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Capitulo 14: Riesgo Electrizante

Han pasado dos días desde la noche en donde Lucy tuvo el duelo con el llamado "Doctor Esquelético". Por suerte, Lucy no tuvo nada grave aparte de algo de agotamiento, seguramente por la intensidad del duelo y la presión.

Lo malo es que a las pocas horas de ser arrestado, el ex-forense fue liberado bajo fianza. Se desconoce a donde fue después de ser liberado o quien pago la fianza, lo único que se sabe relacionado al tema es que el hombre fue libre porque algunos políticos intervinieron para bajarle su sentencia.

Actualmente nuestro grupo de tres estaba en la casa de los primos descansando sin hacer nada particularmente llamativo. Kazuto estaba sentado en la mesa del comedor con Lucy y sus cartas, la chica le había pedido consejos para mejorar sus estrategias a lo cual el pelirrojo no tuvo problemas en ayudarla un poco, mientras que Kazama estaba acostado en el sofá viendo al techo.

Lo que el oficial de peliazul pensaba era sobre su propia posición en su trabajo. Él fue asignado a Satélite después de su... último fracaso, y ahora estaba en Neo Domino porque tuvo la suerte de ser salvado por uno de sus perseguidores y no siendo arrastrado por una ola de basura como le paso a Ushio. Su oficial mayor de Satélite le dio una semana libre por el incidente, pero el tiempo ya casi se acababa y pronto estaría obligado a volver a Satélite a su deber, si faltaba lo despedirían, lo que sería una deshonra para él y su familia.

Tal vez le permitirían quedarse si mostraba que el caso de asesinato de la familia Ryu hace diez años no estaba cerrado y lo dejaban trabajar en ello, pero todavía no tenían pruebas más allá de Kazuto, y ahora que un tipo fue tras él para intentar eliminarlo, le quedaba claro que quien sea el responsable del asesinato de hace diez años sabe que Kazuto esta en Neo Domino, y aun peor, sabe donde viven.

-Creo que deberíamos mudarnos...- su comentario atrajo la atención de Lucy y Kazuto. Soichi se enderezo en el asiento del sofá para explicarse. -Un mercenario peligroso envío una nota de desafío a nuestra casa el otro día, quien quiera que lo contrato, es poderoso y sabe donde vivimos. Este lugar ya no es seguro-.

Entendían ese pensamiento. Donde hay uno siempre hay dos. Puede que el siguiente loco este cerca.

-¿Pero estas seguro de que ese lunático esta relacionado con esto?- Pregunto Lucy.

-Si fuera algún pandillero que vino buscándome a mi o a mi padre lo entendería; pero este fue un mercenario peligroso que vino buscando específicamente a Kazuto, y paso un día antes cuando saque todo lo posible del caso de sus padres. Obviamente están relacionados- respondió Soichi.

-Kazama tiene razón. Nunca fue mi intención involucrarlos en esto, lo siento- se disculpo Kazuto.

-No te preocupes, nosotros nos metimos en esto por propia voluntad, al menos deja que te acompañemos hasta donde podamos. Como oficial de Security, es mi deber ayudar a los que lo necesiten- respondió Kazama solemnemente. -Tampoco es que podamos escapar aunque quisiéramos, ya saben donde vivimos- se guardo ese comentario innecesario para no empeorar la moral de Kazuto. -Deberíamos conseguir otro lugar, un apartamento, siempre sirven para no llamar la atención-.

-¿Con que dinero, primo? Hasta los departamentos más baratos de Neo Domino son algo caros y un oficial no gana mucho por lo que me ha contado mi padre-.

-Ugh...- las palabras de Lucy fue un golpe al orgullo y a la billetera de Soichi. -Tampoco hace falta que lo digas tan feo...-.
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(En las Instalaciones)

Yusei estaba en el comedor de las Instalaciones almorzando, sentado junto a Himuro, Yanagi y Tokumatsu. Himuro y Tokumatsu compartían palabra de sus tiempos como profesionales y Yanagi los escuchaba dando un comentario de vez en cuando.

Él no prestaba atención a la plática, en los últimos días su mente ha estado más ocupada pensando en todo lo relacionado al misterioso dragón que apareció en medio de su duelo con Jack y todo lo que ha aprendido gracias a Yanagi. ¿Realmente esa marca que apareció en su brazo es tan importante? ¿Qué es un Signo de todos modos? Goodwin parecía saber mucho del tema y aunque podría responderle todas sus preguntas, rechazo su oferta de unirse a él, había algo que lo hacía desconfiar.

Además que no olvidaba que él era el Director General de Security, el hombre a cargo de los oficiales que perseguían a las personas de Satélite como ratas cada día, no podía trabajar así de fácil con un hombre que directa e indirectamente ha hecho que él y muchas personas en Satélite sufran.

-¿Esta ocupado?- Se unió a la mesa un chico de la edad de Yusei de cabello morado, pantalón algo gastado de color café, chaqueta azul y una marca debajo de su ojo izquierdo.

-¿Y tu quien eres, chico?- Pregunto Himuro al recién llegado.

-Soy Aoyama, el nuevo compañero de celda de Yusei- se presento el ahora identificado Aoyama con seguridad.

Otra cosa fue que ayer trasladaron a Yanagi, Himuro y a él a la zona de detención para las personas que permanecerán mínimo medio año en las Instalaciones, la misma zona donde estaba Tokumatsu. A los primeros dos les toco compartir celda mientras Yusei con Aoyama.

-Es un buen sujeto, ¿puedes permitirme comer con nosotros?- Pidió Yusei a Chojiro.

-Si es amigo de Yusei, entonces es bienvenido a comer. ¡Siéntate, siéntate!- Invito el ex-profesional, Aoyama fue más que feliz de sentarse mientras probaba la comida de lujo que le ofrecía Tokumatsu.

Yusei miro de reojo a Aoyama. Ayer en la noche le mostró una forma de escapar de las Instalaciones, hoy en la noche unos amigos de él vendrían a rescatarlo entre las ocho y las nueve y Aoyama escaparía por un túnel debajo de su litera que construyo por medio año y le ofreció escapar juntos.

Yusei acepto sin dudar, pero le pidió si también podría traer a tres amigos para escapar. Por supuesto que se refería a los tres que comen con él, se han portado muy bien con Yusei y él ya los considera amigos, por lo que si tiene una oportunidad de escapar, quiere que ellos lo hagan con él.

Aoyama no tuvo problemas en aceptar mientras no sean una carga. Ahora que estaban todos reunidos, vio que era una buena oportunidad para contarles.

-Chicos...- los llamo, haciendo que le presten atención. -Quiero que escuchen, esta noche...-.

-¡YO NO HICE NADA!-.

Su platica fue interrumpida por un fuerte grito de pánico. Todos dirigieron su mirada al origen de la voz, viendo a un oficial llevarse a un prisionero, pero el sujeto que se llevaban era uno de los dos seguidores de Tokumatsu.

-¡¿Qué están haciendo?!- Ladro Chojiro poniéndose de pie de golpe y acercándose al guardia.

-¡Jefe!- Lloro su seguidor.

-Esta siendo mandado a confinamiento por intento de soborno a un guardia- respondió el guardia.

-¿En serio hiciste eso?- Pregunto Tokumatsu a su seguidor.

-Solo fue para ayudar a un amigo, ¡nada más! ¡Por favor ayúdeme jefe!-.

-Ya cállate, escoria, no soporto escucharte más- el guardia se iba a llevar al pobre tipo, pero Tokumatsu se le puso en frente.

¡¿Y a ustedes desde cuando les importan si son sobornados o no?!- Tokumatsu ladro. -¿Cuantas cartas quieres para soltarlo y olvidar todo eso? No importa la cantidad, pero déjate de estas tonterías-.

-¿Esto que escucho es un intento de soborno a un honesto guardia?- Armstrong llegó a la discusión con las manos en el bolsillo. -¿Por que si es así eso sería un año más en las Instalaciones, Chojiro, no quieres problemas que podrían afectar a tus amigos, ¿verdad?-.

El ex-profesional gruño por esas palabras. Armstrong era un dolor en el trasero, usaba su posición para abusar de la gente en las Instalaciones, al menos la mitad de la sección de tiempo alargado estaba ahí solo porque Armstrong le dio el placer de hacerlo.

-Llévate a ese prisionero. Como es la hora del almuerzo haré olvidaré esto hoy, Tokumatsu, pero puede que no sean tan amigable la próxima vez- rio burlonamente el líder de las Instalaciones, mientras el guardia se llevaba al seguidor de Tokumatsu que gritaba por ayuda a su jefe, quien no pudo hacer nada más que apretar los puños y dientes.

Yusei y los demás vieron ese intercambio desde sus puestos en la banca.

-Viejo, eso fue feo- comento Aoyama.

-Ya había escuchado que el jefe Armstrong abusa de la gente con su poder, pero ahora veo que son muy ciertos- dijo Himuro.

-Solo espero que no seamos los próximos...- dijo Yanagi.

-¡¿Qué están viendo todos ustedes?! ¡Devuélvanse a sus celdas, la hora de comer termino!- Ordeno Armstrong.

Yusei y los demás se pusieron de pie para devolverse a sus celdas. El de Satélite tendrá que encontrar otro momentos para contarles de la fuga antes de la hora.
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(En otra parte)

En uno de los muelles de Ciudad Neo Domino, se estaba llevando un contrabando ilegal de armas al extranjero. En un almacén del muelle, un sujeto se dirigió hacía el hombre a cargo.

-Jefe, el embargo ya esta listo y cargado para irse- informo un sujeto al hombre a cargo.

-¿Y que esperas? Que ese barco zarpe, tenemos un itinerario apretado para el siguiente mes. Nuestro contacto de América aun quiere esas partes de D-Wheel que robamos el otro día-.

La persona a cargo era un hombre de treinta y tantos años con la cabeza casi rapada, excepto una línea frontal de cabello castaño, bigote mostacho, usaba una camisa con los botones superiores abiertos mostrando su peludo y definido torso con unos pantalones y botas militares. Lo más característico del hombre sería su parche en el ojo izquierdo y que tenía dos marcas en cada mejilla, señal de que ha estado en las Instalaciones antes.

-Otra cosa, señor... alguien acaba de llegar y dice que quiere hablar con usted, dice que es un conocido de un viejo trabajo-.

Eso llamo la atención del hombre. -¿Un viejo conocido de trabajo? No quedan muchos, así que suena interesante. Llámalo, aunque dile a los hombres que lo tengan bien en la mira, si sabes de lo que hablo-.

El hombre asintió y a los pocos segundos una persona se puso delante suyo. La luz le dio en el ojo bueno y le impidió ver bien unos segundos, pero cuando enfoco el rostro del recién llegado.

-Pero si eres tu...- sorpresa lleno el rostro del bigotón. -¡Ja! ¿Después de diez años vienes a buscarme para terminar la limpieza? Un poco tarde, ¿no crees?-.

-No vine aquí para matarme, si quisiera ya estarías muerto- hablo el hombre. -Quiero que termines el trabajo de hace diez años. El niño esta en Ciudad Neo Domino y quiero que lo elimines, y también roba su mazo y quiero que me lo entregues-.

-¿El niño esta vivo? Sabía que era una mala idea mantener testigos vivos, aunque sea un niño; pero bueno, si lo quieres muerto, por mi vale. Pero más te vale pagarme esta vez, o el que terminará muerto será otro-.

-Dejémonos de amenazas vacías- la voz del otro hombre sonó sería y molesta. -Elimínalo, tráeme su deck y te pagaré 5 millones de dólares-.

El bigotón silbo. -Si que quieres muerto al niño para pagar esa cantidad-.

El hombre le entrego una carpeta. -Aquí esta la información de él y donde vive actualmente- el traficante tomo la carpeta y empezó a hojearla. -Vive con un par de primos, una estudiante de la Academia de Duelos de Ciudad Neo Domino y un oficial de Security-.

-Ya me he encargado de muchos oficiales por años- cuando su único ojo se enfoco en el perfil de Kazama, este pareció brillar. -Soichi Kazama... miren nada más-.

-¿Lo conoces?-.

-Oh si- cerró la carpeta. -¡Amigo, acabas de cerrar un trato! Y como esto también involucra algo personal, te cobraré un 20% menos de lo que pagas-.

-De acuerdo. Y recuerda, tu nunca me viste y yo nunca te vi-.

-Mientras no quieras matarme al finalizar el trabajo, esta bien por mi-.

El individuo asintió y se retiro del almacén. Uno de los sujetos que en secreto había estado apuntando armas junto con otros se acerco a su jefe.

-¿Realmente va a aceptar ese trabajo, jefe? La paga es buena, pero es un poco denigrante que nos llame para un simple asesinato-.

-Dinero es dinero, cuando te lo ofrecen tienes que aceptarlo... además que este trabajo es un golpe de nostalgia, sumado a que es personal también-.

-¿Personal?-.

Le mostró la carpeta a su subordinado, más exactamente la hoja que tiene la foto de Kazama. -Si no se tratan con las ratas, inundaran tu casa, y a nadie le gusta las ratas, ¿cierto?-.

El subordinado se sorprendió al ver a Kazama, para luego poner una sonrisa malvada. -Muy cierto, señor, a nadie le gustan las ratas-.
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(En las Instalaciones)

Himuro estaba acostado en su litera descansando, hasta que escucho el sonido del cerrojo de la celda abrirse y se sentó. Vio entrar a Armstrong con dos guardias.

-¿Qué es esto?-.

-Escuche de un pajarito que tienes un arma blanca, así que vine a inspeccionar- respondió Armstrong con una sonrisa que le asqueaba al ex-profesional vencido por Jack.

-Busca si quieres, no tengo nada-.

-Eso ya lo veremos- Armstrong se acerco y puso su mano debajo de la chaqueta de Himuro, y como si estuviera sacando algo, revelo la navaja que oculto en su mano. -Pero mira lo que tenemos aquí-.

-¡Gordo bastardo!- Himuro sabía que era un truco de Armstrong y se puso de pie para encararlo, pero los dos guardias se pusieron a cada lado suyo y lo detuvieron, colocando sus brazos detrás de su espalda y pateando una de sus piernas por detrás, obligando a que se hincara.

Lo sacaron de su celda y lo llevaron hasta una sala de interrogatorio, donde estrellaron su rostro contra la mesa. Himuro apenas movió la cabeza para poder ver a Armstrong.

-De acuerdo basura, ¿qué sabes del recién llegado?- Pregunto el gordo.

-¡¿A que te refieres?!- Pregunto Himuro, un guardia le puso la mano encima de la cabeza para mantenerlo quieto. -De cualquier modo, nunca diré nada sobre mis amigos, ¡de ninguna forma!-.

-¿Oh? Así que, ¿la basura de Satélite es tu amigo?- Eso le sonó muy interesante. -¡Creo que el duelista profesional ha tocado fondo definitivamente!- Lo tomo del cuello y levanto su rostro con fuerza mientras los guaridas aun hacían presión en Himuro para mantenerlo en la mesa, haciendo que este experimentara dolor en el cuello.

Segundos después, se escucharon los gritos de Himuro por toda la zona, Yanagi temblaba en el suelo con las manos en el oído, Yusei reconoció con sorpresa los gritos más el sonido de golpes y Tokumatsu apretó sus manos y rompió el respaldo de brazos de la silla en la que estaba sentado.

Los gritos duraron unos minutos hasta que se terminaron, y todos vieron a Armstrong con los guardias cargando a Himuro y lanzándolo a su celda como un costal.

-¡Himuro-chan!- Yanagi se acercó rápido al grandulón. A pesar de como se comporto con él al inicio, se disculpo y pudieron ser amigos.

-Himuro...- Yusei vio desde su celda el estado lamentable del amigo que hizo en las Instalaciones.

-¡Himuro ha cometido un crimen muy grande! ¡Todos aquí van a pagar las consecuencias por ello! ¡El año que viene, todo su tiempo libre se verá reducido! ¡No podrán salir de sus celdas!- Grito Armstrong.

-¡Espere un momento!-.

-¡Eso es lo mismo que estar en celdas de aislamiento!-.

-¡Eso, eso!-.

Los presos gritaron en protesta ante las ordenes de Armstrong. Aun en las instalaciones y con crímenes, era injusto. Sobre todo porque la mayoría no estaban en esta sección por haber hecho algo malo, sino por el capricho de quien controla la Instalación.

-¡Cállense! ¡¿De que se quejan basuras?! ¡El mundo no necesita ni a uno solo de ustedes!- Respondió Armstrong. Sus palabras molestaron a Yusei. -¡La gente de sus calañas no tiene derecho a libertad ni a privilegios! ¡Todos ustedes tienen únicamente la miseria de soportar una vida de fugitivos escondidos en las sombras!-.

-¡ES SUFICIENTE!-.

Tokumatsu dio el fuerte grito que interrumpió a Armstrong, haciendo que todas las miradas se dirigieran a él en su celda.

-¡¿Qué quieres, viejo?! ¡¿Acaso también quieres terminar igual que él?!- Le grito Armstrong, señalando a Himuro.

-Te he soportado muchas cosas desde que llegaste, Armstrong, pero no solo te llevas a un fiel seguidor mío, ahora lastimas a un amigo, y más encimas tienes el descaro de decir que las personas de aquí son inútiles... ya no te lo toleraré un segundo más- declaro Chojiro seriamente y de modo amenazante.

Todos esperaban que Armstrong se enojara por las palabras, pero este solo se rio, para sorpresa de todos, incluidos sus propios guardias.

-Así que el viejo quiere hacerse el héroe, ¿eh? ¡Bien por mi! Siempre quise darte una lección. ¡Yo soy el que manda en este lugar y haré que quede claro para todos!- Grito Armstrong. -Y para que veas que si puedo ser justo: tendremos un duelo que todos puedan ver. Si tu ganas, haré la vista gorda de Himuro y no les quitaré el tiempo libre, pero, ¿qué pasa si yo gano?-.

-Te daré todas las cartas que he reunido en los últimos diez años y estaré a tu disposición el resto de mi vida-.

Todos los prisioneros quedaron enmudecidos por las palabras de Tokumatsu, incluido Yusei, que se tomo un segundo para admirar el valor que demostraba Tokumatsu al defender a Himuro y a todos los demás... él era un verdadero duelista.

-¡Muy interesante! ¡De acuerdo! ¡Tendremos el duelo esta noche a las ocho y media! ¡¿Entendido?!-.

-Esta bien- acepto Chojiro la hora establecida por Armstrong.

-¡Escuchen! ¡Estos van a hacer sus últimos momentos de tiempo libre!- Grito Armstrong al resto de presos, y con una señal a un guardia, abrió todas las celdas. -Asegúrense de aprovecharlos- y se retiro.

En su celda, Aoyama se acerco a Yusei. -Esto es perfecto. Mientras ellos tienen el duelo, será una gran oportunidad para huir. Si que tenemos suerte-.

Yusei no le respondió, corrió hasta la celda de Himuro para ver como estaba, así como algunos de los seguidores de Himuro. El cabello de púas estaba bastante golpeado, pero no tenía nada grave, por suerte. Solo necesitaría de unas horas de descanso, tal vez un día.

Escucho un ruido afuera y al ver, Yusei vio al resto de presos reunidos fuera de la amplía celda de Tokumatsu. Se acerco para ver y escuchar. Todos le hablaban fuerte al ex-profesional, algunos con temor por si perdía, otros apoyándolo totalmente.

-¡Guarden silencio!- El grito de Tokumatsu basto para callar a la multitud. -¡Se lo que esta en juego, pero no puedo pasar por alto lo de Himuro, no solo porque es un amigo, sino porque los abusos de poder de Armstrong han ido demasiado lejos! ¡Si voy a luchar, no será solo por mi, sino por todos los que estamos encerrados y que han sufrido por su abuso de autoridad! ¡Por lo que les pido a todos su apoyo en el duelo y que tengan fe en mi! ¡No importa que truco use, yo ganaré!-.

Todos los presos gritaron el nombre de Tokumatsu en señal de apoyo. Sus palabras tenían una fuerza y confianza que les hacía sentir esperanza a todos, por lo que lo apoyarían, ya que muchos aun recuerdan la época de Enjoy Tokumatsu y saben que si pueden poner sus esperanzas en alguien, es en él.

Yusei vio el apoyo que las personas ponían en Tokumatsu y recordó sus palabras, de como las personas que llegan a escapar de las Instalaciones, los que sufren las consecuencias son los que se quedan atrás... sabe que no puede escapar, no por no tener oportunidad, sino que su moral y consciencia no se lo permitiría. Si escapara dejando a sus amigos atrás, no sería realmente libre.

Aoyama se acerco a Yusei. -Escucha, mientras el viejo tiene un duelo con Armstrong, nosotros aprovecharemos para escapar ir...-.

-No iré- interrumpió Yusei.

-¿Qué...?- Aoyama claramente no se esperaba esa respuesta. -No puedes hablar en serio. Tu y yo debemos escapar. Esos tres solo nos retrasarían-.

-No puedo hacer eso...-.

-¿Pero por que? ¡Aquí no hay gente que vale la pena!-.

Yusei lo miro fijamente. -Si duelean conmigo, son mis amigos. Si dejará a mis amigos detrás... nunca sería libre-.

Esas palabras tuvieron un gran impacto en Aoyama, quien no podía creer que alguien decidiera quedarse con la oportunidad de escapar solo por sus amigos... él nunca había visto algo igual, no podía entenderlo, o mejor dicho, no quería.

-¡Haz lo que quieras! ¡No me culpes si ese viejo termina perdiendo! Maldita sea...- Aoyama dio media vuelta y se fue.

Tokumatsu se acero a Yusei por detrás, había escuchado toda la conversación y no fue difícil unir puntos.

-Gracias por quedarte-.

-No podía dejarlos mientras tu luchas por todos los demás, no es mi estilo-.

-Tu lealtad vale más que mil cartas raras, Yusei. No dejaré que se desperdicie, ni la esperanza de todos-.
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(En otra parte)

Ya eran casi las 7 de la tarde. Lucy estaba sola en casa, su primo fue a comprar cosas para la cena y Kazuto lo acompaño como molestia. El pelirrojo era servicial, y aunque la había regañado por aceptar un duelo peligroso, también se lo agradeció por esa ayuda.

La pelinegra ahora sabía que tan peligroso era la situación; pero no por eso se acordara, se involucro por si misma y sus padres no criaron a una cobarde. Ella tiene el sueño de volverse Duelista Profesional como cualquier duelista, y si quiere lograrlo, no puede acobardarse en un duelo.

Además que Kazuto se ha comportado como un buen sujeto con ellos a pesar de ser de Satélite, salvo a su hermano, es amable con ella, incluso le ayudo recién a armas unas estrategias con sus monstruos de Sincronía, lindo...

¿De donde vino ese último pensamiento?

Para su suerte escucho la puerta abrirse, creyendo que habían vuelto, se levanto para recibirlos. -Bienveni...-.

Sus palabras murieron cuando vio que no era ni Kazuto ni su primo, sino ese traficante de bigote.
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(Más tarde)

-Ya llegamos- anuncio Soichi su llegada, cargando una bolsa de compras y Kazuto otra. -¿Lucy?- La llamo al no recibir respuesta y no ver a nadie. Ve una foto en la mesa y al acercarse, deja caer la bolsa que traía.

-¿Qué pasa?- Pregunto Kazuto al ver esa acción y también se acerco a la mesa, solo para tensarse de golpe con los ojos muy abiertos.

En la mesa había una foto de Lucy atada en una silla, junto con una nota.

"Si quieres a la chica, ven al Muelle Sur de la ciudad, almacén B, esta noche a las 8:30. No llames a Security si no quieres que tu linda prima siga siendo pura y no tardes, rata asquerosa".

"PD: Trae a tu amigo pelirrojo".

-¡Hijo de puta!- Grito Kazama enfurecido. -¡Quien sea que hizo esto, voy a matarlo!-.

-¿Quién hizo eso?- Pregunto Kazuto, una idea vino a mi mente. -Acaso... ¿alguien más ya vino por mi?-.

-No. La carta sin duda esta dirigida a mi por como esta escrita, aunque si es raro que te quieran presente. Supongo que saben que te quedas con nosotros y no quieren que llames a Security- respondió Kazama tomando la nota. -Mierda, ¿quién podría ser? Sin duda es alguien que tiene un odio contra mi al punto de secuestrar a Lucy, pero no se quien- un pensamiento llega a la mente de Kazama. -¿Acaso...? No, no puede ser él, se supone que no sabe donde estoy-.

-¿Kazama?-.

El peliazul agito la cabeza. -¡No importa! Este tipo juega en serio, y al no poder llamar a Security, no queda de otra que encargarnos de esto nosotros mismos. Lamento meterme en mis problemas, Kazuto; pero necesito tu ayuda-.

-Considerando lo que paso hace dos noches, creo que con esto estaremos a mano; pero creo que debemos pensar algo, aun tenemos algo de tiempo antes de la hora- sugirió el pelirrojo.

Kazama asintió y así ambos comenzaron a idear algún plan para salvar a Lucy.
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(En las instalaciones)

El reloj digital marco las 8:30 de la noche. La celda de Chojiro se abrió y dos guardias entraron. El ex-profesional se puso de pie y salió de la celda, escoltado por los guardias hasta el punto donde los caminos se encuentran en el centro, y donde todos los prisioneros verían el duelo.

-No sabes como disfrutaré esto, anciano- dijo Armstrong mientras acariciaba la punta de su barba.

-Cállate y empecemos. Te enseñare como se batían los duelos en mis tiempos- respondió Chojiro.

