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- D-Disculpa por preguntar...- inició sus palabras con vacilación.- Pero... ¿Quién es ese "Bert" que mencionaste?
- Un amigo...- respondió nostálgico mientras se giraba hacia él, los dos caminaban al mismo nivel.- Falleció por los cazadores...- Tyrkelige encarnó las cejas.
- ¿Una bala perdida?
- No. Lo apuñalaron después de dispararle en las patas...- Tyrkelige encarnó las cejas.
- ¿Patas?
- Hemos llegado...- cambió el tema abruptamente.
Tyrkelige giró la cabeza hacia la aldea y cuando se giró hacia el azabache para volver a preguntarle lo de las "patas", este había desaparecido por completo. Abrió sus ojos en shock y tembló de pies a cabeza. Miró el bosque con algo de temor, y no escuchó nada, se giró hacia el exterior al escuchar la voz de su hermano y como este rápidamente se le lanzó a los brazos.
- ¡Estaba muy preocupado! ¿¡Dónde estabas!?- exclamó temeroso.- Te estaba llamando y al darme la vuelta no estabas... ¿Sabes el susto que me llevé?
- Yo también te llamé...
- No escuché nada... Salí del bosque para dejar los troncos e ir a buscarte y ahora te encuentro... y...- notó sus ojos algo enrojecidos con evidentes marcas de haber llorado.- ¿Estás bien?
- Estaba asustado...- admitió.
Yorg lo abrazó con fuerza, Tyrkelige devolvió el abrazo.
- ¿Cómo conseguiste salir?
- Un chico... Con colmillos... Pelo negro, y ojos verdes...- su hermano encarnó las cejas.- Me encontró y me trajo hasta aquí...
- ... ¿Colmillos?
- Bueno, sus colmillos estaban un poco acentuados...
- ¿Te dijo su nombre?
- Richard...
Yorg ladeó la cabeza hacia un lado, hizo una mueca con el labio y alzó una ceja.
- ¿Dónde está?
- Se fue... Desapareció de mi lado...- su tono de voz sonó con inseguridad y algo de miedo, giró los ojos inconscientemente hacia el bosque.- Esto es muy raro... Todo lo que me está pasando últimamente es muy raro...
- Un poco.
- Me llamó Bert...
- ¿Bert?- hizo una mueca con el labio.- ¿Igual que el centauro de tú sueño?
- Sí...
Los dos se quedaron mirando, el rubio intentó decir algo, pero no le salieron las palabras en un primer momento. Yorg pasó un brazo por si espalda media para tranquilizarlo y acompañarlo a casa, todo aquello en un intento de quitarle de la cabeza el susto que había pasado dentro del bosque a solas, y con un posible y potencial monstruo del bosque de aquellos que muchos ancianos especulaban que existían y que habían sido presenciados en más de una ocasión intentando molestar a los humanos y asustarlos para expulsarlos del bosque para siempre. Emitiendo expresiones tranquilizantes.
...
El chico de cabellos negros se encontraba sobre un árbol, en la penumbra, su mirada verdosa se había quedado mirando la escena de los dos hermanos humanos. Hizo un amago de acercarse, pero rechazó el mero pensamiento nada más tenerlo. Decidió retirarse, podía ser un riesgo, no solo el sol, también los cazadores que merodeaban el bosque durante aquellas horas para llegar a la hora de comer con el alimento perfecto, y ser visto no era precisamente lo que más le gustaría.
Recorrió el bosque como si fuera su hogar de toda la vida, después de todo, llevaba siglos habitando aquellos densos bosques verdosos y tétricas cuevas cercanas a la montaña, conocía hasta el más insignificante detalle, y saltar entre las ramas y las copas de los árboles cubiertos por la densa arboleda no era más que un mero pasatiempo que lo ayudaba a recorrer aquel páramo de forma eficaz, y se plantó delante de un lago de aguas cristalinas, un enorme lago cubierto por las altas copas de los árboles y que nadie podría ver más que en vista de pájaro... El agua tan pura y limpia fluía como un río desde la montaña y continuaba su camino a través de cuevas internas del lago, finalmente volviéndose una cascada y continuaba en un río que llegaba hasta la aldea humana... Los humanos jamás habían explorado más allá de la cascada, porque en una cueva interna con un torrente demasiado fuerte para navegarlo a contra marea. Los humanos asumieron que aquella cueva provenía directamente de las montañas, solo por ello, jamás habían tenido el derecho o el placer de ver aquel lago de aguas tan puras y brillantes, con gentiles nenúfares y lotos que se abrían las noches de luna llena y brillaban entre las hermosas luces de las luciérnagas, pero en aquel instante no había más que chapoteo y risas, como era habitual...
No solo era un lugar en el que muchos acudían dado a la tranquilidad y el imposible acceso de la humanidad, sino que también era un lugar protegido por los grandes místicos del bosque, no precisamente humanos, y no precisamente bestias sin corazón. La naturaleza era sabía y había creado diferentes modos de vida y diferentes especies que cuidaran y evitaran que la humanidad la destruyera.
Aquel lugar parecía ser, en efecto, uno de esos pequeños rincones que la humanidad jamás podría destruir...
A la orilla del lado, se encontraba un centauro de grueso físico y mirada firme que se encontraba reposando su cuerpo equino en el suelo, en completa calma y paz, viendo a los más jóvenes potros jugar entre ellos en el interior del agua. Giró la mirada hacia el de cabellos negros, que se había agachado a su lado en posición arácnida.
- Bert está vivo.- anunció el recién llegado abandonando la figura más humanoide y dejando que sus orejas se afilaran, que sus colmillos se acentuaran todavía más y que de su espalda fluyeran dos pequeñas alas de murciélago que aletearon levemente; su piel palideció un poco más y sus ojos verdes se hicieron más brillantes todavía.
- Lo sé...- respondió sin dejar de cruzarse de brazos.- Le vi dormido en medio del bosque...
- Sueña contigo... Cuando aún estaba con nosotros...- la mirada del centauro se vio interesada, pues dejó de tener una mirada impasible puesta sobre los más jóvenes centauros, a centrar sus ojos sobre los del vampiro.- Tiene un hermano en esta vida...- murmuró sentándose en el suelo flexionando las piernas y apoyando los codos sobre sus rodillas, se cruzó de brazos.- Tienen una buena relación.
- Él... no me recordará, ¿no?
- No es probable. Lo único que recordará de ti será los sueños que aparentemente tiene...
El centauro suspiró pesadamente.
- No es buena idea acercarse a él...- murmuró al entender sus intenciones.- Él ahora es humano... Y su nombre es Tyrkelige... Ahora es torpe, se desorienta en el bosque, y no parece disfrutar de estar aquí dentro... Sabiendo que tiene sueños con su antigua vida, es posible que también tenga sueños de su muerte... Y puedo asumir que ese es el motivo por el que no le gusta el bosque...
El contrario se quedó en silencio, relajó sus brazos, giró los ojos hacia la orilla, los más pequeños chapoteaban y nadaban, jugaban tranquilamente. Emitió un suspiro... Su piel morena parecía haber palidecido cuando el vampiro notó sus intenciones (evidentes intenciones, cabe mencionar), inspiró profundamente. Volvió al sosiego y la calma, no quería verse alterado por los recuerdos tan dolorosos que causaron aquella terrible pérdida casi dos siglos atrás...
- Si no se acerca a los niños, a mí sí puede verme... Si me ha visto en sus sueños, y te ha visto a ti, tal vez se imagine que el bosque es mucho más de lo que parece...
- O puede que tome sus sueños como una locura...
- ...- el centauro rodó los ojos.
- Además, no me vio así... Me vio en una apariencia más humana... Y que yo sepa, tú no puedes volverte totalmente humano, así que...
- Ya entendí el mensaje, Richard.
...
Se sentía desorientado... Había despertado en el bosque, un manto blanco cubría el suelo, pero a pesar de estar nevado, su cuerpo no se sentía horrorizado, de hecho, sentía mucha paz en aquellos momentos. Bajar la cabeza completamente y darse cuenta de que su cuerpo era mitad equino seguía causándole un gran impacto, pero ya no le provocaba que despertara de su terrible mal sueño... Porque en cierta parte no era un mal sueño, solo conformaba lo que los ancianos decían... Pero no iba a admitirlo, porque era un sueño y los sueños no tenían lógica.
Notar un toque en su espalda baja, una mano cálida y una cabeza de azabaches cabellos que se acurrucaba contra su hombro sí le causaba cierto pánico. No sabía quién era ese chico y porqué actuaba tan cercano con él, no entendía porque las cosas que sucedían en sus sueños parecían fragmentos rotos de un espejo que no parecía reflejarle a él, sino reflejar una vida de alguien ajeno a su persona...
Y sabiendo y guiándose por los factores podía entender que era la vida de ese tal... "Bert" la que estaba pasando por delante de sus ojos.
Alguien que se parecía a él, que tenía el pelo blanco, y que falleció en las mismas circunstancias en las que él soñaba que fallecía... Todas las piezas encajaban, pero no tenían lógica... Porque sus sueños no eran más que eso, simples sueños... No entendía porque un chico que lo ayudó a salir del bosque pudiera conocerle...
Solo si todo lo que había pasado en sus sueños, realmente sí hubiera pasado en la vida real...
- Hola, Bert... Will...- se giró de inmediato al escuchar una voz que le resultaba extrañamente conocida, además de un peso extraño en lo que podía denominar... su espalda aún más baja... ósea... En la zona equina...
Se encontró cara a cara con el chico azabache del bosque, el mismo que aquella mañana lo había ayudado a salir del bosque... Abrió mucho los ojos de forma inconsciente, más que nada por su apariencia, sus ojos brillantes, sus orejas afiladas, sus alas... No se parecía en nada a la apariencia que él había visualizado. Escucharlo reírse a carcajadas, aquellos enormes colmillos... Sintió su cuerpo estremecer y el chico usó sus alas para retirarse de encima de su cuerpo.
- Perdón, Bert... Tampoco hacía falta que pusieras esa cara...- se sintió abrumadoramente avergonzado en ese momento.
Más todavía cuando el brazo que estaba en sus lumbares, pasó a tener una mayor presencia y el ceño fruncido del centauro de piel moreno solo le provocó aún más vergüenza.
- Lo asustas, Richard...- refunfuñó el azabache de ojos caramelo.
- Sabes perfectamente solo era una broma.- el vampiro le sacó la lengua a modo de juego y después se sentó en el suelo.- ¿O acaso te molesta que os haya arruinado el momento?
- Bastante.- subió los ojos de forma inocente hacia el de cabellos negros, confundido en parte, pero por otro lado siendo capaz de realizar otras conexiones, como por el ejemplo el hecho de que él estuviera apoyado contra su hombro, la sobreprotección y el cariño reflejado en su mirada...- Me parece perfecto que sea tú mejor amigo, pero no lo acapares tanto.
- Literalmente eres tú quien lo acapara.
- ¿Y qué si lo acaparo? Es mi pareja predestinada.
- ¿Y a mí que me importa que sea tú pareja predestinada? Te pasas todo el día pegado a él. ¿Qué te cuesta dejarme pasar un poco de tiempo a su lado?
Tyrkelige quedó completamente relegado al silencio, y al shock. Su cuerpo se quedó rígido al entender la situación en la que "Bert" estaba. Con un mejor amigo vampiro (aparentemente, y si no, una criatura de la noche) y con una pareja centauro... Bueno, era un centauro, tenía sentido, pero... "Bert" estaba muerto... Él no era Bert. Definitivamente no lo era.
Repentinamente escuchó un disparo, y los tres se quedaron congelados en el sitio. Pero en el caso de Tyrkelige, el susto fue tal, que despertó en su cama a la mañana siguiente.
...
Un jadeo que fue tan grande que parecía una pequeña tentativa de grito. Yorg no estaba en la habitación, y parecía que había amanecido hacía bastante tiempo, así que un sentimiento de prisas lo sacó de la cama casi de una patada y buscó a su hermano por toda la casa.
- ¿Tyrkia?- giró la cabeza hacia la cocina.- ¿Estás bien? Te veo un poco alterado... ¿Tuviste una pesadilla?
- ...- se mantuvo en silencio porque ni siquiera él sabía sí denominarlo pesadilla.- No lo sé.
- ¿Cómo que no lo sabes?
- ¿Qué significa ser pareja predestinada?
Yorg se lo quedó mirando con extrañeza.
- Una pareja que está enlazada por el destino... ¿No?- respondió confundido.- ¿Qué tiene que ver eso con tu sueño?
- Aparentemente... Mis sueños son... algo así como... ehm...- se mordió el labio sin saber cómo decirlo.- Mi vida pasada.../?
Yorg se lo quedó mirando fijamente, dejó todo lo que estaba haciendo y lo encaró, apoyó una mano en su frente para comprobar su temperatura, lo cual se le hizo ridículo a Tyrkelige.
- ¿Por qué dices eso?
- El chico de los colmillos de ayer.../?- su hermano asintió con la cabeza lentamente.- Apareció en mi sueño...- Yorg encarnó las cejas.- Era mi mejor amigo...- susurró haciendo reminiscencia para recordar su apariencia, la similitud del sueño y la vida real, y las diferencias que había entre ambos.- Y ese centauro de piel morena es mi pareja predestinada... O al menos lo era...
Yorg se tomó un momento para procesarlo.
- ¿No sería casualidad que el chico que te ayudó a salir del bosque y el chico que aparece en tus sueños se parezcan?
- Misma apariencia, más o menos, y mismo nombre.- negó con la cabeza.- Es la misma persona.- confirmó.- Además... El chico de los colmillos dijo que un amigo que se llamaba Bert murió después de un disparo en las patas y ser apuñalado... La misma forma en la que muero en mis sueños... No puede ser una casualidad... Y si lo es... Es demasiado grande...
Yorg no sabía qué respuesta dar. No era capaz de procesar lo que estaba escuchando, principalmente porque al no vivirlo, asumía que la realidad y los sueños de su hermano mayor eran dos cosas distintas, pero tener que procesar que los cuentos fantásticos que los ancianos explicaban y que confirmaban que las criaturas del bosque que asustaban a los humanos o que vivían en perfecta armonía lejos de los seres humanos eran reales... era mucho que procesar...
- Siento que es mi responsabilidad decirles que esa persona ya no... Está...- Yorg suspiró pesadamente.
- Créeme, lo saben.
- Pero no saben que yo tengo sueños que no debería tener porque yo no los conozco, y sueño con ellos y me hace sentir tan... Culpable...
- No tienes culpa de nada.- negó inmediatamente.- Tú simplemente eres un chico que tiene pesadillas con la muerte de un centauro que tal vez, es muy remotamente posible que seas su reencarnación dado a las similitudes que dices que tienes con ese centauro blanco...
- Ya lo sé.
- Por eso, tú no eres culpable de nada.
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Segundo capítulo...
Bueno, segunda parte, je je je...
El nombre de Tyrkelige se pronuncia: [Tairquelic], por si tenían dudas o intentaban darle alguna pronunciación específica , en realidad el nombre es una mezcla de dos palabras noruegas, pero, con una pronunciación más bien inglesa o similar uwu
Normalmente siempre uso el nombre de Robert o Bert... Pero esta vez utilicé su nombre verdadero... De hecho, si explicase el tema del nombre del personaje, tendría que explicar muuuuuuchas cosas, y acabaría explicando más cosas ajenas a la historia... Y no quiero eso.
Sería muy tedioso de leer, demasiado tedioso :'3
Aquí las opiniones ---------->
Espero que os haya gustado, hacédmelo saber con un voto y nos vemos en el próximo capítulo
Bye~
By Silvia Line
[2559 palabras]
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