La plaza estaba a rebosar de gente. Bechter y Hearst estaban sentados juntos al lado de una elegante fuente lateral, los jardines y vegetación que la gente del culto de Tuskdeus habían plantado para revitalizar la aldea, junto al cuidado y la limpieza de los orco Medi con la aldea parecía estar organizando el resurgimiento del burgo. Se mirase por donde se mirase, había flores, limpieza, organización y agua corriente movilizándose por toda la ciudad. El burgo no se sentía tan congestionado y compacto como lo era cuando estuvieron allí por primera vez. Incluso el riachuelo se veía limpio y sin algas... Ambos hermanos movieron la cabeza hacia su hermano mayor, su mirada seria les causó curiosidad.

- ¿Dónde estabas?- preguntó Bechter.

- No quiero hablar de ello.

- Durmió con Rostian...- Hearst sonrió de forma felina.

Clay se quedó mirando a su hermana de forma casi fulminante, y ella soltó una carcajada mientras movía sus cabellos hacia atrás, empujándolos ligeramente. Bechter estaba sentado en medio de los dos hermanos, y se giró de lado a lado un par de veces, dejando fija su mirada Clay después de aquellas dos veces.

- ¿Dónde está lo malo de eso?

- No lo tiene, en realidad...- se encogió de hombros.- De hecho, estoy más deprimido y asustado por lo que va a pasar que no por haber dormido con Scarfire y Rostian...

- ¿¡Dormiste con ambos!?

- ¡Hearst!- exclamó el de cabellos color galleta avergonzado.- No grites tanto...- alargó sus palabras intentando añadirles cierta autoridad, pero falló en el intento, y la de cabellos ámbar solo se rio entre dientes.

- Sigo sin verle el punto malo...- volvió a incidir Bechter.

Clay se apresuró en cambiar de tema al levantarse del bordillo en que los tres hermanos estaban sentados, la pieza de fruta que tenía en su mano ya prácticamente estaba estaba finalizada.

- No quería pediros esto, bajo ninguna circunstancia querría poneros en peligro...- Hearst y Bechter alzaron una ceja al mismo tiempo, gesto que le resultó enternecedor al castaño claro por la coincidencia.- Scarfire y yo vamos a intentar frenar a Sharxor a las puertas del infierno del Lago Bio.

- ¿Qué?- emitió Bechter con sorpresa.- Scarfire no puede...- negó.- No puede alejarse de su gente.

- Tenemos la esperanza de que sea breve.- miró a Hearst.- Porque necesito que vengáis conmigo... Bechter... Necesitaría que nos protegieras en caso de que nos ataque... Y a ti, Hearst, tengo que suplicarte que intentes convencerlo para que no continúe avanzando...

Los mellizos Mowet se miraron de reojo, tuvo cierta resonancia con la mirada cómplice de Rostian y Scarfire. Ambos centraron su mirada en Clay, pero lejos de ser un asentimiento conjunto, Hearst se negó.

- No voy a hacerle daño a Sharxor.

- No vamos a atacar si él no nos ataca a nosotros.

Hearst vaciló.

- Que Scarfire lo prometa. Quiero escucharle.

Clay hizo una mueca con el labio y se giró a su espalda. Scarfire estaba hablando con Evaría, posiblemente informándola de que iba a intentar frenar el avance de Dralilac Sharxor, y tenía sentido pensar eso porque Evaría sacudió su cabeza violentamente, no quería aceptar.

- No es el mejor momento...- reconoció.- Evaría no parece contenta...- carraspeó.- Pero te aseguro que Scarfire no intentará nada a no ser que las provocaciones de Sharxor lo hagan sucumbir.- carraspeó.- Por eso necesito que vengas con nosotros...- le pidió con las cejas encarnadas.

Hearst refunfuñó y acabó aceptando a regañadientes, pero sus condiciones seguían siendo la promesa del dragón rojo a no dañar a Sharxor bajo ninguna circunstancia.

No fue fácil convencer a Evaría de que aceptase a Scarfire ir a detener al dragón de escamas negras y moradas. Ella también impuso sus condiciones, estas fueron: estar presente y llevar una pequeña guarnición de dracomantes... Clay, dándose cuenta de que acabarían siendo un grupo excesivamente grande para que Scarfire los llevara sobre su lomo, preguntó ingenuamente si habría posibilidad de movilizarse por grupos, pero Rostian le sonrió ante aquella inocencia en sus palabras.

- Posiblemente quede neutralizado e incapaz de poder hacer nada más... Pero yo me encargaré de movernos a todos... No he hecho nunca una teletransportación de tantas personas... Pero estas circunstancias lo requieren...

Clay lo miró fascinado, no había entendido lo de teletransportación, pero sí le pareció impresionantemente poderoso, pues si Rostian quedaría fuera de combate, debía ser algo ultra-mega-súper poderoso... Tal vez no tanto, pero prefería hacerse ilusiones y fantasías al no poder hacer o realizar hechizos mágicos. Sebaque se veía preocupado, encarnando las cejas, esto captó la atención de Bechter, y supo que era algo poderoso y difícil de realizar.

- Participaré en ese hechizo de traslación corpórea.- intervino Evaría con una mirada seria y casi temeraria.- Somos demasiadas personas para un mago que no usa sus habilidades mágicas tan comúnmente.

- Gracias, me siento halagado de que me llamen inútil...- rodó los ojos.

- No hice tal cosa...- negó la rubia.

Clay acabó perdiendo la cuenta de cuántas personas iban a ser testigos del intento de detener a Sharxor. Casi parecía una guerrilla revolucionaria de alguna forma, no sabía que tan revolucionarios serían, porque definitivamente el tener que pararle los pies a Sharxor no iba a ser fácil y su única carta disponible como "as oculto" era Hearst, todo el mundo lo sabía, ella también, y las cosas podrían salir verdaderamente mal.

Durante todo el día el pueblo entero se mantuvo en un voto de silencio dedicado al rezo y a las bendiciones de forma colectiva, fue algo digno de ver, especialmente porque todo aquello surgió por iniciativa propia del pueblo entero, y Clay se sintió intimidado por estos rezos y ese silencio sepulcral que parecía más un pueblo muerto que no una bendición. Evaría se preparó mentalmente con varios artefactos del templo, Rostian lo pasó en un aislamiento silenciario meditando para concentrarse en un hechizo tan grande, Scarfire lo pasó en un entrenamiento físico, consciente de que no iba a poder ganar a Sharxor con su magia... Clay, Bechter y Hearst trataron de verse tranquilos y naturales, pero no fue fácil para ellos. Sebaque estuvo con Evaría parte de su preparación, buscando todos los artefactos que pudiera para que ella pudiera estar plenamente lista para la batalla y para el teletransporte, y él también tenía que conseguir finalizar a tiempo la imitación metálica del báculo del mar para que Hearst pudiera volver a usar la magia sin depender de que Bechter le diera su báculo.

La noche fue tan fría como intimidante. El báculo de tierra dejó de funcionar en algún punto, y todos supieron que ya no había tiempo que perder... A la mañana siguiente sería el momento. Al día siguiente debían detener a Sharxor a toda costa.

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Espero que os haya gustado, hacédmelo saber con un voto y nos vemos en el próximo capítulo

Bye~

By Silvia Line

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