Había pasado un día desde que Bill había recibido aquella carta de la Élite de los demonios. Había salido con Dipper el día que recibió la advertencia y aunque su novio lo notó algo extraño Bill lo tranquilizó diciéndole que todo estaba bien. Por supuesto que no iba a comentarle el hecho de que su hermano vino de visita y que le entregó una carta que lo citaba a juicio, Dipper se habría puesto nervioso y habría insistido en acompañarlo y llevar a un humano al mundo de los demonios era como meterse en la boca del lobo, simplemente no podía poner a Dipper en peligro.

Al día siguiente le dijo que tenía que salir solo, y la curiosidad de su pareja lo hizo revelar que iría al mundo de los demonios, solo que no le dijo que iría a un juicio sino que solo iría a visitar a su hermano. Dipper se quedó tranquilo con eso y así fue como Bill partió.

No le gustaba mentirle a Dipper, jamás le había mentido, excepto la vez que le dijo que no sabía que había pasado con su plato de spaghetti que había dejado para comerlo después, Bill lo había tomado por "accidente" y como sabe que su novio es un tanto susceptible con respecto a su comida se le había hecho fácil culpar a otra persona y como Dipper es inocente lo creyó totalmente. Poco después Bill se sintió culpable y terminó confesándole a Dipper que él se había comido su spaghetti.

Se contaban todo y no había secretos entre ellos, confiaban el uno en el otro. Bill se sentía mal por no haberle dicho la verdad pero no podía decirle nada a Dipper, no hasta saber cuál sería su sentencia.

Cuando llegó al lugar solo había una silla roja en el sitio y al rededor estaban 3 palcos enormes dónde iba la Élite de demonios, y de espectadores, justo detrás de la silla estaban Will y los amigos de Bill. Esa era una regla, en un juicio demoníaco estaba el acusado, su familia y amistades por detrás y delante por supuesto estaban los líderes.

Era la primera vez en años que un demonio era sometido a juicio por romper la regla de vincularse con humanos. La mayoría de las criaturas cuidaban no enrolarse tanto con los mortales para evitar ser llevados a juicio por la Élite. Bill permanecía de pie frente a la silla, los líderes aún no llegaban. Giró para ver a su hermano y sus amigos que esperaban ansiosos pues jamás habían esperado que Bill fuera a ser juzgado por los 3 grandes demonios.

Bill solo podía pensar en Dipper... no volver a verlo sería el peor de los castigos. Había ganado mucho como para perderlo todo. ¿Podía pedir que se le despojara de sus poderes demoníacos para poder tener una vida humana normal al lado del hombre que amaba?
Para los demonios la peor de las sentencias podría ser esa, ser exiliado al mundo humano y volverse mortal, pero para Bill eso era una mejor idea.

Un ruido estruendoso inundó la habitación y un espeso humo gris llenó la pequeña sala. Eso solo podía significar una cosa: La Élite había llegado. Una vez que el humo se disipó frente a Bill había 3 figuras altas cubiertas con capuchas de tela fina, uno de ellos tenía una de color azul turquesa, otro una roja vino y el otro una verde jade. Lo único que era visible del cuerpo de esos seres eran sus enormes ojos amarillos y brillantes.

-Bill Cipher. -habló uno de ellos, el de azul que tenía una voz profunda y distorsionada-. Demonio del sueño, número 618000. Bienvenido a tu juicio.

-Puedes proceder a tomar asiento. -comentó el de verde con una voz más áspera.

Bill obedeció y se sentó, debía admitir que estaba nervioso y su mente estaba dispersa pero tenía que esforzarse por prestar la mayor cantidad de atención posible.

-Gracias por acceder a estar presente en su juicio. Si no le importa vamos a terminar con esto. -comentó el demonio de la capucha verde-.Bill Cipher, se le acusa de haber quebrantado una de las Leyes demoníacas sagradas, la cuál indica que está estrictamente prohibido vincularse de forma afectiva con un mortal. Usted quebrantó esa ley muchas veces.

-Las pruebas indican...-agregó el de capucha azul-. Que usted inicio un vínculo amistoso con el mortal llamado Stanford Pines, a quien frecuentaba seguido en sueños. Número dos, usted inició un vínculo romántico con el mortal de nombre Dipper Pines y eso conllevó a tener más relaciones afectivas familiares con toda la familia del ya antes mencionado.

-Y como se te dijo antes, esa ley es sagrada por lo que el haberla violado nos obliga a ponerle un castigo severo. -dijo el de capucha Roja-. Pero antes de dar nuestro veredicto queremos saber si el acusado tiene algo que decir en su defensa.

Bill estaba nervioso, de tantos demonios le había tocado precisamente a él. Tal vez si hubiera más demonios de su clase igual y no importaría demasiado que él no estuviera. ¿Que podía decir en su defensa? Si todas las pruebas eran irrefutables, todo estaba ahí, todo era cierto y si algo se prometió así mismo era jamás negar a Dipper. Era todo un lío, verdaderamente era un problema enorme que creyó que notarían años después.

-No tengo nada que decir... -Bill se acomodó en la silla-. Todo eso es verdad. Estoy aquí por qué sé que es verdad y que rompí la ley.

¿El castigo sería menor si no discutía? Tal vez así sí lo enviaran al exilio en el mundo mortal, tendría que fingir odiar el castigo aunque por dentro esté lleno de felicidad. Los 3 jueces se juntaron y murmuraban para deliberar el destino del demonio. Bill se giró de nuevo para encontrar la cara de angustia y temor de su hermano menor y de sus amistades.

-Hemos deliberado el destino del acusado. -habló el demonio de la capucha azul, Bill se giró a míralos.- Bill Cipher, demonio del sueño, número 618000. Se te encuentra culpable de cargos y de quebrantar la sagrada Ley.

-Y hemos determinado que tú sentencia será la petrificación inmediata. -agregó el de la capucha roja.

Bill oyó como su hermano comenzaba a llorar y a sus amigos intentando ayudarlo. ¿Petrificación inmediata? No. No podía irse, no sin despedirse al menos de Dipper, lo estaría esperando en casa y no planeaba dejar que el castaño pensara que este lo había abandonado.

-¿Puedo...Puedo decir algo? -Bill se levantó de su asiento. El demonio de la capucha verde hizo un gesto con la mano que indicaba que le decía el derecho a la palabra-. Sé que es una ley sagrada y todo eso, pero yo tengo cosas que hacer y terminar en el mundo mortal. Es que hay alguien allá, alguien a quién amo y no pienso irme sin decirle adiós.

Los 3 demonios se miraban confundidos.

-Quisiera pedir... -continuó Bill-. A la honorable Élite de demonios que se me conceda un tiempo límite para estar lo más que pueda al lado del humano al que amo. O... Incluso estoy dispuesto a aceptar el exilio.

-Los humanos y demonios tienen prohibido tener una relación, de cualquier tipo. ¿Pides que quebrantemos la ley solo porque crees amar a un humano? El exilio para ti, sería un premio-dijo el demonio de la capucha roja-. Olvídalo.

-Por favor, aceptaré el castigo. Solo estoy pidiendo una consideración.

Los demonios volvieron a reunirse a hablar, era la primera vez que alguien les pedía una consideración luego de haber quebrantado una ley. Se les hacía algo poco ético e impertinente, pero podía resultar interesante.

-Hemos deliberado por segunda ocasión. -dijo el demonio de capucha azul-. Y todos coincidimos en que te daremos un plazo de tiempo para que estés en el mundo mortal.

-Pero solo tendrás un plazo de 40 días antes de petrificarte y desvanecerte. -agregó el demonio de la capucha verde para después señalar a Bill-. Tienes sólo 40 días a partir de hoy.

-¿40 días? -se quejó Bill-. Estaba pensando en unos...no sé, ¿100 años?

-40 días. -repitió el demonio de capucha roja-. Es eso o mueres ahora mismo.

Bill terminó cediendo, 40 días era algo exageradamente poco. El juicio terminó y Bill podía volver con Dipper. Todos quienes presenciaron su sentencia estaban preocupados por él. Bill también lo estaba pero le importaba más el cómo le diría a Dipper que solo tenía 40 días de vida, que solo tenía 40 días para estar con él.

Bill volvió a casa, Dipper le había dejado una nota sobre el mueble del recibidor que decía que había ido a la Cabaña del Misterio pues su hermana estaba de visita y que cuando volviera podía alcanzarlo allá. Bill estaba cansado, los viajes entre el mundo mortal y el de los demonios siempre lo dejaban agotado, pero quería ver a Dipper y a su familia. Escondió la carta encima del ropero de la habitación, sabía que Dipper no alcanzaría ese lugar.

Al llegar a la Cabaña se oía ruido de festejo. Bill solo podía pensar en que tenía solo pocos días para estar al lado de Dipper y no estaría dispuesto a desperdiciar ni un segundo. Entró y se encontró con la familia Pines y unos amigos riendo y comiendo.

-¡Bill! -gritó Mabel en cuanto lo vió-. ¡Cuánto tiempo! -se acercó a él.

Mabel fué la primera de la familia Pines en saber sobre los sentimientos de Bill hacía su gemelo. Según Mabel, Bill era demasiado obvio y Dipper demasiado torpe como para captar la situación.
Así que como la mejor casamentera del mundo, decidió ofrecer sus servicios a un pobre demonio enamorado.
En resumen, gracias a Mabel, Bill y Dipper habían terminado en pareja por lo que Bill le guardaba mucho cariño y respeto a la hermana de su novio.

-Ha pasado mucho, ¿no? -respondió Bill-. ¿Cómo haz estado? ¿Que tal California?

-Todo va bastante bien, aunque a Marmando a un no se acostumbra a sus piernas y a los enormes edificios. Pero le gusta ir a la playa de vez en cuando.

-¿Y Marmando? -preguntó Bill-. ¿No vino contigo?

-No pudo venir, está de visita con su familia así que está vez vine sola, pero -. Volvió hacía una mochila sacando un suéter tejido de color amarillo-. ¡Te hice un suéter! Dipper tiene uno igual solo que el de él es azul.

Bill tomó el suéter. Mabel era fanática de hacer todo tipo de manualidades y desde que estaba con Dipper siempre les regalaba ropa y cosas hechas por ella para que combinaran. En eso Bill y Mabel se entendían, a los dos les encantaba la idea de que él y Dipper tuvieran ropa y cosas de pareja y al castaño realmente le daba igual pero con tal de hacer feliz a su novio y a su hermana se prestaba a esas cosas.

Bill le agradeció a Mabel por el suéter y se lo puso para ir acorde con su pareja. Dipper estaba sentado al lado de Soos y Melody, Bill se acercó a su novio y se sentó a su lado. Estar con los Pines y amigos era algo que le agradaba mucho, lo hacía olvidar. Lo hacía olvidar que solo tenía 40 días más de vida. ¿Cómo se los diría? ¿Cómo se lo diría a Dipper? Tenía miedo de que él tuviera miedo, que se pusiera mal; que estuviera dispuesto a viajar al mundo de los demonios solo para quitar la sentencia de Bill.

Y si se lo decía, ¿cuándo sería el momento adecuado de hacerlo? Jamás pensó que se encontraría en esa situación. Bill sabía que vería envejecer a Dipper y eventualmente lo vería morir. Era algo que no podía soportar pero sabía que tenía que ser así. Tal vez el único dolor que podría causar el vincularse con los humanos era que verías a las personas que amas morir y te volverías a quedar solo. Bill lo sabía, lo sabía desde que se enamoró de Dipper, sabía que al ser un demonio morir como los mortales no era una opción y que entonces le tocaría ver al amor de su vida partir y no poder hacer nada para impedirlo lo destruía por dentro.

Recargó su cabeza en el hombro de Dipper,el cual empezó a acariciar su cabello con cariño. Eran esos momentos tan pequeños que hacían muy feliz a Bill así que tomó la decisión de no decirle nada a Dipper y vivir el momento. Si iba a morir moriría sabiendo que había alguien que lo amaba tanto como él lo hacía.

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Aclaraciones:

🌸 Las pantuflas que menciono en el primer capítulo las hizo Mabel y por supuesto que Dipper tiene las suyas.

🌸Dipper y Will si se conocen.

🌸 Mabel y Marmando viven juntos en Los Ángeles. El hecho de que él tenga piernas es que Ford le dió un collar especial que lo hacía cambiar a un ser humano.

🌸La forma triangular de Bill no existe en mi historia. Pero el símbolo de su familia si es un triángulo.

🌸Los 3 demonios son los 3 con más años existiendo por eso son la Élite.

🌸El número de demonio de Bill es 618000, esto es una referencia a qué en la serie como saben el número que más aparece es el 618.

🌸Cada que dicen "Bill Cipher. Demonio del sueño número 618000" es como si esto fuera el nombre completo de una persona.

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