11. Un paso más cerca.
Esa misma noche no logre dormir mucho ya que las imágenes de la pelea se repetían una y otra vez, imágenes de mi sentada sobre Liam, el acariciando mi tatuaje, sentía un cosquilleo de solo recordar que estuve a punto de besarlo porque lo iba a hacer ¿no?
Claro que no, fue solo el momento.
La actitud de Liam era algo que también me desconcertaba, pero el había dicho que era algo que haría por cualquiera así que decidí no pensar más en eso. Logre apagar mi mente a eso de las 2 am; era de sueño profundo pero después de unas cuantas horas termino despertándome cuando siento los almohadazos de alguien sobre mí, me duele cabeza, los brazos, no quiero moverme pero al abrir los ojos lo primero que siento es que me arrojan una camiseta a la cara.
—¿Pero qué? —balbuceo levantándome y quitándomela de encima y veo la camiseta que use ayer cubierta de sangre seca.
—¿Me puedes explicar que carajos es esto?
—Yo eh..—trato de hablar, pero los recuerdos de anoche pasan por mi mente rápidamente y no sé que contar porque todo es peor y no creo que decir que estuve con Liam era lo mejor; además estaba cansada para todo esto solo anhelaba dormir—Nickie...
—¿Mataste a alguien? Puedes estar tranquila—dice, colocando sus manos en mis hombros y sin parar de hablar—. He visto Riverdale y se cómo deshacerme de un cuerpo.
—¡Ya basta! ¡No he matado a nadie estás loca!—digo, apartándome y recojo mi camisa—. Fue solo un incidente
— ¿Un incidente?
Di un leve asentimiento y volví a cubrirme con la sábana para que no me molestará más pero no funcionó
—Entonces no debo preocuparme por las actitudes de mi compañera de habitación, ni porque llegue de madruga con la camisa cubierta de sangre ¿No?
—No Nickie, no me pasó absolutamente nada, puedes estar tranquila—la vi gruñir ante mí respuesta, pero termino dejándome tranquila o al menos eso creí hasta que comenzó a refunfuñar
—Oye con los chicos vamos a la cafetería de la otra vez si te apetece puedes levantar tu culo de ahí e ir con nosotros
—No Nickie la verdad no me apetece salir, estoy muy cansada—murmuro con la cara sobre la almohada—, lo último que me apetece es salir.
Y esto era cierto, no había peleado físicamente con nadie, pero había forcejeado y me habían jalado del cabello por bastante tiempo y tenía unos cuantos moretones en los brazos, lo único que me apetecía era dormir y que morfeo me llevara en sus brazos.
Vi a Nickie sacar un montón de ropa como siempre del closet, pero no paraba de dar vueltas una y otras vez buscando no se que sobre su cómoda, solo deseaba que dejara de hacer tanto ruido para dormir de una maldita vez.
—¿Puedo tomar algún accesorio de tu cosas? Es que lo mío ya está un poco anticuado y vi una horquillas para el cabello en tus lajas del otro día y...
—Toma lo que quieras Nickie—y dicho esto se llevo mi caja al baño donde la escuche exclamar mil y un veces lo que le encantaban mis objetos, me hice un ovillo y me cubrí totalmente con la sábana, tratando de conciliar el sueño pero consiguiendo justo lo contrario, cuando por fin termina se para frente al espejo y me quito la sabana de encima para verla pero en ese momento me concentre en el dije que llevaba en el pecho y una serie de flash backs se colaron a mi mente de inmediato.
<<Es un reloj de arena porque aunque nuestro tiempo ahora se haya acabado tarde o temprano nos volveremos a encontrar, así que cuando estés sola y sientas que tus ganas se apagan, voltea el reloj que tarde o temprano la vida nos volverá a unir>>
<< Prometo usarlo y recordarte siempre>>
<< Kaelie es peligroso que duermas con eso, te puedes ahorcar mientras duermes>>
Tía yo lo prometí, lo prometí
No todas las promesas se cumplen Kaelie y el ya lo dejo ir, estara mejor guardado conmigo>>
<< A tu lado es como si el tiempo se detuviera>>
*Fin del Flashback.
—¡Kaelie KAELIEEE!
