Bueno, este capitulo fue muy dificil de escribir. De hacer.. es más no tenía muchas veces palabras adecuadas para usar sin terminar usando modismos de mi propia cultura.. o mucha vulgaridad. Es más.. fue el Lemon más dificil que escribi ... Porque? Porque aca si hay una verdadera repulsión  (Entre los personajes) que me fue dificil de plasmar y más desde el punto de vista de un hombre, My god ! jaja Dios que desastre. Espero que les agrade.

ADVERTENCIA. Lemon fuerte (en mi opinión) y algo descriptivo (aunque pudo ser más y borre algunas escenas que en un principio escribi jaja) y... CAPITULO DIVIDO EN DOS PARTES. 

Comenten por favor ! Inspirenme.. aporten a la historia que los leo siempre !

Ah y les tiro el nombre de la canción que me ayudo a focalizar en como describir a Raven en este capitulo. Si entienden la letra van a ver que es perfecta! " Sexy Naughty Bitchy Me " de Tata Young. Asi la encuentran en Youtube. Desde el primer instante me pareció ideal.

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Capitulo IV: Dia 4: Parte I "Lazos de amistad"

Advertencia: RATED M  (Hay una imagen, no explicita pero lo adapte al momento de la historia. Perdon si hiero suceptibilidades)

Raven miraba por su ventanal la lluvia. Era cerca de medianoche. En sus manos tenía una copa de vino dulce.

Dentro, su habitación estaba iluminada solo por velas. Ese ambiente místico y misterioso... sensual que solo daban las velas la tranquilizaba.

Tomo un sorbo.

Ella pensaba como seguir. Que hacer...

Hablo con Alex. Lo que hablo con él, la dejo más nerviosa aún.

Alex idolatraba a Robin. En un año Grayson fue al menos ocho veces a New Orleans. Se hizo un gran amigo del niño con regalos caros y salidas relámpago incluso fuera del país.

Como paso esto? En gran parte era su culpa. Ella sabía que por decisión propia se alejó de Alex para no involucrarlo en su tormentosa vida.

Poco tiempo después que nació y su madre murió, viajo a Inglaterra.

En Inglaterra Raven estuvo al menos un año.

Speedy fue a verla muchas veces. En parte Raven comenzó a creer que Roy se metió al circuito profesional para hacer giras y tener una excusa para estar más cerca de ella.

Como olvidar las estupideces que hacías Roy... Me cubriste en todo lo que te pedía. Me has cumplido aunque te negaste al principio la fantasía de estar con dos hombres al mismo tiempo. Tu mirada era fuego mientras me veías con otro más. Creí que no ibas a aguantar... Pero lo soportaste... lo hiciste porque no querías fallarme. Porque no querías que te viera débil.

Pero ahora....

Sonrió amargamente. Tomo otro sorbo.

Estaba en un pijama de seda natural con terminaciones de encaje negro y una bata haciendo juego. Se suponía que en cualquier momento iba a llegar Robin e intentar entrar por esa puerta.

Otra vez la había cerrado.

Ella era inteligente, sí. Por eso no dudaba de que había una gran probabilidad de que todo fuera cierto.

Roy desde niño nunca supo mentir. Si sabía que cuando me juro que no estuvo con Terra más que esa noche de la fiesta de Starfire era mentira... Su rostro me lo decía. Sabia también que cuando me juro que no lo volvería a hacer lo haría también porque...

Porque me molestaba.

Porque me amaba. Porque en su ingenua mente piensa que eso tarde o temprano me iba a dar celos y le iba a reconocer que yo también lo amaba.

Pero eso jamás iba a pasar.

No, no lo amaba pero tampoco podía dejar de sentir rabia.

Él era lo más cercano que tenía a alguien de confianza...

Si hubiera tenido que elegir a alguien con quien tener hijos hubiera sido Roy sin lugar a dudas.

Era el hombre perfecto para ese rol.

Otro sorbo.

Y ahora me vas a dejar asi, Roy? No. Nunca lo voy a permitir. Si no tienes las agallas yo si voy a salvar lo nuestro.

Siempre me salvaste tú a mí. Te debo muchas. Quizás algún día te de un niño pelirrojo al que le puedas enseñar a tirar tus flechas a cambio...

Un relámpago ilumino su rostro y solo en ese instante se podía ver su mirada vidriosa.

Robin estás tan acabado...

Una de sus manos se apoyó contra la ventana. Necesitaba estabilidad.

-Me voy a casar...- Era la primera vez en horas que sus labios pronunciaban palabras.

-Ángel, puedes por un minuto dejar de ser tan patética?- Estaba detrás mio.

Quién más, no? Jason Todd siempre como una sombra detrás. Como diablos no supe que desde otra habitación se podía entrar a mi cuarto?

-Pensé que te había dicho que me dejarás en paz hasta mañana. Todavía no es medianoche. Vete.- Seguía sin darse vuelta. No quería verlo.

Tomo otro sorbo.

-No, no es solo él evidentemente. Parece que también Robin te comió la lengua gatita. Cómo crees que Robin maneja la empresa Wayne? Siendo un imbécil que hace todo lo que su mujercita quiera? Tú también fuiste buena para sus negocios. Le muestra a los demás que es un romántico, enamorado que solo tiene ojos para su mujer, lo subestiman y después se queda con sus pequeñas empresas y a ti... a ti te usa de adorno. Un bonito adorno.-

-Dónde está Robin?-

-Llamo y dijo que no volvía a casa hasta mañana. Supongo que debe estar en sus "cosas" de oficina...- Jason iba a seguir pero no pudo evitar dar una carcajada burlona.

-Suficiente, vete.-

-No, vine para saldar mi deuda. Nos queda un rato antes que sea otro día.- Su voz era algo dubitativa. Era tan fuera de lugar de parte suya y eso le llamo la atención.

Raven se voltio a verlo.

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Raven Roth POV (AKA Rachel Roth)

No quiso verse débil ni estúpida pero fallo miserablemente. Se le cayó la copa que tenía en la mano.

-Qué crees que estás haciendo?-

Jason estaba completamente sin prenda alguna encima.

Musculoso, los abdominales de su estómago bien marcados y evidentemente muy firmes.

Sus piernas tonificadas y largas me hacían recordar que yo era muy pequeña en comparación a él.

Siempre veía a Jason desde lo alto de mis stilettos que eran mi obsesión para contra restar mi falta de altura. Estar junto a Starfire me hacia ver seriamente minúscula. Mi único consuelo era que los hombres con los que me cruce nunca se quejaron por eso.

Mire luego su rostro omitiendo un detalle más abajo en su cuerpo. Su cabello estaba despeinado y él se veía serio. Estúpidamente serio porque ante esta situación particularmente no sabía si reir o correr. Pero seria no podía estar. Esa no era una opción para mi.

Jason por fin hizo algo... Llevo una de sus manos a su cabello y lo revolvió. Lanzo una carcajada notable.

-Deja de esforzarte tanto en evitar verlo. Quien diría que después de ver a tantos te ibas a poner vergonzosa conmigo. Es de no creer lo tuyo, cuñada.-

No deje de mirarlo a los ojos fijamente aún.

-No estoy interesada en ver nada. No cojo con perdedores que necesitan forzar a niñas para tener un polvo o ir tras las más estúpidas del abanico para sentirse poderosos.-

-Ah, eso es. Celosa porque fui por tu amiga antes que por ti. Tú me das asco, Ángel. Para mi no eres más que una puta cara. Pero te debo una... -

-Asi que me piensas pagar el favor que te di cogiéndome? Tu narcisismo es increíble.- Camine hacia él.

-Sí, porque no? Lo veo como un favor porque pienso tener cuidado contigo... Dudo que podrías resistir mi ritmo.- Cuando termino de pronunciar la última palabra tome entre mis manos su virilidad y no deje deje de mirar sus pupilas.

-Pero mira nada más que dura que esta...para darte tanto asco creo que provoco en ti un efecto contrario al que debería ser, no te parece?-

Su rostro tenía dibujada una perfecta sonrisa sensual.

-Estoy seguro que desde que me viste tenías muchas ganas de tocármela. Mírala y dime que te parece... Quiero saber si puedes decirme que no te gusta.- Me desafiaba. No, no me iba verme temblar.

Mi mano seguía tomando su virilidad que estaba caliente y palpitante. Baje mi mirada y trate te mantener mi semblante estoico pero no pude. En mi rostro se dibujo una sonrisa traviesa estúpida.

De niña.

Me encantaba lo que veía y quería probarlo.

Porque estaría prohibido Jason? Que habría de mal si pasaba una noche con él?

-Oh, por dios. Hazlo de una vez y deja de hablar.- Con una mano en mi hombro con fuerza me hizo arrodillar frente a él y llevo mi cabeza contra su cadera. Tomándome fuerte de la barbilla me hizo abrir la boca y me metió su virilidad dentro.

Que bruto, hijo de puta. Mi rostro tomo calor inmediatamente porque me ahogaba. Entro hasta al fondo llegando casi a la garganta.

No estaba acostumbrada a eso. Con todos siempre tuve yo el poder sobre sus cuerpos. No ellos. Pero acá estaba... yo abatida por su fuerza de rodillas con su miembro en mi boca.

Quise sacármelo pero él seguía presionando mi cabeza contra su cuerpo. Empecé a golpearlo con mis manos e intentar sacármelo de mi.

Lo mire con odio desde abajo.

-Sin dientes o te juro que te lo haré pagar. Demuéstrame que tan buena eres y te juro que te vas a pasar la mejor noche de tu vida, ángel. Es una tregua de una hora. Mañana ninguno de los dos hablaremos de esto.-

Suspire vencida.

Era un buen trato.

Que es lo peor que podía pasar si probaba un poco del maldito Jason Todd?

Asentí. El aflojo su fuerza contra mí y me permitió sacármelo de la boca un momento. Tosí y tome aire. Lo mire y sonreí. Había algo que me excitaba de todo esto... Algo sádico que me excitaba y me dibujo una sonrisa enorme. Mordí mi labio y ya mi corazón latía a mil por hora....

Le di una lamida a la punta sin dejar de mirar sus ojos celestes con matices color plata.

-Es un viaje de ida, Jason. No conozco a nadie que no haya querido repetir...-

Lo empuje contra la cama y me coloque de frente y abri mi boca frente a él. Solo deje que mi cálido aliento golpee su sensible piel.

Vas a terminar rogando como todos...

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Jason Todd POV (AKA Red X)

Mi deber era odiarla. Mi único objetivo de pisar Estados Unidos otra vez era arruinar su perfecta vida de princesa.

A ella no le gustaban las fiestas de ricos, casi no existían fotos de Raven Roth para la prensa.

A Raven Roth la busque desde mucho antes que comenzara su relación con mi hermano...

Sin siquiera conocerme me hizo pasar un momento que hasta hoy seguía sin poder borrar de mis pesadillas.

Por su culpa lo único que sentía por las mujeres era odio. Jamás me pude involucrar con alguna sentimentalmente. Las usaba y las tiraba. Las desechaba como basura sin importar que tan involucradas estaban conmigo.

No. Solo las cogía y nada más.

No confiaba en ninguna de ellas.

Y todo fue por Raven...

Ese día que llegue a Gotham fui al Club de ricos de la ciudad y ahí mismo en poco tiempo comencé a sospechar que medio Gotham se la había cogido.

Luego intente sacarle información al más débil de todos los amigos de Robin. Wally West.

Y confirme que mi sospecha era cierta. Salvo por un detalle.

Ella se los cogía a ellos.

Wally West estaba totalmente enamorado y a sus pies... Por él supe que se cogía a su Psicoanalista casado y que tenía particular preferencia por su amigo de toda la vida, Roy Harper.

Era la misma puta que fue toda su vida. No había cambiado en nada.

Tenía particular ansiedad por conocerla de una vez esa noche aunque eso significara vestirme como un idiota e ir a una fiesta de sociedad aburrida.

Algunas niñas se me acercaron emocionadas por chuparmela y ver si podían terminar siendo la nueva "Raven Roth" de Gotham. La nueva prometida del otro Wayne recién llegado.

Me daban tanto asco las putas pero no por eso no me divertía un rato con ellas de vez en cuando.

Robin me saco de mis pensamientos y me señalo cuando bajo su hermosa prometida con su mejor amiga, la modelo estrella, Koriand'r.

Su amiga era alucinante. Delgada como toda modelo, algo demasiado bronceada, pelirroja con cabellera muy larga y luminosa pero sin embargo no podías analizar mucho su aspecto porque inevitablemente te llamaba la atención Raven.

Su piel era como porcelana. Perfectamente lisa sin ninguna puta imperfección. Sus ojos amatistas se veían aún más grandes con frondosas pestañas voluminosas y arqueadas. Su cabello era totalmente lacio y negro. Le llegaba hasta la mitad de su espalda. Sus labios eran carnosos, regordetes... Por un instante me pregunte como se sentirían sobre mi verga.

Sentí que se me endurecía un poco más cada vez que se me acercaba. Era muy sensual sin siquiera intentar serlo.

Al día siguiente seguí investigando más de ella y de su vida en Gotham. Jugué con su mente fácilmente.

Robin se hacía el idiota. Por alguna razón la dejaba tener amantes...

Decirle a él quienes eran, sentía que era estúpido. Por eso no lo hice.

Me daba la sensación de que él sabía cada movimiento de ella y por alguna razón no hacía nada.

Eso era lo que no entendía. No entendía que pretendía Robin. Quería casarse con ella pero dejaba que sus amigos la cogieran.

Eso no era normal ni para mi.

Veía a Robin... Dos o tres veces por año al menos. Fingía enamoramiento siempre me dio esa sensación. Pero no encontraba una razón para que quisiera retener a Raven a toda costa si no la amaba.. Si no la tomaba como suya.

Era frustrante no poder descifrar su plan.

-Jason... eres muy grande. Más grande que Roy te tengo que admitir. – Comenzó a chupar con hambre cada milímetro de mi piel.

Lo tomaba como si fuera el helado más dulce del mundo. Como si hace días hubiera estado sin comer y solo me tuviera a mí.

Mi estomago se endurecía y no podía dejar de tomar su cabello y llevarla más profundo.

Estuvo asi sin parar por cinco largos minutos y no pude evitar correrme en su boca. Arroje tanto que cuando su boca salió de mi, todo ese liquido espumoso y blanco mojo su ropa.

Estaba sorprendido por lo que me provocaba.

Su ropa. Se la arranque de encima y la tire contra la cama.

La destroce con violencia. La quería asustar pero ella se reía como una loca. Sus mejillas blancas estaban coloradas.

-Me encanta tu sabor, Jason.- Le di una bofetada. No dejaba de reírse. Era frustrante. Era una maldita loca.

-Mama, que es el amor?

-Qué pregunta es esa? Porque el interés?

-No sé. Supongo que solo quiero saber que es.

-Es una pregunta difícil. Eres un niño raro. Porque no haces preguntas más simples como todo niño de tu edad?

-Porque si no las buscaría yo mismo y no te preguntaría.

-Buen punto.-Ella sonrió orgullosa.

Otra bofetada.

-Sigue. Golpéame más fuerte... Vamos hazlo. Lo haces porque te encanto! Me metí en tu mente como en la de todos los demás... Eres igual de patético como cualquier otro con el que haya estado! - La bese con fuerza y con una mano tome sus caderas y comencé a bombear en ella como si mi vida dependiera de ello.

No le pedí permiso. No lo hice despacio. Fui con todo. No quería esperar más. Tenía ganas de que sea mía también. Tenía ganas de cogerla hasta llenarla con todo lo que tenía dentro y hacer que no desee nadie más que a mi.

Ella gritaba de dolor. Pero no lloraba. Seguía riendo.

-Amo esto Jason.- Gemía como una perra. Empezó a darme pequeños besos mientras seguía bombeando. Yo se los acepte. No debí hacerlo. Pero se los acepte.

Ella me tomo del cuello, clavo sus uñas perforando mi piel y me tiro a la cama. Cambio de posición.

Ahora ella estaba sobre mi.

