Y Gano el Jungkook  Mafioso, asi que aqui esta la segunda parte de Placer prohibido, espero la disfruten,  tambien estoy emocionada por la nueva cancion de nuestro lider Nam, asi que ya pense mil porquerias que podia hacer con eso XD, a este paso este compilado tendra 100 capitulos... 

Cuando el miedo invade el cuerpo de una persona suele presentarse ciertas características.

Ligero sudor en la frente, el mover alguna parte del cuerpo de manera repetitiva, morderse las uñas, los labios, el pulso acelerado, temblores involuntarios, incluso mareos.

Todo esto podía causar Jeon Jungkook con mirar a una persona, y es justo lo que estaba ocasionando en este momento sobre el sujeto frente a él.

¿Cómo no estar temblando de miedo? Si la manera en que Jungkook lo miraba decía claramente que vivo no saldría del lugar, además el porte y la presencia del pelinegro intimidaba, claro que lo hacía, estaba sentado con las piernas semi abiertas, su espalda estaba recostada totalmente en el enorme sillón donde estaba, en su mano derecha traía un puro encendido y en la otra un vaso de whisky casi por terminar, su camisa tenía los botones a medio abrochar dejando ver todo su pecho tatuado y fornido. El pantalón se le pegaba a los muslos mostrando los musculosos que eran. Sus ojos negros y amplios mostraban el deseo de asesinar empeorando el estado de animo de quien lo veía.

—Todo tu balbuceo me molesta, no puedes si quiera contestar una sencilla pregunta.

Su voz gruesa resonó por el lugar, todo el lugar sabía que era mejor ni pestañear para no ser presa de su furia.

—Lo repetiré de nuevo —se levantó, dando pasos lentos dio una enorme calada al puro antes de soltar el humo en la cara aterrada del sujeto —¿Qué paso con mi PUTO EMBARQUE?

Arrojo el vaso de whisky contra la pared, esto hizo que el sujeto se encogiera en su lugar cubriéndose el rostro, con los brazos, sentía que en cualquier momento se desmayaría.

—Lee..Lee Taemin lo..lo robo.

No vio venir lo siguiente, la rodilla de Jungkook le golpeo tan fuerte las costillas que sintió que una de ellas se quebró, el impacto lo hizo caer contra un refrigerador del salón donde estaban, Jungkook camino hasta el tipo tomándolo del cuello de la camisa, para darle un golpe tras otro. El rostro del tipo ya no tenía forma por lo duro que lo había golpeado, los nudillos del pelinegro también se habían abierto por la fricción contra la carne del contrario, tiro el cuerpo aún con vida al suelo, se acercaron a darle un pañuelo para que se limpiara las manos.

—Investiguen como es que esa rata se llevó el embarque, también no quiero volver a ver a este sujeto, no sé qué hagan con él y no me interesa solo encárguense.

Vio vibrar su teléfono en una mesita junto al sillón donde estaba, se acercó y solo había un mensaje que decía.

9 pm

Mirto el reloj y eran las 8:45, ahora el miedo recorría su cuerpo, tomo su chaqueta y las llaves de una de las motos de sus hombres, sabía que si iba en su auto jamás llegaría, todos los presentes sabían que la única manera en que Jeon Jungkook saliera así aun con la situación del robo a cuestas, solo se debía una sola persona.

Su esposa.

Podía ser el mafioso más temido de todo Corea, pero existía una persona con más poder y esa era su mujer, le había prometido que independientemente de los asuntos que el llegara a tener, la vida de peligros que mantenía, ella siempre lo tendría todo con solo tronar los dedos, lo tenía dominado, pero Laura lo valía.

Derrapo la motocicleta en la entrada de la casa, casi saliendo disparado de ella, abrió la puerta corriendo, ni siquiera se había molestado en ponerse un casco, porque sabía las consecuencias de no llegar a la hora que ella lo pedía, llego hasta el comedor donde las luces estaban algo tenues, la mesa estaba adornada con algunas velas rojas y al centro una pequeña tarta de chocolate con las palabras "FELIZ CUMPLEAÑOS"

Al frente de la mesa solo había una silla en la cual estaba sentada de piernas cruzadas su flamante esposa.

—Son las nueve con seis minutos —Laura miro el reloj en la pared y después a su esposo que aun respiraba agitado por el maratón que había tenido — sabes cómo me enferma que seas impuntual.

—Seis...

—Shhh —levanto un dedo cerrando los ojos por un segundo, después lo miro fijamente a los ojos —¿Te pedí una explicación? —Jungkook trago en seco, Laura trono los dedos y el pelinegro ya estaba de rodillas frente a ella —Solo te pido una cosa Jeon —la piel se le erizaba cuando ella lo llamaba así —que llegues a la hora que te pido, ¿No es mucho o sí? —Vio cómo se levantó de la silla — pero tu más que nadie sabes que debo castigarte por esto.

Laura traía puesto unos tacones rojos de aguja, eran simples pero elegantes, contrastando con todo su atuendo, sus medias negras se extendía hasta medio muslo, que era donde iniciaba la falta de tablas gris, se ajustaba a su cintura para que la blusa semitransparente de encaje luciera marcando cada curva de su cintura, debajo traía un braleth negro, su cabello estaba atado en una coleta alta dándole ese aire de poder que ahora tenía, Jungkook sentía que le daría un infarto por la imagen que tenía frente a él, pero la sangre ya estaba bombeando en otra parte de su cuerpo.

—Me tome la molestia en comprarte un lindo pastel por tu cumpleaños, prepare una rica cena, incluso traigo un conjunto lindo de lencería, pero no te mereces nada de eso, eres un mal chico Jeon.

Levanto el pie para que su tacón pegara en el hombro derecho del pelinegro, encajándolo ligeramente.

—No te merezco Laura —encajo más la aguja del tacón, sacando un gemido grave de los labios del pelinegro — perdóneme por llegar tarde.

Jungkook tenía unas enormes ganas de tocar la pantorrilla de su esposa, pero sabía que no terminaría bien, de todos modos, decidió arriesgarse. Su mano se deslizo por la tela de las medias, su mejilla se pegó a la pierna de su mujer, sintiendo el calor de su piel a través de la tela, Laura lo dejo subir sus manos hasta que sintió que tocaba la parte interior de sus muslos.

—Alto —le empujo con el tacón alejándose de el —de pie, te quiero en la silla.

Jungkook obedeció, fue a sentarse, Laura estaba ansiosa por ser tomada, pero antes quería torturar un poco más a su esposo, era algo que disfrutaba hacer, el control lo tenía ella y no había nada que mojara más su ropa interior que el hombre musculoso intimidante que era Jeon Jungkook siendo sometido tan solo por sus palabras.

—No podrás tocarme hasta que te lo ordene, mueves un solo musculo sin que te lo ordene y te quedaras sin regalo de cumpleaños.

Rodeo la silla haciendo que sus tacones marcaran cada paso con todo su peso demostrando su autoridad en la situación, se colocó detrás de Jungkook pasando sus manos por los hombros de este quitando la chaqueta negra de cuero, para dejar solo la camisa de vestir puesta, Laura acerco su boca a la oreja dejando una pequeña lamida detrás de esta, pasando sus manos por la abertura de la camisa deleitándose con los músculos de los pectorales. Jungkook tenía la fuerza para partirla en dos, ella lo sabía.

—Tan dócil —sus uñas arañaban la piel de manera lenta, arrancando gruñidos por parte del mayor —por eso me da pena tener que castigarte a veces amor, pero es que, si no lo hago, te haría pensar que tenerme es sencillo —mordió un poco su cuello —soy un placer caro, por el que debes de esforzarte.

—Lo sé, mejor que nadie.

Laura se colocó enfrente del pelinegro, subiéndose ahorcajadas sobre de él, acomodo su entrepierna justo encima del enorme y duro bulto, se sostuvo de los hombros.

—¿En verdad lo sabes? —empezó a frotarse contra el bulto gimiendo cerca de su boca —¿Me lo demostrarías soportando?

Las caderas de Laura se movían con mayor fricción, haciendo que la tela de los boxes de Jungkook le ardiera un poco, pero a la vez la estimulación no tenía comparación, se masturbaba contra su bulto, ¿Qué más estimulación necesitaba?, aun así sus nudillos ya estaban blancos por estar apretando sus puños soportando el deseo por tocarla.

—Laura —jadeo tragando saliva —por favor, harás que me corra.

—¿Tan buena soy? —como si ella no estuviera igual de mojada con su clítoris palpitando por la necesidad de sentir la carne del mayor —tal vez deseo que te corras en tus pantalones, es lo menos que mereces por hacerme esperar.

Bajo su mano acariciando desabotonando la camisa, viendo cómo se movía la manzana de adán cuando Jungkook tragaba saliva, por el tacto en su cuerpo y la fricción que le daba, cuando expuso su piel caliente, ahora se dedicó a rozar sus dedos contra el abdomen marcado, seguía moviéndose contra el miembro, Jungkook no pudo soportarlo más, el toque, los gemidos y como sus caderas sabían perfecto lo que hacían, hizo que se corriera de manera rápida, podía haberse sentido avergonzado, pero el que dijera que lo soportaría mentiría.

—Qué hombre tan pervertido —lo beso saboreando su aliento caliente por el orgasmo dado —sé que hay dos palabras que deseas escuchar —volvió a besarlo, presionando los labios hasta que los deslizo por el cuello —Tu turno.

Esas dos simples palabras, cambiaban la situación por completo, porque aunque parecía que le estaba cediendo el control, en realidad seguía bajo las ordenes de su esposa, también aunque se acabara de correr, esas palabras hacían accionar una especie de interrumpor en Jungkook, causando una nueva erección de manera inmediata.

Tomo las caderas de su mujer para bajarla de su regazo, de manera violenta la puso contra la mesa, sacando su miembro mojado por la previa liberación, no tuvo delicadeza al apartar la linda ropa interior, la dejo solo a un lado para tener acceso a la mojada vagina, metiendo de golpe su miembro iniciando el bombeo de manera inmediata.

Laura aumento sus gemidos, se sostenía del mantel moviendo toda la bajilla con tan dura follada, esto era lo que le gustaba de provocar a su esposo, lo animal que se ponía después, le negaba algo que ella deseaba con igualdad, haciendo que las embestidas elevaran incluso sus caderas de por el suelo, el choque de la piel de ambos era aún más fuerte que los jadeos morbosos de los dos, sin duda la piel se haría roja.

—¿Así? ¿uh? —la voz grave le erizo la piel —¿esto buscaba mi amaba esposa?

—Sé que puedes dar más.

No era un reto, pero seguía provocándolo, salió de ella para girarla, esta vez sí arranco la ropa interior pero le dejo el liguero y la falda, de sus pantalones con saco una pequeña navaja cortando la parte de arriaba de su camisa, para también partir en dos el lindo braleth que se fue a la mierda en un segundo.

—Quiero ver tus pechos rebotar amor.

—Hazlo entonces.

La espalda de Laura estaba sobre la mesa, Jungkook elevo las piernas de su mujer para abrirlas un poco más sosteniéndola de los tobillos y volviéndola a penetrar fuertemente, los platos caían de la mesa rompiéndose en el piso, el pastel estaba a nada de caerse, de no ser porque las velas se habían apagado antes de caer se hubiera incendiado la mesa, pero todo el lindo arreglo estaba hecho un desastre como la pareja.

Laura levanto un poco la cadera soltando un gemido agudo cuando su orgasmo llego, Jungkook bajo las piernas de su mujer, para inclinarse a besarla mientras disfrutaba de la sensación de como su miembro era apretado por los espasmos del interior de Laura, cuando estos se detuvieron, solo basto de penetrarla de nuevo un par de ocasiones para que se derramara dentro de ella, mordido sus labios con deseo, arruinando el perfecto maquillaje.

—Feliz cumpleaños cariño.

—¿Cenamos y me muestras que más tienes preparado?

—Primero curare esa mano tuya, nadie puede causarte daño si no soy yo.

—Me estoy poniendo duro de nuevo.

Ambos se sonrieron mirando sus rostros cubiertos de sudor...

Por cierto aprovechando me hare promocion, si les gustan mis Os, tengo historias completas en mi perfil, podrian darse una vuelta, se que no se arrepentiran, sobre todo si lo que leen aqui les agrada, Los Host's la amaran, imaginense a los chicos como strippers y gigolos, cada uno con un fetiche diferente.... solo lo dejo a su imaginacion.

Besito sucios para ustedes hermosuras.