Los gritos de Nickie me sacaron de mis cavilaciones, no hacía más que mirar la cadena con el dije de reloj en su cuello. Estaba ahora en la esquina de la cama con las manos apretadas contra las sienes. Nickie se inclino despacio hacia delante hasta quedar frente a mi pero la verdad me sentía como en un trance
—Kaelie ¿qué te paso? de pronto tus ojos miraban hacia mi dirección pero tu te veías ida, como si estuvieras en otra parte
—Quítatelo—balbucee
—¿Qué?
—Quítate el collar
De un momento a otro mi respiración se volvió errática y me encontraba sudando
—Kaelie nunca te pido nada prestado y la verdad me gusto mucho este collar así que..
—¡Que te quites el MALDITO COLLAR TE DIJE!—exclamo y no sé en qué me momento alce tanto la voz, que Nickie se asusto y lanzo el collar al suelo
—Lo siento yo...
—Toma, disfrútalo, y tranquila que no te vuelvo a pedir nada—chillo saliendo de la habitación y me siento abatida por mi reacción, sé que no debí comportarme así pero recordar de pronto me ponía en un estado caótico; froto mis manos en mi rostro y me levanto con cuidado por el dije que se encontraba en el suelo.
Era una cadena de plata con un dije del mismo color en forma de reloj de arena, pero en vez arena unas pequeñas piedras color gema ocupaban su lugar dentro, tenerlo en mis manos desataba un sin fin de recuerdos y promesas que ni él ni yo cumplimos, porque como dicen al final del día las palabras se las lleva el tiempo; y nada es eterno solo el tiempo lo es. El dije estaba frío y tenerlo en mis manos afloraba un aura que no hacía más que recordarme al dueño que me lo regalo; pero lo que más me sorprendió fue ver la descripción que había, porque no la recordaba
Je donnerais tout pour un peu plus longtemps.
No recordaba haber visto esa frase y mucho menos recordaba su significado, pero tener el dije en mis manos era un bonito recordatorio de lo que alguna vez fuimos. Tomo una bocanada de aire y dejo el dije en la cómoda, y me dirijo al baño a lavarme la cara, estos últimos días habían sido un caos y a veces solo necesitaba desestresarme un poco así que optó por darme una ducha.
Me saco toda la ropa y me meto bajo el agua helada, ya que no tengo ningún problema con el frío. Cierro los ojos y dejo que el agua cubra mi cuerpo, tomo un poco de mi shampoo de coco y comienzo a masajear mi cuero cabelludo pero por más que trato de no pensar, consigo justo lo contrario, siento como el shampoo va creando más espuma y cierro los ojos mientras comienzo a frotar el jabón por mi piel, comienzo a masajear despacio mi cuello, desciendo por mi clavícula izquierda y me detengo ahí recordando las manos de Liam sobre mi y noto como mis pezones se endurecen ante el recuerdo, y entonces lo imagino así, frente a mi tocando, acariciando en los lugares adecuados. Juego con las espuma mientras esta llega hasta mis pechos y los froto suavemente; empiezo a trazar círculos alrededor de mis pezones a la vez que les doy un pequeño tirón que me hace soltar un jadeo, abro los ojos y de pronto siento la tensión que crece en mi entrepierna; no quiero tocarme pero llevo tanto tiempo sin hacerlo que sin darme cuenta mis manos ya se encontraban en mi sexo; entreabro en mis pliegues e introduzco uno, dos dedos y empiezo a trazar círculos y cierro los ojos ahogándome en el cumulo de sensaciones que llevo dentro
Muerdo mi labio a la vez que imágenes de Liam empiezan a proyectarse sobre mi
<<Liam conmigo, sus manos en mis espalda, en mi cabello, en mi clavícula>>
Y de pronto solo pienso en ¿Qué se sentirá probar esos labios y hundirme en ese sabor a regaliz?
La gotas de agua siguen cayendo y empiezo a aumentar la rapidez de mis dedos soltando pequeños gemidos, abro mas las piernas alternando mis movimientos y dejando que la humedad empape por completo mis dedos. Siento como mi pecho sube y baja así que clavo una mano en la pared para sujetarme mientras al adrenalina se apodera de mí, me muevo con más fuerza y siento el cilmax cerca, y cuando este llega un gemido escapa de mí y me echo al suelo dejando de que el agua corra por mi piel, paso mis dedos por mis labios y vuelvo a cerrar los ojos permitiéndome disfrutar de la sensación que me dan estos momentos y en mi mente no dejo de pensar que me toque pensando en Liam Chase
#
Al terminar salgo y me visto con un vestido floreado sin mangas que me llega un poco más abajo de los muslos, lo suficiente para cubrir mi tatuaje, me calzo unas zapatillas bajas, me coloco una chaqueta de blue jean; y paso mis manos por mi cabello y lo dejo suelto ya que aun está un poco húmedo, me miro al espejo y veo en mi a una persona totalmente distinta a los últimos meses, mi aspecto había cambiado mucho y mi vida igual, había atravesado un laberentino en mi pasado y me costó mucho llegar hasta acá, tuve que construir una nueva persona, y no a base de recuerdos pero a pesar de ello aún había muchas cosas por descifrar y que no entendía. Tomo el dije en mis manos y ató la cadena tras de mi cuello y la observo detenidamente; en ningún momento recuerdo haberla empacado y aún así aquí estaba. El objeto parecía cobrar vida en mi cuello y las gemas tenían un brillo peculiar. De pronto una sonrisa que no pude evitar cubrió mi rostro y mordí labio para no verme tan tonta. Tome mi bolso y consulte un mensaje que Nickie había dejado en mi teléfono con la dirección de la cafetería.
Decidí ir andando ya que quería despejarme un poco, saco mi Ipad y lo conecto a mis audífonos mientras dejo que la música de Ruelle fluya
I will find you here inside the dark
I will break through no matter where you are
I will find you
I will find you
I'll be the light and lead you home when there's nowhere left to go🎶
—I will find you I will find you..—tarareo mientras sigo andando. La verdad me gustaba caminar para observar a la gente, parte de la psicología consiste en poder analizar bien a las personas con solo observarlas se podría deducir su actitud o lo que le guste, todo está en ser capaces de poder fijarse en los pequeños detalles. Veo a u niño pequeño de 3 años jugando en la arena del parque, a una niña montando un triciclo, un anciano más allá vendiendo periódicos; creo que siempre he sido más de ver que de hablar, el cielo empezó a tornarse gris lo que era una señal para caminar más rápido; dejo que la música fluya y finalmente llego al lugar. La cafetería se llama small world cofee, era bastante amplia y lograrás percibir el olor a café apenas entrabas, el lugar estaba prácticamente vacio de no ser por unas pareja y la mesa de los chicos que estaba al fondo, apenas los vi mi mayor sorpresa fue encontrar a Liam allí, estos aún no se habían percatado de mi presencia así que camino despacio para que no me vean y a su vez me permito detallar a Liam, este traía un sweater negro, unos vaqueros rasgados, unas botas militares, unas gafas, una gorra y unos guantes de motociclistas, todo del mismo color: negro. Supuse que la gorra, los lentes y los guantes eran a modo de cubrir sus golpes, pero aun así el corte del labios, de la ceja y el golpe en la mandíbula eran imposibles de disimular, apenas lo vi una sonrisa se dibuja en mi y recuerdo los hechos de ayer, de hoy en el baño y de inmediato siento mis mejillas acaloradas, avanzo con cuidado y en silencio hasta que llego a la mesa, el me ve, pero no descifro su expresión por sus gafas.
—¡Kaelie!—se levanta Nickie a saludarme, creí que estaba molesta pero al parecer ya se le paso, le sonrió de vuelta y me invita a sentar.
—Miren a quien tenemos de vuelta, ya nos habías abandonado—murmura Josh y tomo asiento en el puesto vacio entre Joshephine y Adrien quien me saluda con un beso en la mejilla, Jehv me saluda con una sonrisa, excepto Morgan quien ignora mi presencia y Liam me mira fugazmente para luego levantarse de la silla
—¿Pero por qué te vas? Acabas de llegar—le dice la chica Morgan, reteniéndolo de la muñeca.
—Se me quito el apetito Morgan—es lo único que dice antes de irse y echar una mirada hacia mi dirección.
—Sera hasta la próxima Olsen—le grita Josh mientras este se marcha y los demás siguen con lo suyo.
Todos se quedan un poco callados y fingen estar tranquilos cuando es obvio que no, empiezan a hablar de una fiesta mientras que Morgan no deja de mirarme a mí y a la puerta una y otra vez, y entonces capto sus indirectas, Liam solo se fue porque yo había llegado. Me quedo en silencio observando el menú y pido unos waffles con mucha miel, empiezo a devorar mi comida a la vez que en mi mente trato de entender, de analizar a Liam pero por más que lo intento, no puedo, y entonces de un momento a otro siento que todos me miran demasiado y para cuando me percato de lo que estoy haciendo tengo miel esparcida en el vestido, me sonrojo de inmediato y con unas cuantas servilletas trato de limpiar el vestido pero ya era demasiado tarde para eso, los chicos me miraban bastante raro.
—¿No te enseñaron a comer con cubiertos en Inglaterra o qué?—dice Morgan en tono burlón.
—Lo siento estaba bastante distraída y...—empiezo a hablar pero me quedo muda al sentir unos pulgares rozar la comisura de mi boca y mis labios.
—No te preocupes Kaelie—me susurra Adrien con sus pulgares sobre mis labios, limpia los restos de miel y luego se lleva los dedos a la boca despacio saboreando la miel, me quedo pasmada ante el tacto.
Me volteo mientras los chicos ordenan un par de bebidas y veo a Nickie susurrarme que hay un baño al fondo a la derecha, me dispongo a levantarme pero la voz de Morgan me detiene
— ¿Entonces Kaelie qué opinas de lo que estábamos hablando hace un rato?—habla Morgan y me quedo desorientada.
—Estábamos hablando de la fiesta de hoy en la fraternidad—me dice Josh, pero la verdad no tengo idea porque solo estaba pensando en Liam.—¿Qué opinas de nuestras ideas de juego?
—Yo la verdad...
—No tienes idea de que hablamos verdad.
— ¡Morgan!—la reprende Nickie.
—No. Ya estoy harta de tu amiguita—le replica Morgan a Nickie y ya no se dé que están hablando, pero los demás parece que sí.
Observó la escena frente a mi y la verdad no sé que hacer ni decir.
—Ya párale con el rollo Morgan—gruñe Adrien, pero esta no le hace caso.
—¿Y quién eres tú para mandarme a callar a mi? A si ya se la solapa de esta—finaliza señalándome a la vez que se lleva su batido a la boca con una sonrisa pícara que me saca de mis casillas.
— ¿Qué te pasa, te he hecho algo?
—Ja hacerme algo tu a mí en tus sueños—responde, esbozando una sonrisa que me incomoda— ¿Sabes cuál es mi maldito problema contigo Eviesson?—pregunta, y los demás solo me miran y Morgan termina respondiéndose ella sola—. Mi maldito problemas eres tú. Me molesta tu actitud de niña buena, que siempre te juntes que nosotros finjas que todos te caemos bien cuando claramente no es así, que no hagas más que quedarte en silencio y mirarnos, y sabes que para que vengas a mirarnos te imprimo una foto y la plastifico para que la cuelgues en tu habitación, ese es mi problema, eres TU y todo.
—YA BASTA—grita Adrien golpeando la mesa y Morgan da un respingo asustada, y en mi mente solo pienso en que tiene razón, solo finjo ser lo que no soy.
—¿Por qué debo callarme? Porque a ustedes les caiga bien; pues a mí no, y no soy una mentirosa.
— Y así se arruina un desayuno—murmura Jehv
—No dices más que estupideces—le replica Nickie quien me mira acongojada, pero esta vez soy yo la que hablo.
—Por mi puedes meterte tu opinión por donde quieras Morgan, ya que a mí no me importas tu ni lo que digas—concluyo alejándome de la mesa y la frustracióny afloro un par de agrimas, porque por más que no me importe su opinión es verdad, no encajo con ellos, por más que trato de hacer que si, no es así, vine aquí a construir una nueva vida, pero no puedo hacerlo porque no dejo la pasada atrás, no lloro por sus palabras porque no me importa, lloro porque no sé qué hago y estoy cansada de fingir que todo esta bien en mi; y no puedo construí algo nuevo a base de algo que no soy, con quien no me siento cómoda, me alejo rápido de lugar; y veo a la silueta de Adrien corriendo detrás de mí, no me detengo solo sigo mi camino hasta que este corre y se detiene frente a mí.
—Adrien no tienes que decirme absolutamente nada, ella...—empiezo a hablar pero él me acuna entre sus brazos y de un momento a otro; me aferro con fuerza a su camiseta, mientras que el masajea mi cabello; pero después de unos cuantos minutos de aparto.
—Adrien ella tiene razón yo no sé qué hago con ustedes es solo que no hablo con nadie porque...
—Morgan no debio decir esas cosas. Kaelie si no te sientes cómoda con algo está bien ser así, y Morgan es una persona pesada y no es mala solo que no acepta algunas actitudes.
