❝Hechizo roto❞

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Nuevo Amuleto
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—¡ESTOY EMBARAZADO!.

Aquel grito logró confundir demasiado a Jim Lake, incluso dejó su lectura para observar a Steve con una panza que parecería tener 6 meses de embarazo.

Justo cuando necesito toda la ayuda posible

Ahora con Steve Palchuck fuera de juego, por el ridículo permiso de parternidad, debían triplicar su esfuerzo y repartir más labores entre todos, al menos Eli con su nueva apariencia, vaya, había credido y hasta el azabache debía admitir que se veía guapo; él cuidaría al novio embarazado.

—Ahora que somos más, podremos leer más rápido.— habló Blinky con una pila de libros en sus manos.—, pero con certeza puedo decirles que gracias a los libros de Merlín he encontrado información muy interesante sobre la Orden Arcana...

Todos rodearon la enorme mesa llena de libros, sin emitir sonido alguno, esperando que las palabras que Blinkous Galadrigal soltaba fuesen la luz esperanzadora que necesitaban.

—¿Por qué siempre que abrimos un libro es para algo malo?.— nadie se atrevió a contestar la pregunta tan cierta que Tobías Domzalski había hecho.

No recordaban la última vez que leyeron un libro de magia por pura curiosidad o entretenimiento, para Jim, un sentimiento de angustia fugaz golpeó su pecho con fuerza, recordaba lo mucho que Stella amaba los libros y de seguro ella conocía el contenido de la mayoría de libros que estaban ahí.

Jamás imaginó que todo le recordara a ella.

Controlate, James

Su yo Troll ya la hubiera rescatado sin duda.

—Ilumina a los nuevos, Blinky.— pidió Jim ignorando sus pensamientos angustiosos y optando por mantener una postura fría.— ¿A qué nos enfrentamos exactamente?

Luego iría a presentarse con Aja Tarron, seguramente Stella lo hubiese presentado ante ella al llegar; basta Jim.

—La Orden Arcana.— suspiró mientras abría un libro que mostraba una ilusión de las apariencias de aquella secta.— buscan despertar a los Titanes.— 3 puntos de color rojo, celeste y verde se mostraron, indicando el color de cada miembro.— fueron sus ciervos desde la creación del Universo.

Vaya, aquello hacía cuestionar de forma enorme aquellos libros de Ciencias donde explicaban cada una de las teorías de la creación de la Tierra y el Universo.

—Han permanecido en Estásis por milenios, esperando un juicio de proporciones épicas para despertar y tomar el mando nuevamente.— aclaró.

—¿Por qué se llevaron a Stella, entonces?.— Aja interrumpió el relato histórico tras ver un poco de incongruencia, al menos eso quería creer, la verdad, solo necesitaba ver a su amiga vivaz al lado del azabache para sentirse más en paz consigo misma.

—Porque ella es la última Le Fay sobre la Tierra.— respondió nostálgico el Troll de 4 extremidades superiores.— desde el nacimiento de la madre y tía de Stella, la Orden Arcana estuvo en su búsqueda para entrenarlas y que se conviertan en sus esclavos.— informó mirando a la nada.

Recordaba todas las peleas de Amelia contra la Orden Arcana para proteger a Morgana a toda costa, cada noche de insomnio, cada golpe y cada cortada que ella se llevaba en le proceso.
Pero Amelia jamás se rindió y lo logró, salvó a Morgana aunque a duras penas lo había hecho, y ella no cayó en la tentación.

Su juramento de proteger a su hermana hasta la muerte se hizo realidad; aunque la Orden Arcana había logrado manipular a Morgana para que asesinara a la madre de Stella Miracle.

—Sin embargo, Morgana Le Fay casi se entrega completamente a la Orden  Arcana...— confesó el sabio Troll.— hasta que murió en batalla, al ser Stella una primogénita de sangre poseedora de Le Fays, la convierte en alguien con el poder suficiente para ser parte de la Orden Arcana.