-Bien, bien. ¡Ustedes dos! ¡Preparen los discos de duelo!- Armstrong le ordeno a dos guardias.

Tokumatsu y Armstrong se le fueron dados discos de duelo, pero estos estaban conectados a una cadena en el suelo.

-¿Para que es la cadena?- Pregunto Tokumatsu.

-Es solo parte del juego, para darle un toque más "electrizante"- río Armstrong. -Solo el que sobreviva se podrá quitar el disco de duelo-.

-¿Solo el que sobreviva?- Repitió en su mente. Esto ya olía mal, y no eran las botas de Armstrong.

Ambos colocaron sus decks en sus discos de duelo.

-¡DUELO!- Gritaron ambos.

-¡Yo comenzaré!- Dijo Armstrong. -¡Robo!-.

Armstrong: 4000 LP.

Tokumatsu: 4000 LP.

-¡Empiezo jugando el hechizo continuo: Llamado de Hierro! Deja que te lo deletreé anciano. Su efecto me permite una vez por turno, invocar especialmente desde mi mano a un monstruo "Cadena de Hierro" de nivel 4 o menor desde mi mano a cambio de descartar una carta. ¡Invoco especialmente a Reparador de Cadenas de Hierro!-.

Enviando una carta de la mano al cementerio, Armstrong invoco a un hombre corpulento de físico obeso con un oberol de trabajador verde de piel gris con lentes negros y un gorro. Cargaba en su hombro un gran martillo.

1600 ATK y 1200 DEF, nivel 4.

-Ahora invoco a Serpiente de Cadena de Hierro en defensa-.

Por un portal azul que se abrió al lado del reparador, salió una serpiente que su cuerpo era una gran y larga cadena negra. Al aterrizar agacho la cabeza y su cuerpo se puso azul.

1200 DEF y 800 ATK, nivel 3.

-Coloco una carta y eso será todo. Espero no haberte agobiado mucho con mis jugadas, anciano, prometo hacer esto lo más rápido posible- dijo Armstrong con una sonrisa que asqueo a todos los presos.

-¡Puedo ser viejo, pero no decrepito! ¡Ahora te enseñaré lo que significa un duelo!- Grito Tokumatsu. -¡Es mi turno! ¡Robo!-.

Tokumatsu: 4000 LP.

Armstrong: 4000 LP.

-¡Invoco a Flor Cardian Pino! Pero no estará por mucho tiempo, ¡ya que lo sacrifico para invocar especialmente a Flor Cardian Pino con Grulla!- Apareció la pintura de una grulla con pinos alrededor.

2000 ATK y DEF, nivel 1.

-¡Por su efecto, robo una carta y si es una "Flor Cardian" te la muestro y la invoco especialmente, de lo contrario la descarto!- Explico y robo, para expectativa de los presos. -Tristemente, es una mágica, así que la descarto- envió la carta al cementerio. -Coloco dos cartas boca abajo y termino mi turno-.

-No lo entiendo, ¿por que no ataco a uno de sus monstruos si el suyo tenía más ataque?- Pregunto Yanagi desde su celda, ayudando a Himuro a apoyarse en el con un brazo atrás de su cuello.

-Es por la carta boca abajo del jefe, obviamente quería que atacara a sus monstruos y Tokumatsu decidió no caer en la trampa. No sabemos que cartas juega el jefe Armstrong, así que debe ser precavido- explico Himuro.

-¿Eso es todo? Aunque se que voy a ganar, esperaba que al menos lo pusieras desafiante, viejo; pero tal parece que solo eres un perro viejo y abandonado esperando a morir- se burlo Armstrong. -Con gusto cumpliré ese deseo. ¡Es mi turno! ¡Robo!-.

Chojiro no perdió de vista en ningún momento a Armstrong. Todos estaban tan concentrados en el duelo que nadie noto como las cámaras de seguridad se enfocaban en Tokumatsu y las cartas en su mano.

Armstrong sonrió cuando por el comunicador pegado al cuello de su chaqueta, recibió el informe de sus hombres de las cartas que tiene Armstrong en mano: un monstruo y una magia. Además que le informaron que carta trampa debería de deshacerse para tener un ataque exitoso.

Él mandaba en esta Instalación y usaría todos los recursos de ella para ganar. Al diablo con el honor y ser un "verdadero duelista". En el mundo real solo importa el resultado.

-Primero me desharé de tus cartas boca abajo, que sin duda serán una molestia. ¡Juego Tornados Gemelos! Al coste de solo una carta de mi mano, selecciono tus dos trampas y las destruyo-.

De la magia salieron dos tornados que hicieron volar las cartas boca abajo de Tokumatsu y las destruyeron en pixeles.

-Esa es una carta muy rara, ¿de donde saco el jefe Armstrong una?- Pregunto Himuro sorprendido de ver una carta así en manos de alguien como él. -Lo más probable es que la haya robado de alguien o la diera a cambio de tener su pellejo a salvo en la Instalación- se respondió a si mismo. -Pero con eso se quedo con solo una carta en mano-.

-¡Ahora activo el efecto de Reparador de Cadenas de Hierro! ¡Una vez por turno, puedo invocar de mi cementerio a un "Cadena de Hierro" de nivel 4 o menor! ¡Levántate, Disparador de Cadenas de Hierro!-.

El reparador estrello su martillo contra el suelo, abriendo un portal azul a su lado del cual salió un monstruo con el cuerpo de un cañón morado sin piernas con cadenas envolviendo el largo del cañón y de su espalda.

1100 ATK y 0 DEF, nivel 2.

-Tristemente, cuando uso este efecto el reparador no puede atacar, pero hay otras formas de hacer daño- sonrió. -Como por ejemplo el efecto de mi Disparador: sacrificando a un monstruo Cadena de Hierro, te infrinjo 800 puntos de daño-.

La Serpiente de Cadena de Hierro fue el sacrifico, convirtiéndose en una bala de energía que ingreso en el cañón del Disparador, quien apunto a Chojiro y disparo la bala que lo golpeo.

Chojiro: 3200 LP.

Cuando sus puntos de vida bajaron, una línea de electricidad recorrió la cadena que ataba su disco de duelos y fue hasta él, golpeándolo con una descarga eléctrica que le hizo gritar del dolor y la sorpresa.

Todos los presos espectadores se sorprendieron de sobremanera al ver a Chojiro recibir esa descarga. No era algo del duelo, todos vieron claramente que surgió de la cadena.

-¡¿Qué fue eso?!- Grito Yusei colocando las manos en los barrotes.

-¿No les dije que estas cadenas harían el duelo más... "electrizante"?- Dijo Armstrong con una sonrisa cruel. -Cada vez que pierda puntos de vida, recibirá una pequeña descarga que hará sacudir su cuerpo. Por supuesto, yo también tengo la cadena atada a mi disco de duelos, por lo que lo mismo pasará conmigo al perder vida-.

Era una descarada mentira. No sería tan estúpido para colocarse algo que lo haría recibir daño real. Tiene que cuidar mucho su figura.

Tokumatsu se puso de pie con algo de esfuerzo. -No creas que con esto me detendrás... ¡hace falta mucho más que una descarga para detener el gran espíritu duelista de Enjoy Tokumatsu!-.

-Vamos a ver cuanto resiste tu espíritu en el duelo. Juego la magia continua: Cadena Venenosa. Con esto termino mi turno, y durante mi Fase Final, se activa el efecto de mi carta mágica: si no ataque este turno, mi oponente envía tantas cartas de la parte superior de su deck como monstruos Cadena de Hierro controle. Como controlo dos, son dos las cartas que envías al cementerio-.

Tokumatsu tomo las dos primeras cartas de la parte superior de su deck y las envío por la ranura de cementerio del disco de duelos. Ahora entendía la estrategia de Armstrong. Le hacía daño por efecto y mandaba cartas de su deck al cementerio. Ahora que sabía contra lo que se enfrentaba, podía ir con todo.

Armstrong: 4000 LP.

Tokumatsu: 3200 LP.

-¡Es tu turno de recibir una descarga! ¡Robo!-.
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(Con Kazuto y Kazama)

El dúo llego al puerto indicado diez minutos antes de la hora indicada. Ya venían con un plan en mente: primero escanearían con cuidado los alrededores por cualquier posible salida para escapar, después se reunirían con el que secuestro a Lucy, que probablemente no estaba solo y cuando tuvieran la oportunidad, escaparían con granadas de humo que guardaban para no ser vistas como fachada, tomarían a Lucy y saldrían de aquí. Simple.

Kazama y Kazuto se bajaron de sus D-Wheel, se estacionaron detrás de unas cajas que dan directo a la calle para una escapada rápida. Ambos tenían sus chaquetas cerradas, para ocultar que llevaban debajo chalecos antibalas.

-Tengo que decirlo, el sótano de tu casa parece una bóveda para oficiales- comento Kazuto. Las granadas de humo y chalecos la sacaron del sótano de la casa de Kazama, donde también habían otras cosas de oficiales.

-Vengo de familia de oficiales de Security, no esperes menos- respondió Kazama. En su cintura traía una pistola enfundada en el cinturón para esas armas. -Tenemos que ser rápidos, no sabemos cuantos tipos puede tener, no hay que bajar la guardia. Recuerda ser sigiloso y luce como si caminaras, si te ven vigilando el almacén sospecharan-.

Kazuto asintió. Ya habían repasado el plan tres veces en casa, y dos más de camino por lo que no era necesario decirle; pero entendía que Kazama estaba nervioso porque era su prima la que estaba en juego, así que no dijo nada.

Ya cuando estaban listos para poner en marcha su plan, todo se fue a la mierda cuando dos líneas rojas de francotirador apuntaron a sus pechos, para moverse hacía arriba hasta las cabezas de ambos.

-Mierda...- era la mejor expresión que Kazama se le ocurrió. Todo el plan se fue a la mierda.

Dos tipos grandotes y musculosos caminaron hasta donde estaban y se pusieron detrás suyo, empujándolos y amenazándolos de que no hagan nada tonto. En el proceso, le quitaron el arma a Kazama.

El oficial y el Satelital no tuvieron de otra más que avanzar con los grandotes detrás suyo hasta el interior del almacén. Al ingresar, vieron a varios tipos haciendo cosas. Algunos moviendo cajas, otros de pie haciendo guardia y otros charlando entre si. Todos se detuvieron cuando ingresaron.

Y más adelante de ellos, estaba Lucy atada en una silla con las piernas atadas y las manos detrás del respaldo. Cuando los vio, gritos sus nombres y Soichi casi va corriendo hacía ella, de no ser porque uno de los grandotes se lo impidió tomándolo del hombro.

-Bueno, bueno. Esto es un emotivo reencuentro, ¿no lo crees...?- El traficante tuerto que hizo el trato con el hombre y secuestro a Lucy descendió por unas escaleras hasta ponerse delante de Lucy y mirar a Kazama con una sonrisa cínica. -¿Soichi?-.

El rostro de Kazama se volvió de sorpresa antes de cambiar a una gran ira fría. -Ginjo-.

-Espera, ¿lo conoces?- Pregunto Kazuto.

-Oh, Soichi, ¿no las dicho nada a tu nuevo compañero sobre mi? Y yo que le conté a todos mis hombres de ti, y sobre como nos traicionaste, rompiendo nuestro corazón por esa traición- exclamo el criminal conocido como Ginjo con falso dolor exagerado.

-Acércate y haré mucho más que eso- dijo Kazama. Su amenaza solo consiguió que Ginjo riera.

-Siempre fuiste del tipo gracioso, eso me gustaba de ti; pero sabes como es el negocio: no puedo permitir que infiltrados de policía anden libres, eso trae mala reputación- miro a Kazuto. -Nada en contra tuya, pelirrojo; pero me pagaron mucho por matarte y no quiero problemas con ese tipo de personas-.

-¿Quién te contrato?- Pregunto Kazuto, pero no recibió respuesta.

Ginjo hizo una seña a uno de sus hombres que le trajo dos maletines. Dejo caer uno en el suelo y lo pateo para que se deslizará hasta Kazama, quien lo atrapo con el pie.

-Pero aunque tengo que eliminarlos, puedo disfrutar haciéndolo en el proceso y de una manera más deportiva- mientras hablaba, Kazama abrió el maletín. -En esta ciudad arreglan las cosas con duelos, ¿no? ¿Qué dices, Soichi? ¿Por los viejos tiempos?-.

Al abrir el maletín, el peliazul quedo sin aliento cuando vio unos collares negros con púas y puntos rojos en el centro.

Conocía estos objetos: eran collares eléctricos que se usaban en duelos del bajo mundo para que el duelista que perdiera puntos de vida sintiera una descarga atroz por todo el cuerpo. Han reportes de casos de daño en el sistema nervioso de las personas que usan esto.

Kazama miro a Ginjo. Sabía que no le dejaba opción más que aceptar, y también sabía que aunque ganara, era casi seguro que no liberaría a Lucy y solo le ordenaría a sus hombres acribillarlos con balas, pero en esta situación las granadas de gas eran inútiles, así que no tenía otra opción.

-Como quieras, Ginjo. Resolvamos esto de una vez por todas-.

-Es lo que quería oír-.

Dos hombres de Ginjo se le acercaron para poner los collares en sus brazos y el cuello y entregarle un disco de duelos del mismo diseño de todos, pero de color negro, mientras que Kazama se ponía los collares por su propia cuenta.

-¿De que conoces a este tipo? ¿Y a que se refiere de que lo traicionaste?- El oficial ya se esperaba que Kazuto le preguntara.

-Hace poco estuve en una misión encubierta de trafico ilegal de armamento y partes de D-Wheel robadas. Ese hombre que ves, Ginjo Sukerina, es el jefe del tráfico. Me hice pasar por uno de sus hombres de manera encubierta para reunir pruebas y saber de sus planes... todo salió mal y me descubrieron, apenas escape pero...- negó con la cabeza. -Me transfirieron poco después a otro sector de Security como método de protección para que los hombres de Ginjo no me encontraran-.

-Así fue como llegaste a Satélite...- ahora Kazuto entendía la llegada de Kazama a su isla. No esperaba que fuera por algo tan peligroso.

-Si... pero al final no salió bien, y ahora Lucy esta secuestrada por mi culpa- Kazama tomo el disco de duelos que le entregaron y se lo coloco en el brazo izquierdo, sacando su deck y colocándolo. -Y ahora tengo que salvarla- declaro con determinación.

Ambos oponentes dieron un paso al frente.

-¿Listo para pagar, rata?-.

-Veamos si dueleas tan bien como hablas-.

-¡AL DUELO!- Gritaron al mismo tiempo.
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N/A: Y aquí es donde soy cruel y los dejo en suspenso.

¿Qué les pareció el giro? Cuando dije que trabajaría en Kazama, lo dije en serio, y este fue un gran momento para darle la oportunidad con el segundo asesino. Y con Tokumatsu enfrentando a Armstrong fue algo que se me ocurrió de la anda, ya que al inicio sería Yusei con su deck enfrentando al jefe de las instalaciones, pero quería darle un poco más de protagonismo a Tokumatsu, espero que este cambio les guste.

El siguiente capitulo será únicamente para los duelos que se desarrollaran.

Y para quienes lo pregunten: los anillos que Kazama y Ginjo se colocan son los mismos que uso Ryo/Zane cuando se volvió emo y él y Sho/Syrus usaron en su duelo en la segunda temporada de GX.

Sin nada más que decir me despido. Visiten y comenten el resto de mis historias por favor. CHAO.

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