—Está bien Adrien, no te preocupes, de todas formas ya debo irme a unas clases.
—¿Puedo acompañarte?
—Prefiero ir sola—digo y el asiente.
De camino al campus paso primero por mi habitación tiro mi bolso y me siento en el puf, paso la manos por mi cara y trato de entender todo. Siempre creí que venir aquí haría mi vida más fácil, un lugar nuevo, una vida nueva; pero no es así, regresar solo ha sido traer sueños y pesadillas que estaban en los más recóndito de mi mente, traerlas de regreso, encontrarme con los misterios de Liam, los de mi madre y los de mi propia mente, a veces sería más fácil poder hablar todo esto con alguien, pero una vez alguien quiebra tu confianza es difícil volver a juntar los pedazos y a mí me habían roto por completo. Cambie el vestido por otro igual y me calzo ahora unas zapatillas, dejo en collar en la cómoda porque tal vez no fue buena idea usarlo.
Voy al comedor de mi college por mi café de siempre y luego dejo que empiece el día, me dirijo primero a Bases biológicas de la conducta donde la profesora Sidney nos deja como tarea estudiar las conductas de las personas a nuestro alrededor, lo que me parece sumamente útil; luego de eso asisto a un par de clases más, y como es viernes todo parece que avanza más rápido que de costumbre, aprendo desde los más remoto, el nacimiento de la psicología hasta los métodos clínicos que se utilizan hoy en día con los pacientes. Una vez concluyen mis clases estoy agotada, pero aún faltaba las clases extras que me darían puntos en mi peor materia que como veía sería la del profesor Harris.
Mi clase extra sería la de música donde tendría la oportunidad de volver a tocar piano, lo que era algo muy sagrado para mí; asisto primero a control de estudios donde me darán mi pase confirmando que estoy inscrita a la clase de música. Llego al mostrador y me atiende una señora gordita con el cabello lacio recogido en un moño ingles.
— ¿En qué puedo ayudarla jovencita?
— Hice una solicitud para la clase extra de música y me dijeron que quedaba un último cupo, pero como sabrá debo confirmar antes de entrar a la clase, así que vine por mi boleto.
— ¿Nombre?
— Kaelie Eviesson Jones—contesto y la veo teclear en la computadora, pero se queda en silencio frunciendo el ceño y me pregunto qué pasa.
— ¿Ocurre algo?
—Señorita su puesto ha sido revocado, su cupo ya no está disponible.
No puede ser
— ¿Qué, como que no? Debe buscar bien, tal vez escribió mal mi nombre o
— No señorita no está—dice y eso aviva mi mal humor.
—Señora Agatha—pronuncio, despacio leyendo la placa en su pecho—. Según mi conocimiento yo llene una planilla para esta clase, es imposible que ya no este.
— Señorita, su planilla no ha desaparecido, el solo que el profesor Batcam la ha sacado de su clase—habla en voz baja y entiendo a dónde quiere llegar.
—¡¿Esta diciéndome que un profesor me saco para meter a otra alumna?! Sabe que eso es una falta de respeto a reglamento estudiantil ¿no?—digo levantando la voz para hacerme oír.
—Señorita baje la voz por dios.
—No, no me callo ¡LE DIERON MI PUESTO A ALGUIEN MAÁS Y NO LO ADMITEN que valientes y morales son en esta escuela!
— ¿Qué pasa aquí?—habla un chico y volteo encontrándome a Adrien.
—No pasa nada jovencito siga a su aula—dice la señora del mostrador.
—No si pasa—respondo girándome hacia el—me quitaron mi puesto de la clase de música para dárselo a otra persona que de seguro pago para que se lo dieran porque con dinero baila el perro ¿no es así Agatha?
—¡Jovencita!
—Kaelie debes calmarte—dice Adrien agarrándome del brazo para alejarme un poco y tratar de calmarme pero no lo logra.
—No, no quiero calmarme nada—replico apartando sus manos de mis brazos.
—Estás un poco alterada, eso no te hace bien.
—Ya te dije que—intento hablar pero toma mi rostro entre sus manos.
—Mirame—exije y eso hago, trato de apartarme me sus manos se aferran con fuerza a mi mandíbula, miro esos ojos color café que me han ayudado desde que regrese y entonces reparo el piercing que trae en la boca y no recuerdo antes haberlo visto—¿Estas mejor?—pregunta y asiento apartándome y me avergüenzo de mi propia actitud.
—Vamos a ver en que clases hay más cupos—dice y me toma de la mano para llevarme al mostrador, pero sus manos se sienten raras con las mias, no son como las de Liam son un poco más pequeñas y delicadas.
—¿En qué otra clase hay cupo?—pregunta Adrien mientras yo me quedo agarrada de su mano como niña pequeña después de hacer un berrinche y no saber que decir.
—Las únicas asignaturas disponibles son Arte, Matemática avanzadas y biotecnología—informa la señora.
¡Genial! No me gustaba ninguna.
— ¿Y literatura?
—Agotado señorita—dice y suelto un suspiro
—Yo estoy en arte, puedes tomar esa ¿no?—me dice Adrien y la verdad es que de las opciones es la menos peor para mi, así que asiento y la del mostrador llena la planilla.
Una vez lista la planilla y mi nuevo cupo me dirijo de mala gana a la clases de arte con Adrien quien no ha dejado de soltarme la mano en ningún momento. El salón era bastante amplio grande y lujoso como todo aquí. La sala ya estaba repleta en su mayoría de estudiantes, la mayoría tenían caras de ser artistas, todos con lentes, bufandas, block de dibujos, todos tenían cara de estar aquí porque así lo deseaban; e inclusive Adrien llevaba en sus bolsos muchas cosas. Tomamos asiento en el lado izquierdo en la fila del medio, algunos ya estaban dibujando o otros solo miraban sus teléfonos, y yo, yo me sentía totalmente perdida. Adrien se veía algo nervioso a mi lado no paraba de mirar hacia atrás una y otra vez y solo me preguntaba ¿a quien esperaba?
—¿Esperas a alguien? Te va a dar tortícolis de tanto voltear—suelto y se vuelve mirándome distraído.
—No para nada, solo espero al profesor—dice, pero no le creo.
Cuando el profesor entra en el aula todos dejan sus cosas para enfocarse. Es un hombre alto y delgado de facciones duras, es uno de esos hombres que podría tener 50 y aparentar 30. Me siento como una inútil aquí sin más nada que un cuaderno. No se presenta ante la clase, pues esta es la tercera que da, Adrien me susurra por lo bajo que se llama Patrige. Empieza a hablarnos de la importancia del trazo de líneas, y del uso del carbón, nos deja como tarea sacar nuestro block y dibujar con carbón algo que se encuentre en el salón, ya sea una persona o un objeto, todos parecen percatar todo excepto yo. Adrien termina bastante rápido y hace el diseño de las paredes y las puertas de madera ya que estas tiene un diseño bastante peculiar
Por el rabillo del ojo vuelvo a notar que Adrien siempre mira hacia atrás y no me trago el cuento de que no espera a nadie, me quedo mirando a todos lados y no tengo ni idea de que hacer, y mucho menos de como difuminar con el carbon. Adrien murmura que dibuje la silla del enfrente, pero no era un trabajo muy sencillo para alguien que nunca ha usado el carbón, él termina su dibujo mientras se dedica a observarme lo que me pone nerviosa.
—Deja de hacer eso—lo reprendo apartando las hojas y ríe en voz baja.
—No te gusta que te miren ¿eh?
—No, no me gusta que me miren haciendo el ridículo, porque eso hago, este dibujo es solo una payasada.
—Claro que no, solo tienes que mirar los pequeños detalles, tener enfoque, ver donde comienza y termina todo—susurra en mi oído y su aliento manda espasmos a todo mi cuerpo, se acerca un poco sin que los demás lo noten. Toma mi mano entre las suyas y empieza a trazar en carbón, dejo que guie mi mano con cuidado en la hoja y luego de unos minutos lo estoy logrando.
— ¿Dónde está el collar de esta mañana?—pregunta y eso me descoloca un poco, suelto su mano y dejo el carbón a un lado.
—Lo deje en mi habitación—es lo único que digo y me aparto para terminar mi trazo sola.
45 minutos después termino. Todos entregan sus trabajos mientras que yo arranco una hoja de mi cuaderno y la entrego al profesor Patrige quien me mira frunciendo el ceño y me dice que en su clase no toleraba payasadas, que mejorara o moviera el culo.
Salgo del lugar, mientras intento disimular mi frustración para que Adrien no lo note, pero este me sigue.
—Oye ¿a dónde vas? La clase tampoco estuvo tan mal
—No es eso, es solo necesito buscar un libro con urgencia y si no lo consigo ahora lo más probable es que repruebe.
