Cuando pensaron que estar juntos sería la experiencia más gratificante de sus vidas habían estado muy equivocados. Lo habían pasado bien, habían vivido todas las pijamadas que se debían y podían asegurar que se conocían el doble de lo que se conocían antes. Pero no todo podía ser así de divertido, el estrés que iban acumulando unos más que otros se contagiaba a toda la casa. Por eso, quizás, un par de tragos les vendrían bien para cambiar un poco de humor.

Usaban una aplicación del teléfono mientras bebían sentados sobre la alfombra de la habitación principal. —Reto— respondía Jungkook.

Bora eligió el botón de los retos y apareció uno al azar. —Ah~ es injusto— protestó de inmediato y luego lo leyó para todos, —Llama a tu ex y pídele que vuelvan. Jungkook ni siquiera tiene exes.

—Soltero pero nunca solo— elevó las cejas con astucia. —Bueno, mi turno— dijo recibiendo el teléfono. —Yujun, ¿Verdad o reto?

—Ah~ mmm ... ¡Reto! — el chico hizo lo mismo con la aplicación dejando a la vista un nuevo reto.

—Participante bebe dos shots— todos vociferaron y alentaron cuando se acababa el vasito.

—Bien. Bora ¿Verdad o reto? — ahora Yujun hablaba.

—Verdad.

Yujun hizo una pausa antes de decir la pregunta. —Bora, si tuvieras la oportunidad de volver con un ex, ¿lo harías?

—Uuh~ — reaccionó ella mirando de inmediato al mayor. —Con Yoongi lo pasamos bien. Yo creo que no hay un mejor ex que él, así que sí. Ni siquiera lo pensaría. Así que salud por eso— alzó su vaso y todos le siguieron el juego bebiendo el sexto shot de tequila para la mayoría. —Mi turno. Mmm Jimin. ¿Verdad o reto?

—Mmm r~... Verdad para mi.

—Oh ho~ esta está fuerte— reaccionó Bora al leerlo para ella, —Jimin, no puedes no responder ¿okey? — lo vio a los ojos intimidándolo un poco, — Jimin ¿Cuando fue la ultima vez que te masturbaste?

—AHHH~ — gritó de inmediato lleno de vergüenza. Los otros reían pero esperaban la respuesta. —Ah~~

—Dilo. Aquí nadie te va a juzgar. Seguro que Kook lo hizo hace unos minutos en el baño.

—HYUNG~ — le reclamó Jungkook a su hermano haciéndolos reír a todos.

—Bien... eh~ hace tres días.

—Si pregunto en que pensabas...

—JUNGKOOK~ esa no era la pregunta, niño imprudente — lo regañó Yujun.

—¿Niño? Tu eres la menor aqui...

—Bueno bueno bueno ¿Salud? — dijo Bora para quitarle el estrés de su confesión al chico rubio.

—¡Salud~! — y respondieron los demás al unísono. —Jimin, te toca. Última ronda.

—Yoongi. ¿Verdad o reto?

—Bueno. A dormir todos— sin embargo evadió el mayor, siendo capturado por su hermano.

—NO~ — gritaron algunos.

—Todos participaron en la ultima ronda, es tu turno, no seas tramposo— Jungkook apelaba.

—Bien, rápido. Reto.

—Oh~ — el rostro de Jimin decía todo, —Yoongi, besa a tu ex.

—¡¿Ah?! ¡¿Y este juego como sabe que está mi ex aquí?!

—Ya, Yoongi, complementemos mi respuesta anterior. Creo que el juego nos quiere decir algo— decía ella de forma chistosa subiendo sus mangas.

—NO~ — protestaba pero aun así avanzaba hacia la colorina.

—Que rápido tomas confianza, ex— dijo cuando el otro la tomó de la cintura y la acercó a él.

—Tú sabes que solo quiero ir a dormir ¿no? Ex.

—Lo sé— rio ella, siéndole más fácil juntar sus bocas cuando sus comisuras permanecían levemente abiertas. Se besaron ahí, al centro del círculo, en un beso que fue más apasionado de lo que todos esperaban. Los chasquidos de sus labios sonaban haciendo que Yujun solo quisiera escapar de ahí. Mas miraba sus manos, abatida. Y Jungkook entendía perfectamente todo lo que pasaba, así que haciendo lo que sabía, aclaró su garganta y dijo con gracia.

—Chicos, es mejor que los dejemos solos— tomó la mano de Yujun quien la recibió con fuerza. —¡Buenas noches! — y gritó cerrando la puerta a sus espaldas.

Yoongi se separó de inmediato rascándose la cabeza nervioso. —Esto es raro.

—¿Besarnos?

—S-sí...

—Podríamos hacer otra cosa si quieres— dijo acercándose a él pero Yoongi haciéndose a un lado.

—No~ me iré a dar una ducha— dijo acabando con todo el juego.

Por otro lado, Jungkook no soltó la mano de la menor hasta que entraron a la habitación.

—Hablaré con él.

—¿Sobre qué? Él sabe lo que hace Jungkook, ya deja de ser tú quien siempre termine disculpándose— su corazón volvía a estar roto después de tanto tiempo, —a Yoongi no le importo, y aunque me diga lo contrario sus acciones son obvias.

—Lo siento, Yu— decía abrazándola. —Me encantaría hacer más por ti pero solo puedo consolarte.

—Tus abrazos son mucho más importantes, Kook, mañana estaré como si nada hubiera pasado— decía mientras sonreía entre lágrimas.

—Te haré un té, ¿Quieres? — ella asintió con la cabeza acompañándolo luego en la cocina cuando su rostro estuvo sin rastros de su angustia. Ahí también se encontraba Jimin, revolviendo algo que no vio hasta que estuvo cerca.

—Esta es una pasta de pollo con mayonesa y pimentón que siempre hacía mi abuela— dijo el pelirrubio quien poco hablaba pero sus ojos y oídos eran más que valiosos. Se detuvo un momento y la miró directo a los ojos. —No sé lo que haya pasado y tampoco quiero involucrarme, pero sé que estás triste y me gustaría hacerte sentir mejor.

—...nos— corrigió Jungkook.

Y se quedaron ahí por un rato, dejando pasar una hora más antes de irse a dormir. Fue ya a las 4 de la mañana cuando Bora salió sigilosa como ya se le estaba haciendo rutina, siendo recogida por el guardaespaldas de Seokjin. Se puso la capucha de su sudadera y con los brazos cruzados se durmió hasta llegar al hospital.

—Señorita, despierte.

—¿Oh? S-si...

Dijo yéndose hacia la entrada principal donde saco un cubre bocas y se dirigió a la habitación de su madre. Seokjin estaba ahí, de pie con una tabla con los informes.

—Hola— dijo ella. Este respondió pero Bora habló de inmediato. —¿Cómo sigue mi madre? Mami, ya llegué— y habló a ella que había abierto levemente los ojos apenas la escuchó.

—Está más estable— habló sin dejar de ver sus fichas, dejando pasar varios minutos antes de volver a hablar. —¿No dormiste? — le comentó al notar sus ojeras cuando ella se paró para buscar un vaso con agua.

Bora simplemente le dio una mirada hastiada. La resaca no le estaba dando tregua.

—No estás enferma ¿No?

—Deberías saberlo si fuera así— dijo mientras acomodaba la ropa de la camilla. —Parece que no has hecho tu trabajo, Seokjin. ¿Cuántas sesiones llevamos? ¿Tres? ¿Cuatro?

—Si fuera tan fácil ya habría por lo menos tres opciones de cura ¿No crees? Esto va a tardar y necesito de tu paciencia...

—No sé si mi infinita paciencia dure tanto como la vida de mi madre. Así que si no haces funcionar ese cerebrito que tienes, no voy a tardar en mandar todo al carajo. ¿Okey?

—Si quieres te vas al carajo ahora ¿Qué te parece?

Ella refunfuñó. —Eres el mayor idiota que he conocido— se miraban fijo, sin darse chance. Se hubieran matado con la mirada si no hubiera sido por el guardaespaldas Kim que los interrumpió.

—Joven Kim— dijo simplemente haciendo que el otro saliera de inmediato. Y también fue Bora que lo siguió, ambos mirándola con hostilidad.

—¿Qué? — dijo al sentirse observaba. —Voy al baño.

Esperaron que ella desapareciera para luego hablar. —Vine a buscarlo.

—Ya te dije que no iré— su semblante era oscuro, y enojado.

—No es su decisión joven Kim, su padre lo quiere ahí, a su lado.

—Mi padre solo quiere pantalla, Namjoon, y no le voy a dar el gusto de usar a mi madre en sus campañas de aprobación— decía mientras apretaba sus puños con fuerza.

—Su padre hará la ceremonia que toda difunta merece.

—Mi padre la única vez que le ha importado mi madre ha sido cuando ha dejado de respirar, así que no hables de cosas que no sabes, Namjoon— se aguantó las ganas de gritar aunque su rostro se puso muy colorado.

Pero Namjoon temía por él, así que no dudó en seguir insistiéndole. —Jin, no quiero que su padre...

—Aceptaré las consecuencias...

—Señor...

—Ya dije— y respondió yéndose en dirección opuesta a todos, llegando Bora en el momento, notándolo de espaldas a mitad del pasillo y a Namjoon aun fuera de la habitación.

—¿Pasó algo? — habló ella desentendida.

—No. Nada. Adelante— y le dio el paso para que ingresara al mismo momento que él se retiró. Sin embargo lo primero que hizo Bora fue tomar su teléfono y buscar sobre la madre de Seokjin.

"Esposa de ministro fallece hace algunas horas debido al virus. Al anochecer comenzarán las ceremonias fúnebres lideradas por el estimado doctor y ministro de nuestra Nación."

La mano de Bora cubría su boca mientras leía. Osea que su madre acababa de morir y aun así la había recibido como si nada. ¿Cómo podía bloquear tanto sus sentimientos que hasta tenía ánimos de pelear con ella? "Su madre había muerto". Se repetía esperando que apareciera en la habitación para darle las condolencias, sin embargo, el único que volvió fue Namjoon, encontrándola con la mitad del cuerpo en la silla y la otra mitad dormida sobre la cama.

—Señorita Bora, ya debe irse.

Ella lo miró aun esperando que Seokjin se asomase. Se despidió de su madre dándole un beso en la frente y salió de la habitación.
—¿Seokjin no vendrá?

—Me temo que no, Bora—. Que dijera su nombre con un inestable tono de voz le hizo entender que algo sucedía.

—¿Puedes llevarme con él? Necesito decirle algo.

—Eso es imposible. Lo verá cuando sea la próxima visita— Bora se quedó en silencio y se vio caminando al auto. Allí adentro mientras partía, volvió a hablar. —Los escuché hablar, sobre la ceremonia de su madre. Ya veo que al final si fue.

Namjoon la miró por el retrovisor. —No fue.

—¿Entonces? ¿Donde está ahora?

—Con su padre... Así que es mejor que nos vayamos, Seokjin no vendrá.

Se fueron callados durante todo el camino pero con esa intención de querer decirse algo pero arriesgando mucho al hacerlo. Aun así nadie dijo nada y Bora comenzó a sobre pensar mil y una opciones que mantendrían al chico más tiempo en su cabeza de lo que hubiera imaginado.