Capítulo único
Un arquero como nunca antes se había visto, invisible en las sombras, nadie sabía quién era o como disparaba o desde donde, pero su misión estaba clara en el pueblo, proteger el bosque del aquel antiguo South park de la edad media a toda costa. Se decía que vestía ropajes verdes, que era ágil, que era fuerte, que no era humano, en verdad, se decían de él tantas cosas que ya nada era creíble entre la sociedad medieval y primitiva. Pero todos los pensamientos de los niños estaban puestos en aquel famoso salvador del pueblo.
Cada vez que un ladrón huía de la fachada del edificio principal, osea el palacio que estaba en medio de la ciudad, una flecha volaba campo a través a largos kilómetros de distancia, dejando al ladrón atrapado con alguna parte de su ropa en la pared enladrillada del castillo y quedándose con lo robado de un salto desde el edificio, normalmente dinero, que repartía por el pobre y mísero pueblo, las grandes fortunas las tenía el monarca y la familia de este, con un poco de suerte la sociedad burguesa de la alta nobleza y la iglesia alta.
Ladrones que trabajan en beneficio para ellos mismos o un pequeño gremio de dos o tres eran cazados por ese heroico arquero... Un fugitivo de la ley que liberaba las presas económicas al escaso adinerado pueblo. Estos le agradecían y rezaban sin saber que se escondía entre ellos con ropajes de campesino inocente y torpe y que, cuando menos se lo esperase... Iban a descubrirlo y eso pasaría mucho antes de lo que él esperaba.
Este arquero tenía una compañera cercana, la princesa del pueblo, avorrecedora de su título ayudaba al joven héroe verde con su tarea de liberar el tesoro para el pueblo, ignorando las crueles regañinas que su señor, el rey mago, le daba. Para ella le valía más ayudar al héroe a liberar el dinero para el pueblo que los absurdos regaños del superior.
Pero de lo que no estaba consciente y no podía predecir, es que esa noche de luna llena no podría evitar el ladrón huyese con el dinero fallando por primera vez en toda su vida (desde que entrenó para ser el mejor) una flecha con un ser que estaba contra la ley aparté de él y todos los ladrones del país. Era ágil y parecía haberse entrenado para ese día y para poder enfrentarse a él.
En ese instante, temió a decepcionar al pueblo entero y en un intento de sobre actuación heroica delante de varias personas asignadas a la ventana y al pasarse de listo con las flechas (todas falladas desgraciadamente y para su sorpresa)... Se quedó sin ninguna, acorralado en uno de los callejones oscuros y ese ladrón armado delante de él con una buena arma blanca de su pertenencia o posiblemente robada a algún vendedor, a punta de arma en su dirección.
Temió que su caballerosidad de "el arquero y salvador del pueblo" terminase allí, en ese callejón, comido por las ratas o los perros hambrientos inclusive ser torturado allí o secuestrado por cualquier persona, mutilado o... Vale, ya exageramos el punto, pero bien entienden a que me refiero.
Pero no, por más que se defendiese a golpes de puño contra él, cosa que no descargaba mucho, pero sabía defenderse bien y lograse librarse de su arma, el mayor acabó tumbadolo al suelo con un golpe de arrabatamiento de aire, una patada en el estómago para ser exactos, poniendo un pie sobre su pecho evitando su huida o su levanto, cosa que hizo sentir al arquero aún más vulnerable ene se aspecto.
- ¿Quién lo diría?- canturreó con una voz tremendamente seca pero en el fondo alegre- Derroté al joven arquero, el héroe del pueblo...- se rió el escurridizo ladrón con la bolsa marrón oscuro del dinero a su espalda. Se acercó como buscando luz para saber quién era, levantando el sombrero verde que ocultaba sus ojos levemente...- ¿Me preguntó quién serás...?- habló con todo sarcástico y picardía, ladeó la cabeza a un lado, en la noche la única Liz que podía dar la pista, era la luna, pero estaba oculta entre las nubes, y a decir verdad, por otro lado el arquero se preguntó los mismo, ¿Quién habría conseguido tumbarlo después de tanto tiempo?
Pero justo las antorchas de los guardias de palacio, la escuchar el estruendo los descubrieron y la iluminación del fuego fue la mínima y la suficiente para que tanto el ladrón como arquero descubriesen la identidad del otro y viceversa.
Mas no dieron nada, solo con mirada sorprendida y sin palabras, de hecho, estaban en shock tras eso, solo huyeron por diferentes caminos y perdidos en el bosque, tan solo pudieron repetir al mismo tiempo... "¿¡Casi mato a mi novio!?" Con un grito seco y con la resonancia suficiente para resonar entre el bosque y que varios pájaros huyesen.
En efecto...
Ninguno de ellos dos era conscientes del pasatiempo del otro y eso en efecto fue un golpe severo para la pareja. Jamás se dieron cuenta de eso, disimulaban bien en ambas partes... Pero ahora era el momento de hablar seriamente del tema... Ambos estaban en problemas... Las cosas tardarían en solucionarse o a lo mejor no... Puesto que tanto Tweek como ahora Craig, estaban buscados por la ley, uno desde hace más tiempo que el otro, pero igualmente, en cualquier momento iban a pillarlos, no solo como pareja clandestina sino como delincuentes...
Al siguiente amanecer ambos despertaron en sitios diferentes de la casa y no en la cama, el primer lugar que pillaron al entrar por las diferentes ventanas de la casa, uno en el sofá y el otro en baño, no pregunten que hace una ventana en el baño por favor. Y si, tampoco pregunten eso, viven juntos como si propietarios del local comercial de la planta de abajo fuesen, de hecho lo eran y vivían en la planta superior ocultando su amor prohibido en auqella época.
Y al verse en medio del salón se ganaron una mirada seria y sorprendida al mismo tiempo del otro. Tomaron en calma el asunto. No hacia falta alterarse.
- no creo que el silencio sea lo mejor después de lo de anoche, tenemos que hablar- dijo Craig.
El otro asintió con la cabeza.
Sentados en el sofá el silencio cautivó los ojos contrarios y tan sólo se quedaron mirando por un minuto entero de pausa y pensando bien sus palabras.
- ¿Eres el arquero que nadie conoce del pueblo?- le dijo antes de que el rubio tomase la palabra. Asintió con la cabeza y la bajó murmurando un "lo siento" que no entendió su motivo.- ¿Porque ibas a sentirlo? ¿Acaso está mal conseguir las fortunas robadas del rey para devolverlas al pueblo?- Tweek alzó una mirada confuso ante el tono del otro: De felicidad y orgulloso de él.
- pensé que te enfadarías conmigo por estar contra la ley- murmuró en bajo.
- lo estamos de todas maneras- tomó sus mejillas con una mano, quiero decir, con el dedo pulgar en una mejilla y los otros cuatro en la otra, eso hizo labios de pez en el rubio, pero sin dañarlo, con cariño, los labios de pez que seguramente conocen. Se acercó y lo besó soltando sus mejillas y tomando sus manos, una con cada una de las suyas, las cuales se mantuvieron en su regazo en todo momento del beso, se separaron con una leve sonrisa- por mucho que no nos pillen por ladrones o por ser los que le quitan sus beneficios al rey, nos pillaran por pareja clandestina en el pueblo y tú ya sabes que piensan de gente como nosotros...- Tweek rodó los ojos- miedo me da esa mirada pensativa- rió un poco.- además, si tú eres el salvador del pueblo, yo soy la pesadilla del rey, después de todo soy el ladrón que le quita todo su poder económico...
- y la mía también, no me recuerdes que pudiste conmigo- Craig soltó una risa sarcástica.
- te quedaste sin flechas- puntuó alzando un dedo, el índice.- fue una pelea injusta...
- cierto, ese es un muy buen punto, y necesito más...- hizo amago de levantarse pero el azabache lo detuvo tomando su mano para evitando que se fuese. Tweek lo miró alzando una ceja.
- quiero ayudarte con lo que haces...- pidió.
- ¿A qué te refieres?
- proteger el pueblo, robarle al rey el beneficio, devolvérselo a los pobres...
Tweek pareció meditarlo por unos instantes pero después sonrió un poco y, levantándose del sofá antiguo le extendió una mano, como si fuese a formar un apretón amistoso de manos.
- yo, Tweek Tweak, Te acepto como compañero para proteger al pueblo de los males que cualquier persona puedo provocarle, para acabar con su pobreza y mísera casi perpetua e impedir las desigualdades sociales en el país...
El contrario sonrió también y tomó su mano levantandose igualmente del sofá.
- yo, Craig Tucker, acepto proteger el pueblo de los males que cualquier persona, animal, ser o ente no humano pueda causar, acabar con su pobreza y mísera e impedir que no podamos estar juntos a luz pública- y tras tomar su mano y acabar su discurso, la acercó a su boca y depositó un leve beso en sus nudillos del rubio, cosa que hizo sonrojar mucho a Tweek, apartó la mirada encogiendo la mano una vez logró soltarla del agarre del mayor.
Este rió un poco por su timidez, pero era una timidez cariñosa y tierna, no se esperaba el beso quizás...
- pero eso de noche, ahora a trabajar- dijo Tweek librándose de los malos rollos del sonrojo y le guiñó un ojo haciendo que apartarse la mirada para ser ahora él quien se riese un poco de la situación.
- ¿Y las flechas?
- ¿Y el trabajo?- le contra-atacó el menor acercandose a las escaleras de la planta baja, osea, el pequeño puesto de mercadería que tenían ambos.
- no sé ni para que pregunto- murmuró para si mismo acercándose a él para bajar los dos juntos.
Con la obvia preocupación de que no tuviesen el traje verde de héroe nocturno ni el traje de ladrón. Prepararon todo lo necesario y justo a la hora el local abrió con la normalidad de todos los días, y dada a la poca economia que tenían, pocos compraban, la mayoría suplicaban que les cambiasen algo por la comida, pero no podían aceptar eso, por mucho que le doliese a Tweek ver cómo suplicaba misericordia y aceptase el cambio, no podían aceptar eso, sería como aprovecharse de un pobre y no quería eso. Normalmente cuando un cliente venía así Craig se ponia por medio y se encargaba él de la situación, porque su fuese por Tweek les daría el producto deseado sin coste y luego ellos acabarían en un serio problema, puesto que los impuestos a las tiendas en esos años... Realmente eran duros y solo se quedaban con el mínimo beneficio, sin exagerar.
Si, daba rabia, pero esa es la sociedad que él rey o monarca deseaba para todo lo que controlaba.
Suerte que en tal que la noche caía y la tienda se cerraba, el héroe del pueblo de verdes ropajes aparecía entre las sombras para recuperar todo lo que ese día el rey les quitó y devolverlo al pueblo. Ahora acompañado de su re-quete-fiel- y por esa palabra me refiero a que era obvio que no le iba a traicionar- compañero, un profesional ladrón entrenado para pasar todo, esquivar las famosas flechas y robar hasta la última moneda del monarca, aún sin importar que seguramente alguien le pille, no le importaba, su máscara lo protegía y Tweek lo cubría allí donde iba, siempre apuntando su espalda para evitar que alguien lo dañase, siempre preparado para ejercer lo que realmente era... "Un arquero como nunca antes se había visto, invisible en las sombras, nadie sabía quién era o como disparaba o desde donde" mientras que Craig era... "el primer y único ser que tenía el corazón de ese pequeño arquero, en todos los sentidos" el único que había podido derrotarlo en todas las espectativas, el único e inigualable ex-ladrón que beneficiaba a aquel lejano y perdido pueblo de la edad media...
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Me basé en la carta de "South park phone destroyer" de Tweek arquero y en la de Ladrón de Craig y pues... ¡Vualá! Salió esta belleza :3
Bueno, no se, no sé si les gusta :v
Sólo se que tendría que haberlo publicado antes de él de "Alien", pero no, lo público ahora :v
De todas maneras espero que os haya gustado y nos vemos en una próxima historia o one-short o capitulo de historias
Bye~
By Ecchisforlife
[2112 Palabras]
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