Comenzó a montarme despacio poniendo una mano en mi pecho.

-Podría hacer esto toda la noche, cuñado. Toda la noche... – Seguía bailando sobre mi. Se acercó a mi y me comenzó a besar, lamer y sus labios llegaron a los míos.

Su pecho contra mi pecho.

-Nacimos para cogernos, Jason. No me puedes decir que no es el mejor polvo de tu vida. No puedes negármelo. – Tome una vez más sus mejillas con fuerza y la bese. Mordi su labio inferior hasta que comenzó a sangrar.

La di vuelta y la puse de espaldas. La tome de los hombros y la monte. En todo el cuarto solo se escuchaba el choque de nuestros cuerpos. Piel contra piel. No podía aguantar más. Sentía que íbamos a terminar juntos. Lo veía venir.

-El amor es ser incondicional con tu pareja. Es estar con alguien toda la vida y cuidar de esa persona especial. No querer que le hagan daño ni hacerle daño a ella.

-Es muy cursi eso mamá.

-Bueno, si tienes razón. Supongo que cada quien ama a su manera. Lo importante es que quien te acompañe le guste y se sienta bien con tu manera de amar.

Tire todo lo que tenía en mí dentro de ella y le di otra bofetada.

Clave mis uñas en sus pomulos. Tenía una necesidad de hacerle daño... Tenía necesidad de marcarla pero me frustraba que ella me diera esa estupida y sádica sonrisa.

-Jason, dios!-

Su cuerpo tembló. Su piel ardía.

Se derrumbó en la cama.

Sonreí al ver como la deje.

Se veía tan bien cogida. Su cabello era un desastre y su piel de porcelana era rojiza y llena de marcas que le deje con mis agarres y golpes.

Su labio era fuego manchado por la sangre que todavía salía de su comisura.

Respire pesadamente. Necesitaba aire.

Me recosté a su lado.

-Me alegro de que el niño este lejos de tu habitación.-

-Yo también...- Se dio vuelta y me miro sonrojada.

-Lamento no haberte conocido antes que a Robin...- Puso una de sus manos en mi pecho.

No, no. Me estaba seduciendo. Ahi venían una de sus mierdas.

La empuje.

-Esto no cambia nada entre nosotros. Nunca dejarás de ser una puta.-

Miraba al techo con una sonrisa.

-Piensa lo que quieras... Nunca olvidare esta noche y tú tampoco lo harás.-

-Ya basta, cállate de una vez.- Me senté sobre ella y comencé a presionar su cuello.

-Deja de sonreír así maldita hija de puta.- No dejaba de burlarse.

-Vamos, mátame. Vamos si tienes pelotas de matarme después de haberte dado el mejor polvo de tu vida. Hazlo. Ya estoy dentro de ti como tú estás dentro de mí.-

-ERES UNA MALDITA PERRA, CALLATE DE UNA VEZ!- Presione aún más.

-Ahora lo entiendo... ahora entiendo QUE JODI TU CABEZA Y NO SE NI COMO NI CUANDO PERO SEGURO ME FUE TAN INSIGNIFICANTE QUE NI LO RECUERDO!-

Me hizo perder el control su perra boca y presione tan fuerte que perdió el conocimiento.

La solté.

Estaba viva aún.

Y solo hasta que llegue a este punto entendí lo que pudo sentir Scott para hacer lo que hizo.

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FLASHBACK

-Scott qué haces?- Scott era un niño rico que vivía conmigo mientras terminaba mi colegiatura en Inglaterra luego de haber sido expulsado de un colegio en Gotham. Bueno, después de que ambos fueramos expulsados de ese colegio.

Nuestros padres decidieron enviarnos a una especie de Instituto solo para hombres cuya enferma directora era una de esas monjas que tenía como hábito ir con una regla de madera y quebrarle muñecas a los niños que mínimamente infringían su reglamento. Un doloroso hábito.

