POV Jessica.

—¿Ian?

—Si, soy yo.

—¡Me asustaste! —Cat estaba muy asustada.

—Lo siento, Cat, solo venía a ver si estabas bien —Ian se veía algo raro, no creo que mi hermana y sus amigos deben confiar en él, hay algo que no me da buena espina.

Bueno, menos mal no fue Candice o Henry, eso sí sería peor para la pequeña.

Salí de la habitación.

***

POV Ana.

Desperté y fui a darme una ducha, Jessica me dijo que Paola sale hoy, espero Pablo salga pronto, no quiero que Candice se entere que Pablo no está haciendo los retos.

Bajé a desayunar, Hanna ya estaba sentada.

—¿Alguien gusta compartir algo? —preguntó mi padre sonriendo.

Todas nos quedamos calladas, ahora solo lo que tengo para contar es que soy una maldita ratera.

—Paola regresa hoy a la casa —dijo Jessica.

—Vaya, yo creí que ya iría con su madre —mi padre siguió comiendo.

—Hijas, tiene mucho tiempo que no hacemos algo como familia, deberíamos ir a la casa de campo de los abuelos —mencionó mi madre.

—No creo que sea buena idea, ¿Verdad Jess?

—Para nada —respondió ella.

—A ver, su madre quiere que convivamos más, así que no se diga más, la familia se va de día de campo —exclamó mi padre. —Tú también puedes venir Hanna.

—¿Podemos Ana y yo quedarnos aquí? —preguntó Jessica.

—No, no es familia si no están ustedes.

—Bueno, llamare a los abuelos, así que hagan sus maletas, nos vamos por algunos días —mi madre y mi padre se miraban bastante emocionados.

—No hoy por favor.

—¡Deberías estar agradecida!

Y lo estaría en otra momento, pero ahora no me puedo dar el lujo de tomarme unos días, esto no está bien, ahora como le haré con los estúpidos retos, tendré que decirle a la estúpida de Candice.

Cuando terminamos, Hanna, Jessica y yo salimos de la casa, tenemos que ir a ver a Pablo al hospital.

Al llegar ahí seguía Gaby.

—Vaya que es una buena amiga.

—Gracias, Ana, hago lo que puedo, conozco a Pablo desde que éramos niños, no puedo dejar que lo maten —ella sonrió.

—¿Candice aún no sabe que estoy aquí? —preguntó Pablo.

—Esperemos que no.

Le platique a Pablo que mis padres quieren que nos vayamos de día de campo, no puedo hacerlo, aparte que no quiero dejar a Pablo solo.

Charlamos por horas, pude conocer más a Gaby, ella es una excelente persona, es un amor, nuestra charla fue suspendida ya que estaban tocando la puerta,

—¡Ya voy! —gritó Gaby.

Al abrir la puerta, miré a Henry, él venía acompañado de Ariana y Elena.

—¡Llegamos, perras! —exclamó Ariana sonriendo, Henry tomó a Gaby del cuello y prosiguieron a entrar a la habitación.

No puede ser, lo que me temía que pasara.

—Ya nos llegó la noticia, no sé cómo pudieron esconderlo —Henry aventó a Gaby al suelo.

—¡Yo lo mato! —Ariana levantó la mano emocionada.

—No tan rápido Ariana, ese trabajo lo quiere hacer Candice —mencionó Henry.

Henry se acercó a Pablo y comenzó a desconectar todos los cables que tenía él.

La máquina comenzó a hacer ruidos.

—¡Déjenlo! —gritó Gaby poniéndose de pie.

Me levanté de la silla donde estaba sentada, corrí hasta Henry y comencé a golpearlo de la espalda.

—¡Ayudaaaa! —Gaby comenzó a gritar.

Henry tomó a Pablo de las manos y lo jaló, él cayó al suelo, sangre comenzó a salir de su herida nuevamente.

—¡Déjalo!

Pablo aún seguía en el piso, yo solo jalaba a Henry, no puedo dejar que se lo lleven.

—¡Henry! —gritó Elena molesta.

—¿Tu qué quieres idiota? —preguntó Ariana y sacó un arma, apunto hacia nosotras, tomó el gatillo, luego desvió la pistola y apuntó hacia la pared y disparo.

Rápido me tire al suelo.

—¡Estúpida! —gritó Henry y empujó a Ariana.

Se empezó a escuchar ruido en el pasillo, Henry, Ariana y Elena salieron de la habitación.

—¡Dios mío! ¿Están bien? —preguntó Hanna.

—Si —dije y me puse de pie, los guardias entraron a la habitación, nos ayudaron a poner a Pablo nuevamente en la camilla, nos pidieron que saliéramos, tenían que volver a curar su herida.

¡Maldita, Candice! Mi celular comenzó a sonar, era esa maldita, ya estoy harta.

Mensajes:

Candice: ¿Por qué carajo no cooperaron?

Ana: Maldita, él sí ha estado cumpliendo sus retos, déjalo en paz.

Candice: No mientas, perra, el hospital tiene registrado a Pablo desde hace dos días.

Ana: Pero si ha cumplido, no puedes matarlo.

Candice: No me importa lo que tú digas, él estará muerto pronto, mientras tú, realiza tu reto si no quieres morir.

Candice: Reto: Tienes que robar, esta ocasión a tu mejor amiga Rosa, su papi dejó dinero dentro de una caja fuerte en su baño, que raro lugar para esconderlo, pero bueno, todo ese dinero será mío.

Ana: Ya que, solo dile al maldito de Henry que le ponga retos leves a Jessica, te lo suplico, por cierto, ¿Qué pasa si me voy de viaje?

Candice: Te mueres, más bien, te buscó y te mató, o primero mato a tus amigos, no creo que te los vayas a llevar, ¿O sí?

Maldita sea, con esta puta no se puede, menos mal que la cabaña de los abuelos no queda muy lejos, así puedo hacer lo que ella me dice.

¿Robarle a Rosa? Espero ese dinero no fuera destinado para irse de aquí o algo.

Gaby me dijo que van a cambiar a Pablo de cuarto, pondrán algo de seguridad en su puerta, menos mal me iré tranquila.

Salí del hospital y comencé a caminar hacia la casa de Rosa, le envié un mensaje con lo que había pasado con Pablo, espero de todo corazón que se haya ido, en cambio la madre de Rosa trabaja, así que espero la casa este sola.

Llegué a la casa, tal como esperaba, esta estaba sola, me metí por la ventana, Rosa siempre la deja sin el seguro, así que ya sé.

Me dirigí a su baño, rápido vi la caja, espero sea la misma contraseña que la tarjeta de su padre, me la sé porque Rosa y yo éramos grandes amigas, puse la combinación y si era.

Tomé el dinero y lo metí en mi bolso, escuché que alguien caminaba hacia aquí.

—¿Ana? ¿Qué haces aquí? —preguntó la madre de Rosa.

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Espero y les haya gustado.

Agradezco mucho sus votos y comentarios.

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