40 minutos es el tiempo exacto que Josh tiene para resolver un caso misterioso narrado en un libro.

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Luego de regresar por su celular tras olvidarlo en una cafetería, Josh, un joven dibujante, encuentra lo que parece ser un viejo libro junto a su dispositivo.

Al no hallar al dueño, decide llevárselo con tal de no dejarlo abandonado ahí mismo.

Cuando lo abre para revisar el contenido del libro, éste lo adentra en la historia que lleva escrita.

Su misión será identificar a la víctima y al responsable del incidente, para evitar que aquel terrible asesinato se lleve a cabo.

Sólo tiene dos reglas: primera, no puede tener contacto verbal tanto con el protagonista como con el antagonista de la obra; segunda, tiene solamente cuarenta minutos para leer cada capítulo y resolver el caso.