❝Novena❞

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Cronosfera
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El aire de Hong Kong se percibía de forma diferente, de América a Asia era un enorme viaje para la de mirada zafiro, a pesar de las apremiantes circunstancias, le fue inevitable emocionarse cuando en menos de 4 horas, de la fría mañana en Groenlandia ya se encontraba en la refrescante noche de Hong Kong.

-Cuando dije que quería que conocieras más lugares que Arcadia, no lo imaginé siendo en una guerra.- confesó Jim en cuanto bajaron de la nave que Aja conducía.

-Al menos... ¿Seguimos vivos?.

Vaya, qué desafortunado. Solo el estar vivo ya era un privilegio para ellos; se tomaron de la mano para comenzar a correr.

Debían llegar al último punto donde Claire, Blinky, Archie y Carlo Magno fueron vistos.

Stella paró es seco, incluso había soltado su mano entrelazada de la de Jim. Algo andaba mal.

La temperatura había subido un poco.

Según sus lecturas de la superficie, los mares y océanos son tranquilos ante la presencia de la luna.
Pero las aguas comenzaban a moverse con más frecuencia que la anterior, su miedo no era reencontrarse con aquel Titán dueño de lava ardiente.

Habían demasiados barcos todavía en las aguas irregulares y el tránsito del puente a unos metros del desastre podía asegurar miles de personas muertas, corrió hacia la orilla ignorando los llamados de su novio y sus amigos.
Debía comprobarlo ella misma.

Me lleva Unkar

Su mano fue tomada por la de Jim quien la atrajo hacia él, la estaba alejando de la orilla. Si el Titán no la lastimaba, seguramente lo haría las incontrolables olas que ahora impactaban con fuerza el muelle.

-¡Los barcos!.- el grito afligido de Tobías la atrajo a la realidad.

Su corazón latiendo con fuerza fue lo único que escuchaba hasta que los gritos de miedo que Toby vociferaba le hicieron reaccionar, estaba atemorizada.
No solo Toby gritaba, personas en los barcos y quienes estaban en el puente gritaban más.

-¡Stella, vamos mírame!.- las manos del joven azabache acariciaron levemente las mejillas de su pareja, aquella mirada de Stella era las mismas que hacía en sus ataques de pánico o ansiedad.

Supo que sería de ansiedad cuando ella sujetó con fuerza sus brazos cubiertos por su suéter azul, casi queriendo enterrar sus uñas en él.

-Cariño, está bien... tú puedes.- Jim susurraba siempre las mismas palabras que daban gran efecto en la joven, por lo que Toby alejó un poco a Aja.

-Al menos no se está lastimando.- murmuró Toby un poco tranquilo, pero su mirada seguía en Bellroc.

-¿Eso siempre le sucede?.- era nuevo para Aja, algo interesante y a la vez triste, una faceta vulnerable de Stella que había mostrado al mundo pero que ni debería tener.

-De vez en cuando...- respondió el de complexión robusta.- llevaba tiempo sin tener un episodio...

-Toby, dime que se le pasará pronto...- pidió la akiridiana con esperanzas, ver a Stella intentar respirar era algo nuevo.

-Se le pasará, Jim siempre lo logra.

-Eso es, linda... Vamos, respira.- lo estaba logrando, Jim enserio comenzaba a calmar a Stella.- sabes que podemos... necesitas una respiración más ¿De acuerdo?

Siguió con las caricias en el rostro, viendo de vez en cuando el panorama en torno al Titán. A penas y se levantaba de las profundidades de aquel cuerpo de agua, disponía de un poco más de tiempo.

-Esa es mi chica...- besó los labios de la contraria en cuanto su respiración se calmó.- sé que puedes, iré contigo ¿Si? Entre los dos sacamos a las personas del puente...

Stella negó para sorpresa del contrario, relajó su tenso agarre contra el suéter del azabache y se dispuso a explicar la situación.

-Deben asegurarse...- suspiró.- el puente, si se destruye Claire y los demás jamás saldrán.

Aquello tomó de sorpresa tanto a Jim como a Toby y a Aja, por lo que se acordó que Stella haría búsqueda y rescate en el puente; mientras que los demás debían proteger la base del mismo.

-Está bien, tú rescate y nosotros el puente.- le sonrió confiado.- te espero aquí.

Stella más calmada, corrió lejos de ellos para crear un portal que la llevase directo al puente, sabía que sería difícil, generalmente las personas ante el miedo no saben cómo reaccionar y quedan en shock sin poder moverse.

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-¡Vamos, vamos, vamos!

Lo estaba logrando a duras penas, un enorme portal fue creado en uno de los extremos del puente, estaba agradecida que los ciudadanos ni siquiera desconfiaron de ella y pasaban por el portal que los llevaba a unos metros más lejos del sitio. Era nuevo aquel poder, jamás mantuvo un portal abierto tanto tiempo.

Para los adultos mayores, se daba la tarea de hacer portales para que estos no caminaran demasiado y que tampoco retrasaran a los demás.

Se preguntó si seguir gritando ayudaría en algo, puesto que ellos no sabían el idioma que ella hablaba y ella tampoco sabía el idioma de ellos.
Al diablo, el punto era salvarlos y lo estaba consiguiendo.

-¡'Ella, preciosa la artillería pesada ya viene en camino!

Tras aquel auricular que no se quitaba por nada del mundo, Jim anunció la llegada de un nuevo aliado.
Giró su vista hacia el cielo, donde un enorme portal de colores celestes irrumpía entre las nubes; sonrió más que emocionada.

-¿¡QUIÉN ESTÁ LISTO PARA UNA GLORIOSA MUERTE!?

En cuanto terminó de liberar el puente de ciudadanos, usó sus poderes para aparecer dentro del centro de mando de aquel inmenso robot; estaba emocionada.

-¡Varvatos!.- chilló emocionada abrazando de los hombros a uno de los mejores guerreros que conoció.

-Pequeña rojo sangre, lamento demorar... tuvimos complicaciones con los diseños de Eli.- comentó mirando hacia la pantalla donde manejaba los controles.- ¿A qué plaga nos enfrentamos esta vez?

-Titanes, quieren el renacimiento.- resumió.- te enfrentas a ella, es altamente letal. Tu disfruta de la pelea, pase lo que pase no toquen el puente.

-Como usted ordene.- dijo con una sonrisa satisfecha, se daría gusto usando la nueva arma secreta que Eli diseñó para ellos.

-¡Protegeré el puente desde afuera!

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-¿Lo viste? ¡Varvatos es genial!.- apoyaba la fémina ante la pelea que yacía frente a ella.

Se podía decir que estaba en primera fila, protegiendo el enorme y desolado puente mientras que estaba comunicándose con Jim por medio de los comunicadores.

-'Ella cuídate.- pidió el azabache.- te veo demasiado cerca de la orilla...

-No pasará nada, espera un segundo...

Dicho aquello corrió hasta lograr subirse a un auto e hizo un escudo protector ante la espesa lava que caía por los golpes que Varvatos proporcionaba a Bellroc; iban ganando en esos momentos.
Aquello resultaba gracioso para la pareja, una "llamada" mientras veían a Varvatos con su "Arma Robot" luchar.

-Listo, cariño. ¿En qué estábamos? ¡Oh, sí! Como te decía, ¡La pelea se ve mejor desde aquí! ¿No quieres verla conmigo?

-Prefiero quedarme en tierra firme, aun no tengo señales de Blinky y me preocupa.- confesó alejándose un poco de Toby y Aja.

Ambos estaban igual de emocionados que Stella Miracle, por lo que sus gritos no dejaban escuchar bien la emoción de su novia del otro lado de la línea.

-¿No te sientes cansada?

-Un poco.- dijo soltando un pequeño quejido, estuvo corriendo y lanzando ataques sin descanso que tras parar, la adrenalina se esfumó y su cuerpo reaccionó ante el enorme ejercicio físico y mental que realizó.- mientras siga con el puente intacto podemos estar algo tranquilos...

Ambos callaron cuando vieron perfectamente como Bellroc le quitaba las armas a Varvatos, arrancandolas del Robot. Comenzaba a desarmarlo y dejarlo indefenso.

-Prepárate, Jim... se acabó el festejo.

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-¿Stella?, ¿Stella me copias? ¡Varvatos está con nosotros, responde!

Jim no obtuvo respuesta, estaba desesperado. Stella no respondió de un momento a otro, desde que Varvatos Vex salió de la nave por haber perdido la batalla, no había señales de Stella en ninguna parte.
Si su pequeña Miracle cayó al agua, estaría entrando en mar abierto en poco tiempo.

-Jim, debemos evacuar ¡El puente está inestable!.- Aja estaba al lado de Varvatos, esperando en su nave a que Toby y él se subieran.

-No me iré, Stella no me responde y necesito que Claire y los demás salgan... por eso estoy aquí.

-Estamos.- corrigió Toby tomando el hombro de su mejor amigo alto.- su tercera rueda siemprelos acompañará hasta el fin del mundo.- le recordó.

Era increíble, dos batallas perdidas en menos de 10 horas; comenzaba a dudar de sus capacidades de liderazgo, de si dejar que Stella salvara a tantas personas sirviera de algo, vamos, confiaba en 'Ella.

Vamos responde...

-'Ella necesito escucharte.- volvió a hablarle al auricular, pero no escuchaba nada. Definitivamente había perdido la comunicación con su pelirroja. No solo quería escucharla para saber que estaba bien, escucharla lo calmaria a él.

-¡Jim la pared!

Ambos adolescentes miraron con alegría el típico trazo que hacían los Horngazel cuando abrirían una puerta al exterior, pero se alarmaron cuando el trazo se cortó y un fragmento grande de la llave de aquellos mundos cayó frente a ellos.

Jim no perdió el tiempo, el puente caería pronto. Con su mano derecha tomó aquel fragmento, quemando su piel al instante, tuvo que gritar de dolor pero no lo soltó, había perdido demasiado como para hacerlo de nuevo.
Frustrado ante la quemazon y dolor, terminó de crear la puerta. Donde una agitada Claire y un victorioso Blinky salieron ilesos.

Pero no logró salir ni Archie, ni su padre, Carlo Magno.

-¿¡Y Stella!?.- Blinkous Galadrigal miró en todas direcciones, no encontrando rastros de su pequeña Miracle.

-Chicos, ¿Dónde está?.- pidió saber ante el silencio de los varones.

-¡AQUÍ!

Stella Miracle corría hacia ellos, Jim sintió sus pulmones llenarse de aire nuevamente, ni se fijó en qué momento su respiración fue errática, ¿Cómo no estarlo? Stella dejó de contestar de repente y los miles de escenarios que su mente le daba eran dignos de una depresión inimaginable.

La chica dejó de mirarlos a ellos y miró hacia arriba, por el cómo iba ella, estaba claro que cayó al mar, y se llevó varios raspones en el proceso.

El grito de Claire hacia la enorme ola que se acercaba a ellos hizo que todos miraran hacia arriba, esperando lo peor.

Stella logró hacer un portal para salvarse a ella misma y a los demás justo a tiempo.

Aunque no se podía celebrar si Stella Miracle se encontraba "a salvo".

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El mirador de las afueras de Arcadia había sido el sitio de reencuentro, todos miraban a su alrededor. Era un lindo lugar, una joya escondida de la belleza destructiva que caracterizaba a Arcadia Oaks.

Douxie tenía la cronosfera en sus manos, repitiendo una y otra vez las palabras que Archie le pidió a Claire que le dijera al de mechones azules. Estaba destrozado, su acompañante felino de aventuras se había quedado encerrado para siempre en otro lugar.

-Dame tiempo, en menos de dos meses puedo intentar rescatarlo.- pidió Stella con tal de ver a Douxie en mejores condiciones.

A quien engañaba, ella tampoco se encontraba bien, Douxie fue muy claro al decirlo "Nomura murió en vano"; logró salvar a Strickler pero Nomura falleció.
Fue inevitable recordar las veces que estuvo con ella en las Tierras Oscuras.

"¿Te gusta Jim?"

Cómo olvidar las burlas constantes hacia ella por hablar de Jim varias veces estando encerrada en una casi jaula. Gracias a Nomura ella aclaró que sí le gustaba el Cazatroles, y mucho.

-¿Puedo?.- preguntó un poco dudosa.

Se refería a la cronosfera, ella quería ver aquel artefacto con sus propios ojos. La verdad no creía mucho en eso, pero la insistencia que los demás presentaban por ello, le dio curiosidad.

¿Qué habrá pasado mientras no estaba?

Douxie no se lo negó, incluso le sonrió mientras le daba aquel artefacto. Stella lo miró, el verde esmeralda resaltaba en él.

¿Qué tienes de importante?

A unos pasos de ella, Krel mantenía una tranquila conversación con Jim, el azabache quería un arma capaz de proteger a Stella de todos los peligros, y el akiridiano no pudo estar más de acuerdo.
No debió decirle que la chica de mirada zafiro cayó de un puente y casi es llevada a mar abierto.

Hasta que una frase le llamó la atención luego de aquella plática.

-La novena configuración nos ayudará con la cronosfera.

¿Novena configuración?

Sus ojos miraron de nuevo la cronosfera, repitiendo varias veces sobre la novena circulación. Ya había escuchado hablar de eso antes, y aquellos recuerdos giraban en torno a su padre, Merlín.

[-Cada siglo se produce una configuración de magia... en cada hechicero... esto asegura tus poderes aprendidos cada siglo, quiere decir que... si tú llegases a cumplir 9 siglos, ¿Qué eres, hija mía?]

-Yo soy la novena configuración.