—En esta dimension, habitaran algunos hombres que son llamados donceles, quienes tendrán los aparatos femeninos como el utero, ovario y también vagina, sus pechos serán normales. Eso es todo, gracias —

—Que tu visita en este nuevo corto fanfic sea duradera —VanteMoHanna.

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Como otro día más de la semana, él se encontraba ensayando para su próximo concierto en Las Vegas, Estados Unidos. Llegar hasta allí era un logro impresionante, y todo gracias a sus fans.

—Kook, tienes que ir más al centro —le ordenó su coreógrafo, dándole indicaciones. Jeon solo asintió.

No era fácil ser un idol en estos tiempos; se necesitaba mucho esfuerzo para llegar hasta donde estaba.

—¡Ahora vamos desde el inicio! —gritó con su megáfono, esperando a que todos se acomodaran antes de dar la orden—. Listo, ¡ya!

La música comenzó a sonar. Era su último sencillo, "3D", un gran éxito en todo el mundo. Jungkook se movía como lo había practicado horas antes, imaginándose a su pareja bailando junto a él, como la noche anterior.

Esa noche, le había estado enseñando la coreografía durante toda la tarde, solo porque el castaño se lo había pedido. Y aunque Jeon era una persona muy estricta, no pudo negarse.

Jungkook se movía con precisión, cada paso sincronizado con la música. La sala de ensayo vibraba con la energía de su equipo, todos concentrados en perfeccionar cada detalle.

—¡Eso es, Kook! —exclamó su coreógrafo, satisfecho con el progreso—. Ahora, todos tomen un descanso de cinco minutos.

Jungkook se dejó caer en una silla, respirando profundamente. Miró su teléfono y vio un mensaje de su pareja.

 "¡Lo estás haciendo increíble! No puedo esperar a que estes aquí. Besos 💋💋"

Sonrió enamorado, sintiendo una oleada de motivación. Sabía que todo el esfuerzo valdría la pena cuando estuviera frente a miles de fans, entregando su mejor actuación.

Y mientras eso, el grupo de chicas del baile miraban a Jeon, el gran artista reconocido tomar agua, sus gestos al hacer quedando enamoradas al instante, suspirando y envidiando a quien sea su pareja, imaginándose que sería cualquier muchacha sin talento o flacucha como ya han escuchado los rumores.

Ya que hasta ahora el azabache no ha querido que nadie sepa de su vida personal. Pero si ya ha salido a decir a los cuatro vientos que está muy enamorado de unos hermosos ojos verdes, una hermosa sonrisa cuadradita y unos claros cabellos castaños.

Sip, él está muy enamorado.

El descanso terminó rápidamente y todos volvieron a sus posiciones. La música comenzó de nuevo, y Jungkook se sumergió en el ritmo, dejando que la pasión por su arte guiara cada movimiento.

—¡Perfecto! —gritó el coreógrafo al final de la sesión—. ¡Eso es todo por hoy, chicos! Buen trabajo.

Jungkook se despidió de su equipo y salió del estudio, sintiendo el cansancio en cada músculo, pero también una satisfacción profunda, y una gran sonrisa por encontrarse con el amor de su vida.

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Después de un largo día de ensayos, Jungkook se despidió de su equipo y salió del estudio. La noche había caído sobre la ciudad, y las luces de Busan brillaban intensamente, creando un paisaje vibrante y lleno de vida.

Caminó hacia su coche, sintiendo el cansancio en sus músculos, pero también una satisfacción profunda. Sabía que cada esfuerzo lo acercaba más a su sueño. Mientras conducía hacia su departamento, pensaba en su pareja, quien lo esperaba con ansias y ese coño que de seguro estaba esperándolo también.

Al llegar, subió rápidamente las escaleras y abrió la puerta. Allí estaba él, con una sonrisa cálida y acogedora.

—¡Bienvenido a casa! —dijo Taehyung, acercándose para darle un abrazo.

Apegando sus labios en un necesitado beso, sus lenguas jugando en ellas, los brazos de Taehyung rodearon el cuello de Jungkook apegándolo más a él, asiendo sus pies de puntillas para así lograr llegar a su altura. 

El azabache puso sus manos en las caderas de Kim, dándole paso hasta sus nalgas, tan grandes y suaves, asiendo fricción entre su erección y la parte intima de su novio gimiendo en el proceso sin dejarse de besarse.

Lo hermoso que era que su novio tenga raíces brasileñas, un cuerpo de envida para todos.

Se necesitaban, esto estaba claro, el castaño se separó cuando empezó a sentir las manos de Kook meterse por sus bragas. Sonriendo dio últimos piquitos en los labios.

—Te amo —le dijo Jungkook, mirándolo deseoso.

—Y yo a ti, mi amor.

Pegaron sus frentes.

