Capitulo 3
Jadeo, y su boca se abalanza hacia abajo. Está besándome, violentamente. Brevemente nuestros dientes chocan, entonces su lengua está en mi boca.
El deseo explota como el cuatro de julio6 a través de mi cuerpo, y estoy besándolo de vuelta, igualando su fervor, mis manos enredadas en su cabello, jalándolo, fuertemente. Gime, un bajo sonido suave en la parte de atrás de su garganta que reverbera a través de mí, y sus manos se mueven hacia debajo de mi cuerpo sobre mi muslo, sus dedos enterrándose en mi carne a través del traje cereza.
Pongo toda la angustia y mi corazón roto de los pasados últimos días en nuestro beso. Vinculándolo a mí, y eso me golpea —en este momento de cegadora pasión— él está haciendo lo mismo, él siente lo mismo.
Rompe el beso, jadeando. Sus ojos están iluminados con deseo, disparando la nuevamente caliente sangre que palpita a través de mi cuerpo. Mi boca cae abierta mientras trato de arrastrar el preciado aire en mis pulmones.
—Tú. Eres. Mío —gruñe, enfatizando cada palabra. Se aleja de mí y se inclina con las manos sobre sus rodillas como si hubiera corrido un maratón—. Por el amor de Dios, Jungkook.
Me apoyo sobre la pared, jadeando, tratando de controlar la desenfrenada reacción en mi cuerpo, tratando de encontrar mi equilibrio otra vez.
—Lo siento —susurro una vez que mi respiración regresa.
—Deberías. Sé lo qué estaban haciendo. ¿Deseas al fotógrafo, Jungkook? Obviamente él tiene sentimientos por ti.
Me sonrojo y sacudo mi cabeza.
—No. Es solo un amigo.
—He pasado toda mi vida adulta tratando de evitar cualquier emoción extrema. Entonces tú... tú haces aflorar sentimientos en mí que me son completamente ajenos. Es muy... —Frunce el ceño estrechando la palabra—... inquietante. Me gusta el control, jungkook, y alrededor de ti, eso solo... —Se detiene, su mirada
intensa—... se evapora. —Ondea su mano vagamente, entonces la pasa a través de su cabello y toma una respiración profunda. Sujeta mi mano—. Vamos, necesitamos hablar y tú necesitas comer.
Me conduce dentro de un pequeño e íntimo restaurante.
—Este lugar tendrá que hacerlo —gruñe Jungkook—. No tenemos mucho tiempo.
El restaurante se veía bien para mí. Sillas de madera, manteles de lino y paredes del mismo color que el cuarto de juegos de taehyung —profundo rojo sangre— con pequeños espejos dorados colocados al azar, con velas y pequeños floreros con rosas blancas. Ella Fitzgerald canturrea de fondo What is this thing called love? Es muy romántico.
El camarero nos lleva a una mesa para dos en un pequeño hueco y me siento aprensivo, preguntándome qué va a decir.
—No nos quedaremos mucho tiempo —le dice taehyung al camarero mientras se sienta—, entonces tendremos cada uno un bistec de solomillo cocido a término medio, Sauce Béarnaise7 si tiene, patatas fritas y vegetales verdes, cualquiera que tenga el chef; y tráigame la lista de vinos.
—Por supuesto, señor. —El camarero, tomado por sorpresa por la frescura de taehyung y su calma eficiente, se marcha. taehyung coloca su BlackBerry en la mesa. Jesús, ¿no tengo elección?
—¿Y si no quiero bistec?
Suspira.
—No empieces, jungkook.
—No soy un niño, taehyung.
—Bien, deja de actuar como uno.
Es como si me hubiera abofeteado. Parpadeo hacia él. Así es como va a ser, una conversación agitada y tensa, aún en un entorno muy romántico pero ciertamente sin corazones y flores.
—¿Soy un niño porque no me gusta el bistec? —murmuro, tratando de ocultar mi dolor.
—Por ponerme celoso deliberadamente. Es una cosa infantil para hacer. ¿No tienes respeto por los sentimientos de tu amigo, llevándolo a eso? —taehyung presiona sus labios en una delgada línea y frunce el ceño mientras el camarero regresa con la lista de vinos.
Me sonrojo. No había pensado en eso. Pobre José. Ciertamente no quiero alentarlo. Repentinamente, estoy mortificada. taehyung tiene un punto; fue una cosa que hice sin pensar. Le echa una mirada a la lista de vinos.
—¿Te gustaría elegir el vino? —pregunta levantando las cejas hacia mí, expectante, la arrogancia personificada. Sabe que no sé nada acerca de vinos.
—Tú eliges —respondo, hosca pero con disciplina.
—Dos copas de Barossa Valley Shiraz8 , por favor.
—Eh... sólo vendemos ese vino por botella, señor.
—Una botella entonces —chasquea taehyung.
—Señor. —El camarero se retira sometido y no le culpo por ello. Le frunzo el ceño a Cincuenta. ¿Qué está corroyéndolo? Oh, probablemente yo y en algún lugar en lo profundo de mi mente, mi Diosa interior se levanta soñolienta, se estira y sonríe. Ha estado durmiendo bastante.
—Eres muy gruñón.
Me mira impasiblemente.
—¿Me pregunto por qué es eso?
—Bien, es bueno establecer el tono adecuado para un animado y honesto discusión sobre el futuro, ¿no dirías eso? —Le sonrío dulcemente.
Su boca se presiona en una dura línea, pero entonces casi a regañadientes, sus labios se levantan y sé que está tratando de reprimir su sonrisa.
—Lo siento —dice.
—Disculpa aceptada. Y estoy encantado de informarte que no he decidido convertirme en vegetariano desde la última vez que comimos.
—Desde la última vez que comiste. Creo que ese es un punto discutible.
—Ahí está esa palabra de nuevo, discutible.
—Discutible —pronuncia y sus ojos se suavizan con humor. Pasa su mano a través de su cabello y está serio nuevamente—. kook, la última vez que hablamos, me dejaste. Estoy un poco nervioso. Te lo dije, te quiero de vuelta, y tú has dicho... nada. —Su mirada es intensa y expectante. Mientras que su candor es totalmente desarmante. ¿Qué demonios debo decir a eso?
—Te he extrañado... realmente te he extrañado, taehyung, los pasados últimos días han sido... difíciles. —Trago, y el nudo en mi garganta se inflama y recuerdo mi desesperada angustia desde que lo dejé.
La semana pasada ha sido la peor de mi vida, el dolor ha sido indescriptible. Nada se le ha acercado. Pero la realidad me golpea de vuelta, arrollándome.
—Nada ha cambiado. No puedo ser lo que quieres que sea —digo las palabras pasando del nudo en mi garganta.
—Eres lo que quiero que seas —dice, su voz es suave y enfática.
—No, taehyung, no lo soy.
...
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro