Capitulo 37: Historia Artúrica
Por que sabiendo, cuan larga es la vida me deprimo con facilidad.
(Cuando comienza la canción, se ve viejo Reactor del Momentum en su mejor estado, y frente esa imagen aparece un joven Rex Goodwin que estira las manos, para que en un efecto de viento, la imagen se reemplace por el viejo Momentum y Roman con la capucha puesta, sonriendo siniestramente)
Quiero empezar de nuevo y lo inconcluso de una vez realizar.
(Se ve a un Kazuto de niño cerrarle la puerta, a Shiryu levantar su cabeza y el sol refleja un momento sus lentes)
(Cuando la música suena se ve una llama que toma forma, hasta mostrar al Dragón Carmesí, y frente al dragón el titulo de la historia)
Qué irónico es vivir motivando a otros, sin querer seguir.
(Kazuto camina a través de las calles llenas de basura de Satélite, que cambian a las calles limpias de Neo Domino, con la mirada hacía adelante y levanta las palmas)
Con sueños por lograr, tropezando con otros en mi caminar.
(Se ve a Shiryu en medio de un campo de césped con el viento sacudiendo el césped, sus ropas y cabello. Sus ojos siendo bloqueados por el reflejo de sus lentes. Shiryu da la espalda y la imagen se aleja y cae, hasta que el pasto bloquea la vista, haciendo un efecto de cambio)
No es que quiera arrepentirme ni regresar aquel pasado. Solo quiero recuperarlo.
(Se ve a Kazuto y Teresa de niños acompañados de una niña rubia, durmiendo en el suelo con almohadas esparcidas, para luego mostrar a Yusei acostado en la arena de la playa de Satélite, abriendo los ojos)
Mi cielo azul.
(Yusei estira la mano al cielo cubierto de contaminación por las fábricas de producción de Satélite).
No quiero ver en tu reflejo, esa expresión anegada ni de sacrificio.
(Se ve los pies de Rally y el resto de amigos de Yusei corriendo por las calles, para luego mostrar a Gai, enfocándose en su rostro. La imagen se mueve hasta la espalda de Ricardo y en cuanto se empieza a enfocar a su rostro, se ven ráfagas de viento hasta que se muestra la expresión horrorizada de Ricardo, rodeado por ráfagas que pasaban, como si estuviera al frente del origen)
Entiéndelo.
(Se ve a Tomoe. Ella tiene los brazos cruzados frente a sus ojos, viéndose solo su boca que dice la palabra de la letra)
El llanto no borra los pecados.
(Se ve a Kazuto, rodeado de los espíritus de su mazo, como protegiéndolo de algo)
Tu y yo llevaremos esta culpa.
(Se ve a Yusei, también rodeado de los espíritus de su mazo, con el Dragón de Polvo de Estrellas a su espalda)
Como escapo de este laberinto si esperándote estoy.
(Se ve a Jack con su disfraz, solo, tras perder su titulo de Rey)
Si esperándote estoy.
(Se ve de manera rápida desde abajo hasta arriba a Shinji, Rafael, Boomer y Sect, haciendo un acercamiento a la sonrisa loca de Sect)
Todo se ha escapado de las manos y ser honesto tan solo me hace daño.
(Se ve a monstruos distintos atacar por orden de sus duelistas: Exseñor Lavalval lanzar una ola de fuego. Brionac lanza una ráfaga de viento frío. Alanegra Maestro de Armadura da un puñetazo al aire)
Qué hago para encontrar una salida de esta realidad.
(El Dragón de Herramienta Poderosa emerge, con Leo sonriente. Se ve el edificio del Movimiento Arcadia, y a Divine en la cima, haciendo un acercamiento rápido a su rostro sonriente)
Cuál es el motivo por cual aun vivo. Cada noche mis recuerdos se van perdiendo.
(En un Turbo Duelo, Kazuto le ordena a Vajrayana atacar a Highlander Oscuro, ocurriendo una explosión, para que su oponente lo sobrepase e invoque al Dragón Ogro del Vacío. Kazuto juega una carta, invocando a Ascalon)
Nada es como antes. ¡Perdí toda mi seguridad! Y solo quiero escapar.
(Jack, con su disfraz, esta de de pie encima de un edificio con el clima oscuro. Ve una mano extenderse, alzando la mirada, viendo a Carly que le sonríe. En ese momento, los rayos de luz atraviesan el clima oscuro y Jack toma la mano, lanzando el gorro al aire)
Por que sabiendo cuan larga es la vida.
(Se ve a Martha en su orfanato, tomando té mientras ve afuera por la ventana)
Me deprimo con facilidad (cual es el camino).
(Kazuto derrapa su D-Wheel, persiguiendo a su oponente, mientras los dragones chocan, hasta que una gran sombra se muestra detrás del oponente de Kazuto)
Tal vez debería, ¡enfrentar esta debilidad!
(Kazuto extiende su brazo, tocando una lapida de monstruo, que brilla al tacto, cegando la imagen un segundo. Después, se ve a Kazuto con su D-Wheel en el horizonte, proyectando sus sombras con la luz del sol).
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(FLASHBACK)
Hace 19 años...
En la misma sala donde Banjou les dijo a sus hijos la que sería la prueba de elegir a su sucesor, sería donde se decidiría quien ocuparía el asiento como jefe de la empresa, en donde uno de los dos hijos Ryu heredaría el asiento de su padre, no por sangre, sino por los logros que hicieron en los meses que trabajaron.
En esta ocasión, no era solo Shiryu el que esperaba a sus hijos, sino que de pie, detrás de él, estaba su fiel mayordomo y amigo Ricardo. También, ocupando los asientos que llenaban la larga mesa, estaban accionistas y miembros importantes de la compañía Ryu, que serían testigos de la sucesión.
En los asientos al lado de Banjou estaban Hope e Isabella a cada lado. Hope, a pesar de tener 7 meses de embarazo evidenciado por su gran panza, se mostraba serena y firme en su posición ante las miradas y escrutinios silenciosos de los buitres que fingían amabilidad en un pobre intento de ganarse el favor del futuro jefe, uno que sería más joven que ellos y por eso, creían que sería más manipulable.
Estúpidos. Banjou crio a sus hijos de manera que ninguno fuera de personalidad débil o influenciable. Estos buitres no sacarían nada de sus hijos, y si lo intentaran, Gai y Shiryu no serían tan piadosos como él lo ha sido todos estos años, independiente de quien sea escogido.
Hablando de ellos, solo Shiryu estaba presente de los dos. Gai había llegado anoche y era mediodía. Debía estar preparándose, o esperando a que falte un minuto para la reunión para entrar. Banjou apostaba lo segundo.
Los asientos de los dos hermanos Ryu estaba al otro lado de la mesa en donde estaba sentado Banjou, en la cabeza. Desde esa posición, el padre podría ver a sus hijos a la cara al elegir a uno de ellos.
Y así fue como paso. Gai entro, vistiendo un traje de oficinista verde, pero no vino solo; detrás de él, entraron cuatro personas: tres hombres y una mujer, todos de diferentes edades y apariencia.
Uno de los hombres era de piel morena, cabello rapado y barba de candado, rodando alrededor de los 30. Otro era un hombre de rasgos americanos de cabello castaño en puntas con lentes que parecía estar a inicios de sus veinte. El tercer hombre era el más viejo del grupo, alrededor de cuarenta, pero que se conservaba bien. Era el único japonés de su grupo, de cabello negro peinado hacía atrás. La única mujer del grupo era muy joven, entre los 20 y 22. Cabello largo hasta la cintura de color purpura, rasgos europeos.
-He vuelto, padre- saludo Gai, caminando hasta su asiento. Su forma de pararse era erguida, con un aire que exigía respeto al verlo, pero sin perder su aura amable.
-Que imponente te has vuelto, Gai- respondió Banjou con una sonrisa.
-Estaba cansado de esperar- dijo Shiryu con una sonrisa a su hermano.
-Lo lamento- se disculpo Gai con su hermano menor, tomando asiento. Los cuatro que lo acompañaban se pusieron en línea cerca de la pared, sin emitir ningún ruido. -Necesite mucho tiempo para resolver el problema de la sede a la que fui-.
-¿Y esa gente?- Pregunto Banjou, mirando a los cuatro llegados, quienes agacharon la cabeza en señal de respeto, pero también con nerviosismo.
-Son personas que contrate. Todos me ayudaron. Ellos son Connor, Francisco, Ichigo y Cornelia- presentó a cada uno respectivamente. -Ahora son compañeros muy importantes para mi-.
-Cuando Gai nos hablo de su prueba y de este lugar, quisimos venir a verlo a toda costa, señor, para agradecerle el haber enviado a Gai. Nuestras vidas cambiaron para bien gracias a él- dijo Ichigo, siendo el mayor, fue quien hablo por el grupo.
Algunos accionistas susurraron entre si ante las palabras oídas, algunos interesados en la historia de trasfondo de los cuatro y las acciones de Gai estos meses. Parece que Gai estuvo mucho más ocupado de lo que Banjou pensó.
-Si mi hijo los contrato como empleados, entonces son bienvenidos- dijo Banjou. -Gai, empecemos con tu informe. ¿Cómo fue tu progreso en la sede que te encargue?-.
Claro que había visto los informes de esa sede, y la escala de ventas subió en el último mes de golpe, no solo superando a sus competidores por mucho, sino que genero millones en poco tiempo más que cualquier otra empresa de la compañía Ryu este año, incluso adquiriendo y comprando otras compañías más pequeñas. Pero quería escucharlo de la boca de su hijo, como fue. El carácter de una persona se revela a través de sus palabras y sus reacciones.
Además, sabía como había terminado la sede de Okinawa, que era la de Shiryu, esta misma mañana. Antes de abordar ese tema, quería empezar con el buen trago de su hijo.
Gai asintió. -Me toco la sede en Hokkaido. Al llegar, estaba en números rojos y muchos empleados habían renunciado o el encargado los había despedido por falta de dinero. Empece primero revisando las cuentas y viendo las deudas para después reunir al personal que quedaba y realizar una lluvia de ideas para generar ganancias. Las primeras dos semanas no fueron mala, pero no producían suficiente. Fue en ese momento que decidí reunir y contratar a personal capacitado para cubrir los puntos más débiles de la empresa y arreglarlos. Claro, sabía que no tenía tiempo para esperar ni buscar, así que en vez de Linkedin, decidí atraer al personal con un anuncio y una exposición al aire libre-.
-¿Al aire libre? ¿Cómo hizo eso?- Pregunto un accionista de mediada edad con barba blanca.
-Con un duelo- respondió Gai con una sonrisa. -Da la casualidad, que en Hokkaido estaba un amigo del circuito profesional de vacaciones, así que le pedí como favor un duelo para atraer gente y reclutar. No tuvo problemas y acepto. Fue un gran duelo- se veía más feliz por el duelo que por la compañía. -Tras terminar el duelo, que gane, por cierto, había atraído a toda una audiencia para ver. Lance mi propuesta de empleo a las personas. Por supuesto, fui claro al decir que al inicio no se les pagaría mucho, pero que se les pagaría mejor con el paso del tiempo y mejorara la sede. La única condición era traer su perfil de trabajo y decir en que área se especializaban más. Al día de la reunión, treinta personas llegaron, pero tras pasar una serie de pruebas, solo ellos cuatro quedaron capacitados-.
Con un movimiento de desplazamiento de mano, Gai enfatizo en los cuatro amigos que lo acompañaban.
-¿Qué clase de pruebas les pusiste?- Pregunto Isabella.
-Qué harían en ciertos cargos, que harían en ciertas situaciones, como usarían ciertos recursos, etc. Lo que importa fue que, con ayuda de ellos cuatro, pude levantar la sede. Los primeros dos meses nos encargamos de subir las ganancias y ponernos en el interés del mercado de nuevo. Después, los siguientes tres se basaron en ganar todo lo que podamos. De paso, también aprovechamos para mejorar la vida de los empleados y el edificio, que era bastante feo-.
Gai siguió narrando lo sucedido en los meses de trabajo, contando detalles como el problema de comprar nuevos productos para la compañía, o una ocasión en donde las ventanas de un quiosco habían sido destruidas por algunos delincuentes. En toda su conversación, algunas personas, incluso el propio Banjou, lo interrumpían para hacerle ciertas preguntas al tema que él respondía con fluidez.
Banjou no le quito la vista a su hijo mayor en ningún momento. Sus ojos observaron a detalle. Cada expresión, su forma de hablar y como respondía. Gai hacía todo eso con tanta naturalidad como respirar. Banjou sabía que su hijo no se daba cuenta, pero tenía un don para la conversación y el entendimiento que lo hacían más que apto para el puesto.
-...Y en la última semana, tras ayudarlos, pude establecer una conexión de comercio con la sede de Corporación Kaiba en Hokkaido. Les dije que me dieran tiempo para pensarlo, porque ya debía volver a casa. Tuve que ordenar la administración de la sede, lo que hizo que me demorara, y por eso no volví hasta anoche. Eso sería todo-.
Tras terminar finalmente su informe vocal, todos en la mesa, excepto Banjou, aplaudieron. Hope tenía una sonrisa de orgullo hacía su marido. Estos meses separados, solo viéndose por videollamadas fueron difíciles para ambos, pero le enorgullecía escuchar los éxitos de su hombre. Esos éxitos demostraban el gran hombre que era su esposo.
Banjou asintió ante los logros de su hijo mayor, y se enfoco en el menor. -Es tu turno, Shiryu. Quiero escuchar como te fue a ti, ya que te tomo menos tiempo-.
Mientras que a Gai le tomo los cinco meses y volvió apenas anoche, a Shiryu solo le tomo tres meses. Ya había escuchado su informe cuando volvió, pero quería que lo repitiera frente a su hermano.
Entendiendo eso, Shiryu asintió y narro. El inicio de su historia fue similar a la de Gai, solo que él no busco reclutar a más personal y se encargo de los asuntos administrativos por su cuenta, aunque, sin que él lo mencionara, le costara noches de sueño. Al estudiar a los gustos de las personas y los precios de la competencia, ideo un plan donde los precios fueran accesibles, pero no muy baratos, y la calidad se demostrara.
Al igual que Gai, también uso los duelos para atraer a las personas, usando también su fama como antiguo duelista profesional que gano tres circuitos mundiales en un año. La gente vino como polillas a la luz al escucharlo y ver quien era.
Banjou también observo a su hijo con detenimiento. La forma de hablar y expresarse estaba bien, actuaba profesional, como se esperaría del líder de una compañía como la suya; pero... era demasiado serio. Su voz era muy monótona, casi robótica y aunque su expresión mostraba algo orgullo por sus logros, estaba la misma expresividad y emoción que en los rasgos de Gai al hablar.
Tras 15 minutos, Shiryu termino su narración. Todos, excepto Banjou, volvieron aplaudir.
Mientras el hermano mayor reunió a personas para ayudarlo a dirigir la compañía, apoyándose en los empleados que ya tenía, el menor, con más talento, decidió hacerlo todo solo.
-Bien...- tras unos segundos de silencio, Banjou ya tenía su elección. -Es hora de decidir al sucesor como jefe de la compañía Ryu-.
Se genero un tenso silencio en la habitación. Todos estaban a la expectativa de cual de sus hijos elegiría Banjou como su sucesor. Al inicio, todos los accionistas pensaron que sería Shiryu, pero tras escuchar los logros de Gai, ya no estaban tan seguros de que la elección fuera obvia. Algunos tenían sus favoritos, pero la última palabra la tenía quien fundo todo esto.
Gai y Shiryu se miraron, el primero con una sonrisa, deseándole suerte a su hermano en el nuevo puesto que tendría.
-Elijo a Gai-.
La sorpresa en los dos hermanos no se hizo esperar, y así como ellos eran diferentes, sus motivos y las razones de sus sorpresas también lo fueron.
Gai se sorprendió mucho, verdaderamente incrédulo de que su padre lo eligiera a él. Claro, había logrado grandes cosas y sabe que sus ventas fueron grandes ganancias para la compañía. Contra cualquier otro, su elección sería obvia, pero estaba contra su hermano, que tenía más talento, preparación y estudios que él.
Shiryu se sorprendió y enfureció al escuchar que su padre prefirió (otra vez) a Gai sobre él. ¿Por que? Todas esas noches en vela estudiando, todos los logros que hizo para la compañía, toda la presión que su padre siempre le puso desde niño... al final, todo eso, ¿no valía nada para él? ¡¿Así era recompensado por años de dedicación y esfuerzo?!
Los únicos en la sala que no parecían sorprendidos eran Ricardo y Hope. El primero se debía a que conocía el razonamiento de su amigo y señor, y desde que escucho los logros de Gai, sabía que Banjou lo elegiría. La segunda, aunque no estaba tan segura como Ricardo, había notado ciertos indicios en que su suegro quería que su esposo lo sucediera desde hace mucho. Fueron indicios leves que no cualquiera notaría, pero ella era observadora.
-¿Por que?- El primero en reclamar, para sorpresa de los accionistas, fue Gai. -¡No poseo el talento ni la dedicación de mi hermano para la compañía!-.
-Esta es mi decisión- respondió Banjou, sin intenciones de retractarse.
Apretando los dientes, Shiryu se contuvo de decir algo estúpido. En su lugar, ordeno las palabras en su cabeza antes de hablar:
-¿Por que no valgo? Explícamelo, padre-.
Banjou miro a su hijo. -Acaban de informarme que la sede en Okinawa entro en crisis financieras, donde hubieron muchas demandas a la compañía y más de la mitad de los empleados renunciaron-.
Shiryu abrió los ojos, sorprendido por esa información que no sabía hasta ahora. Los accionistas susurraron en voz baja entre si. Isabella miro con preocupación a su esposo y Hope miro a su suegro.
-No puede ser... ¿por que?- Pregunto sorprendido y confundido Gai.
-Cuando Shiryu se fue, la persona que dejo a cargo siguió las instrucciones que le dejaste, pero no pudo mantener el orden y fue lo que ocasiono una serie de incidentes que condujeron a la caída de la sede- respondió Banjou.
