Bebe, amo todas nuestras noches juntos. Cuando entras en nuestra cama y empiezas a acercarte lentamente a mi cuerpo. Me quedo quieto y estiro mi brazo porque sé que es el lugar favorito para ti. Soy paciente y te veo venir, usas mi pecho de almohada y envuelves una de tus piernas tibias sobre la mía y yo te cubro con la otra. Terminamos tan abrazados que no sé dónde empiezas tú y donde termino yo, entre nuestros cuerpos no queda ni un minúsculo espacio para algo más que no sean nuestras almas.

Entonces, mientras rasco tu cabeza y susurro palabras dulces en tu oído hasta que por fin te dejas vencer por el sueño, allí es donde te miro, me pierdo en las facciones relajadas de tu rostro y cierro los ojos con el deseo de soñarte toda la noche. Mi dulce Jimin, no dejes de dormir junto a mi, jamás.

Yoongi