Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Tensiones aliviadas

Falco continuó lavando el cuerpo de su esposo y compañero, esta vez desplazando sus manos por la estrecha cintura y sobre su abdomen donde se detuvo unos segundos. Bastian se dio cuenta que los ojos de él se habían quedado mirando fijamente a este punto.

-¿Quieres tener cachorros?- le preguntó él casualmente.

Él negó con la cabeza. 

-No-

Bastian sonrió tranquilamente sin que sus palabras le dolieran. Para ser sincero, sabía de la carga de trabajo que tenía por ser beta, y más ahora que tenía que estar velando con muchas más cosas como el hecho de acaban de reunificar las dos manadas y los cambios que vendrían con la nueva reina. Pero, no se le había pasado por alto las veces que lo había visto mirando a otras parejas con sus crías envueltas en sus brazos y las pequeñas caritas inocentes.

-Disculpa que por ser macho no pueda darte cachorros- pasó sus dedos por la mejilla masculina para dejar un beso en la otra, aunque su tono salió apagado.

-No tienes que disculparte. Eres mi compañero y estamos bien los dos juntos- el calló toda protesta atacando otra vez sus labios.

El beta le prestó especial atención a la boca de su lobo mientras sus manos seguían limpiando su cuerpo, esta vez desplazándose hasta la cadera donde la espuma se deshizo al contacto con el agua.

Aun así, no se fijaron en ese detalle. Bastian había rodeado su cuello y lo atraían con pasión devolviéndole el beso sabiendo que eso le encantaba. Los dedos del lobo se apretaron contra sus nalgas pegándolo a su erección que quedó atrapado entre el cuerpo de ambos y aunque no gimió, frunció el ceño. Sintió como el cuerpo de su lobo se movía ligeramente aumentando la fricción con su propia erección. 

¿En qué momento los papeles se habían invertido?

-Déjame enjuagarte y vamos a la cama, será más cómodo- Falco le dijo contra sus labios y él negó con la cabeza. 

El beta suspiro. El cabello de él le hizo cosquillas junto a la espuma que ya se había pegado a su cuerpo. Sintió la mano de Bastian abandonar su cuello para bajarla por el pecho acariciando sus pectorales hasta llegar a su vientre definido y más allá, directo a las dos erecciones que se rozaban entre ellas.

No lo detuvo. Tenía que reconocer que también necesitaba esa relajación de la que había hablado.

Los delgados dedos se enrollaron en los sexos duros con una caricia y comenzaron un vaivén suave pero apretado. Falco gimió dejando caer su cabeza sobre el pequeño hombro. Ya recordaría no saltarse tantos días la próxima vez.

Los movimientos se hicieron más intensos y precisos hasta que sintió que su erección era rodeada por cálidas, estrechas y húmedas paredes y tuvo que morder la piel de su esposo para no acabar en el momento, lo había tomado desprevenido.

Agarró fuertemente las caderas de Bastian y las sostuvo en su lugar. Estaba muy apretado y él no lo había preparado apropiadamente como normalmente se dedicaba a hacerlo y con lo pequeño que era Bastian en comparación con su cuerpo estaba seguro que debía dolerle.

-¿Qué ocurre?- la voz del más joven salió temblorosa afirmando sus sospechas.

Falco resopló, siempre lo sorprendía, no importaba lo que hiciera.

-No te muevas- le ordenó soltando la cadera derecha y acariciando su espalda mientras bajaba la cabeza y saboreaba uno de sus pezones casi sin rastro de espuma. 

Bastian detuvo los ligeros temblores de sus muslos y la mueca de su rostro se fue difuminando cuando los dedos del lobo, después de acariciar sus pechos se enrollarlo alrededor de su erección. Al sentirlo jadear lo alzó un poco dejando salir su erección y la reemplazó con sus dedos abriéndolos en tijeras y estirando las paredes internas.

Falco estuvo pendiente a todas las reacciones de su lobo, y al ver sus mejillas sonrojadas y los gemidos suaves salir de su boca, lo levantó nuevamente y lo dejó caer suavemente sobre su cadera hasta que su erección estuvo completamente en su interior.

Al estar convencido que el dolor había desaparecido comenzó a moverse firmemente de la forma que sabía que les haría alcanzar el orgasmo rápidamente.

-No lo vuelva a hacer- le gruñó contra el oído- No te vuelva a hacer daño cuando estés conmigo-

No recibió respuesta. Bastian solo se abrazó enterrando su rostro en el hueco del hombro y se dejó llevar por las múltiples y deliciosas sensaciones. El agua salía de la bañera formando un desastre en el baño, algo de lo que no se preocuparon en lo absoluto. Los gemidos vibraban contra las paredes haciendo el ambiente más excitante.

El cuerpo del beta se tensó avisando su llegada al orgasmo y su esposo lo sintió aumentando la velocidad de sus movimientos y haciéndolo quedar sin aire cuando cada fibra de su cuerpo se puso rígida para después caer exhausto sobre el cuerpo masculino. Bastian intentaba regular su respiración, aunque lo creía imposible. En su oído podía sentir los latidos desenfrenados de Falco así como las palpitaciones de su miembro aún dentro de él y se dio cuenta que él aún no había llegado al orgasmo.

Se incorporó como pudo y le sonrió. Estaba satisfecho, pero no estaría feliz si él no lo estaba.

-Vamos a la cama- y rodeó la cintura con sus piernas mientras era alzado por su fuerte beta.

***

Bastian enterraba su rostro en la almohada sintiéndose cansado. Quería dormir un poco más pero el lado de su esposo estaba frío y eso le hizo abrir los ojos para soltar un suspiro. Ya se había ido de nuevo.

Se sentó con las piernas cruzadas y se puso a acicalarse un poco el cabello, no sabía cuántas horas había dormido, esperaba que unas cuantas.

En eso la puerta se abrió y Falco entró casi agitado y con un atisbo de emoción en sus ojos. Bastian no necesitó que se lo dijera. Se levantó rápidamente y cubriéndose con una camisa de él salió corriendo por el pasillo. Su alfa y su prometido habían vuelto.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro