Por que sabiendo, cuan larga es la vida me deprimo con facilidad.
(Cuando comienza la canción, se ve viejo Reactor del Momentum en su mejor estado, y frente esa imagen aparece un joven Rex Goodwin que estira las manos, para que en un efecto de viento, la imagen se reemplace por el viejo Momentum y Roman con la capucha puesta, sonriendo siniestramente)
Quiero empezar de nuevo y lo inconcluso de una vez realizar.
(Se ve a un Kazuto de niño cerrarle la puerta, a Shiryu levantar su cabeza y el sol refleja un momento sus lentes)
(Cuando la música suena se ve una llama que toma forma, hasta mostrar al Dragón Carmesí, y frente al dragón el titulo de la historia)
Qué irónico es vivir motivando a otros, sin querer seguir.
(Kazuto camina a través de las calles llenas de basura de Satélite, que cambian a las calles limpias de Neo Domino, con la mirada hacía adelante y levanta las palmas)
Con sueños por lograr, tropezando con otros en mi caminar.
(Se ve a Shiryu en medio de un campo de césped con el viento sacudiendo el césped, sus ropas y cabello. Sus ojos siendo bloqueados por el reflejo de sus lentes. Shiryu da la espalda y la imagen se aleja y cae, hasta que el pasto bloquea la vista, haciendo un efecto de cambio)
No es que quiera arrepentirme ni regresar aquel pasado. Solo quiero recuperarlo.
(Se ve a Kazuto y Teresa de niños acompañados de una niña rubia, durmiendo en el suelo con almohadas esparcidas, para luego mostrar a Yusei acostado en la arena de la playa de Satélite, abriendo los ojos)
Mi cielo azul.
(Yusei estira la mano al cielo cubierto de contaminación por las fábricas de producción de Satélite).
No quiero ver en tu reflejo, esa expresión anegada ni de sacrificio.
(Se ve los pies de Rally y el resto de amigos de Yusei corriendo por las calles, para luego mostrar a Gai, enfocándose en su rostro. La imagen se mueve hasta la espalda de Ricardo y en cuanto se empieza a enfocar a su rostro, se ven ráfagas de viento hasta que se muestra la expresión horrorizada de Ricardo, rodeado por ráfagas que pasaban, como si estuviera al frente del origen)
Entiéndelo.
(Se ve a Tomoe. Ella tiene los brazos cruzados frente a sus ojos, viéndose solo su boca que dice la palabra de la letra)
El llanto no borra los pecados.
(Se ve a Kazuto, rodeado de los espíritus de su mazo, como protegiéndolo de algo)
Tu y yo llevaremos esta culpa.
(Se ve a Yusei, también rodeado de los espíritus de su mazo, con el Dragón de Polvo de Estrellas a su espalda)
Como escapo de este laberinto si esperándote estoy.
(Se ve a Jack con su disfraz, solo, tras perder su titulo de Rey)
Si esperándote estoy.
(Se ve de manera rápida desde abajo hasta arriba a Shinji, Rafael, Boomer y Sect, haciendo un acercamiento a la sonrisa loca de Sect)
Todo se ha escapado de las manos y ser honesto tan solo me hace daño.
(Se ve a monstruos distintos atacar por orden de sus duelistas: Exseñor Lavalval lanzar una ola de fuego. Brionac lanza una ráfaga de viento frío. Alanegra Maestro de Armadura da un puñetazo al aire)
Qué hago para encontrar una salida de esta realidad.
(El Dragón de Herramienta Poderosa emerge, con Leo sonriente. Se ve el edificio del Movimiento Arcadia, y a Divine en la cima, haciendo un acercamiento rápido a su rostro sonriente)
Cuál es el motivo por cual aun vivo. Cada noche mis recuerdos se van perdiendo.
(En un Turbo Duelo, Kazuto le ordena a Vajrayana atacar a Highlander Oscuro, ocurriendo una explosión, para que su oponente lo sobrepase e invoque al Dragón Ogro del Vacío. Kazuto juega una carta, invocando a Ascalon)
Nada es como antes. ¡Perdí toda mi seguridad! Y solo quiero escapar.
(Jack, con su disfraz, esta de de pie encima de un edificio con el clima oscuro. Ve una mano extenderse, alzando la mirada, viendo a Carly que le sonríe. En ese momento, los rayos de luz atraviesan el clima oscuro y Jack toma la mano, lanzando el gorro al aire)
Por que sabiendo cuan larga es la vida.
(Se ve a Martha en su orfanato, tomando té mientras ve afuera por la ventana)
Me deprimo con facilidad (cual es el camino).
(Kazuto derrapa su D-Wheel, persiguiendo a su oponente, mientras los dragones chocan, hasta que una gran sombra se muestra detrás del oponente de Kazuto)
Tal vez debería, ¡enfrentar esta debilidad!
(Kazuto extiende su brazo, tocando una lapida de monstruo, que brilla al tacto, cegando la imagen un segundo. Después, se ve a Kazuto con su D-Wheel en el horizonte, proyectando sus sombras con la luz del sol).
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(FLASHBACK)
Hace 10 años...
Yo estaba buscando una forma de hacerme con el control de la compañía. Tuve conversaciones secretas con varios inversionistas y accionistas para que se pusieran de mi lado. Tuve éxito con algunos, pero la mayoría se negó apoyarme. Tu padre logro lo que pocos jefes pueden: ganarse la lealtad y estima verdadera de sus empleados.
Y ese no era mi único problema, sino que el 50% de la compañía le pertenecía a la cabeza de la familia Ryu por ley de la compañía de mi padre. Necesitaba el otro 50 para tener una oportunidad; el problema es que entre todos los accionistas, tenían un 35% de acciones de la compañía, mientras que yo, como el segundo hijo del fundador, aun si no dirigía la compañía, tenía un 10% y Ricardo tenía un 5% de acciones al haber ayudado a fundar la Compañía Ryu y ser leal a la familia.
Y Ricardo era muy leal a Gai. Como todos, él prefería a mi hermano. Con ese 5% y con la lealtad de la mayoría de empleados hacía mi hermano, parecía imposible que pudiera tener la compañía.
No de manera legal al menos.
Pero el destino de nosotros, los hermanos, cambio una semana antes de aquella noche.
Shiryu se bebió de una el trago que se había servido. Había vuelto de una reunión con un accionista para intentar ganárselo, que resulto en un fracaso, ya que el idiota era un simplón que estaba feliz con la administración de su hermano con la compañía y que tenía miedo de aspirar a más por las consecuencias.
Estaba sentado en su oficina en el edificio de la compañía, el único lugar donde se sentía cómodo, bañado por el silencio y la penumbra, siendo la única luz de la sala la ventana pegada a la pared y que reflejaba un poco las luces de la ciudad y el escaso brillo de la media luna que estaba en el cielo nocturno.
Había hecho construir mi oficina para que fuera a prueba de balas y estaba protegido por los sistemas de seguridad más costosos, con guardias entrenados y con una ubicación para hacer posible mi escape. Por lo que imaginen mi sorpresa cuando alguien se había infiltrado sin que nadie lo notara.
-Es una pena ver a un hombre tan capaz como tú ahogarse en alcohol por alguien tan carente de visión como tu hermano-.
Shiryu salto de su asiento y se puso de pie de golpe al oír una voz que no era suya en la oficina. Su mirada viajo de izquierda a derecha mientras su mano se movía hacía la el cajón de su escritorio donde escondía una pistola por protección. Puede que haya estado tomando, pero tenía una fuerte resistencia al alcohol y no estaba tan afectado como para no sentir el peligro.
-¡¿Quién esta ahí?! ¡Salga ahora!-.
Una figura salió de la esquina derecha delantera de la oficina de tal forma que hubiera hecho pensar a los más asustados que había salido de la misma sombra. Shiryu levanto su pistola, con el pulgar en el seguro, listo para bajarlo y estudio al individuo. Era alto, su cuerpo estaba envuelto por una capa negra, lo que le impedía ver su físico para saber si era delgado, hombre o mujer y su cabeza estaba cubierta por un casco que tenía una sola lente ovalada de un tono opaco que impedía ver el rostro. En la lente, tenía el símbolo del infinito.
-¿Cómo entraste?- Pregunto Shiryu. -¿Quien eres? ¿Un asesino o un ladrón de una compañía rival?-.
-A veces soy esas cosas y más- respondió el enmascarado, que por su voz, era un hombre. -Pero quien soy no importa. Esta noche, solo soy un mensajero de Yliaster-.
-Yliaster...- Shiryu repitió ese nombre, reconociéndolo. Era el mismo grupo del que su hermano desconfiaba tanto por la influencia secreta que tenía en el mundo. -¿Por que debería creerte?-.
-Creí que el símbolo de la mascara lo haría obvio- se burlo un poco el hombre. -Pero eres precavido. Me agradas-.
-Responde mi pregunta- bajo el seguro de la pistola.
-¿Me apuntas con una pistola que no tiene su cargador?- La capa se hizo un poco a un lado para que el enmascarado sacara su brazo derecho, que estaba cubierto por una fina tela elástica. En su mano, que estaba cubierta por un guante negro, se muestra dicho cargador.
Shiryu abrió los ojos y rápidamente reviso su arma, viendo con espanto que el cargador que estaba en ella estaba vacío. Pero eso debería ser imposible, él siempre se asegura de cargar el arma cada día que llega a la oficina.
-Tu lo sacaste- señalo al enmascarado.
-Por seguridad- afirmo el hombre. -Pero si lo quieres, ten- lanzo el cargador a la mesa. -Si es que realmente tienes las agallas para quitar una vida, pon eso en tu arma y dispara. Pero yo que tu no lo haría, o no escucharías lo que tengo que decir-.
-¿Qué tienes que decirme?- Pregunto Shiryu. -¿Y cuál es tu nombre?-.
-Te dije que soy un mensajero de Yliaster. Aunque la definición exacta sería un "negociador", ya que estoy aquí para ofrecerte ayuda a cambio de algo. Y sobre mi nombre... puedes llamarme Zero-.
Shiryu bajo la pistola mientras que movía su otra mano lo más cerca posible al cargador en la mesa, para poder tomarlo rápido si era necesario.
-¿Y que quiere este grupo tan reservado conmigo?-.
-Sabemos lo que deseas, Shiryu Ryu. Quieres apoderarte de la compañía, ¿verdad? No hace falta que lo niegues, Yliaster lo sabe todo- dijo Zero.
-...Así es- Shiryu no le vio sentido mentir con eso. -Gai tiene buenas intenciones, pero a la larga la compañía puede verse perjudicada por las acciones de mi hermano, no puedo permitir eso-.
-¿Estarías dispuesto hacer lo que fuera necesario para cumplir tu ambición? ¿Lo que sea por la compañía?- Pregunto Zero.
-Si. Estoy dispuesto a lo que sea- respondió sin dudar el pelinegro.
-¿Incluso matar a tu propio hermano?-.
Al escuchar esa pregunta, todo el cuerpo de Shiryu se congelo de la sorpresa producto por el horror, su sangre pareció congelarse en sus venas y aun en la penumbra de la noche que rodeaba la oficina, se podía notar que su piel se hizo más pálida.
-¿...Qué?- Fue lo único que salió de sus labios tras unos segundos de silencio.
-Dijiste que estabas dispuesto hacer lo que sea, ¿no?- Menciono Zero.
-Pero eso...-.
-Eres un hombre listo. Ya debes haberte dado cuenta que no tienes forma de adueñarte de la compañía- lo interrumpió Zero, que siguió explicando. -Al menos la mitad de los accionistas no se pondrán de tu lado, y los que si lo harán solo les interesa el dinero. En cuanto vean que no es beneficioso apoyarte, se bajaran del barco como ratas. Tu hermano a demostrado poder salirse con la suya en varias ocasiones, y tiene a su mujer y a ese mayordomo suyo apoyándolo. Tus intentos terminarán en una humillación para ti-.
Zero camino hacía Shiryu, quien tomo el cargador de la mesa por puro instinto. Cuando levanto la mirada, vio que Zero se había detenido frente a él, separados únicamente por el escritorio. Zero tomo la botella de alcohol que estaba medio vacía.
-Si me equivoco, ¿por que estabas bebiendo alcohol solo en la noche, y no durmiendo en tu prestigiosa mansión familiar?- Mostró dicha botella en sus manos para hacer énfasis en sus palabras. -Y en el improbable caso de que logres el control de la compañía, aun habrá quienes sean leales a tu hermano sobre ti, y por lo que se ha observado, Gai no es de lo que se rinden y aceptan una derrota. Encontrara la forma de recuperar la compañía y tiene poderosas conexiones a las que pedir ayuda y que aceptarían, como Yamato Kusaragi-.
Dejo la botella de nuevo en el escritorio.
-Mientras tu hermano viva siempre será un obstáculo para ti, no importa cuan lejos lo expulses. Yliaster lo sabe y saben que tu eres consciente de eso- Zero levanto la cabeza de tal forma que aunque la mascara cubría su rostro, Shiryu podía sentir los ojos del hombre atravesándolo y viendo su alma. -Si realmente tienes la determinación de hacer lo necesario, entonces sabes lo que tienes que hacer- y agrego... -No serías el primero que hace esto. La historia de hermanos matándose se remonta a los inicios del hombre y se a repetido muchas veces: Caín y Abel, Rómulo y Remo, Uther y Vortinger, solo por nombrar algunos de los más famosos. Pero en esas historias, el hermano que sobrevivió termina recordado por ser el victorioso y haber formado un gran imperio-.
Shiryu sentía su estomago revolverse ante la simple idea de matar a su hermano. Puede que no estén de acuerdo en muchas cosas, puede que ahora estén "peleados" y Shiryu admitiría de estar celoso de Gai, pero seguía siendo su hermano y a pesar de lo diferentes que son y sus problemas, lo quería.
Pero otro lado de su cabeza, uno más oscuro, más frio y calculador en su mente, un lado de si mismo que nació a partir de sus estudios y enseñanzas desde pequeño en dejar sus sentimientos a un lado por el bien de sus objetivos, sabía que Zero tenía razón. Qué a pesar de sus intentos, Gai no dejaría ir el asiento de la compañía, no porque lo quiere, sino porque tiene un sentido del deber y de responsabilidad a la gente que trabaja para él, sumado a un pequeño sentido de culpa por haber colaborado en el Momentum.
Zero rodeo el escritorio y se acerco más al oído de Shiryu. Podía ver que sus palabras estaban surtiendo efecto, solo necesitaba un pequeño empujón más.
-Yliaster te considera uno de los elegidos por el destino para guiar a la humanidad. Tus habilidades y destrezas lo prueban. Naciste para liderar, para que te sigan, no para seguir; pero tu padre siempre renegó tu potencial, dejándote como el segundo, solo porque tu naciste por la conveniencia de sus sueños y de un pacto arreglado y no de amor como tu hermano. Incluso ahora, con todas tus capacidades, sigues siendo retenido por las cadenas que tu padre te puso al aceptar ser el segundo y no dirigir la compañía que te pertenece-.
Le presento su mano frente a sus ojos.
-El camino que todo hombre recorre termina salpicando sangre. Siempre es así, aunque no siempre de manera directa. Tu hermano siempre fue el favorito de todos y sabes que es verdad. Mientras tu tenías que desvelarte estudiando, tu hermano dormía tranquilo. Mientras tu comenzabas a trabajar en la compañía, tu hermano se la pasaba teniendo duelos y jugando. Y a pesar de que siempre cumplías lo que tu padre pedía, él siempre elegía a tu hermano. La prueba para nombrar a su heredero es el mayor ejemplo de eso. Cumpliste lo que te pidieron. Que luego esa sede cayera no fue tu culpa, sino la de los incompetentes que no siguieron tus ordenes. Incluso en lo personal has tenido que renunciar a muchas cosas, como un matrimonio arreglado con una mujer que, aunque aprecias, no amas-.
Cerro su mano formando un puño, mientras que la otra que tenía le dio un par de palmadas en el hombro.
-Conozco el sentimiento de sentirse desplazado por otro más beneficiado. Yliaster comprende la frustración que has tenido que guardar durante toda tu vida y podemos ayudarte a desbloquear el potencial que siempre has tenido pero no has podido desarrollar- Zero movió su mano hasta la pistola que Shiryu aun sostenía y se la arrebato de las manos, junto con el cargador. -Solo tienes que...- el sonido que hizo el cargador al meterse en el arma se escucho en toda la oficina. -Quitar a quien se interpone. Desde siempre, los hermanos nunca han estado de acuerdo en la razón de su existir, por eso luchan-.
