No

Bruce odiaba con todas sus fuerzas a Tony Stark. Bueno, tal vez odiar no sea exactamente la palabra, pero le desagrada mucho más que cualquier otro ser viviente en el planeta, y eso es mucho decir; sin embargo, su amigo Steve Rogers era bastante simpático, no que lo fuese a admitir en voz alta, y le recuerda en cierta forma a Clark. Sin embargo, tener que compartir una misión con los héroes de Nueva York le molesta casi tanto como el tenerlos en su ciudad.

Que aprovecharan un momento tan critico para proponerse matrimonio aumenta su desagrado a niveles insospechados; la conversación en si fue ridícula aunado a los awws de Diana, Barbara y Hawkgirl. Sí, eran una pareja adorable, pero ese no era momento para esas cosas; aunque por la mirada que Clark le da le dice que no todos piensan como él.

—Bruce —el kriptoniano se acerca a él mirándolo ilusionado, toma sus manos y las aprieta con suavidad, —¿Te casarías conmigo?

—No.

Su respuesta es cortante no con mala intención, sino para dejarle en claro a Clark que ese no es ni el lugar ni el momento para sus cursilerías, pero el chico parecía bastante animado por la demostración de cariño del Capitán.

—¿Te casarías...?

—No —repite sin dejarle terminar. La pregunta continúa y cada vez Bruce le da menos oportunidad de formularla.

Con cada No los ánimos de Clark decaen que poco a poco suelta sus manos bajando la vista. Bruce lo observa por unos segundos un poco culpable, su intención no es lastimar a su amante, pero le parece ridículo la necesidad que tenían algunas personas de poner su relación en un papel como si eso fuera importante. Respira hondo unos segundos poniéndose en los zapatos de Clark, había sido criado humildemente lejos de las costumbres modernas y casi puede imaginarlo fantaseando con una relación tan pura como la que tuvieron sus padres, soñando con casarse con la mujer u hombre ideal.

Solo por la ligera sensación de ternura que le causa el ligero mohín en labios del super hombre que empieza a alejarse de él le hace alargar una mano y detenerlo. Rueda los ojos maldiciéndose a sí mismo.

—No necesitamos casarnos, Clark —dice despacio para que pudiera entenderle. Entrelaza sus dedos para agregar énfasis a sus palabras—, no necesitamos un anillo ni un papel que diga lo que somos. Sólo lo somos.

A Clark le toma unos segundos comprenderlo, pero pronto sus ojos se iluminan. Aprovechando que todos sus compañeros están muy entretenidos felicitando a sus compañeros héroes atrae a Bruce a sus brazos y lo besa con amor antes de soltarlo rápidamente. Bruce se teme que a pesar de que Clark entiende su posición no iba a descansar hasta tener algo significativo para ambos, pero conociendo al hombre como lo conoce sabe que se tomará su tiempo y no lo hará de manera publica por lo que se permite relajarse y no pensar en ello; luego se preocuparía.