiré que mis hijos se maten por ti.-
- Nunca dejaría que le suceda algo a Damian. De hecho... creo en la justicia. Si Dick llega a poner un pie en Gotham haré lo que sea necesario para verlo tras las rejas.-
- ¿Porqué no le has contado que recuperaste tu memoria?-
- No lo creí necesario.-
- No confías en él.-
- Claro que no y tú tampoco. Talia Al Ghul es una sombra presente en su vida que no lo deja en paz ni por un segundo. Se que me quiere realmente. Se que le gusto. Pero te aseguro que algo de su cariño hacia mi es por cumplirle a su madre y eso lo tengo presente cada minuto que estoy frente a él. No soy idiota.-
- La admira y creció viendola como un modelo a seguir. -
- Al diablo con esa mierda. Ya es un niño grande y esa mujerzuela tarde o temprano se tendrá que ir.- Raven se paro de la mesa y se dispuso a marcharse.
- Cuando tenía tu edad conocí a una mujer que creí que sería la mujer de mi vida. Creí que podría convencerla de alejarse del camino de su padre y... me llene de falsas ilusiones por ingenuidad, Rachel. Conozco tu determinación. Yo la tuve alguna vez. -
No. No me conoces.
- Hasta la próxima, Señor Wayne.- Tuve suficiente de usted por hoy.
Camino hacia el garage para tomar tu vehiculo.
Manejo hasta la Corporación y fue directo a la oficina de su juguete favorito.
- Timothy.- Él estaba de espaldas y al escuchar su voz arrojo todos los papeles que llevaba en sus manos al suelo.
Tenía gafas.
Se mordió los labios ella al verlo de rodillas en el suelo.
- Rachel. No te esperaba tan temprano. ¿Has venido con Damian?-
No dijo nada y cerro la puerta con seguro.
Cerro las ventanas y...
Lo tomo de los hombros.
- Te siento tenso.- Lamió el lobulo y lo sostuvo entre sus labios el suficiente tiempo como para que le temblaran las piernas.
- Por favor...-
Era tan jodidamente inocente como para siquiera detenerla y para ser honesta quería hacerlo.
Le daba pena verlo tan ... en sus manos cada vez que lo tocaba.
- Damian no está. Se fue a entrenar a las afueras de la ciudad temprano. No hay manera de que sepa que estoy aquí.-
- No hagas esto, Rachel. No quiero tener problemas con él. -
- Si es un pobre idiota que no se divierte es su problema. Además tu eres mi único permitido... todos tenemos puntos débiles.- Bajo sus manos por su abdomen lentamente hasta llegar a su cintura. Lo miro a los ojos.- ...nadie podría culparme.-
Esos ojos color cielo la hacían perder la razón e incluso el temor a que algún Al Ghul pudiera descubrirla jugando con Timmy.
Desabotono sus pantalones y él intento quitarle las manos de encima con cuidado.
- Te dije que hoy no te me escapabas. ¿Enserio creíste que no vendría?- Hacía unos días estuvo tan cerca...
- Rachel. Podría venir alguien...- Estaba totalmente fuera de si.
Quería todo de él.
Comenzó a besarle el cuello sacandole suspiros de su hermosa boca.
- Nunca estuve con un chico como tú.- Llevo ambas manos detrás de su cuello y comenzó a frotar su cadera contra la de él logrando que otra vez le tiemblen las piernas.
- Santo cielos... no. No hagas eso.-
- Será posible que... - Tomo sus labios con su boca.- ¿Nunca estuviste con una chica, Tim? ¿Puede ser eso posible?-
No respondió.
- Aggrrr Tim. No tienes idea como me vuelves loca.- Ella lo arrojo contra su asiento y se arrodillo en el suelo.
Desabotono los últimos botones de su pantalón y lo miro a los ojos.
- No por favor...-
- Tu siempre dices no pero nunca haces nada para que no pase...- Dibujo una sonrisa en sus labios.
El picaporte de la puerta comenzó a moverse.
Con fuerza.
- Mierda !- Grito Raven molesta.
La puerta estaba con seguro pero por alguna razón se abrió.
Ella se mantuvo debajo del escritorio.
- Timmy querido. ¿No has firmado las autorizaciones que te pedí ayer aún?-
- La... la puerta estaba cerrada.- Dijo él casi sin aire.
Talia...mierda.
Raven se escondió lo más que pudo debajo de la mesa.
Sentimientos encontrados pasaron por su mente.
Adrenalina recorría su cuerpo y... temor.
Era imposible no sentir temor de esa lunática.
No había dudas de que si la encontraba allí iba a suponer lo que cualquiera supondría y decírselo a Damian...
- No existen puertas cerradas para mi. Menos cuando de tu firma depende un gran negocio. Lo necesito ahora...-
En efecto los documentos que quería Talia estaban frente a ellos en el escritorio tirados por todas partes.
Inmediatamente comenzó a acomodarlos.
- ¿Desde cuándo eres tan desprolijo? ¿Hay algo que te está distrayendo, caramelo?-
¿Desde cuándo es tan amigable con Tim? Este estúpido lo permite todo...
- No dormí bien. Es es solo eso. Ten.- Le extendió los papeles.
Ella apoyo sus manos sobre la mesa y se acerco a él.
Ambos rostros estaban cerca del otro.
- Percibo un perfume de mujer...-
- Estuveconunaayerporlanoche.- Dijo de inmediato no dejando que anduviera insinuando algo poco conveniente.
- ¿Enserio?- Esos ojos verdes se abrieron de par a par y una sonrisa siniestra se dibujo en su rostro.
- Eso es excelente. Me preocupaba ya que no tuvieras con quien ir a la Gala de Lex Corp de está noche. Espero que tu chica no me defraude.- Se dispuso a marcharse tomando los documentos.
- ¿ Cuál es su nombre?- Pregunto antes de irse.
¿Qué? ¿Qué clase de pregunta era esa?
- No la conoces.-
- Eso no importa. Dimelo.-
- Se llama... se llama Kat.-Vacilo tanto al decirlo...
- Bien. Trae a Kat está noche. Muero por conocer a la mujer que le va a dar la primera probada al dulce más preciado de la Mansión Wayne.- Dijo en torno de burla y se marcho.
Raven salió rápidamente de donde estaba y lo miró molesta.
- ¿Enserio te dejas atosigar por esa perra?-
- Rachel tiene el treinta por ciento de las acciones del grupo Wayne además de un par de socios a sus pies. Estamos en una situación delicada. No voy a destruir el futuro de la empresa y a poner en peligro los puestos de trabajos de miles de personas que dependen de la compañía por no lidiar cortes mente con Talia.-
- Te tiene de su mano.-
- No. Le hago creer que me tiene de su mano. Aunque si podría terminar colgado de las pelotas si me ve contigo. Damian enloquecería y al diablo con todo.- De pronto fue enloquecedoramente claro con sus ideas.
Sin vacilar le dijo todo lo que tenía que decirle.
Todo lo que tenía atorado en la garganta hace días.
Perdió finalmente la templanza...
- Ya. Está bien. Solo nos dimos un beso. Nada más. Eso no es traición..- Le dijo molesta ante su mirada acusadora.
- Rachel, eres hermosa y quizás si no estuvieras con él. Quizás si no hubieras sido la ex de Dick incluso. Quizás pudo haber algo entre nosotros pero la realidad es está y tú ya tienes a Damian.-
- Tener a alguien significaba otra cosa en otros tiempos...- Recordo como Garth y Wally estuvieron con ella antes.
Recordo como comían de su mano pero Damian...
Vaya que él no era así.
Por más que intentaba cumplirle cada uno de sus caprichitos de príncipe no lograba avances...
...y todo era por culpa de esa perra.
- Rachel, Damian te ama a su manera de hacerlo. Se que podrás algún dia romper la coraza que hay en él. Solo ten paciencia. No siempre las cosas son como uno quisiera.-
- Bien. Intentaré ser más paciente pero solo deja de ser tan estupidamente adorable.-
En el fondo hubiera deseado tanto un chico como Tim.
Era fácil. Era simple..
Era transparente.
Pero por algún motivo no tenía ganas ni ánimos de fastidiarlo como a los demás.
Lo intentaba pero no tan duro como con otros.
Lo quería se podría decir...
- No se de que hablas.- Sonrió como un tonto.
Vaya que si sabía...
Era naturalmente un santurrón insoportable.
Uno muy inteligente admitiría cualquiera.
Era innegable que era extraordinario.
Y entonces cómo...
- ¿Cómo puede ser que no tengas novia? Realmente no lo entiendo.-
- ¿Novia? - Apretó los labios.- No lo sé. Supongo que nunca tuve muchas oportunidades de conocer otras chicas y aquí solo estoy contigo.-
Era cierto.
Rachel era su asistente.
Una sobrecalificada asistente pero la única al fin.
Peligrosa si pero de la familia después de todo.
- Me das ganas de mandar al diablo a Damian cada vez que hablas. Ya calla o lo vas a lograr.-
- No es tan malo. Después de todo... es buen padre para tu hija. Se encariño con Cassandra. ¿No te alegra ver eso, Rach?-
Frunció el ceño molesta.
- Claro..- No.
- Aún sigues sin aceptar a tu hija. Realmente creí que se te pasaría luego de las primeras semanas. Se que fue un embarazo traumatico pero es tu niña. Además es idéntica a ti.-
Su rostro...
- Una cruel broma del destino.-
- Rachel.- La miro con tristeza.
Cassandra era aún una bebé que cumpliría pronto su primer año de vida.
Un año donde Rachel la ignoró por completo siempre.
Un año donde Damian por alguna razón así como lo ha hecho con Alex decidió ser su protector.
Le agradaba la niña decía cuando le preguntaban.
Era evidente que anhelaba tener un hijo con Rachel.
No dejaba de decirlo de hecho.
- Debes estar ocupado. Tengo labores que hacer pendientes aún. Te envié por correo privado tu itinerario de hoy y... te recomiendo que no le sigas el juego. Repórtate enfermo. Será lo mejor.-
- Iré. Tengo que ir además. Es una maniobra bastante débil de su parte intimidarme con esa clase de emboscada. Hay una Kat. No es mi novia y no la veo hace años pero creo que si me contacto con ella me cubrirá está noche.-
Rachel estaba totalmente sorprendida.
- Creí que inventaste un nombre.-
- No. Hay una Kat y...pienso llevarla. Jamás mentiría. Sería darle una victoria y jamás se la he dado hasta ahora. Bruce me puso aquí para mantenerla a raya y eso haré.-
- Bruce Wayne es un excelente jugador. Su mejor alfil cuidando su fortaleza. Su preciada empresa...-
- Le debo mucho.-
- Y él a ti también te debe mucho. Mira este lugar. - Rachel miro a la ventana. Estaban en un piso cuarenta, en la Torre más alta de la ciudad. Eran los amos de Gotham los Wayne y todo recaía en las espaldas de Tim.
¿Realmente él podría sentirse en deuda con el viejo Wayne aún?
- Este lugar sigue estando gracias a ti.-
- Rachel este es mi lugar y el de Bruce en este momento es otro. Otro más importante.-
¿Le ocultaba algo ... a ella?
- ¿A qué te refieres?- No dudo en preguntar.
- Es un tema del que no tengo autorización a hablar. Lo siento.-
- Pensé que eramos amigos.-
- Lo somos. Claro que lo somos. Te lo he demostrado siempre pero incluso tú hay cosas que me ocultas y lo respeto.- Suspiro. - A veces es necesario tener algunos secretos para uno.-
- Esta bien Tim. No necesitas darme explicaciones. Además.... No me puedo enojar contigo. - Le respondió cruzandose de brazos.
- Sabía que lo entenderías.- Se apoyo contra el escritorio.
- Ahora me iré. No queremos que Talia ande pensando cosas que no son. ¿No?-
- Claro que no. Ve. Nos veremos en un rato.- Ella asintió y se fue al tocador antes de comenzar a trabajar en algunos pendientes.
Se vio al espejo satisfecha.
Cada día se veía un poco mejor.
El embarazo había causado estragos en ella.
En su piel... en su cuerpo.
Se veía un tanto más exhuberante.
Gorda en su opinión aún.
Esos pómulos regordetes los odiaba.
Gruño molesta.
- Eres tan linda, Rachel. No me sorprende que mi hijo cada vez este más a gusto contigo.-
Sus pulsaciones se aceleraron al escuchar esa voz detrás suyo.
- No tienes de que preocuparte. Damian es tuyo hoy, mañana y siempre. Lo entendí desde hace mucho.-
- Claro que si. Estuvo dentro de mi nueve meses. Comió de mi mano por diecinueve años y tú eres mi plan para él. Solo me obedece y es bueno que lo tengas en claro.-
- Siempre lo tengo presente. Que no te quepa duda.-
- Fantástico y ahora que estamos a solas quería comentarte que estoy preocupada.-
- ¿Porqué?-
- Me apena decirtelo pero... siento que estás tardando un poco en tener un niño con mi hijo y me preocupa que se te este cruzando por la mente engañar a Damian.-
- No estoy haciendo tal cosa!- Grito molesta dándose la vuelta para mirarla a los ojos y ya no mediante el espejo.
Talia la tomo del rostro con su mano tan fuerte que clavo sus uñas en su hermosa piel haciéndola sangrar.
- A mi no me vengas con tonterías. Tengo muchísimos más años que tu y conozco a las de tu tipo. Si llegas a hacernos una jugada como esa Raven. Si llegas a atreverte a tener un niño que no sea de mi hijo te juro que tomaré el primer cuchillo que tenga a mano y te lo sacaré lentamente aunque corra riesgo de que se te derramen las vísceras. Luego esperaré a que te vuelvas a sanar para hacerlo una y otra vez hasta que me canse. ¿ENTENDIDO?- Le quito las manos de encima y vio con gozo como quedo su lindo rostro lastimado.
- Nunca haría algo como eso. Piensa lo que quieras.-
- Espero haberme equivocado. Ya sabes... una madre es un muy paranoica con todo lo relacionado a su hijo. Quiero lo mejor para él y solo no quisiera que lo lastimen...-
- Entiendo.- Solo dijo limpiándose.- Pero solo tengo sexo cada día y noche con Damian así que tranquila.-
- Bien. Bien. Así se hace.- La miro de una manera tan... neurótica.
Era evidente que había perdido la paciencia.
Se fue sin decir nada más y se encerró en su despacho.
No podía seguir así.
No podía soportarla un maldito día más y para colmo Damian no parecía nunca hacer nada por su total voluntad.
Era frustrante no tener control de él ...
Nunca.
Su celular comenzó a sonar.
Al ver quién era decidió no contestar.
No valía la pena.
No estás bien con él...no es suficiente las palabras bonitas para ser tú otra vez.
Miro al ventanal y su reflejo sonreía.
Claro que no lo es.
Suspiró.
No. No iba a irse del lado de Damian.
Sería una estúpida.
Con él se sentía protegida como con ningún otro y... tenía dinero.
Dinero que no tenía ya propio porque Dick la obligo a darselo absolutamente todo hace un tiempo cuando estaba bajo su control.
Dinero que necesitaba para ella y para su bebé que ya no estaba en Gotham.
Alex...
Su bebé no quería hablar con ella. No se comunicaba con nadie salvo con Jason.
Le afectaba lo suficiente como para que en cualquier momento perdiera la razón y fuera por él.
Aún cuando corriera peligro de ser rechazada una vez más por su propio hijo.
Aún cuando Talia le intentará cortar el cuello por querer irse de allí.
- Soy rehén en una jaula de oro...-
Mátala.
No. Esa no era opción...
En el fondo era lo que más anhelaba pero sería estúpido hacerlo.
Damian la arrojaría a ese maldito pozo y volvería para hacer cada día de su vida un infierno.
Además eso era lo que pretendía...
Solo necesitaba un motivo por más pequeño que fuera para poner a Damian en su contra.
Se sentó sobre su escritorio y pensó.
Pensó que hacer...
Su teléfono siguió sonando.
Lo tomo.
- Raven. Cassandra te necesita. Estoy con Pennyworth en el Hospital Central.-
Gruño molesta un poco lejos del telefono.
- Estoy trabajando.-
- Es tu hija. Es tan solo una bebé. Ven aquí. Ahora o...-
- ¿Me estás amenazando?-
- Tomalo como quieras. Te espero en la habitación 203.- Cortó la llamada.
Realmente no entendía porque el interés de Damian en esa estúpida bebé de Dick.
Nunca le había pedido cuidarla.
Ni mucho menos protegerla.
¿Porqué lo hacía? Nunca lo entendería.
Era muy extraño...
Termino de hacer un par de cosas y se fue de allí.
Su rostro aún no se había recuperado por completo...
Las marcas que le dejo esa perra seguían allí.
Fue al Hospital para ver que la niña tenía neumonia.
- ¿Morirá? - Pregunto Rachel al escuchar el diagnostico del médico.
El hombre quedo sin habla ante su pregunta que lejos de parecer preocupada fue como una expresión de deseo.
Deseo de que pasará...
Damian la miro molesto.
- No morirá. Esta sanando rápido como tú.- Miro al médico. - Déjenos a solas.-
- Desde luego.- El doctor se fue de allí rápidamente.
Damian Wayne era el hijo del dueño de ese Hospital.
Todo el personal médico de neumonología se ocupaba de la niña.
Ya estaba estabilizada para la suerte de todos.
El joven era aterrador...
Aunque aún más era la madre de la niña con su profundo desinteres.
- ¿Eres idiota?-
- Los niños mueren de neumonia. Solo fue una pregunta.-
- Mira. Nadie puede obligarte a quererla. Pero si puedo obligarte a que no hagas comentarios estúpidos como ese frente a otros.-
- ¿O qué? Ese sujeto no dirá nada. Te teme.-
- No más que a ti de seguro. Estúpida perra fría.-
Miro a la bebé conectada a un pequeñisimo respirador.
No le daba pena por alguna razón por más que lo intentará...
Nada.
No le surgía nada.
- No sirve de nada que este aquí. Estará mejor contigo.- Se fue prácticamente huyendo de allí.
Cassandra estaba sufriendo.
Lo sentía como una puñalada en su mente. En su cuerpo. Era asfixiante estar en esa habitación.
Damian le grito para que volviera pero ella no lo escucho.
Por ningún motivo iba a volver a ese lugar otra vez.
Ni aunque él la obligará...
Era en vano su presencia además.
Una hora había pasado hasta que llegó a la Mansión Wayne.
Entro con su propia llave ya que nadie le abriría allí.
Prendió la luz de las escaleras con sus poderes.
Cada día podía utilizarlos mejor pero siempre lo hacía cuando estaba sola.
No quería que otros supieran lo que podía hacer.
No era necesario...
En el peor de los casos esa sería su única arma secreta.
La única que le quedaba.
Subió y camino hacia su habitación.
Todo el lugar estaba en envuelto en un silencio aterrador...
Siguió caminando.
Escucho algo.
Agua.
Ese ruido se hacía más fuerte a medida que se acercaba a la habitación de...
Paro de caminar.
Giro el picaporte y al abrir la puerta vio unos ojos azules inquisidores sobre ella.
- ¿Qué crees que estás haciendo?-
Estaba solo con una toalla cubriendo su cintura.
- Escuche un ruido. -
- Era la ducha y eso no te da autorización a entrar a mi habitación sin mi permiso.-
- Estaba abierto.-
- Jamás.-
- Es cierto. No lo estaba. Solo... solo quise hablar contigo.-
- No es el mejor momento como verás. Vete.-
Era tan... desagradable.
- No. Está mañana me preguntaste que era amar. Bien. Tengo una respuesta para ti.-
- Me la puedas dar mañana.-
Levanto la palma de su mano y la puerta se cerro de un golpe en seco.
- Entonces tienes poderes...-
- Si.-
- Qué viniste a hacer aquí entonces.-
Se acerco a él lentamente sin dejar de mirarlo al rostro.
Ojos amatista contra sus orbes azules.
