- Estuvo bien.- admitió.- Y entiendo que tuvieras que irte a trabajar, agradezco la nota, pero fue un poco desinteresado por tu parte irte sin despertarme.

- Intenté despertarte, pero no lo hacías y por eso te dejé la nota.- respondió rascándose la nuca.

Camil asintió con la cabeza.

- Lo siento otra vez... No quería aprovecharme de ti...- jugó con la manga de la chaqueta del uniforme y desvió los ojos.- Entiendo si no quieres volver a verme otra vez...

- De hecho, me causa curiosidad que quieras ser tan políticamente correcto y al mismo tiempo cometas errores de manual, pero bueno...- se encogió de hombros.- No siempre tengo libre, pero si es entretenido hablar contigo, tengo que admitirlo. ¿Te importa si cambiamos los teléfonos?- los ojos de Nicola se abrieron con sorpresa.

- Claro... ¿Quieres que sigamos en contacto?

- Sí. ¿Por qué no?- se encogió de hombros viendo una sonrisa cruzar los labios del castaño.

- Me parece estupendo... Y si gracias a quedar o hablar contigo puedo negarme a todas las quedadas de Gio, para mí perfecto...

Gio, diminutivo de Giovanni, era el chico que no dejaba de tocar sus piernas en el restaurante y que causó que Nicola le pidiera ayuda con la mirada, cosa que causó la pelea con Luca en su trabajo. Suspiró al recordarlo...

- Seguimos en contacto...

- Sí, claro.

Regresó a casa.

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Sus gemidos se escapaban de forma incontrolable y sus dedos se clavaban en la espalda contraria mientras inclinaba la cabeza hacia atrás y las corrientes eléctricas se volvieron insostenibles, haciendo que su cuerpo tuviera una reacción de temblor que sacudiera todo su cuerpo debajo del contrario. Había emitido un gemido más ronco que el resto, más largo, más erótico. El punto clave había sido que lo embistieran hasta que sus piernas temblaran.

Sabía que volvería a encontrarse con Nicola en aquellas circunstancias, pero no pensaba que tan rápido y sin estar en el viaje lúcido del alcohol. Tal vez porque lo único que los aguantaba en aquel punto era la mera atracción sexual y no necesariamente romántica. Por ello no se escuchó un solo: "ti amo" en todo el acto. Porque en realidad no existía un "ti amo" como tal. Solo un: "il tuo corpo è attraente e voglio divorarlo" ("Tu cuerpo es atrayente y quiero devorarlo"), no existía otra cosa, y tampoco es que hubiera intenciones de que quisieran convertirlo en otra cosa. Más allá de querer devorar el cuerpo contrario con la mirada o a besos, no había nada más que los uniera.

No entendía el concepto de Nicola de estar tan a favor de algunas cosas como el consentimiento, el bienestar mutuo y el placer compartido, y que lo único que hubiera entre ellos fueran los pilares básicos de un sexo sin compromiso pero elegante y refinado. Y no precisamente porque salieran cosas bonitas de sus labios, al contrario.

Por la mañana, sobre todo las mañanas de sábado o domingo, Nicola se levantaba temprano, él tenía que ir a trabajar. Camil se había acostumbrado a despertar al mismo tiempo, tal vez sus oídos se agudizaron o se acostumbraron a despertar cuando notase el movimiento de Nicola. La mayoría de las veces dormían cada uno en una punta de la cama, así como las circunstancias post-sexo se marcaban. Nicola se quitaba de encima y rodaba hacia un lado, él igual, y muchas veces se daban la espalda, como completos desconocidos desinteresados que por obvias razones de ser las tantas de la madrugada se quedaban a dormir en la misma cama y al día siguiente, como completos desconocidos, cada uno se iba por su lado.

Aquella vez, Camil se giró en el colchón cuando vio que Nicola no se había movido de la cama a pesar de ser las siete y media de la mañana, normalmente se levantaba a las siete.

- Nicola...- deslizó un brazo hacia su hombro.- Las siete y media.

- Fiesta.- ahogó su voz contra la almohada.- No me acordé de decírtelo...- bostezó moviendo la cabeza y tumbándose boca arriba, pasó los brazos para apoyarlos sobre su frente o por encima de su cabeza, deslizando los dedos por el metal del cabecero.- ¿Tienes hambre?

- ¿Y esa formalidad repentina?- preguntó con sarcasmo girando el cuerpo.

Observó detenidamente sus brazos y su pecho desnudo, la envidia lo corroía ante la extenuante presencia de vello corporal en todo su cuerpo, sobre todo en el pecho, axilas y los brazos, y por descontado las piernas y pubis... Pero la presencia que tenía en aquellos momentos era la de sus brazos y su pecho. Era como un hombre lobo en plena transformación, y el carácter que tenía no ayudaba a alejar el pensamiento de poner una relación entre él y ser lo más cercano a un perro o similar.

- ¿No puedo serlo?- preguntó con una sonrisa ladina mientras giraba la cabeza hacia él. Camil no contestó.- ¿Vas a irte así sin más?- preguntó ladeando la cabeza hacia un lado.

Apartó los brazos de su rostro y los apoyó sobre la sábana y su pecho. Se giró, torciendo el cuerpo en una postura cómoda, apoyando una mano en la cabeza y el codo como apoyo.

- Déjame hacerte el desayuno...

- ¿No deberías aprovechar tu día de fiesta para quedarte en la cama?- Nicola dibujó una sonrisa en sus labios.

- Puede, pero por tal de que no te vayas, quiero hacerlo.

- ¿Qué pretendes con ese repentino interés porque me quede?- alzó una ceja.

- Hablar... Aunque sea por formalidad... Nunca hablamos realmente más allá de empezar a tocarnos y follar...- se encogió de hombros.- ¿Prefieres que sigamos con eso?

- ¿Quieres que hablemos más allá de los mensajes para quedar e irnos de fiesta?

- Sí...- asintió.- ¿O esto se va a quedar como un amor de verano sin compromiso?- preguntó moviendo sus ojos y acomodando un mechón detrás de su oreja.

- No pensé que durase mucho más. Las relaciones a distancia no suelen funcionar.

- ¿Por?- preguntó.- Tienes muy buen acento... ¿Eres extranjero?- preguntó con sorpresa.

- No, no... Soy italiano. Pero vivo en España. Vengo aquí los veranos para ver a la familia.

- España...- movió la cabeza de forma pensativa y miró el techo volviendo a pasar los brazos detrás de la cabeza, entrelazando los dedos de las manos en una postura sumamente cómoda y relajada.- No está tan lejos... Puedo ir a verte...

- ¿Qué?- abrió los ojos con sorpresa.

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"Conversación"

Esta conversación es importante, podría considerarse como un primer acercamiento entre ambos, y claramente aquí también se evidencian algunas cosas, no solo la forma en la que Nicola intenta acercarse a él, sino también la forma en la que Camil es... parcialmente... distante... No lo sé, me parece curioso... Esta relación, al menos en su inicio, es bastante tira y afloja, sobre todo a partir de este punto... Hasta ahora ha sido solo acusaciones y sexo...

POR CIERTO, hice un cómic de esta escena (bueno, de parte de ella)

Miren:

La conversación está en inglés y en italiano:

Y ahora en inglés:

La traducción es literalmente la parte que leyeron de:

"¿Tienes hambre?"

"¿Y esa formalidad tan repentina?"

"¿No puedo serlo?"

UwU

No hice ningún otro dibujo de ninguna otra escena, por si lo dudaban...

Aquí las opiniones ------------>

Espero que os haya gustado, hacédmelo saber con un voto y nos vemos en el próximo capítulo

Bye~

By Silvia Line

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