17. Epílogo
Última parte... :(
Muchas gracias por haber apoyado tanto esta historia, os lo agradezco de corazón,
siento haber tardado tanto en subir los últimos capítulos, empecé el colegio y me era muy difícil hacer las dos cosas a la vez... ❤️
***
—¡Ellen, vamos, que llegas tarde!
La voz de mamá me despertó. ¿Llegaba tarde?
¿Otra vez?
A ese paso, me iban a expulsar a base de retrasos...
Me levanté leeentamente—cosa que hubiera puesto a mi madre de lo más nerviosa si lo hubiera visto— y me arrastré hacía es armario. Tiré algunas cosas hacia atrás hasta dar con algo decente. Luego, bajé con la mochila ya puesta.
—Chaooo—Dije, después de rebuscar en un cajón en busca de algo de comer.
Salí de casa y fui por el camino comiendo mi desayuno improvisado: una botella de agua y una bolsa de cereales de chocolate.
Todo muy nutritivo, lo sé.
Me acerqué a la puerta de la casa de mis amigos.
Miré el timbre con una sonrisita burlona.
No creeréis que iba a usar ese aparato, ¿verdad? Eso hubiera sido demasiado normal.
Lo que yo hice— y que hacía tooodas las mañanas—fue algo muy distinto y mucho más divertido.
—¡¡¡NAAAAAAAAAAAAAYAAAAAAAA!!! ¡¡¡AAAAAAAAAAAAAIIIDEEEEEENNNNN!!! ¡¡¡DRAAAAAAAAAAAAAAAAAAAC!!! ¡¡¿ESTÁIS DESPIERTOOOOOOOOOOOOOOOOS?!!
La puerta se abrió de repente.
—No—Naya me lanzó un cojín desde la puerta.
—¡Hola!—Sonreí alegremente.
Al poco también salió Aiden.
—¿Que si estamos despiertos? ¡Hombre, ahora sí! ¡Loca!
Me reí mientras ponía cara de malas pulgas y se metía en la casa de nuevo.
Diez minutos después ya estábamos todos camino a la universidad.
En realidad, se me daba fatal. En serio. Creo que no había llegado pronto ni una vez, no había hecho los deberes ni un día en esa semana y no podía evitar hablar absolutamente todo el rato en clase. Los profesores siempre me miraban mal al acabar la clase. Y yo les miraba con una sonrisa angelical.
—¿Que tal están tus padres? Hace unos días que no me coincide verlos—Dijo Naya, mirándome.
—Oh, están muy bien. Según ellos, desde que he llegado están todos mucho más contentos. Además, como vosotros vivís tan cerca, ya me han dicho que cuando me quiera independizar, que va a ser en vuestra casa—Reí—. No quieren que me vaya más lejos.
—Eso está muy bien—Dijo Aiden.
—Si—Sonreí.
Llegamos a la uni. Tarde, como siempre.
Todos estamos en clases diferentes porque estamos en distintas carreras, pero todos hemos hecho amigos.
***
Al final, debería agradecerle a todos esos candados que ahora tengo unos amigos geniales.
Ryan y Scarlett viven donde vivían antes y han abierto un negocio
de eliminar maldiciones junto con Mushu.
El padre de Mushu ya no es tan malo. Ha mejorado
mucho desde la última vez.
Naya está estudiando para ser actriz. También ha empezado a
ir a tiro con arco. Le interesó cuando vió
a Bianca y le dije que con la puntería que tenía, era una gran idea.
Aiden a resultado ser un gran estudiante, porque es muy listo, y está
estudiando filología. Además se ha apuntado a boxeo. Será mejor que no te metas con él.
Drac, aunque no os lo creáis, quiere ser pintor. Se le da
realmente bien eso de mezclar pinturas en un lienzo.
Hemos hecho muchos amigos. Estamos muy bien.
Yo me llevo genial con mi hermana mayor, que quiere
ser diseñadora de interiores. Ha decorado mi habitación súper bien. Además, es muy
maja y siempre me ayuda en todo. Solo espero que ella opine lo mismo de mí.
Y bueno... estamos todos bien.
Sé que la historia mi vida es muy interesante, pero a llegado a su fin.
Hasta siempre.
No me echéis mucho de menos, Wattianos.
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