Amatista...su iris es distinto.
- Estoy muy enojada.-
Él no retrocedió.
No se iba a dejar amedrentar por una niña.
- Exacto. No me tienes que temer. No planeo hacerte daño. Al menos no él que tu crees.-
- Eres una bruja.-
Ella rió por el insulto.
- Una bruja profundamente enamorada de tu hijo. Tan enfermamente enamorada de él que lo quiero solo para mi. Pero tú maldita la maldita y condenada mujer esa a la que tu amaste alguna vez está en mi camino. -
- No te dejaré matarla.-
- Pensé tantas maneras de hacerlo. A veces sueño con despojarla de su alma y arrojarla al infierno. Pero eso me dejaría en manos de mi padre. Él quiere que pierda la razón y no lo haré. Por eso me dije que mejor que ...tenerla de mi lado.-
- ¿De qué demonios estás hablando?-
- Talia Al Ghul es una mujer muy difícil de convencer y quizás esto me haga un poco menos humana.Quizás esto me haga un poco más como él. Como Trigon... pero quiero demostrarte a ti y a ella, a todos que lo amo ... que haré todo por estar con él. Para que sea totalmente mio. -
Camino más cerca. Estaba tan cerca ya...
- No des un paso más.- Le advirtió.
Paro.
Le hizo caso.
- No tengo que dar un paso más. No es necesario. - Sus ojos comenzaron a brillar.
Él se cubrió los ojos.
Ella levanto las manos y lo hizo mirarla a los ojos.
- Azarath Metrion Zinthos.- Solo dijo.
Dejo de luchar contra su magia luego de escuchar esas tres palabras.
- ¿Qué sucede Rachel?- Pregunto con suavidad.
Con una suavidad inusitada.
Con una pasividad nunca antes vista en todos aquellos años que convivió con él.
- Quitate la toalla.-
La arrojo a un lado.
De pronto frente a sus ojos entendía n poco más la locura de Talia por ese sujeto y----
---que claramente Damian y él no solo compartían una facciones similares.
No.
Había algo más que hasta hoy podía ver.
Apago las luces con un movimiento de su mano.
- ¿Sabes quién soy?-
- Rachel Roth. La novia de mí hijo. La esposa de Richard y la amante de Jason. -
- Ex- amante de Jason. El bastardo cree que puede hacer una vida con otra. ¿Te das cuenta como estoy presa en esta jaula de oro? Solo trabajo y estoy aquí. Siempre con alguien que vigile mis pasos. Estoy tan presa que Jason ...-
- Artemisa y Jason tendrán una hija.-
- ¿Qué?-
- Recientemente lo confirme. -
- Bien. Bien. ¿COMO TODO ESTO OCURRE A MIS ESPALDAS? COMO ES QUE SE LE OCURRE TRAICIONARME ASI...COMO ES QUE...-
- No te ama. Nunca te quiso. Solo fuiste una aventura y ya no piensa en ti. Lo sabes. Ama a esa chica como nunca quiso a otra...-
- Artemisa sigue mojándose noche y día por Dick. No me sorprendería que esa perra sepa dónde está y que el niño sea de él. Pero claro... Todos siempre piensan lo peor de mi. ¿Sabes? No voy a perder mi tiempo hablando de ese idiota. Ya arreglaré cuentas con él. Ahora, ¿Qué hago contigo?-
- Siempre me pregunte porque mis hijos han caído en tu cama. Me pregunte por largas horas que tienes de especial. Desde que has vivido aquí no puedo dejar de pensar en lo que se debe sentir tocar esos suaves pechos.-
Raven abrió la boca totalmente sorprendida por tal revelación.
- Wow. Pensé que me odiabas. Que te daba asco incluso.-
- No. Siempre supe que ponerte una mano encima significaría no tener el control que no tuvieron ellos. Además estoy conociendo una mujer que me interesa...-
Raven sin dudarlo lo arrojo contra la cama y se sentó sobre su cintura.
Como si fuera el manjar más sabroso lo comenzó a probar.
Su cuello, su abdomen...
Tan varonil. Tan extraordinariamente varonil.
Estaba lleno de viejos cortes.
¿Dónde se mete Señor Wayne?
- Me vuelves loco niña...- Susurró al sentir como comenzaba a juguetear con sus manos con gónadas.
- Te siento emocionado.- Confeso al tacto.
- Tendré problemas con Damian.-
Ella se comenzó a quitar lo que llevaba encima para poder sentir de una vez su cuerpo contra el suyo.
- Shh. No hables de él ahora. Solo hazme todo lo que siempre quisiste hacerme por mucho tiempo que yo te prometo que él nunca se enterará ...-
Asintió.
La tomo del cuello y la beso con una pasión inucitada.
Con una experiencia asfixiante.
Su lengua la sentía hasta el fondo de su garganta y aunque quisiera romper con ese beso no tenía las suficientes ganas reales de hacerlo.
Quería saber que tanto podía hacer con ella el Señor Wayne ...
Con facilidad la volteo contra su cama y se subió sobre ella.
Le quito sus pantalones casi arrancándolos de su piel e introdujo sin aviso alguno dos dedos dentro de ella haciendola gemir.
Nunca un hombre hizo algo como eso con ella.
Es decir siempre tuvo el control de la situación pero...
Por alguna razón ahora tenía un inmenso interés por saber lo que el Señor Wayne tenía para ella.
Siguió jugando en su interior haciendo que su piel sudará y temblará con cada movimiento.
Mientras lo hacía seguía besándola.
Una tortura...
¿Esto se sentía estar a merced de un hombre?
- ¿Esto le haces a todas?- Iba más rápido y a un ritmo tan delicioso...
- No. Solo a las mujeres como tú.-
Maldito. ¿Qué era una mujer como ella para él?
Soltó sus labios y comenzó a besar lo que según él tanto quería ...
Mejor ni preguntar...
Comenzó a reír un tanto por las cosquillas que le causo y por el placer que le daba ese sujeto.
¡Por un demonio era el padre de Damian! Y eso....eso le daba un plus interesante
Por si fuera poco era la obsesión de esa perra.
De esto me llevaré un recuerdo...Tengo que hacerlo.
Grito al sentir que llego al límite que su cuerpo podría soportar.
Tanta estimulación...tanta experiencia.
Se retorció entre las sábanas debajo de él.
Damian podría volver en cualquier momento y apostaba a que no.
No. No tenía ganas de salir de esa habitación hasta que también le enseñará al Señor Wayne de lo que también era capaz de hacer.
Lo tomo del cuello y volvió a besarlo.
Pero esta vez a su manera.
Lento y con una dosis de deseo que hacía que cualquier hombre quisiera más...
El gruño contra sus labios y ella con fuerza logro tumbarlo contra su cama.
- Ahora es mi turno.-
Comenzó a danzar sobre él en un ritmo que lo llevaba al éxtasis.
Así estuvo hasta que ambos no pudieron soportar más el ritmo y ella cayó en los brazos de él.
Debió irse pero no quiso.
Sus piernas se enredaron con las de él.
Se sentía protegida allí.
Damián le daba la misma sensación.
Esos Wayne causaban el mismo efecto en ella.
-¿Puedes hacerme saber si vuelve? -
- Nadie entra a esta Mansión sin que lo sepa desde mí comunicador. -
Miro a su derecha.
Había un aparato con una luz verde titilando.
¿Siempre tuvo todo vigilado?
Quizás no fue tan mala idea tener control de él por un tiempo...
Era peligroso. Muy peligroso para sus intereses su inteligencia..
- Bien. Solo avísame si vuelve y si puedes ... ¿Te parece seguir en...?-
- Dame solo unos minutos...-
Wow.
Sonrió.
Si ese era el futuro que le deparaba a Damian en unos años más...
Bienvenido sea.
Podría divertirse una vida entera con él sin dudas.
Aunque mientras tanto ... Esa noche se divirtió con su padre. Muchas...muchas veces sin que el comunicador anunciará la llegada de nadie.
El reloj marcaba las seis cuando decidió marcharse.
Sus piernas temblaban de tanto Bruce Wayne que tuvo esa noche.
Tomo su teléfono. Tenía al menos diez llamadas perdidas de Damian y una de Talia.
No iba a devolverle la llamada a ninguno.
Tomo sus prendas que estaban por todas partes en el suelo y las arrojó a un bote de basura.
Estaban echas pedazos en su mayoría.
Envolvió su cuerpo en sus sábanas de algodón egipcio y camino a su habitación.
A la habitación de Damian y ella.
Lleno la tina de agua y sales para recomponerse del dolor físico mental de esa buena noche ya que tendría por delante un largo día ..
Su celular sonó una vez más.
Atendió y puso la llamada en alta voz.
- ¿QUÉ DEMONIOS ESTAS HACIENDO?-
- Tomando un baño. Extrañandote conmigo. ¿Cuándo vuelves?-
Damián perdía la razón con cada palabra cínica que daba.
-¿Nunca se te ocurrió pensar que no salí del hospital porque algo sucedió? -
- No. Estaba agotada.-
- Cassandra necesita una transfusión de sangre. Ven aquí que necesitamos donantes.-
- No puedo donar. Estoy con medicación pero no te preocupes. Conseguiré a alguien que podra ayudarte. En unas horas estaré allí. Tengo que hacer algo antes.-
- Vístete y ven aquí ahora.-
- Si, Damian. Iré tan pronto como pueda. Tranquilo. - Corto la llamada y rodo los ojos.
Disco un número y sonrió...
- Jay-Jay. Tanto tiempo ..-
- Cortaré.-
- Eso quizás mate a la pequeña Cass...- Disparó.
No le cortó.
Jamás lo haría.
Era tan estúpido.
Siempre caía en sus juegos.
Logro con él lo que quiso.
Tardo dos horas en alistarse.
Incluso paso por un bocadillo a la cocina donde se encontró con el señor Wayne.
- Pronto llegará visita.-
- Mí mujer. -
- Exacto. -
La puerta principal se abrió y se cerró al instante.
- ¿Siempre fue tan puntual?-
- Siempre. -
Se sentó en la silla de madera y sonrió al ver a su invitada.
- Explícame que significa esto.-
Talia camino hacia ella lista para golpearla.
- Detente. Rachel solo intenta ayudarnos.-
Al escuchar a Bruce ella solo que todo estaba mal con él.
- Ayer me dejaste en claro que no confías en mí. Que sería capaz de hacerle una de "esas jugadas" a Damian. El Señor Wayne también considera de que soy una persona que no sabe lo que es el amor. Ahora que los tengo a ambos aquí solo quiero decirles que se equivocan. Talia. Bruce es mí regalo. Él ahora entiende que tu eres la madre de su hijo y que su deber es estar a tu lado sin importar si está o no de acuerdo con tus métodos.-
- ¿Qué le hiciste?-
- Nada. Solo me demostró que mí deber es estar a tu lado. Mí pequeña Talía. Espero que me disculpes haberte dejado. Sola. Con ese niño. Tenía que haber sabido de alguna manera que me necesitabas...-
Surreal.
- Y esta es mí ofrenda de paz Talía Al Ghul. Espero que ahora entiendas de parte de quién estuve, estoy y estaré siempre.-
- ¿Todo esto lo haces por Damian realmente?-
- Por supuesto. Porque no lo quiero solo conmigo. Lo quiero para mí. Quiero que lo dejes de una vez por todas ser mío de una maldita vez.-
- ¿Cuánto tiempo estará así?-
- ¿Hablas del Señor Wayne? Cuánto tiempo quiera .. solo necesito de mí magia para que se mantenga así. Tan... predispuesto. Mí magia depende de que chicos como Damian me amen. De que me admire. De que esté a mi merced. Si tu hijo no puede con eso, lo acepto, puedo seguir a su lado pero no me prohíbas ir por otro... Otros. Espero que me entiendas.-
- Perra astuta. Así que este era tu plan ..-
Bruce solo miraba al vació inmóvil. Era como si no escuchará.
Era una marioneta...
- No es tan fácil limpiar los malos recuerdos de alguien. Sobre todo cuando son tantos. Él solo recuerda cuando se conocieron y lo bien que lo pasaron. Luego le dije que tuvieron un hijo y que fue un muy mal padre. Pero tu y yo sabemos que ... no sirve de nada dejar así a Bruce sin hacerme cargo de Alfred. No soy tan fuerte. Realmente necesitaré inspiración...-
- ¿Dónde está mi hijo?-
- En el Hospital esperando a matarme por no preocuparme lo suficiente de esa estúpida niña. Cosas como esas no ayudan. Me amenazo.- Le dijo apretando los dientes.
- Querida, dame un segundo.- Tomo su teléfono y llamo a Damian.
- Hijo, me han dicho que has estado siendo grosera con tu niña. ¿Es cierto?-
- Cassandra necesita de su madre ahora. ¿Estás con esa perra?-
- Mira. Se que te he dicho que debías cuidar de esa bebé pero te prometo que Rachel irá en un momento contigo. Estamos en algo importante. Cuando la veas quiero que la trates como te dije que debías tratar a la madre de tu hijo el día que lo tuviera en su vientre. ¿Entendido?
Si se te ocurre levantarle una vez más la voz nuestra niña tiene mi completa autorización de conseguir diversión con quién quiera y si te llego a ver arruinandolo te juro que te dolerá mucho cariño.-
Su advertencia era casi como una sentencia de muerte.
Damian no contesto de inmediato.
Al parecer estaba procesando lo que escuchaba.
- Bien. La espero cuando pueda venir..- Dijo con una falsa tranquilidad y corto la comunicación.
- Listo. Disculpalo. A veces mi pequeño es un tanto llevado por sus instintos. Lo sabes. Cuando te vea te tratará como a una princesa. No tengas dudas de ello. Le enseñe bien como hacerlo.-
- Solo te diré que no existe magia tan poderosa como para hacer que alguien ame a una persona si realmente no la quiere. Bruce Wayne te amo alguna vez y por eso lo tienes aquí frente a ti pero él me confeso que ama a alguien más. Selina Kyle. ¿La conoces?-
- No. Nunca he oído hablar de ella.-
- Búscala. Porque si llega a verla nuevamente no habrá hechizo que evite que vaya tras ella.-
- Eso déjalo en mis manos. Buscaré a la perra.-
- Bien. Dime, ¿Porqué nunca has hecho esto con Damian? Hubiera sido fácil. -
- Damian no me ama aún y nunca me amaría a menos que se lo autorices. Por eso a cambio de Bruce te lo pido a él.-
- El fruto de mi vientre por mi amado. Eres despiadada.-
- No me hagas reír Talia. Tómalo o...- Levanto sus manos amenazandola con acabar con el hechizo.
- Es tuyo. Todo tuyo..-
- Es un placer hacer negocios contigo.- Tomo su abrigo y se dispuso a marcharse para dejarlos solos.
- Viviré aquí con ustedes.-
- La Mansión es enorme. Haz lo que quieras.-
- Claro que si. Sobre todo ahora que se que te atreviste a hacer algo como eso. Debes estar muy segura de tu magia, Raven. Muy segura...-
Paro de caminar.
- No te preocupes. No volverá a pasar. Él solo tenía curiosidad y lo ayude a saciarcela. Al parecer le gustan las chicas jóvenes ¿Quién lo diría, no? Pero no te preocupes que no recuerda nada. Es más. Piensa que estuviste tu con él.-
- Chiquilla vete antes de que me arrepienta de todo esto. ¿Si?-
- Claro, "madre".- Le respondió con total desprecio.
Talia Al Ghul estaba en sus manos ahora y mientras tuviera a su "amado" la tendría allí siempre.
Fue al Hospital no a ver precisamente a Damian.
No.
Tenía una cita con alguien más...
Estaba recostado contra una pared y al verla se reincorporo.
- Felicidades, Jay. Me dijeron que pronto tendrías un bebito. ¿Quién es el padre?-
- Escucha. No hablaré contigo. Dime dónde está Cassandra y en que puedo ayudarla. Luego solo me largo.-
- Está arriba. Ven conmigo. Damian y Alfred pasaron toda la noche con ella. No hay de que preocuparse.-
- Sigues ignorando que es tu hija al parecer.-
- Es hija del sujeto que me violo frente a ti decenas de veces hasta que me la implanto en el cuerpo contra mi voluntad. Jamás la aceptaré y considera que es más de lo que merece la hija de ese maldito de mi que este aquí.-
- Que una basura como el bastardo de Bruce se preocupe más de ella que tú habla muy mal de ti.-
- Una basura como tú hablando de Damian y juzgándolo. Gracioso...-
Subieron al ascensor y al cerrar pregunto...
- ¿Artemise estuvo de acuerdo con que vinieras?
- Ella no es ninguna psicótica como tú. Sabe que vine por la niña.-
- ¿Interrumpí algo está mañana?-
No respondió y no dijo nada hasta que llegaron al piso finalmente.
En cuanto la puerta se abrió vieron a Damian ambos.
- ¿Qué haces con él?-
- Me pediste sangre, cariño. Jason está dispuesto a donar. Además es cero negativo como la niña. Estará bien.-
Él quería decir tantas cosas pero se mordió los labios y solo abrió la puerta de la habitación para mostrar a un pobre niña en una pequeña cuna rodeada de cables y un respirador cubriendo la mitad de su rostro.
- Te he dicho que es mortal.- Murmuró a Damian.
Jason negó con suavidad.
Le daba tanta pena.
Raven claramente era la peor de las madres y Dick era el peor de los posibles padres que pudiera tener esa niña.
Pero realmente no quería que muriera.
- Su médico dijo que estaría bien. Se necesitan dos donantes más me han dicho. Pasa a la enfermería Todd.-
Asintió.
- Llamaré a Tim. Estoy seguro que vendrá.-
- Hazlo. Largo.- Decir que Damian no se oía disgustado con su presencia sería una tontería.
Ni siquiera fingía estar cómodo con él.
Se fue.
No iba a perder el tiempo con los celos del bastardo.
- Tú puedes curarla.-
- Si. Puedo hacerlo pero no se si quiero.-
Apretó los dientes e intento serenarse.
Tomo su celular y le mostró una imagen.
Era un pajarillo muerto lleno de sangre con un papel pequeño envuelto en una de sus patitas.
- Un Robin.-
- Una amenaza cierta. A Grayson cuando era joven lo llamaban así tengo entendido. Robin. Creo que alguien cree que me he convertido en su reemplazo y no lo acepta en buenos terminos. Creo que ha vuelto y está en algún esperando para atacar...atacarnos.-
- Yo también lo siento.-
- Entonces curala. Es lo único que tienes en su contra. Te aseguro que si vuelve lo hará mucho peor de lo que lo has conocido. Mi abuelo tiene formas de cambiar a las personas de la manera más radical que puedes imaginar. Para su conveniencia por supuesto. -
No se lo exigía. Se lo pedía de la mejor de las formas que podría...
Intentaba convencerla de que era lo mejor para ella no dejar que Cassandra se fuera.
De hecho si no hacía algo moriría.
Lo sentía.
- Esa niña esta destinada a ser una asesina sanguinaria. Podría matarnos cuando crezca. Heredo la semilla de Trigon que estaba dentro de Dick ...No puede vivir o esa bomba nos terminará explotando en la cara, Damian.- La señalo.
- No si logramos que él nunca se acerque a ella.-
- No crees en el destino ¿No es así?-
- No. El destino lo hacemos nosotros con nuestras acciones. Salvala y deja que me encargue yo de esa niña. Ella tiene que ser nuestra arma contra él. Confía en mi.-
Era tan decidido.
Tan...
Suspiró.
- Bien.-
No se suponía que ella debería estar haciendo su voluntad.
Debía estar sucediendo lo opuesto sin embargo...
Damian podía lograr lo que quisiera con ella tan solo con esa mirada sensual.
Poso una mano sobre la pequeña y absorbió todo el daño que había dentro de ella.
En la punta de sus dedos había energía oscura concentrada ...allí.
- ¿Desde cuándo puedes hacer algo como eso?- Él la miro sorprendido.
- No lo sé. Solo quise ayudarla pero... esto es magia.-
Está es toda la magia que yacía en su interior.
Raven le dio la espalda a Damian.
Así que eras un pequeño cofre de poder...
- ¿Qué está pasan...-
La energía oscura entro en ella y la bebé comenzó a llorar.
Sus pulmones evidentemente volvieron a tener fuerza otra vez.
Sus signos vitales volvían a la normalidad.
- Tranquilo. Solo he vuelto...-
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HOY. MANSIÓN WAYNE
- ¿Tu magia tiene límites?-
- Si. El embarazo es uno de ellos evidentemente. Detesto ser tan vulnerable.-
- Nada te pasará a mi lado.-
- Lo sé, habibi. Lo sé. -
- Era obvio que mi padre estaba lobomizado o algo por el estilo. Pensé que había sido mi madre. Nunca pensé que la ayudarías de todas las personas...tú.-
- Me ayude a mi misma y a ti. Era imposible seguir una relación con ella respirandonos en el cuello cada minuto. Tú le eras devoto. Entiéndelo.-
- Yo no le soy devoto a la Liga, Raven. Mi madre hoy lucha por el liderazgo con mi abuelo que ha vuelto. Yo elegí su lado. Mi deber es seguir sus ordenes. O al menos lo era... Pero algún día terminaré en ese lugar. Yo comandaré y ella no será nada para mi.-
- ¿Enserio era necesario casarnos para que pudieras dejar de escucharla?-
- Si. Era necesario contraer matrimonio bajo nuestras costumbres para que nuestro hijo no sea un bastardo y además para poder salir del yugo de mi madre.-
Raven recordó como hace unos meses atrás celebraron esa ceremonia extraña donde la obligaron a vestirse con una capa blanca.
Damian apareció con una armadura y asesino a dos hombres frente a ella.
Claramente fue una ceremonia privada y familiar entorno a unos sujetos vestidos como ninjas lo cual claramente la conmociono un tanto.
Esa noche fue cuando seguramente concibió su niño.
El que esperaba...
Esa o la siguiente. No había forma de saberlo pero...
Esa noche fue tan dulce y cuidadoso.
Tan gentil y protector.
Lo fue tanto que confió en él por primera vez y no se cuido como lo venía haciendo y allí paso...
- ¿Todo se trata de pruebas con ella? Digo. Nunca confió en mi.-
- Lo sé. Pero evidentemente que le hayas entregado otra vez a mi padre fue suficiente. Es decir, ya has visto como están...-
- Como no verlos.- Talia se la pasaba encima de su regazo cada vez que podía como cual cobra venenosa enredada al sujeto más poderoso de Gotham. - Aunque como te he contado su sueño se acabará si no se deshace de esa mujer... de la tal Selina Kyle. Su amor por esa Kyle borrara a tu madre de su mente o incluso podría hacerle recordar todo. Todo.-
- Supongo que mi madre ya se ha deshecho de ella. No hay nada que no pueda lograr.-
- No lo sé. Nunca he vuelto a hablarle del tema así como tampoco se ha metido con nosotros.-
- ¿Y qué me dices de Pennyworth? También...-
- Por supuesto. Jamás podría haber mantenido a tu padre con Talia sin tener control de los recuerdos de tu mayordomo también.-
- ¿Raven porqué no confiaste en mi? -
- Damian hay cosas que no necesitas saber. Además quería saber si tu eras capaz de sentir algo por mi realmente. Sin trucos. Nunca te he controlado. Nunca te he hecho hacer nada contra tu voluntad porque tu naturaleza es la que me obsesiona. La que me deja a tu merced. Jamás querría verte como a tu padre...-
Sonrió.
- ¿Y qué es lo que más te gusta de mí? Dilo. Quiero detalles.-
- Está la niña cerca. No es algo que podría decir en este momento idiota...-
- Ahora resulta que eres la madre del año.-
Él se acercó a su cuello con esos labios.
Sentía su aliento contra su piel.
- Intento mejorar.-
Además no iba a ser más una amenaza...Sin magia era solo una humana que recién aprendía a caminar además.
Beso su cuello con suavidad.
- Tengo que irme. Volveré tarde. O quizás mañana.-
- Lo sabía. ¡Me vas traicionar con otra!-
- No, no vuelvas a las estupideces. Eres mí mujer. ¿Cómo no te queda claro de que no puedo ver a otra ya desde que eres mia?-
Suspiró.
Le iba a creer por el momento..
- Está bien. Pero dime... ¿Dónde irás? A veces siento que puede nacer en cualquier momento.-
- No lo sé. Mí madre quiere que custodie un cargamento en Luisiana de unos químicos. Aún no llego al puerto pero debo estar allí desde esta noche. Puede que algunos imbéciles intenten robarnos. -
- ¿Químicos? ¿Que puede querer tu madre con eso? -
- No hago preguntas.-
- Es cierto. Cosas del trabajo. Bien. No preguntaré tampoco solo cuidate y no mates a mucha gente. ¿Si?-
- Volveré pronto, habibti.-
Beso su frente con ternura.
Definitivamente no podía creer lo que podría hacer una ceremonia con la personalidad de Damian para con ella...
- Papi. ¿Te va?- La niña fue corriendo tras él con torpeza.
Aún no caminaba del todo bien.
Raven rio por su pobre intento de llegar saltando hacia él.
Damian la alzó.
Esa bebé lo veía como un padre y nadie la culparía.
Vivió siempre con él.
- Me iré y tu mientras debes cuidar a tu madre. ¿Entendido? -
- Si papá. Siempre a lado e mamá.- Le dijo mientras lo beso en la mejilla. - Te voy a extrañar.- Lo abrazo.
Raven rodo los ojos.
- Está niña pretende robarme tu cariño. Es evidente.-
- Por Dios Rachel. Ya para. Tus hormonas te hacen decir tonterías no más...-
Ella lo abrazo también.
- Solo vuelve pronto.-
Temia al no tenerlo a su lado estando tan vulnerable...
- Nada te pasará además.. estarás aquí todo este tiempo. Mí madre cuidara de ti.-
Eso era lo que más le inquietaba.
Talia pocas veces se quedó a solas con ella en esa casa y cuando se cruzaban le lanzaba una mirada por aquel asunto que nunca en el fondo se lo perdono.
Se lo merecía esa perra ...
Lo hizo más por odio hacia a ella que por placer.
Un tanto de curiosidad también quizás hubo.
Después de todo Bruce Wayne era el futuro de Damian y no estaba para nada mal.
Estúpidamente se mordió los labios al recordar lo que hizo con ella.
- Que gracioso, Damian.- Le dijo mirando hacia otro lado.
Sentía que sus mejillas se enrojecieron al recordar esa vez..
- Adiós pequeña ninja.-
- Adiós papá.- Ella juntó sus puños y le hizo una reverencia.
Damian encontraba fascinante moldear a una bebé en sus trucos.
Era todo un caso...
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Nueva Orleans
Damian dejo a un grupo de hombres en el muelle para que le informaran si un nave se acercaba a las costas.
Era un cargamento que iba a Industrias Lex Corp.
Su madre quería ponerle las manos encima antes de que llegara a destino.
El problema era que no sabían a ciencia cierta cuando arribaria.
Si sabían que llegaría allí y que salió de las costas portuguesas hacia diez días el buque.
Era estúpido que él se quedará pendiente noche y día allí.
Decidió dejar a los peones que podrían informar si un buque extraño se acercaba aún estando a 200 millas de allí.
Tranquilamente iba a tener tiempo de llegar antes de que anclara.
Esa ciudad era extraña.
Había un festival en las calles que hacía que la gente se vistiera con máscaras y atuendos extraños.
Se sentía en ese lugar una sensación bien conocida por él.
Sentía que lo observaba alguien y podría ser cualquiera.
No podía ver el rostro de nadie.
Unas mujeres se le acercaron e intentaron llevarlo a bailar.
Él con desprecio las rechazo.
Siguió caminando buscando un lugar donde pudiera comer algo e incluso también un lugar quizás dónde alojarse.
No habían novedades de la bahía.
Una mujer de cabello oscuro y ojos verdes cuyo cabello estaba adornado por joyas de oro así como sus manos lo tomo de la mano.
- ¿Quién te crees que eres?-
- Nieto de Ra's Al Ghul veo muerte en tu camino. Ven conmigo si quieres saber cómo salvarte a ti y a los tuyos o sigue tu camino y aguarda tu destino.-
Lo jalo dentro de una casa antigua y lo siguió.
No le temia.
Era solo una farsante que de alguna manera supo que era nieto del gran Ra's.
Entro a ese sitio para ver muebles llenos de frascos con objetos extraños.
Paso a través de una cortina llena de pedrería y sintió que por alguna razón no estaba en la Tierra.
Es decir no escuchaba más de pronto los gritos y música de afuera.
Eso era extraño ya que solo era una edificación de madera y al atravesar una cortina era imposible que de pronto dejará de escuchar el exterior.
-¿Cómo puede sorprenderte lo sobrenatural cuando te acuestas con un demonio hace mucho tiempo? Incluso tendrás un vástago...-
- Un heredero.- Le corrigió. - ¿Qué eres?-
- Mí nombre es Madame Xanadú.- Se sentó tras una mesa y lo invito a sentarse.
Había una bola en el medio.
- Una bruja barata.-
- Un inmortal chiquillo. Una que conoció a tu abuelo cuando era un jovencito como tu hace más de novecientos años en la Guerra de los cien años. Vi a tantos caer por su sable... Ese mismo que llevas tu en tu cintura. Lo reconocería en cualquier parte.-
- ¿Qué quieres? -
- Evitar una masacre. Hueles a muerte.-
- Quizás ya estés oliendo tu sangre bruja.-
- No. Nunca la mía. Siempre huelo la de otros. Déjame tirar las cartas ¿o le temes a tu destino?-
Ella tocó con la palma de su mano la bola de cristal que había frente a ella y allí vio a Raven.
