Yo soy Owen…

No tienen idea de la felicidad que siento justo ahora de que por fin puedan conocerme. Me gano la vida detrás de un escritorio haciendo el papeleo, ¿qué clase de papeleo? Bueno, para responderte esa pregunta, déjame explicarte brevemente de donde vengo y, principalmente, quién soy.

En el inicio de los tiempos, conforme a mi jefe y buen amigo se refiere, él y su hermano eran distantes y curiosos. No conocían mucho sobre sí mismos. Sin embargo, Rike, sabía quién era y dañar a las personas no era algo que él pudiera hacer. Bien sabemos que a veces para que el bien triunfe sobre el mal, uno tiene que ensuciarse las manos, pero, ¿cómo lo puedes hacer sino eres capaz de hacerlo? Esa era la cuestión de Rike.

Luego de aprender con los meses, ambos hermanos, ya con bastante conocimiento sobre sus poderes, crearon clones de sí mismos para facilitar el trabajo y las acciones. Siempre haciéndolos con un poder inferior al suyo. Entre los primeros clones, nací yo. Fui yo quien, el hermano de Rike, creó por quinta vez. Yo fui el quinto clon de esta sucesión infinita. Es por eso que mi nombre técnico es “5D” la “D” es de "Destructor".

Rike también había creado a sus 5 primeros clones. De repente, se puso a analizar el comportamiento de los clones de su hermano.

Eran iguales a él, sin embargo, se veía que tenían un defecto que no correspondía a su hermano: eran sumisos. Acataban cualquier orden establecida por su hermano. Igual podían hacer maldades a voluntad propia, pero siempre de una manera específica. De entre los cinco, resaltaba yo: el último.

Era ordenado, preciso, cauteloso y letal. Mi trabajo era simple. Causar caos y propagar la autodestrucción en los mundos. Sin embargo, siempre sentía en el fondo que mi propósito era diferente. No podía vivir haciendo los mismos trabajos toda la vida, era algo aburrido.

Un día, ambos hermanos se reunieron y hablaron. Rike estaba consciente de lo que hacía, así que fue directo. Le propuso un trato tentador a su hermano, un intercambio. Un simple y sencillo intercambio.

¿Cómo me enteré de ello?

Pues yo era ese intercambio. Rike le daría un clon por un clon suyo. Fácil y sencillo.

Su hermano se preguntó para qué querría él un clon suyo, Rike le persuadió diciéndole que, al igual que iba a ser conmigo, podía utilizar a su clon para su propio beneficio. Además, podría llegar a estudiarlo a fondo.

Tras horas de meditarlo, su hermano aceptó gustoso y se dieron un apretón de manos sellando aquel trato eterno. Sin embargo, Rike le pidió un favor. Quería que me volviese humano en una parte. Su hermano no lo pensó dos veces y aceptó sin problema alguno.

Un joven adulto, llamado Owen, fue tomado por el Destructor. No encontraba sentido a su vida, al igual que yo. Mi creador le dio un propósito y en ese propósito estaba yo incluido. Dese entonces tengo forma humana, al igual que fluidez de pensamientos y emociones humanas, incluyendo la empatía. Además, era capaz de camuflarme entre los humanos sin problema alguno, y, al provenir de seres de inalcanzable poder, era capaz de hacer cualquier cosa. Nada era imposible para mí.

Desde entonces, Rike siempre me utiliza para trabajar en casos donde se requiere el uso de la fuerza: el trabajo sucio. Los casos que me gustan llamar: irreversibles.

Me creó una oficina interdimensional, donde hacía mi papeleo. Y es así como retornamos al inicio. Ahora, responderé la pregunta con una historia breve.

Luego de algunos años, Rike entendió que no podía hacerlo todo el sólo y a veces la mayoría de los casos requerían medidas extremas. Así que fue sencillo y directo.

Entró a mi oficina y me dio un trabajo especial. Fue entonces que entendí mi propósito. Fue entonces que comprendí mi camino y mi destino en esta vida. Debía atender todos los problemas que pudieran existir en todo el Multiverso entero. Enfocándome principalmente en los Multiverso de sus "elegidos".

Desde entonces me considera su mano izquierda, pues su mano derecha era su hijo, llamado Will. Además, siento que el lado izquierdo me queda mejor.

Ahora sí, puedo explicar de qué es mi papeleo.

Mi trabajo consiste sencillamente en resolver cualquier petición, la que sea, o bueno, la permitida.

En esta oficina interdimensional, recibo miles de peticiones al día. Debo clasificarlas en tres vertientes o versiones:

~Karma.

~Guía.

~Humano.

La versión del Karma es aquella donde el individuo me pide que cobre algun tipo de venganza o enseñe una lección a cierta persona, sin embargo, solamente está petición será válida si el acusado es merecedor de ella. Específicamente, seré yo quien le haga entender que jamás podrá volver a vivir tranquilo en toda su vida.

La versión Guía consiste en peticiones totalmente tristes. ¿Por qué tristes? Bueno, a veces, en algunos Universos, hay ciertos personajes que no logran ser felices, es ahí donde entró yo y me encargo de guiarlos a una vida plena, llena de paz y satisfacción. Siempre debe haber una esperanza.

