
Cuentame mas historias
Holis!!! Se que dijimos que el anterior cap era el último, pero quisimos darle una mejor salida a este fic.
Tenemos capítulo extra!! Gracias por su apoyito y ya traeremos mas cosas.
La próxima semana traeremos un Moshang ❤️
Disfruten del capítulo.
Finalmente las cosas se habían calmado entre el matrimonio de Luo Binghe y Shen QingQiu. Habían salido ya de la montaña Cang Qiong y fueron hasta otra de sus residencias en el bosque. Esta vez decidieron no moverse mucho de lugar y simplemente disfrutar de la compañía mutua. Sin embargo, había cosas que aún hacían ruido en la cabeza de Luo Binghe.
—Shizun... —Binghe entró en la habitación con una bandeja para tomar té y su esposo apenas salía de la cama.
Shen QingQiu al verlo, sonrió y se sintió complacido por el té que traía en sus manos. Se quitó las sábanas de encima y se sentó en la frente de la mesa de la habitación.
—Gracias –Bebía el té despacio, disfrutando de cada sorbo– ¿Ocurre algo?
—Este discípulo se atreve a preguntar... —Se sentó frente a él y bajó su rostro por pena. —Usted sabe cómo acabó esta historia, nosotros ¿cómo habríamos acabado? Se que está ese sujeto que es igual a mi y es por eso que este discípulo se pregunta dónde está el Shizun de ese mundo. —La pregunta casi hizo que Shen QingQiu escupiera el té.
—Ya me extrañaba que no preguntaras más al respecto. La historia original...es mucho más trágica. Ambos terminan odiándose y al final asesina a su maestro por venganza por todo lo que le hizo...bueno en realidad no lo mata pero es un destino incluso peor que la muerte. Ciertamente no es una historia agradable en ese sentido.
—Tan... ¿malo fue? ¿Qué hizo ese maestro para que mi otro yo lo tratara tan mal? Yo me odiaría a mí mismo por hacerle daño a Shizun. —Parecía que de nuevo el frágil corazón de doncella de Binghe fuera a romperse de nuevo.
—Lo que hizo fue algo imperdonable –Instintivamente llevó su mano hacia la de su alumno y la apretó con fuerza– Es algo que yo jamás me atrevería a hacer. Y este maestro también se odiaría a sí mismo si llegase a hacerte tanto daño –Sonrió un poco para tratar de tranquilizarlo– Me gusta más cómo termina esta historia.
—Shizun... —Acarició el dorso de la mano de su esposo. —En ese lugar hay muchas mujeres ¿Por qué?
—¿Fuiste con él? Bueno... –No esperó a qué Binghe respondiera, sólo se aclaró la garganta antes de continuar– Ese es el otro lado de la historia. Él vivió muy feliz con todas sus esposas, sus hijos y sus nietos...todas las mujeres que viste son sus...
—No diga más... que asco. —El rostro de Binghe se oscureció ante tal revelación. —Ahora entiendo a qué se refería cuando dijo experiencia de primera mano. Yo no podría estar con alguien más que no sea Shizun.
—Por eso insisto que me gusta más este final. Algunas de esas esposas son tus hermanas marciales, quizás estaban cerca pero no las viste.
—¡No no no por favor! Jamás podría verlas de otra manera. ¿Cómo se atrevió ese imbécil?
—Y es mucho peor de lo que suena. Cualquier mujer que consideraba atractiva inmediatamente se volvía otra de sus esposas.
La cara de Luo Binghe se tornaba cada vez más en una de asco. Imaginaba todos los escenarios posibles y todos le desagradaban. Para él, un mundo sin Shen QingQiu no era un buen lugar. Se sentía un poco más tranquilo en cuanto a sus dudas, solo quedaba una más.
—¿Y Mobei y Shang Shishu?
—No hay un "ellos" en esa historia. Mobei-Jun continúa reinando en las tierras del norte y Shang QingHua termina asesinado. Creo que también está nueva historia los favoreció sin planearlo.
—Wow... —Se quedó en silencio unos momentos y luego sonrió. —Estoy contento de este final entonces. Shizun y yo estamos juntos y creo que así estamos bien los dos, haciendo una historia de sólo dos personas. Debo mencionar que mientras estuve fuera mi padre fue quien abrió mis ojos y me hizo ver que Shizun me ama más de lo que imagine, pues concederme el conocerle más sobre usted y su pasado es más que suficiente para este discípulo. Yo también lo amo Shizun.
—Espera...¿Fuiste con Tianlang-Jun? ¿El sabe todo? No puede ser –Se tocaba la frente con
clara frustración y un deje de preocupación.
—Si... me pidió visitarlo más a menudo. ¿Me acompañaría Shizun?
—Creo que no tenemos más opción. No imaginé jamás que irías con él y que le contarías todo pero sí supongo que es lo mínimo que podemos hacer.
Binghe se sentía mucho más animado y se tomó el atrevimiento de sentarse a un lado de su Shizun para luego recostarse en su regazo, esperando a que este le acariciara el cabello. Shen por supuesto que lo hizo y sabía que la conversación no había acabado. Binghe sonrió y continuó con él interrogatorio.
—Ahora... Quisiera conocer un poco del pasado de Shen Yuan. ¿Tenías familia allá? ¿Qué hacías allá? ¿Qué comías? ¿Cómo pasabas el
tiempo libre? ¿Existió alguien antes de mi? Cuénteme más de ese mundo Shizun.
Shen QingQiu no pudo evitar sonreír, ya se había tardado en hacer esas preguntas.
—Tengo dos hermanos mayores y una hermana menor. En realidad no hacía mucho pasaba casi todo el tiempo leyendo o en Internet perdiendo el tiempo. Yo no era la persona más popular por varias razones y...–De un momento a otro empezó a sentirse realmente nostálgico– No había pensado en cuánto extraño el internet, mi celular, mi computadora y ah... Taylor Swift.
—¿Internet? ¿Taylor Swift? ¡Shizun salía con alguien que se llama Taylor Swift! ¿Es más bonito que yo? —Los ojos de Luo Binghe comenzaban a ponerse vidriosos.
—Taylor Swift es una cantante muy famosa, me gustaba mucho pero solo es eso. Y pensar que no volveré a escuchar nada de música si no tengo Spotify... –A medida que seguía hablando se sentía cada vez más triste– Quizás mis gustos en la comida no eran los mejores pero si que extraño tomar mi celular y pedir por uber eats o rappi.
—¿Uber? ¿Rappi? ¿Quién le preparaba la comida? ¿Cómo que le gustaba mucho esa Taylor?
—Dejemos a un lado lo de Taylor Swift por favor. —Se sobaba la sien por como estaba chupando vinagre Binghe. —En mi mundo era muy común usar un servicio en el que podías ordenar lo que quisieras de comer y alguien lo traía hasta tu casa. Daba muchas facilidades y yo lo usaba bastante.
—¿Muchas personas cocinaban para Shizun? —Binghe se levantó de su regazo. —¿Por qué? ¿Qué tenían de especial?
—Era algo que se acostumbraba por facilidad, nada más no deberías enojarte por algo así. –Tomó una postura sería tratando de ocultar toda la frustración que de pronto sintió al recordar todo lo que se perdía de su mundo– Te ordeno que dejes esos pensamientos de lado solo era un servicio que me hace falta en este mundo.
—¿La comida de este discípulo no es suficiente para Shizun? —Nuevamente parecía que iba a llorar.
Iba a reclamar de nuevo pero su mente empezó a maquinar algo. Shen Qingqiu tuvo una idea brillante, una idea que debió haber tenido desde hace mucho. Quizás no podría tener todo a lo que estaba acostumbrado pero no significaba que no pudiera compensar ciertas carencias. Tomó papel, tinta y empezó a escribir una pequeña lista.
—Este maestro necesita que hagas algo por él y es muy importante.
—Lo que sea por Shizun. —Binghe se levantó y tomó la hoja y vio lo que estaba escrito. —¡Binghe traerá todo esto! No tardo.
Algo debía estar mal en todo eso pero ¿Cómo no se le ocurrió antes? Si había una forma de aprovechar el halo del protagonista era esa. Después de todo ¿No decía siempre su esposo que haría cualquier cosa por él? Si esto salía bien ambos ganarían. No pudo evitar sentir un poco de emoción por la mínima posibilidad de que pudiera funcionar.
En cuanto Binghe regresó hizo una nueva lista de instrucciones. Más exactamente era una receta.
—Sería demasiado si...¿Este esposo hace una petición especial? Si es demasiado por favor solo dímelo...
—Por supuesto Shizun, puedo hacer lo que sea por usted.
Shen le entregó a Binghe la receta y su esposo se puso manos a la obra y Shen no pudo ser más feliz. Inmediatamente en cuanto quedó solo Shen activó su sistema y abrió lo que apenas había descubierto con Shang QingHua, un chat entre los dos.
"—Hey hermano avión.
—Hermano pepino.
—Adivina que...
—¿Qué?
—Binghe me preparara pizza.
—No...
—Oh si...
—¡Invítame!
—No
—Hermano pepino!!!!!"
En ese momento Shang cerró su sistema y fue a buscar a su esposo y pedirle que lo llevara a la casa de Shen QingQiu y Luo Binghe.
Por otro lado Binghe ya estaba terminando con el pedido especial de su esposo. En cuanto entró a la habitación el olor lo embriagó y estímulo todos los sentidos de Shen QingQiu.
—Shizun, según sus instrucciones, ya está listo. —El joven entró con mucho entusiasmo y Shen QingQiu ya estaba colgado del brazo de Binghe.
Shen QingQiu le rezaba a todos los dioses para que su plan funcionara y es que tenía que funcionar ¿Verdad? El halo del protagonista tendría que servir aún en esa situación ¿Cierto? Esa era la prueba de fuego. La pizza en cuestión se veía muy bien a la vista ahora sólo faltaba el sabor. Probó el primer bocado y...
—Gracias. Gracias gracias gracias gracias –Susurraba mientras comía incluso sentía que podía empezar a llorar de felicidad. Funcionó. Sabía delicioso cómo todo lo que cocinaba Binghe para él. Las grandes cadenas de pizza no tenían nada que envidiarle a esta. Recobró un poco de compostura para continuar comiendo y agradecer como es debido– Gracias por cumplir los caprichos de este maestro. Está delicioso como siempre.
—Si Shizun es feliz, yo también lo seré. —Algo que disfrutaba mucho era ver a su esposo comer. —¿Cómo se llama este platillo Shizun!
—¡Dame de esa pizza! —Shang QingHua había entrado por un portal de Mobei Jun y este tras él.
—No creo haberte dicho que podías venir ¿O si? –Seguía comiendo muy a gusto incluso lo hacía a propósito para fastidiarlo– No sabía cuánto podía extrañar la comida hasta que vuelves a probarla.
—Ya dame... por favor. —Se sentó a su lado. Shen con tan solo un ademán le invitó la dichosa pizza. En cuanto el hermano avión probó el primer bocado, no pudo evitar llorar. —¡Dioooooos! De las mejores pizzas en el mundo. ¿Cómo no se te ocurrió usar antes el halo del protagonista?
—A ti tampoco se te ocurrió no tienes nada que reclamarme. Pero tú lo creaste así que debería agradecerte y se exactamente como. La próxima semana creo que puedo pedir hamburguesas, ¿Te interesaría?
—¡Por supuesto!
Por otro lado, dos demonios veían la peculiar escena. No entendían muchas de las cosas que estaban hablando y menos de algo llamado
Starbucks.
—¿Entiendes algo de lo que están hablando? —Preguntó Binghe.
Mobei-Jun sólo le respondió negando con la cabeza. Tampoco entendía lo que hablaban así que eligió mantenerse al margen.
—¿Ya te sientes mejor con todo esto?
—Si, mucho más tranquilo. Me gusta que me cuente todo con sinceridad. Y se que me ama mucho como para compartir todo eso conmigo.
—Bien, yo me siento igual. ¿Te puedo pedir un favor?
—Si, supongo.
—Enséñame a cocinar para poderle preparar a QingHua sus alimentos favoritos de ese mundo. No quiero estar molestándote.
—Jeee será un placer.
Tenían mucho aún que aprender de aquellas personas que venían de otro mundo, pero sin duda estaban agradecidos por haber encontrado el amor de una manera tan inesperada.
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