- ¿Qué truco es ese?-
- Este cristal proyecta tu presente. Materializa lo que las cartas intentan decirte. En sintesis ayudan a que niños como tú comiencen a creer en los antiguos dioses que todo lo saben...-
- Hazlo y cierra la boca.-
- No hay nada que me gustaría que comenzar la sesión. - Tomo las cartas y comenzó a mezclarlas.
Le pidió que las cortará en tres y ella tomo la primera pila y la apilo con las demás.
Las cartas por si solas comenzaron a posicionarse en la mesa.
- Qué diablos...- Murmuró Damian al ver que tenía ocho cartas enfrente.
- Empecemos. Tu destino se muere por advertirte lo que se viene.-
Lo que le llamo la atención es la tercera carta de la muerte.
No pregunto nada aunque quería hacerlo.
Dejo que hablará.
- Tu mujer pronto tendrá su vástago. El tercero de ellos nacerá con un poder incomprensible para su naturaleza humana. Él día de su nacimiento significará la muerte de cientos. De miles quizás. Nunca la Tierra donde nacerá olvidará ese día.
Será una niña. Una niña de cabello blanco como la nieve.
El ángel de la muerte la llamarán.
Divinos serán sus poderes y aterrador será el destino de quien se interponga en su camino.
Tu Liga caerá en sus manos en un abrir y cerrar de ojos.
La verás derrumbarse justo frente a ti. Tu madre morirá en sus manos ... y cuando tú intentes detenerla el ángel de la muerte acabará con tu vida finalmente Damian Wayne.-
- Una bruja como tú dijo que tendría un hijo con la elegida. Con la hija de Trigon.-
- Esa bruja estoy segura de que los odiaba joven Al Ghul. De hecho tu propia hija será el fin de todos los tuyos incluyéndote a ti por supuesto. Mira la bola de cristal. Mirala a los ojos...-
En la bola de cristal una mujer se materializo.
"Lo siento padre"
Levanto sus manos frente a él y le quito la vida en un suspiro.
La imagen se perdió en una nebulosa.
- Helena...- Susurró Damian repitiendo lo que escucho en su mente o..¿Acaso fue su imaginación?
Creyó escuchar ese nombre.
- ¿TRABAJAS PARA MI ABUELO?- Damian se levanto con violencia y arrojo la mesa al suelo con facilidad.
- No hay trucos Joven Al Ghul. Tu perecerás a manos de propia hija. Ese es tu destino. A menos que...-
- No voy a escuchar una palabra tuya más. Esto es una hechicería tuya que me quiere hacer perder la razón pero no lo lograrás.-
Se fue de inmediato de allí queriendo acabar con todo a su paso.
No voy a caer en tus trucos.
Todo eso es mentira.
Mi primogénito será un niño. Está en mi destino. Ese es mi destino...
No una niña que será nuestro fin.
Solo quiere sacar lo mejor de ti. Olvídala. Se repitió una y otra vez.
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Gotham.
Una tormenta horrenda había allí afuera.
Paso una excelente noche con su amado como era de costumbre.
No podía sentirse más completa desde que vivía allí como ama y señora de la casa.
Tomo una bata y camino hacia el escritorio para tomar un trago.
Beber mientras Bruce estaba dormido era algo que hacía usualmente.
A él no le agradaba ver como tomaba como si el mundo fuera a acabar entre otras cosas auto destructivas que hacía contra si misma.
Se comenzó a mover entre las sábanas.
Talia volteo a verlo.
Murmuraba algo.
- Se..lina. Selina ....-
Algo dentro de ella se quebró.
Su paciencia o quizás su tolerancia...
Intento ser la mejor de las esposas. La mejor de las amantes y ...
¿Aún así seguía recordando a esa mujer en sus sueños?
Apretó sus puños.
La busco por doquier. No solo en Gotham si no que en todo el maldito mundo intento hallar una Selina Kyle y le fue totalmente imposible.
Era como si la hubiera ocultado de ella ...
Era como si hubiera sabido que acabaría como acabo.
¿Era más bella que ella acaso?
Imposible.
Ella era no solo una belleza entre bellas.
Era exótica y una guerrera.
¿Bruce seria capaz de cambiarla por una mujer común y corriente?
Maldito estúpido...
- Vuelve Selina..-
Iba a perder la razón muy pronto definitivamente.
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Unos días después...
Damián estuvo extraño los últimos días.
Le hablo poco.
Estaba de mal humor.
Todo su comportamiento extraño comenzó luego de su viaje.
Era como si algo hubiera pasado con él que incluso dormía poco.
Entrenaba mucho y... Se sentía ansioso. Molesto y por sobre todas las cosas ya no lo sentía tan entusiasmado por el embarazo como lo estaba antes.
Rachel daba una caminata a solas por el jardín de los Wayne.
Era el único lugar al que podía salir después de todo.
El único lugar donde le había permitido salir Talía para que estuviera segura...
"Todo es por tu bien pequeña"
Odiaba esa maldita frase que le repetían una y otra vez.
Escucho un ruido.
Se sintió observada.
Era como si alguien estuviera cerca observándola desde algún lado.
- Como estás gatita...gatita...-
- No puede ser.- Susurró.
Miro hacia todos lados esperando verlo.
- ¿Dónde estas? Da la cara. Vamos. Richard..-
Estaba nerviosa.
Una vez más se sentía como un cordero el cual de un momento a otro sería devorada por el lobo.
Iba a gritar por ayuda.
Seguro estaba en la Mansión aún...
Aún cuando no la escuchará los pájaros volarian y llamaría la atención.
Quizás alguien notaría que estaba en problemas o que el sistema de seguridad fue vulnerado.
Quizás ya iban por ella y solo no sabían dónde estaba.
- Damian. ¡DA--------
Le cubrió la boca con su mano.
- Gatita. Otra vez te tengo en mis manos...-
La tomo de su cintura justo debajo de su vientre y su otra mano le impedía pedir ayuda.
Comenzó a llorar.
Justamente eso era lo que temia.
Que la acorralara justo en ese momento que estaba tan...
Vulnerable.
Mordió su rostro hasta hacerla sangrar ...
Succionó el delicioso líquido carmesí que brotó de su rostro.
- Amo verte sangrar...-
Quería decir algo. No podía ..
- Oh, disculpa. Es la emoción que me tiene torpe , cariño.-
Le descubrió la boca y aferró ambas manos a su rostro.
- Tan bonita como siempre mí esposa.-
- No..no soy tu esposa.-
- Mí amor. ¿Esa cabecita tuya olvidó el día que nos unimos en matrimonio? Los testigos y el notario están muertos ya pero lo importante es que están sus firmas y la tuya sobre papel. Tu me sabrás decir que sabes de leyes si ese show cavernicola que tuviste con el bastardo vale más que lo nuestro...-
- No.- Legalmente no al menos.
- Me drogaste.-
Rio a carcajadas.
- Hechicería , drogas...¿Quién eres tu para juzgarme?-
- Llévate a Cassandra pero no me hagas daño. Pronto nacerá mí bebé Dick. No me hagas daño ahora.-
- No me vengo a llevarme a mí niña, Rachel. No, porque no será necesario. Pronto tu vendrás con ella hacía a mí. Incluso con la pequeña bastardita de Damián y volveremos a ser una familia feliz. Juntos. Como antes.-
- Antes muerta. Además cuando Damian te vea te matará. Lárgate con esa niña y déjanos en paz.-
- Claro que me iré. Después de todo TIC TAC.. la tierra la siento un poco movediza ya. Pronto vendrá tu niñita y mejor será que no esté en Gotham para ese entonces. Prometo buscarlas cuando pase todo. A todas mis niñas..- Le beso la frente.
- No entiendo lo que dices. -
- Pronto lo verás... Y será muy divertido.-
Si antes era aterrador y un maniático ahora..
Su tan sola mirada bastaba para que su cuerpo se congelará ...
- Tu no odias a Damian. Tu me odias a mí por haberlo elegido a él y no a ti porque eres UN ENFERMO AL QUE NUNCA LE VOY A PERDONAR QUE ME HAYAS HECHO CUANDO ERA SOLO UNA NIÑA.- Lo empujo y a él no lo movió ni un centímetro.
Era duro como una roca su pecho y era como si no le hubiera dolido en absoluto el empujón.
- Eres un monstruo...- Rachel Balbuceo al ver qué esa sonrisa maldita no se la sacaba de la cara.
- Tu error no es que te cojas a ese bastardo. Tu error es enamorarte de esa basura y faltar a nuestro trato. - La tomo del cabello y la llevo cerca de su rostro.
- Damian me ama y hagas lo que me hagas no me harás ir contigo. Por nada en el mundo volveré contigo.- Gruñó entre dientes.
- Rachel, ¿Con Jason no has aprendido nada? Nadie te puede amar incondicionalmente como yo. Me traicionas y vuelvo aquí ansiandote como la primera vez que te tuve. Siempre.-
- Me das mucho asco.-
- Te amo tanto mí preciosa.- La asfixio con una pañoleta y pese a que ella intento zafarse de su agarre fue inútil.
Cayó sobre sus brazos mientras sus mejillas aún sangraban.
Se estaba curando lentamente.
Dick vio eso justamente.
- Vaya. Queda muy poco tiempo...- La arrojó al suelo sobre el follaje y se marchó de allí dejándola sola.
Inconciente.
El bastardo en cualquier momento iría por ella.
Sonrió.
No tenía que hacer nada...
Él haría todo lo que necesitaba.
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Hospital Central
Damián la halló lastimada y temblando de frío en el bosque que había detrás de la Mansión.
No entro en hipotermia porque la encontró a tiempo.
Grayson tenía que ver en eso y lo sabía.
Era su estilo dejarla sangrando y agonizando después de todo.
¿Cómo ingreso a la Mansión? Era insólito.
Habían todo tipo de cámaras y sensores.
Se sentía un estúpido.
Se sentía humillado por ese hijo de puta.
Tanto tiempo sin aparecer evidentemente fue por algo...
Su abuelo lo estaba entrenando.
- Damian. ¿Cómo está?-
Drake lo tomo del hombro aun sabiendo que no le agradaba ese tipo de acercamientos...
