Capítulo 0: Vanagloria.
Capítulo 0: Vanagloria
El tiempo, testigo silencioso del cumplimiento de tu condena y carcelero eterno que no te dejará escapar.
El primero guardó silencio.
Viernes, 10:07 a.m.
El claxon de un vehículo se escucha en repetidas ocasiones llamando la atención de aquel joven que se asoma por una ventana y se apresura para despedirse de una mujer.
—Tranquila mamá, regresaremos antes de que acabe el verano, nos iremos tan solo una semana, son siete cortos días, siete cortos días —expresó aquel chico despreocupado sonriendo.
Rápidamente, toma en sus manos una pequeña nevera y la lleva a la parte trasera de una camioneta negra, luego de dejarla dentro cierra la puerta y se sube al puesto del piloto, mira tiernamente a su madre, ajusta su cinturón de seguridad y enciende el motor.
—Ten mucho cuidado, hijo, ya sabes cómo están las cosas hoy en día —le dice la mujer algo preocupada, moviendo las manos para darle una bendición.
El joven asiente con una sonrisa y le envía un beso cerrando un poco sus ojos, alza levemente su brazo derecho y hace un gesto de despedida.
—Te quiero mucho —le respondió mientras ponía en marcha el automotor.
El segundo, opuso resistencia.
Es un gran día soleado, frente a la casa espera una camioneta amarilla, tiene las luces de estacionamiento encendidas, en la ventanilla del copiloto una mujer con el cabello sobre sus hombros saluda a un par de niños que corretean por la acera.
—Hola pequeñines, ¿les gusta mi camioneta? —pregunta tiernamente la mujer.
Al verla, los niños se detienen un instante, luego, con algo de timidez en sus expresiones, tocan con sus pequeñas y curiosas manos la camioneta, responden al saludo con una sonrisa moviendo sus manos y se alejan para continuar con su juego.
La camioneta negra sale lentamente del garaje y se incorpora a la vía que es de un solo sentido, el brazo izquierdo del joven sale por la ventanilla y hace una señal para que le sigan, se escucha nuevamente el claxon y los vehículos inician el recorrido; ahora se ven a las dos camionetas avanzando, adelante va la negra y detrás de ella la amarilla, voltean en la siguiente esquina.
Al tercero, le dieron náuseas.
Viernes 10:21 a.m.
Luego de un breve recorrido, las camionetas llegan estrepitosamente a un solitario parque, allí algunas aves surcan el cielo con un apresurado aleteo; un chico gordo se encuentra sentado en una desgastada banca.
—Casi que no llegan —dice para sí el chico que está en la banqueta, mientras busca algo en su equipaje.
Los motores han quedado en silencio, de la camioneta amarilla desciende un hombre bastante alto quien conducía y va a dar un pequeño recorrido por el lugar.
— ¡Hola chicos! —saluda el piloto desde la camioneta negra llevando en su mano un teléfono celular.
El cuarto, intentó correr.
De la camioneta amarilla desciende la acompañante que es una mujer voluptuosa de cabello corto, se dirige hacia la banqueta.
—Hola gordi —saluda la chica con una sonrisa y un movimiento de manos coqueto, o más bien algo nervioso.
—Hola hermosa, que bueno volverte a ver —saluda el chico gordo mientras sostiene una hamburguesa en su mano.
— ¿Ustedes ya se conocen? —preguntó extrañado el chico que bajó de la camioneta amarilla.
—No, pero hay que ser educado y saludar —respondió rápidamente la voluptuosa mujer, tratando de evitar alguna otra pregunta.
—Entiendo, Gordo, ya puedes subir la maleta y cerrar la boca —exclamó de mala forma aquel chico de gran estatura, señalando con su dedo pulgar la camioneta, que se encontraba a sus espaldas.
El quinto, obviamente ya no está.
Viernes, 10:30 a.m.
Mientras echa un vistazo a su reloj, el chico que conducía la camioneta negra desciende y va a sentarse sobre el capó.
— ¿Aún, no han llegado todos? —preguntó con curiosidad mirando a su alrededor.
—Tranquilo, ya llegamos los que somos cumplidos —respondió con sarcasmo un joven musculoso mientras llega al parque dejando su equipaje en la banqueta.
—Espero ya no demoren tanto —dice el joven piloto mientras fija su mirada en la carretera, viendo algunos automóviles que pasan.
El chico voluminoso y el hercúleo hacen un juego de manos y se saludan efusivamente.
— Pensé que te demorabas más, ¿será que puedes subir mi equipaje? — pregunta con un gesto de ruego en su mirada. —Por favor fortachón, me has hecho caminar todo el día —imploró el chico gordo.
—Qué pésima condición física tienes, fueron como veinte minutos caminando, exageras. —fija su mirada en él, mientras agrupa las maletas para llevarlas a la camioneta.
—Yaaaaa, dejen de mirarse como un par de noviecitos y suban las maletas —exclamó de mala forma el chico que bajó de la camioneta amarilla.
—Pero qué genio bigotón, apuesto a que es que no has desayunado —le respondió el chico fornido mientras toma las maletas.
—Parece que no —murmuró el chico regordete.
Al sexto, no lo van a encontrar.
Una joven morena y de cabello rizado hace su arribo, llega sonriendo, trae puesta una pequeña chaqueta de mezclilla sobre una diminuta camiseta blanca dejando ver su ombligo y su tonificado abdomen, en su hombro derecho sostiene un maletín.
—Hola, mi amor, ¿qué tal está el tráfico? —preguntó la chica morena.
El chico que descansa sobre el capó desciende rápidamente y se da un emotivo beso con aquella morena; esto, hasta que la puerta del maletero suena al ser cerrada con fuerza, lo que llama inmediatamente la atención de todos en aquel lugar.
Las miradas inquisitivas recaen sobre el joven vigoroso, quién, al verse señalado, se disculpa levantando las dos manos.
— ¡Ups!, perdón, perdón fue sin querer, son estos enormes bíceps, hay momentos en que no logro controlarlos —se excusó señalando con la mirada sus músculos.
—Ten más cuidado a la próxima, para que no la dejes giratoria —Se pronunció aquel chico de bigote entre diente viéndose un poco molesto.
—Por su pollo —Dijo con algo de desfachatez y sinvergüenza.
Se alejó rumbo a la otra camioneta, donde veía aquella chica morena, sintiendo un poco de vergüenza.
El séptimo disfrutó antes de irse.
—Bebé, en la camioneta negra puedes dejar tu maletín —índica el joven piloto con cariño señalando hacia atrás. —Ya te abro el maletero —sacó de su bolsillo la llave con solo oprimir un botón, la parte trasera se abre.
La joven intenta pasarle su equipaje, esperando que lo llevase a la camioneta, pero este recibe una llamada, se disculpa rápidamente sacando el celular de su bolsillo para responder, señalando el celular con su dedo índice y una sonrisa, le da a entender a ella que era algo urgente.
—Oki Doki amor —le sonríe, retirándose.
Aquella chica morena pasa junto al joven musculoso, quien se siente un poco incómodo y trata de entablar la charla.
—Hola, hoy te ves muy bien ¿Quieres que te ayude con eso? —le manifestó este con una sonrisa acercando sus manos para ayudarla.
Ella únicamente le sonríe y sigue su camino, terminando en guardar su maleta por su cuenta, el joven desvía un poco su mirada bajando sus brazos lentamente, sintiendo vergüenza.
El octavo, el octavo... nunca llegó.
A un paso muy ligero llega una chica rubia, se nota que está algo agitada y trae mucho afán.
—Hola, chicos y chicas —saluda rápidamente mientras deja su maleta dentro de la camioneta negra, aprovechando que la puerta trasera era abierta por la tonificada morena.
Su llegada llamaba la atención de todos viendo como esa misma chica se subía a la parte trasera de la camioneta.
⚠️. Advertencias.
–Contenido violento.
–Lenguaje obsceno.
–Escenas sexuales y escenas sangrientas.
Clasificación +18
📗. Género literario.
Terror, suspenso y misterio.
📚. Sagas.
1. 7 Día.
2. 7 Día Resurrección. (Aún no publicado y en estado de planeación)
🐼. Estado literario.
Finalizado.
🐼. Créditos.
Los créditos del banner y decoración de la obra corren por parte de; @sof_writer (Banner de frase usado en publicidad) @Jeral_love (Banner de personaje usado en publicidad) @Sue_gxx2 (Banner de publicidad, usado este capítulo como presentación de la obra) @LiaDLTM (Creadora del mockup usado en publicidad para la obra) @ARDVCS (Banner de capítulos, usado en los encabezados del capítulo) de la editorial @Edkingofkings
Gracias por su trabajo en la decoración y anuncios publicitarios de la obra.
Nota del autor
Te recuerdo que puedes votar, comentar y agregar a tu lista de lectura, esto me ayudaría muchísimo, sentiría tu apoyo para continuar esta obra y esto me hará seguir publicando más capítulos y muchas más obras.
Todas mis obras están conectadas en un mismo universo, pero a la vez las puede leer por separado, pero ¿Podrás con la duda?, ven y conoce el universo UD.
Drakronn 🐼
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