Capitulo 19: Preparando el Tablero
Cuando llegaron a la mansión Ryu, Shiryu llevo directamente a su hija a su oficina para conversar. Tomoe sabía lo que le esperaba cuando su padre cerró la puerta y se sentó en su asiento.
-¿Sabes que hiciste mal?- Pregunto Shiryu.
-...No-.
-No te hagas la tonta, Tomoe. Debiste contarme desde el inicio sobre Kazuto, no quedarte callada. ¿Sabes el impacto que él tendrá en nosotros y como lo verán las demás compañías? No solo causaría un escándalo, sino que, a nivel personal, tenía derecho a saber que mi sobrino estaba vivo y en la ciudad-.
-El señor Ricardo...-.
-Ricardo puede ser mayor y hasta más sabio, pero él no manda en esta casa. También voy a charlar con él sobre esto, pero primero tengo que encargarme de ti como tu padre- reprendió el pelinegro a su hija con mirada dura. Tomoe no podía ni sostenerle la mirada. -No solo tu primo termino herido en un duelo por una falla en los Discos de Duelo, sino que también tenemos que tener cuidado de que la prensa no se entere o las noticias harían un festín con esto. ¿No te pusiste a pensar en eso antes de decidir ocultarlo?-.
Por supuesto que pensó en eso, fue lo primero que Tomoe pensó cuando hablo con su primo, por eso decidieron mantenerlo oculto. ¿Cómo iba a saber ella que Kazuto tendría un duelo donde casi se mata? No era adivina por el amor de Dios, no tenía control sobre eso.
-Esto no solo pudo provocar un caos que afectaría a la compañía, sino que también casi perdemos de nuevo al hijo de mi hermano y me ocultaste que estaba vivo y lo conociste por varios días...- Shiryu suspiro antes de hablar. -Por todo eso, tendré que retirar tu invitación para la Copa de la Fortuna-.
-¡Espera! ¡Eso no es justo, cumplí mi parte con lo que pediste! ¡No puedes hacer eso!- Reacciono la peliblanca de manera explosiva. Ella se esforzó para cumplir los requisitos que le puso su padre para participar, por lo que era injusto que decidiera sacarla cuando no hizo nada malo.
-Puedo, y lo haré. Este acto tuyo y el de Ricardo fue una traición a mi confianza, y ese tipo de cosas tiene consecuencias-.
-¿Cómo iba a saber que Kazuto se metería a un duelo con daño real? ¡No es mi culpa! ¡No puedo controlar lo que hace!-.
-Si lo hubieras traído, no habría sufrido daño y no estaría en el hospital- la mirada de decepción del adulto que le mando le apretó el corazón de la chica. -Esta claro que todavía te falta mucho si quieres heredar la compañía-.
-Pero...-.
-Retírate y piensa en lo que has hecho, jovencita. Ya no tengo más tiempo para ti-.
Tomoe apretó sus puños, sus uñas casi clavándose en su piel mientras apretaba con ira sus dientes. -¡Como quieras! ¡Igual tú nunca tienes tiempo para nosotras! ¡Por eso Mama prefiere estar fuera de la mansión que contigo!-.
Los ojos de Shiryu se abrieron con sorpresa. -Espera, ¿qué es eso de tu Madre?-.
Pero Tomoe no respondió, solo se dio la vuelta y salió de la oficina con la furia y tristeza mezcladas en su ser.
Shiryu se quedo quieto un momento en su escritorio, procesando la información que su hija soltó por la furia. ¿Su esposa iba afuera y él no sabía nada? No era nadie para decirle a su mujer que hacer, pero que no supiera nada era lo que le sorprendió. También estaban las palabras de Tomoe, de que nunca tiene tiempo para ellas. Eso era una exageración, no fue hace mucho que paso tiempo con su familia.
Pero cuando intenta recordar la última vez que paso... resulta que no puede recodarlo. No recuerda la última vez que no se preocupo por la compañía y paso un día con su hija y esposa que no sea en fiestas de la compañía o invitaciones de otras.
Salió de sus reflexiones cuando la puerta se abrió, entrando Ricardo. El viejo mayordomo había visto pasar a la señorita Tomoe y en su correr, noto las diminutas lágrimas que salían de sus ojos. Obviamente la discusión con su padre fue mala. Aunque no lo demostrara, estaba molesto y decepcionado de Shiryu. Ningún hombre que merezca llamarse así debería hacer llorar a una mujer, menos a su hija.
-Ricardo, ¿sabías que Isabella sale de la mansión recurrentemente?- Pregunto Shiryu.
El anciano levanto las cejas... no esperaba que esa fuera lo primero que le diría el actual líder de la compañía familiar, pero igual decidió responder. -: Si. No se a donde se dirige, pero solo se que sale cada tarde después de almorzar todos los días, a excepción de cuando tiene que atender asuntos de trabajo-.
Isabella Hollun era el nombre de la esposa de Shiryu. Era Japonesa con herencia Noruega. Tomoe era la viva imagen de su madre, teniendo sus mismo cabello blanco y color de ojos, aunque con rasgos faciales similares a los de su padre.
-¿Desde cuando lo hace?-.
-Creo... que desde el año pasado-.
¿Desde hace tanto y él no se dio cuenta?
-¿Por que pregunta ahora, señor? Creí que estaría más interesado en el joven amo Kazuto que en este tema ahora-.
-Si, pero... olvídalo. Luego yo hablaré con Isabella- el pelinegro suspiro, pasándose una mano por el cabello. -Y si estoy interesado en ese tema. No creas que estoy feliz que me ocultarás el hecho de que mantuviste en secreto que mi sobrino estaba vivo y en la ciudad desde hace días-.
Ricardo asintió. -Lo entiendo, y asumo completa responsabilidad por eso, la señorita Tomoe solo me siguió la corriente, así que no la castigue-.
-Fue su decisión, lo que la hace tan culpable como tú, pero lo que quiero saber es porque mantenerlo en secreto hasta de mí-.