—Gracias —respondió Jungkook, sintiendo cómo el cansancio se desvanecía en sus brazos—. Ha sido un día largo, pero valió la pena.

—Lo sé —dijo él, mirándolo con admiración—. Estoy tan orgulloso de ti. ¿Quieres cenar algo?

—Me encantarían, mi amor —respondió Jungkook, ahora yéndose a la su habitación a darse una relajante ducha. Luego siguiéndolo hacia la cocina.

En donde estaba ya lista la comida para ellos. No pudo evitar echarle un ojo a la ropa de su novio, que solo consistía en unos shorts cortos apegados a sus curvas, y su camisa que le llegaba por sus muslos.

Mientras cenaban, hablaron sobre el ensayo y los planes para el concierto. Jungkook se sentía agradecido por tener a alguien que lo apoyara incondicionalmente.

—No podría haber llegado hasta aquí sin ti —dijo, tomando su mano—. Gracias por estar siempre a mi lado.

—Siempre estaré aquí para ti —respondió él, sonriendo.

Jungkook asintió, sintiendo una paz interior. Sabía que, con su apoyo, podría enfrentar cualquier desafío. Después de cenar, se dirigieron a la sala, donde se relajaron viendo una película antes de ir a dormir.

Esa noche, mientras se acurrucaba junto a él, durmieron, aunque no por mucho tiempo, cuando Jungkook volvió a meter sus manos bajo las bragas de Taehyung.

Queriendo darle de nuevo un orgasmo como confeti de champaña. Y él no se negaba.

Sintió como las manos frías tocaban sus muslos.

—Ah~ Kookie, porque eres tan caliente —gimió cerca de su oído.

No todo el mundo tenía oportunidad de estar en una situación intima con alguien tan famoso, pero quien pensaría que Jeon Jungkook en esos momentos se encontrara teniendo el mejor sexo con su pareja y modelo brasileño de la marca Celine; Kim Taehyung. 

Y no era para provocador el pijama que escogió su novio esa noche para dormir. Para nada provocador.

Ya les había dicho que su pareja tenía raíces latinas, pues si las tenía y no se necesitaba pruebas. En solo su figura se demostraba.

—Eu te amo —pronuncio el castaño, besándolo ansiosamente.

Jungkook ya se encontraba duro dentro de los boxers. Mientras amasaba duramente los glúteos de Taehyung. 

Sin pensarlo dos veces se subió encima de Taehyung sin cortar el beso, poco a poco despojo su camisa, deslizándolo fuera de su cuerpo mientras llevo sus labios a las preciosas clavículas lamiendo y dejando un recorrido de besos, sin dejar marca.

Porque su pareja era modelo y no podia dejar ningún chupetón, era muy estricto en ese ámbito. Pero había un lugar en donde dejar su muestra de amor.

Sus preciosas nalgas. Redonditas, suaves, masticables.

Sus besos descendieron hasta el vientre del castaño, Taehyung quien se encontraba en un mar de jadeos y mordidas de labios. Jungkook llego hasta la base de bragas en donde se arrodillo abriéndole las piernas y dejando una hermosa vista. 

Llevo su nariz hasta el pequeño capullo que se formaba atrás de la tela, oliendo el rico olor que desprendía; Vainilla con fresas era el aroma que su novio siempre utilizaba.

Con sus dedos hizo a un lado la tela de su braga, dejando a la vista el hermoso, brillante, rosadito, lampiño y delicioso coño de Taehyung, quien jadeo al sentir la respiración de su Jungkook.

Empezó a lamer como si se tratara de su helado, la yemita hinchadita era bien atendida por la vibrosa lengua del azabache. Taehyung comenzó a contraerse, tentando a alejarse, cuando Jungkook lo sujeto de las caderas.

—Ahg~ ah~~ —gimió agarrando los cabellos de Jeon —Me corro Kookie.

—Aun no cariño, aguanta un poco —dijo saliendo de la mamada que le estaba dando, dejando temblando las piernas. Para empezar a retirarse sus boxer, el solo dormía con eso.

Atrajo más a Taehyung, dándole un beso en la frente lo agarro de las caderas empujándose dentro de él. Sin esperar empezó a penetrarlo, embestidas y más embestidas.

—Mmm~~ kook~~.

—Que rico estas~ mierda. —su culo se movía de adelante hacia atrás impulsándose para llegar más profundo del interior de Taehyung.

Quien empezó a tocarse para llegar a su ansiado climax, moviendo sus dedos en su clitoris, sin tiendo tener un Squirt.

—Me corro~, ah~ —agarro por las caderas a Jeon, para atraerlo más a él. Derramando un fuerte Squirt que lo dejo temblando, mojando el pene de Jungkook, siendo seguido por las embestidas de su rudo novio, quien también se corrió derramando su esperma en su utero.

—Eres como un manjar, que nunca me cansare de probar. —susurro besándolo —Te amo.

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