-Eso fue culpa de él. Yo deje instrucciones que debía seguir. No es mi culpa que no las siguiera- se defendió Shiryu.
-Pero no lo capacitaste para el cargo, ni le explicaste que debía hacer en caso de una crisis, ni siquiera le dejaste tu número de contacto para que se comunicara contigo por si pasaba algo. Solo le dijiste que hacer y te fuiste- aunque no era la intención, las palabras de Banjou sonaron a una reprimenda. -Delegar una tarea sin detalles a una persona que puede no estar capacitada para el cargo es el error de quien lo asigno: tú-.
Shiryu chasqueo la lengua de frustración y bajo la cabeza, como un niño regañado por un error que cometió. Así se sentía.
-Al encargarte tu solo de todo el trabajo, cambio radicalmente los resultados, a comparación de la sede de Gai. El trabajo que se obtiene fácilmente no dura mucho y tus empleados, al no saber que hacer, sucedió lo que sucedió. Sin embargo, Gai eligió trabajar junto a su personal. Al tener personas especializadas en departamentos apoyándolo, le permitió más oportunidades de explotar el negocio y nuevos puntos de vista para avanzar. También, le permitió a sus empleados aprender del trabajo al observarlo y apoyarlo. Los resultados de un trabajo que se consiguen con esfuerzo no se desmoronan fácilmente-.
Las palabras de Banjou sonaban firmes, con un gran peso detrás. Si alguien sabía sobre el trabajo duro era él, que él solo creo una compañía que es capaz de rivalizar con Kaiba Corps.
-Shiryu, tus talentos y conocimientos son sin duda impresionantes, y nadie aquí cuestiona tus logros por la compañía y los sacrificios personales que hiciste por ella. Gai creció mucho, pero le falta tu conocimiento y pensamiento más racional. Ayúdalo como su mano derecha para que la Compañía Ryu siga perdurando y crezca a niveles que ni yo puedo imaginar-.
Esa petición, aunque la hacía como jefe de la compañía, era en el fondo, un pedido de un padre a su hijo. Que los hermanos se apoyen entre si, como lo han hecho en los duelos, era su mayor deseo para ellos. Su más grande temor era que su elección rompa el vínculo que tienen, pero no podía retrasarlo más tiempo, así que era un riesgo que debía tomar, por el bien de la compañía, por el bien de sus hijos y de los hijos que tendrán.
El brillo de los lentes oculto los ojos de Shiryu, mientras este apretaba los dientes y se levantaba, retirándose en silencio de la habitación. Isabella se puso de pie y lo siguió de prisa.
-Hermano...- Gai miro preocupado la puerta por la que salieron su hermano y cuñada.
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(Fin FLASHBACK)
Shiryu abrió los ojos. Tras que su mente recordara el día de mayor humillación en su vida. A pesar de lo que otros pensarían, se aseguraba de tener siempre en su mente ese recuerdo, ya que eso le impulsaba a ser mejor cada día más. A probarle a su padre en el más allá que se había equivocado al elegir a Gai sobre él aquel día. Que si lo hubiera elegido a él, todo lo que paso después se hubiera evitado.
Shiryu miro el campo actual. Había convocado a dos de sus mejores monstruos: Ogro Dragón del Vacío y Caballero Dracounidad - Gormfaobhar. Este último estaba equipado con Caballero Dracounidad Luin.
Ogro: 3000 ATK y DEF.
Gormfaobhar: 2600 ATK y 2300 DEF.
Ricardo tenía en su campo solo al Seis Samuráis Legendarios - Enishi, más la Magia Continua Las Fuerzas A.
Shiryu: 400 LP.
Ricardo: 2000 LP.
Ricardo tenía 6 cartas en mano gracias que él jugo Cartas de la Santidad, mientras que él se quedo sin cartas en mano por todas sus jugadas.
Ya hizo todas las preparaciones para invocarlos. Hora de actuar.
-¡Batalla! ¡Ogro Dragón del Vacío, ataca a Seis Samuráis Legendarios - Enishi!-.
El dragón lanzo una llamarada de fuego oscuro que consumió al samurái.
Ricardo: 900 LP.
Para su sorpresa, Enishi, chamuscado y de rodillas, seguía en el campo.
-Descarte al Escudero de Shien durante el calculo de daño. Al descartarlo, un monstruo Seis Samuráis no puede ser destruido en batalla- explico Ricardo, respirando entrecortadamente.
-Tuviste suerte al robarlo. Supongo que es mi culpa- dijo Shiryu. -¡Gormfaobhar, elimina a Enishi!-.
El Dracounidad lanzo una bola de fuego verde que termino por destruir al samurái, que había resistido como un grande. La explosión de la bola de fuego lanzo a Ricardo hasta tirarlo contra el suelo.
Ricardo: 300 LP.
-Termino mi turno. Te queda un último turno, Ricardo-.
El mayordomo anciano puso las manos contra el suelo como apoyo para levantar su cuerpo. Parte de su traje había sido roto y tenía algunas manchas de humo en el costado de la cara y por todo el cuerpo.
Ricardo sentía muy fuerte el dolor en sus viejos huesos, que aunque se había mantenido en muy buena forma para alguien de su edad, no eran tan fuertes como alguna vez lo fueron en aquellos días de juventud. Su cuerpo pedía descanso, pero su voluntad lo impulso a levantarse.
No podía perder. Debía ganar este duelo ahora. No por él, por el Banjou, por el amo Gai, por el joven amo Kazuto. Esta era su única oportunidad de enmendar su fracaso de diez años.
-Aunque me cueste la vida... ¡debo ganar!- Aunque su cuerpo estaba marchito su determinación y coraje brotando de su pecho seguía siendo tan ardiente y fuerte como en sus mejores días. -¡Robo!-.
Ricardo: 300 LP.
Shiryu: 400 LP.
Tenía 6 cartas en su mano, contando la que acaba de robar. Shiryu le había dado los recursos necesarios para ganar.
-El efecto de Gormfaobhar no es algo que me perjudique en este instante, pero no conozco el efecto de ese dragón- miro con cuidado al Ogro Dragón del Vacío. -Debo averiguar su efecto. Y tengo la carta para hacerlo- tomo dicha carta y la inserto en la ranura de Magias/Trampas de su disco. -Juego la Carta Mágica Veneno del Hombre Viejo. Tiene dos efectos, y elijo el segundo: inflinge 800 puntos de daño a mi adversario-.
Shiryu sabe lo que intentaba hacer Ricardo, pero no tenía de otra que hacerlo. -Activo el efecto de Ogro Dragón del Vacío. Una vez por turno, cuando mi adversario activa una Carta Mágica o de Trampa mientras no tenga cartas en mano, puedo negar la activación y destruirla-.
La magia fue cancelada y exploto en píxeles.
Ahora que descubrió el efecto y lo obligo a usarlo, podía jugar con normalidad.
-Como tu controlas monstruos y yo ninguno, puedo invocar especialmente al Anciano de los Seis Samuráis-.
Apareció un viejo con túnicas blancas y la cara tapada por una venda negra con dos puntos rojos en los ojos. El anciano estaba dentro de un mecanismo cuadrado que estaba equipado con ballestas a los costados y tenía cuatro patas mecánicas para moverse.
400 ATK y 0 DEF, nivel 3.
-Juego Ascetismo de los Seis Samuráis. Selecciono a un "Seis Samuráis" en mi campo e invoco especialmente desde mi mazo un monstruo con un ataque y atributo iguales al que seleccione. Elijo al Anciano. ¡Aparece para servir a tu señor, Kagemusha de los Seis Samuráis!-.
Apareció un guerrero de traje verde con armadura negra con líneas verdes brillantes encima. Sostenía una katana en la mano y su cabello era largo hasta la espalda pelirrojo.
400 ATK y 1800 DEF, nivel 2.
-Y como controlo a dos monstruos "Seis Samuráis" en mi campo, puedo invocar a su líder. ¡Ven, shogun de los samuráis! ¡Gran Shogun Shien!-.
Surgió un samurái de armadura escarlata con el símbolo de fuego en el centro de la armadura y en la punta de su casco. Tenía una capa negra colgando de sus hombros y su espada enfundada. Este era el monstruo As de Ricardo.
2500 ATK y 2400 DEF, nivel 7.
-Aunque trajeras a tu mejor monstruo al campo, su ataque no es suficiente para vencer a mis dragones- remarco Shiryu.
-Una vez más, no ve el valor de la unidad- respondió Ricardo en tono condescenderte, irritando un poco a Shiryu. -Pero espere un poco, porque es hora de que conozca a mi verdadero As-.
-¿Tu verdadero As?- Shiryu levanto una ceja y miro a los otros monstruos de Ricardo. Abrió los ojos cuando una posibilidad se le paso por la cabeza. -Tu...-.
-¡Sincronizo al Anciano de los Seis Samuráis de nivel 3, con Kagemusha de los Seis Samuráis de nivel 2!-.
Los dos monstruos se elevaron al aire. Kagemusha se convirtió en dos anillos verdes que encerraron al Anciano.
-¡Qué la agrupación de estrellas haga surgir al legendario líder de los samuráis, que cortara con su espada el mal!- El cuerpo del Anciano se convirtió en tres estrellas. -¡Invocación de Sincronía!- Un rayo de luz emergió del interior de los anillos. -¡Aparece con las flores de cerezo, nivel 5! ¡Seis Samuráis Legendarios - Shi En!-.
De la luz, emergió un nuevo guerrero samurái. Era Shien. Una versión más joven del Gran Shogun Shien. Su armadura era de un brillante rojo con grabados dorados, en su casco, tenía el emblema de los Seis Samuráis delante. También, tenía una especie de dos alas delgadas como de murciélago en su espalda.
2500 ATK y 1400 DEF, nivel 5.
-"Seis Samuráis Legendarios - Shi En". Nunca había visto ese monstruo antes- dijo Shiryu, impresionado. -Aunque tampoco es que te viera en muchos duelos-.
Durante toda su vida, Ricardo casi nunca había tenido duelos. Claro, había visto algunos duelos y fue Ricardo, en compañía de su padre, quien le enseño a él y a Gai de los duelos, siendo básicamente su tutor privado. Pero en ningún momento había visto esta versión sincronizada de Shien. El viejo aun tenía sorpresas que dar.
No iba a correr riesgos. -Activo mi Carta Trampa, Agujero Trampa sin Fondo- un agujero se abrió bajo los pies de Shi En. -Destruirá a tu monstruo y lo desterrara-.
Antes que cayera, Shi En desenfundo su espada y corto la carta en un movimiento muy rápido. La carta exploto en pixeles y el agujero bajo sus pies desapareció.
El efecto de Shi En es que, una vez por turno, puedo negar la activación de una Magia o Trampa de mi oponente y destruirla- explico Ricardo. -Ahora invoco de forma normal al Espíritu de los Seis Samuráis-.
Apareció un espíritu con la forma de Shinai, portando su misma armadura. Es de nivel 3.
-Activo su efecto: selecciono un Seis Samuráis boca arriba que controle y equipo esta carta a ese monstruo. Elijo a Shi En-.
El espíritu se deshizo y las partes de su armadura volaron hasta equiparse sobre la armadura del monstruo de Sincronía.
-Mientras este equipado por este efecto, el monstruo equipado gana 500 puntos de ataque y defensa. Si el monstruo equipado destruye un monstruo de mi oponente, puedo robar una carta. Además, si el monstruo equipado fuera a ser destruido, el espíritu se sacrifica en su lugar-.
Shi En: 3000 ATK y 1900 DEF.
-Y no se olvide de Las Fuerzas A, amo Shiryu. Mis monstruos ganan 200 por cada guerrero que controle-.
Shi En: 3400 ATK.
Shien: 2900 ATK.
-Este, es el poder de la unión de los samuráis. El trabajo que se gana con esfuerzo y en grupo no se deshará tan fácil como un trabajo logrado por una sola persona. El amo Banjou lo dejo claro cuando eligió al amo Gai aquel día-.
Ricardo tenía que darle crédito a Shiryu; a pesar de la situación desventajosa en la que estaba, se mantenía en calma. Como si tuviera el control de la situación. No le gustaba, lo ponía nervioso.
-Ciertamente hay fuerza en la unión. Yo mismo lo he averiguado con el paso del tiempo. Pero incluso en los grupos, hay alguien que sobresale, ya sea por su liderazgo, su habilidad o carisma. No cualquiera puede ocupar puestos de grande poder. Si fuera así, cualquier persona podría ser Presidente de un país. Se necesitan ciertas habilidades que uno desarrolla, o incluso con las que uno nace, para llegar a lo más alto. Eso él también lo entendía-.
-No negaré que hay verdad en esas palabras, pero ni la persona más grande del mundo puede hacer todo solo. Un jefe necesita empleados con los que trabajar, un albañil necesita compañeros con los que cargar las cosas y trabajar para que avance rápido la obra. El Duelo de Monstruos es igual. Se necesitan de 40 cartas para que el mazo funcione, donde todas cumplen una función única que ninguna otra carta puede ejercer. La invocación de Sincronía es un ejemplo; se necesitan la unión dos o más monstruos en sintonía para dar paso a un poder más grande-.
-Y con la Sincronía como ejemplo, los monstruos se usan para invocar a un monstruo más poderoso y superior que los normales del mazo. Y aunque cada carta tiene una función específica en el mazo, una sola carta puede dar la vuelta al duelo y dar la victoria-.
Ricardo suspiro. No podría cambiar la mentalidad de Shiryu. Si Banjou y Gai no pudieron, menos él. Solo quedaba derrotarlo y hacer que responda por sus crímenes.
-¡Batalla! Gran Shogun Shien, ataca a Gormfaobhar-.
El monstruo de efecto salto, y con un tajo descendente de su espada, corto al monstruo de sincronía, que exploto en píxeles.
Shiryu: 100 LP.
-¡Seis Samuráis Legendarios - Shi En, ataca a Ogro Dragón del Vacío y acaba el duelo!-.
Shi En salto y se elevo en el aire con sus alas que se desplegaron a los lados. El líder samurái iba a su encuentro con el dragón oscuro, en un ataque que terminaría todo.
La voz de Shiryu interrumpió lo que sería la inminente victoria de Ricardo. -Activo mi Carta Boca Abajo...-.
-El efecto del Gran Shogun Shien es que solo puedes activar una Magia o Trampa, y al activar tu Trampa que fue destruida por Shi En, no puedes jugar más- señalo Ricardo.
-Finalmente te volviste senil, Ricardo. El efecto de tu Sincrón niega la activación de mi carta, mientras que el efecto del Shogun solo aplica cuando la carta ya fue activada. Por lo tanto, aun tengo mi pase libre- respondió Shiryu, explicando el fallo en la estrategia de Ricardo. -¡Juego Muro de Poder!- Revelo su carta. -Cuando voy a recibir daño, puedo enviar una carta de mi deck por cada 500 puntos de daño que quiera evitar. Solo necesito enviar una-.
Shi En corto en dos al Ogro Dragón, pero un muro de fuego protegió a Shiryu del daño mientras enviaba la carta superior de su deck al cementerio, que era la misma que puso ahí por el efecto de Zombi Esparceplagas al invocar al Ogro Dragón.
Ricardo quería haber acabado el duelo en este instante, pero no lo logro. Aunque tenía la ventaja, no podía bajar la guardia.
-Debo resistir. Si resisto este turno, la victoria será mía- pensó, en un intento de convencerse para calmarse. -Termino mi turno...-.
-Mi turno. Robo-.
Shiryu: 100 LP.
Ricardo: 300 LP.
Ambos estaban en las últimas. Este turno decidiría todo.
La ranura del cementerio del Disco de Duelo de Shiryu comenzó a brillar.
-En mi Fase de Espera, se activa desde mi cementerio el efecto de Toma el Control de Cinco. Removiéndola, robo una carta- retiro la Carta Mágica del cementerio y saco una más, teniendo dos cartas en mano. -Jugaste mucho mejor de lo que pensé, Ricardo. Ahora veo porque mi padre confiaba tanto en ti. ¿Nunca se preocupo de que intentaras apuñalarlo por la espalda y quedarte con su trabajo?-.
-Claro que no. Es gracias a él que pude tener una vida. Por eso le jure mi lealtad y lo apoye siempre. Estaría avergonzando en lo que te has convertido- respondió Ricardo de forma cortante.
-Para bien o para mal, no soy él- contesto de vuelta. -Terminaré este duelo ahora mismo. Juego Agujero Oscuro, con lo que destruyo a todos los monstruos en el campo-.
-Niego tu carta con el efecto de Shi En- contrarresto Ricardo, negando la activación de la carta, sabiendo que eso era lo que él quería.
Shiryu sonrió, como un victorioso ante una conquista, como un león que había cazado a su expresa. -Juego Cambio de Corazón-.
Ricardo abrió los ojos de miedo al reconocer esa carta.
-Selecciono a tu Seis Samurái Legendario - Shi En, y lo controlo hasta el final del turno-.
Un aura negra cubrió a Shi En, quien intento resistirse al control mental, pero se vio superado por la fuerza de la magia y paso al lado de Ricardo.
-Shi En...- Ricardo miro con una profunda tristeza como el monstruo en el que más confió sería el que lo derrotaría.
-Será tu propio monstruo el que te derrote. Poético- dijo Shiryu con algo de burla, antes que su expresión se volviera mortalmente seria. -Considera esto tu despido, Ricardo-.
Shi En voló y corto en dos a su contraparte de efecto, que exploto.
Mientras Ricardo era lanzando hacía atrás, con sus puntos de vida decayendo lentamente, solo pudo pensar en su fracaso en detener a Shiryu, en como le fallo a su gran amigo y Gai, que había sido un hijo para él, más que el suyo propio. En como no pudo proteger al joven amo.
-Lo siento tanto-.
Ricardo: 0 LP.
El viejo mayordomo cayo y rodo por el suelo hasta quedar boca arriba, con heridas en su cuerpo ya agotado. Escucho pasos acercarse y vio a Shiryu de pie encima suyo, su cuerpo proyectando una sombra.
-Esto... no termina... conmigo...- hablo con esfuerzo Ricardo, sintiendo como las pocas energías se le escapaban como agua en las manos. -Él... se encargara de ti...-.
Su cabeza cayo hacía atrás, contra el piso. Shiryu se arrodillo y puso dos dedos en el cuello de Ricardo, sintiendo su pulso. Era débil, pero aun vivía.
-Lo se... por eso, llegó la hora de que esta historia artúrica llegue a su fin-.
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(Con Kazuto)
El joven dejo caer su cabeza contra la mesa de la cafetería digital en la que había estado durante tres horas después de su pausa para almorzar. A un lado, tres vasos plásticos de café reposaban.
Había investigado toda la información del archivo, pero no encontró nada que no hubiera sospechado o hubiera averiguado de otras formas.
Pero una cosa saco de todo esto.
-Alguien traiciono a mis padres-.
No había otra explicación. Las alarmas de seguridad fueron apagadas y los asesinos entraron sin forzar la entrada. Solo se podía lograr ambas cosas si se sabía la contraseña de seguridad. Y según las declaraciones del equipo técnico a cargo de la mansión, la clave fue colocada por su propio padre, haciendo que solo miembros de la familia o personal importante de la mansión sabían la clave. Se interrogo a los que sabían de esa clave que no eran de la familia, como Ricardo, que era el mayordomo principal, el chef o la mucama principal. Todos tenían cuartadas: Ricardo había pasado la noche en casa de su hijo, el chef principal había salido a sus vacaciones legales hace una semana y la mucama, una anciana cercana de la edad de Ricardo, había caído enferma en los días previos al incidente, así que no había ido a trabajar y se quedo en la casa de su hija. Al investigar un poco más de la mucama, descubrió que murió dos años después.
Tras investigar un poco más, la policía descubrió que un trabajador de cuarenta años , que era asistente del jefe de seguridad de la mansión, había sido el que le dio las claves de seguridad a los asesinos. Se encontró prueba circunstancial, como los horarios de los guardias, la clave de seguridad, mensajes sospechosos a un número desconocido, todo desde su computador personal. También, una bolsa con una gran suma de dinero escondida en el ático de la casa.
Al arrestarlo con esas pruebas, se le llevo a la comisaría, pero fue asesinado en las puertas del lugar por el tiro de un francotirador desconocido. Security llegó a concluir que lo mataron para que no hablara de quien le pago para darle la clave de seguridad del sistema.
Al perder a su único sospechoso y no tener más pistas, el caso quedo inconcluso y olvidado después de tres años.
Aunque las pruebas y la deducción de los oficiales de Security era precisa y las evidencias estaban ahí, había algo que molestaba a Kazuto.
Para empezar, según unas notas, el trabajador se declaro inocente en todo momento, diciendo que no sabía como llegaron las evidencias a su apartamento. Claro que nadie le creyó y se lo llevaron sin escucharlo. Él tampoco le hubiera creído en el momento, pero tras analizar las pistas y ese caso un segundo, encontró que todo era muy... conveniente.
Según la investigación hacía el sospechoso, no tenía cargos contra suya, más allá de un par de casos de arresto menores en la juventud. Según su perfil, era un hombre trabajador que trabajaba para sustentarse a si mismo y a su hijo de 7 años. No era el perfil de un hombre que aceptaría ser parte de un asesinato.
Algunos podrían decir que el dinero le tentó, pero si fuera así, ¿por que trabajar como técnico entonces? No le encontraba sentido.
Entonces, o Kazuto pensaba demasiado bien de una persona... o resulta que el hombre incriminado por el verdadero culpable, que dejo las evidencias en el lugar de un inocente con una posición conveniente para ser un sospechoso de inmediato. Kazuto estaba muy inclinado en creer lo segundo.
Pero el problema seguía siendo la misma pregunta: ¿quién traiciono a sus padres?
No quería pensar mal en sus tíos, pero parecían ser los únicos que podían haberlo hecho. Su tía pudo dar la información e irse del país para no vincularla, y su tío tenía motivos, además que recordó que Ricardo dijo que se habían peleado por esa época.
Aunque los apreciaba, no era tan cercano con ellos como para no considerarlos fríamente. Si realmente fue uno de ellos, hizo peor las cosas. No porque no estuviera dispuesto a cobrar justicia, sino porque la crueldad del crimen era mayor.
-Si en verdad mis tíos lo hicieron, o uno de ellos lo hizo, no quiero pensar en como reaccionara Tomoe-.
Aunque empezaron más o menos, Kazuto había llegado apreciar mucho a su prima. Aunque tenía mucho orgullo y a veces actuaba como una princesa, lo trato con igualdad y respeto tras el desliz de Satélite. Ella lo ayudo adaptarse a lo que sería su nueva vida, nunca se alejo de él, ni siquiera en la Copa de la Fortuna. Eso provoco que la viera con cariño y como lo que era: su familia.
Sabe que ella tiene problemas con su padre, pero sigue siendo su padre. Saber que tuvo algo que ver en la muerte de su tío sería impactante para ella.
O puede que este equivocado completamente y haya un tercero desconocido en todo esto. No lo sabe. Le duele la cabeza de tanto pensar e investigar.
Si de verdad existía un Dios allá arriba, le gustaría que le mandara una señal o algo para indicarle el camino.
-Necesito otro café- dijo el pelirrojo, levantándose y caminando hasta la fila del mostrador.
Mientras se retiraba un cliente y la fila avanzo un poco, un individuo con un gorro y gabardina se acerco a Kazuto por detrás y le dejo un papelito en la mano y se retiro.
Kazuto sintió los dedos externos y el papel en sus propios dedos, pero al voltear, el individuo misterioso ya estaba cruzando la puerta de la cafetería y saliendo a la calle.
Miro el trozo de papel que le había dejado. Estaba envuelto, aunque arrugado, como si lo hubieran doblado apresuradamente. Al desdoblarlo, vio lo que tenía escrito en lápiz pasta.
"En la entrada de la zona vieja de la ciudad, a medianoche".
Bueno... esta no era el tipo de señal que hubiera esperado.