- Estable. Le harán una cesárea. No está lo suficientemente fuerte como para poder parir por su cuenta. -
- ¿Quién lo hizo?-
- ¿Quién crees?-
- Dick no debe estar pasando por algo y debemos ayudarlo. El que conocí no hubiera hecho algo como esto aún cuando tu y ella...-
- Es un lunático y nunca dejará de ser un lunático. Asumelo.-
- Todavía no te asumo del todo y vivo contigo... Dick era mí amigo.-
- Vaya amigos tienes tu nerd.-
Se miraron con recelo hasta que vieron a Rachel abrir los ojos.
- Habibti.- La tomo de las manos de inmediato.
- Volverá. Te quiere matar...- Comenzó a llorar.
- Quisiera verlo intentándolo.. -
- Por favor. Escúchame. Es distinto. Es muy fuerte. Damian... - Comenzó a toser.
- Rachel no te esfuerces. Guarda tu energía para tu bebé. En un rato vendrán por ti y nacerá.-
Recordó las palabras de Dick.
Temía a ese momento.
No dijo nada...
Miro a Damian suplicante.
Sin decir una palabra le intentaba decir mil cosas.
La más importante era "no me dejes" tal vez.
Sus ojos .. su mirada le hizo entender que también estaba preocupado.
- Dami...- Denostaba sufrimiento en su voz.
- Llamaré al médico para que te de más calmantes.- Se marcho haciéndole a entender que algo sucedía que no le decía.
- Tim. Tú no me dejes. Entra conmigo cuando nazca. Cuidame por favor...- Le suplico.
- No se si Damian deje que haga tal cosa.-
- Escucha. Al diablo con él. Tu eres la persona en quien más confió en todo Gotham. No me dejes. Como amiga te lo ruego Tim...- Lo tomo de la mano y él asintió.
Seguía distante aún con ella desde sus sospechas de que tenía que ver con el cambio de comportamiento de Bruce pero...
... al fin y al cabo Tim la queria genuinamente.
Quizás como Wally alguna vez lo hizo.
Sonrió agradecida.
Al rato fueron unos médicos por ella y llevaron su camilla al quirofano.
Vio a Damian en el pasillo inmóvil.
Tim la acompaño como lo prometió.
Antes de entrar a esa habitación vio a Talia llegar al hospital.
Trago saliva. Estaba aún más nerviosa.
Su llegada no ayudaba en nada.
Se acerco a Damian.
- Finalmente nacerá. No te veo para nada emocionado como hace unos días atrás. ¿Hay algo que me quieras decir, hijo?-
- No.-
- Bien. No insistiré. Hoy es un día de alegría para nosotros. Nuestro pequeño heredero nos hará más fuertes. Cuando los seguidores de mi padre sepan que has tenido un hijo entenderán que el liderazgo de mi padre es el presente pero que tú eres el futuro.-
- Espera a que nazca.-
- Nacerá y será un...- Un llanto se escucho desde la sala.
- Bien. Eso es una buena señal.-
No dijo nada.
Solo camino hacia dentro y espero que toda la mierda que Xanadu dijo fuera mentira.
Fuera un engaño para llegar a su mente y dejarlo como un atado de nervios ante ese momento.
Un médico tenía al bebé.
Se acerco.
- Una preciosa niña, Señor Wayne. Felicidades. Nunca he visto una niña tan bonita.-
Rachel estaba con los ojos cerrados pero despierta.
No quería abrirlos.
No quería verlos.
Temía lo evidente.
Tanta ilusión tenía de tener un hijo. Un niño que sabía y sentía ahora cuan grande era su desilusión...
- Damian. Podremos tener más hijos. Muchos más. Está bebé es solo la primera...- Casi le rogó porque no la odiara.
No dijo nada.
Solo se marcho.
- Oye no seas hijo de puta. Te necesita.- Lo quiso tomar del hombro otra vez y le quito su mano de encima.
Se marcho sin decir nada.
- Pero qué...¿Qué sucede?- El médico no entendía en absoluto nada.
No entendía que demonios le sucedía al joven Wayne.
Su esposa estaba bien. La niña era sana y hermosa ...
Sin embargo parecía que el peor de los males había sucedido.
- Nada. Solo .. volverá tarde o temprano.- Dijo Timothy Drake al hombre quien llevaba en brazos a la bebé.- ¿Puedo cargarla?- Pregunto.
Él asintió y la llevo junto a Rachel.
- Dime que volverá Tim..- Suplico como una estúpida incluso para ella misma.
- Lo hará. Solo necesita pensar y madurar.-
Asintió.
- Es igual a ti. Mira.- Le alcanzó la bebé a su madre.
Ella sonrió al verla.
Casi por un instante olvido a Damian.
- No. Pero está niña es bellisima.- Sus pestañas arqueadas y prominentes.
Sus ojitos verdes y su cabello...
Rubio. Casi blanco como la nieve.
Ese detalle le causo curiosidad por un momento.
- Señora. ¿Cómo se llamará? ¿Ya le escogió un nombre? - Pregunto timidamente una enfermera.
Ella vio a Tim mientras mecía a la niña entre sus brazos.
- Supongo que a Damian no le interesa darle un nombre. Nunca contemplo que fuera niña de todos modos. Creo que sería pertinente darle un nombre que le haga justicia...-
- Helena.- Dijo Tim mirando a Rachel.
- Si. Me parece bien. La veo como a una Helena...-
La enfermera asintió y anoto el nombre en su libreta.
- Me parece optimo ese nombre señora.-
Ambos sonrieron.
De pronto comenzaron a sentir que las cosas comenzaban a moverse de un lado a otro.
Algunas cosas sobre las mesas se cayeron rápidamente.
La camilla se movio.
La bebé comenzó a llorar estruendosamente y la luz se apago en todo el sitio.
- Un terremoto.- Susurró Tim abrazandola.
Rachel cerró los ojos y murmuró algo que él logro escuchar perfectamente bien.
- Azarth metrion zinthos. Azarath Metrion Zinthos.- Una y otra vez como si cantara una mantra.
- Es demasiado largo.-
Algunos médicos se marcharon otros se quedaron debajo de las mesas y escritorios como el protocolo decía que debían hacer.
La bebé dejo de llorar aún cuando la tierra seguía temblando sin cesar.
Un minuto.
Seguía moviendose todo entorno a ellos.
Ella seguía cantando su mantra.
Las paredes que en un comienzo se fueron agrietando dejaron de hacerlo.
Se escucharon gritos desesperados e incluso cosas ...cosas grandes caer.
Ruidos de automóviles, sirenas, bocinas, gritos por doquier de personas , ladridos de animales...
...siguió cantando su mantra.
- Azarath metrion Zinthos. Azarath metrion zinthos. -
La tierra luego de dos minutos dejo de sucumbir.
La luz tenuemente ahora los alumbraba.
- Calma. La luz de emergencia se está encendiendo. La estructura es fuerte.- Dijo un médico saliendo de debajo de un escritorio.- Señora ¿Está bien? Ya paso.- Fue hacia Rachel.
La sutura de la cesárea había desaparecido.
- No puede se..- Tim lo miro advirtiéndole que no hable.
Él calló.
Siendo el médico que siempre la atendió ... en varias oportunidades pudo ser testigo de cosas inexplicables.
La cubrió para que nadie pudiera ver su estado.
- Si su bebé está en condiciones podría irse mañana mismo. Chequearemos que las instalaciones estén en condiciones o la derivaremos a otro sanatorio. ¿De acuerdo?- Ella asintió.
- ¿Nos pueden dejar a solas?- Pidió únicamente refiriendose a Tim.
El médico asintió y ella le dio a la bebé para que hiciera los controles que necesitará.
Una vez solos hablo.
- Tú hiciste que esto no cayera. - No fue una pregunta si no una afirmación.
- Íbamos a morir.- Ella con algo de dificultad se paro y camino.
Tim la ayudo y caminaron hacia la ventana.
Ella abrió rápidamente las cortinas y ambos con sus propios ojos vieron juntos destrucción por doquier.
- Esto no puede ser cierto. Esto es una pesadilla.- Murmuró ella.
- La Mansión y Industrias Wayne son edificios antisismicos. - Miro su reloj donde reportaba que la intensidad fue de 8,9 de Richter. - Están preparadas para soportar mucho más incluso pero el 60% de la ciudad no. Esto es un desastre inimaginable.-
- Y Damian no volvió para saber si estábamos bien. No le importo.-
- Hay que darle tiempo.- Murmuró.
- ¿Porqué se fue Damian?- Entro Talia sin pedir permiso casi pateando la puerta.
Rachel volteó a hacia ella.
- Eso pensé que me lo dirías tú. Me dejo al ver que era una niña. No ha dicho donde se iba, solo se fue.-
Ella la miro suspicaz.
- Se que quería un niño más que nada y se también porque lo esperaba pero el sabe perfectamente que podrían tener más. No entiende que le sucede.-
- Intentaré localizarlo a él y a Bruce que quizás venía para acá. - Talia asintió y se acerco a ella.
- Dick sabía que pasaría esto.-
- ¿A qué te refieres?-
Miro hacia la ventana.
- A eso. Dijo que no debía estar en Gotham cuando naciera y luego esto. ¿Hace cuántos años no ocurre algo así aquí?-
-Ciento veintitrés años para ser honesta.-
- Y Dick lo anticipo.-
- ¿Te das cuenta? Esa pequeña es fuerte. Es todo lo que necesitabamos. Buscaré a Damian y haré que entre razón. Después de todo soy su madre.-
Asintió.
Algo de fe le tendría a Talia esta vez.
- Vendrá por mi.-
- Justamente porque lo sé traeré a Damian otra vez. Tu solo recuperate y cuida de esa niña. Yo me encargo del resto.-
- Talia el tablero está en nuestra contra. ¿Te has encargado de...-
- No. Aún no. NO LA PUEDO ENCONTRAR POR NINGUNA PARTE.- Grito casi en frustración.
Rachel tenía un mal presentimiento de todo esto.
Absolutamente todo estaba en contra de ellos de pronto como si hubiera una misma mano detrás de todo ese desastre.
