
17. Deseo parte 2.
En medio de la oscuridad que reinaba en el cuarto, lo ví gracias a los reflejos de las luces de colores que se proyectaban por la ventana. Estaba allí, sentado sobre un escritorio de madera oscura. Llevaba pantalones de mezclilla oscuros y, a pesar de la frialdad del aire, una camiseta de manga corta.
Él me observa vacilante, luego dirijie su mirada a mis pechos y siento el calor que enciende mis mejillas. Ahora que lo pienso, debo de verme ridícula tan solo en falda y sujetador. El aire acondicionado de la habitación golpea mi rostro refrescándolo, y huelo colonia y a pinos, huele a él.
—¿Qué haces aquí Liam?— mi voz suena como un débil chillido, culpa del alcohol.
—Vaya, a alguien ya no le da miedo mostrar sus tatuajes, ¿O sólo eres así en estado de ebriedad?— Sus ojos se posan sobre mí, la pregunta es clara y su expresión me reclama a gritos el ¿Qué hago aqui?
—No debe de importarte lo que haga o deje de hacer— le aseguro, cansada de sus juegos y misterios, y me doy la vuelta frustrada.
—El alcohol te hace decir lo que no dices estando sobria.
Ignoro su comentario y me siento sobre una silla al otro lado de la habitación. La música cambia otra vez y escucho Storm de Ruelle en los altavoces.
—Dime ¿A qué viniste Liam?
—Vine por tí— tan pronto las palabras salen de su boca me asombran y me descomponen.
—¿Por qué debería creerte?— me acerco lentamente a él, hasta que me veo forzada a levantar la cara para mirarlo a los ojos.
—Yo no te miento Kaelie, nunca lo he hecho, que tú me juzgues o condenes sin previo aviso son tus malditos problemas— gruñe exasperado, pero me pierdo en el movimiento de sus labios rojos y carnosos. Mi mente empieza a imaginarlo inclinándose sobre mí para besarme y el pulso se me acelera.
«Joder. ¿Por qué estoy pensando en él de esta manera cuando debería estar furiosa?»
No voy a volver a beber jamás.
No sé si es el alochol que me hace estar así, pero de pronto siento un dolor punzante en mi vientre, sacudo mi cabeza y me acerco por mi sweater, pero me lo niega y lo aparta antes que puedo tomarlo.
Liam se lame los labios, observándome con detalle. Sus ojos bajan a mis labios y puedo ver el deseo en ellos y me frustra que no me tome enserio. ¿Qué le pasa?
—¡Eso es mío!— protesto por mi sweater, y se echa a reír.
Suspira una vez más y vuelca los ojos cambiando totalmente de tema.
—¿Cuándo admitiras por una vez en tu vida lo que sientes?— toma mis brazos entre los suyos y me aparta ligeramente.
—¿Y qué debo admitir según tú?
Cuando está frente a mí, tengo que levantar mi cara para mirarlo, mi corazón se desata en mi pecho y siento que me descontrolo. Dios mío. Nunca he sentido nada así.
Él me da la espalda para irse después de sonreírme y yo camino hacia él con rapidez, lo tomo del brazo, le doy la vuelta y lo agarro del cuello de su camisa.
—¿Admitir qué?— repito la pregunta, liberándome de sus brazos, podía sentir la tensión en el aire, era inevitable.
Él ríe un poco y su mano toma mi mentón con fiereza.
—¿Qué es lo que quieres Kaelie?—sus ojos inquisidores se clavan en mí y él acerca todavía más su boca a la mía.
Sentí una presión en el pecho en ese instante, mi respiración entrecortada al igual que la de él, su cara queda a centímetros de la mía y me atrevo a decir en voz alta lo que pienso y deseo.
—Sabes que es lo que quiero— empecé a hablar incapaz de desviar mis ojos de los suyos tan penetrantes, él se removió inquieto en su asiento y alzó las cejas en un gesto de confusión, sentí como los vellos de mi piel se erizaban, y acorte un poco la pequeña brecha que nos separaba, entonces, el recorrido de sus labios se detiene frente a mi boca y siento como mi vientre se deshace.
—Deseo besarte— susurro muy cerca de su boca y lo veo tensarse, y sin más preámbulos uno mis labios a los suyos en un beso.
