Su aliento acelerado era presa del miedo, sus manos temblaban y su cuerpo corría sin control y sin pausa, esquivando los troncos de los árboles, las raíces y las ramas. Lloraba sin poder evitarlo, sus mejillas están frías por la humedad de sus lágrimas y la gélida ventisca de la noche azotando su rostro. Tenía miedo, un miedo enorme a pesar de que no sabía qué era lo que lo estaba persiguiendo o porque se sentía tan horrorizado.

Repentinamente un inmenso dolor atravesó su pierna y un alarido removió todo el bosque. Cayó al frío suelo nevado que empezó a llenarse de sangre y se retorció para girarse y poner las manos para evitar a la imponente figura que se había arrojado sobre su cuerpo. Aquella enorme daga blanca, justo cuando un imponente relámpago cayó e iluminó el cielo de blanco. La daga cayó sobre su pecho y le arrancó un grito mientras más lágrimas caían sin descanso...

...

Con ese mismo grito se levantó con un salto de la cama, su cuerpo sudoroso, sus manos temblorosas y la mirada azulada de su hermano a su lado había acudido velozmente a su costado al escucharlo gritar y ver cómo sus ojos llorosos no tenían control. Su hermano menor sabía que su hermano mayor había estado teniendo pesadillas desde que nació. Pero conforme se fue haciendo adulto, conforme fue llegando a los dieciocho y a los veinte, poco a poco las pesadillas se fueron intensificando poco a poco, cada vez eran más violentas y más dolorosas. Sus lágrimas cada vez eran más abundantes cuando despertaba y su hermano pequeño cada vez tenía que pasar mucho más tiempo consolándolo.

- ¿Otra vez la pesadilla?- su hermano asintió con la cabeza.- ¿Fue lo mismo que la última vez?- volvió a asentir con la cabeza.- ¿Cambió algo?- negó con la cabeza.

Su hermano lo rodeó fuertemente con los brazos. Sus padres no sabían nada de sus pesadillas, pues cuando él despertaba entre gritos y lágrimas, sus padres se encontraban fuera, trabajando en la aldea.

- Nunca veo a la figura que me persigue... Siempre nieva... Siempre es lo mismo...- su hermano se había separado de él y tomaba sus manos para tranquilizarlo y brindarle apoyo.

- Tranquilo, estoy aquí...- murmuró en bajo.- Ven... Desayuna un poco y despeja la mente...

Aceptó inmediatamente.

Después del desayuno en el que su hermano le dio apoyo en todo momento cuando se quedaba ausente... Los dos hermanos se dirigieron hacia el bosque para recoger leña.

Tyrkelige nunca entraba en el bosque solo, siempre había estado acompañado por su hermano, por sus amigos, o había estado en zonas muy cercanas para buscar leña en las cercanías, en ningún momento había perdido la línea fronteriza del bosque. Sentía miedo porque las pesadillas que tenía en el bosque, siendo perseguido y asesinado hacían que tuviera ataques de pánico si estaba solo.

Regresaron al mediodía, cuando el cielo empezaba a cubrirse de nubes grises anunciando una tormenta. Los padres regresaban justo a la hora de comer, cuando los dos hermanos ya tenían la comida hecha. Pocos minutos después una gran tormenta empezó a caer, justo cuando los padres estaban terminando de recoger la ropa que estaba tendida desde aquella mañana por los dos hermanos.

Yorg también había salido a ayudar, Tyrkelige estaba lavando los platos en ese momento. Por eso fue el único que no enfermó de la familia.

Por ello, era el único que podía salir a por un remedio. Cuando lo mandaron a buscar una planta medicinal a un lugar concreto del bosque, y nadie podía acompañarlo porque todos estaban enfermos, Tyrkelige sintió el pánico recorrer todo su cuerpo al ver que nadie de la aldea podía acompañarlo tampoco, no solo su hermano. Sus amigos estaban ocupados. Tuvo que ir solo, y aquello no solo le causaba taquicardias y un terror absoluto azotando su cuerpo, sino que también se acabó desorientando y perdiendo...

La desesperación empezó a pesarle sobre los hombros cuando se dio cuenta de que tal vez se estaba alejando cada vez más de la salida y aquello lo empezó a alterar demasiado, su corazón no dejaba de latir con miedo, empezó a dolerle el pecho y sus energías empezaron a gastarse poco a poco, notaba que iba a desmayarse o como si le hubiera caído un saco entero de harina sobre la cabeza. Su cuerpo se notaba pesado. Eventualmente acabó perdiendo la consciencia, y ni siquiera se había dado cuenta de cuando había caído en redondo en el suelo.

...

Despertó desorientado, asumió que varias horas después, pues estaba atardeciendo... Se llevó una mano a la cabeza con dolor y algo de mareo. A su lado estaba la bolsa de tela que cargaba, el dibujo doblado con la flor y esa misma tela llena de esas mismas flores. Y él se encontraba justo delante de la salida del bosque. Abrió los ojos en shock y miró a su alrededor. Observó las zonas oscuras y tragó saliva lentamente. Agarró la bolsa y salió corriendo fuera del bosque.

Su hermano y sus padres se curaron, lo cual trajo la calma al peliblanco.

Pero no podía evitar divagar en el pensamiento de haberse desmayado en medio del bosque y haber despertado en la salida del mismo... No le parecía lógico, tampoco razonable, tampoco posible... Pero solo de pensar en volver a adentrarse a solas en el bosque le provocaba espasmos y aquella preocupó a su hermano menor.

- Estoy orgulloso de ti...- murmuró repentinamente.

Desvió los ojos hacia él, en un primer momento estaba confundido, luego comprendió el motivo por el cual lo hizo. El espasmo había sido percibido como un signo del miedo que había pasado en el bosque mientras encontraba la flor que los curó.

- Gracias...- ahogó su voz.- Pero no es por miedo... eso es lo de menos... Pasó algo...- su hermano encarnó las cejas.

- ¿El qué?

- ...- Tyrkelige se quedó en silencio.

- ¿... Tyrkia?- su forma de llamarlo resonó en su cabeza y lo despertó del trance, Yorg solía utilizar aquel apodo, era algo así como una "cosa de hermanos" o algo por el estilo...

- Me desmayé en medio del bosque... Porque me perdí y tuve tanto miedo...- Yorg encarnó las cejas con preocupación.- Desperté en la salida del bosque...

Yorg abrió los ojos en shock.

- ¿Qué?

- La bolsa estaba llena de flores.- hubo un breve silencio.- Yo no había recogido ninguna... Ni siquiera las había encontrado...

Los dos se quedaron mirando fijamente.

- ¿Algo o alguien te encontró, recogió las flores por ti y te trajo al límite del bosque? Suena a fantasía, en mi punto de vista... O un alma demasiado caritativa que sabía que estábamos enfermos y te encontró desmayado...

Tyrkelige no subo si asentir o negar, estaba confundido, y sentía mucha curiosidad en ese momento. Una curiosidad latente. Quería entender qué era lo que había pasado. Pero al mismo tiempo, tenía miedo de adentrarse al bosque, y no quería arrastrar a su hermano a eso si este no qu. . .

- ¿Quieres que vayamos al bosque a buscar rastros?

Miró a su hermano con los ojos muy abiertos, y casi al mismo tiempo asintió con la cabeza, frenéticamente. Yorg sonrió por esa emoción.

- De acuerdo...- asintió con la cabeza.

Los dos estuvieron recorriendo las zonas en las que aquella flor solía crecer, pero no encontraron nada. Volvieron con las manos vacías, solo relativamente, porque en realidad recogieron leña, pues ya que fueron al bosque no lo harían en vano.

...

Despertó en medio del bosque y aquello le hizo sentir un temor latente, tragó saliva lentamente. Horrorizado al ver la nieve cubrir todo el suelo. Sus pasos recorrieron el páramo, silencioso, intentando salir del bosque para volver a casa con su hermano, pero no reconocía los caminos, parecía estar dando vueltas, todo era igual.

- Hey...- se estremeció al no conocer aquella voz a su espalda, y se giró lentamente.- Berty...

Sus ojos se abrieron mucho, pues ante él se encontraba la criatura más hermosa del mundo... Un centauro de pelaje canela, con el lomo y las patas delanteras negras y las las crines tenien de ese color... del abdomen hasta la cabeza su piel era morena, sus ojos color caramelo y su cabello negro, peinado hacia un lado, por los hombros, cubriendo parcialmente uno de los ojos, sin llegar a hacerlo...

- ¿Te encuentras bien...?- se terminó de acercar, tomó sus manos, era más bajo que él.

No entendía como era posible, hasta que no bajó sus ojos hasta sus manos, y vio sus piernas...

...

Del susto se despertó en su cama. Su hermano se giró hacia él al escuchar el jadeo, y rápidamente se acercó para abrazarlo en caso de necesitarlo.

- ¿Otra vez la pesadilla?

- N-No...- susurró con un hilo de voz.- E-Estaba en el bosque... nevado...- su voz temblaba.- Alguien me llamó, era un centauro...

- ¿Un centauro?- murmuró con extrañeza.

- Eso no es lo raro... Yo también lo era... Ahí me desperté...

Yorg ladeó la cabeza hacia un lado, con extrañeza.

Tyrkelige perdió su mirada momentáneamente. Ver su pecho desnudo, desde el abdomen hasta acabó siendo un semental blanco, seguramente de crines blancas, incluso las pezuñas eran de un tono claro... Como el centauro había tomado sus manos, preocupado y su expresión dulce intentaba tranquilizarlo.

La forma de llamarlo...

- Me llamó... "Berty"- susurró repentinamente.

- ¿Berty?

Tyrkelige asintió con la cabeza.

- ¿Es posible que ese sueño se mezcle con el que sueles tener?

- N-No lo sé... No lo creo...- desvió los ojos.- Ese chico... centauro...- se corrigió.- No tenía la constitución que tiene la sombra que siempre me apuñala... y que yo sepa no soy un centauro en el sueño de siempre...

- Entonces ese sueño no tiene ninguna relación con los que tienes habitualmente...- Tyrkelige negó con la cabeza.- De acuerdo...- le dio un par de caricias en la espalda.- Al menos has tenido una noche de descanso...

- Supongo...- se encogió de hombros.

No se sentía reconfortado en el fondo. No podía dejar de darle vueltas al sueño que con el paso del día se iba volviendo cada vez más borroso. Hizo una mueca con el labio, pensativo. Su hermano no dejaba de llamarlo para no despistarse, Tyrkelige estaba todo el tiempo perdido en sus pensamientos.

Hasta que alzó la cabeza y miró a su alrededor encontrándose totalmente solo en el bosque. Sabía que su hermano Yorg no haría eso... Porque sabía el miedo que sentía al bosque, así que tuvo que haberse distraído tanto que ni siquiera había notado que su hermano se estaba alejando.

- ¿¡Yorg!?- gritó con temor.

No hubo respuesta. Temió lo peor, e intentó orientarse, mirando alrededor y en todas direcciones. Sin atreverse a dar un paso hacia ningún lado, no sabía si sería peor.

- ¿¡Yorg!?- volvió a gritar, aquella vez con la voz temblorosa, cerca del ataque de nervios...

Notaba el eco y aquello no lo ayudaba. Sus manos temblaron. Empezó a moverse en lo que pensaba era la dirección adecuada. Pero después de un tiempo, se dio cuenta de que no lo era... y aquello lo hizo temer todavía más.

Su aliento se aceleró, miró a todo su alrededor, sin saber qué hacer, sin saber qué dirección tomar, ya ni siquiera sabía la dirección por la que había llegado... Terminó abrazándose a sí mismo, con la espalda en un tronco y arrodillado, tembloroso y con el aliento acelerado. No podía respirar, su garganta estaba cerrada y sus ojos cristalizados.

- Hey...- se estremeció al escuchar una voz cercana y pasos que se acercaban a su posición.- ¿Estás bien?- alzó la ceja lentamente, sus manos temblaban.

El chico delante de él tenía la piel nívea, los ojos claros de un tono verde, sus cabellos negros por los hombros tal vez... Sus uñas eran negras y parecían tener pequeñas garras. Su vestuario oscuro le hizo desconfiar así como los colmillos preponderantes que se podían ver entre sus labios. Se agachó delante de él, hincado, de cuclillas, y se cruzó de brazos sobre sus piernas.

- ¿Te encuentras bien?

- ¿Q-Quién eres?

El contrario ladeó la cabeza hacia un lado y una sonrisa acentuó la presencia de aquellos colmillitos.

- No voy a hacerte daño, si es lo que temes...- murmuró ladeando la cabeza hacia un lado.- Me llamo Richard...- apoyó una mano en el centro de su pecho.- ¿Te perdiste?

Tyrkelige asintió con la cabeza lentamente.

- ¿Te acompaño al poblado humano?

- ¿S-Sabes ir?- el contrario asintió y se levantó ágil, tanto que apenas se balanceó y le tendió la mano.- Por favor...- pidió extendiendo la mano, aceptando el agarre para levantarse.

- No te preocupes, Bert; todo estará bien.

- ¿Bert?- preguntó extrañado.

- ...- el pelinegro no dijo nada.- Disculpa... Te confundí...- murmuró abruptamente.- Te pareces a alguien que conocía, también tenía el pelo blanco...

- Oh...

- ¿Cómo te llamas?

- Tyrkelige...

Richard asintió con la cabeza y sus pasos recorrieron el bosque como si fuera capaz de identificar el camino, Tyrkelige sentía que todos los caminos eran iguales. No los memorizó, principalmente porque su cabeza iba focalizada en sus propios pensamientos, concretamente en la forma en la que lo llamaron en su sueño y el nombre que ese chico con atributos extraños y oscuros acababa de hacer...

"Bert..." No podía ser una casualidad que en su sueño lo llamasen "Berty" y ese chico lo hubiera llamado de esa forma, alegando que conoció a alguien con facciones similares a las suyas y con ese nombre.

- D-Disculpa por preguntar...- inició sus palabras con vacilación.- Pero... ¿Quién es ese "Bert" que mencionaste?

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Hola a todos, bienvenidos a esta nueva historia :3

Esta historia es una especie de experimento, tendrá 5 partes, como bien pudieron ver en la parte de arriba...

Puede que vieran que en esta parte pasaron demasiadas cosas, muchos personajes, muchos nombres, y muchas cosas de repente xD

Todo eso ha sido la presentación... La presentación del escenario de los protagonistas, de su problemática y ya de paso, estiré un poco más hasta lo que expliqué en el "prólogo" o el "resumen" antes de acceder a la historia, para que no se sintiera algo ajeno, lo del chico de los colmillos es importante :³

Espero que disfruten de la historia desde el principio hasta el final uwu

Aquí las opiniones ----------->

Espero que os haya gustado, hacédmelo saber con un voto y nos vemos en el próximo capítulo

Bye~

By Silvia Line

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