—Si 'Ella se entrega... ¿Qué harán con ella?.— Jim ni siquiera miró a Blinky,  varios escenarios de Stella siendo torturada por aquellos semi dioses estaba atormentando su mente.

—Con ella pueden despertar a los Titanes con facilidad.— confesó.—, Nari, Bellroc y Skrael solo son el poder que los despertará, Stella es la llave para que la Tierra pueda ser tomada por ellos... y no importa si Stella se entrega o no...

—¿De qué hablas?.— exigió saber Claire de brazos cruzados.

La tensión fue más fuerte.

—Manipularon y manejaron a Morgana para asesinar a Amelia... ¿Qué te hace pensar que no pueden hacer lo mismo con Stella?

Nomura fue la respuesta más dolorosa y acertada entre los pensamientos de los demás.

—Claro, si Amelia pudo resistir, Stella puede ¿Cierto?.— Strickler prefirió hablar para que de cierta forma, aquella respuesta lograra cambiar la expresión de Jim.

—Puede.— respondió Nari interviniendo en la plática tensa.— pero también deben recordar que su padre de Gunmar... él era de mentalidad débil y fácil de manipular.

—Pero Stella no es así.— respondieron Krel y Jim al unísono.

Aparte de tensión, ahora había un poco de incomodidad.

—Stella jamás nos traicionaría.

—¿Y si se rinde?

—¿Cómo puedes dudar de ella? ¡Después de todo lo que hace!

—¿Y si la manipulan?

—Oh no, a mi pequeña rojo sangre nadie la manipula.

—Pero su padre es Gunmar...

—¡¿Cómo te atreves a usar a su padre en su contra?!

—Increíble, después de 2 años viviendo con nosotros se atreven a dudar de ella por su padre ¿Les recuerdo lo mucho que ella odia que la recuerden por quién fue su padre?

—No mijo, su padre fue Merlín ¡Padre es el que cría y protege, maldición!

—¡Basta!.— pidió Nomura ante tantos ataques entre todos, tiró el libro que llevaba en la mano ocasionando que resonara en la estancia.— ustedes ya no son unos niños, así que aprendan a aceptar la verdad. Stella pueda que no sea así, ¿Acaso no vieron en las condiciones que se encontraba? Ella no tiene la culpa de quiénes son sus padres o familiares, y tampoco tendrá la culpa si logran usar la magia de ella... Así que más les vale hacer un plan elaborado y pase lo que pase el punto es rescatar al mago y a la pequeña milagro ¿¡Entendieron!?

Todos callaron.

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—¿Co-Cómo?... ¿Arcadia... el centro del Universo?.— Toby ahora tenía un tartamudeo constante a causa de los nervios.

Arcadia, todo sucedía en Arcadia.

Ni te maldigo porque ya suficiente tienes, Arcadia

—Creí que México era el centro del Universo.— murmuró Claire con confusión.

—¡Viva México!.— exclamó Stuart en cuanto escuchó los murmuros de Claire.— todo el mundo sabe que México es el centro del Universo.— apoyó a la castaña.— nuestra señora Catrina lo ha explicado a través de historias...

—Pues aparentemente no es así... Eñ juego ha cambiado.

—No importa, al menos tenemos a Nari con nosotros.— dijo Jim cortando el inicio de una discusión por qué lugar era el centro del Universo.

Todos miraron a la semi diosa que ahora poseía el cuerpo de Douxie, el azabache se acercó a ella, mirándola con esperanza.

—Nari, ¿Tú sabes dónde está la Orden Arcana?

Deseó que la respuesta fuera afirmativa, así estaría más cerca de Stella pronto. Pero aquella esperanza se fue apagando poco a poco al ver como ella negaba lentamente, sintiéndose decepcionada de sí misma al no ser de utilidad.

Jim suspiró, Archie solo puso una pata sobre la mano de Jim para darle una mirada de apoyo, confiaba en el azabache, y en todos sus años a aprendido que las cosas, por muy terribles que fueses, sucedían por algo.

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Tenía sus ojos cerrados, su respiración llegaba a ser irregular en algunas ocasiones. Estaba inconsciente.
Sus muñecas estaba entre moradas y rojizas a causa de que estas sostenían todo su peso en el aire, si fuese alguien que tuviera el peso ideal de una chica de 18 años, seguramente sus muñecas estuvieran dislocadas.

Pero al estar entrenando y sin dormir o comer bien, su pérdida de peso era evidente.

No abrió sus ojos hasta el el goteo de agia fría sobre su cabeza le dio escalofríos.

¿Jim?

Incómoda, abrió sus ojos de golpe, ahora recordaba lo sucedido.

Estaba oscuro, solo una pequeña liz se colaba por aquel techo. Sus piernas estaban dolidas a causa de la mala postura, afligida quiso correr, gritar y huir.

Estaba encadenada al techo, sus brazos hacia arriba y sus tobillos de igual forma estaban encadenados, pero estos se encontraban juntos, sujetandola al suelo metálico.

—Maldición...— susurró.

Debía huir de ahí con Nari, no sabía cuál era su ubicación.
Intentó hacer un portal para que de esta forma, donde sea que estuviera Jim y los demás, pudieran pasarlo y rescatarlas.

—Vamos... create... vamos.— suplicó, mas solo ganó un dolor de cabeza punzante y ganas de llorar.

No tenía fuerzas para crear un portal.
De pronto sintió un escalofrío recorrerle la columna vertebral y erizarle la piel blanquecina.

Skrael...

—No, no, no...— aquella habitación se congeló por completo.— fr-frío... du-duele.

Ni siquiera podía hablar, sus rodillas tocaban el suelo completamente congelado y eso empezaba a quemar,  al igual que su circulación en las muñecas, cada vez era menos a causa del hielo.
Sus ojos picaron por las calientes lágrimas que querían salir y no podían a causa del frío.

Su cara pálida, pero con tonos rojos en nariz, labios y mejillas parecían causar satisfacción en Skrael que se divertía bajando más la temperatura de aquella habitación.

—¿Na-nari?.— solo pudo formular aquella pregunta al ver como llevaban a Nari encadenada hacia donde ella estaba.

Claro, Stella no sabía que en realidad era Douxie quien la veía con horror a causa de su estado.

—Per-perdo-don...

'Ella perdóname tú a mí...

—Luchen todo lo que quieran.— dijo Bellroc ante la inasistencia de Nari y los pocos movimientos que Stella hacía a causa del hielo en su piel.— solp necesitamos su presencia no su compromiso...

¿Presencia?

—Awww, la bastarda de Amelia no es tan inútil como pensé.— se burló Skrael apretando adrede las cadenas de las muñecas de Stella.

Douxie tuvo que cerrar con dolor sus ojos ante el grito que Stella soltó, jamás la había escuchado gritar así, al ser su primera vez presenciando aquel dolor de la fémina, deseó jamás haber ido a arruinar su vida por una guerra que no era su culpa.

Douxie fue levantado y los tres sdmi dioses rodearon el cuerpo de Stella Miracle. Mientras que los sellos del Génesis estaba sobre la chica encadenada.

—No solo tres despertarán... Unanse... sean uno...— comenzaron a recitar Skrael y Bellroc al unísono y con fuerza.

Stella y el cuerpo de Nari comenzaron a moverse para escapar,  la pelirroja ni siquiera sabía el porqué la rodeaban a ella; pero estana aterrada.

Definitivamente cuando todo esto terminara huiría con Jim lejos de todo y de todos y viviría el final feliz que ella siempre quiso. Se lo merecía.

—¡Juntos renacerán!

Stella logró respirar y dejar de moverse en cuanto no sucedió nada, aquello confundió a los semi dioses.
Pero una carcajada burlona de parte del cuerpo de Nari hizo enfurecer a la Orden Arcana.

Stella intentó sonreír, aunque el hielo impedía parte de sus movimientos.

—¿Douxie...?

—Ella no es Nari.— habló Bellroc comenzando a enfurecer.