—¿Necesitas ayuda?
Niego con la cabeza
Una vez llego suelto una gran bocanada de aire, dejo mis cosas en la mesa. Sé que Nickie no está ya que en clases de arte recibí un msj suyo. Me siento un poco cansada, y lo único que quiero es acostarme y hacerme un ovillo, me quito mi chaqueta, suelto mi cabello y lo sacudo un poco para acostarme pero cuando entro al espacio de la recamara mi mayor sorpresa es encontrar a Liam recostado en el espacio de Nickie. mi asombro están grande que me es imposible no dibujar una O con mis labios, y me quedo pasmada viéndolo, pero de inmediato me gana el enojo.
—¡¿Como carajos entraste aquí?!—grito asombrada y el se levanta y se acerca despacio, creo que se va a ir, pero se detiene frente y aparta mis manos para observar mis moretones, su expresión no delata nada como siempre, solo frunce el ceño un poco; y no sé porque no me siento incomoda, a pesar de que su mirada esta muy baja, el no mira mis pechos, solo se enfoca en las moretones en mis brazos, los observa en silencio y empieza a rozar con sus dedos las zonas lo que me pone la piel de gallina y me aparto por inercia.
—Debes ponerle crema si no quieres que empeoren.
Dió la vuelta y en vez de irse regresa y se recuesta en la cama de Nickie y fija la vista en un libro como si yo no existiera.
—¿Como entraste aquí?
—Pues por la puerta ¿no? o tu como entraste—responde sin alzar la vista de su libro y en modo de burla, lo que hace que me ponga de todos colores.
— JA JA JA que gracioso eres. Obvio entraste por la puerta, ¿pero cómo?
—Nickie me prestó sus llaves—dice cerrando el libro y volviéndose hacia mí.
—Aja pero ¿que estás haciendo aquí?
—Pues jugando no vez.
Ya me estaba hartando de su chocancia y justo cuando pensaba responderle me interrumpió.
—Nickie me dejo sus llaves porque estaba muy cansado, y como no tengo habitación aquí y mi departamento está un poco lejos se ofreció amablemente a prestarme sus llaves para descansar aquí un rato—habla con ironía, pero se que es mentira.
—Bueno, pues te aviso que esta habitación no es solo de Nickie, y ella tiene que informarme este tipo de cosas. Además esto tampoco es hotel de paso—añado, pero ya no me está viendo sino que devuelve la vista a su libro, y eso me empieza a enojar—. Voy a hacer un informe, así que necesito que te vayas.
—¿Por qué? ¿Acaso no puedes concentrarte conmigo aquí?—pregunta enderezándose un poco—. Se que es así, no hace falta que lo admitas.
—Eres un idiota, haz lo que te de gana—espeto molesta y me hundo en la cama.
Me doy la vuelta esperando a que este no me vea. Sé que no voy a hacer el ensayo sabiendo que Liam esta aquí, pero prefiero fingir que lo hago a que tener que enfrentarme a la incómoda e irrespetuosa conversación que tendríamos si se diera cuenta que en realidad si me desconcentra. Me niego a mirarlo, pero veo por el rabillo del ojo algo que capta mi atención de inmediato, y es el libro que trae en las manos; el libro que tanto he estado buscando. Una lucha interna se crea en mi ¿debería pedírselo? o tal vez no. Finalmente me decido y dejo de lado mis emociones.
—Oye Liam...—titubeo al hablar—¿estás usando ese libro?
—Si.¿También tienes problemas de vista ahora?
Aprieto mis manos en un puño estaba a punto de explotar, pero debía calmarme si quería lo que necesitaba.
—Me refería a que si lo estas usando para alguna clase—pregunto, aunque intuía que no, a menos que se estuviera dedicando a estudiar la mente humana, pero no creo.
—Pues sí, lo estoy usando.
—Mentiroso, dime para que materia de medicina estas usando eso—le ladro pero solo suelta un risita.
—Alguien no cumple sus promesas verdad—murmura bajo sentándose en la cama, mientras me mira con fijeza, de pronto no sé porque, pero no me gusta que me mire así, porque no se qué significa.
Decido omitir sus palabras, y me concentro en el libro en sus manos y en cuanto lo necesitaba.
—Mira, la verdad es que necesito ese libro urgentemente, lo he buscado por todas partes, pero no lo he conseguido. Yo—hago una pausa—. ¿Crees que podrías prestármelo?