-Es una trampa- pensó, observando las letras. -Pero a este punto... ¿qué más puedo hacer?- suspiro resignado, sabiendo que se metería en otro problema. -Al menos debería pensar en un plan antes de ir-.
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(Más tarde)
Eran las once de la noche. El sol había caído y solo quedaba la completa oscuridad de la noche. Kazuto estaba preparándose para ir al encuentro, pero el destino tenía otros planes para él antes de eso.
Cuando ya estaba caminando hacía su D-Wheel, con su Disco de Duelos en el brazo, algo paranormal sucedió: en el cielo de Satélite, se vislumbro el dibujo de una figura purpura que no reconoció, pero el dibujo era muy grande que se veía desde la ciudad, donde seguramente todos también lo estaban viendo.
-¿Pero que es eso?- Se pregunto al observar la figura. Al observarla desde su posición, parecía algún tipo de persona pero con un diseño que le hacía difícil de entender. -Acaso... ¿tiene que ver con los Signos Oscuros?-.
Yusei estaba en Satélite ahora mismo, enfrentando a los Signos Oscuros para evitar el fin del mundo. Si algo fuera de lo normal como una figura purpura brillante en el cielo sucedía de la nada, los Signos Oscuros eran la única explicación para el fenómeno en este momento.
Un par de minutos después, en los que se quedo viendo la imagen en el cielo de la isla que fue su hogar por diez años, un helicóptero de Security sobrevoló la mansión y descendió hasta estar a pocos centímetros del suelo. Las hélices sacudían el césped, los arbustos y árboles del jardín, arruinando el trabajo de los jardineros. Pero eso no le importo a Kazuto. Lo único en su mente, aparte del extraño fenómeno, era porque un helicóptero de Security aterrizaba en su patio.
La puerta del helicóptero se abrió, mostrando a una mujer algunos años mayor que Kazuto, de cabello azul corto.
-¡Entra! ¡No tenemos tiempo!- Ordeno Mina al otro individuo que Goodwin le dijo que vinieran a buscar.
-¿Cómo que entre? ¿Quién eres tu?- Pregunto Kazuto en voz alta, agachándose un poco por el viento que producían las aspas del helicóptero, dando un par de pasos adelante.
-No hay tiempo para explicar. Solo sube y te explicaré- dijo Mina con prisa.
-Hazle caso, Kazuto. Si Goodwin te quiere en esto, es por algo- dijo una voz masculina que Kazuto conocía bien.
-¡Jack!-.
Esta era la primera vez que Kazuto veía a Jack a la cara desde que llegó con Yusei a la ciudad. No había tenido oportunidad cuando hablo con Goodwin antes de su duelo contra Yusei, y las veces que lo había visto en el torneo fue por pantalla.
-¿Qué esta sucediendo? ¿Tiene algo que ver con los Signos Oscuros?- Pregunto Yusei.
Si Jack estaba sorprendido que Kazuto supiera de eso, lo oculto bien. -Parece que si. Mina nos explicara de camino. Ahora sube-.
Sin perder más tiempo, Kazuto se subió al helicóptero y se sentó en el asiento frente a Jack. Mina cerró la puerta de golpe cuando entro y le grito al piloto que ascendiera y los llevaran a Satélite.
-Hola...-.
Sentada al lado de Jack, estaba una joven que Kazuto jamás había visto. Era una chica de estatura media, con gafas trifocales y el pelo negro que apunta hacía abajo en una mecha. Viste un chaleco naranja sin mangas sobre una camisa a rayas. Lleva un banano naranja atado a la cintura, pantalones azules hasta la rodillas y zapatillas deportivas naranjas. La chica lo saluda con una sonrisa nerviosa y moviendo la mano.
-¿Quién es ella?- Pregunto Kazuto.
-Carly Nagisa, periodista- se presento la joven. -Se que no es el momento adecuado, pero me gustaría tener una entrevista contigo después para un reportaje-.
Kazuto miro a Jack, quien le devolvió la mirada indiferente. Claramente, el rubio no estaba dispuesto a hablar que tipo de relación tenía con una periodista.
-¿Por que tuvimos que venir a buscar a esta rata?-.
Y como no, también estaba el oficio Ushio.
Entre un amigo traidor, una periodista desconocida, una agente de Security también desconocida, y el oficial que se la tenía jurada a Yusei y a él... este sería un viaje largo.
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N/A: Aquí el capitulo. Lamento la tardanza, pero salí de vacaciones una semana entera, así que no pude terminar el capitulo hasta ahora. Espero que les gustara.
Empezamos mostrando otro flashback, que se esta volviendo recurrente en el fic, que muestra la decisión de Banjou entre sus hijos, eligiendo a Gai. La escena esta muy inspirada en la decisión que Hagoromo eligiendo a Ashura sobre Indra, del relleno de Naruto. Uno de mis rellenos favoritos del anime.
Tras eso, esta la culminación del duelo entre Ricardo y Shiryu. ¿Se esperaron que terminara de esa forma? ¿Cómo consideran el resultado?
También esta la escena de Kazuto llegando a un callejón sin fondo, pero sospechando fuertemente de sus tíos. A diferencia de con Tomoe, no ha paso mucho tiempo con ellos, por lo que no les tiene mucho apreció más allá de que son su familia y listo, así que no tiene problemas en sospechar de ellos, como si hubiera tenido de alguien más cercano a él, como Martha, que es como una segunda madre.
Y ya comienzan los sucesos del duelo entre Yusei y Kiryu, y donde aparte de Jack, también se llevan a Kazuto para ver el duelo.
El título del fic es por los paralelos que tiene la trama de la familia de Kazuto con parte de la historia del Rey Arturo. Kazuto sería Arturo, y Shiryu sería Vortingern, el hermano de Uther que lo mato para ocupar su puesto. El Deck Dracounidad sería algo así como Excalibur. No es una comparación hecha a propósito, pero si me di cuenta de ella mientras escribía la historia.
El siguiente capítulo también empezara con un flashback, uno que mostrara a Kazuto en la inclusión del equipo que todos hicieron en Satélite.
Sin nada más que decir me despido. Visiten y comenten el resto de mis historias por favor. CHAO.
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