—Abra cadabra pata de cabra.— musitó con la voz de Douxie el cuerpo de Nari.

La esperanza volvía a albergar en Stella dándole felicidad.

—Parlotea todo lo que quieras.— dijo Bellroc sin remordimiento, teniendo una expresión neutra en su rostro.— todos aquí sabemos lo podrido que se encuentra este mundo... Fue creado para vivir en armonía y en paz, pero ningún humano ha respetado eso.

Tiene un poco de razón...

—Reajustaremos el mundo a su concepto original.— explicó Skrael alejándose un poco y caminando alrededor de los demás.— y eliminaremos a la humanidad de él, porque la plaga no son las enfermedades, no son los animales ni mucho menos insectos, la plaga es el asqueroso ser humano.

—Te sugiero que quites tu hechizo ahora, porque será doloroso.— amenazó la de cabellos rojo y negro, mostrando su puño ante el cuerpo de Nari.

—Haz lo que quieras conmigo.— respondió Douxie sin preocupación.

—No niño, no será doloroso solo para ti.— rió Skrael ante la confusión del otro, por lo que se puso detrás de Stella.— será doloroso para ella también...

Skrael aumentó el hielo y el dolor en las cadenas de Stella Miracle, mientras que Bellroc causaba dolor en la mente de Douxie sin remordimiento.

Ambos comenzaron a gritar y a retorcerse del dolor.

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Los gritos de Nari preocuparon a todo el equipo que la rodeaban en busca de respuestas, respuestas que solo Blinky pudo usar.

—Están rompiendo el hechizo.— dijo al ver con pena como se retorcía de dolor.

—Resiste Nari, vamos.— suplicó el azabache de mirada azul cielo, Nari era lo único que evitaba el sacrificio de Stella y la destrucción del mundo.

Aunque para este punto, ya debería tener una idea de aue Stella Miracle estaba siendo torturada también.
El cuerpo de Nari comenzó al levitar y ser rodeado por una luz verde esmeralda.

Entre gritos, ella soltó.

—Pase lo que pase, la novena configuración será hecha solo por el Cazatroles... La cronosfera puede arreglarlo todo ¡Consiguela!...

Tras decir aquello, el hechizo fue roto en su totalidad y ahora, el verdadero Douxie cayó en el suelo sin dolor alguno.
Todos corrieron a socorrerle, pero él fue más rápido y se levantó completamente enloquecido.

—¡STELLA!.— exclamó.

Al ver que había vuelto a su cuerpo, tapó su boca y se dejó caer de rodillas.
No fue lo suficientemente fuerte para soportarlo.

Jim lo tomó de los hombros y le obligó a mirarlo.

—Doux qué viste, ¿Qué sucede con 'Ella?.— exigió saber con jna expresión y que causaba terror en cualquiera.
Jim estaba furioso, teniendo una idea de qué sucedía.

—No, no lo recuerdo... Maldición, no lo recuerdo.— repitió acariciando a Archie, el felino se puso en su regazo para recibirlo con un abrazo.

—Bien, ahora estamos contra reloj...— Strickler comenzó a hablar.— debemos averiguar a qué se refiere con novena configuración...

—Suena a banda de los 90.— comentó Stuart.— pero dijo que solo el Cazatroles puede hacerlo.

Todos miraron a Jim, por lo que este bajó la mirada entristecido.

—Ya no soy el Cazatroles... ¿Lo olvidan?

—Yo no estaría tan seguro...— sonrió Krel caminando hacia él.
No estaba listo del todo, pero sí sería útil, más estando entre la espada y la pared por el poco tiempo que tenían.

Un nuevo Amuleto le fue creado, a partir de los planos de Merlín, forjado con tecnología akiridiana y con una piedra corazón de Stella.
Jim miró a Krel con una sonrisa al igual que el akiridiano le dio una, era una grandiosa noticia, sobretodo en aquellos momentos; y aun así recordó que tenía una plática pendiente con él.

"Por el bien de todos, la luz del día está bajo mi mando"