Con los ojos clavados en el techo y el corazón latiendole con fuerza, Jeon no podía entender la mitad de cosas que pasaban por su cabeza. Tae dormía encima de su brazo y ninguno había hablado luego de su confesión. El menor lo dejó pasar y besó los labios de Jeongguk con las lágrimas saladas mojando ambas bocas para luego recostarse en el futón y tratar de olvidar lo que últimamente venía sucediendo. Se distrajeron por su lado, Tae se había ido con Jimin y Jeon... él simplemente rondó por la enfermería sin entenderse por completo. Namjoon había preguntado, claro que lo había hecho porque verlo actuar de esa forma al jefe habían abierto muchas preguntas que realmente no fueron contestadas. Jeongguk estaba ido, demasiado y aunque trató de poner su mente en marcha en el presente, simplemente no podía.

De regreso en su celda y con la madrugada abriéndose paso, asfixiante e intolerante, Jeon se preguntó qué tan idiota podía ser. Él quería decirle a Tae que se sentía de igual manera, por eso él estaba planeando a futuro y escapar con él era uno de esos planes que tanto anhelaba, pero se había acobardado y él nunca se acordaba. Pero Taehyung lo ponía entre la espada y la pared, lo hacía sentir extraño con miles de sensaciones en la boca de su estómago, con sus manos temblando y el pecho apretándose con fuerza, con su cabeza gritando y callando a la vez, con ese sentimiento con el que quería decirle que amarlo sería algo complicado, pero no iba a detenerse de intentarlo y cumplir cada promesa que en su momento había hecho. Así él moría mañana, quería que Tae lo recordara como esa persona que sí era capaz de amarlo y de una forma desgarradoramente hermosa, como esa persona que logró luchar con cada uno de sus demonios para poder llegar a esta conclusión.

Sonrió. Y sus ojos brillaron con una galaxia completa. Taehyung le dijo que no podría soportar no poder contar las estrellas que habitaban en sus ojos y él no entendía a qué se refería hasta que esa madrugada notó por el pequeño espejo rosa chillón que Jimin había colgado de una de las paredes, como de brillantes estaban como nunca antes habían estado. Tal vez la última vez que se había sentido de esa forma fue cuando su madre le organizó una fiesta de cumpleaños pequeña cuando su padre había salido de viaje, solo eran ellos dos con algunas de las empleadas de limpieza y la cocina junto a sus hijos. No había sido mucho, pero su mamá había cocinado y decorado su pastel de zanahoria, y la calidez que había sentido estando con ellos era inexplicable para un pequeño niño como él lo era.

La luna era testigo. De los sentimientos encontrados de Jeon, de la forma en la que aceptó poder amar a Kim Taehyung y la manera en la que se aferraba a él para ser feliz. Porque él no creía en el amor y tampoco en la felicidad. El amor era un concepto relativo a la afinidad o armonía de los seres y cada quién tenía de este su punto de vista o ideología, y Jeon tenía el suyo. Por mucho tiempo creyó que el amor era vivir en constante sufrimiento y miedo, en como una persona podía soportar tantas cosas solo para amar y cuidar de otra. Pero ahora lo conocía de otra manera, supo que el amor podía venir de la mano de ojos mieles casi felinos, pecas casi imperceptibles y con una sonrisa peculiar. Taehyung era ese amor que por tanto tiempo había querido, pero que ni cuenta se había dado que estuvo buscándolo y no estaba dispuesto a perderlo.

— ¿Qué sucede?—Preguntó Tae con voz ronca. Jeon lo miró unos segundos para sonreírle suavemente.

—Tae—Lo llamó un rato después cuando tapó su rostro con ambas manos—, sé que quedé como un idiota por no haberte respondido anoche, pero entiende que me tomó por sorpresa y no supe cómo reaccionar. Es extraño, pero puedo decir que me siento de la misma forma que tú.

—Jeon... son como las... ¿cuatro de la madrugada?—Su voz ronca y ese tono de sarcasmo que hacía a Jeon poner sus ojos en blanco mientras se levantaba del futón y se sentaba—. Lo siento—Masculló en medio de un bostezo—, es solo que me siento nervioso contigo a mi lado la mayoría del tiempo y que me digas esto solo hace que me sienta peor—Se escondió bajó las mantas y Jeongguk se preguntó cuánto bien había hecho en su vida pasada para que Tae se haya fijado en él.

—Es la verdad, me comporté como un imbécil, pero me siento de la misma forma. Sé que te voy a amar porque creo que me he enamorado de ti desde el primer momento que puse mis ojos sobre ti.

Estaba sonrojado, pero él no tenía el valor de salir de su escondite mientras apretaba la manta entre sus manos. Jeon lo obligó a salir mientras lo miraba desde arriba con esa sonrisa que hacía que tuviera escalofríos y esa noche, sus ojos brillaron más. Era como reflejarte en un manto oscuro lleno de puntos blancos y titilantes, era como ver el cielo y sentirte agradecido de que la noche estuviera clara.

—Tae, sal—Murmuró mientras hacía una mueca, no podía olvidar que tenía 3 costillas rotas y que el dolor era molesto cada vez que se movía.

— ¿Qué quieres?—La pequeña ventana que daba hacia el patio, mostraba a la luna en su punto más alto, brillando con un hermoso esplendor. Los ojos mieles observaron al mayor y no pudo evitar perderse en su color, en la forma que tenía de mirarlo.

—Me he librado de JeongSu, podremos vivir en paz cuando salgamos de aquí—Tae tomó entre sus delicadas manos el rostro del mayor mientras soltaba un pequeño suspiro. Sus pestañas revolotearon como alas de mariposa mientras le observaba todo el rostro, su respiración haciendo cosquillas en la punta de su nariz.

— ¿Realmente podremos hacerlo?

No quería arruinar el ambiente, pero él no creía mucho que JeongSu estuviera realmente muerto. Ese hombre parecía escapar de la muerte a como diera lugar. Sin embargo, no quiso más tocar el tema y besó a Jeongguk, sintiéndose seguro en lo que él llamaba hogar.

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Las escenas a continuación contienen +18, si esto no es de tu agrado te pido que por favor dejes de leer.

La noche parecía no querer abandonarlos mientras se besaban con fiereza, mientras Tae trataba de mantenerse todo lo alejado que podía porque no quería tocar su cuerpo y hacerlo sufrir. Sus costillas estaban rotas, lo había visto ponerse hielo que Namjoon le había dado y hacer muecas cuando realizaba algún movimiento brusco. Tenía moretones y algunos cortes con suturas, él en su momento había sido cuidadoso con la herida que le habían causado, no entendía cómo Jeon podía moverse de esa manera sin hacer una mueca de dolor.

—Guk... Guk...—Llamó, pero el otro tenía un punto a favor cuando besaba su cuello de esa manera haciéndole poner los ojos en blanco y que no quisiera parar con el buen trabajo que estaba realizando. Lo sintió chupar la piel de su cuello y gruñir cuando él apretó su brazo—. Creo que no es buen idea hacer esto, estás lastimado.

—Ha pasado tanta mierda últimamente que no he podido pensar en estar contigo, pero ahora que te tengo aquí y estoy relajado, quiero estar en ti hasta cansarme—Murmuró mientras metía sus manos dentro de la ropa del otro, acariciando su estómago con delicadeza mientras se cernía sobre él, mirándolo con esos ojos chocolate que tanto adoraba.

Jeongguk lo besó, suave y lento mientras sus manos seguían acariciando cada centímetro de piel de su abdomen. Desde que había entrado, el cuerpo de Taehyung había cambiado bastante, perdió peso y su cintura salió a relucir más que antes, sus algo anchas caderas hacían un contraste perfecto con ella y él pedía en su interior que no perdiera esos hermosos muslos gruesos a los cuales no podía resistirse. Colocó ambos pulgares en los pezones del chico mientras los movía en círculos, su costado derecho dolía, pero no le importaba, él podía soportar mientras Taehyung le dejara perderse y pecar en el infierno que su cuerpo era.

Sacó la prenda de tirantes con delicadeza mientras Tae se removía bajo el toque de sus dedos fríos. Sus ojos no podían despegarse de ños contrarios y clavó sus falanges con fuerza en la piel de su cintura cuando lo besó, ingresando su lengua a la caliente cavidad. Sus músculos formaron una guerra entre sí mientras los largos dedos del menor se enredaban en el cabello de la nuca de Jeon, atrayendolo más a él mientras gemia con suavidad.

Él siempre supo que tenía una fijación oral, pero Jeon parecía haberla empeorado con el tiempo y en momentos como estos no había nada que pudiera mantenerla a raya más que él. Quería probar su boca y morder su labio inferior con fuerza del lado en donde él tenía el piercing, quería sentir su lengua dentro de su cavidad y el como la barra plateada parecía hacer contraste con la temperatura de adentro de su boca. Quería que lo besara hasta hacerlo gemir con fuerza, quería que lo besara hasta que tuviera sus ojos en blanco y quería sobre todo que lo amara de esta manera como se encontraba haciéndolo.

Jeon bajó su boca, deslizando su lengua por la piel de su cuello dando pequeños mordiscos a la larga extensión dorada mientras sus oídos captaban lo bajos que sus gemidos salían. Besó en el centro de su pecho, donde los huesos de su esternón se unían y chupó con fuerza porque necesitaba ver esa hermosa piel completamente marcada por él. Sus pezones fueron lo siguiente, su dientes atraparon el derecho y su mano fue al izquierdo, estirandolo. Giró su lengua y chupó mientras sus ojos se mantenían pegados a los contrarios.

Taehyung tragó saliva pesado. Sus pantalones doliendo por lo apretada que su erección se sentía.

Cuando Jeon dejó un beso debajo de su ombligo y también dejó una marca, él lo tomó del rostro y lo hizo volver a su boca. Hizo todo lo posible para cambiar las posiciones y fue él quien marcó debajo de la mandíbula a Jeon logrando que soltara un bajo y ronco gemido que logró mandar cientos de corrientes eléctricas por todo su cuerpo. Besó su pecho de la misma forma que el otro lo hizo con él y dejó un camino de besos a medida que seguía bajando, mordió uno de sus abdominales con poca fuerza y sus manos hicieron todo lo posible para desabrochar el pantalón del uniforme, bajándolo con lentitud al igual que su ropa interior.

— ¿Estás seguro?—Volvió a preguntar mientras lo miraba fijamente, sus manos en el elástico de su bóxer mientras dudaba unos segundos.

—Bebé si no te he detenido hasta ahora es porque realmente quiero hacerlo.

Y Tae no necesitó más para terminar de bajar su ropa, la gruesa erección pegando contra el estómago bajo de Jeon mientras este mordía su labio con fuerza. Taehyung tomó su pene en una de sus manos y apretó el glande antes de dar duras jaladas que hicieron al mayor gemir y empujar sus caderas contra su mano. El menor bajó su boca y dejó un pequeño beso en el glande, pasó su lengua por el largo de su falo, delineando las venas hasta llegar a los testículos, él los chupó con fuerza moderada mientras escuchaba como Jeon siseaba entre dientes empujando sus caderas una y otra vez.

—T–Tae—Gimió él mientras apretaba las mantas del futón entre sus manos, sintiéndose demasiado extasiado cuando el muchachito tenía su pene en su boca de esa manera. Él trató de respirar con normalidad para que el dolor en sus costillas dejara de atosigarlo.

Taehyung separó sus labios e ingresó el miembro dentro de su boca, ahuecando las mejillas y empujandose hacia abajo para tomarlo hasta la empuñadura. Jeongguk no pudo soportarlo más, colocó su mano en la parte trasera de la cabeza del muchacho, justo en donde la parte occipital de su cráneo se encontraba, enredó sus dedos en los bucles rubios y empujó su cabeza manteniendo su erección dentro de la boca de Tae todo lo que él pudiera aguantar.

— ¡Ah, mierda! ¡Sí!—Gimió con fuerza, sus muslos tensandose mientras los mantenía pegados contra el futón.

— ¿Vas a joderme?—Preguntó mientras la voz le salía ronca, rota por haber tenido ese pedazo de carne hasta el fondo de su garganta. Sus ojos llenos de lágrimas mientras sonreía con burla porque sabía lo mucho que Jeon quería cogerlo, pero también sabía que no podría por sus golpes—. Uhm... cierto, no puedes—Se burló mientras se arrodillaba frente a él, sus manos lo empujaron suavemente por sus hombros para hacerlo recostar suavemente.

Taehyung no perdió tiempo cuando se paró para sacar la parte inferior de su ropa, puso cada una de sus piernas al lado de las caderas de Jeon y chocó la gran erección contra su culo. Se movió de adelante hacia atrás mientras mordía su labio inferior, el calor extendiéndose por todo su cuerpo, quemando en sus piernas y extendiéndose por su pene hasta llegar a escalar por su estómago. El mayor clavó sus dedos en la gruesa piel de los muslos contrarios y él moría por perderse en esa carne hasta llegar hasta su culo, quería morderlo tanto, quería chuparlo hasta el cansancio.

— ¿Vas a entrar en mí?—Él acarició su propio cuerpo, fue por sus muslos y subió sus manos por su ingle, siguiendo por vientre bajo, pasando por todo su estómago hasta terminar en sus pezones los cuales apretó con fuerza y luego los estiró, gimiendo mientras sus ojos chocaban con los otros. La lujuria que brillaba en sus ordes ya no podía ser contenida y es que había esperado esto desde hace tiempo.

Escupió en su mano derecha y lo esparció por toda la verga de Jeon antes de acomodarla en su entrada y empujarse hacia abajo con fuerza. Él por alguna razón se había preparado, pero sus dedos nunca habían sido tan certeros para llenarlo como lo hacía el pene de Jeongguk. Gimió y se acomodó, subió y bajó hasta llegar a lo más profundo que pudo. Movió sus caderas hacia atrás y adelante sin cortar el contacto visual con el otro, mordiendo su labio inferior con fuerza mientras se sostenía con ambas manos del abdomen del mayor.

La luna era la única testigo de como se amaban, de como Taehyung se entregaba a Jeongguk y este hacía todo lo posible para darle luz a su alma oscura mientras dejaba que el menor manchara con sus colores su escala de negros y grises. Jeon amó cada movimiento que Tae hizo, adoró cada sonido que salió de su boca y atesoró en su alma su mirada brillante que le gritaba, pero a la vez se callaba tantas cosas que él no podía deducir.

—Nnngh, mierda—Él seguía saltando como un experto mientras el pene de Jeon se sentía más grande en su interior.

—Oh mierda, sí—Susurró mientras sus manos iban a la cintura contraria, apretando y ayudándolo con sus movimientos.

La tensión que sentía en su viente bajo hicieron a Jeon cambiar los roles porque todo eso, le había nublado la mente y le había hecho olvidarse del dolor. Él se empujó dentro de Tae haciéndolo aferrarse a su espalda con sus manos y a su cintura con sus piernas mientras golpeaba con fuerza dentro de él. Sus movimientos eran bruscos casi salvajes y Taehyung se retorcía por la mezcla de dolor y placer que lo tenía de esa manera, gimiendo y rogando por más, llorando y aferrándose a su chico con fuerza.

Él gritó, literalmente lo hizo cuando tocó el punto exacto en donde tembló por completo y tuvo un pequeño espasmo, entonces lo hizo sufrir. Salió de su interior, sacando todo su pene por completo y con una su mano abierta dio un golpe en la carne de su culo haciéndolo saltar, pero que riera mientras mordía su labio inferior.

Jeon no podía pedir más. Estaba seguro que Taehyung era el indicado.

—Hmmm, vamos entra en mí, por favor—Jeon negó e hizo una mueca, arrugó su nariz y jugó con él. Paseó su glande por su entrada palpitante—. ¿Quieres que te diga papi?

—Vas a hacer que se me baje—Murmuró.

—Entonces, entra en mí o lo haré y no será agradable de escuchar—Porque él no entendía ese fetiche del todo. En ocasiones lo sentía repugnante.

—A tus órdenes, mi amor—Masculló y besó su boca ingresando en su interior de golpe, empujandose tan profundo que Tae tembló en sus brazos y sus ojos se colocaron en blanco.

Él se movió sin darle chance a recuperar el aliento, el orgasmo construyéndose y tensando los músculos de su vientre bajo mientras que con ojos llorosos miró fijamente a Jeon mientras se aferraba a sus brazos con fuerza. Él se vino con fuerza, temblando y gimiendo alto mientras apretaba a Jeon en su interior, este mordiendo el hombro del menor porque no podia soportarlo más. Lo había estado aguantando, pero ya no podía más. Se liberó en el interior de Tae mientras respiraba agitado y gemía con fuerza.

Besó a Taehyung cuando se recostó a su lado con cuidado de no apoyar su peso en su lado derecho porque la calentura había bajado y dolía como la mierda. Sabía que no debía de haber exagerado como lo hizo, pero era inevitable. Después de todo, Kim Taehyung lo tenía envuelto alrededor de su dedo.

—Solo la luna puede ser testigo de cuanto te amo—Murmuró besando la frente de Tae mientras este contenía su llanto.

Jeongguk era esto. En ocasiones podía ser un tipo sin corazón y al otro tenerlo de esta forma, diciéndole ese tipo de cosas que hacían que su corazón se apretara y quisiera llorar por siempre hasta agotarse porque no podía entender cómo es que había logrado esto.

Kim Taehyung había logrado que Jeon Jeongguk lo amara.

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Ando hot y soft, déjenme.

Dos actualizaciones seguidas, pidan un deseo.

¿Tienen alguna canción que crean que se identifica con el fic? Quería hacer una playlist y hasta ahora tengo 2 canciones JDLAJDKS así que si tienen alguna déjenla acá y con gusto la escucho y después la agrego.

¿Jeongguk poco a poco se está descubriendo? Puede ser.

Espero que el capitulo sea de su agrado y hasta ahora es uno de mis favoritos.

Cuídense♡