Zero le ofreció la pistola a Shiryu, quien miro el arma y luego a Zero.
Su voz era como la del diablo que susurra el mal en los corazones de los hombres descritos en la biblia. Como la de la serpiente que convenció a Eva de comer el fruto prohibido por el cual después sería exiliada del Edén. Sabía que me estaba manipulando para sus propósitos, sabía que si aceptaba, no habría vuelta atrás, que mancharía para siempre el nombre de mi padre y que todo por lo que me esforcé se terminaría.
Shiryu envolvió suavemente su mano derecha en el mango de la pistola. Sería tan fácil dispararle al enmascarado y hacer parecer que fue en defensa propia. Podía sentir que Zero casi lo desafiaba a hacerlo.
Y al igual que Eva, acepte el fruto, pero a diferencia de ella, sabía las consecuencias... y hasta el día de hoy no me arrepiento.
Dejo la pistola en el escritorio.
-¿Qué es lo que quieres por ayuda?- Pregunto Shiryu. Él podía apostar su fortuna que detrás de su mascara, Zero sonreía.
-Además de eliminar a tu hermano, también debes eliminar a su esposa y a su heredero y entregarme el Deck Dracounidad-.
-Gai y Hope son una cosa, pero ese Deck es la posesión más valiosa de mi familia-.
-Esas son nuestras condiciones. ¿Para que quieres un Deck que, al igual que todos, eligió a tu hermano sobre ti? Y además, ¿qué es un Deck en comparación con todo lo que ganaras?-.
Shiryu sabía que no tendría perdón por esto, pero Zero tenía razón: estaba cansado de ser siempre limitado y opacado por su brillante hermano al que todos quieren. Él tenía las habilidades para dirigir más que su hermano, él sabía que era superior en todo. ¿Por que no tener el control de todo, entonces? Él nunca necesito de nadie, mientras que Gai, por su ineptitud, siempre necesito a otros, una señal de su propia ineficacia personal y laboral.
No dejara que lleve a la compañía por la que dedico toda su vida a la ruina por sentimentalismo barato. En el mundo real, los sentimientos no importan.
-De acuerdo-.
Zero le estiro la mano. -Bienvenido a Yliaster, Shiryu Ryu-.
Shiryu tomo la mano y acepto el apretón.
Y esa noche, selle el destino no solo de Gai, Hope y mío, sino que ahora me doy cuenta que también el de ustedes.
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-Entonces fue cuando decidí cometer fratricidio. Yliaster me dio a los asesinos para el trabajo, entre los que se encontraba Ginjo. Al terminar el trabajo, hicimos parecer la escena para que ninguno se diera cuenta. Mate a todo el grupo de asesinos para no dejar cabo sueltos, Ginjo sobrevivió porque se quedo atrás robando cosas y escapo antes que lo atrapara. Highlander Oscuro, mi espíritu acompañante, tenía la habilidad de sellar temporalmente la conexión de los duelistas con sus espíritus, que es lo que usamos para atacar. Encontramos un basurero incendiado y al apagarlo, vimos que había un mazo de cartas quemadas, así que supuse que Gai quemo el Deck Dracounidad... pero fui tonto y debí suponer que te lo daría a ti-.
Kazuto no pudo hacer más que permanecer de pie, y mucho menos negarse a encorvarse en señal de abatimiento. Durante diez años había querido saber la verdad de lo que paso esa noche, de porque alguien haría algo tan cruel como matar a unas buenas personas y dejar a un pobre niño sin familia. Durante diez años, la compañía de sus amigos ayudo aliviar ese pozo de incertidumbre y dolor que casi lo consumen más de una vez. Ahora que tiene las respuestas que tanto busco... no sabe que sentir.
-Dios...- a diferencia de su primo, Tomoe estaba horrorizada de lo que escucho. A pesar de las diferencias, siempre admiro la rectitud y profesionalismo de su padre. Para ella, su padre era la definición de un jefe de compañía, de como se tenía que dirigir la compañía. Escuchar de su propia boca el como mato a su hermano solo por alguna clase de sentimiento de inferioridad y manipulación sutil externa. Aunque ese tal Zero puede que lo manipulara con sus palabras, su padre tomo la decisión final. -¿Cómo pudiste hacerlo? Siempre me enseñaste la importancia del apellido Ryu y su valor. ¿Con que cara te atreviste a enseñarme esas cosas?-.
-Con la misma cara que he cargado durante diez años- respondió Shiryu. -Fui hipócrita al enseñarte los valores que un Ryu debe tener, pero igual las aprendiste. No espero que me comprendas, Tomoe, porque se que no lo harás. Una de las razones por la que me hice la vasectomía fue para que nunca entiendas el mismo sentimiento que me llevo a matar a mi hermano, ya que sabía que si tenía otro hijo y era varón, cometería el mismo error de mi padre. Pero quiero que entiendas que sin importar mis acciones, los resultados hablan por si solos: la compañía Ryu es la compañía líder de todo Japón, superando incluso a Kaiba Corp. Nosotros somos básicamente dueños de la ciudad. El nombre de la familia Ryu resuena en todo el país, incluso el mundo-.
Tomoe pisoteo el suelo con su pie fuerte. -¡¿De que sirve el prestigio si lo obtienes derramando sangre?! ¡No eres un empresario exitoso, sino un homicida!- Su rostro estaba rojo de furia. ¿Cómo se atrevía su padre a intentar justificar sus acciones? -¡Todos tus resultados no sirven de nada si los métodos son tan cuestionables que anulan ese resultado! ¡Nos condenaste a todos por tus acciones!- Un pensamiento paso por su mente y no tardo en verbalizarlo. -¿Siquiera te importamos mama y yo?-.
-Tu eres importante para mi, Tomoe. Aunque no me creas- aseguro Shiryu. -La compañía es mi vida, pero tu eres lo único bueno fuera de ella de lo que me enorgullezco. No siempre hemos concordado, pero eres mi hija y te amo...- aparto la mirada, un pequeño brillo de culpa se vio en sus ojos. -Y sobre tu madre... aunque me importa un poco, nuestro matrimonio fue de conveniencia. A pesar de que ella me amaba cuando nos unimos y que yo intente corresponderle, no existía amor entre nosotros. Al final ella se dio cuenta. ¿Por que crees que sale tan seguido y durante largos periodos?-.
Tomoe sintió una sensación de hundimiento en el estomago al escuchar eso. -¿A-A que te refieres? Ni siquiera sabías que ella salía hasta nuestra discusión antes del torneo-.
-No me sorprendió eso, ya lo sabía. Lo que me sorprendió fue que TÚ lo supieras. Eso es algo que tienes que hablar con ella, pero ten en cuenta esto: yo siempre fui honesto y verdadero contigo, Tomoe-.
Antes que Tomoe interrogara más del tema, Kazuto intervino, ya que aun quedaban unas dudas en las que necesitaba respuesta.
-Si una de las condiciones era matarme, ¿por que no lo hiciste? ¿Por que me arrojaste a un barco de basura?-.
Shiryu se volvió para mirarlo. -Era la primera vez que hacía algo como planear un homicidio. Aunque estuve en la operación, casi vomito al ver los cadáveres. No tenía las agallas ni el valor para ese tipo de situaciones. En ese momento de debilidad, cuando uno de los sujetos que contrate se negó a matarte por ser un niño, acepte el dejarte vivir. La culpa ya era grande y solo quería terminar todo. Creí que tendrías un accidente y morirías en Satélite o que al menos nadie te encontraría. Jamás imagine que te las arreglarías para sobrevivir y venir a la ciudad- suspiro. -Pero debí esperarlo. Eres tan terco como tus padres. Supongo que es el karma-.
Cerró sus ojos y libero otro suspiro. Este era el final del camino. Independientemente de lo que suceda, aquí termina el caso de la noche hace 10 años.
-Kazuto. Me odias y me lo merezco, lo admito. Pero he llegado demasiado lejos como para retroceder. Aun si mi camino esta manchado de sangre y pecados, es el camino que elegí y seguiré por él hasta el final- declaro. Tomo la última carta en su mano y la inserto en su disco. -Juego la Magia: Olla de la Avaricia. Devuelvo cinco monstruos del cementerio al Deck y robo dos cartas- explico. -Devuelvo a: Hechicero del Caos, Dragón negro Colapserpiente, Highlander Oscuro, Dragón Fantasma y Carbonedón-.
Las cartas de los cinco monstruos volvieron al mazo, que se barajo y Shiryu saco dos cartas.
-Ahora juego al Magia Continua: Cañón del Movimiento de Olas-.
Detrás de los dragones, surgió un cañón verde.
-Durante mi Fase Principal, puedo mandar esta carta al cementerio boca arriba para infligir 1000 puntos de daño a mi oponente por cada Fase de Espera que haya pasado después de su activación-.
-Eso significa que en el siguiente turno, puede enviar esa carta al cementerio y ganar el duelo sin atacar- dijo Tomoe.
-Ascalon, Lancera y Couse están desterrados y he eliminado a todos los Caballeros Dracounidad que te quedaban. Y aun si tienes a algún Sincro, no será suficiente para pasar a mis dragones- declaro Shiryu. -Coloco una carta y termino mi turno-.
A pesar de su proclamación de victoria, Shiryu sabía que podía pasar cualquier cosa. Él ya no tenía cartas en mano mientras que Kazuto, al robar, tendría dos. Dos cartas hace que parezca imposible que pueda remontar la situación en el campo, pero tras haber visto los duelos de su sobrino en la Copa de la Fortuna, sabe que no debe bajar la guardia. Es ahora, más que nunca, que debe soportar.
-Un turno más y todo acabará. Solo uno- pensó con un dejo de desesperación que no permitió que se mostrara en su rostro.
Tomoe apretó los dientes, impotente. Una parte de ella quería intervenir en el duelo, ayudar a su primo a ganar, pero sabía que si lo hacía, Kazuto nunca se lo perdonaría. Él necesitaba esto más que ella. Por eso ahora se mantenía quieta.
-Pero si veo que no logra ganar en su turno, intervendré de inmediato. No importa si se enoja, al menos estará vivo para enojarse- pensó decidida.
Kazuto se llevo su dedo índice y el medio derechos a la carta de la parte superior de su Deck, pero se detuvo al tomarla sin sacarla. De repente, sintió como si la carta pesara una tonelada. Vio su mano, notando como temblaba.
-¿Tengo miedo?- Pensó con un poco de sorpresa. -No tengo razón para temer. Ya llegue hasta aquí y debo ir al final...- apretó los dientes. -Pero él tiene razón. He lanzado contra él todo lo que tengo, y aunque aun tengo algunos recursos, no servirán- miro a Areadbhair. -Y no conozco el efecto de esa cosa. Ya aprendí que no saber el efecto de un monstruo es grave- recordó cuando no pudo hacer sincronía por el efecto de Highlander Oscuro, costándole un turno y puntos de vida. -¿Pero que puedo hacer en esta situación?-.
Por primera vez, Kazuto tenía miedo de robar la siguiente carta. Una carta puede cambiar todo el duelo, pero aunque se use de forma que con una carta se puede remontar, también aplica al revés: si uno saca la carta incorrecta o el oponente jugaba una carta que sorprendía al rival, ahí termina el duelo.
-¿Realmente tengo una oportunidad?- Vio la palma de su mano derecha y cerró los ojos.
Una corriente de viento acaricio su rostro, sacudiendo un poco los mechones de su frente.
En la mente de Kazuto, paso la imagen de Yusei en el suelo, herido y sufriendo tras su duelo con Kiryu hace lo que debió ser solo una hora como mucho.
-¡No!- Se dijo en su mente. -Tengo que ayudar a Yusei a derrotar a los Signos Oscuros. El mundo depende de eso- miro su mazo. -No solo eso, sino que debo hacerlo por mi. Si no cerrar ese capítulo de mi vida, ¿cómo puedo esperar ayudar a un amigo?-.
Puso más fuerza en sus dedos que aun sujetaban la carta, pero ya no temblaban.
-Este turno se decidirá todo- declaro. -La noche de hace 10 años, el futuro que me espera... todo se decidirá en este turno. ¡ROBO!-.
Kazuto: 400 KP.
Shiryu: 300 LP.
¡CRACK!
Shiryu giro la cabeza hacía la loza de piedra que estaba detrás suyo. Esta loza había estado en su familia desde que su padre encontró las lozas de piedra que se usaron para crear el arquetipo Dracounidad y todo su soporte. De todas las lozas, esta era la única que no se pudo hacer una carta por alguna razón que su padre no sabía.
Y en el momento que su sobrino saco su carta, una grieta se vio en la loza.
-Primero...- Kazuto dejo la carta que saco en su mano izquierda mientras tomaba la que ya tenía. -Jugaré Olla de la Codicia- robo dos cartas, teniendo tres en mano. -Invoco normal a Dracounidad Tribus- un hombre de túnicas verdes clara, con cuatro alas emplumadas en su espalda y casco de ave surgió de un portal azul. -Evito usar su efecto, y en cambio, activo el efecto de Dracounidad Remus en el cementerio: como controlo un monstruo "Dracounidad", puedo invocarlo especialmente, pero por el resto del turno, no puedo invocar monstruos del Extra Deck, excepto de tipo Dragón de Sincronía-.
-Puede que sea parte de su plan para que use el efecto, o puede que tenga algún otro monstruo de Sincronía Dragón que desconozca- pensó Shiryu, debatiéndose de usar o no el efecto el efecto de Areadbhair. Al final, se decidió. -Por ahora, lo dejaré pasar-.
Apareció un pequeño dragón que era casi el doble de grande que Lancera, de escamas azules y armadura plateada con dos alas de murciélago y una cola. Era un Cantante.
800 ATK y DEF, nivel 2.
-Desde mi cementerio, activo el efecto de Cocatorium el Ave de Metal Pesado. Sacrificando un monstruo Bestia, Guerrero Bestia o Bestia Alada, puedo invocarlo de modo especial. Sacrifico a Tribus para invocarlo- dicho monstruo se desvaneció en partículas de luz.
-No correré riesgo y lo haré ahora. ¡Activo el efecto de Caballero Dracounidad - Areadbhair!- Exclamo Shiryu. -Cuando mi oponente activa el efecto de un monstruo, desterrando un monstruo "Dracounidad" del cementerio, niego la activación y destiero esa carta- explico. -Remuevo a Caballero Dracounidad - Luin para negar el efecto de Cocatorium y desterrarlo-.
Kazuto saco la carta de su monstruo del cementerio y la dejo en la Zona de Destierro de su disco. En su rostro no había preocupación.
-Así que ese es su efecto, ¿eh? Gracias, tío-.
-¡Maldición!- Shiryu se dio cuenta que cayo en su trampa. Kazuto quería que usara el efecto de Areadbhair para conocerlo y no tener que preocuparse por él.
-Jugaré Olla de la Avaricia. Ya sabes lo que hace-.
-Esas cartas que te dio Olla de la Codicia si que fueron buenas- comento Shiryu. -Pero la suerte no hará que ganes el duelo-.
-No es suerte: es confiar en mis cartas- respondió. -Devuelvo a Dracounidad Arma Mystletainn, Dracounidad Tribus, Caballero Dracounidad Vajrayana, Dracounidad Dux y Dracounidad Brandistock al Deck-.
Los cinco monstruos se mostraron detrás de Kazuto antes de desvanecerse mientras el pelirrojo devolvía sus cartas al mazo que se barajeo solo y saco sus últimas dos cartas.
-Como tengo activado Barranco del Dragón, invoco especialmente a Dracounidad Legionario- apareció el guerrero de armadura con diseño a cóndor de nivel 4. -¡Sincronizo a Dracounidad Remus de nivel 2 con Legionario de nivel 4!-.
Shiryu vio en silencio el proceso de la Sincronía. Solo esperar un poco. Solo un poco.
-¡Invocación de Sincronía! ¡Surge, nivel 6! ¡Caballero Dracounidad Vajrayana!-.
-¡Ahora! ¡Activo mi Carta Trampa de Contraefecto: Juicio Solemne!-.
Kazuto abrió los ojos con pánico. ¡Esa no!
-¡Pago la mitad de mis puntos de vida para negar la invocación de tu monstruo y destruirlo!-.
Shiryu: 150 LP.
El pilar de luz se quebró como espejo antes de que el monstruo que estaba en su interior pudiera hacer su gloriosa aparición. Con el dragón destruido, las esperanzas de victoria se fueron con él.
-Ibas aprovechar el efecto de aumentar el ataque de Vajrayana para destruir a Gormfaobhar, ¿no?- Dijo Shiryu, luciendo decepcionado y disgustado. -Era bastante obvio. Esperaba algún monstruo misterioso que hayas mantenido oculto. Me siento decepcionado, sobrino-.
Los labios de Kazuto se estiraron en una sonrisa tensa que no tenía nada de diversión en ella. -Como se esperaba de quien fue miembro de un equipo que gano los torneos de américa, Europa y Asia en un año-.
-¿El equipo Caballeros Dragón? Hace mucho no escucho ese nombre- comento Shiryu. -Pero eso es el pasado. Lo que disputamos en este duelo es el futuro-.
Kazuto cerró los ojos mientras aspiraba aire por la nariz para calmar sus pensamientos inquietos.
-Dime, cuando tomaste la decisión de matar a mis padres, ¿consideraste alguna vez los buenos momentos que pasaste a su lado? Entre todo tu rencor y envidia, ¿pensaste en los momentos donde te divertías con mis padres-.
Shiryu cerró los ojos, evitando la mirada acusadora de Kazuto. No podía negar que, aun con todo, paso momentos muy felices junto a su hermano y Hope. Los tres eran buenos duelistas individualmente, pero al hacer equipo, eran invencibles. La época como miembro de los Caballeros Dragón fue la única vez que se alegro de hacer equipo y no depender de sus habilidades de manera individual como siempre.
-No negaré que hubieron momentos felices, pero al final no importaban. Mi padre, mi hermano, hasta mi esposa... al final siempre estaba yo solo. Si no eran Gai y Hope jugando a la casita, era mi padre despreciándome, siempre poniendo excusas para que Gai fuera el ganador. A él no le interesaba-.
-¡Eso no es verdad!-.
Los tres Ryu posaron sus miradas en la entrada del lugar, viendo a...
-¡Ricardo!- Exclamo Tomoe.
Ricardo estaba vestido con su uniforme de mayordomo con vendas envolviendo parte de su rostro y debajo de su traje. Teresa estaba ayudando a su abuelo a caminar al apoyarse contra ella, lo que era difícil para los dos debido a la estatura pequeña de la joven sirvienta.
-¿Cómo escapaste del hospital?- Pregunto Shiryu sorprendido. No había recibido ningún mensaje de los hombres que tenía vigilando el hospital de que Ricardo se fue.
-Este perro viejo aun tiene algunos trucos que no conoces, Shiryu- dijo Ricardo, avanzando con ayuda de Teresa. Tomoe corrió hacía ellos y puso el otro brazo del anciano alrededor de su cuello para que tuviera más apoyo. -Pero eso no importa. Lo que usted no sabe, es que su padre nunca lo despreció. Él siempre se preocupo por usted. Pero entendía sus responsabilidades y por eso no pudo darle la compañía-.
-¿A que te refieres?- Pregunto Shiryu, frunciendo el ceño.
-Su padre se lo explico al amo Gai la noche del día en que eligió a su sucesor...-.
FLASHBACK.
Ricardo iba caminando hacía la oficina de Banjou, llevando una bandeja con el juego de té que a su viejo amigo siempre le gusta tomar, junto con los medicamentos que necesita. Aunque no quiera hacerse un tratamiento, Banjou al menos acepto tomar medicamentos tras horas de insistencia.
Cuando llegó a la oficina, noto que la puerta estaba un poco abierta, lo suficiente para que pudiera ver por el ojo lo que sucedía.
-¿No estas convencido?- Escucho a Banjou preguntarle a alguien.
-No- escucho la voz de Gai responder.
Ricardo se quedo quieto, dándose cuenta de lo que pasaba. Gai debió venir a reclamarle a su padre su decisión de elegirlo a él como su heredero y no a su hermano. El mayordomo sabía que esto pasaría, y sabía que Banjou esperaba eso también. De momento, se quedo lo más quieto posible y observo en silencio el encuentro entre padre e hijo.
-Puede que mi hermano cometiera un error en la Sede, pero aun así esta más calificado que yo para dirigirla. Él ha dado su vida por la compañía y sacrificado más que nadie por ella. No es justo que después de tanto, él no reciba el puesto que merece- reclamo Gai con calma, pero se podía notar lo molesto que estaba en su voz. -Y además sabes que yo no quiero ese cargo. Soy feliz con apoyar a mi hermano, te lo he dijo muchas veces. Y aun así, elegiste eso. Quiero saber porque-.
Hubo un breve silencio donde el aire era tan tenso que hasta Ricardo, que estaba afuera, podía sentirlo.
-Acaso... ¿tiene que ver que yo sea el hijo de la mujer que amaste y Shiryu sea hijo de la mujer con la que te casaste para obtener la compañía? ¿Es alguna clase de favoritismo?-.
Ricardo escucho a Banjou suspira audiblemente y, desde la posición en que lo espiaba, pudo ver como la fatiga de las decisiones pesaban en los cansados hombros de su amigo.
-No tiene nada que ver. Ambos son mis hijos y los amo por igual. Si los trato de manera diferente es porque ustedes son diferentes, con cualidades y fallas únicas y propias. Es ahí donde radica el problema-.
-¿A que te refieres?- Pregunto Gai.
-Debido a la enseñanza estricta de los abuelos de Shiryu que lo hicieron pasar y del cual no pudo hacer nada, Shiryu desarrollo capacidades que lo hacen superior al hombre promedio. Como tu has remarcado, Shiryu tiene capacidades y un intelecto que lo ponen por encima de los demás. Pero es por eso mismo que todos los que lo rodean se sienten abrumados por él-.
Ricardo escucho la silla reclinarse y vio a Banjou ponerse de pie y rodear el escritorio.
-Pero debido a eso, Shiryu desarrollo también un orgullo y arrogancia en su ser. Ni él mismo se ha dado cuenta, pero en él, se ha desarrollado la idea de que esta por encima de las personas y que deben obedecerlo. No es una arrogancia que se ve en un noble pomposo o en alguien que aprovecha sus títulos para obtener lo que quiere, es una más arraigada y fría-.
Mientras hablaba, paso de lado a su hijo y se detuvo frente a la pared, viendo el retrato que mando hacer de la madre de Gai antes de su muerte.
-Por culpa de eso, dejo de comprender los sentimientos ajenos. Incluso mucha de las cosas que dice o hace son solo para conseguir algún tipo de aprobación de mi parte o una ganancia para la compañía que sea a su nombre. A pesar de mis intentos, no he podido cambiar esa mentalidad. Ni siquiera es capaz de abrir su corazón a Isabella, con la que se caso solo por las ganancias que traería a la compañía, sin pensar en los sentimientos de ella o los suyos propios-.
Ricardo recordó el momento en que Shiryu acepto casarse con Isabella cuando el padre de ella propuso un matrimonio para aceptar la alianza y unión entre compañías. Banjou había estado en desacuerdo con un matrimonio arreglado, pero como acaba de decir, Shiryu no le vio lo malo en casarse con una desconocida, siempre y cuando trajera beneficios.
Tristemente, el corazón del amo Shiryu era tan frío y cerrado que, a pesar de saber y entender los sentimientos de los demás, no simpatizaba o intentaba comprenderlos.
-Pero tu no eres así- dijo Banjou. -Tu puedes comprender los sentimientos de los demás y ayudarlos. Todo es gracias a la educación de tu madre-.
Ricardo recordó con nostalgia a la ama Casandra. Debido a que Banjou siempre estaba ocupado con su compañía, casi no tenía tiempo para estar con sus hijos, así que Casandra, como ama de casa, fue quien se ocupo de la crianza de Kazuto gran parte de su niñez. A pesar del estatus social que tenían, Casandra siempre puso esfuerzo en que su hijo se relacionara con otros niños de su edad, sin importar si eran de la calle o de alta cuna. Ella se encargaba de enseñarle las cosas básicas a su hijo, inculcándole una actitud modesta y agradecida con lo que tiene.
Recordó con cariño y diversión como un día, cuando el amo Gai tenía ocho años, que madre e hijo volvieron empapados en un día lluvioso porque se quedaron hasta tarde jugando con niños en la parte baja de la ciudad. El amo Banjou estuvo molesto con ellos, pero no aplaco el cariño que les tenía.
Ricardo estaba seguro que la ama Casandra pudo haberle inculcado esos valores al amo Shiryu si no hubiera sido por sus abuelos maternos, quienes se negaban a que su nieto se juntara con una mujer que no era de alta cuna. Las cosas podrían haber sido muy diferentes si no hubiera sido por ellos.
-Y es por eso que te doy la compañía a ti. No por las habilidades o conocimiento que tengas, sino por esa empatía- Ricardo se giro, mirando directamente a Gai. -Claro, que esas dos cualidades también son importantes. Es por eso que desde que empezaste a trabajar, te he impuesto tareas para que aprendas y te desarrolles-.
-Por supuesto...- murmuro Gai, sin sonar sorprendido.
-Una empresa es como un gran reloj. Cada componente, del más grande al más pequeño, es importante para su funcionamiento. Lo que tu hiciste en la sede que te di es igual. Uniste diferentes talentos y a través de un objetivo común, lograron tener éxito en su objetivo. Pero no fue solo por sus habilidades, sino de la confianza, de los vínculos que nacieron entre ustedes durante su trabajo-.
-Vínculos...-.
-El objetivo de la prueba a la que mande a los dos era que entendieran eso y pudieran crecer. Tu pasaste no porque tu progreso fuera mejor, sino porque entendiste eso. Shiryu no lo entendió, creyó que podría hacerlo solo y al no forjar ninguna clase de vínculo, su sede colapso cuando él se fue. Esa arrogancia en un líder, solo lleva a la perdición de su grupo-.
-Si es así, ¿por que no se lo dices? Estoy seguro que te escucharía si se lo explicaras- dijo Gai.
-Si no fue capaz de entenderlo por su cuenta, mis palabras no tendrían sentido para él- respondió Banjou.
Desde su posición, Ricardo no podía ver el rostro de Banjou, pero estaba casi seguro que en sus ojos ahora había un brillo de determinación, de seguridad y hasta puede que de súplica.
-Gai. Mi tiempo en este mundo ya esta contado. A pesar de mis éxitos, mi más grande arrepentimiento fue no haber apoyado a Shiryu como debí haberlo hecho. Estuve más enfocado en mi sueño que en él. Y puede que, como dices, te haya tratado con un favoritismo que sin duda lo afecto; pero a pesar de todo, tengo esperanza en los dos. Quiero creer que tu hermano y tu, juntos, uniendo sus fuerzas, pueden llevar a la Compañía Ryu a alturas que yo solo puedo imaginar. Deseo que lo hagan como hermanos-.
-Padre...- Gai estaba sin habla. Su padre era un hombre amable pero estoico que pocas veces se permitía abrirse a la gente. Esta puede que sea la primera y única vez que su padre abrá totalmente su corazón a él.
-Es por eso que te quiero confiar esto- saco algo de su bolsillo, una carta.
-¿Areadbhair? ¡Pero ese es tu monstruo! Es el vínculo que tu creaste. Es lo más valioso que tienes, aparte de la compañía-.
-No- dijo Banjou. -Shiryu y tu son lo más valioso que tengo. Más valioso que esta carta y la misma compañía. Lo que te entrego no es solo a mi compañero, sino también mis esperanzas para ti, tu hermano y toda la familia Ryu. Mi mayor deseo ahora es que ustedes y sus hijos puedan mantener el vínculo de la familia vivo y fuerte con amor. Igual que lo hacen los Dracounidad-.
Gai miro la carta y Ricardo pudo ver que él entendía las implicaciones que hay con este gesto. Gai sabía del gran peso que cargaría a partir de ahora si aceptaba el deseo de su padre, de los desafíos que le esperarían en el futuro.
Y aun con eso, Ricardo no vio dudas en el rostro de Gai cuando sonrió y acepto la carta.
-Lo entiendo. Haré mi mayor esfuerzo, padre. Te prometo que mi hermano y yo cuidaremos de la compañía, juntos. También te prometo que haré que Shiryu entienda los sentimientos que me estas transmitiendo-.
-Gracias- dijo Banjou. Ricardo vio como sus hombros se encogían, como si la gran carga que hubiera llevado se hubiera quitado finalmente. -Tengo la esperanza de que tu y tu hijo aprendan de mis fallos para no cometerlos-.
-Descuida. Con Hope a mi lado para que me comporte, no tengo de que preocuparme. Y estoy seguro que Kazuto será un gran hombre que no superara-.
-¿Kazuto? ¿Ya le pusieron nombre?-.
-Hope lo decidió. Yo quería ponerle Yugi, como el Rey de los Juegos, pero ella no me dejo- comento con una risa alegre.
-Le agradezco al cielo porque una mujer como ella se quedara con alguien como tú...-.
-¡No lo digas como si fuera tan malo!-.
Con el estado de animo mejor, Ricardo volvió en sus pasos para hacer que recién estaba llegado, para que ninguno se diera cuenta que los había escuchado sin querer.
FIN FLASHBACK.
-Su padre era consciente de los errores que cometió con usted, pero él deseaba que a pesar de todo, pudiera caminar junto al amo Gai por el mismo camino, como iguales, como hermanos. Qué los vínculos que tenían fueran tan fuertes que pudieran llevarlos al futuro. ¡Esa era su esperanza!-.
-¡Tonterías!- Grito Shiryu, negándose a creer el significado detrás de la anécdota de Ricardo. -¿Realmente esperas que crea eso después de todo este tiempo? ¡Ese hombre solo le importaban su sueño de crear una compañía! Era una persona egoísta que no le importaban los demás. ¿Con que derecho me llama "arrogante" cuando fue él quien decidió tener una amante a pesar de haberse casado?-.
-El amo Banjou no era perfecto. Tomo decisiones muy cuestionables y de las cuales, varias de ellas se arrepintió en sus últimos años- dijo Ricardo, no defendiendo a su antiguo señor y viejo amigo, sino intentando hacer un punto. -Pero él aun así creía que a pesar de sus errores, sus hijos podrían sobreponerse a él, de que aprendieran para no cometer esos errores y fueran mejores que él-.
Cerró los ojos, sabiendo que lo siguiente que diría sería un golpe bajo.
-La prueba de sucesión era solo un engaño. Su padre ya lo había elegido a usted como su sucesor. Todos los documentos ya estaban a su nombre-.
Por primera vez, Shiryu quedo sin habla, su expresión en blanco de la sorpresa era ilegible para Kazuto y Tomoe.
-...Mientes- murmuro Shiryu.
-¿Cómo cree que fue tan fácil para usted ocupar el asiento del líder de la compañía después de la muerte del amo Gai? Todos los documentos de sucesión estaban a su nombre y la junta directiva lo había aceptado-.
Shiryu sobresalta la mirada de sobremanera al no creer lo que estaba escuchado.
Ricardo siguió. -Pero al ver tu frialdad con los demás, es que considero a Gai como un sustituto a sucesor, pero quería ponerte a prueba una última vez de que, frente a la adversidad, pudieras confiar en otros- apretó los dientes y su mirada se torno en desesperación y lástima. -¿Por que? ¡¿Por que te dejaste llevar por el plan?!-.
Tal poder habían tenido esas palabra que Shiryu dio un paso hacía atrás al comprender que, incluso después de muerto, había jugado a la melodía de su padre de nuevo. Se llevo una mano a la cara y comenzó a reír con ironía.
Esa risa puso muy incómoda a Tomoe. Era la risa de alguien que se había quebrado. La de alguien que ya no había podido soportar más su cordura y la desecho por completo. Una risa impropia y muy distante de la imagen que alguna vez proyecto su padre.