Y la versión humana, esta es sencilla. Son peticiones de trabajo humano y común. Como cualquier oficio. Construcción, carpintería, mudanza, cargador, administrador, cualquier cosa. Soy especialista en cualquier ámbito.

Ahora bien, también tengo mis trabajos auto impuestos. Son aquellos donde yo me encargo personalmente de ciertos casos en los cuales, ya sea debido a que las víctimas resultan ser piadosas o no hay quien me contrate, me encargo de dar Karma por mi propia cuenta.

Y es así como me gano la vida. Recibo visitas todos los días en esta oficina interdimensional. Siempre hay alguien nuevo con quien hablar, a pesar de que a veces, irónicamente, se trate de la misma persona.

Y quizá se pregunten, ¿cómo es que mis clientes llegan a verme o ubicarme? ¿Por qué no se los muestro con el siguiente ejemplo?

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Un chico peliblanco entraba por un pasillo, algo temeroso y tembloroso. El tramo era oscuro, hasta que se topó con una puerta. La abrió.

—Buenas tardes, joven Loud. Ya lo esperaba con ansias —sonreí.

—¿Cómo es que sabes mi nombre? —preguntó con temor.

—Tranquilo, aquí no hay nada de qué temer. Está a salvo, digame, ¿qué lo trajo hasta aquí?

—Lue-luego de la tragedia —sollozó—. M-me encontré con esta tarjeta. Justo… justo de donde me encontraba sentado, llorando en el parque. Tenía una dirección y decía que era una empresa dedicada a la resolución de problemas familiares… —así de sencillo, hago una tarjeta sebo y de esta manera atraigo a mis clientes. A veces, sólo necesitan un empujoncito.

—Ya veo, y, ¿cuál es su problema, joven Loud? Usted tranquilo, yo voy a ayudarle. Por favor, acérquese —siempre debo generar confianza entre mi cliente y yo, sino, esto no puede funcionar. Lincoln se acercó lentamente hacia mí, con un poco de miedo—. Ya está llegando, no se preocupe. Todo estará bien —sonreí.

—Verá, mi familia… mi familia… —rompió en llanto. Esto es algo usual en mi trabajo. Quizá este chico también necesite una ayuda Guía. Tuve que abrazarlo, no podía dejarlo así. A pesar de que mi lado malvado impedía sentir ese sentimiento de llanto, mi lado humano comprendía con totalidad lo que sufría el pobre chico.

—Suéltalo, hijo, suéltalo —le di unas palmadas en la espalda.

— Mi familia está muerta y ya no puedo hacer nada… si tan sólo hubiera correspondido a mi hermana —suspiré. No era el primer caso que tenía sobre este tipo de problemas.

—Esa no era la manera, joven Loud. Usted hizo lo que sentía en el momento, no se culpe. Mire, yo me encargaré de todo, ¿de acuerdo? —asintió.

—¿Y cómo lo hará…?

—Owen, llámeme Owen.

—Vale, ¿y cómo lo hará, Owen?

—No se preocupe, yo me encargaré de todo. Sólo descanse y relájese. Me alegra que haya acudido a nuestra empresa. Puede estar seguro de que no le fallaremos.

—Gracias… —un sofá estaba en mi oficina. Se lo mostré y le indiqué que se acostara.

—Ahora, antes de iniciar mi trabajo, debo saber ciertos datos, joven Loud. ¿Está de acuerdo?

Asintió.

—Está bien, ¿quién es la causante?

—Mi hermana, Luan Loud.

Seguramente fue un mal rato. Estos Universos yandere han llegado muy lejos últimamente. Pobre de él, a veces los dirigentes de los Universos pueden llegar a ser crueles, que mejor representación de mi creador que ellos. Agarré un formulario y en el nombre del cliente puse: “Lincoln Loud. Mu: TLH. Mu secundario: Yandere. Universo: un fallido Luancoln (le pondré el número 6215)”.

Clasificación: Karma.

Nombre de la acusada: Luan Loud

Acusada de matar a su propia familia y forzar a su hermano a un amor no correspondido, tras estos sucesos en el que fue dominada inconscientemente por su creador, no cambió ni se percató de sus acciones.

Petición: Aprobada.

Coloqué una imagen de la acusada. Me levanté y me dirigí hacia el pequeño.

—Todo va estar bien…

Rápidamente llené otro formulario, clasificado como Guía y lo aprobé dejándolo en mi escritorio. Luego salí por una puerta que está al costado del mismo.

—¡Espere, Owen! —el albino abrió la misma puerta por la que salí, pero sólo había una muralla de ladrillos.

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¡Bienvenidos a un nuevo libro del que estuve emocionado de escribir! Hacía tiempo que quería sacar este personaje a la luz, pero no hallaba el modo.

Espero que lo acepten y lo apoyen, me encantaría que conocieran como realiza su trabajo. Y eso lo averiguarán en el próximo capítulo.

Sólo les pido un enorme favor!!

Si ustedes tienen un personaje en alguna de sus historias y Owen les agradó, no duden en llamarle y Owen le ayudará al personaje que en tu historia no pudo terminar con final feliz.

También quiero aclarar que este será el único y primer capítulo de este libro en ser narrado en primera persona.

Sin más que decir, espero que haya sido de su agrado.