Su semblante cambia de expresión pero responde inmediatamente.
—Mmmm no.
— ¿Qué, pero por qué? Yo.. lo necesito.
— Y a mí que me importa.
El ambiente se estaba poniendo tenso, y me estaba sacando de mis casillas, así que me levante dando vueltas por la habitación. Estaba desesperándome.
—Sabes que, eres insoportable ¿En qué momento te convertiste en esto?—Las palabras brotan de mi boca demasiado rápido, suenan totalmente ridículas y lo hacen sonreír.
El también se había levantado y no dejaba de mirarme.
— ¿Qué pensaste Kaelie? Que me iba a quedar igual toda la vida—añade, y da un paso hacia mí y los nervios me invaden.
—Mira, si de verdad no lo necesitara tanto no te pediría absolutamente nada ¿Crees que te pediría algo si no tuviera otra opción?—me parece ver desilusión en su rostro, pero estoy demasiado molesta para que me importe.
—Ok, está bien—termina cediendo—pero con una condición—dice, esbozando una sonrisa maliciosa—Pídemelo, ruégalo.
— ¡¿Estas demente?!—exclamo, fulminándolo con la mirada— no voy rogarte nada.
— Bueno, es tu problema no el mío; pero si fuera tu cuidaría mi media beca—añade y de nuevo esa sensación abrumadora de que él sabe cosas de mi—. Piénsalo—vuelve a decir dándome unos golpecitos en la sien—. Solo necesitas decir por favor.
Su petición se me hacia de lo más ridiculo, y no hacia más que recordarme la clase de persona que era ahora, así que respiro hondo y tomo una bocanada de aire. Se acerco un poco más a mí, y estando tan cerca vuelvo a notar lo alto y fornido que era. Lo mire y entonces lo hice.
—Por favor—pido con la voz entrecortada.
—Mmmm no me convences—murmura rascándose la barbilla, y la rabia crece dentro de mí—. No me gusta tu tono. Tienes que decir algo más, así como: Liam necesito el libro por favorcito—concluye con voz monótona.
No podía creer como había cambiado tanto, creo que nunca lo entendería, pensé que ayer había vuelto a ver una pizca de su antigua esencia, pero eso no fue más que un equivocación mía. Y todo rastro de lo que siento por el desaparece al ver su faceta. Reuno el poco valor que me quedaba y término haciendo lo que dice.
—Liam necesito que me des el libro, por favor—concluí en voz baja, y cuando pense que mi tortura había acabado el no hizo más que complicarlo todo.
—Bueno, mucho mejor, te lo daré; solo si alcanzas—añadió estirando el brazo, sujetando el libro sobre su cabeza.
Derepente sentí una ira en mi, solo se había estado burlando. Sabía que no lo alcanzaría, no quedaba más opción que saltar, pero eso tampoco lo haría, así que reúno todas mis fuerzas y tratao de derribarlo, pero me caigo con el. Mi barbilla impacta en su pecho, y sus brazos me sujetan con firmeza, no sé bien cómo reaccionar, estaba tan cerca que detallo lo negro que es el iris de sus ojos, sus pestañas son largas y espesas, tanto que estas rozaban sus parpados, me mantuve así unos segundos, hasta que sentí como mi respiración se entrecortaba, y entonces recordé esa frase que me dijo de niño, que el tiempo se congelaría para nosotros, solo para mi, solo que ya el no era el mismo y yo menos. Estiro el brazo y cojo el libro a su lado, me levanto rápidamente y sacudo la mano libre en el borde mi vestido para ocultar mi nerviosismo.
—Gracias—respondí ironicamente.
—Eres una tramposa—replica frunciendo el ceño, mientras se levanta.
—Si bueno que se hace, la vida no es justa y hay que aprender a vivir con ello—contesto sonriéndole y lo tomo del brazo para sacarlo de la habitación, su expresión es de total desconcierto y molestia pues le había ganado, así que no permitiría que arruinara más nada. Me mira un par de segundos pero una vez en la puerta lo despido y le cierro la puerta en la cara. Me recuesto en ella y entonces pienso en que nunca me imaginé lo difícil que sería mi estadía aquí.
Nota: Arriba encontraran una imagen multimedia que es lo más parecido al dije que he encontrado.
Que día más dificil para Kaelie ¿no?
¿A quién creen que esperaba Adrien en clases?
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro