
Un paseo un poco cliché
¿Por qué tuvo que ser así? ¿Por qué Fuutarou Uesugi se convirtió en mi príncipe azul? Nunca lo entenderé...
Cuando pienso en él... solo puedo pensar en el chico que es ideal para mí. Realmente lo quiero a mi lado. Quiero que estés conmigo, que puedas ver cómo alcanzo mis metas.
Realmente espero poder ser la chica que estás buscando. No me importa que mis hermanas te quieran, yo estoy aquí para hacer que te enamores de mí. A pesar de mis defectos, a pesar de que no soy nadie especial comparada a mis hermanas, a pesar de todo eso, haré todo lo que esté a mi alcance para que te enamores de mí.
Porque esto es un juego, yo soy el cazador y tú eres la presa. El premio por capturarte es el amor.
¡No me rendiré hasta que te enamores de mí!
-Nino Nakano
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Nino se encontraba dando vueltas en su cama, la chica se sentía sumamente nerviosa y no podía conciliar el sueño, la razón de esto era Fuutarou.
Narra Nino
¿Por qué diablos hice eso? Mejor dicho, ¿por qué diablos él fue el que me besó? Es cierto, yo me acerqué... pero estuve a punto de arrepentirme, estaba a punto de apartarme cuando... sentí sus labios chocar contra los míos. Fue una sensación tan especial... fue tan dulce.
¿Pero por qué hizo eso? Significa que... ¿le gusto?
Toqué mis labios mientras recordaba ese momento, no puedo evitar emocionarme cuando pienso en eso...
¿Eso significa que le gusto? ¿Podría ser que mi plan "Enamorar al idiota" está funcionando?
Pero... lo he visto igual de apegado con mis hermanas, un tiempo fue así con Ichika, en otro con Itsuki... ¿estará...?
No, él no puede estar jugando con nosotras, él no es esa clase de chico. Estoy segura de eso... pero por cualquier cosa, quiero comprobar eso.
Luego de darle vueltas a eso, pude conciliar el sueño y adivina adivinador, ¿con quién creen que soñé? Pues obvio, con mi príncipe azul... ¿por qué es él? En serio... ¿me habrá hechizado o algo así?
Al día siguiente, desperté con muchas energías, me arreglé para ir a la escuela y luego de 1 hora, parti con mis hermanas.
Mientras caminabamos, no pude evitar ver a Ichika y a Itsuki, esas 2 se habían vuelto mucho más cercanas desde hace unos días y no entiendo por qué. ¿Una especie de complicidad o algo así? No lo entiendo.
De igual forma, darle vueltas no me ayudará para nada, así que mejor pienso en otra cosa.
Caminábamos y charlabamos al mismo tiempo, desde la confesión me había vuelto más cercana con Miku, es increíble que el confesarnos nos haya cambiado y al parecer para bien.
Llegamos a la escuela y pude notar cómo cada una tomaba su propio camino, así que decidí hacer lo mismo. Caminé hasta llegar a mi salón y ahí pude ver a mi grupo de amigas charlando. Ellas al verme me saludaron y me llamaron para que me uniera.
Esa parte de la mañana pasó sin ninguna novedad, al menos de las que yo me entero.
Cuando llegó el momento, me dirigí a la cafetería y pude ver a Fuu-kun haciendo fila para comprar su famoso menú de carne sin carne.
Volteé hacia la mesa donde solíamos sentarnos los 6, pero noté que no había nadie ahí.
Saqué mi celular para preguntarles a las chicas donde estaban, pero como si leyeran la mente, el grupo que tenemos estaba lleno de mensajes de ellas.
Al parecer Ichika quedó de almorzar con unas amigas de su salón, Miku no tenía hambre, así que estaba leyendo en la biblioteca, Yotsuba tenía una reunión de "emergencia" con el club de deportes e Itsuki estaba reforzando un tema de matemáticas en su salón.
Resignada, hice cola para poder pedir mi comida. Cuando la recibí, caminé hacia la mesa que ahora solo ocupaba Fuu-kun.
Aún me da algo de vergüenza verlo de frente... pero podría aprovechar este momento para hablar con él. Es una oportunidad única, de lo contrario, mis hermanas... no, no debería desconfiar tanto.
Me senté frente a él y pude notar cómo apartaba ligeramente la mirada mientras que se sonrojaba. No lo culpo, estoy en las mismas.
-Hola Fuu-kun... las demás no van a venir a comer según parece.- mencioné, mientras lo miraba de reojo.
-Ya veo, Itsuki me había dicho que un profesor está dando refuerzos y decidió aprovecharlos, lo cual me sorprende porque dejó la comida de lada para estudiar.- respondió él con una sonrisa.
-Que raro que haya hecho eso.- respondí mientras reía ligeramente.
-Nino... sobre lo de ayer...- mencionó él, debo admitirlo, eso me tomó por sorpresa.
-¿Sí?- respondí con una ligera esperanza de que me dijera lo que anhelaba escuchar...
-Lamento lo que pasó... el ver que te hayas ido así me dice que estuvo mal. Lo siento, no lo volveré a hacer.- mencionó el chico.
¿Eso era lo que pensaba? Si supiera que estoy feliz por eso mismo...
-No... no digas eso.- mencioné, sé que no lo dijo con mala intención, pero pensar que no quiere hacerlo de nuevo me duele...
-¿Eh? Pero... no sé, tu reacción ayer me dijo que te había molestado... y no quiero que todo sea raro, ya lo es desde que dijeron que me querían... no quiero que sea más raro.- mencionó él.
-No es eso... agh, realmente eres un tonto.- mencioné con irritación, ¿en serio este chico es tan inteligente como presume?
-No entiendo...- respondió él.
Sin pensarlo 2 veces, lo jalé de la camisa y lo acerqué a mi rostro. Pude ver cómo se sonrojaba, hasta ya parecía el pelo de Itsuki.
-Ni-Nino es-espera...- dijo él nervioso, mientras trataba de apartarse.
Eso me hizo volver a la realidad y me di cuenta que aún seguíamos en la cafetería.
Rápidamente me aparté de él, Dios mío... que vergüenza...
Instintivamente solo pude poner mis manos en mi rostro mientras trataba, inútilmente, de ocultar mi sonrojo.
Luego de mi inteligente acción, pude escuchar murmuros de las demás personas, diablos, hice justo lo que él quería evitar, hice que todo fuera más raro.
-Ey, ¿vieron eso?- escuché decir a una chica.
-¡Sí! Se miran muy lindos juntos.- le respondió otra.
-Nunca creí ver eso... ¿Fuutarou Uesugi está saliendo con Nino Nakano? ¿La misma Nino Nakano en persona? Que suertudo ese tipo...- mencionó otro chico.
-Lo... lo siento...- le dije a Fuutarou, realmente lo había arruinado...
-No te preocupes... - mencionó mientras soltaba un suspiro.
-Escucha... yo quiero hablar contigo, quiero aclarar unas cosas y todo eso... pero me gustaría que no fuera en un lugar tan... público.- le dije.
-Eh... supongo que está bien. Podríamos ir a dar un paseo a la feria que está en la ciudad. Podríamos ir luego de las tutorías. ¿Qué te parece?- mencionó él.
Yo le hubiera respondido casi que sí al instante, pero lo que quiero es evitar que mis hermanas me vean estar con él, si lo miran de seguro van a querer ir también y no quiero... molestias.
-Pero... no salgamos directo de mi casa para allá, tu ve por tu lado y yo llego.- dije.
-¿Por qué? Eso no tiene sentido, sería más efectivo si salieramos juntos de tu hogar.- me respondió. ¿Este chico no entiende indirectas? Dios...
-No idiota. Quiero ir solo contigo, si las chicas nos ven salir juntos van a querer ir también, como lo que pasó con Raiha en el zoológico.- le respondí. ¿En serio las mejoras de mis calificaciones dependen de este tonto? Estoy frita...
-Ah... claro, si así quieres... no tengo nada que hacer luego de todas formas. Además dicen que lo bueno es en la tarde-noche, así que iremos a lo mejorcito de la feria.- me respondió con una ligera sonrisa.
Diablos... esa maldita sonrisa... me trae loca...
-Por supuesto... Fuu-kun.- le respondí con una sonrisa.
Luego de eso me levanté y comencé a caminar hacia mi salón, puesto que el descanso había acabado, pero un pequeño... "impulso de idiotez" me hizo lanzarle un beso cuando me estaba alejando.
A juzgar por su reacción, obvio que no se lo esperaba. ¿Por qué hice eso? No tengo la más mínima idea... y de nuevo olvidé que estaba en la cafetería... diablos, realmente soy una tonta.
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Narración normal
El día había terminado, así como las tutorías y el examen "sorpresa" que Fuutarou le había preparado a las chicas. Los exámenes finales estaban a la vuelta de la esquina y Fuutarou quería comprobar si ellas estaban listas para eso.
El peliazul juntó todos los exámenes y como si cartas fueran, los sostuvo todos para poder ver las notas al mismo tiempo.
-Bueno... debo decir... que estoy decepcionado de ustedes, así como de mí mismo. Hemos llegado a un punto en el que tengo un gran problema. Esto no puede seguir así, así que yo...- decía el chico, pero fue interrumpido por la cuarta hermana.
-¡No renuncies Uesugi-san! Sé que seguramente soy la peor nota y que parece que no sirvió de nada tu trabajo, pero realmente no quiero que nos dejes. ¡Necesito que sigas aqui para poder mejorar!- gritó la chica.
-Fuu-Fuutaoru... por favor no te apartes de mí. Prometo esforzarme el triple para el siguiente.- mencionó con timidez la pelicastaña.
-Chicas, lo que yo...- intentó decir, pero fue en vano.
-¡No dejaré que te apartes de mí! Eres mi motivo para esforzarme, quiero que me veas crecer y me veas alcanzar mi sueño.- dijo la mayor de las cinco.
-Taro-kun... sé que te fallamos muchas veces. Pero tú lo prometiste, por favor no dejes esa promesa. Tú dijiste que nos ibas a ayudar hasta que nos graduemos.- mencionó Itsuki con tristeza.
-Fuu-kun... yo... sé que soy una tonta, pero prometo hacer lo mejor para poder cambiar eso.- dijo Nino mientras retenía algunas lágrimas traicioneras.
Ante esa escena, el peliazul solo atinó a darse un golpe en el rostro, llamando así la atención de las quintillizas.
-Dios, deberían dejar que la gente termine de hablar. Nunca dije que renunciaría, pero ustedes tontas, asumieron que iba a hacer eso. Ahora si lo estoy considerando.- dijo con la mano en su rostro.
-Oh... ¿y qué ibas a decir?- preguntó Yotsuba.
-Me refiero a que ya no sé qué es lo que no saben... sabía que este momento llegaría, pero no esperaba que tan pronto, ni mucho menos que sucediera justo antes de los exámenes. En fin, pensaré bien qué hacer con eso, por ahora me retiro chicas.- dijo mientras tomaba sus cosas y comenzaba a retirarse. El chico se despidió de las chicas y se dirigió a la salida.
Justo cuando tomó el picaporte de la puerta, pudo sentir algo húmedo y cálido a la vez sobre su mejilla. Al voltear la mirada pudo notar que era Itsuki, quién le habia dado un beso en la mejilla.
Y no paró ahí la cosa, del otro lado de su mejilla sintió lo mismo, solo que al ver a la chica responsable de esto, notó que era Ichika.
-Con cuidado Taro-kun.- mencionó con el rostro sonrojado y con una dulce sonrisa adornando su rostro.
-Avísame cuando llegues, ¿sí?- mencionó Ichika mientras le guiñaba el ojo y sonreía.
Fuutarou pudo sentir unas miradas furiosas detrás de él, 2 miradas para ser exactos. Nino desprendía... casi que la muerte a su alrededor y Miku tenía casi que llamas como aura.
¿Y Yotsuba? Pues... es Yotsuba.
Sin decir nada más, el chico salió disparado del apartamento, tratando de ocultar, inútilmente, su sonrojo extremo.
-Dios, cada vez son más descaradas esas idiotas...- decía mientras corría.
En el apartamento, el ambiente estaba... extraño, Ichika e Itsuki desprendían felicidad por doquier y Nino y Miku eran todo lo contrario.
-¿Desde cuando te volviste tan descarada Itsuki? De Ichika lo esperaría, pero no de ti.- mencionó Nino con seriedad.
-¡Oye! No soy tan descarada... bueno, tal vez sí.- dijo Ichika mientras reía.
Itsuki en respuesta sonrió y luego le respondió:
-Desde que me di cuenta de lo mucho que lo amo.- dijo mientras sonreía y se alejaba para poder estudiar.
-Agh, que descaro.- mencionó Nino mientras tomaba su bolso.
-¿A donde vas Nino?- preguntó Miku.
-A dar una vuelta. Diganle a Itsuki que hoy se tendrá que hacer su cena si quiere comer, por hacerle eso a mi Fuu-kun.- dijo mientras salía del apartamento.
-¿No dijo nada contra mí? ¿En serio? Eso es... raro.- mencionó Ichika.
-Sí... demasiado raro.- dijo Miku mientras entrecerraba los ojos. A ella algo no le cuadraba y estaba dispuesta a averiguar qué demonios tramaba Nino, después de todo, era su hermana y conocía cuando algo estaba fuera de lugar.
Por otro lado, la pelirrosa con adornos de mariposa, caminó de manera veloz hasta llegar a un parque, lugar donde habían acordado juntarse con Fuutarou.
Al llegar, pudo notar que estaba algo vacío, habían algunos niños jugando, pero no tantos porque dentro de poco comenzaría a anochecer.
Sin que se diera cuenta, un chico se acercó a la pelirrosa y le habló.
-Disculpa, te vi muy sola y pensé que sería peligroso dejar que te quedes aquí así. ¿No te apetecería ir...?- ni siquiera terminó, porque Nino le lanzó una mirada mortal.
-¿Alguien extra como tú saliendo conmigo? Ja, te crees tanto y eres solo un patán como todos los demás. Fuera de mi vista.- dijo mientras se daba la vuelta y se cruzaba de brazos.
El chico iba a objetar algo, pero el sonido de una bocina interrumpió lo que ni siquiera había dicho.
-Oye Nino, apúrate o te dejo aquí.-
Ante eso, el chico extra pudo notar cómo las expresiones serias y "mortales" de la pelirrosa desaparecían completamente, dando paso a una hermosa sonrisa y un leve rubor en su rostro.
-¡Voy Fuu-kun!- respondió ella.
-¿Qué diablos...? ¿Qué ha hecho ese chico como para que ella sonría así? Apenas la medio vi y sé que su carácter... debe ser muy complicado. Casi siento lástima por él.- pensó el chico mientras se alejaba del área.
-¿Conocido tuyo?- preguntó el chico.
-Nop, solo otro idiota que quería invitarme a salir. Por cierto, no sabía que manejabas moto. ¿Desde hace cuanto sabes? No lo tomes a mal, te quiero y todo, pero no estoy lista para morir porque un idiota no sabe manejar.- dijo mientras lo miraba fijamente.
-Ya llevo tiempo, hace bastante tuve un trabajo como repartidor, así que tuve que aprender. El viejo me dijo que hoy podía usarla y como no tenía ganas de caminar, aquí estoy.- dijo mientras le entregaba un casco.
-Ya veo...- dijo mientras se colocaba el casco.
La chica se subió y se sujetó bien de la motocicleta.
-Sujétate bien entonces, nos vamos.- dijo mientras encendía la moto y comenzaba a avanzar rápidamente.
El pequeño acelerón causó un pequeño susto en la pelirrosa, la cual instintivamente, abrazó rápidamente al peliazul para no caerse.
-Eres un tonto, casi me da un infarto.- dijo la pelirrosa.
-Juraría que iba a avanzar mucho más rápido, supongo que debe ser por el peso extra.- dijo el peliazul.
-¿Qué? ¿A quién estás llamando pesada idiota?- dijo Nino "enojada".
El peliazul no dijo nada, solo vio de reojo a la chica y luego volteó su vista al camino.
-A veces no te soporto, eres lo peor de lo peor... y a pesar de todo eso... me gustas mucho.- dijo mientras trataba de ocultar su rostro, aunque no tenia mucho donde hacerlo.
-Siempre con tu tan caracterísitca y peculiar actitud. Eso es lo que te hace especial, nunca se sabe qué esperar cuando alguien está contigo.- dijo el chico.
-Yo... lamento ser así.- dijo la chica con algo de tristeza.
-No lo decía en un mal sentido. Estar junto a ti es toda una aventura... y hasta hace poco descubrí que las aventuras no son tan desagradables como creía.- menciono él.
La chica no dijo nada más, solamente se aferró con más fuerza al chico y empezó a disfrutar del viento golpeando su cuerpo y de la vista de un atardecer.
Luego de cierto tiempo, ambos llegaron a la dichosa feria, Fuutarou por su parte estaba nervioso, algo raro en él, pero se debía a ciertas cosas en las que había estado pensando.
Nino por su parte mantenía una fachada de chica seria y enfocada, cuando por dentro era todo lo contrario, estaba nerviosa como el demonio y no sabía cómo abordar el tema de sus hermanas sin causar incomodidad con el chico.
-Mi-mira, vamos ahí. Hay varios premios si logras encestar esos balones, será pan comido.- dijo la chica tratando de romper el hielo.
-Esa es una estafa Nino, es...- no pudo terminar porque sintió cómo la chica lo arrastraba hasta el local que ella había dicho.
Los chicos jugaron (a pesar de que Fuutarou intentó decirle que era una estafa) y como era de esperarse, perdieron.
-Agh, maldita cosa.- dijo Nino mientras le lanzaba el balón al dueño del local.
El pobre chico apenas y pudo recibir la pelota para que no le diera de lleno en el rostro. Dicha acción causó que Fuutarou comenzara a reír levemente debido a la actitud infantil y competitiva que podría llegar a tener Nino.
-Sí tonto, burlate todo lo que quieras...- dijo mientras su mirada se posaba sobre un juego donde había que bailar, al ver eso, una sonrisa siniestra comenzó a formarse en su rostro. -Pero recuerda, quién ríe al último, ríe mejor.-
La sonrisa del chico desapareció al escuchar eso y solo pudo sentir cómo era arrastrado por Nino hacia Dios sabe dónde.
Cuando ella se detuvo, él lo comprendió, lo había llevado a uno de esos juegos de baile que tanto odiaba.
-Sí, él es mi novio y quiere participar, pero es muy tímido como para pedir eso.- le dijo Nino a la encargada mientras reía ligeramente.
-Espera... ¿novio dices? Eso no es- intentó decir, pero Nino lo interrumpió antes de terminar.
-No niegues lo evidente querido, en fin, disfruta de esto.- dijo mientras lo empujaba hacia la "pista".
Eran de esas máquinas que tienen flechas en el suelo donde colocas los pies y si le atinas, puntos. Por lo general no tienen "encargado", pero en esa ocasión, estaban dando premios a los puntajes más altos, así que tenía que estar alguien supervisando.
Volviendo con el chico, al estar en el centro en contra de su propia voluntad, el chico estaba por alejarse y dejar todo ahí, pero su mirada se enfocó en la vista de Nino, la cual era diferente, era una mirada de felicidad.
-Supongo que sería grosero si borro esa felicidad de su rostro...-
La melodía empezó y la mirada de Nino, sumada a la presión social de la gente que pasaba y lo miraba fijamente, hicieron que cediera y comenzara a bailar.
Para sorpresa de Nino, el chico no se movía nada mal. Él colocaba los pies en las flechas correspondientes y comenzaba a ganar puntos.
Estuvo así hasta el final, donde en un descuido, tropezó y se quedó a nada de conseguir el puntaje máximo, por lo que no pudo optar por alguno de los premios.
-Rayos... creí que lo conseguiría.- dijo mientras colocaba su mano en su cabeza.
Nino seguía sin decir nada, estaba asombrada de las capacidades del chico para bailar.
-¿Y a ti qué mosco te picó?- preguntó él al ver que la chica no decía nada.
-Na-nada, vamos, sigamos viendo la feria.- dijo mientras lo arrastraba a otra parte.
El resto de la tarde-noche, pasó así. Los chicos iban de puesto en puesto, probando los diferentes juegos y disfrutando de la compañía del otro.
Eventualemente, el día terminó y era hora de volver a casa. Nino lo había intentado, pero por más que quiso, no encontró oportunidad para hablar con el chico.
Ahora ambos se encontraban subiéndose a la motocicleta, listos para volver a su destino.
-Fuu-kun, antes de que arranques, necesito hablar contigo.- mencionó con seriedad la pelirrosa.
-Es cierto, habíamos salido por eso y hasta ahora quieres hablar, que ironía.- dijo mientras reía.
-Fuutarou. Respondeme esto. ¿Te gusto?- soltó sin rodeos, hasta lo había llamado por su nombre, así de grave era la situación.
-¿Eh? ¿A qué viene eso tan de repente? Ademas... ya dije que- intentó decir, pero fue interrumpido por Nino.
-Ya sé, hasta que arregles tu vida y todo eso. Honestamente eso no me importa, te hice una pregunta y quiero que me contestes, con toda la verdad. Sí o no, no aceptaré un "no lo sé."- dijo
El peliazul le colocó el soporte a la moto y se bajó, puesto que estaba a punto de arrancar.
El chico dió un gran respiro y decidió hablar, ya no huiría más de esos sentimientos.
-Es complicado... pero si tengo que darte una respuesta... es que sí.- mencionó con seriedad.
Ante esto, la chica sintió cómo su corazón se aceleró como auto de fórmula 1. Su rostro se puso rojo como un tomate y su expresión de chica seria se había ido a la mierda.
-¡¿Eh?! ¿Por eso fue que me besaste?- preguntó ella.
-Sí, por eso mismo fue. Pero quiero dejar algo en claro... no te lo había dicho porque me siento muy confundido, sí, me gustas... pero no solo tú. Me siento confundido y no sé bien qué debo hacer. Es por eso que no lo había admitido, aunque fue tonto ocultarlo porque... yo fui el que te besó.- mencionó mientras intentaba evitar ponerse aún más rojo.
-¿Confundido? Ya veo... tienes sentimientos por mis hermanas también, ¿no es así?- mencionó ella, cambiando su tono curioso y nervioso a uno firme y serio.
El peliazul en respuesta solo asintió.
-Ya veo, por eso no habías dicho nada. Está bien, aceptaré eso. Pero no importa lo mucho que te ame, si dañas a mis hermanas por tus inseguridades y falta de capacidad para elegir, entonces te alejaré de sus vidas, para protegerlas. Aunque me duela y me destruya por dentro, debo protegerlas.- mencionó Nino con seriedad, una seriedad mayor a la que tenia antes.
-Es por eso, que quiero hacer bien las cosas. Ustedes son mis amigas y las aprecio a todas, no quiero hacerle daño a ninguna. Por favor Nino, te pido más tiempo para poder pensar bien las cosas.- dijo el chico.
-Està bien... al menos tengo en claro tus sentimientos, y saber que tengo una mínima chance me llena de energías para intentar conquistarte.- dijo mientras le guiñaba el ojo.
-Nino... gracias...- mencionó el chico.
Luego de eso, Fuutarou se subió y arrancó la moto.
La chica abrazó al peliazul para "no caerse", aunque ambos sabían la verdad, solo hacía eso porque quería abrazarlo.
-Fuu-kun... yo... te agradezco todo lo que has hecho por mí. Hiciste lo que papá no, confiaste en mí.- dijo mientras lo seguía abrazando.
-Cuando te conocí, supe que sería complicado llevarme bien contigo, una vez incluso me di por vencido. Pero me demostraste un cambio, algo que realmente me agradó. Ese cambio, impactó en tus hermanas también, yo soy quien debe agradecerte. Gracias por dejarme entrar en sus vidas.- mencionó el chico.
La chica en respuesta se aferró aún más a la espalda del chico.
-Yo... te amo Fuu-kun.-
-En serio, eres increíble Nino.- mencionó mientras sonreía tontamente.
Así pasaron hasta llegar al hogar de la pelirrosa.
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-Bien, aquí nos separamos. Fue... divertido, deberíamos... ya sabes, volver a hacerlo.- mencionó con un leve sonrojo el peliazul.
-Sí, sin duda la pasé bien junto a ti mi Fuu-kun.- mencionó ella con una sonrisa.
Acto seguido ella se acercó y abrazó al peliazul mientras lo miraba fijamente.
-Nino...-
-Cállate y bésame.- mencionó mientras cortaba la distancia que quedaba entre ambos.
Fue uno bastante dulce, esta vez llevaba consigo los sentimientos de ambos, por lo que fue algo que nunca olvidarán.
Así pasaron hasta que eventualmente, sus cuerpos los obligaron a tomar aire nuevamente.
Al separarse, el peliazul pudo ver que el rostro de Nino tenía unas lágrimas. Él, con suavidad, pasó su dedo por el rostro de la chica, eliminando así dichas lágrimas.
-Fuu-kun, yo te amo. Estoy locamente enamorada de ti. No sabes lo feliz que me hacen este tipo de momentos contigo.-
El peliazul sonrió en respuesta, le dió un último abrazo y se alejó para poder marcharse.
-Creo... que venir ya me está empezando a gustar.- dijo el chico para sí mismo.
Ya estando en su moto, alzó la mano para despedirse de la chica y cuando vio que ella había entrado, arrancó para poder ir a su casa.
Nino por su parte entró en el mayor silencio posible, solo la luz de su "sala" estaba encendida, por lo que asumió que todas estaban dormidas.
-Así que besandote con Fuutarou. Cuéntame Nino, ¿qué fue lo que hicieron hoy que "quieren volver a hacer?"- dijo una voz detrás de la chica. ¿Cómo estaba ahí? No tenía idea.
-Bueno, al menos pude besarlo antes de morir.- pensó la pelirrosa.
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El corazón de la Reina es el centro de Casiopea. De la misma manera, Nino es el hilo que mantuvo unidas a sus hermanas en los momentos más difíciles .
Esa noche, la tercera estrella titilaba tan rápido, que parecía el latido de un corazón.
Un corazón que necesita amor.
Tercera estrella: La más frágil, la estrella que veló por sus hermanas, Schedar.
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Próximo capítulo: Tercera estrella, Schedar.
Me siento sumamente feliz, estamos muy cerca de llegar a la mitad de este fic y realmente estoy emocionado por lo que viene después.
El siguiente capítulo marca el final del arco de Nino, dando paso a la sobrevalorada por unos, amada por otros, a Miku Nakano.
Estoy muy contento con lo que he logrado con este fic, me gusta mucho cómo lo llevo.
En fin, comenten qué les pareció. Cualquier crítica es bienvenida siempre y cuando sea con respeto.
Por ahora eso es todo.
Fin de la transmisión.
-Writer_Bryan
(Que buena está la condenada.)
(POV: Conseguiste el final bueno.)
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