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3. El aeropuerto Heathrow.


Nos dirigimos al aeropuerto Heathrow que quedaba en el distrito Hillingdon. Al llegar pude apreciar que el lugar estaba lleno de gente de todos lados, todos iban de aquí a allá. Se veía que tenían mucha prisa; bueno así son los aeropuertos ¿no?

Hacía mucho tiempo que no pisaba este aeropuerto, la última vez había sido hace 3 años cuando de regalo de cumpleaños mis tías me llevaron a conocer Brighton, ese había sido un recuerdo muy bonito, al igual que mis noches y paseos en auto por Cadin, eran de mis mejores recuerdos, aún guardaba todo en mi mente como si hubiera sido ayer; pero a la vez me alegraba poder regresar a mi cuidad, extrañaba mucho a Rue mi hermana menor y aunque la veía de vez en cuando por video llamadas no era lo mismo.

La partida de mi papá nos afecto mucho, creo que más a mí que a Rue, quizá era egoísta tener ese pensamiento, pero siempre había sido más apegada a papá y la idea de que me haya traicionado hasta el punto de volverme en contra de mamá era algo que siempre me lamentaría toda la vida. La diferencia era que Rue siempre había apoyado a mamá, ella tan solo tenía 11 años cuando paso todo y aún así había sido más inteligente que yo, hay quienes tienen mas capacidad para madurar ante las circunstancias.

— ¿Qué acaso no piensas bajar?—había dicho la voz de tía Martha, sacudí mi cabeza un par de veces para alejar mis pensamientos.

Una vez fuera, mi tía me ayudo con las maletas, podía notar el peso de estas a cada paso. No sé cómo diablos hacer cuando llegue a Nueva Jersey, al parecer la tía Martha leyó mi pensamiento.

—Si no llevaras tantos libros quizás no....

—Ya te dije que esos libros son preciados para mí y van a donde sea que yo vaya.

—Yo solo decía—responde encogiendo un hombro, pero ella sabía que no cambiaria de idea.

La verdad la literatura me había empezado a interesar desde hace mucho; de hecho había pensado en un principio estudiar filología inglesa aquí; pero luego me di cuenta que la psicología me iría mejor, y aún así los libros eran mi mejor pasatiempo, sobre todos los libros de drama y romance. A mi tía le parecían todas historias ridículas ya que decía que todo era falso así que se mofaba de mi cuando me alegraba o frustraba con los libros, pero a donde sea que fuera siempre venían conmigo.

Nos sentamos en una mesa de unas de las cafeterías del lugar, pasamos un rato ahí mientras ojeaba un artículo que hablaba de la mente humana, era fascinante lo que decía:

No hay fuerza más poderosa que la mente humana.
Quien domina la mente lo domina todo.

Eso era cierto, la mente humana era tan fascinante y compleja que muchos aún no lograban entenderla, por ello me atreví a estudiar psicología para estudiar la mente, poder analizar un poco más a las personas y entender su reacción ante una situación y de cierta forma también lo hacía para entenderme más a mis misma.

Luego de un rato ya no pude concentrarme más en mi artículo ya que unos niños vestidos de Harry Potter no paraban de jugar frente a mi.

Cuanto nos gustaba a mí y a papá.

La vida siempre se empecina en recordarme las cosas que siempre quiero olvidar.

— ¿Todo bien? —pregunta mi tía, frunciendo el ceño y sacándome de mis pensamientos

—Sí.

Pasamos un buen rato y cada vez se acercaba más la hora de partir. Empezamos a escuchar los parlantes que llamaban a los pasajeros para que se acercaran a la zona de su vuelo. La tía Martha y yo nos levantamos y me acompaño con mis maletas hasta la terminal. El nerviosismo comenzaba a apoderarse de mí, pero era algo normal ¿No? Se supone que me estaba despidiendo de ni vida aquí para empezar otra.
Muchos pasajeros iban de aquí allá con prisa apretujándose entre la gente. Pude divisar la zona de mi vuelo y nos acercamos hasta ella.

—Llego el momento—anunció, dejando escapar una lágrima.

La verdad no me sorprendió, sé que me quería mucho, aunque era poco inusual verla llorar, solo lo hacía cuando algo realmente le importaba mucho. Le di un fuerte abrazo y le dije que cuidara de la tía Courthney y entonces ella me dijo:

—Cuida de ti Kaelie, eres fuerte yo se que puedes, eres una chica muy fuerte; y en el fondo se lo que había querido decir con sus palabras.

Tome mis maletas y seguí mi camino, me abrí paso entre la gente, no sin antes echarle un último vistazo a Inglaterra, despidiéndome del que había sido mi hogar y cerrando un capitulo en mi vida.

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