Taehyung despertó con una pesada mano en su cintura y mientras fruncía el ceño tratando de sacar el sueño de sus ojos, se dio cuenta de la situación. Jeon lo estaba abrazando, no como un abrazo normal si no más bien que él tenía su mano apoyada sobre la curva de la cintura de Tae. Resoplo antes de sentarse y mirar a su alrededor, dejando que la mano se deslizara hasta caer a suelo, Jeon gruñó algo, pero él realmente no prestó atención a eso. Había algo que sonaba constantemente y le estaba molestando en demasía.

—Jeon—Dijo bajo, moviendo al enorme tipo que estaba a su lado—. Jeon—Soltó, pero él seguía sin responder. En las veces que había compartido celda con Jeongguk, nunca lo había visto dormir de esta manera, tan profundo—. ¡Jeongguk!—Susurró casi gritando haciendo que el otro abriera los ojos y lo asustara.

— ¿Qué?—Preguntó, la voz mañanera de Jeon le puso los pelos de punta a Tae. Sonaba tan grave, tan ronca, tan estúpidamente sexy que lo dejó con la mente en blanco por unos segundos.

—Hum.. C-Creo que suena tu celular—El hombre se levantó buscando por todo el lugar hasta que lo encontró.

Miró con preocupación a Taehyung antes de tragar saliva y deslizar su dedo por la pantalla.

—Hey, Narae—Dijo con voz suave antes de caminar fuera de la celda. Tae se levantó con el ceño fruncido mientras buscaba entre las pocas cosas que tenía en el lugar, el cepillo de dientes y la pasta dental.

Sus sospechas se dispararon, ¿quién diablos era realmente Narae? ¿Alguna novia de Jeon? ¿Su hermana o tal vez su prima? No sabía bien el vínculo que ambos podían llegar a tener, lo único que sabía es que era muy importante para el hombre a quien le chupaba la polla por un poco de seguridad. Si ella era la novia, pobre de ella porque Jeon era un maldito infiel y él era otro imbécil por seguir haciendo esto con este tipo. Si se tenía que poner en el lugar de la chica, él nunca querría que le hicieran lo que Jeongguk hacía, al primer engaño que hubiera sufrido y se hubiera enterado, habría cortado toda relación.

Jeon no volvió a ingresar a la celda hasta unos largos minutos después. Taehyung no sabía cuánto era el tiempo que pasaba ahí adentro, pero había sido un largo tiempo porque había podido leer varios capítulos del libro que Hoseok le había llevado el día de su visita. Ninguno dijo nada, ni siquiera se miraron y mientras Jeon lavaba su rostro, y, sus dientes se preguntó qué diablos con la actitud de Ricitos; Le había dado una sola mirada de ceño fruncido por encima de su libro de mariconadas antes de volver a leer.

—Dijo Namjoon que fueras a la enfermería—Murmuró—. Así volvía a curar tus heridas.

—Mhmm—Fue lo único que soltó antes de cerrar el libro y dejarlo encima de una mesa que había en el lugar.

— ¿Quieres que vaya contigo?—Preguntó, su ceño fruncido mientras terminaba de lavar sus dientes. Taehyung negó.

—No, gracias. Sé el camino—Sonrió con los labios pegados antes de salir de la celda.

— ¿Qué mierda te pasa?—Jeon lo alcanzó a mitad del camino mientras iba murmurando algo por lo bajo. Si él tenía que responder con la verdad, es que no sabía qué sucedía.

—Nada—Se soltó del agarre que Jeongguk había impuesto en su brazo con una mueca—. Eres un imbécil—Se quejó sobando la parte que dolía porque él tenía demasiada fuerza y la utilizaba sin realmente darse cuenta.

Ambos caminaron a la enfermería siendo recibidos por Namjoon que estaba atendiendo a otro recluso, este tenía cortes por todo el cuerpo haciendo una mueca y soltando alaridos cada vez que el enfermero se concentraba en curar las heridas. Se encontraba suturando esas heridas que parecían más profundas e hizo una mueca cuando el tipo se removió brusco.

—Tú no quisiste que te colocara la crema anestésica. Deja de llorar como niña—Se quejó mientras ponía su atención unos segundos en las dos personas que habían ingresado al lugar—. Siéntate por allá, Taehyung. Déjame terminar acá y en unos minutos estoy contigo—Tae asintió viendo como Jeon fruncía su ceño mirando hacia donde Namjoon estaba, seguía en su labor de suturar muy concentrado al recluso.

Jeon se acercó a Taehyung, separando sus piernas y colocándose en el hueco que se formaba entre estas. Quitó con suavidad los vendajes que tenía Tae en el rostro mientras su mirada miel seguía todos sus movimientos. ¿Era extraño? Claro que sí, pero a él no le estaba importando una mierda en ese instante. Taehyung había sido golpeado por su culpa, había sido manoseado e incluso lastimado por su culpa. Los italianos habían ido por una sola razón a ese pabellón y era él, no Tae. A Tae lo habían usado para llegar a él y se encontraba tan molesto, tan malditamente enojado que estaba dispuesto a enfrentarse con cualquier imbécil.

—No creo que sea buena idea que hagas esto—Soltó el rubio mientras alejaba las manos del más alto. Namjoon estaba observando toda la escena y se sentía molesto; Molesto porque Jeon no se comportaba de esa manera con nadie más que las personas que le importaban y si así sucedía con Tae, él no se querría ir de ese lugar por más que dijera que era todo lo contrario.

— ¿Por qué?—Susurró, su mirada oscura sobre su rostro.

—Hay personas que tal vez no le agradan lo que tú haces—Jeon no entendió a qué se refería, pero sonrió con burla mientras negaba con su cabeza.

— ¿El tigre de invierno está enamorado?—Preguntó el recluso con burla. Jeon frunció su ceño mientras se daba la vuelta para observarlo, molesto por el apodo.

— ¿Y a ti qué mierda te importa?

—Tu padre no hubiera estado orgulloso de esto, tigre de invierno—Tenía la voz ronca, suponía por el tabaco. Pero de igual forma trató de no prestar atención.

Se alejó un poco de Taehyung antes de encender un cigarrillo mirando de vez en cuando al tipo que se encontraba de espaldas a él. Nam tragó saliva, hacía años no escuchaba ese apodo y que nombraran al padre de Jeongguk no era buena señal.

— ¿Quién es este idiota?—Namjoon comenzó a tapar las heridas, luego de haberlas limpiado, mirando unos cortos segundos a Jeon antes de encoger sus hombros.

—No lo sé, pertenece a otro pabellón. Anoche lo atacaron y hoy se encontraban esperándolo fuera de la enfermería para matarlo. Los oficiales del otro pabellón lo trajeron para acá, esperando que estuviera más resguardado. Se llama Choi Seung—Explicó antes de terminar con su trabajo.

Había estudiado enfermería luego de haber perdido a su hermano a causa de una herida que no se había cerrado bien y había provocado una sepsis que acabó con su vida en cuatro días. Él sabía lo que hacía y curar a sus compañeros cuando estos estaban heridos, era algo que le gustaba. No se arrepentía de haber optado por esta carrera porque le fascinaba.

—Fiscal Choi Seung—Dijo el hombre, sentándose en la camilla y colocándose la parte superior del uniforme. Tenía una sonrisa en su rostro mientras sus ojos bordeados por arrugas observaban a Jeon. No lo conocía, nunca había escuchado de él y que le hablara con tanta confianza como si lo conociera de toda la vida estaba comenzado a molestar a Jeongguk—. Eres grande, tigre de invierno. Te pareces mucho a tu madre—Murmuró. Su sonrisa seguía en su rostro y Jeon estaba dispuesto a sacársela. 

—Jeon—Murmuró Tae, haciendo una seña al más alto para que se acercara a su lado. Jeon largó el humo del cigarrillo a un lado y dejó de prestarle atención al fiscal—, ¿puedes esperarme afuera? O en tu celda, donde quieras, pero no te metas en problemas—Susurró.

No dispuesto a hacer caso a lo que Taehyung había pronunciado, terminó su cigarro antes de cruzarse de brazos y enarcar una ceja mirando en dirección al más bajo. Contrario a lo que su cabeza pensaba, puso sus ojos en blanco y salió de la enfermería murmurando algo por lo bajo. 

Namjoon supo que lo había perdido y mientras curaba al menor, supo que no podía reclamarle nada porque no era malo, él creía que esto lo hacía por el bien de Jeon. Y Taehyung no se daba cuenta cuan equivocado estaba con ese pensamiento.

—Tigre de invierno fue rebelde desde que era pequeño, nunca le hacía caso a su padre incluso cuando este le proporcionaba la peor de las palizas, lo volvía peor. Pero aquí está, con treinta años y liderando casi toda la ciudad de Busan, obedeciendo a un muchacho de lindos ojos—Namjoon apretó la mandíbula y Taehyung siguió con la vista en lo poco que podía ver del enfermero curando su ceja. 

—No prestes atención a lo que dice—Murmuró Kim antes de tapar las heridas de Tae—. Ve si mañana puede curarte Jimin. No quiero que vengas cuando este imbécil está acá.

—Bien. Gracias, Namjoon hyung—Soltó bajando de la camilla de un salto antes de hacer una reverencia tanto al fiscal como al enfermero.

—Es dulce la pareja de Jeongguk. Su madre hubiera estado orgullosa—Dijo antes de recostarse en la camilla y cerrar los ojos.

Nam no dijo nada, simplemente sus pensamientos se quedaron en como esta persona parecía conocer tanto a los Jeon.

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Jimin encontró a Taehyung cuando se cansó de buscarlo como un demente por todo el pabellón, venía con Jeon de lo que suponía era la enfermería porque sus vendajes se veían recién cambiados. Estiró al moreno del brazo mientras comenzaba a correr con él, gritándole a Jeon que luego se lo devolvería porque en ese momento tenía que hablar con urgencia con Tae.

—Me di cuenta que somos amigos, pero ninguno sabe nada del otro—Empezó Jimin cuando estuvieron en su celda compartiendo algunos dulces que el pequeño rubio tenía—. Empieza tú, dime cómo está conformada tu familia.

— ¿Mi familia? Bueno, mi padre es dueño de una empresa de autos y mi madre es fotógrafa profesional, mayormente está más tiempo en Europa porque se encarga de cubrir los eventos de modelaje que hay en Italia. Y tengo un hermano mayor que es quien se encarga ahora de la empresa de mi papá. Luego estoy yo, que me alejé de todo lo que ellos hacen y me decidí por estudiar psicología. No somos tan unidos, creo que en nuestra familia el amor no es algo por lo que somos conocidos. Hace un tiempo decidí independizarme de la familia Kim, pero sigo llamando a mi madre y visitandolos en los días que se encuentran en Corea—Soltó un suspiro porque no había sido tan difícil hablar de su familia como creía—. Sigues tú.

—Entonces ¿estás queriéndome decir que eres rico?

—Técnicamente yo no, mis padres y mi hermano—Jimin asintió entendiendo. Tae le hizo una seña para que siguiera hablando él.

—Mi madre es dueña de una panadería y mi padre es un oficinista normal. Tengo cuatro hermanos menores, dos varones y dos mujeres. No somos ricos, muchas veces incluso nos costaba llegar bien a fin de mes. A mi madre le parecía inmoral que su hijo mayor se sintiera atraído por los hombres y no por las mujeres, odiaba que tuviera novios y siempre me llevó a la iglesia creyendo que estaba enfermo. Mientras que a mi padre le daba igual porque mientras tenía una familia de cinco en Busan, en Daegu tenía otra de tres ¿entiendes? Nosotros no éramos lo suficientemente importantes para él porque siempre fuimos los segundos—Soltó un suspiro—. Mamá siempre fue la amante y él venía a casa a principio de mes, veía si había muerto uno de sus hijos de hambre o no y dejaba el dinero suficiente para que mamá pudiera pagar las facturas. El dinero no alcanzaba y él no aportaba lo suficiente. Pasamos hambre, frío y siempre con el miedo de que nos echarán de los lugares en donde vivíamos porque no alcanzabamos a pagar el alquiler. Fue duro, pero siempre intenté no meterme con malas personas porque no quería poner más presión en mi madre de la que ya tenía.

Hizo una pausa, Taehyung tomó sus manos y jugó con ellas dándole a entender que él estaba ahí. Ya no dolía al contarlo porque había sabido superarlo, había dejado el rencor de lado y había seguido adelante. Tal cual su padre había hecho. Jimin trabajaba y estudiaba al mismo tiempo, el negocio de su madre había obtenido fama y aunque ahora el dinero alcanzaba para comer, pagar las facturas y darle un gusto a los menores, ella siempre había estado molesta que su hijo siguiera pensando en hombres.

—Cuando entré aquí, supe que me había convertido en la peor decepción que ambos pudieron tener. Mi padre no me importó tanto, pero sí me dolió la mirada que me dio mi madre cuando me subieron esposado a la patrulla. Ella no ha venido a verme desde entonces y solo vienen mis hermanos que tienen la edad suficiente para entrar, pero lo hacen a escondidas de mamá. Y no es que ellos venían a visitarme desde un principio, comenzaron a hacerlo cuando me apuñalaron—Taehyung abrió los ojos cuando Jimin le mostró la cicatriz que había dejado en su abdomen.

— ¿Por qué lo hicieron?

— ¿Sabes el significado de Hada? ¿Jeon te dijo algo acerca del apodo?—Tae negó y Jimin suspiró, deseando que luego de lo que le contaría no lo mirara de mala forma—. Me dicen Hada por mi apariencia y porque les reparto polvo mágico a cambio de cosas como estas—Le mostró un puñado de caramelos—. Tengo a alguien afuera que está de parte de Jeon, él me proporciona la cocaína suficiente, muy bien escondida, para que yo la ingrese y se la entregue a los reos marcados. Que me den dulces, ropa o artículos para mi higiene no es más que un agradecimiento por parte de ellos. Yo entrego y luego ellos arreglan el tema del dinero. Una vez que yo les doy las bolsas con cocaína me desligo de cualquier vínculo que quieran tener conmigo.

— ¿Por ese motivo no estás yéndote de aquí?

—Exacto. Me siento seguro aquí y salir, no me asegura nada. Sé que voy a estar en las calles y perdido, nadie querrá darme trabajo porque mi archivo está marcado. En cuanto ponga un pie afuera voy a ser un ex convicto.

—Te dije que no tienes qué preocuparte por eso. En cuanto te suelten, tú tendrás un lugar para trabajar y también un lugar para vivir, podemos repartirnos las facturas cuando lleguen.

—Eres tan dulce, Taehyungie. Bueno, a lo que iba. Hace unos meses atrás me apuñalaron en las duchas porque me pedían más cocaína y yo no tenía más, no me quedo con nada, reparto la cantidad que se me da a los reclusos que dice en la lista que todos los meses me brindan. Ellos insistían y yo también les insistía de que no tenía nada. Peleamos un buen tiempo hasta que uno sacó una navaja y me la clavó en la zona de las costillas. Fue suerte de que no estaba lo suficientemente afilada y no hizo más que un corte algo profundo, pero desde ese momento aprendí a cuidarme—Miró hacia la puerta, Jeon estaba sentado en una mesa cerca de su celda observando hacia adentro con el ceño fruncido mientras fumaba un cigarrillo—. Te estarás preguntando el porqué te cuento todo esto, tú sabes que Jeon no le brinda seguridad a nadie y que la vez que te salvó fue con la excusa de: "Te salvé porque Hada estaba en medio y no voy a permitir que suceda lo mismo que meses atrás"—Intentó hacer una gruesa voz que hizo reír a Taehyung—. ¿Sabes por qué él dice que me protege? Que idiota, lo siento. Yo simplemente asumo que ya sabes todo—Sonrió y negó con la cabeza, nervioso—. Conozco a Jeon desde que tengo diecisiete años. Él en ese tiempo tenía veintidós y su nombre ya era conocido en las calles de Busan. Por donde vivo, que es un lugar en donde si sabes manejarte en las calles sobrevivirás, él era más que conocido, atemorizaba a los idiotas que se creían pandilleros y se ponían en las esquinas creyéndose los dueños. Lo conocí de casualidad, en una de esas noches en donde había tomado todo mi peso en alcohol, él estaba peleando con alguien cuando le grité que era un imbécil. Pero yo no lo conocía simplemente creí que era un idiota con el que follaba—Hizo una pausa, tragando saliva—. Con Jeon fuimos amantes.

Tae abrió su boca y asintió con su cabeza entendiendo la confianza que Jimin tenía con Jeon.

—Cuando lo presenté con mi madre, lo hice con su nombre para que no descubriera que era la persona que tanto se nombraba en las calles. Ella hizo un escándalo cuando le dije su edad y me prohibió verlo, lo odiaba por así decirlo. Ella creía en parte que él estaba corrompiendo a su pequeño hijo—Puso sus ojos en blanco—. Jeon era mayor, tenía más experiencia y dinero. Y yo me dejé llevar por eso, íbamos a los lugares que quería y me compraba las cosas que le pedía. No me importaba realmente quién era en sí.

— ¿Cuánto tiempo estuvieron juntos?—Preguntó Tae con un tono de voz suave mientras miraba a Jimin con una pequeña sonrisa.

—Dos años. Nos veíamos a escondidas, obviamente. Y luego, él desapareció de mi vida así como llegó. No me importó porque sabía que algo así en cualquier momento podía suceder, simplemente dejé que mi vida siguiera su rumbo como estaba haciendo mientras estábamos juntos—Sus ojos concentrados en Tae hicieron a este sospechar de algo que no estaba diciendo—. Nos volvimos a encontrar aquí, Jeon llegó hace diez meses y yo estoy acá hace dos años. Al principio fue duro tratar de acercarme a él porque ya no es el Jeon que yo conocí años atrás, él está totalmente cambiado y en parte entiendo porqué—Tenía más cosas para decir, pero estaba dudando en hacerlo porque no estaba seguro de que Taehyung quisiera escucharlo, pero de igual forma iba a hablar porque era Park Jimin y le importaba una mierda—. Con Jeon... Nunca nos amamos, Tae. Nunca llegamos a sentir más que atracción por el otro, teníamos química en el sexo y eso es lo único que nos mantenía juntos. No nos enamoramos nunca en los dos años que llevábamos, nunca nos dijimos palabras dulces porque no las sentíamos. Siempre vi a Jeon como un amigo, un gran amigo y nada más. Como te dije anteriormente yo estaba con él porque era mayor y tenía dinero.

— ¿Por qué me dices todo eso?—Apoyó su mejilla en su rostro frunciendo el ceño. No entendía muy bien adónde Jimin quería llegar.

—Porque puedo ver la tensión que tienen ambos, Taehyungie. Es inmensa y asfixiante, ustedes son los únicos que aún no se han dado cuenta de la situación. Y creo que puedes ser la segunda persona por la que Jeon realmente se preocupa...

—Lamento interrumpirte, pero no creo que sea de esa forma.

—Lo es, tú no quieres darte cuenta y aceptarlo. ¿Has visto la cara de demente que tenía cuando descubrió que eras tú a quien estaban lastimando en las duchas? Él no hizo lo mismo por mí cuando me encontró desangrándome en las duchas. Yo solo soy una excusa, Tae—Y esperó que Taehyung realmente entendiera la indirecta que había soltado.

— ¿Puedo preguntarte algo?—Jimin asintió masticando algunas gomitas en forma de oso—. ¿Escuchaste alguna vez el apodo de tigre de invierno?—El pequeño rubio hizo una mueca tratando de buscar entre sus recuerdos. Y Taehyung se sentía culpable por el hecho de que seguía indagando sobre la vida de una persona que no conocía bien, pero no se sentía con la confianza suficiente para preguntarle a Jeon porque sabía bien que era una persona que no le diría absolutamente nada.

—Antes de que Jeon dirigiera su propio imperio, estaba su padre y estoy hablando de más... Mierda... Su papá le decía ese apodo, pero a él no le agradaba. No te diré nada más.

—Una pregunta más—Jimin puso sus ojos en blanco y le hizo una seña—, ¿sabes quién es Narae?

—Hasta acá llegaron tus preguntas. Quisiera decirte todo, pero eso tienes que hablarlo con Jeon, no conmigo. Pero solamente voy a decirte que ella era un total perra.

Taehyung asintió y luego hizo una mueca. Seguía teniendo poco y nada de información acerca de Narae. Y él realmente no estaba dispuesto a dejar ese tema de lado porque ella le traía tanta intriga como Jeon.

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Capítulo 12 subido.

Ya sabemos cuál es la relación de JK y JM, ¿alguien se lo esperaba o les tomó de sorpresa? Narae sigue siendo un misterio y estoy planeando seguir manteniéndolo de esa forma hasta que realmente aparezca y cuente qué vínculo tiene con JK. ¿Tienen alguna teoría? Tenemos 2 capítulos más antes de realmente llegar al 15 y el que yo siento es el más trágico, dramático.

Por lo tanto el apodo de "Tigre de invierno" va a tener su significado más adelante también.

Capítulo dedicado a:  rubyjjosh  Muchas gracias por leer♡

Espero que el capítulo sea de su agradado. Cuídense♡

Cualquier error ortográfico e incluso gramático va a ser corregido cuando la historia esté finalizada.

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