-Es por tres motivos: aunque aunque Kazuto es un Ryu, creció en Satélite y entro ilegalmente a la ciudad, lo que es un crimen grave. También porque de hacerse pública su existencia, las otras compañías y sobre todo las noticias estarían sobre él y la compañía, algo a lo cual el joven amo no tiene experiencia para tratar y...- se detuvo dudativo antes de decir la tercera razón.
-¿Qué?- Shiryu levanto una ceja por esa pausa.
-El joven amo esta investigando el asesinato de sus padres hace diez años, y creo que es por esa razón por la que alguien lo enfrento a un Duelo y termino herido-.
-Tiene que ser una broma...- Shiryu se paso las dos manos por el rostro. Podía tratar con problemas financieros complicados, pero al parecer no puede con un adolescente que es su sobrino. -Aunque entiendo sus motivos, esa investigación esta cerrada. Security no logró encontrarlos y menos lo hará él-.
-De hecho, señor, el joven Kazuto ha avanzado bastante. Incluso atrapamos a uno de los involucrados, que declaro lo que paso esa noche y que fueron contratados por alguien más-.
-¿Y confiar en la palabra de un criminal? Lamento si dudo de esa credibilidad-.
-Yo tampoco confío en la palabra de un criminal, pero puedo asegurar con mi experiencia que no mintió y tampoco tenía razones para hacerlo. Creo que por eso atacaron al joven amo, porque se acercaba demasiado a la verdad-.
-Genial. Un tipo misterioso que seguramente es muy poderoso esta enviando asesinos contra mi sobrino. ¿Te das cuentas que cada palabra que dices me da motivos para detener a Kazuto antes de que lo maten?- Exclamo con sarcasmo y molestia Shiryu.
-Entiendo el peligro, y el joven amo también, y una parte de mi también quiere alejarlo del peligro... pero se que no se detendrá, sin importar lo que diga- dijo Ricardo.
-¿Por que?-.
-Por que puedo notar que el joven amo es tan terco como su padre, y tan determinado como su madre. Y dudo que usted pueda hacer algo, ya que a pesar de ser su tío, para Kazuto, usted es un desconocido-.
Shiryu se llevo una mano a los ojos. Si era cierto entonces sería complicado. Cuando Gai se le metía algo en la cabeza nadie era capaz de detenerlo, excepto Hope, pero cuando ella se decidía a realizar algo, hacía lo imposible para hacerlo. Que su hijo tenga ambos factores lo haría alguien que sería casi imposible de detener, para bien y para mal.
Tampoco ayudaba que Ricardo tuviera razón en que él era un desconocido para su sobrino, ya que apenas lo vio cuando era un niño cuando iba de visita a la casa de su hermano a conversar asuntos de la compañía.
-¿Y que sugieres? ¿Apoyarlo? Si lo que dices es cierto, entonces su vida estará en peligro, y me niego a permitir que los mismos tipos que mataron a mi hermano le hagan daño a mi sobrino ahora que se que esta vivo-.
-Sin ofenderlo pero, ¿qué hará?- El cuestionamiento de Ricardo era válido.
-Algo se me ocurrirá, pero ahora que él y los Dracounidad están de vuelta, no dejaré que se alejen de mi alcance-.
Ricardo estrecho su mirada ante esa elección de palabras que hizo el pelinegro, pero no dijo nada.
-Ya retírate, pero no creas que olvidaré esto, Ricardo. Luego hablaremos del castigo-.
El mayordomo hizo una reverencia. -Como usted quiera, amo, pero quiero que sepa que la señorita Tomoe no tiene porque sufrir las consecuencias solo por apoyarme, considerando que ella fue la que menos creyó que el joven amo era su primo, y que de lo único que me arrepiento es no haber evitado que tuviera un Duelo de las Sombras, aunque al final eso lo ayudará a conectarse con sus cartas-.
Fueron sus últimas palabras antes de salir de la oficina.
-¿Estas bien, abuelo?- Pregunto Teresa preocupada al ver a su abuelo salir de la oficina del dueño de la mansión.
-Si. No te preocupes, Teresa. Mejor veté a dormir, ya es tarde- Ricardo le acarició la cabeza a su nieta para no preocuparla.
-¡Tengo quince, abuelo! ¡No soy una bebé!-.
-Pero igual tienes que dormir temprano para no tener sueño y cumplir correctamente tus deberes como Maid-.
-Por Dios...- Teresa hizo un puchero mientras se retiraba, sacando una risa del anciano.
Dejo a su nieta irse a su habitación y fue en dirección a la habitación de Tomoe. Sabe que la relación de ella con su padre es... complicada, como lo pueden ser todos los hijos de empresarios de familia que no se dejan llevar por el poder y dinero de sus familias, pero aun así él espera que puedan solucionarlo. Tomoe no lo admitiría, pero ella siempre se ha esforzado para que su Padre lo note. En ese sentido, le recuerda a Shiryu cuando era más joven.
Llegó a la puerta de la habitación y toco un par de veces y llamo, pero solo recibió un "vete" como respuesta. Ya se esperaba esa respuesta, no es la primera vez que lidia con adolescentes. Saco la copia de las llaves que él poseía como el mayordomo principal de la familia y entró a la habitación.
La vista era la esperada: la joven acostada boca abajo en su cama con el rostro hundido en la almohada. Noto a algunos de los espíritus del mazo de Tomoe alrededor de ella intentando consolarla.
-Déjeme intentarlo- pidió al Samurái de la Barrera de Hielo, quien asintió y se desvaneció con el resto de los espíritus.
-Te dije que te fueras- dijo Tomoe con la cara hundida en la almohada.
Ricardo se sentó al borde de la cama y le puso una mano en la espalda a Tomoe como reconforte. -Y yo le juré a su abuelo de siempre cuidar de él y sus herederos hasta que la vida se me fuera, y me tomo en serio esa promesa-.
Escucho a Tomoe bufar de una manera poco apropiada de una dama.
-Señorita Tomoe, entiendo que este molesta con su padre, y tiene derecho a estarlo; pero no puede dejar que eso la afecte. Usted es más fuerte que eso-.
-¡¿Cómo quieres que no me afecte si no le intereso ni a mi propio Padre?!- Estallo Tomoe, separando el rostro de la almohada y mirando molesta a Ricardo. -¡Solo lo veo en la mañana y en la noche! Es un idiota al que no le importamos. Yo me quedo horas estudiando para sacar las mejores calificaciones en la Academia y con suerte recibo un "bien hecho" de su parte. Ni siquiera puede notar la presencia de Mama. Parece que ama más la empresa que a su familia-.
Tomoe no iba a decir que su lejanía también afectaba a su Madre por dos razones: que Ricardo no necesitaba escucharlo para saberlo y que al menos en eso, no podía culpar a su Padre, aunque no fuera exactamente correcto. Sabe que sus Padres se unieron por un matrimonio arreglado por su abuelo y la familia de su Madre para expandir los negocios al extranjero, así que era normal que en esos matrimonios no hubiera amor y apenas los casados se vean, pero para ella era claro desde niña que su Madre si amaba a su Padre, pero no parecía ser reciproco, era más como si su Padre se obligara a estar con ella.
¿Le molestaba que su Padre no prestara atención a su Madre como merece? Si. ¿Podía culparlo de no amar a una mujer al que obligaron a casarse? No, no podía. No era tan tonta o infantil como para no entender eso.
Ricardo escucho pacientemente como Tomoe se quejaba un poco más de su Padre, no la detiene porque ella necesita liberarse para estar más calmada, además no es como si se equivocara.
Cuando la joven termino y parecía estar un poco más relajada, Ricardo decidió decir algo.
-¿Sabe? Puede ser igual a su madre físicamente, pero su carácter sin duda es el de su Padre-.
Tomoe ladeo la cabeza, confundida. -¿A que te refieres?-.
-Así como usted ahora, Shiryu también peleaba para que su Padre lo reconociera. Su abuelo Banjo, era un hombre duro al que era difícil de impresionar, pero que quería mucho a sus hijos, aunque no sabía expresarlo bien ya que creció en un ambiente difícil que no mejoro al comenzar a crear la compañía, así que no podía estar tanto tiempo en casa, por lo que Shiryu se propuso a demostrar su valía a su padre: ser el mejor de su clase, el mejor en los duelos. Todo eso lo hacía para que el amo Banjo lo reconociera. Incluso llegaba a competir con el amo Gai varias veces, creyendo que lo quería más a él porque heredo los Dracounidad-.
Tomoe escuchaba sorprendida el relato. No sabía mucho de como era su Padre en su juventud más allá de que siempre fue un gran duelista y tenía talento para los negocios, así que escuchar que era muy parecido a ella (o ella parecido a él) de joven era impactante.
-Lamentablemente, el amo Shiryu nunca se dio cuenta de que su padre si lo observaba y estaba orgulloso de él, y Banjo no pudo decírselo antes de fallecer. Incluso ahora, creo que se dedica tanto a la compañía porque aun quiere demostrarle a su padre que si es digno-.
-¿Y porque tu no se lo dices? Conociste al abuelo mejor que nadie, así que si tu se lo dices es más probable que te crea-.
Ricardo negó con la cabeza. -¿A este punto de la vida? No serviría de mucho, y esas cosas son algo que los involucrados se tienen que decir directamente- miro a Tomoe. -Tiene todo el derecho a estar enojada con su Padre, pero si deja que eso le afecte, entonces él nunca la notará de verdad. Lo que tiene que hacer es hablar con su Padre y demostrarle, no con palabras, sino con acciones, con su duelo, lo que vale-.
-¿Cómo?- Pregunto Tomoe, su voz sonó más débil de lo que quería.
-Eso es algo que usted debe averiguar- Ricardo se levanto. -Solo piénselo, por favor-.
Tras decir eso, se retiro de la habitación.
Estando de nuevo sola en su habitación, Tomoe acostó su espalda en el suave colchón de su cama viendo el techo. Hablar con Ricardo ayudo mucho a su humor. No lo ha dicho, pero considera al viejo mayordomo como su abuelo, no solo porque nunca conoció al suyo, sino porque él siempre ha estado ahí para verla, ayudarla y apoyarla en lo que necesita. Incluso la soportaba cuando su orgullo tomaba lo mejor que ella y la bajaba de las nubes cuando se pasaba, como sucedió aquella vez en el restaurante cuando casi discute con Kazuto por su mala imagen de Satélite.
Kazuto... la verdad era que la falta de atención de su padre no era lo único que la preocupaba, también lo era el que significaría cuando Kazuto sea presentado. Teme que por ser el hijo del anterior CEO de la compañía, ser un varón y mayor que ella, lo puedan volver el heredero de la compañía, quitándola a ella. Claro, él admitió no estar interesado en la compañía, pero la última palabra era de los accionistas y de su Padre. Se ha esforzado mucho para demostrar ser digna de su apellido y la idea de que todos sus esfuerzos hayan sido en vano y reemplazada por un recién llegado le causa malestar.
-Qué fastidio... ¿qué debo de hacer?-.
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(Al día siguiente)
Jack estaba tomando su acostumbrado té de la mañana frente al balcón de la mansión. Todo era tranquilo hasta que Goodwin se acerco a él.
-Los preparativos para la Copa de la Fortuna están en orden. El evento comenzará la siguiente semana-.
-Hmph, este evento es absurdo- dijo Jack, dejando que Mina le llene la taza. En los dos años que ha estado como Rey, los duelos que ha tenido en la Copa de la Fortuna han sido muy fáciles de ganar. El último finalista fue un tipo llamado Draagar al que derroto fácilmente.
-Eso no es del todo cierto, además que hemos añadido a unos contendientes a la lista de invitados para usted, Rey- dijo Goodwin para atraer el interés de Jack.
-¿A quienes?-.
-A tu amigo Yusei-.
-¿A Yusei? Eso suena interesante-.
-Y no solo a él, también pienso invitar a tu amigo Kazuto al torneo y a otro conocido tuyo de Satélite. Esta Copa de la Fortuna será de las más interesantes en la historia, aunque lo diga yo-.
-¿Por que los invitas?- Pregunto Jack. Le gustaba la idea de poder enfrentar a Yusei y tener su revancha, así como enfrentar a Kazuto, pero no entendía porque Goodwin se tomaba tanta molestias con ellos.
-Primero debe... sofocar su sed- dijo Goodwin antes de hacer una reverencia. -Entonces bien, tengo todos los preparativos hechos para la Copa de la Fortuna, así que me tomaré un descanso. Si me disculpa-.
Goodwin camino hasta la puerta y salió de la habitación.
-¿No te parece intrigante el comportamiento del Director, Mina?- Le pregunto Jack a su asistente y manager.
-Él no me ha dicho nada, señor- respondió Mina, pero también estaba un poco intrigada de la actitud de su jefe últimamente.
Jack vio su reflejo en el té. -¿Dice que sacie mi sed?- Tomo de su té. -¿Quién será el otro de Satélite al que invitará? ¿Crow?-.
Dejo su taza en la mesa y tomo su mazo, tomando la carta del Dragón de Polvo de Estrellas. Si Goodwin dice que debe saciar su sed, solo podrá hacerlo en un enfrentamiento contra Yusei, y solo si él tiene todas las armas para enfrentarlo.
Se puso de pie.
-Atlas-sama, ¿a donde va?- Pregunto Mina.
-La Copa de la Fortuna será el juego perfecto para el Rey, mucho más de lo que la gente o el Director pueden imaginar-.
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(En Satélite)
Shinji estaba en su propio escondite de Satélite modificando su D-Wheel después de enfrentar a unos patones de Security anoche y ayudando a Sect. El pequeño llegó todo hiperactivo y enérgico, solo después de calmarlo fue que escucho que Rally y los demás no estaban y el lugar parecía que lo saquearon.
Puede que tenga ciertos conflictos con Yusei, pero no con Neville y los demás, así que lo ayudo a buscarlos, pero Satélite era grande y nadie los ha visto desde hace días, lo que hizo que no encontraran ninguna pista de ellos.
-¿Eres Shinji Weber?-.
Alzo la vista al ser llamado, viendo a un tipo de la estatura de Sect con un abrigo rojo y usaba maquillaje.
-¿Quién pregunta?-.
-Soy Yaegar, estoy al mando de las Investigaciones Especiales de la Junta de Mantenimiento de la Seguridad Pública y el Vice-Director de Security-.
-¿El Vice-Director de Security?- Shinji saco su disco de duelos y se puso a la defensiva. -Con que los idiotas de Security finalmente decidieron ponerse serios, aunque no esperaba que el segundo al mando viniera personalmente a este lugar para encargarse de la basura-.
Yaegar levanto una mano en señal de paz. -No he venido a luchar, señor Weber. A pesar de sus ataques contra nuestros oficiales y los actos de Robin Hood de su amigo Crow, he venido para invitarlo a usted a un gran evento que se celebrara en Ciudad Neo Domino-.
-¿Un evento?- Exclamo confundido. Yaegar le lanzo un sobre que atrapo y al abrirlo, vio que era una invitación.
-El Director lo invita a participar en la Copa de la Fortuna la siguiente semana. Un Barco llegará a recogerlo a usted y a su maquina un día antes del torneo donde se le ofrecerá todas comodidades mientras participa-.
-¿El Director quiere usarme para sus juegos y entretener a los de la ciudad? ¡Pues olvídalo! ¡No seré parte del juego de Security!-.
Yaegar no se inmuto por el rechazo agresivo. -Debería reconsiderarlo, ya que el ganador de la Copa de la Fortuna tendrá permitido vivir en la ciudad de manera legal con todos los lujos bajo el cuidado del Director, más la oportunidad de enfrentarse al Rey por el título-.
-¿A Jack?- Eso atrajo un poco el interés de Shinji.
-Le recomiendo que piense en la oferta. El barco que vendrá a recogerlo llegara a la mañana y estará esperándolo hasta el medio día. Hasta entonces-.
-¡Espera!- Shinji intento evitarlo, pero Yaegar exploto en una bomba de humo y desapareció. -¿Quién era ese tipo? ¿Un payaso o un mago?-.
Vio la invitación al torneo. Su primer pensamiento fue en romperla, pero pensando con la mente fría, esta puede ser la oportunidad que ha estado esperando. Sabe que las personas de Satélite siempre están atento a las noticias de la ciudad, por lo que un torneo de este calibre sin duda será visto por todo Satélite. Si participa en la Copa de la Fortuna, podría transmitir su mensaje de unión a la gente de Satélite en contra de Neo Domino que los ha oprimido y usado como herramientas y causar una revolución, también causaría un gran impacto si derrota a Jack, ya que por lo tanto, él será Rey y tendrá mayor poder para actuar y enfrentarse a Ciudad Neo Domino.
Si los de la ciudad querían que jugara en su juego, lo haría, pero él cambiaría el juego al final.
Sin notarlo, Sect, que había ido a buscarlo para seguir con la búsqueda de Rally y los demás había escuchado todo. La oportunidad de ir a Ciudad Neo Domino era tentadora, no por los lujos o salir de Satélite, sino porque podría encontrarse a Yusei y a Kazuto. Después de no poder ir con ellos a la ciudad por quedarse herido, esta era una gran oportunidad.
Si Shinji no tomaba ese barco, él lo haría.
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(Horas después)
La base del Movimiento Arcadia era un gran edificio de más de cincuenta pisos que se encontraba en la sección de la Cumbre de la ciudad. Por fuera, daban la publicidad de que era un movimiento asociado a Corporaciones Kaiba que ayudaba a Duelistas con poderes especiales a controlarlos, pero las cosas siempre son más que el exterior.
En una de las habitaciones de la zona más alta del edificio, estaba una mujer joven que usaba una túnica negra que cubría todo su cuerpo y en su mano sostenía una mascara blanca que se quito al llegar al edificio. Se tiro la capucha de la túnica hacía atrás, revelando un hermoso cabello rojo.
-¿Otra vez saliste a hacer tu acto de la Bruja de la Rosa Negra, Aki?-.
La mujer se giro, viendo en el marco de la puerta a un hombre de veinticinco años de cabello rubio y ojos verdes de complexión delgada que usaba un traje de oficinista de color gris.
-No te di permiso de entrar en mi habitación, Rafael- dijo la mujer pelirroja molesta por la intromisión.
Akiza Izayoi, o Aki, como dejaba que la llamaran las pocas personas con las que era cercana, era la mejor duelista del Movimiento Arcadia y la Duelista Psíquica más poderosa en cuestión de poder bruto, pero su poder era tan grande que era incapaz de controlarlo, así que e accesorio de metal que usa para el cabello funciona como un control de sus poderes.
-Como la mano derecha de Divine, puedo entrar a donde se me plazca en el edificio, además que él me mando para saber porque saliste a hacer tu acto de la Bruja. No es bueno que lo sigas haciendo cuando la Copa de la Fortuna esta cerca- reprendió el rubio de nombre Rafael.
Rafael Abarai era la mano derecha de Divine, su segundo al mando que se encargaba de las negociaciones con otras empresas y de asuntos legales con miembros importantes del movimiento. También era un Duelista Psíquico muy poderoso y un ex-duelista profesional que se retiro de los torneos hace tres años.
Si Akiza era apodada la Bruja de la Rosa Negra, Rafael era apodado el Demonio de la Infestación por su deck. Todos los oponentes a los que ha enfrentado terminan siendo aplastados por él antes de darle una oportunidad.
Akiza solo aparto la mirada y se cruzo de brazos. -Lo que yo haga no es de tu incumbencia-.
-Si afecta al Movimiento Arcadia, si lo es- Rafael se acerco a Akiza. -Los dos vamos a participar en la Copa de la Fortuna, donde finalmente nos revelaremos como somos en realidad al mundo, todo el Movimiento Arcadia cuentan con nosotros, así que no podemos permitirnos causar un caos antes del torneo-.
Akiza suspiro. -Lo se... es solo que sentí que tenía que salir hoy-.
Rafael levanto una ceja. -Ok, eso es interesante... ¿paso algo interesante esta tarde para que salieras y estés de más mal humor que de costumbre?-.
Por un momento, Akiza se planteo en contarle a Rafael sobre lo que paso en esta tarde en los barrios de la ciudad, en donde cuando apareció para atacar a unos delincuentes que estaban teniendo duelos, la marca de su brazo brillo y se encontró con un sujeto pelinegro que también tenía una marca como la suya.
-...Nada, solo fue una perdida de tiempo-.
-...Ok, si así lo quieres, entonces no te molestaré más, pero te pido que no salgas de nuevo hasta la Copa de la Fortuna-.
-Entendido. No lo volveré a hacer y lamento causarles molestias-.
-Eres una adolescente, es normal para ti salir a escondidas-.
-¿Qué quieres decir con eso?-.
-Ya no te molesto más y me retiro para que te cambies- Rafael decidió escapar. Con o sin poderes, las mujeres son peligrosas cuando están molestas.
Cuando salió de la habitación de Aki, vio a Divine delante suyo.
-¿Dijo la razón por la que salió?- Pregunto.
-Dijo que tenía que salir hoy. No me dijo que paso, pero sin duda paso algo que la afecto y no creo que me diga, pero no creo que la distraiga del objetivo- informo Rafael.
-Entiendo- aunque estaba intrigado, si no era una distracción para Akiza, entonces no importaba. -¿Y como estas tú?-.
-¿Preocupado por mi?- Rafael sonrió con humor. -Sabes que no hace falta. Puede que no haya estado en duelos desde que deje de ser profesional, pero no me he oxidado. Si quieres comprobarlo aceptaré con gusto-.
-Si estas tan seguro, entonces confiaré en ti- sonrió Divine. -No olvides que tu misión y la de Akiza en el torneo es para que las personas conozcan el poder de los Duelistas Psíquicos, por lo que es hiperactivo que al menos uno de ustedes llegue a la final-.
-Dudo que realmente hayan duelistas que sean capaces de ser rivales para nosotros-.
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(Al día siguiente)
-¡Llegue!- Exclamo Lucy alegremente, caminando con una bolsa en mano y entrando a la habitación en donde estaba Kazuto.
-Buenos días Lucy, ¿vienes a ver a Kazama?- Saludo Kazuto.
-A los dos, pero primero pase a verte ya que estas más cerca- dijo la pelinegra. -Te ves mejor de lo esperado-.
Era cierto. A pesar de que ha estado dos días en el hospital, Kazuto no parecía enfermo ni con ninguna herida.
-Si, el Doctor dijo lo mismo al verme, tal parece que me van a dar el alta hoy mismo- respondió Kazuto. -El señor Ricardo vendrá con ropa para cambiarme, ya que la que usaba quedo muy desecha por el duelo y me llevara a la casa de mi tío-.
-Ya veo, así que te vas...- dijo Lucy, en el poco tiempo que lleva conociendo a Kazuto ya se había acostumbrado a su presencia. -Bueno, no se podía evitar. Entonces es un adiós-.
-Claro que no- la pelinegra lo miro confundido. -Tu y Kazama me han ayudado mucho desde que llegue a la ciudad sin pedir nada a cambio y se han arriesgado por mi, por lo que les debo mucho a ustedes. Esto no será un adiós, son mis amigos y solo porque resulta que soy familiar del jefe de una importante compañía no cambia nada- aseguro el pelirrojo.
La pelinegra se sorprendió por la honestidad y la fuerza de esas palabras, lo que le sacaron una sonrisa. Ella tampoco quería dejar de ver al Satelital y estaba segura que Kazama tampoco, los primos también se encariñaron con el pelirrojo y ya lo consideran un importante amigo.
-Me parece bien, ¿entonces podré ir a visitarte cuando quiera?- Pregunto Lucy.
-Tengo que hablar con Ricardo sobre mi estancia, ya que sigo siendo un Satelital que entro ilegalmente a la ciudad- Kazuto se rasco la cabeza.
-No creo que sea un problema, el dinero lo puede todo- le resto importancia Lucy con un gesto de la mano. Podía sonar a algo sacado de una serie, pero todo tiene su base en algo real.
Continuaron hablando amenamente. Entre la conversación, Lucy le conto a Kazuto que esta participando en un torneo de la Academia en donde será el representante de la Academia para participar en la Copa de la Fortuna. Ella estaba indecisa en participar pero tras su duelo con el tipo de los esqueletos y ser rehén, decidió volverse más fuerte y probar hasta donde puede llegar. Kazuto la motivo a ganar, ya que sabía que la chica tenía potencial para ser una gran duelista.
Conversaron un poco más antes de que la joven se despidiera para ver a su primo. Kazuto quedo solo por un par de horas hasta que llegó el Ricardo acompañado del Doctor que lo atiende para darle el alta.
Ricardo le paso un nuevo conjunto de ropa a Kazuto para cambiarse, al colocársela se vio en el espejo del baño: usaba una chaqueta café con capucha encima de una roja, pantalones verdes y zapatillas de color rojo. A decir verdad, él esperaba ropa más cara considerando que su familia parecía tener mucho dinero, pero le agrada este look, lo hace sentir más cómodo.
Salieron del hospital y subieron a una limusina que los llevo. En el camino, Ricardo le informo que llevaron su D-Wheel a la mansión, por lo que no tenía que preocuparse por ella, algo que alivio mucho al pelirrojo.
En el viaje, Kazuto vio por la ventana la Ciudad Neo Domino. No se había detenido a observarla desde que llegó, pero era realmente una maravilla. Los rascacielos se alzaban imponentes y hacía que uno se sintiera pequeño, además de que a pesar de ser una ciudad con muchas construcciones, la vegetación aun se cuida y mantiene. Ya entendía porque muchos la consideran la ciudad más importante del mundo.
-Ya estamos a punto de llegar, joven amo- anuncio Ricardo.
Cuando llegaron a la mansión, Kazuto quedo asombrado por lo grande que era el patio y lo inmenso de la mansión, había oído que la gente de la ciudad tenía mansiones que valían más que todas las cosas de Satélite, Kazuto al inicio lo creyó como exageraciones, pero al ver la mansión cree que ya no es tan exagerado.
Se detuvieron frente a la mansión y el chofer se bajo para abrirles la puerta, Ricardo se bajo primero y le extendió la mano a Kazuto, que la tomo y se bajo. Al caminar a la entrada, las puertas se abrieron solas para recibirlos.
-Bienvenido a casa, joven amo- lo saludaron maids y mayordomos que estaban ordenados en fila, agachando la cabeza en señal de respeto.
-Nunca me acostumbraré a esto- pensó el joven incomodo.
-Así que el hijo prodigo a vuelto, ¿eh?- Quien dijo eso fue una mujer que era igual a Tomoe, pero mayor.
-Buenos días, señorita Isabella- Ricardo saludo a la mujer que se acercaba a ellos. -Joven amo, ella es la ama Isabella, la madre de Tomoe-.
-U-Un gusto conocerla...- saludo Kazuto, extendiendo la mano.
Isabella miro la mano de Kazuto un segundo antes de sonreír y estrechársela. -Técnicamente, sería un reencuentro, ya que te conocí cuando eras niño, aunque no debes recordarlo. Si que has crecido, chico-.
-Gracias- acepto el halago.
Isabella noto lo tensó que estaba Kazuto y río un poco. -No estés tan tenso, somos familia, puedes llamarme Tía si quieres. Es malo que sigas así de tenso para la fiesta de esta noche-.
-¿Fiesta?-.
-Mi marido decidió hacer una fiesta en honor a tu llegada y presentarte a todos los conocidos de la familia, lo hace de tal manera como si celebrara la resurrección de Jesús- suspiro la mujer. -Ahora voy saliendo para comprar unas copas que vi y me gustaron. Ricardo te mostrará el lugar y te preparara para esta noche-.
Y con esas palabras, se despidió.
-No me dijiste nada de una fiesta- miro a Ricardo.
-Esperaba que descansara primero y contárselo después del almuerzo-.
-¡No se nada de fiestas! ¡Mucho menos de clase alta! ¿Además no es un poco exagerado hacer una fiesta solo por mi?-.
-Usted aun no entiende el peso que tiene el apellido Ryu. A nivel social, somos una de las grandes compañías no afiliadas a Corporación Kaiba en la prosperación del Duelo de Monstruos y la tecnología que se usa en ella por el mundo, además de dominar otros campos como medicina, protección ambiental, y un poco de política. Eso nos ha hecho socios importantes por todo el mundo, así como de enemigos que buscaran cualquier oportunidad para desprestigiar nuestro nombre-.
Kazuto emitió un sonido de disconformidad. El mundo de la Clase Alta no sonaba tan glamoroso ahora que escuchaba la presión y riesgos que traían con la fortuna. Su primer pensamiento fue querer evitarlo, pero a este punto ya era inevitable.
-Pero no se preocupe, joven amo, no estará solo en la fiesta- dijo Ricardo al notar la expresión tensa y de disgusto del pelirrojo.
-Gracias, Ricardo- suspiro aliviado.
-Oh, yo no lo acompañaré. Como mayordomo principal de la familia y la mano derecha del señor Shiryu, mi deber es estar a su lado en la fiesta, será mi nieta la que esté con usted en la fiesta. Ella tiene algo de experiencia al haber acompañado a la señorita Tomoe en otras fiestas, así que lo ayudará en todo lo que pueda-.
Seguía siendo mejor que nada.
-Pero antes de eso, tendré que enseñarle a usar un cubierto. Será una lección rápida, así que deberá prestar mucha atención. También necesita un traje para esta noche y habrá que peinarle un poco el cabello. También es recomendable que use colonia y...-.
-Se que quería salir de Satélite para encontrar las respuestas, pero ahora mismo deseo tanto volver- pensó Kazuto encogido de hombros.
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(A la noche)
La fiesta ya había comenzado hace veinte minutos y desde el segundo piso se escuchaban el sonido de la música y las voces de los invitados. Kazuto estaba en la que sería su habitación a partir de ahora. Los muros eran de yeso y estaban pintados de color amarillo, en las esquinas de la habitación habían lamparas en los muros y un candelabro eléctrico colgando arriba. La cama era grande y tenía una mesa de noche a cada lado, junto con un escritorio, un estante y una televisión de alta definición pegada a la pared.
Esta habitación por si sola era igual de grande que el escondite de Yusei y los demás en Satélite y mucho más iluminada y limpia. Realmente no se acostumbrará a los lujos.
Se vio por última vez en el espejo de cuerpo completo. Usaba un esmoquin negro con corbatín en el cuello y zapatos a juego. Su cabello estaba peinado hacía atrás. Por un momento se pregunto como se vería Yusei peinado. Descarto de inmediato ese pensamiento, ver a Yusei con otro estilo de cabello que no sea el suyo parecía antinatural.
-¿Pero su cabello se puede peinar? ¿Cómo hace para que su cabello se levante de esa forma sin usar gel?- Era una pregunta que se llevaba haciendo por diez años.
TOCK TOCK.
-Kazuto-sama, ¿esta listo?- La voz de Teresa se escucho al otro lado de la puerta.
-¡Si, pasa!-.
La puerta de su habitación se abrió, entrando la joven maid de cabello castaño de coletas que conoció hace días. Ella sería su escolta hasta la fiesta y también lo ayudaría a como comportarse en este evento.
Ricardo ya le indico un poco de como deberá actual: las apariencias son importantes, por lo que siempre debe verse como una persona confiada y segura, no debe mostrar debilidad ante otros. Eso sabía hacerlo gracias al tiempo que paso en Satélite, aunque es curioso que le intimide más unas personas de alta cuna que no conoce que pandilleros peligrosos, tal vez porque a los pandilleros si podía golpearlos o derrotarlos en duelo. Aquí no, cada cosa que diga o haga podría tener una consecuencia para él y el apellido que tenía.
Esto no fue lo que quería al llegar a Ciudad Neo Domino. Su plan era buscar información sobre la muerte de sus padres, a sus asesinos y que vayan a la justicia. Aunque era frustrante saber que los que lo mataron están muertos excepto el que mando a prisión, aun debía buscar a quien contrato para matar a sus padres y hacer justicia.
Pero ahora estaba aquí, asistiendo a una fiesta en su honor con gente de Clase Alta, la misma gente que mandaba su basura a Satélite y que a pesar de tener poder y dinero, no hacían nada por ayudar a Satélite.
Una parte de él le asqueaba estar con esa gente, entendiendo un poco mejor el odio de Shinji por la gente de la ciudad, otra parte de él sentía que era una perdida de tiempo cuando al fin tenía recursos para expandir la búsqueda del asesino.
Y otra de él, una más egoísta, estaba feliz. No lo admitiría nunca, pero se sentía honrado que su Tío haya ello todo esto por él.
Aunque sus padres están muertos, aun tiene a más familia viva... tal vez debe de ser menos cerrado y ser un poco más abierto con Tomoe y Shiryu.
Esos pensamientos fueron cosa de segundos mientras miraba a Teresa, que ladeo la cabeza.
-¿Pasa algo, Kazuto-sama?-.
-...Nada, solo estaba perdido en mis pensamientos, perdón-.
Teresa sonrió. -No se preocupe, es normal que todo esto sea nuevo para usted, pero yo estaré ahí para apoyarlo, y se que mi abuelo también estará observando-.
Kazuto sonrió agradecido. -Eres muy buena conmigo, a pesar de saber que pase en Satélite diez años-.
-Mi abuelo me enseño a no juzgar a las personas por donde viven o su origen, sino por sus acciones. Si los Espíritus de Duelo están contigo, es porque usted es una buena persona-.
-¿Puedes ver a los espíritus?-.
La chica sonrió, un poco triste. -No, no tengo la capacidad de verlos, tal vez porque no soy una duelista, pero creo en su existencia-.
Kazuto asintió. Ricardo le dijo que no muchos pueden ver a los espíritus. El porque algunos pueden verlos y otros no era algo que todavía se desconocía, solo se sabe que el verlos es un don con el que se nace, o en raros casos, que se forja.
-Ya que estas aquí, ¿significa que es mi momento de entrar?-.
-¡Um!- Teresa asintió con entusiasmo. -Según mi abuelo, Shiryu-sama quiere presentarte lo más pronto posible, y como esta fiesta es en honor a su llegada, es normal que la estrella aparezca comenzado la fiesta-.
-Entiendo, entonces guía el camino- indico Kazuto.
La joven maid asintió obedientemente y ambos comenzaron a avanzar por el pasillo decorado por la alfombra roja y varios cuadros colgados en la pared de flores o paisajes.
Bajaron por la escalera de mármol que conducía al gran salón de la mansión donde sería la fiesta. Al llegar frente a las puertas de roble, Teresa golpeo dos veces y se escucho dos golpes desde el interior, probablemente eso era una señal para anunciar su llegada.
Kazuto escucho la voz de su Tío al otro lado de la puerta.
-¡Ahora, les presento la razón de esta fiesta! ¡Con gran orgullo, les presento el regreso de mi sobrino, que volvió de entre la basura y las ratas a nosotros!-.
Kazuto frunció un poco su ceño al escuchar la última línea.
-¡Les presento a mi sobrino, Kazuto Ryu!-.
Y como si fuera un acto de realeza, las puertas se abrieron y Kazuto avanzo hasta el inicio de las puertas, notando que Teresa quedo atrás para ser el único visto. Vio a muchos hombres y mujeres usando trajes y vestidos elegantes y caros. Al verlo, se escucharon una ronda de aplausos, como si él fuera una especie de príncipe o rey que volvía a su reino luego de un largo viaje.
Entre las personas que aplaudían, Rex Goodwin sonrió enigmáticamente al ver al joven pelirrojo.
-Mis piezas están casi listas, ¿las tuyas lo están, hermano?-.
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En otra parte de Satélite, más exactamente, en el interior del viejo reactor del Momentum que ahora era ruinas, las fuerzas ocultas planeaban su siguiente movimiento.
En un gran salón destruido y oscuro, había una larga mesa de madera con varios asientos y dos candelabros en la mesa, cada uno con cinco velas.
En el primer candelabro, se encendieron la vela del medio, y las dos velas a su lado.
-¿Para que nos has llamado tan tarde? Ya estaba listo para dormir, y me pongo de mal humor cuando no duermo-.
En la mesa, estaban sentado tres personas con capuchas iguales, pero de colores diferentes. El que estaba sentado en la cabeza usaba una capucha de colores rojos, el que estaba sentado a su izquierda tenía una capucha de color amarillo y el de su derecha de color azul.
El que hablo fue el de la capucha negra con azul, por su voz y físico se trataba de un joven.
-Lamento haberlos citado tan tarde, pero la hora para que la guerra comience se acerca, considero que es momento de comenzar a movernos- hablo el de capucha negra con roja, que parecía ser el líder.
También es la misma persona que enfrento a Sect y le dio esa carta.
-¿Y no pudiste esperar a la mañana?-.
-No seas infantil, Kiryu y escucha- regaño el encapuchado de negro con amarillo. Por su voz y físico debe ser un hombre adulto.
El joven encapuchado bufo y se limito a escuchar.
-Bien. Ahora que estamos cooperando, les diré lo que hay que hacer- hablo el de rojo. -La Copa de la Fortuna esta a pocos días de comenzar. Vamos a aprovechar que Neo Domino estará concentrado en ese evento para comenzar a tomar a las personas de Satélite para que puedan servir como sacrificios una vez que los Dioses Terrestres sean totalmente liberados de sus sellos en nazca-.
-¿Qué pasa con el Security? Van a notar que las personas de Satélite están desapareciendo y van a hacer algo- hablo el joven, ahora identificado como Kiryu.
-Esperaba que te encargaras de ellos para que no sean una molestia-.
Kiryu sonrió sádicamente. Con esas palabras le hizo feliz la noche.
El encapuchado de rojo miro al de amarillo. -Demak, tú irás a Ciudad Neo Domino y observarás los duelos de la Copa de la Fortuna, aun nos faltan algunos miembros para completar nuestras filas y quiero que veas si entre los participantes hay algún candidato digno a unírsenos-.
-¿Por que yo? Ese es el trabajo de Misty- se quejo, el ahora identificado como Demak.
-A Misty le asigne otro deber. Hay cierto grupo que ha estado llamando mi atención y le he pedido que lo vigile, por lo que tu tomarás su lugar de reclutar nuevos miembros por ahora-.
-¡Ja!- A pesar de sus quejas, Demak no dijo nada más.
La vela de la esquina izquierda del segundo candelabro se encendió.
-Yo tengo una duda- una cuarta figura se hizo presente en la mesa. Como el resto, usaba una capucha, pero esta tenía colores morados. -¿Por que le diste a ese niño la carta del dragón?- Por su físico y voz, era un hombre adulto.
-Qué raro verte en estas reuniones, Rodrigo- menciono Demak.
El ahora identificado como Rodrigo lo ignoro y se enfoco en el líder del grupo.
-Darle esa carta a ese chico no fue mi decisión, fue la del dragón- respondió.
-¿El dragón eligió a ese chico? ¿Por que?- Pregunto Rodrigo.
-No lo se, pero si puedo sentir como la oscuridad infecta de a poco a ese chico. Por eso lo mantengo vigilado. Aunque no sea uno de nosotros, igual puede ser un gran aliado-.
Rodrigo no dijo nada más.
La vela de la esquina derecha del segundo candelabro se encendió.
-Les das encargos a Kiryu y Demak, pero a nosotros no. ¿Eso no se llama favoritismo?- La quinta voz que se escucho fue de una mujer que estaba sentada frente a Rodrigo. Usaba la misma capucha de todos, pero con color rosa.
-Justo cuando la noche estaba buena, llegó la zorra...- escupió Kiryu.
-Esa no es forma de hablarle a una dama, niño- dijo la mujer, sin inmutarse por el insulto.
-Cuando vea a una dama lo recordaré-.
El encapuchado de rojo puso los codos en la mesa. -Ya que estas tan ansiosa por trabajar, Tsubaki, puedes ir con Demak a la ciudad y quedarte con Misty, no quiero que sus sentimientos personales la hagan actuar de manera imprudente-.
-¿Estar con la única persona que soporto en un edificio lleno de lujos? Imposible de resistir- la mujer, ahora identificada como Tsubaki, sonrió ante esa idea.
Las piezas del tablero estaban casi listas. El momento de dar inicio a este juego iniciara, y más vale que todos los participantes estén listos para el juego que el destino orquesto para todos.
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N/A: Uff, capitulo largo, pero había que abarcar muchas cosas necesarias.
Como primera cosa, fue un poco de Tomoe y su relación y problemas con su padre. Puede que haya actuado mimada, pero en el ambiente que creció Tomoe, entra en lo normal. Además que muchos jóvenes sufren cuando un padre no le presta atención. También esta la invitación de Shinji al torneo, que su rol será similar al que tuvo en Arc-v, y también se presento un nuevo OC que es un duelista psíquico que entrara junto a Aki, Rafael.
Decidí llamar a Akiza de ambas manera (Akiza y Aki) porque no es mucha la diferencia de nombre, Aki serviría más bien como un apodo lindo.
También se confirmo la participación de Lucy en el torneo. Si, esta compitiendo para participar, pero es un hecho que entrara. Me hubiera gustado escribir su duelo en donde gana el derecho a participar, pero hay que avanzar en la historia.
Y Kazuto finalmente se presenta ante todos los "Clase Alta". Por ahora no tocaré ese tema más, hasta llegar a la segunda temporada.
Y por último, el final del capitulo. Si. ¡Hay más Signos Oscuros aquí que en el anime! Estuve investigando y decidí usar más de las Líneas de Nazca.
Las que usaría son el Papagayo, el Árbol, el Perro y el Compas, o como lo llamaré en mi fic, la Torre. Aunque no tengo ni idea como se llaman en lengua quechua, por lo que si alguien lo sabe díganmelo por favor.
Sin nada más que decir me despido. Visiten y comenten el resto de mis historias por favor. CHAO.
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