- Te ayudaré de ser necesario. A mi no me conviene en este momento que vuelva en si.-
- Tu descansa. Ya has hecho mucho por hoy.Como hacer que este Hospital no colapse mientras Damian anda con uno de sus episodios. A veces me decepciona tanto...- Murmuró molesta.
Pensativa.
Realmente quería saber que le andaba pasando a su niño desde que llego de Nueva Orleans.
- Gracias.- Le respondió y se sentó en una silla.
Talia cerro las cortinas.
- Una enfermera vendrá por ti en un momento.- Le dijo por último y se fue.
Nos está separando...
Divide y conquista.
Resonó en su mente esas palabras que decía Dick siempre que tenía una junta en la empresa.
Divide y conquista. Fuiste tú...
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Dos días después- Mansión Wayne
Rachel entro con la bebé en sus manos acompañada por Talia.
- Me quedaré con Helena. Tu ve con él y tengan sexo por una semana si se les place pero terminen con las estupideces.-
Nunca me acostumbraré a Talia.
Nunca...jamás en la vida.
Decidió ignorar gran parte de lo que dijo y fue a ver a Damian.
Necesitaba saber que le ocurría.
Entro a la habitación de ambos y lo encontró sentado en un sillón como si estuviera esperándola.
Estaba serio.
Cerro la puerta detrás.
- No puedes rechazarme porque no fue un varón. Te lo daré Damian. Tarde o temprano tendremos otro niño y lo será. Por favor no me hagas esto. Hoy más que nunca necesitamos estar juntos.- Camino hacia él.
Él ni se inmuto.
A un costado estaban unas maletas preparadas.
- ¿Qué es todo eso?- Pregunto ella confundida.
- Me iré.-
- No puedes hablar enserio. Si tu te vas Dick vendrá por mi. Por nuestra niña. Volverá. No puedes hacerme esto. Se supone que me cuidarías. Nos casamos...--
- ¿Realmente crees que podíamos formar una familia feliz luego de que me engañaste de esa forma? ¿Por cuánto tiempo creíste que me ibas a ver la cara de estúpido?-
- Oye. ¿De que hablas?- Lo tomo del brazo y le suplico que le explicará.
Tomo el celular de Rachel de su bolsillo.
El que dejo en la mesa el día que la llevaron al hospital ..
Le mostró el vídeo que hizo esa noche.
Fue tan estúpida...
Cerró los no queriendo verlo a la cara.
- No quise hacerlo realmente. Eso no se supone que tenías que verlo. Fue antes de casarnos. Te lo juro .-
- Ya estábamos juntos.- Sentenció.
- ESTABA HARTA DE TU MADRE. QUISE VENGARME. No fue más que eso ..-
- ¿ASI QUE TU FORMA DE VENGARTE DE ELLA CADA VEZ QUE TIENE UNA ACTITUD QUE TE DESAGRADA ES ACOSTANDOTE CON MI PADRE?-
- Fue...-
- No fue solo una vez.-
- Fueron pocas y siempre me cuide. Él lo hizo. Tu sabes que a veces no puedo controlarme. Es mí naturaleza tener comportamientos como ese pero... Pero te amo.-
- Eres una prostituta. No. Eres peor que eso. Una perra repulsiva con la cual maldigo cada minuto que estuve contigo. Me largo y si viene por ti te jodes. Suerte Raven con lo que se te viene.-
- ¿Y tu hija? ¿A ella también la dejaras?-
- Yo no tengo ninguna hija.- Le respondió inmediatamente y se marcho con sus maletas.
No puede ser...
- ¡Damián, no! DAMIAN NO TE PUEDES IR. - grito.- Por favor...- Suplico.
Talia al escuchar los gritos fue hacia las escaleras primero habiendo dejado a la bebé con Alfred.
Tomo del brazo a Damian.
- Tu no te vas a ningún lado. Te debes quedar a su lado. Estás entrando en el juego de tu abuelo.-
- TU LO SABIAS.- Le dijo casi en un gruñido animal.
- Deja lo sentimentalismos de lado. Así no te crié. Me importa poco si se revuelca con tu padre ahora mismo mientras nos cumpla.
Esa niña es tuya y es todo lo que necesitamos y más. Damián tiene una magia sorprendente. Imagina tener más hijos como ella. Seremos imparables. Si quieres revolcarte con otras hazlo pero vuelve con tu mujer está noche y cumple con tu deber.-
- AMBAS ESTAN ENFERMAS. - Quitó la mano de su madre de encima con crudeza y las miro. Rachel sollozaba.- Ahora entiendo porque mí abuelo dijo que jamás estarías lista para líderar a la Liga. Estás completamente loca. No quiero ver a ninguna de las dos en un buen tiempo. Dementes.-
Se fue de alli rápidamente empujándolas de su camino.
- Vaya. Hicieron un buen trabajo con él...-
- No volverá.- Dijo Raven al verlo ir.
- Lo hará. Se terminará dando cuenta de que cayó en un truco de mi padre. Además te ama como un pobre imbecil. ¿Porqué crees que le dolió tanto una tontería como esa?-
- Basta. Me harás perder la razón a mi también. ¡Para ya con la locura Talía, Santo cielos!- Se fue de su lado necesitando estar sola.
Fue a la cocina por un vaso de agua.
Estaba totalmente destruida.
Seguía sollozando.
Sentía prácticamente la respiración de Dick contra su cuello.
Eso la dejaba sin aire.
Pánico. Histeria. Paranoia.
- Señorita Roth solo piense en sus hijas. Enfoquese en ellas que tarde o temprano volverá.- Alfred estaba cerca de una ventana viendo al jardín sosteniéndola.
Veía como Cassandra se divertía con un cachorro en el jardín.
Helena dormía.
- ¿No pudo ser tan malo lo nuestro si pudimos tener una bebé tan bonita, no?-
- Tiene los ojos de lo Señorita Al Ghul y su padre.-
Asintió.
- La amo Alfred. Aunque no lo crea la amo y prometo ser mejor madre para ellas.-
- Tenga. Necesita de su madre. - La bebé se acurruco en Rachel y llevo su manita a su pecho.
El teléfono comenzó a sonar.
Alfred contesto.
- Mansión Wayne.- Escucho. - Creo que por una llamada de índole laboral al señor Wayne debería comunicarse a compañía. Está allí en este momento.-
Raven escucho la conversación.
- Si. No es molestia señorita Kyle.-
Click.
Corto la llamada.
- Alfred quién era.-
- Una señorita buscando al amo Bruce. No es la primera vez que llama. Son solo negocios. Nada de que alertarse.-
Su sexto sentido...
Estaba más que en encendido.
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Wayne Interprises
Talia estaba distraída.
Llamo a Damian infinidad de veces pero jamás atendió.
Bruce estaba en una junta de accionistas eterna la cual duraría hasta el anochecer ya que habían decisiones importantes que tomar.
Estaba junto a Drake.
Estuvo media hora allí pero realmente no tenía cabeza para soportar algo como eso.
No dejaba de pensar en Damian.
No sé pudo ir a con mí padre. No puede ser tan estúpido...
Ideas. Ideas.
Sabia que Jason tenía algo que ver en todo esto.
Sabia que quizás el podría ayudarla a encontrarlo.
Estaba a punto de tomar el teléfono cuando escucho el ruido de unos tacones acercándose.
- Bruce, soy Selina. Luego de lo que sucedió no podía no estar aquí.-
Talia estaba en su despacho. A oscuras.
Esa mujer que tanto había buscado estaba finalmente detrás de ella..
Selina Kyle...
Tomo el abre cartas de inmediato
La escucho acercarse más.
- Bonita. No sabes dónde te has metido.-
Talia se dio la vuelta para cortarle el cuello de una maldita vez.
Selina tomo detuvo con su mano su brazo.
- ¿Así que tu eres Talia? Mmm...- La miro a los ojos.- ¿Realmente creías que Bruce se iba a fijar en una mujer ordinaria que pudieras matar fácilmente?-
- Te veo bien ordinaria.- Escupió.
- Y a ti más loca de lo que me contaron. - Con su mano izquierda le dio un golpe en su rostro que arrasó con parte de su piel.
¿Que lleva en las uñas cuchillas?
- Mí nombre es Selina pero me llaman la gatita. Recuérdalo Talia.- Le dijo orgullosa de la gran marca que dejo en su rostro con sus garras.
- Todo este tiempo pensé al menos veinte formas de acabar contigo. Usaré la más dolorosa sin dudas.- Saco de su chaqueta dos dagas.
- ALTO LAS DOS.- Dijo con firmeza una voz conocida por ambas.
Se dieron la vuelta y como dos chiquillas pararon lo que hacían.
Bajaron las manos.
- Puedo explicarlo. Me quiso matar...- Selina intento excusarse.
- Aquí la única que tiene que darme una buena explicación es Talia.-
Ella gruño molesta y golpeo la mesa con furia.
Había fallado desastrosamente.
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Mansión Wayne
Estaba en la banca despertando de un sueño.
Uno horrible como de costumbre.
¿Desde cuándo me duermo en el jardín?
Escucho a Cassandra reír.
Seguramente andaba jugando por allí.
- Ya despiertas bella durmiente. -Murmuró con suavidad esa voz inconfundible.
Se levanto rápidamente para verlo al lado suyo con Helena en sus manos.
- Rachel. Mira nada más. Se despertó casi a la par contigo. Que niñita más preciosa.-
- Dick. Tranquilo...-
Tomo a la bebé en sus brazos.
- Si haces silencio escucharás un TIC TAC dentro de ella.-
- Basta por favor, basta.- Le suplico.
- No. No. Enserio. Escucha. TIC TAC.-
- ¿De qué demonios hablas?-
- Hay un aparatito dentro de nuestra bebita favorita. Si mi corazón se para el de está cosita tan bella también. TIC TAC, Rachel.-
- No. No hablas enserio...-
Apretó los labios burlonamente.
- Ups.-
El mundo de Rachel se derrumbaba en pedazos en ese instante otra vez...
No... ¿Damian dónde estás?
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Continuara...
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Está de más decir que quiero saber que les pareció jajaja
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