-¡YA NO IMPORTA!- Grito Shiryu con vehemencia, mezclado con desesperación y un toque de cordura. Alguno de sus largos mechones se pegaron a su cuerpo y frente -Ya me canse de ser el hombre perfecto. ¡Estoy harto! Familia, legado, vínculos, ¡nunca aceptaré esas cosas! Lo que los muertos hayan pensado o deseado no importa, ¡por que soy yo el que esta vivo y cuyo nombre es conocido en todo el mundo! ¡No dejaré que nadie me quite todo lo que he logrado!-.
La apariencia de hombre calmado, inteligente y que siempre tenía el control se había esfumado por completo, quedando ahora un hombre roto que se ahoga cada vez más en sus sentimientos egoístas y en lo que no pudo ver.
En toda la explicación de Ricardo, Kazuto se había mantenido en silencio, escuchando todo, absorbiendo cada pedazo de información revelado, asimilándolo y sacando sus propias conclusiones.
Y al ver a Shiryu perdiendo la compostura, sintió que finalmente podía ver un cierre en la noche de hace diez años.
-Si eso es lo que piensas, tío, me das lástima-.
-¿Eh?- Shiryu miro a Kazuto al escucharlo decir eso. -¿Qué dijiste, mocoso?-.
-Te jactas de poder hacerlo todo solo, viendo a los demás por encima, pero no fuiste capaz de ver lo más obvio que tenías. En lo que respecta a todos, te crees superior y ese es tu mayor fracaso- declaro Kazuto, su voz ganando con cada palabra fuerza y convicción.
-No quiero escuchar eso de un chico que no sabe de las cargas de alguien de alta cuna, del peso que cargue en mis hombros todo el tiempo- replico Shiryu.
-Y por eso mismo, tu no sabes lo que tienen que hacer los de más abajo para subir- replico de vuelta el pelirrojo. -Desde que me enviaste a esa isla, he experimentado mucho dolor y desesperación, pero también mucho más: placer, emoción, pasión y felicidad. Todo gracias a los amigos que forje-.
Pensó en Yusei, Jack, Crow, Sect y Kiryu. Pensó en Martha, que lo cuido como un hijo, dándole el cariño y cuidado que necesitaba un niño traumado y sin recuerdos. Pensó en el resto de amigos que hizo en Satélite, en Blitz, Tank, Nervin y Rally.
-Fueron gracias a los vínculos que hice en Satélite que pude sobrevivir. Y también, fueron los vínculos que hice al llegar a esta ciudad que estoy aquí ahora-.
Pensó en Kazama y su primer encuentro hasta la actualidad. Pensó en Lucy y en como lo dejo quedarse un tiempo en su casa y se arriesgo por un desconocido como él. Pensó en Takeru, un gran duelista, rival y amigo que compartía su pasión en los duelos. Pensó en Tomoe, su familiar de sangre y ahora, la única familia en la que podía confiar.
Todos lo habían ayudado de una forma u otra. Ninguno lo quiso detener, sino que lo ayudaron a seguir adelante. Puede que no lo notaran, pero él, que había perdido todo de niño, conocer gente que lo ayudara y lo valorara era algo muy significativo.
-Ahora puedo ver porque mi abuelo eligió a mi padre y no a ti al final. ¡Alguien como tú no esta calificado para dirigir a las personas de ninguna manera! Estas tan atrapado en lo que te pasa a ti, que no te importan los demás-.
La mirada homicida que Shiryu le lanzo no intimido a Kazuto. Solo lo motivo a seguir.
-Al final, solo eres un hombre patético que no puede aceptar sus propios errores y quedo estancado en su vida. ¡Comparado con eso, no puedo perder!-.
Sin que ninguno de los dos lo notara, la grieta en la losa de piedra comenzó aumentar su tamaño y extenderse. Ricardo y Tomoe si se dieron cuenta de eso, pero no dijeron nada.
-No importa como este la situación en el duelo, ya lo decidí: ¡te voy a ganar y después ayudaré a Yusei a salvar al mundo! ¡Crearé mi propio futuro con mi voluntad y fuerza, junto a mis amigos! ¡Ese es quien soy yo! ¡ESE ES KAZUTO RYU!-.
La losa de piedra detrás de Shiryu se rompió por completo, liberando un brillo que sorprendió a todos. El brillo se apago hasta mostrar la imagen de una carta de tamaño gigante hecha de piedra, en la que se mostraba a una especie de dragón humanoide.
La carta gigante de piedra fue cubierta por un brillo blanco y se elevo y avanzo a mitad del campo de duelo. Todos observaron como la piedra se encogió hasta el tamaño de una carta y floto hasta donde estaba Kazuto, quien tomo el objeto, sintiendo que era una carta por el tacto.
El brillo se desvaneció para mostrar una carta de Duelo de Monstruos en la mano de Kazuto. Era una carta de Monstruo, y por el marco blanco, un Monstruo de Sincronía.
-No puede ser...- Shiryu miro incrédulo, sin poder entender que acaba de suceder.
-¿Qué acaba de pasar?- Pregunto Tomoe. Miro a Ricardo, buscando respuestas.
El viejo hombre no tardo en entender la mirada y explicar lo que sabía.
-El amo Banjou me dijo que esa losa de piedra era especial, ya que contenía al espíritu de un Monstruo de Duelo único, que despertaría cuando la guerra contra la oscuridad estuviera cerca y elegiría al más digno de la sangre del Rey Dragón del Pueblo de las Estrellas. La oscuridad a la que debe referirse son los sujetos que controlaron a Teresa-.
-Y el que tiene la sangre del Rey Dragón es...-.
-Banjou creía que no solo su familia descendía del Pueblo de las Estrellas, sino del mismo Rey Dragón que era el líder del pueblo, pero nunca estuvo seguro- termino Ricardo por Teresa. -Pero ahora parece que si-.
Kazuto había visto al monstruo que surgió y había leído su efecto. Esto era justo lo que necesitaba ahora mismo.
-Es hora de terminar esto, tío- declaro tajantemente, tomando una de las dos cartas en mano que le quedaban. -Juego la Carta Mágica: Torbellino Dracounidad. Si mi adversario controla al menos un monstruo, puedo invocar especialmente del Deck 1 Cantante Dracounidad y un Dracounidad Bestia Alada, y si mi oponente tiene un monstuo invocado del Deck Extra, inmediatamente puedo hacer una invocación por Sincronía con los monstruos invocados- explico. -¡Invoco a Dracounidad Lanzaoscura y a Dracounidad Angusticlavii!-.
Los dos monstruos aparecieron. El primero era un dragón negro cuya hoja estaba en medio de su cabeza. Ese era un Cantante de nivel 3. El segundo era un arquero con traje y casco con la forma de cabeza de un ave rapaz. Ese era de nivel 5.
Rápidamente, Lanzaoscura se convirtió en tres anillos que rodearon a Angusticlavii, cuyo cuerpo se volvió transparente antes de convertirse en cinco estrellas.
-¡Qué la unión de las estrellas traiga el tornado que despierte al dragón dormido del barranco sagrado!- Un pilar de luz emergió del interior de los anillos, junto con una corriente de aire que se sintió en todo el interior. -¡Invocación de Sincronía!-.
Una figura comenzó a verse en el interior del pilar de luz. Poco a poco, la luz del pilar se iba apagando para mostrar más de la figura.
-¡Nivel 8!-.
Un fuerte rugido se escucho dentro y fuera del sótano y la mansión, junto con la relevación de un par de grandes alas.
-¡Surge y protege tu hogar, Ryujin, Dragón de los Tornados!-.
Y con un rugido, la figura del nuevo monstruo se revelo: tiene cuerpo humanoide con largas piernas y brazos delgados, un cristal esmeralda en su pecho, las placas de su cuerpo se asemejan a una armadura y eran de un color grisáceo. Tenía dos grandes alas en su espalda de color verde claro, un largo cuerno arriba de su cabeza y otros más pequeños bajando por su cuello hasta la base, todos de color verde, junto con una larga cola que terminaba con una punta filosa de metal.
2500 ATK y DEF, nivel 8.
-Qué... ¿Qué es ese dragón?- Pregunto Shiryu. -¿Ryujin? ¡No existe ese monstruo en el arquetipo Dracounidad!-.
-Pues ahora si, y es hora de ver lo que hace- dijo Kazuto. -Mientras Barranco del Dragón este en el campo, Ryujin se considera un monstruo Dracounidad. Una vez por turno, puedo seleccionar un monstruo tipo Dragón en el cementerio y equipárselo a Ryujin. Solo puedo equiparle un monstruo por este efecto. Elijo a Caballero Dracounidad - Gae Dearg-.
Un aura roja cubrió de momento a Ryujin, representando el poder de su nuevo equipo.
-Ryujin gana ataque igual al nivel de todos los monstruos equipados a él como Magias de Equipo X100-.
3100 ATK.
-Juego mi última carta: ¡La Magia de Equipo, Dracounidad Lanza Divina! ¡Se la equipo a Ryujin y gana ataque igual a su nivel X100!-.
3900 ATK.
-Y el otro efecto de Lanza Divina es que puedo equiparle al monstruo que esta equipado un Dracounidad Cantante de tipo Dragón del Deck. Le equipo a Ryujin a Dracounidad Pilum-.
4200 ATK.
Shiryu dio unos pasos hacía atrás, alejándose del monstruo que lo miraba con fiereza. La victoria había estado a su alcance, prácticamente había ganado, pero esta carta salió de la nada y le arrebato la victoria como un mal chiste. Como el mal chiste que había sido su vida.
-Esto no puede pasar... ¡esto no puede terminar así!-.
-Dijiste que este es el camino que elegiste y que llegarías hasta el final, ¿verdad?- Dijo Kazuto, entrecerrando sus ojos. -¡Pues aquí esta el final del camino! Por efecto de Pilum, el monstruo equipado puede atacar directamente, aunque el daño se reduce a la mitad. Algo que no importa para este punto-.
No iba a destruir a los Dracounidad. Esos monstruos no tenían la culpa de nada. Su objetivo siempre había sido uno.
-¡Batalla! ¡Ryujin, ataca a Shiryu directamente! ¡Pulso Tormenta!-.
El dragón abrió sus grandes fauces y lanzo una poderosa llamarada de energía verde que paso de largo a Gormfaobar y Areadbhair, apuntando al único culpable de todo. El tamaño del ataque era tan grande que dejaba pequeño a su objetivo.
Mientras se enfrentaba al ataque que se aproximaba, Shiryu creyó ver algo. Frente a él, como fantasmas, vio a su hermano. Él giro la cabeza y le sonrió con decepción, pero también con afecto y cariño que siempre le había mostrado.
-Gai...-.
La llamarada lo golpeo y lo mando volando sin piedad. En el aire, mientras el fuego lo bañaba, el tiempo pareció congelarse para Shiryu mientras las imágenes de su pasado se agolpaban en su mente. Él teniendo duelos en el suelo de su habitación Gai de niños, su primer duelo con un Disco de Duelos, su primer gran triunfo para la compañía y la sonrisa de orgullo de su padre ante su éxito.
-No es que odiara a mi padre o hermano. A pesar de mis celos y frustración, yo los amaba...-.
Conocer a Hope y escuchar harto de que su hermano mencionara lo impresionante y lo obviamente enamorado que estaba por la duelista pelirroja.
-Cuando estaba con ellos, sentía calidez... y a veces confusión-.
La formación del equipo Caballeros Dragón, su primera victoria como equipo y la fiesta post-victoria.
-Y no es que odiara estar con otros. Era bueno para encontrar cosas que hacer para que todos nos divirtiéramos-.
Él echando a patadas a Gai de su oficina porque se lamentaba de una discusión que tuvo con Hope. Su hermano, su padre y él en una fiesta con sus mejores smoking, generando presencia digna de su apellido ante todos. Gai y Hope cargándolo por encima de sus hombros en celebración ante un triunfo que se logro gracias a él.
-Pero simplemente... había algo que no me satisfacía-.
Desvelándose en las noches con un montón de libros en su escritorio y Gai durmiendo plácidamente en su cama atrás suyo. Reuniones de negocios que sin darse cuenta, ocuparon más y más de su vida. Conociendo a Isabella a través de una reunión de arreglada para que se conozcan mejor.
-Pero a pesar de todo... era feliz en esos días con mi hermano-.
La boda de Gai y Hope, a la que asistió como el padrino... él cargando a un Kazuto recién nacido, que lo miraba con curiosidad. Mismo escenario, pero esta vez, cargando por primera vez a Tomoe.
-¿Cuando fue que nos distanciamos tanto?-.
Shiryu: 0 LP.
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Tomoe vio a su padre impactar contra la pared antes de caer al suelo del campo.
-¡PAPA!- Grito Tomoe, corriendo hacía su padre por inercia. De reojo, vio como los Monstruos de Duelo desaparecían al terminar el duelo.
Cuando llegó hacía él, inmediatamente reviso su pulso. Aun tenía, gracias a dios. Lo reviso rápido con la mirada. Tenía varias heridas de quemadura, probablemente por el último ataque que recibió, pero nada que ponga en peligro su vida, o eso creía ella. No era experta. Apenas sabía curarse un corte de papel con una bandita.
Escucho algo caer y giro la cabeza, viendo que había sido Kazuto. Toda la presión física y mental del duelo y las revelaciones, más lo que sea que debió visto y pasado hoy, debieron agotarlo finalmente.
Ricardo, ayudado por Teresa, ya se había acercado al pelirrojo y con su ayuda, se agacho para revisarlo. Como Tomoe pensó, su primo solo estaba agotado.
-¿Qué haremos ahora?- Pregunto Teresa. -Digo... el señor Shiryu admitió todo, pero no tenemos prueba o alguna grabación. No se le puede arrestar, ¿verdad?-.
Lo que decía la Maid era cierto. Su padre se había asegurado hace 10 años no dejar nada que lo vinculara con el asesinato de su hermano, siendo Kazuto el único cabo suelto que dejo libre por no tener el valor de matarlo.
-Por ahora, atendamos a los dos para que no tengan lesiones graves. Podemos dejar a Shiryu en una habitación vacía atado con una cuerda mientras pensamos que hacer con él- dijo Ricardo, poniéndose de pie. -Teresa, ayúdame con el joven amo-.
-Si- asintió su nieta, acercándose.
Ricardo miro a Shiryu con una mirada severa y dura antes de mirar a Tomoe de forma más amistosa. -¿Crees poder cargar a tu padre hasta arriba?-.
-Será complicado, pero creo hacerlo- respondió Tomoe.
-Bien, pero antes, pásame su Deck-.
Presintiendo lo que haría, Tomoe le quito del brazo el Disco de Duelos a su padre y se lo llevo a Ricardo. El anciano lo tomo en sus manos y saco todas las cartas y empezó a buscar entre ellas, sacando algunas cartas entre sus dedos.
Las cartas que saco eran todos los monstruos Dracounidad y cualquier soporte que Shiryu haya tenido.
-Es hora de que vuelvan a su legitimo dueño- Ricardo se arrodillo a un costado de Kazuto y tomo suavemente su Disco de Duelos, dejando las cartas en el Extra Deck y el Deck principalmente correspondientemente. -Ahora están en casa-.
Aun quedaban cosas por hacer, pero en esencia... todo finalmente termino.
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N/A: Y hasta aquí el capítulo. ¡Finalmente termino el duelo con la aparición del monstruo secreto y que será muy importante a partir de ahora!
El duelo estuvo lleno de emoción y estoy satisfecho al final. Sobran las palabras en este momento, pero si creen que Kazuto podrá empezar a relajarse, pues se equivocan.
Sin nada más que decir me despido. Visiten y comenten el resto de mis historias por favor. CHAO.
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Ryujin, Dragón de los Tornados.
Tipo: Dragón/Sincronía/Efecto.
Nivel: 8
ATK: 2500
DEF: 2500
Requisitos: 1 Cantante Dragón + 1 o más monstruos no Cantantes.
Efecto(s): Si "Barranco del Dragón" esta activado, esta carta se considera un monstruo "Dracounidad". Una vez por turno, puedes seleccionar un monstruo tipo Dragón en tu cementerio (máx 1) y equípaselo a esta carta como una carta Mágica de Equipo. Este gana ataque igual a la suma de los niveles de todos los monstruos equipados a esta carta X100. Si esta carta destruye un monstruo en batalla, puedes seleccionar una carta Mágica o Trampa en tu cementerio que mencione "Dracounidad" en su texto, y agregarla a tu mano.
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