Capítulo XIX: Los tres magos
⭐⭐⭐Como siempre...Comenta las partes que te gustaron :D⭐⭐
Advertencia: Capítulo con cuestiones apta para mayores +18. Sexo- Violencia no hay mucha. (y todo tiene una razón. En algunas partes incluso el capitulo es "gracioso". Porque? Porque lo escribi despues de leer un fic de Heyiamtephy JAJAJA
Pero...si hay una escena de violencia sexual no muy detallada. Por favor, con cuidado.
Madame Xanadu: Es un personaje en comics inmortal capaz de ver a traves de sus cartas el futuro. Ella es inmortal literalmente hablando. Nada puede acabar con ella.
- En capitulos anteriores... "Damian vio el futuro de su hija, Helena. Destruir la Liga de Asesinos. EL legado de su familia. Huye a Nanda Parbat donde vive por 15 años lejos de Raven y de todos aquellos quienes conoció en Gotham. Zatanna quien estaba bajo el control de Ra's Al Ghul es recuperada por Raven quien une fuerzas con Constantine.
Raven convencida por Bruce Wayne pensó que si rescataban a Zatanna podrían recuperar a Dick Grayson y quitarle la maldad que lo llevaba a hacer las cosas que hizo...
Pero para sorpresa de todos. Zatanna cuando recupera la conciencia solo oyé las voces de todos aquellos a quienes asesino bajo el control de Ra's volviendose loca.
Constantine utiliza a Raven para borrarle esos recuerdos. Con la magia de ambos le borran absolutamnete toda su memoria....
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Capítulo XIX; Los tres hechiceros
Quince años después...
Bendita tu eres entre todas las mujeres
Bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.
Grito y se cubrió los ojos con sus manos al estallar un vidrio de su ventana.
Los cristales explotaron sin razón aparente.
Esto paso una vez pero nunca se sintió tan fuerte esa presencia que le helaba la sangre.
Tenia miedo. Mucho miedo.
Apretó el rosario que tenía en sus manos tanto que en cualquier momento podría romperse.
Lo presentía.
Las luces de la habitación que parpadeaban tenebrosamente se apagaron.
Intento salir de la habitación pero la puerta estaba con seguro.
No podía ser posible.
Las llaves la tenía ella misma en su...
Si. Las saco de su bolsillo e intento abrir la puerta pero no podía. Simplemente no podía.
El pánico se apodero de su cuerpo.
Estaba atrapada.
Santa María, Madre de Dios
ruega por nosotros, pecadores...
Golpeo la puerta pidiendo ayuda desconsoladamente.
Pese a sus gritos y golpes nada...
Era como si estuviera sola en esa enorme casa.
- ¿Quién eres? ¿Porqué me haces esto?- Pregunto finalmente dándose la vuelta.
- Pronto nos veremos niña. Cada vez estoy más cerca de ...ti.-
- Soy solo una niña. ¿Qué puedes querer de mí?-
Risas horrendas se escucharon estruendosamente por toda la habitación.
Las ventanas comenzaron a temblar.
Helena corrió hacia debajo de la cama teniendo que finalmente...
...estallara todo.
Así fue.
- ¡MAMÁ!- Grito desesperadamente y al abrir sus ojos se sobresalto al ver un rostro de pronto frente a ella
- ¿Qué demonios haces aquí abajo? - Pregunto en un tono carente de emoción alguna su hermana mayor.
- Alguien quiere atraparme. Alguien me sigue Cass. Destruyó la ventana. -
Le dijo mientras era jalada por ella de dónde estaba.
Al reincorporarse señaló hacía...
No había nada.
No había destrozos.
Todo estaba intacto.
No podía ser...
Cassandra la miro con una nueva divertida.
- ¿Perdiste la razón? - Solo pregunto.
- Escucha se lo que vi. Las ventanas temblaban, las luces parpadeaban tenebrosamente y una voz me hablaba. Alguien me persigue Cassandra.-
- Aquí siempre estuviste tu. - Suspiro.- Sola. Totalmente sola.- Había un tono de burla en su voz.
Se limpio las lágrimas de sus ojos.
- ¿No me crees?-
Se cruzó de brazos la joven de cabellos negros y ojos azules.
- Es difícil creerte Helena. Mira a tu alrededor. No hay vidrios rotos y... - Levantó el switch de la luz.- La iluminación estaba solo apagada. Como dice papá creo que está es solo otra escena tuya...-
Era un desastre.
Su cabello revuelto. Su rostro empapado con sus propias lágrimas ...
- Llamaré a papá. Seguro el sabrá que hacer contigo.- Dio la vuelta y Helena la detuvo.
- Por favor no. No sé lo digas. Te lo suplico...-
Estaba quizás aún más aterrorizada que hace unos momentos atrás...
- Hermanita... - Tocó su rostro y limpio sus lágrimas con un pañuelo. -... Es por tu seguridad. Temo que algún día en uno de estos episodios te hagas daño. ¿Entiendes? Papá tiene que saber de esto.-
- Haré lo que me pidas pero no sé lo digas. Cass por favor. Solo está vez. Quiero. No, necesito que estés de mi parte. - La tomo de ambas manos.
Se llevó una mano a su mentón.
- ¿Pero qué podría querer yo de alguien como tu pequeña? Digo solo mírame. Soy popular, fuerte, bella y tu... Eres solo una niña insignificante.- Tomo su cabello con suavidad. -... Tan débil y rara. No te pareces a mamá incluso. Me preguntó a quien habrás salido...-
- Somos hermanas. Porque...¿Porque me hablas así? ¿Porque me odias? Yo te quiero Cass. Yo nunca te diría algo como eso...- Puso un dedo en sus labios y no la dejo seguir.
- Tu no eres mí hermana. Eres una bastarda. Hija de un mercenario que abandono a mamá cuando tu naciste. ¿Y sabes porque?
Porque ni él estaba seguro de que fueras su hija o de cualquiera de los cientos de hombres que pasaron por la cama de ella.-
- No puedes hablar así de nuestra mamá.-
- Claro que puedo. Raven es la peor madre del mundo. Mira el desastre que eres y ¿Ella donde está? ¿Tu lo sabes? Yo no lo sé. Solo desaparecio otra vez por quién sabe cuánto tiempo. Su deber es cuidarnos. Su deber es estar al lado de mí papá y en cambio...-
- Suficiente.- Cassandra dejo de hablar de inmediato al ver en el umbral a su padre mirándolas.
Escuchandolas.
- Papá no quise...-
- Oh, mí amor. Tu si quisiste decir cada palabra que dijiste y por eso irás ahora mismo a tu habitación a esperar a que vaya por ti. Tendremos una conversación muy seria tu y yo.-
- Papá...- Se acercó a él suplicante.
La miro con seriedad con esos ojos azules tan fríos como el hielo y ella solo asintió.
Camino a la salida y cerró la puerta detrás de ella.
Helena se quedó a solas con él.
Ella mantuvo el silencio y nunca dejo de mirar el suelo.
No quería verlo al rostro.
- ¿Enserio no vas a hacer preguntas luego de lo que te dijo?-
Negó.
- Se quién soy y Cassandra solo está jugando como siempre conmigo.-
- ¿Porque no me miras a los ojos? - La tomo del rostro y alzo su mirada.
- Porque no tengo nada más que decir.-
- ¿Me temes?-
Negó.
Era de pocas palabras.
Lo evitaba.
Lo ignoraba muchas veces.
Huía de él.
Le daba rabia.
Le recordaba tanto a...
Una sensación incontrolable de rabia se apoderaba de él.
La tomo fuerte del rostro.
- ¡Eres digna hija de tu madre!- Apretaba los dientes tan fuerte.
Era de temer.
Siempre lo supo pero jamás lo vio así.
- No te ...no te hice nada...-
- Ustedes nunca hacen nada ¿No es así? Vamos. Se que quieres preguntarme algo. Hazlo. -
Helena dio unos pasos hacia atrás y él la siguió.
- No.-
- Si que tienes una pregunta. Hazla, pajarito. ¿Acaso me temes?-
Negó.
Siguió caminando hacia atrás hasta hacer tope con una pared.
La acorralaba.La hacia estremecer...
Ella presentía que gozaba verla así una vez cada tanto.
La última vez no había sido hace tanto recordó.
- No. No tengo miedo. Tu eres mi papá. Un padre jamás le haría daño a su hija...-
Sonrió.
- Con que es eso...- Murmuró muy cerca de sus labios.
Ella se vio tentada a cerrar los ojos pero no lo hizo.
Es mi padre no tengo, ni debo tenerle miedo... No debo. No me puede hacer daño.
Se alejo de ella rápidamente y volteo a la salida.
Ella no dejo de ver nunca al suelo una vez que la soltó.
Su corazón palpitaba tan rápido...
- Helena pensé que tu madre te enseño a que a papi nunca debes mentirle. -
Levanto la mirada aterrada para ver solo como ya se había ido dando un portazo en seco.
Le regalo un silencio que le heló la sangre.
- ¡CORRE!- Grito esa voz y todos los vidrios estallaron.
No fue una ilusión.
Esta vez pudo sentirlo en cada poro de su piel.
Muchas de las astillas y trozos de vidrios que volaron se clavaron en su piel.
Solo atino a protegerse el rostro con sus brazos.
Gracias a uno de los trozos enormes que yacían en el suelo del espejo pudo ver su reflejo.
Sangre. Brazos, cuello, frente y piernas estaban cubiertos de sangre.
Quiso pedir ayuda.
Tartamudeaba.
Las palabras no salían.
¿Para qué iba a pedir ayuda?
¿Para que Cassandra o su padre se burlaran de ella?
Pero y si era...¿y si era cierto? ¿Y si todo esto era parte de su imaginación y realmente no había sangre?
¿Y si la voz no existía?
¿Y si...se estaba volviendo loca?
Pero...
Pero dolía.
Dolía mucho.
Los cortes. El frío.
Sus párpados comenzaron a cerrarse lentamente.
De a poco.
Cayo al suelo esperando que cuando se volviera a despertar realmente fuera todo parte de su imaginación.
Quizás una pesadilla.
Si. Una pesadilla...
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Nanda Parbat
Damian estaba sentado en una trono de oro.
Dos guardias.
Uno a cada lado.
- Su abuelo el Señor Ra's Al Ghul quiere verlo amo Damian.-
- Háganlo pasar.- Le dijo desinteresadamente.
No se tomó la molestias de levantarse de su sitio.