-Recuerdas cuando te dije que iba a comenzar clases de Tiro con arco y tu me dijiste que iba a ser una pérdida de tiempo? Bueno no podrías imaginar a la diosa que me encontré en la clase. Es estupenda y acepto salir conmigo esta noche. Le dije que quería invitarla a tomar unos tragos pero me salió con que prefería que vaya a su departamento. Puedes creerlo? Jason me golpeo duro. Es muy hermosa.-

-Qué edad tiene para vivir sola? Dónde diablos vive? No sabes de donde viene. Ve a saber si es solo una gata callejera.-

-Uno, la clase de tiro sale cien dólares. Dos, vive en Knightsbridge y ninguna gata como tú dices vive en esa zona si no tiene dinero. Tres, aunque no lo tuviera me importaría una mierda. Es una puta diosa. Cuatro, tiene nuestra edad y su familia es de New Orleans y no tengo idea porque vive sola aquí pero me gusta y tampoco me importa.-

-Estás tan estúpido... Hay algo raro en su historia. Aunque supongo que sería genial no soportar a tu tío por aquí vigilándonos día por medio y molestando con sus preguntas. – Bruce jamás me dejaría ir a algún lugar en el mundo solo... a menos que fuera el perfecto Richard. Bufé al recordarlo.

- No me juzgues. El día que la conozcas me entenderás. –

-Claro y mientras tanto abandonas a tu mejor amigo un viernes a la noche por una falda.-

-Deberías salir más, Jason. Sé que podrías tener a cualquier chica con solo decir que eres un Wayne.-

-No me importa. Vete con tu puta! - Scott rodo los ojos y se fue.

Y así...paso un año.

Scott después de clase destruía la extensión de la tarjeta de su padre y le compraba regalos caros a su perra.

Conocía a Scott desde que tenía cinco años. Fuimos a la escuela juntos, compartíamos mujeres... era como un hermano para mi.

Era mi otra mitad.

Él nunca estuvo más de dos semanas con una chica. Pensé que se iba a aburrir de esa tal Raven Roth como de todas pero... Pero pasado un mes note que estaba siempre ansioso, enfermo de los nervios y paranoico. Y sobre todo me di cuenta que lo último que iba a pasar en esta vida era que él la fuera a dejar.

Siempre me decía que sentía que ella estaba con otro. Me preguntaba que podía comprarle cada maldito día. A veces me arrastraba a una galería y me pedía ayuda con sus regalos. Llegue a verlo gastando diez mil dólares en una cadenita con forma de cuervo realizada a los deseos de su princesa. Era de plata pura ...

Era insano que le comprara algo así y que ella se aprovechara así de él.

Un año así estuvo viviendo Scott. Pendiente del celular... pendiente de sus llamados y el día que se la cogió fue él día en que entendí que había perdido a Scott.

No salíamos más juntos...Empezó a consumir cocaína que ella misma le vendía.

Intente que me la presentara, quise verla pero él se negó rotundamente.

Lo único que sabía era su nombre. Raven Rachel Roth.

Ni una foto pude ver de ella.

Un sábado y lo recuerdo bien porque llegue tarde luego de tomar unos tragos con amigos del instituto entre al departamento y era un desastre. Por un segundo pensé que nos entraron a robar hasta que vi que las cosas de valor estaban tiradas pero no fuera del lugar.

-Scott?- Lo llame. Pero no contesto. Fui a su habitación y él estaba en el suelo junto a un frasco de pastillas.

-Pero qué demonios te pasa Scott !?- Lo levante y él tosió. Sus ojos estaban dilatados y su piel había perdido la tonalidad normal.

-Amigo, me engaño. Fui a su departamento y estaba con ... con Roy Harper. Jay, tenías razón me uso. Fui un estúpido...- Sus ojos se iban cerrando y su voz se volvía cada vez más débil.

-Oye. OYE DESPIERTA!- Grite con todas mis fuerzas y comencé a zamarrearlo con desesperación.

-SCOTT. SCOTT DESPIERTA!- Grite por un muy buen rato y él jamás respondió.

Scott se fue en mis manos.

Después de eso todo fue una mierda. Fui el primero en sentarme frente a él junto a su ataúd en el funeral. Con él me quede toda la noche. Solo tenía diecisiete años y se quito la vida así. Scott no era del tipo que alguna vez imaginarias que iba a terminar así. Él era feliz antes de conocerla...

Me quede dormido con la cabeza apoyada en la madera. Lo único que recuerdo que me levante con los gritos de su madre que viajo en el primer vuelo que encontró a despedir a su hijo. Me abofeteo y me culpo por no cuidarlo.

Eso era lo único que faltaba para ese día.

Tuve que retirarme por el escándalo.

Fui al cementerio y de lejos vi como arrojaban tierra sobre su cajón...

En el entierro reconocí a Roy Harper. Era imposible no reconocerlo. Era el más joven atleta que participo ese año en una de las competiciones de la FITA en Londres. Logro un cuarto puesto y salió en todos los medios locales por su joven edad y mérito. El tiro con arco era un estúpido oligárquico tradicional deporte en Inglaterra popular entre la creme.

Roy Harper estaba acompañado de una mujer vestida de luto y pequeña. Con una túnica sobre su rostro. Ella estaba en su regazo.

Supe de inmediato que era Raven Roth. La muy maldita estaba ahí y no yo porque la estúpida madre de Scott no me dejaba acercarme.

Trate de ir a confrontarla. Quise gritarle que era una asesina en su cara pero la seguridad de la familia de Scott me detuvo. Intente luchar pero me sacaron de ahí arrastras.

Ella se voltio a verme y junto a Harper se acercaron entre ellos y murmuraron algo. Subieron a un coche y se fueron-

Los criminales se fueron impunemente y yo era tratado como una escoria.

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FIN DEL FLASHBACK.

Y aquí estaba hoy. Frente a ella. Totalmente vulnerable. En la cama de mi hermano...

Podía hacer lo que quisiera con ella ahora.

Pero había algo dentro de mi que me detenía.

-No. Tú te irás sola como lo hizo él. Tu, Raven vas a caminar por el mismo camino al que empujaste a Scott. Yo solo voy a llevarte por él.- Salí del cuarto. No soportaba verla.

Todo fue una mala idea... Mi cuerpo reaccionaba a ella por instinto.

Scott no volverá a suceder... Revolví mi cabello y fui por una ducha. Necesitaba eliminar todo rastro de ella. Necesitaba olvidar su aroma, la sensación de su cuerpo contra el mio... todo.

Es una puta. Es lo que hacen las putas. Jugar con tu mente y hacerte creer que son tuyas y solo tuyas. No caigas, Jason vamos...

Me recosté en mi cama y encendí un cigarrillo. En mi mente se cruzaban imagenes de lo que acababa de hacer. Seguía sintiendo sus labios.

-No, Robin. No puedes con ella. No sabes en lo que te estás metiendo. No puedes con ella al menos tú solo...-

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CHAN CHAN CHAN! Como seguirá? En el proximo capitulo tendremos más de Richard Grayson y Speedy.

Hablando de la Foto. Cada imagen es Diseñada digitalmente por mi y adaptada al momento del fic. En las anteriores pueden ver el Collar de Raven. Siempre intento que lo tenga porque ... fue regalo de Scott!!! Jajaja Se quedo permanentemente con su pequeño trofeo. Ahi la historia de esa cadenita que siempre veian que usa. Espero no haya sido muy grafica y no haber herido suceptibilidades. La cara esta algo rara porque tecnicamente esta golpeada. Por eso esta algo rojiza. No me salio tan bien... disculpen. Jason lo adapte en la foto al comic Red Hood .. :D (Por las dudas actualicen la pagina porque en los primeros minutos que subi el fic no aparecia la imagen  que por cierto esta casi al final)

Estoy satisfecha en como quedo el capitulo. (Lo hice dos veces y borre mucho. Nada me parecía adecuado)

Los dias de lluvia me inspiran también a escribir jajaj y aca donde estoy no veo el sol hace una semana y va para otra más.

Qué les pareció Jason en el capitulo? Che le prestaron atención a lo que dijo Raven al principio de Roy? Es natural!

Lamento que el capitulo sea corto en comparación al anterior.. pero bueno gente fue rápido y se divide en dos ! Ni siquiera amaneció.

Comenten por favor! Espero su recepción !