Siento como el suspira atónito sobre mis labios pero corresponde el beso inmediatamente con hambre voraz, y percibo en el un leve toque a cerezas. El lame mis labios para poder introducir su lengua en mi boca y gimo despacio cuando reacciono y el suelta un gruñido de satisfacción cuando separo mis labios abriendo paso a su lengua en mi boca. Nuestros labios se rozan mojados de manera apasionada, y un pequeño gemido escapa de mi. Mi hormonas se alocan y mis sentidos se agudizan al besarlo y probar su exquisita boca que me embriaga en deseo y calor. Sus labios saben mejor de lo que había imaginado.
Llevo mis manos a su nuca y lo atraigo hacia mi profundizando el beso, disfrutando cada maldito segundo que me da. Todo mi cuerpo se calienta cuando su lengua cálida lame la mía y mi cuerpo arde.
Mi respiración esta tan agitada que casi no puedo respirar.
Joder No me muevo. ¡No puedo ni respirar!
Estoy tan caliente como el infierno.
Su boca, Dios besaba como un maldito experto. Me separo jadeante y entonces me suelta el pelo. Cuando lo miro a los ojos, veo que están más oscuros, aunque ahora parecen más cálidos, y sus labios gruesos estan rojos e hinchados por mis besos, lo observo un segundo para entender que carajos he echo, pero solo me encuentro con sus fríos ojos negros que ahora irradian deseo y pasión.
—Kaelie— exhala frenético.
Toma mi rostro entre sus manos y sin dejar de mirarme, saca su húmeda lengua, la pasa por mi labio inferior, y luego por el superior y, finalmente, me da un leve y dulce mordisco que me pone a suspirar. Veo como sus pupilas se dilatan y quiero más.
Enredo mis dedos en su cabello y lo atraigo hacia mi para aumentar la intensidad dejándome llevar por mi deseos. Su boca no suelta mis labios y lo miro fijamente para que sepa todo lo que me causa. Sus manos acarician la piel desnuda de mi abdomen y basta tan solo un leve toque para enceder la humedad que ya había entre mis piernas. Si mi sueño fue asombroso... esto es mil veces mejor.
Liam tira de mis caderas hacia el, y mi cuerpo tiembla ante la cercanía de su cuerpo. Siento cómo sus manos me aprietan el trasero y deseo gritar, y gemir. Su proximidad es irresistible y el nuevo asalto a mi boca es arrebatador. El ardor y el calor que desprende mi cuerpo es inevitable.
Mis pezones están duros y cierro los ojos dejándome llevar por el éxtasis que me causa, mete su lengua en el interior de mi boca, y con delicadeza empieza a moverla hasta hacerme perder el sentido y toma mi rostro profundizando el beso.
Su mano libre toca mi piel, mi vientre y me hacen estremecer de placer. Gruño y clavo mis uñas en su espalda para sostenerme; y levanto mi pelvis para frotarla contra su dura erección y disfrutar de la fricción y el calor. El se inclina un poco, y un jadeo escapa de mis labios cuando mete su cara en mi cuello, y siento como su respiración caliente acaricia mi cuello, despertando mis hormonas e, instintivamente, me acerco a él.
—Liam, ¿qué estás...?— Me falla la voz, me desarmo ante su cercanía.
Me succiona los labios con deleite y yo le respondo poniéndome de puntillas. Sus movimientos me enloquecen y los lenguetazos que me da me llevan a un espiral de placer que no puedo describir. Reparte besos mojados a lo largo de mi piel, hasta que llega al lóbulo de mi oreja y lo chupa ligeramente. Cierro los ojos por impulso y gimo otra vez sin poder aguantar, y creo que eso lo hace enloquecer a él también porque aumenta su destreza.
Dios
Acelerada y agitada tomo el control y hundo mi cara en el hueco de su cuello y comienzo a chupar y a dejar marcas en él. Rio complacida al escuchar sus jadeos que me dan paso abrir mis dientes sobre su clavícula. Pego mis manos a su pecho y dejo que desciendan por su torso. Le arde la piel y su pecho sube y baja violentamente a causa de su agitada respiración.
Está tan deseoso y exitado que me garra con fuerza por las nalgas y me hace girar, pegándome contra la pared.
—Por Dios Kaelie, no se como es que nunca usas faldas— susurra, paseando su boca por mi oreja y siento escalofríos en todo mi cuerpo. Roza su erección en mi trasero y apoyo mi mejilla contra la fría pared. Siento que voy a estallar.
La canción sigue sonando y la nota llega hasta su punto más alto y me dejo llevar por la música y el deseo.
—Me gusta esta canción— murmura él suspirando, y lamiendo la piel de mi hombro.
You're taking my heart, by storm/ Me estás tomando el corazón, por la tormenta.
I'm lost in your love, lost in your love/ Estoy perdido en tu amor, perdido en tu amor.
I can't hold back anymore/ No puedo contenerte más.
I'm lost in your love, lost in your love/ Estoy perdido en tu amor, perdido en tu amor
You're taking my heart/ Estas tomando mi corazon.
Me dejó llevar por la letra de la canción y suspiro.
Y entonces lo supe, lo saba desde el primer momento en que lo ví, que ya nada sería igual y no podíra parar esto.
¿Lo habia evitado? Si
Sin embargo no podía luchar más contra la llamarada que se enciende cada que estamos juntos. Porque el era mi tormento, esa sensación con la que no se puede luchar y que arrastraba todo a su paso como un incendio forestal, pero jamás le confesaría eso.
Cierro los ojos y suspiro, estoy demasiado extasiada. Sus manos me acarician mi vientre y me tenso por completo. La música, su boca y sus manos me están llevando al éxtasis completo. El me atrae y es algo que no puedo combatir mi evitar.
—¿Lo notas? ¿Lo sientes?— pregunta, y trato de girarme para ver su rostro, pero me bloquea colocando una mano sobre mi nuca. El gesto es brusco, poseso y me detiene.
Su mano no deja de rozar y jugar sobre la piel de mis caderas. De pronto siento como sumerje su cara entre mi pelo, me tenso por completo y aguanto las cosquillas cuando siento su respiración sobre mi nuca.
—Vainilla y almendras— oigo como suspira sobre mi piel y deposita un casto beso en mi nuca.
Al principio no entiendo, pero a medida que su rostro recorre mi cabello y luego mi cuello, entiendo que se refiere a mi olor.
Mi pecho sube y baja, y Liam me atrae más hacia el.
You're taking my heart, by storm/ Me estás tomando el corazón, por la tormenta
I'm lost in your love, lost in your love/ Estoy perdido en tu amor, perdido en tu amor
You're taking my heart, by storm/ Me estás tomando el corazón, por la tormenta.
—Liam— jadeo lujuriosa y tremendamente exitada. El posa sus dedos en mi vientre y me estremezco al sentir el frío metal de sus anillos ahí, traza círculos estimulantes en la zona, y a medida que su mano va descendiendo la humedad de mis paredes crece, llega hasta el interior de mis bragas, las masajea suavemente y se detiene ahí.
—¿Quieres que pare?— se aparta y expreso un quejido ante la falta de contacto, pero antes de que me dé tiempo a protestar su lengua arremete sobre mi cuello dejando marcas ahí.
—No quiero que detengas nunca—susurro, volteandome y llevo mis dientes a sus labios para lamerlos y chuparlos.
El sonríe seductor sobre mis labios mientras sus manos acarician mi cintura y llegan a las copas de mi sujetador. Cuela su mano por debajo de estas y acaricia mis pezones. Gimo cuando el los aprieta y empieza a estimularlos para luego darme placer.
Sus labios no se separan en ningún momento de los míos, sus dos manos juegan con mi pechos debajo del sujetador y me retuerzo del placer al sentir su tacto.
—Mmm— jadeo despacio y aumenta la velocidad de su juego.
—Eres exquisita Kaelie—me acerca más a el con un gesto posesivo; su lengua pasa infinidaddes de veces por la parte inferior de mis pechos, mientras yo le revuelvo el pelo y lo aprieto contra mí. Una sonrisa pícara se instala en su rostro y basta para que me lleve al cielo y me caliente una vez más.
Tomo su rostro en mis manos y poso mi frente sobre la suya permitiéndome recuperar el aliento, y asimilando si esto es verdad.
Mi mejor amigo de la infacia, que ya no es mi mejor amigo, y que no se sí me odia o no, me estaba besando y toqueteando mis pechos.
¿Ilógico? ¿Loco?
Tal vez, pero no voy a negar que me gusta.
Vuelve a pegar rápidamente la boca contra la mía e introduce su cálida y deliciosa lengua en ella; me estrella contra la pared desesperado, buscando más contacto, más fricción, su dura erección choca en mi vientre como una daga filosa y por instinto elevo mis caderas para sentirlo aún más y grito de placer.
—Me encanta tu sujetador de encaje—murmura enterrando la cara en mi cuello y cierro los ojos al sentir sus dientes mordiendo suave sobre mis costillas, y su respiración cálida sobre mi. La intensa sensación recorre todo mi cuerpo cuando comienza a lamerme suavemente y cierro los ojos. He perdido el control, y me gusta.
Tiro de su cabello una vez más mientras sus manos recorren y aprietan mis muslos y siento que me convierto en gelatina. Sus manos se detinen sobre mi tatuaje y lo acaricia levemente, salvo que esta vez no hace preguntas. Sigue su camino hasta que sus ágiles dedos encuentran el bordillo de mi sujetador, empieza a repartir besos húmedos en mi clavícula a medida que siento como sus dedos desabrochan las tiras de mi sujetador, uno, luego otro y..
¿Qué va a pasar? ¿Quiero enserio que ocurra algo?
Instantáneamente me aparto y veo como frunce el ceño.
—Liam yo...Lo siento. Lo siento— es lo único que se me ocurre, el frunce el ceño, y noto que el corazón me va a estallar en cualquier momento. Tomo con prisa mi sweater y salgo disparada de la habitación aún sintiendo la humedad y mi clítoris hinchado.
«¿Qué acaba de suceder?» «¿En qué estaba pensando?»
Corro rápido por las escaleras. El bullicio de gente llena el salón por completo y siento que todo me empieza a dar vueltas. La música esta tan alta que siento y veo todo borroso a mi alrededor. Camino a tientas y logro ver a Nickie coqueteando con un chico, alto y de porte atlético.
¿Li hi visti?
Diablos que estoy diciendo
La mirada de Nicki encuentra la mía y sobran los segundos para que se de cuenta que no estoy bien, pero no quiero preocuparla, ni arruinarle la fiesta, así que bajo y llego al salón principal en busca de la puerta
¿Dónde es que estaba? ¡No recuerdo!
Veo el pelo negro de Adrien entre la gente en la habitación contigua que esta jugando billar. Su mirada atrapa la mía, y sus labios me preguntan si estoy bien y solo asiento, aunque sé que él no lo cree. Las punzadas en mi cabeza aumentan y se hacen más constantes cada que avanzo al lado de alguien gritando bajo los efectos del alcohol.
Recorro la casa en busca de Josephine, pero no la veo en ningún lado. Llego a la parte trasera de la casa y me encuentro abriendo las puertas corredizas que dan al jardín. Empeizo a sentirme mal y de repente mi cuerpo ya no controla el alcohol y vómito en el césped aparatosamente. Las arcadas sacuden mi cuerpo y me encuentro de rodillas expulsando todo lo que bebí y comí.
Dios ¿Cuánto va a durar esto?
Las aracadas no paran y siento como mi garganta se quema y reseca, unas manos envuelven mi cabello en una coleta y me ayuda a que este no caiga sobre mi rostro al vomitar. Acabo y siento como todo empieza a palpitar y resumbar en mi cabeza.
Me ayuda a levantarme y limpia mi rostro con un paño húmedo que trae en las manos.
—¿Por qué saliste huyendo?— la cabeza aún sigue dándome vueltas y sus palabras son lo último que escucho antes de perder la conciencia en el cesped...
Nota: Está vez no fue un sueño jsjsjsjsj
Bueno...
¿Qué piensan del momento de Liam y Kaelie?
¿Quién la ayudo cuando estaba vomitando?
¿Nickie? ¿Adrien? ¿Liam?
¡Gracias por leer!
No olviden votar y comentar si les gustó 💙
PD: La canción que se encuentra arriba es la que Kaelie y Liam escucharon juntos cuando estaban en la habitación.
Muy pronto haré una sección para que vean más o menos como me imagino a los personajes ✨
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