Lo vio entrar lentamente.
Con la mirada fija en él.
- El pozo ya no tiene vida que ofrecerme. No importa cuánto lo intente. Estoy muriendo. Está llegando la hora.-
- Trigon por fin está perdiendo poder pero con ello se lleva nuestra fuente de vida eterna. Sabías que pasaría esto tarde o temprano. -
- Por supuesto que lo sabía y tengo un plan aún. Un plan que ya puede ejecutarse.-
- ¿De qué hablas?-
- Ese no es tu asunto Damián. Tu solo debes preocuparte en desposar una mujer. Ya no hay tiempo.-
Frunció el seño.
¿A qué se refería su abuelo con que ya no hay tiempo?
- Sabes que no pienso casarme...otra vez.-
- Es una orden.-
- Hace mucho tiempo dejé de ser un niño para que me des órdenes No deseo tener una esposa y no me harás cambiar de parecer.-
- Nunca lo desearás mientras siga respirando esa mujer. De eso no tengo ninguna duda y es una asunto que tarde o temprano voy a arreglar. No tengas dudas.-
-¿No deberías desistir de la idea? Ya lo has intentado muchas veces y siempre has fallado miserablemente abuelo.-
- Eso no volverá a pasar. Dick Grayson no volverá a traicionarme.-
- Se lo que has hecho y no estoy de acuerdo abuelo. Aunque... Dudo que te importe mí opinión.-
- Es la hija del sujeto que te quito tu mujer. ¿Porqué te importa?-
- Porque los hijos no son responsables de los errores de sus padres. Porque no hay nada que quiera más en este mundo que verlo morir lentamente en mis manos pero Cassandra no tiene nada que ver en esto.-
- He vivido muchos más años que tu Damián y te recomiendo que cuando tengas un enemigo acabes con él de raíz.
Acaba con todo a su alrededor porque su familia, sus hijos... pueden ser el día de mañana un problema. He visto hijos morir buscando venganza por sus padres ...-
- Vi nacer a Cassandra y no hay manera que apoye tus métodos. Se que le pusiste un explosivo en su cerebro. Eso es enfermo. -
- Desposa una mujer que te de hijos. Obedientes a ti. Que sigan mí legado. Olvida a la bruja occidental y a esa bastarda. Tienes un deber con tu familia.-
¿Bastarda...?
- Esa "bastarda" es mi hija te guste o no. -
Damián no podía evitar perder la tranquilidad al escucharlo hablar así de ella.
- Esa niña no sirve. No tiene los poderes de su madre. Es una completa inútil. Una vergüenza para nuestra familia. Ten más hijos con otra mujer. No te lo volveré a repetir. No sé cuánto me quedé de vida sin los pozos. Lo sabes, Damian. -
Helena no era como Raven.
No tenía poderes extraordinarios ni actitudes de combate.
Vio como Grayson intento entrenarla.
Simplemente no tenía sus habilidades natas. Era evidente..
Ni ser humillada cientos de veces despertaban potencial alguno en ella.
Lo avergonzaba tanto...
- Si.-
No quería decir eso.
Pero tenía razón.
No tenía opción.
Tenia un deber con la Liga.
- Lo haré. Abuelo lo haré.-
No vivirás para siempre...
- Estamos progresando finalmente.-
Ra's Al Ghul chasqueo los dedos una sola vez y entraron al recinto cinco mujeres cubiertas por una capa.
- ¿Qué significa esto?- Ahora Damián se paro de su silla y le pregunto a su abuelo molesto.
- Son opciones Damian. Disfruta la juventud. Elige a una de estas mujeres...-
Su abuelo intento hacer que se casará antes.
Pero nunca llego tan lejos como para llevarle mujeres.
- ...o a todas. -
Se sonrojo.
Ra's se fue de alli y le pidió a los guardias que acompañaban a su nieto que se fueran con él tan solo con un gesto.
Fueron tras él dejándole en claro a Damián que sus guerreros le responderían a su abuelo hasta el final de sus días y no a él.
Cerro la puerta.
- No voy a casarme con ninguna de ustedes. No pierdan el tiempo. Largo. -
Ninguna de ellas se movió de su lugar.
Damián rodó los ojos molesto.
Ellas le respondían al anciano. Sin dudas.
- Bien. Descubranse los rostros. ¿Podrían hacer eso o sería mucho pedir?- Les pregunto.
Esa orden la acataron.
Se quitaron las capuchas y se mostraron ante él.
- Oh por Dios...-
Solo una de ellas captó su atención.
Tenía tiempo que no la veía.
- Creo que vine a tiempo Habibti. ¿No lo crees?-
Esa piel.
Esa voz.
Ese cabello.
Su sola presencia lo hacía estremecer.
- ¿Qué haces aquí lunática?-
Se levantó del suelo hastiada ya del personaje de "esclava sexual" de Damian.
Hincada ante él...
Ni siquiera cuando salían hizo tal cosa.
En cambio él...
Sonrío al recordar el comienzo de la relación. Ya habían pasado dieciséis, casi diecisiete años desde que comenzaron a ser "algo".
- ¿Piensas que me iba a perder tu boda con alguna de estas señoritas? Sabía que tarde o temprano cederias ante la voluntad del anciano. Porque eres débil. Te lo he dicho antes. -
- Largate ahora antes de que mí abuelo se entere que estás aqui.-
Camino hacia él.
Damian pensó lo atacaría.
O quizás lo besaría.
Jamás fue capaz de predecir los movimientos de la maldita psicópata con quién alguna vez tuvo..."algo".
Siguió de largo y se sentó en el trono.
En su lugar.
- Es un pobre intento tuyo más para provocarme. Si no te quieres ir. Bien. Yo me largo. No caere en tus trucos otra vez.-
- "Dami" tu eres el soberano en este palacio. El líder de toda esta gente y yo soy tu mujer. Esta silla por lo que a mí me concierne es nuestra.-
- ¿Mí mujer? Vaya descaro tuyo en decir tal cosa mientras llevas el anillo ese que te hace propiedad de otro.-
Ella extendió su mano y lo miro.
- Es una gema que vale miles de dólares. Ni en sueños me desharia de algo así aún cuando fuera un regalo de ese enfermo. Además... Va conmigo.-
- ¿A qué has venido? Habla de una vez.-
- Es algo privado y creo que aquí somos muchos.-
- Raven...- Le advirtió pero ella las miro fijamente.
- Mueran.-**
- ¿Que?- Dijo totalmente fuera de si.
Le quitó con su magia la daga que llevaba en la cintura a Damián y mientras las pobres mujeres yacían en el suelo inmovilizadas por su magia...
Les corto el cuello sin contemplaciones.
Un mar de sangre tiño el suelo.
Damián llevo su mano izquierda a su rostro.
Tenía que haber supuesto que pasaría algo así.
Cayeron como costales al suelo en un golpe en seco.
Golpearon la puerta.
- Señor. ¿Está bien?- Preguntaron unos guardias sin atreverse a entrar.
Damián cubrió a Raven con su capa y la tomo del brazo.
Ella divertida le siguió el paso.
Los guardias al abrirse la puerta le hicieron una reverencia.
- Limpien ese desastre y que nadie me moleste. Estaré en mis aposentos con esta mujer.-
- Si, señor.-
Camino por el pasillo a paso rápido con ella.
- Vaya. Así que aquí puedes acabar con quien quieras y ni siquiera tienes que hacer el trabajo sucio. Tu padre perdería la razón si supiera que haces estás cosas "Dami".-
- Mí padre por lo que me concierne solo está interesado en esa mujer. Para él ya no existo.-
Abrió la puerta de su inmensa y lujosa habitación.
La empujó dentro y al cerrar la vio a los ojos.
Ella no decía nada.
Solo estaba allí viéndolo.
Analizándolo.
No tenía esa sonrisa burlona tan característica en ella desde ese momento.
Desde ese día en que perdió la razón completamente.
Se masajeó los templos.
- ¿Qué haces?-
- ¿De verdad crees que Bruce no piensa en ti? Damián...- Llevo una mano a su hombro.
Él apretó los puños.
- ¿Bruce? ¿Desde cuándo lo llamas así? ¿Acaso te has vuelto a acostar con él? - Le quitó con vehemencia su mano de encima.
Negó.
- Eso fue hace mucho tiempo y no lo disfrute para nada. No es que tu padre no sea un hombre atractivo pero no es mí tipo. Ya sabes la edad es un problema...en cambio tú...- Le dijo en tono de burla.
- Dejé de ser tu juguete hace mucho tiempo, Raven.-
- ¿Enserio lo crees? ¿Entonces porque no te has conseguido una bella dama sumisa de esas que te ofrece tu abuelo para que este a tu lado?-
- Porque ya tuve suficiente contigo como para querer andar buscando más mujeres. Más problemas. -
- Se que soy buena, pero enserio jamás me halagaron tanto "Dami".-
Se arrojo sobre su cama.
- Esta lejos de ser un halago neurótica.-
Intento tomarla del brazo y quitarla de su colchon pero ella con sus poderes lo inmovilizo por unos segundos.
Solo los segundos suficientes como para detenerlo y permitir que ella lo tomará a él para su sorpresa.
Ahora él estaba sentado sobre ella.
Ambas manos a cada lado.
Tan cerca de su boca...
- Me enfermas, Raven. Tu sola presencia me desquicia. ¿Porqué estás aquí? -
- Porque me desespera estar lejos de ti. Porque no soporto vivir en Gotham sin ti a mi lado. Santo cielos Damian ¿Cómo te puede importar a ti más esto que hasta tu propia hija?-
Tomo las sabanas de algodón egipcio entre sus manos con fuerza.
- No es el lujo ni el poder. Aun cuando no este yo al mando nací para preservar el legado de mi familia. Eso es lo que no entiendes.-
- Ese viejo pronto morirá. Deja a la Liga en manos de tu madre. Ven conmigo y con Helena. Nosotras somos tu familia.-
- No abandonaré a la Liga por una loca mujer como tu que fue capaz de acostarse con mi propio padre. En mi propio hogar... y ya te he dicho que esa niña no es mia.-
La miro fijamente.
Le costaba mucho sostener la mirada...
- Deja de decir esa tontería que ni tu mismo te crees. Helena es tuya y lo sabes perfectamente.-
- ¿Para esto has venido hasta aqui? Largo.- Intento levantarse pero ella lo tenia bien sujeto aún.
- Damian te amo. A ti y solo a ti te amo. Estoy cansada de Dick. De como me trata. De como trata a nuestra hija. Por favor Damian sacanos de ese lugar. No imaginas lo que es vivir con él...-
- Raven tuviste la oportunidad de salir de allí y no la tomaste. Lo lamento por ti y por tus hijas. Ahora si me disculpas tengo cosas importantes que hacer.-
- Tu abuelo te dijo lo que hizo Richard con Helena. Pero no te lo ha dicho todo.-
- ¿Porqué me dices esto ahora? ¿Porqué crees que me importa?-
- Porque seguimos siendo uno. Porque se que te importa y que me ayudarás. Por años intente descubrir donde diablos tiene el dispositivo que le implanto Dick a Helena. Siento que tu abuelo comienza a confiar a ti. Tienes que ayudarme.-
- No lo haré. No es asunto mio.-
- Eso que dices es mierda. No podría ser MÁS ASUNTO TUYO Y LO SABES.-
- Vete. Mi abuelo pronto vendrá y no le temblará el pulso para matarte.-
- No me importa tu abuelo. Por la única razón que no lo he acabado aún es porque es el único que sabe donde esta el detonador de la bomba que pusieron dentro de una de mis hijas. -
- Mí abuelo nunca mataría un niño inocente. -
Raven bufo ante tal afirmación.
- No me hagas reír. ¿Cómo puedes ser tan ciego cuando se trata de tu abuelo? Nadie aquí está limpio Damian.-
Camino hacia la ventana.
Vio como sus soldados entrenaban en el patio.
Cerro las cortinas.
- ¿Cuando fue la última vez que cogiste con él?-
Esa pregunta la dejo perpleja.
Lo miro aún cuando estaba de espaldas sorprendida.
No sabía que responder.
Que decir... Ante una pregunta así de él.
- No necesitas saber eso.-
- Quiero saberlo. -
- Fue hace mucho. No lo recuerdo.-
- Aunque pasen los años sigue estando ese vínculo entre nuestras mentes. Se perfectamente que me mientes.-
- Si sabes cuándo miento entonces sabes que siempre dije la verdad sobre Helena.-
Ignoró su comentario.
Volteó y camino hacia ella sin decir nada.
Mirándola cual felino a una presa.
Con esos ojos ...
- ¿Cuándo...?- Insistió.
¿Para que demonios quiere saber algo así?
- A..a..ayer.- Lo dijo temblando. Lo dijo asustada.
Temerosa de sus intenciones.
Del motivo detrás de saber algo como eso.
Le acomodó el cabello.
Se lo quito de su rostro.
Quería verla bien.
- Vives con un sujeto así ... duermes cada noche con él y ..¿A mí me temes?-
Acercó sus labios a su rostro.
Sentía su calor.
Raven asintió.
- Solo tu me puedes hacer real daño. Lo sabes, habibti.-
Sonrio.
- Es cierto. - Se alejo de ella dándose cuenta el error que estaba cometiendo.
Por poco y volvía a caer en sus trucos.
En sus redes.
En sus artimañas.
Volvía a caer en el deseo que le producía tan solo verle los labios...
No. No lo haría está vez. Esta vez no caería en sus trucos.
Era más fuerte que eso.
Fue hacia la puerta.
- Guardias. Acaben con esa mujer que está allí adentro y llevenla a un calabozo. Tengan cuidado que es más escurridiza de lo que parece.-
- ¡Si, amo!- Le dieron una pequeña reverencia los guardias que estaban en el pasillo y entraron a su habitación.
Raven estaba totalmente desconcertada.
- ¡No me puedes hacer esto!- Le gritó.
- Puedo. Y como verás... Lo he hecho. -
Se defendió con sus propias manos de los intentos inútiles de sus soldados por someterla.
Los esquivo con facilidad y un tanto con ayuda de su magia.
Percibió como algunos ingresaban por la ventana.
Puso una barrera invisible para que no avanzarán.
- Damian. No lo entiendes... Vine aquí porque...-
Unos soldados saltaron sobre ella de la nada.
La lograron abatir esta vez.
-... PORQUE QUIERE HACERLE LO MISMO QUE A MI. DAMIAN NO PUEDES DEJAR QUE LE HAGA ESO A ELLA. -
Dejo de avanzar al escuchar eso de la boca de Raven.
Se volvió a levantar llena de furia. Con sus poderes logro apuntar las armas de aquellos que la sometieron por unos instantes contra ellos mismos.
Cayeron como moscas.
Llegaron más.
Vaya que aquel lugar estaba muy bien custodiado.
Por un instante se pregunto si sus guardias sabían de su presencia y solo esperaban la orden de Damian para atacar...
Suspiro algo aliviada al ver qué no siguio su marcha.
- Te lo repito por última vez. Esa niña no es nada mio. Lo que haga Dick Grayson con ustedes no es mi asunto. - Lo dijo esta vez entredientes.
Apretando los puños.
Molesto.
Mentira.
Siguió caminando hasta desaparecer de su vista.
Mentira.
Raven tomo una espada de sus hombres y se la clavó en el corazón a uno de ellos.
A otro.
A otro.
- ¡MIENTES DAMIAN! ¡MIENTES! -
Otra vez.
Raven perdió el control.
El control.
Sus ojos comenzaban a empañarse.
Una corriente de energía la arrojo contra una pared.
- Darling. Has llegado muy lejos. Me disculpan caballeros pero me llevo a esta niña de aquí antes de los mate a todos. - Tomo a Raven de la cintuta el alto hombre rubio que apareció de la nada frente a todos.
Incluso tomándola por sorpresa a ella.
Estaba inconciente.
El golpe.
Apretó los dientes.
Dibujo algo en el aire con sus manos.
Abrió un portal y entro en él junto a ella.
Del otro lado lo esperaba una casi perfecta oscuridad.
Casi perfecta porque la luna iluminaba la habitación desde ese gran ventanal.
- ¿Quien está ahí?-
Salió de una de las puertas una alta mujer con una bata cubriendo su perfecta silueta.
Encendió las luces.
- ¿John?- Pregunto casi en un suspiro.
Aliviada llevo una mano a su pecho.
- Zee. Lo siento. No quise levantarte pero tuve una emergencia y no sabía dónde más llevarla.-
La mujer paso las manos por sus ojos para aclarar su vista.
Se levantó precipitadamente al escuchar un ruido estruendoso en el living de su departamento y creyó que se trataba de un... Intruso.
- ¿Que haces con Raven a esta hora de la noche John? Debería estar con su marido. Puedes meternos en problemas. Otra vez.- Se cruzo de brazos ahora.
- Le debemos mucho. Sabes que no me gusta quedar con deudas. Primero te devolvió a mí y luego te curo. Zee pensé que nunca te recuperaría. ¿Entiendes?-
Raven comenzó a moverse.
- Está volviendo en si. Esto se lo hiciste tu... ¿Porque? ¿Qué fue lo que pasó?-
Zee y John estaban distanciados desde hace unos días luego de haberlo encontrado coqueteando con una jovencita en un bar donde solía beber hasta el amanecer cada tanto.
No lo veía hace días y luego aparecía en el departamento de ambos a las tres de la mañana cargando a nada más ni nada menos que a Rachel Roth.
Suficiente problemas tuvieron la última vez con Dick Grayson.
Grrr.
Realmente no quería volver a lidiar con un sujeto como ese.
De no ser por Bruce Wayne ambos estarían literalmente en la calle.
- Sentí su poder. Lejos pero fuerte. Intenso. Me dio escalofríos esta vez. Supuse que alguien la estaría pasando mal y para suerte de algunos soldados del babybat llegue a tiempo.-
- Está sangrando.- Zatanna se acercó a ella y tocó su frente con cuidado.
John la recostó en el sofá.
- Damian. No puedes dejar..dejarnos.- Hablaba aún dormida.
Angustiada.
- Definitivamente nunca lo dejará ir. ¿Qué tanto le vera a ese mocoso mal educado?-
- El amor es ciego, John. A veces las mujeres sabemos que amamos a completos idiotas pero simplemente no podemos evitarlo.-
El rubio sonrió.
Casi ronroneo y se lanzó de inmediato a su cuello cual depredador ...
Ella chillo al sentirlo encima y lo empujó con sus propias manos tan lejos como pudo.
- No seas desubicado John. Está Raven aquí. Iré por unas compresas y unas vendas. No quiero que esa marca le quede en su bello rostro.-
Se levantó y se marchó a buscar las cosas.
- Pfff. Exageraciones. Realmente creo que aún no comprendes que está girl es...-
Ya se había ido.
Miro por unos segundos a Raven.
-... Una diablilla. Vaya. Daddy estaría tan orgulloso...-
Limpio con su manga la sangre de su frente.
No era de ella.
Era de alguna de sus víctimas desde luego.
- ¿Porqué .. porqué estoy aquí?-
- Se dice "gracias". - Le respondió y le dio un golpecillo con su dedo índice en la frente.
- Porque...- Era un susurro casi imperceptible su voz.
- Porque gracias a ti recupere a Zee, mí libertad y .. mí magia.-
Se reincorporo un poco.
No veía con claridad.
- No fue un acto altruista. Pensé que si recuperaba a Zatanna de las garras de Ra ... pensé que tal vez Dick volvería a ser un ser humano normal otra vez y nos dejaría en paz.
Nunca pensé que Zatanna perdería la cordura cuando recuperará el sentido. -
- Ese hijo de puta le hizo hacer cosas que nunca pensó que haría. No todos son como tu ...yo. Ella no.-
Raven lanzó una carcajada.
- Me fascina cuando me recuerdas que todos somos escoria salvo tu linda Zatanna pero cuando te dije que me debías una, no me refería a esto.-
- Si no te controlas, traerás a tu daddy y sin Zee no podremos controlarlo. Acabará con todos.-
- Se lo fuerte que es. No necesito que me lo digas pero si no contamos con Zatara es porque me engañaste y le hicimos una lobotomía, juntos.-
- No estaba bien. No tuve opción.-
- Solo tu puedes echar a perder una maga como Zatara de esa manera. Pudimos haber echo algo más. No sé. Además...-
A Raven le atormentaba una jaqueca...
Se llevó la mano a la cabeza.
- ... Estoy de acuerdo con la decisión que tomaron conmigo. Fue lo mejor Rachel.-
Estaba escuchando.
Zatanna estaba escuchando.
Ambos la vieron sorprendidos por lo que acaba de decir.
- No puedes hablar enserio. Este cretino te robo la memoria. ¿Cómo puedes estar de acuerdo con que te hayamos hecho algo así sin tu consentimiento?-
- Oiraid.- Pronuncio y un libro apareció en sus manos.
Es sorprendente su magia. Pensó Raven al verla.
Aún sin memoria, sin estar concentrada, ni nada en absoluto...solo le basto decir una palabra al revés para que se materializara ese objeto.
Era única.
Una humana con magia recorriendo sus venas.
Fascinante.
John en cambio era un bastardo sucio y ella ... una delicada rosa.
Era muy afortunado de que a alguien como Zatanna Zatara se le hubiera clavado cual espina a su corazón una comadreja así.
- En este diario tome nota de cada día desde que volví aquí. No estaba bien. No podía dormir. Los gritos de las personas a las que les hice daño resonaban en mí mente siempre. Pensé en el suicidio. Lo mejor que pudieron hacerme fue borrar cada recuerdo de mí cautiverio con Ra's Al Ghul, Raven.-
- Querida se que amas a este sujeto pero no puedes defender lo que te hizo. -
Zatanna se quitó su collar negro con esa gema extraña que siempre usaba de su cuello.
Su cuello estaba marcado por lo que parecía ser una cuerda.
¿Enserio se intento suicidar? Enserio lo hizo...
Estaba desconcertada.
- No sabía...-
¿Cómo nunca supo?
Siempre lo sabía todo...
Su magia siempre le permitió saber todo de quién sea salvo contadas excepciones.
Cómo Dick...
Y no es que no podía percibir sus intenciones si no que muchas veces la engaño con sus pensamientos.
Su mente era tan retorcida. Tan difícil de leer...
¿Pero Zatanna?
- Calma, Darling. Tus poderes funcionan perfectamente bien. Solo que Zee tuvo un regalo de su daddy que aunque no tenga memoria siempre estará con ella. Una especie de protección contra niñas como tu podríamos decir.-
- Gran valor el regalo. Después de todo no sirvió de nada para protegerla del control mental del chico brujo te recuerdo.-
- No quería ser cruel pero cuando dije "niñas como tu" me refería a demonios, hijos del inframundo como tu, querida. -
Rodo los ojos.
- ¿Y que diablos se supone que era Klarion? Pensé que ..-
- Era un humano, linda. ¿Que otro ser podría vender su alma por el dinero de Ra's Al Ghul? -
- Pero si su apariencia era...-
¿Cómo describirlo?
- Supongo que un mal hechizo te puede dejar así. Este negocio no es para cualquiera.-
¿Negocio?
Claro. Si el bastardo inglés vendía sus servicios al mejor postor cual prostituta mágica ..
- Por lo que dices tú eres el más humano de todos. ¿Cuántos humanos como él o como tú hay entre nosotros?-
- Pocos, Rachel. Hace un siglo atrás todos los hechiceros de la Tierra se juntaron para luchar con tu padre. Uno de ellos fue mí abuelo. Era joven en ese entonces. Solo tres sobrevivieron a esa masacre. No quedan muchos humanos en la Tierra con magia en su sangre luego de la última batalla contra Trigon.-
- Si me lo preguntas Zee, si en mis manos estaba la responsabilidad de no dejar morir el legado de los magos de este planeta hubiera trabajado duro para conquistar al menos una doncella en cada ciudad. Pero no todos somos iguales... Tu abuelo y tu padre eran dos sujetos muy aburridos.
Tu abuelo solo tuvo dos hijos y tu padre solo a ti. Lo mismo va para el padre del chico brujo que murió joven el desgraciado. Tal como el hijo...-
Raven presto atención a lo que le contaban.
Ambos sabían mucho de magia. Tenían conocimientos que jamás hubiera sabido de no ser por ellos...
Además Constantine le dio una luz de esperanza hace unos años para acabar con su padre...
Lamentablemente el mismo bastardo le saco toda esperanza que le dio al arrebatarle a Zatanna.
Al menos a la que sabía bien el hechizo para acabar con él.
Eso sin contar que el hechizo debía hacerse con al menos tres magos...
Estúpido Constantine...
El inglés estornudo.
Fuerte.
- Chicas creo que alguien habla mal de mí. - Se limpio con las mangas de su chaqueta.
Ambas mujeres presentes pusieron cara de desagrado.
- Los Zatara, Los Bleak... ¿Quien era el otro hechicero? ¿No tuvo hijos?-
Constantine negó.
- Zee la conoce. Bueno, ahora no la recuerda. La tercera es Xanadu. Una bruja que debe tener trescientos años, muy poco colaborativa y de mal genio. No la veo hace años. No sé que será de ella.-
- Nunca escuché su nombre. ¿Trescientos años haz dicho? ¿Como una humana podría vivir tanto...-
Asintió.
- Está maldita, querida. Y está tan mal de la cabeza luego de haber perdido a su amor que salió con el mismísimo Ra's Al Ghul por más de un siglo. ¿Te imaginas lo que es la mujer?-
- Ra's tiene buenos contactos. Eso me queda claro. - Raven se cruzó de brazos fastidiada.
- Es ilocalizable, Darling. Solo puede ser encontrada si ella permite que la encuentres.. no es opción. Tiene buena relación con Ra. No colaboraría jamás contigo. La última vez participo en la armada contra tu padre solo porque le debía un favor a los Zatara. -
- Trigon está haciéndole perder la razón a mí hija y yo no puedo hacer nada para evitarlo porque parte de él corre por sus venas. Necesito hacer algo. Necesitamos hacer algo antes de que se apodere de Helena porque no pudo conmigo.-
Constantine se llevó una mano a la barbilla.
Pensativo...
Pensativo se lo veía.
- Podríamos matar a tu hija y asunto solucionado. Además imagina si saco las malas mañas del bebé murciélago, my god. -
Raven no lo soporto más.
Salto hacia él como una fiera.
Harta de los comentarios estúpidos del inglés.
Zatanna la tomo de los hombros.
- Rachel sueltalo. Estaba bromeando. Además es evidente que tomo de más. ¡Solo míralo!-
- Siempre bebe de más. Estoy harta de este sujeto. Por su culpa se nos escapó la última oportunidad que teniamos contra Trigon. Pude haber hecho algo por ti Zatanna. ¡Solo necesitaba tiempo! -
Raven no dejo de golpearlo.
John no hacía absolutamente nada.
Solo reía como un esquizofrénico.
Aumentaba más la rabia de Raven contra el inglés.
- Me gustan las chicas fogosas. Grrrrr. -
Desagradable.
- ¡John cierra la boca! ¡Deja de provocarla!-
Zatanna la tomo de la cintura con fuerza y la atrajo contra si misma tan fuerte que ambas cayeron al suelo juntas.
Raven sobre ella.
El camisón que llevaba la maga se abrió totalmente exponiendo su ropa interior en la caída.
Lo mismo ocurrió con la chica de ojos zafiro y su capa.
Aunque al menos ella llevaba un vestido sensual que esperaba estrenar con Damian.
Damián...
Sus mejillas se colorearon por la situación en la que estaba, por recordar de pronto lo que se atrevió a decirle ese mal nacido...Por el odio que le generaba el bastardo inglés.
Todo. Todo le salía terriblemente mal.
Todo.
Comenzó a toser cuando dejó de reír y vio la escena que tenía a sus pies.
- WOW. Digo... Girls, hace calor aquí de pronto ¿No lo creen? Escucha Diablilla tu no eres mí tipo pero si me das cinco minutos y una botella de buen whisky ... Podríamos divertirnos los tres. Ya saben...- El rostro de John se ruborizo cual colegiala estúpida.
Ambas le tiraron lo que encontraron a mano y John cayó al suelo junto a ellas también.
Su labio le sangraba luego del libro que le arrojo Raven en la cara.
- ¿Cómo terminamos tres adultos luego de una conversación SERIA DE ESTA MANERA? -
- Relax girl.- Le dijo mientras se lamia la herida el mismo.
Zatanna lanzó una tímida carcajada.
- Enserio. No recuerdo la última vez que me reí con tantas ganas. Ustedes dos son muy graciosos cuando se juntan.-
- Princesa enserio ... Realmente te ha hecho muy mal pasar tanto tiempo con este sujeto.-
Raven descreia que Zatanna se riera por la situación en la que estaban.
- Rachel. - Se cubrió un poco con su bata otra vez. - No todo está perdido si lo que necesitan es otro hechicero para poder armar el pentagrama. -
- ¿Qué dices Zatara? Ustedes mismos me dejaron en claro que solo tres hechiceros sobrevivieron. Solo tu, el chico brujo que matamos y la loca de Xanadu son los únicos que podían ayudar.-
Negó.
- No encontre prácticamente nada de mí tío Giovanni en la casa de mí padre salvo una carta donde invitaron a mí familia a su funeral hace unos años. La invitación venía de un chico llamado Zachary. -
Constantine se llevó su mano a su barbilla.
- Conocí a Giovanni y era un pica flor. Siempre fue de lo que tenia varias mujeres a la vez a su lado, si, pero jamás me dijo que tuviera un niño. Tampoco me has comentado tú nada de este Zachary, Zee. -
- No sé si mí relación con él era buena precisamente. Tengo otra carta de Zachary no de hace tanto tiempo. Miren...-
Pronunció un encantamiento al revés y apareció en sus manos.
Raven la tomo.
- "Maldita bruja. Hace más de diez años no se nada de ti. Pensé que habías muerto. Te vi hace una semana en un periódico en una gala de la Fundación Wayne perfectamente bien. ¿Que te pasa? ¿Cómo se te ocurre ignorar a tu primo? Perra desgraciada. Necesite tu ayuda varias veces y jamás respondiste. La semana próxima iré a Gotham. Pasaré a verte. No te molestes en pasarme tu dirección. Ya la tengo. La Corporación Wayne fue muy gentil y ya me dijo dónde vives. "- La joven Roth estaba incrédula de lo que acababa de leer.
- Vaya. No parece "familia" aunque quizás yo sea la menos indicada para decir tal cosa.-
- Nunca imaginé que alguien te podría hablar de esa manera Zee. Quiero conocer a este sujeto. Me quedaré aquí mismo a esperarlo contigo, don't worry.-
- John aún no te perdone lo que me hiciste.-
- Quizás sea lo mejor princesa. Para ti será un perfecto desconocido ese sujeto y si no es amigable podría defenderte al menos este inútil. -
- No creo que sea peligroso. De ser así no anticiparia su visita. Quizás está solo dolido porque lo abandone. Vaya... Hasta que recibí esta carta debajo de mí puerta no tome verdadera dimensión de que podría tener familia aún en algún lado a la que sencillamente decidí olvidar.-
- Estúpido, te dejo a ti como responsable de averiguar con ese chico, si es que es un verdadero Zatara, el hechizo para destruir a mí padre. Quien sabe. Tal vez ese tal Giovanni le dejo su legado de alguna forma. Quizás nos pueda ayudar. No lo sé. Realmente espero que sea de ayuda. - Raven se llevó las manos a su cabello tomandoselo con rabia.
No le gustaba nada dejar a John con semejante responsabilidad pero a la vez no podía quedarse allí con Zatanna a esperar a que el chico se aparezca.
Tenía una familia y sus hijas ya estuvieron mucho tiempo a solas con Dick.
- Niña ve a ser una "mami". No te preocupes. Si el chico sabe algo o tiene algo que pueda ayudarnos me encargaré.- Estaba serio ahora.
Su mirada estaba fija sobre sus ojos.
Zatanna asintió.
- Aunque no haya perdonado a John lo dejaré quedarse conmigo. Tu cuida a tus hijas. Dick es peligroso. Encontraremos la forma de luchar tu padre, Raven. Te lo debo. -
Ella sonrió.
- Gracias.- La abrazo fuerte.
Volvía a tener esperanza con ese chico.
- ¿Qué te hizo Damian que te dejo así?-
- Sabe que Dick me tiene amenazada con Helena. Que su abuelo me tiene en sus manos por Cass y aún así lo único que le importa es si duermo con él. Es tan estupido. ¿Cómo no entiende que ese psicópata es capaz de matarse con tal de hacerme daño y quitarme a Helena? Peor .. ¿Cómo puede seguir negando que es su hija?-
- Sabe que lo es. Es muy parecida a su abuela después de todo. Físicamente claro. Además esos ojos. Para tu suerte parece buena niña. Cuestión que me parece aún más que llamativa...-
- Es su deber ayudarme. Es su padre. Si no es por mí debería hacer algo por ella...-
- Nos tienes a nosotros. Además Helena siendo hija de ustedes se que debe ser fuerte. ¿Nunca ha demostrado tener magia Rachel?-
Negó.
- Ella es una niña frágil y al igual que Cass no posee magia por suerte. No quisiera que ella lidie con todo lo que pase yo por ser hija de quién soy.-
- Ojalá pueda verla pronto. Debe estar hecha todo una mujer.-
Asintió algo nerviosa.
"Mujer".
Esa palabra la aterraba.
No quería que crezca. No quería que deje de ser una niña.
No quería que ...
- Me tengo que ir. Estamos en contacto.-
Se abrocho la capa y se fue rápidamente.
Zatanna sentía pena por ella.
Quería ayudarla de alguna manera...
Al cerrar la puerta John se acercó a la maga y tomo su mano.
- El bebé murciélago no está hechizado ni nada de eso. Eligió el legado de su abuelo por sobre su niña.
La diablilla está obsesionada con él y si quiere ganarle a su padre algún día deberá tener pleno control de si misma. Quizás deba aprender a olvidar a los Wayne y comenzar a pensar más en el futuro.
Después de todo... Quizás ella no lo sabe pero al igual que Xanadu está maldita. Ella es inmortal y como inmortal debe entender que las obsesiones de su lado humano no son nada en comparación a lo que podría dejar Trigon en la Tierra si no lo detenemos.-
- Espero que eso de querer matar a su hija haya sido realmente una broma de mal gusto tuya.-
Negó.
- Nunca bromeó con Trigon bebé. Sería lo último que haría pero siempre es una opción. Más vale que ese Zachary sea tu primo y que Giovanni le haya enseñado algunos trucos o quizás haya que hacerlo algún día.-
Zatanna le quitó su mano de encima molesta.
- Jamás haría algo así. ¿Perdiste la razón? Es solo una niña.-
- Lo sé. ¿Pero tú crees que todos esos magos dejaron sus vidas para enjaular a Trigon en el infierno para que años después utilice el cuerpo de una niña para conquistar este planeta? Helena es una pobre chiquilla sin magia, sin carácter, y sin padre. Torturada desde niña por un monstruo. Es solo cuestión de tiempo...-
- Quizás no tenga memoria John. Pero los Zatara no asesinamos niños. Se que si ese Zachary es de mí familia comprenderá la situación y hará todo lo posible para evitar que vuelvas a mencionar una infamia como esa. -
- O quizás sea como Giovanni. Un bastardo egoísta que solo piensa en si mismo.-
Zatanna grupo molesta y cerro la puerta de su habitación detrás de ella con un estruendoso golpe.
Nunca dejaría que ni él ni nadie haga tal cosa.
Zachary ven pronto ...
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Raven tomo un taxi hasta su casa.
Al acercarse pudo ver pese a la lluvia la limusina de Bruce Wayne aparcada.
De pronto se puso nerviosa.
¿Porqué estaría allí de no ser por algo grave?
Fue una estúpida en pensar que Damián colaboraría de una vez.
Fue una estúpida al dejar por varios días a Dick con sus hijas...
Pago el taxi y entro corriendo a la Mansión.
Al entrar todo era oscuridad.
Inquietante.
Dio unos pasos y pudo ver una silueta ahora.
-¿Cassandra? ¿Que pasó? ¿Está tu abuelo aquí?-
- . Mí hermana tuvo un accidente. Alfred vino a traernos unos bocadillos temprano y la encontró desmayada. Al verla así se negó a irse.-
- Te pedí que cuidarás de ella. ¿Que le paso? ¿Dónde está?-
- En su cuarto. Está bien. Solo siendo mimada como siempre luego de una de sus escenas...-
Dejo de seguir perdiendo el tiempo y subió las escaleras rápidamente.
Entro a la habitación sin tocar.
Alfred estaba sentado en una asiento junto a la cama.
Helena dormía mientras tanto.
Algunos cortecillos pequeños estaban en su rostro.
- ¿Está bien?-
- Por ahora sí. Le di un calmante que la hará dormir por varias horas. La encontre con laseraciones en su rostro pero a su alrededor no había nada con lo que pudo hacerse daño. ¿Es la primera vez que le sucede esto? ¿Señorita Rachel hay algo que no nos está diciendo?-
La puerta estaba abierta y quizas por eso no lo escucho entrar.
- Aquí estás mí amor. ¿Porque no me avisaste que adelantarias tu llegada? Pude haberte buscado al aeropuerto.- La agarró de la cintura amorosamente.
Con hambre.
Alfred alzo una ceja.
- No. Es la primera vez que sucede algo como esto. Ella es una niña muy sana. No se cómo pudo terminar así.-
- Al ya estamos sus padres con ella. No necesitas quedarte aquí. Mañana cuando se levante yo mismo llevaré a mí pequeña a la clínica para que le hagan los chequeos que sean necesarios.-
- ¿Dónde estaba señorita Rachel?-
- Tuve un viaje de negocios que hacer junto a Tim a Japón. No me necesitaba más y pensé que sería lo mejor venir antes de lo programado por las niñas. Cuando vi tu auto allí afuera a esta hora me asusté. Realmente me lleve un buen susto.-
- El amo Bruce estaría complacido si mañana mismo la llevan al Hospital Central. Allí atienden los médicos de la familia. No estará en mejores manos se los aseguro.-
Rachel quiso responder pero no la dejo.
- Por supuesto que lo haremos pero verán que es una broma que le salió mal a la niña. Está entrando en plena adolescencia y ya sabes cómo los adolescentes siempre quieren llamar la atención...-
- Alfred lo mantendremos al tanto. Se lo prometo. Vaya a descansar por favor.-
Asintió.
- Estaremos en contacto, amo Grayson, Señorita , con su permiso.-
Tomo su abrigo y se marchó como tanto deseaban.
Rachel espero a escuchar que bajaba por la escaleras.
Que ya estaba lejos para escucharla.
- ¡Prometiste cuidarla!- Lo golpeó en el pecho.
- Está perfecta. Quise decir cada palabra cuando dije que esto es un tipico episodio adolescente para llamar la atención. La vi hoy a la tarde peleando con Cass incluso por un chico. ¿Puedes creerlo? Debes hablar con ella. No quisiera que la avergüencen en público a la pobrecilla.-
Ya a Raven no le sorprendía nada de lo que pudiera decirle Dick Grayson.
Ya había pasado quince largos años con él. Por de más sabía lo que era Cassandra para Dick.
- Me quedaré con ella. Quizás pueda hacer algo con sus heridas .- Le daba pena ver su rostro así.
Era hermosa.
Tan hermosa ...
Lamentaba mucho que tuviera tan baja autoestima.
No importaba lo que le dijera. Era como si alguien más la hubiera convencido de otra cosa.
¿Pero quién?
- Está bien. Si tu te quedas yo tambien.-
- Puedo cuidarla sola.- Insistió.
- Claro que puedes. Tu haz lo que tengas que hacer mientras me pongo cómodo contigo. - La aferró de la cadera.
Su pene ya estaba duro con el solo roce con su trasero.
- Nunca lo hicimos en el cuarto de alguna de nuestras niñas...- Le ronroneo al oído.
- Estás enfermo. ¿Cómo se te ocurre? - Lo empujó con fuerza asqueada.
- No te veo hace días. ¿No sabes las locuras que hacen los maridos cuando sus esposas los dejan con ganas? Rachel tu no me quieres dejar con hambre de ti... ¿no?-
La tiró con facilidad contra una pared.
Era tan fuerte...
Si utilizaba sus poderes contra él nada la pararía de matarlo por sus insinuaciones.
Y matarlo no era una opción.
Nunca. Lamentablemente...
- Dick vayamos a nuestro cuarto por favor.-
- No. Me gusta la idea de probar aquí.- Ni siquiera notó el vestido llamativo que llevaba debajo de su capa.
Solo quería destrozarle el atuendo con sus manos y tomarla ahí mismo.
- Por favor. Para. Te prometo que tengo buenas noticias que darte del viaje con Tim. Todo salió mejor de lo que planeamos...-
Estaba comenzando a temblar de la impotencia.
- ¿Enserio? ¿Cuántos ceros?-
- Siete y mañana mismo estará todo en tu cuenta.- La soltó de inmediato al escuchar el número.
- Vaya. Estoy sorprendido. Esto te da cinco minutos entonces.-
Asintió.
Hasta a esos juegos estaba acostumbrada ya.
Se marcho y ella rápidamente se acomodo las prendas que el infeliz rompió.
Se acerco a la niña.
- Algún día vivirás en un lugar hermoso con un castillo donde a ti te tratarán como a una princesa, hermosa. Allí no tendrás nada de que temer. Te lo prometo.-
No le respondió nada.
Aún dormía.
- Nunca te quedes con Dick a solas. Es en la última persona que debes confiar.-
- ¿Qué cosas dices mamá? ¿Cómo le vas a decir a mi hermana que no confié en su propio padre? Ay, no. No me digas que es verdad todo lo que dicen en el colegio.-
- Dime Cassandra. ¿Cómo y cuándo diablos aprendiste a ser tan venenosa?-
- ¿Mami cómo me dices algo asi?- Se llevo una mano a su pecho.
Raven se levanto y camino hacia su hija mayor.
- Escucha. Si te atreves a hacerle daño a tu hermana por más mínimo que sea te juro que yo misma te lo haré el doble ¿Entendido?-
- A mi papá no le gustaría saber que me hablas en ese tono, mami.-
- Y a ti no te gustaría hacer enojar a la abuela de tu hermana. Ha torturado a niñas más pequeñas que tú. ¿Sabías? No necesito decirte quien es porque eso ya lo sabes niña lista. Solo necesito deshacerme de tu papi unos días y estarás en nuestras manos...-
La miro desafiante.
- Que tengas buenas noches, Raven.-
- Buenas noches, hijita.- Le regalo una sonrisa.
Su hija o no ... ninguna niña la iba a amenazar de esa manera.
Después de todo si no la ponía en su lugar ahora sería incontrolable de adulta.
Acarició el cabello de Helena y cerro la puerta de su cuarto.
Ya nadie la molestaría por esta noche.
Helena mantuvo siempre los ojos cerrados pero siempre lo escucho todo.
Una lágrima se escapo de sus ojos cuando la dejaron todos por fin sola.
Raven entro a su cuarto con una mano en su cabeza.
Estaba cansada.
Agotada.
No podía creer como su propia hija se atrevió a amenazarla directamente.
¡Con Dick!
Dick. ¿Dónde estaba?
- ¿Dónde estás? Sal que si no me iré a dormir. Estoy cansada.-
Raven se quito la capa y se acostó en su cama.
Le encantaba esa cama.
Las sabanas de edredón egipcio.
Pequeños placeres que le daba esa maldita mansión del terror donde vivía con él hace tantos años...
- ¿Cansada? ¿Acaso hiciste una escalada técnica y viste a Damian antes de venir aquí? Cuéntame, ¿Te tiro al piso y te monto como a una perra como lo suele hacer o esta vez fue un poco más caballero...?-
Apretó los puños molesta dispuesta a tirarle lo que tuviera cerca pero al verlo se sonrojo de inmediato....
Se secaba el cabello estando totalmente desnudo.
- ¿Qué haces?-
- Tome una ducha mientras te esperaba. Realmente necesito de ti. Esto de ser padre las veinticuatro horas me tiene agotado. -
Raven rodo los ojos.
- ¿Qué quieres?-
- Que te arrodilles y hagas lo que mejor sabes hacer.-
- ¿Podrías ser un poco más gentil?-
- Si. - Se acerco a ella y la tomo del cabello con sus propias manos obligándola a hincarse frente a él.
- Chupala y cierra la boca de una vez.-
Le siguió la corriente.
Después de todo...
Estaba mentalmente tan mal como para no poder resistirse a un sujeto como Dick cuando fue rechazada así por Damian...
Lo tomo de la cintura y lo hizo lo mejor que pudo.
- Parece que no obtuviste lo que quisiste gatita en tu viaje. Pero... para tu suerte siempre tienes aquí a tu hombre listo para la acción cuando más la necesitas...-
No paro de hacerlo.
No paro.
Estaba tan enojada...
Si todo le salía horriblemente mal.
Si ella y sus hijas estaban a merced de un enfermo como él era todo culpa de Damian.
¿Cuántas veces fue por él?
¿Para qué?
Maldito.
Raven lo hacía más y más rápido...
Dick estaba gozándolo tanto que ni siquiera era capaz de seguir atormentándola...
Estaba sin habla.
Se mordía los labios.
Gruño fuerte mientras aferro sus dedos entre sus cabellos para que no se le escapara y vacío todo lo que contenía en tantos días en su boca.
- Mierda. Mierda Raven eres tan buena en esto...-
Ella escupió todo lo que le vertió en la boca con desagrado.
- ¿Contento?- Pregunto con sarcasmo.
- Un poco pero no es suficiente.- La volvió a tomar del cabello y la arrojo contra la cama.
Hoy sería una noche larga para su pequeña viajera...
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Unos días después.
Departamento de Zatanna.
La maga sostenía a John quien no se podía mantener en pie.
Intentaba abrir la puerta de su departamento pero John no la ayudaba en nada.
Solo intentaba besuquearla.
- ¿Puedes parar? Lo estás haciendo muy difícil...-
No encontraba las llaves.
Rodo los ojos.
- ¡Eterba!- Gritó fastidiada y la puerta se abrió.
Encendió las luces para ver a una persona de espaldas frente al ventanal.
Aplausos.
- ¿Asi que la perfecta Zatanna desapareció por dieciocho años para terminar en un departamento más pequeño que mí lobby y en pareja con un comadreja como esa? Vaya, me esperaba todo menos esto.-
- ¿Quién te crees que eres para decirme algo como eso?-
- Me disculpó por no presentarme aunque ya deberías conocerme. No creo haber cambiado tanto pese a los años. Soy Zachary ¿Cómo diablos no me reconoces?-
Lo miro de arriba a abajo.
Delgado. Pelinegro. Sus pupilas idénticas a las de todos los Zatara por siglos.
Ojos delineados cual felino metrosexual...
- ¿Te maquillas? No te engañes Zee. Este sujeto es un impostor. Giovanni jamás hubiera tenido un hijo que se maquille como niña.-
- Que sujeto más desagradable... Yo jamás pensé que una Zatara andaría con una escoria como tu.-
- ¡Axadrom erbos le!- Pronunció y una mordaza apareció sobre la boca de John.
La maga recostó al inglés en un sofá.
- Realmente eres mí primo.-
Zachary estaba fastidiado por su mirada.
Era como si lo viera por primera vez...
- ¿Esto es una broma?-
Negó.
- Perdí la memoria. Supe de ti recién cuando recibí tu carta, Zachary. ¿Entiendes? -
Abrió la boca sorprendido.
- ¿Cómo? ¿Qué? ¿Tuviste una conmoción tan grande que terminaste con un sujeto como este, no? ¡Zee me alegro mucho haber venido hasta aquí para rescatarte de está basura!- Dejo de lado su enojo y ahora tenía tanta...
Tanta pena por su prima.
La abrazo con fuerza suspendiendola en el aire por un instante.
- Me divorcie de Cecile. Se que no la recuerdas pero me case con ella, estuvimos bien dos años y de pronto la perra me pidió el divorcio. Fuimos a juicio y me quito la mitad de mis bienes. Me hizo elegir entre los autos de colección de mi papá y mí mansión. ¿Puedes creerlo? La pasé tan mal por un año, tan angustiado que mí cutis nunca volvió a ser el mismo.-
La abrazo más fuerte y como un chiquillo comenzó de pronto a sollozar.
- Te necesite tanto. No sabía que hacer. Con quien ir. Tenía ganas de matarla. Tu me advertiste de que no era una buena mujer y no te hice caso. Era tan joven y estúpido. Cuando le puse el anillo en mí defensa había bebido mucho. Fue en Las Vegas...-
- El dolor de cabeza me está matando. Zee callalo de una vez. Pensé que vendría un hombre. No un renacuajo. Ni pelos en la barbilla tiene aún.-
- Disculpa simio pero tengo una edad entre veintisiete y cuarenta. -
- ¿Qué clase de respuesta es esa?-
- Un sujeto importante como yo no anda ventilando su edad en público tarado. Confórmate con eso y en cuanto a los pelos. ¿Puede ser algo más desagradable y sucio que eso? -
Toda la situación le saco una risilla a Zatanna.
Quizás no lo recordaba pero toda la situación se sentía tan familiar...
No necesitaba recordar a Zach para estar cien porciento segura de que era su primo.
- Necesitamos tu ayuda. - Pregunto tímidamente.
- No se cómo recuperar la memoria de alguien. Los objetos son lo mío, no las personas.-
- No Zach. Mí memoria no volverá y es por eso que necesitamos de un Zatara para completar un ritual.-
- ¿Qué sabes de demonios renacuajo?-
- Esos seres no existen. Mí padre me ha contado historias... Cuentos para asustarme de niño. Nada más.-
- Debi suponer que Giovanni iba a ser un pésimo padre. ¡Crio un inútil!-
- ¡Insulta a mí padre una vez más y te demostrare que puede hacer este "inútil" viejo!
- Aún estando muy ebrio puedo hacerme cargo de ti con un ojo cerrado bebé de Giovanni.-
Zatanna lo tomo del brazo al joven.
- Mí papá de niña también me enseñó muchas cosas a través de cuentos Zach y créeme cuando te digo que todo lo que te contaron no es fantasía. Los demonios son reales y están entre nosotros. El más terrible de ellos busca poseer una niña para volver a la Tierra y poseernos a todos bajo su yugo.-
- Eso no puede ser cierto...-
- Ven Zach. Necesito hablar contigo a solas. -
- ¿Que? Pero Zee... ¡Soy parte de la familia!-
El mago lo vio con desagrado.
- Sobre mi cadáver mí prima terminara sus días con una sucia rata como tú.-
Se rió provocadoramente.
- Nunca pensé en el casamiento pero con tal de fastidiarte renacuajo ya pienso esa opción.-
- ¡SOBRE MI CADÁVER, RUFIAN!-
- Ya paren por favor. Ven.- Lo tomo de la mano y lo llevo a su despacho.
Sería imposible tener una conversación adulta con John presente.
Quería contarle todo lo sucedido, quería saber más de su tío, de su familia...
Estaba segura de que pese a que Zachary se veía como un niño caprichoso había más poder en él de lo que se veía.
Además ... Parecía un buen chico.
Iba a ayudar.
Tenía que hacerlo.
Los Zatara siempre fueron y seran protectores de la Tierra.
Zachary no sería la excepción.
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Gilbert High School
Cassandra y Helena llegaron juntas al colegio.
Helena se ausento por varios días luego del episodio de esa noche...
- Enserio. Aunque nos vean todos bajar del mismo coche, nadie puede creer que siquiera seamos medias hermanas.-
Helena suspiro.
Se acomodo los lentes.
Ni siquiera podía ver bien sin ellos.
- Cass. ¿Qué haces ahí? Ven. Ya llegó el profesor de gimnasia. -
Se mordió los labios al escuchar de él.
Era una delicia...
- Bien. Adiós hermanita. Tengo asuntos de niñas grandes que atender. Intenta no hacer el ridículo ¿Si?-
La ignoró. Siempre era una pesada con ella.
Camino sola a su primera clase ...
Sola.
Ninguno de sus compañeros le hacía caso.
- Helena. Llamé a tu casa varias veces pero siempre me atendía tu hermana y me decía que no estabas. ¿Qué pasó contigo?-
La inspeccionaba de pies a cabeza intentando buscar algo fuera de lo normal en ella.
Pero ...nada.
- Nada. Tuve un accidente doméstico nada más. Soy muy torpe, lo sabes.-
- Faltaste varios días. Estaba preocupado por ti. ¿Porqué no me llamaste tampoco?-
- No le caigo bien a tu mamá, lo sabes. No quise molestarla.-
- Al diablo con mí mamá. Sabía que Raven se fue del país. No me gustaba la idea de que te quedes con ese sujeto en tu casa.-
- Jake. No hables así de mí papá.-
- Ese sujeto está mal.-
- Entremos a clases.- Aferró los libros que llevaba contra si misma y aceleró el paso.
El timbre sonó y ella entro rápidamente.
Jake se quedó mirando como huía de él una vez más.
- Niño. ¿Qué haces?-
Se dio la vuelta inmediatamente al escuchar esa voz.
- Papá ¿Tu que haces?-
- Te olvidaste tu proyecto en casa y tu madre me obligó a que venga hasta aquí a traertelo. Ya veo porque ni siquiera te diste cuenta de mí presencia. Estabas concentrado en otras cosas...-
- No se de que hablas.-
- Conmigo no te hagas el idiota.-
- Solo hablaba con Helena. Falto por varios días y quería saber que le paso.-
- No te puede gustar Helena. Esa niña está prohibida para ti. No lo puedo creer. No puedes estar haciéndome esto...- Jason se llevó una mano a la cabeza.
El niño era una patada en el trasero desde pequeño pero esto superaba con creces cualquier cosa.
Helena era la hija de Raven y Damián.
No iba a dejar nunca que su hijo cometiera sus mismos errores.
No.
- No tengo nada con Helena. Vamos a la misma clase y quería ponerla al día. Solo eso.-
- ¿Me ves cara de idiota? Te importo siempre un cuerno las clases y la tarea. No. ¡Ni se te ocurra, Jake! ¡Sus padres son gente peligrosa! Estan mal de la cabeza.-
- ¿Me lo dices tú? ¿Esto es una broma?-
- Salí con Raven por un tiempo ¿Entendido? Si Helena llega a ser la mitad de manipuladora que su madre la vas a pasar muy mal, niño. Te estoy cuidando. Hay muchas chicas aqui. Búscate otra.-
- Somos solo amigos. Además.. tu conoces a Helena. Es una niña tímida. Muchos aquí incluso se burlan de ella porque es ...diferente.-
- Jake. No te lo diré más. No te acerques a ella. -
- Obligame, Jason.-
- No me pruebes niño que puedes terminar muy mal.-
- Me tocas un pelo y me voy a la casa de mí abuelo.-
- ¿Me amenazas con el anciano Wayne?-
- Si y le diré que me golpeaste otra vez. Quizás por fin me libre del peor padre del mundo.-
- Esto es increíble...- El chico era una pesadilla.
Tan terco...
Tan obstinado como él cuando tenía su edad a decir verdad.
Lo dejo con la palabra en la boca y desapareció entre el resto de los chiquillos.
Miro hacia el segundo piso inmediatamente.
Nada.
Sentía una presencia que lo observaba desde allí.
No podía estar equivocado.
Observo todo a su alrededor.
Nada...
Estaba en alerta, tanto que una de sus manos estaba ya en uno de sus bolsillos dispuesto a atacar cuando fuera necesario...
- Jason. Hace mucho no nos vemos...-
Volteó para ver a una bonita niña con una faldita muy pequeña delante de él.
Llevaba una caja enorme en sus manos.
Esos ojos ...
- ¿Cassandra?-
Asintió.
- ¿Tanto cambie?-
- Si. Ya eres toda una mujer. No sabía que venías a este Instituto también. ¿Quieres que te ayude?-
Negó.
- Esto no pesa nada descuida. - Lo dejo en el suelo.
Sus ojos se humedecieron.
- ¿Podría hablar contigo después de clases?-
- No lo sé. No creo que tu padre esté de acuerdo.-
- Eres mí tío. No le veo nada de malo. Por favor ...necesito decirte algo importante de mí mamá. -
- No. ¿Que podría hacer con tu mamá yo?-
- Por favor, tío Jason. Es importante. -
- No entiendo.-
- Ya te lo he dicho ven a buscarme y hablamos. Me esperan.- Recogió una vez más la caja y se fue dejándolo pensativo.
Con curiosidad..
Cerro los ojos y apretó los nudillos.
¿Y si necesita mí ayuda?
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En el Instituto ...
- Todas pueden irse menos tu.-
Helena miro a su profesor sorprendida.
- ¿Porqué profesor?-
- Porque tus flexiones fueron lamentables. Hasta una niña de primaria las puede hacer mejor.-
Varias de sus compañeras se rieron de ella.
- ¡Silencio! Largo de aquí o todas se quedaran a hacerle compañía.-
De inmediato se callaron y se levantaron de sus lugares.
Casi huyendo del gimnasio.
- Profesor. Pronto vendrán a buscarme. Era mí última clase. -
- ¿Enserio crees que me importa algo como eso? Cien flexiones ahora.-
Asintió nerviosa.
Era tan mala para todo lo físico.
El extremo opuesto a su hermana cualquiera diría.
Era asmática.
No tenía mucha resistencia naturalmente.
Cien flexiones le parecian algo imposible.
Quizás si hacía la mitad el profesor sentiría pena por ella y la dejaría marcharse.
Solo debía poner lo mejor de si misma para llegar al menos a cincuenta.
Apoyo rodillas y manos a cada lado.
Primera.
Segunda.
- ¿Estás bromeando? ¡MÁS ABAJO!- Piso su espalda y la presionó contra el piso.
- Empieza de nuevo.- Intento subir pero la fuerza que hacía sobre ella era mucha.
Sus brazos eran muy delgados.
- No puede hacerme esto ...-
Esto estaba mal. Era incorrecto. Por más exigente que fuera un profesor no estaba bien algo así...
- ¿Te crees que por tu apellido no puedo hacer lo que quiera contigo? Eres menos que nada sin él. Mírate. Ni una flexión puedes hacer...-
Intento levantarse.
Los brazos le temblaban.
Estaba a diez centímetros del suelo.
Cayó.
- Bien. Otra vez. Te quedan noventa y nueve para ser libre princesa.-
Humillante.
¿Quien era ese sujeto?
Era la primera vez que lo veía y actuaba como un cretino con ella.
Soportar que sus compañeras la trataran como basura era algo a lo que estaba acostumbrada.
Pero ... ¿Un profesor?
Esto era demasiado.
- ¿En qué piensas? Acaso .. ¿Pretendes acusarme con tus padres? ¿Cómo puede ser haya una Wayne tan patética...? - La piso más fuerte.
- No puedo levantarme si usted me hace eso, profesor.- Estaba acalorada.
Transpiraba del cansancio.
- Creo que es hora de que sean exigentes contigo. -
Siguió intentando subir.
- No puedo...-
- Hablaré claro. No me gusta tu cabello. Es muy largo. No es práctico. Ni siquiera tienes la consideración de amarrartelo. - La agarro del pelo y lo amarro con una cuerda.
Tan fuerte que pensó que le arrancaría de un tirón unas cuantas mechas.
- Está enfermo. ¿Qué le hice para que me haga esto?-
- Existir. Detesto a las niñas inútiles como tu.-
Su respiración de hacía más pesada...
Estaba sudando mucho ya de la angustia que le producía ...
¿Como podía ser que no hubiera nadie por allí?
- Creo que tendré un episodio.-
Tomaba bocanadas de aire.
Cada vez más rápido.
- ¿Asma? ¿Hablas enserio?-
- Si. Por favor. Necesito ayuda.-
Rodo los ojos.
La agarró del brazo con fuerza.
Estaba segura que más de una marca le había dejado encima.
- ¿Dónde... dónde me lleva?-
- Cállate.-
La llevo hasta los vestuarios.
Encendió las duchas.
La arrojo debajo del agua y ella grito por ayuda.
Respiraba más agitada.
Cambio la temperatura del agua estrepitosamente.
Caliente.
Hirviendo.
Ella se arrodilló en la regadera.
- Por favor ¡BASTA!- Dijo a gritos.
Otra vez cambio la temperatura.
Frío.
Calor.
Frío.
Calor.
- ¡LE HE DICHO QUE BASTA! - Se levantó del suelo y lo empujó tan fuerte que el sujeto termino contra los lockers que estaban a unos metros.
Estaba sorprendido.
Helena salió corriendo de allí tan rápido como pudo.
Con la esperanza de encontrar a alguien.
A su hermana quizás...
A alguien.
Su celular estaba en su bolsillo.
Intento llamar a su madre pero por el agua quedó inutilizable.
- No puede ser.- Arrojo el celular a un tacho con rabia.
Dio la vuelta por un pasillo para caer al suelo al toparse con alguien por fin.
- ¿Qué haces tu corriendo?-
- Papá. Por favor, llévame a casa.-
- ¿Qué te sucedió?- La miro sospechosamente.
- Nada. Solo sacame de aquí. ¡Por favor!-
- Bien. De hecho vine a buscarte. Cass volverá sola a casa. Tiene cosas que hacer.-
Asintió.
Subió precipitadamente al vehículo.
Dick le siguió el juego.
Arranco el vehículo y se marchó de allí.
La chiquilla era extraña pero esto...
Era nuevo.
- No llevas tus lentes.-
Eso era cierto.
Se le cayeron en las duchas seguramente.
- Si. No me di cuenta. Porque... Veo bien de hecho. - Parpadeo varias veces y se vio sus propias manos.
- Tienes hipermetropía.-
Asintió.
- No se que sucede pero veo bien.- Acercaba y alejaba sus manos una y otra vez.
- Okey. ¿Me podrías decir que haces toda empapada?-
Podría.
¿Pero si no le creyeron nunca nada de lo que le sucedió antes porque creerle que un profesor le hizo todo aquello?
- Unas chicas me jugaron una broma.-
- A tu hermana jamás le pasaron estás cosas. No te imaginas cuanto te pareces a tu madre.-
- Mamá es fuerte.-
- Claro que lo es. Hoy. Pero antes... antes era igual a ti. ¿Y sabes cómo termino? Junto con un perdedor. De no ser por mi hoy tu madre andaría con un drogadicto bueno para nada.-
¿Qué responder a eso?
- Jake es un bueno para nada por ejemplo. Tu hermana me ha dicho que los vio juntos. ¿Tienes algo con él?-
Negó enérgicamente.
- Solo es mi amigo. Nada más.-
- Eso no es lo que dice Cass. Me dijo que una vez los encontró a solas en un aula. Muy...cerca.-
- Eso es una mentira.-
- ¡ MI HIJA NO MIENTE!- Grito y golpeo el volante con tanta fuerza ...
Con tanta violencia.
- Perdona.- Se disculpo.
Volvió a sonreir más calmado de pronto.
Era una montaña de rusa de emociones.
Siempre lo fue...
- ¿Ya cogiste con él?- Pregunto casualmente.
- NO. No. Claro que no.-
- ¿Te das cuenta? Lo mismo decia tu madre a tu edad. y ¿Sabes qué? MENTIA.-
- No miento. Te lo juro. Él no me ve de esa manera.-
- La misma mosca muerta que Raven... ¡A ambas le gustan los perdedores y lo niegan, LO NIEGAN, LO NIEGAN!-
- No. No te miento. Yo jamás estuve con Jake de esa manera ni con nadie más.-
- ¡SI QUE LO ESTUVISTE!-
- No. No.- Sus ojos estaban llenos de lágrimas.
No sabía como hacerle entender que eso nunca paso.
Aparco el vehículo en el medio de la nada.
A un costado de la ruta.
Debajo de un árbol.
- Demuéstralo.- Solo le dijo.
- No se cómo. -
- Quitate la ropa y te explico.-
Comenzó a llorar sin tapujos ahora.
- No. No quiero. No puedes pedirme algo así...-
- TE DIJE QUE TE LA QUITES.- Tironeo de su camisa con tanta fuerza que la rompió en dos pedazos con facilidad.
- ¿Cómo se te ocurre andar así con la camisa toda mojada en una escuela llena de chicos? ¿Ves como eres igual de mujerzuela que tu madre?-
- No me hagas esto...Haré lo que me pidas pero esto no.-
Le dio una bofetada tan fuerte que por unos cuantos segundos la vista se le nublo totalmente.
Le quito la falda de otro tirón.
- Una mujerzuela idéntica a tu madre y ese Jake es igual a Jason. Siempre esos sujetos detrás de lo que me pertenece. Pero esta vez no se los voy a permitir. No ... esta vez no.-
- ¡AYUDA! ....¡AYU,,,DA, por f...favor! Ma...mamá. Mamá...-
No podía parar de llorar.
Simplemente no podía.
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Departamento de Zatanna Zatara
Raven toco la puerta con insistencia.
Claramente podía entrar sin problemas pero prefería ser cortés.
Después de todo acordó con la maga que no asustaría a su pequeño primo recién llegado a Gotham.
Según ella "no le quedaban dudas de que era familia".
Quería comprobarlo con sus propios ojos.
Estaba ansiosa.
Quería ver a la única esperanza que le quedaba de salvar a Helena de su padre...
La única esperanza de acabar con todos los demonios que la atormentaron siempre desde niña.
El sujeto era lo único que le quedaba.
Abrió la puerta finalmente.
- Oh, mi dio. Tú no puedes ser la mitad demonio de la que me hablaba el imbécil y mi prima.-
Raven paso al departamento ignorando la mirada de arriba abajo que le daba el sujeto.
Lo miro fijamente.
- Zatanna me ha dicho que no quieres cooperar. Te lo dejaré en claro.
La vida de mi hija esta en juego. Si mi padre llega a tomar control de su cuerpo vendrá aquí y antes que a nadie destruirá a todo ser mágico que haya en este planeta incluyéndome. ¿Sabés porqué? Porque no es estúpido. Se deshará de todo aquel que pueda ser un obstaculo para conquistar la Tierra. ¿Comprendes?
Ya puedo imaginarme tu linda cabeza en una pica decorando el trono de Trigon y...-
- Acepto.-
- Disculpa. ¿Qué has dicho?-
- Que acepto. Estoy a tu entera disposición cuando quieras. Mi casa es tuya. Hay una biblioteca enorme que me dejo mi padre llena de libros que podrían sernos útiles.
Estoy seguro de que si trabajamos juntos encontraremos el hechizo que utilizo mí abuelo para sellar a Trigon en el infierno y dejé en paz a tu hija.-
- Okey. De acuerdo. Pensé que querías largarte y no ayudarnos .. eso fue lo que me dijo tu prima.-
- ¿Enserio te dijo eso? Creo que divaga la pobre. Tiene tan tocada la mente la pobrecilla que me mal entendió. Yo dije claramente que necesitaba volver a Italia a buscar algo que nos pueda ayudar.
Jamás dije que no quería colaborar. Además amo a los niños. Daría mí vida por cualquiera de ellos.-
Raven tenía alzada una ceja.
El sujeto la dejaba sin habla.
- Bien. Bien entonces ¿Qué habilidades mágicas te dio la ruleta de la genética a ti Zachary?-
- Me encantaría mostrarte mí poder pero estoy agotado. Estuve practicando muy duro hasta tarde y me acabo de levantar. Ni siquiera desayuné. No tengo energías ni para conjurar un ramo de rosas. ¿Tu has comido algo?-
Negó.
- ¿Te invito te parece? Me encantaría saber más de tu niña y de tu padre ahora que te tengo aquí.-
Asintió.
- De acuerdo...- Le dijo con cautela.
Lo miraba sorprendida.
- ¿Qué pasa?-
- Es que tu prima te describió de otra manera. No pensé que serías tan ... Agradable. -
Sonrió nervioso.
-
¿Ves? Nunca debes dejarte llevar por lo que digan otros de uno... Mí prima es una persona muy confundida. Tu ya sabes. Imagina como debe estar su cabecita para estar con alguien como ese sucio inglés...-
- Tienes un buen punto Zatara. -
- Por favor, llámame Zach. Háblame con confianza bella donna.- Tomo su mano y la beso con suavidad.
Ella se tenso.
- Vuelvo en un minuto. Voy por mis tarjetas y estoy contigo.- Se fue corriendo rápidamente dejando a Raven muy confundida.
Zatanna no paro de decirle que era un patán. Hasta le pidió, no, le rogó que no le hiciera daño. Pensó encontrarse con una pesadilla y sin embargo el tal Zachary era ...
..un sueño.
¿Estaré hablando con la misma persona?
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Mansión Grayson
Dick estaba sentado en la mesa ojeando el periódico.
Tarareando una canción.
Helena se acercó y se sentó en la cabecera opuesta a él.
Él la miro de reojo.
- Es de mala educación llegar tarde a comer. Tu hermana se tomó las molestias de hacernos la cena porque tu callejera madre anda vaya uno a saber dónde a estás horas de la noche.-
- Tenía tarea que hacer.-
- Cuando venga Cassandra asegúrate de pedirle disculp...-
La joven de cabellos oscuros entro al comedor con una bandeja enorme.
Tres platillos habían en ella.
Dejo uno frente a su padre.
Otro en su lugar y por último le llevo a Helena su porción.
Los platillos estaban cubiertos por una tapa.
- Dime hermosa , ¿Qué delicia le preparaste a tu padre hoy?-
- Es solo un caldo. En mí corral habia un gallo que se atrevió a picotearme el brazo la semana pasada. Me cansé de él y hoy decidí cocinarlo. Es una receta china. Te aseguro que la sopa está exquisita.-
- Nena. No te hubieras molestado...-
- Nunca es molestia cocinar para mí familia además... como vi que últimamente estás decaída te deje la parte más interesante hermanita. -
Se mantuvo al lado de Helena y le descubrió el plato.
El vapor no la dejo ver en principio de que hablaba.
Dick miraba muy interesado la escena.
La cabeza.
La cabeza de su gallo flotaba en el caldo de su plato.
- Te veo tan pálida últimamente. Necesitas comer bien. La proteína de este platillo no permitirá que te andes desmayando por ahí por no andar comiendo bien...-
Helena vio a su hermana y a su "padre" por breves segundos.
Fijo su mirada en la cuchara y agarró la cabeza entera del animal.
Sin dudarlo ni un segundo se la llevo a la boca y mastico lentamente.
Lo trago y se relamió los labios.
- Gracias. La verdad que si... Estuvo exquisito.-
Dick mantuvo la mirada fija en ella.
Cassandra la miro sorprendida.
Suspicaz.
- Iré por la bebida entonces.- Corto el silencio tenso que había allí la mayor.
Dick iba a decir algo pero el teléfono sonó.
Era Artemisa.
Clavó la vista en Helena y se levantó de su silla.
- Dile a tu hermana que estaré en mí despacho. Tengo una llamada importante en la línea. -
Asintió.
Él camino hacia la salida ...
- ¿Podrías decirle que le diga a Jake que mañana lo veo? Debe estar preocupado por mis inasistencias. - Se limpio la boca cuidadosamente con la servilleta.
Detuvo su paso casi inconscientemente.
¿Pero cómo sabe quién...
Un rayo golpeó la ventana y las luces se apagaron.
A Dick se le cayó el teléfono de las manos.
Levanto la mirada y la tenía enfrente.
- ¿Qué te pasa papi? ¿Acaso le temes a la oscuridad?-
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Por si no quedo claro, Jake es el hijo de Jason y Artemisa. Veremos más de él sin dudas.
¿Que tal? Que les pareció? ¡Me avisan!
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