Estoy aquí.

En ese momento, de mágica luna y brillantes estrellas, donde la noche caía en perfecto equilibrio hacia el compás de la brisa, estridente al aroma de flores de cerezo; fundiendo el ambiente ideal para comenzar de nuevo.

En esa noche las cosas dejarían de ser lo mismo y se convertirían en armonía, o en holocausto infernal.

¿Cuál sería el desenlace para ambos?

La respuesta prendía de los labios de Sasuke. Después de todo, se había convertido en padre de un niño cuya existencia nunca imaginó. Era él quien escribiría el final de aquella historia, pausada por cinco años, para conmemorar el romance de su juventud.

No era fácil asimilar el hecho de ser padre, pero Sasuke sentía un aprecio infinito por Ino y tenía miles de razones para querer estar cerca de ella; tener un hijo con la mujer de la que él se había enamorado, honestamente, era sólo un pretexto para tenerla junto a él por el resto de su vida.

Y sin embargo, decir que la amaba resultaba tan difícil de pronunciar, no porque no lo hiciera, sino porque en el fondo existían todavía muchas emociones del pasado que vivían. La culpa, el remordimiento y la duda.

Pero los dos harían un esfuerzo mayor para poder estar juntos... aunque el destino pusiera en su camino algunos obstáculos duros de pasar, sobre todo para Sasuke.

—Sasuke, ¿te encuentras bien? —preguntó Ino, sentada de frente al susodicho, observando el perturbado semblante del joven.

Uchiha estaba furioso, pero más que eso, avergonzado. No era para menos, su plan de tener una cita perfecta con Ino se había estropeado de la manera más estúpida posible.

Fue idea de Sasuke tratar de enamorar a Ino de nuevo. Él sabía que ella le amó sinceramente desde niños y su amor permanecía intacto incluso ahora, sólo bastaba con mirar ese par de ojos celestes para comprobar que era cierto, pero... de alguna forma, Sasuke quería demostrarle que él también sentía algo especial por ella (algo que ni siquiera tenía explicación), es por eso que se encargó de elaborar un compromiso para esa noche, pero desde que encontró a Naruto en Ichiraku Ramen pudo darlo todo por perdido.

—Entonces lo que encontré fue un gran barro de pus —explicaba el rubio con la boca repleta de ramen—. Y no creerán lo que sucedió cuando lo toqué.

—Dobe... —exasperado y con el rostro cubierto por la palma de su mano, trataba de mantener la calma—. No es momento para tus porquerías, a nadie le interesa saber tus intimidades.

—¿Uhm? A ti no, pero estoy seguro que Ino-chan está esperando que termine de contar.

—¿Ah? Yo, en realidad paso —hizo a un lado su plato de ramen, asqueada por la anécdota que escuchaba—. De hecho, también creo que no es momento...

—Aguafiestas —infló los cachetes cuando devoró todo su platillo—. Me sorprende verlos juntos, de veras.

—Es porque... por —Sasuke no supo cómo continuar.

—Sasuke y yo estamos... bueno —Ino sonrojó considerablemente.

Naruto la observó, divertido a las reacciones de los dos que, curiosamente, se evitaban.

—No me digan que ustedes dos —juntó ambos dedos índices de sus manos—. Ustedes dos, ¿están saliendo?

Se miraron, cubiertos por color carmín en sus mejillas.

—Eeeeh, teme. Qué guardadito te lo tenías —comenzó a darle ligeros golpes con el codo—. Eres todo un galán.

—¡Cierra la boca!

—Naruto, estamos tratando de tener una cita —explicó Ino, más sobresaltada que Sasuke—. ¿Podrías irte ya?

—Qué aburridos son —se quejó cruzándose de brazos como niño pequeño, pero sin moverse de su asiento junto al pelinegro.

—Hablo en serio, no me hagas hacer algo que no quiero.

Naruto pudo ver la amenaza en los ojos de Ino.

—Pero... yo quiero estar con ustedes. Y a todo esto, ¿qué hay de Shikamaru?

Ino rápidamente cambió su mirada asesina por una de completo asombro, mientras que Sasuke dejaba brotar la confusión en su rostro.

—¿Shikamaru? —preguntó Sasuke, vigilando a la chica.

—Ah... ¿Shikamaru? —titubeó Ino— ¿A qué te refieres, Naruto?

—¿No era que estaban en una relación?

—¡No! —se apresuró a negar en vista de que Sasuke endureció con mayor potencia el puente de su nariz—. Él es mi mejor amigo.

—Pero Ichiro dice que él es su papá...

—Pues ya todo mundo sabe que no es así.

Naruto llevó su mano a su mentón, pensando

—No te creas. Aunque nosotros sepamos que Shikamaru no es el padre, de veras —pensó—. Muchos aldeanos creen que es cierto, de veras.

—Hmp. Pues deberías decirles que el padre de Ichiro soy yo y no ese idiota.

Ino lo observó perpleja y Naruto se atragantó con su propia saliva.

—¿QUEEEEEEEÉ? —gritó atrayendo la atención de quienes se encontraban en el restaurante—. ¡¿ICHIRO ES HIJO DE SASUKE?!

—Estúpido Naruto —murmuró Ino, apenada—. ¿Podrías gritarlo más fuerte? Sakura no te escuchó desde su casa.

—Ino-chan... es que no lo creo.

—Deberías —respondió Sasuke, cortante. 

—Sasuke e Ino... ¿tuvieron sexo? ¿Cuándo? —trató de bajar la voz, pero fue imposible—. Oee teme, ¿qué se siente? ¿Fue rico o te dolió? ¿O fue un qué rico duele? O, ¿duele muy rico?

—¡Basta!

La chica dejó que la desesperación se apoderara de ella, así que con toda su fuerza golpeó a Naruto en la cabeza, haciendo que éste guardara silencio finalmente. Luego, tomó a Sasuke de la mano y lo llevó fuera del lugar, dejando la cuenta pendiente para el rubio. 

Uchiha sonrió internamente mientras Ino lo jalaba por las calles oscuras de Konoha. Le agradaba esa sensación de cosquilleo que se plantaba en su vientre al sentir la platinada piel de Ino, era incomprensible, pero se sentía muy bien.

—Lo siento —se disculpó—. No quería mostrarte esa parte de mí.

Sasuke enarcó una ceja, suavizando la velocidad de sus pasos.

—Yo estaba a punto de golpearlo.

Ino lo encaró, relajando los músculos tensos de su cara, posteriormente comenzó a reír. Sasuke no pudo imitar su sonora carcajada, pero exclamó una sonrisa de lado.

—Me gusta esa parte ruda de ti —entrelazó los dedos con los de ella, para cuando se percató de lo que había dicho, ya se había puesto completamente rojo.

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N/A: El siguiente capítulo es final definitivo :P

Gracias por votar y comentar. Me hacen súper feliz.

(Lean: un destino para los dos [sasuino]).