Relaxed (22)
- Yael...- musitó relajado al verlo llegar al salón - comedor, Camil estaba desayunando junto en ese momento.- Buenos días, cuando desayunes, nos vamos.
Asintió con la cabeza.
- Camil vendrá...- informó, aquellas palabras tomaron de sorpresa a ambos.- Parece que hayáis visto un fantasma...- bromeó.
...
Entraron en el carruaje, Camil y Yxo habían entrado antes que él, lo cual implicaba que debía sentarse en el espacio libre que le dejaron. Ambos se sentaron juntos. Yxo al lado de la ventana, apoyando el codo en el borde y mirando por dicha ventana. Camil le planteó una conversación para gran parte del viaje hasta el banco, Yxo iba en silencio, sus ojos fijos en el exterior, una mueca seria, tal vez estaba ensayando para verse formal y educado, no iba a reprochárselo, tampoco podía. El carruaje se detuvo y Camil salió de un salto. Su vestuario era similar a las prendas de niño pequeño que debía llevar en las celebraciones, en vez de ser un pantalón corto que mostrase las piernas y calcetines blancos por media espinilla, en esa ocasión era un pantalón largo hasta los tobillos, con dobladillo, zapatos formales y elegantes, como los de todos, zapatos de vestir. Camisa de botones, un chaleco, y sus característicos lentes tintados de rosa. Yael-Ajax se levantó para bajar las escaleras y salir del carruaje, pero Yxo lo detuvo.
- ¿Crees que puedo dar un buen ejemplo reemplazando al líder para esta inspección? ¿O me verán como un intruso aprovechado?- preguntó con vacilación en su voz, su mirada pareció dudar por una décimas de segundo en sí salir o quedarse en el carruaje.
- Como hijo del líder, tienes tanto derecho como él para reemplazarle, y ni siquiera lo haces, solo liberas su trabajo para que tu padre no tenga que ir a todas las sucursales, en ese caso, eres un buen hijo, interesado y dedicado...- hizo el amago de tomar su mano, pero se abstuvo para no incomodarlo.- No van a decirte nada, y si lo hacen, no tienen el derecho suficiente para reclamar nada cuando lo que estás haciendo es ganar experiencia para cuando seas el líder...
- Gracias...- susurró en bajo por el ánimo y apoyo, se levantó y ambos bajaron prácticamente al mismo tiempo, de no ser porque la escalera era estrecha, pero Yael-Ajax no dudó en tenderle una mano al vampiro para que esté no tuviera problemas en bajar.
Un gesto de cortesía.
- No lo niegues más, Yxo; Yael te gusta.
Los dos miraron mal a Camil por su comentario y este señaló el agarre por el gesto de cortesía, gesto que soltaron inmediatamente después de bajar el escalón del carruaje.
- No tengo tiempo para ponerme a discutir contigo de eso ahora, compórtate...- riñó de forma maternal y caminó hacia la entrada de la sucursal.
- Cualquier día te meterá un morreo, te lo garantizo.- golpeó suavemente con su codo al contrario, a Yael, este rodó los ojos restándole importancia y caminó hasta el lado derecho de Yxo para iniciar el camino según el protocolo una vez entrasen.
Camil se rió por qué no comentasen nada, tal vez asumiendo que tenía razón, porque tampoco lo negaron, claro; y se acercó a Yxo por el lado izquierdo, siguiendo la línea de protocolo. Finalmente, entraron en el banco de sangre.
Al verlos llegar, la sorpresa de todo el banco de sangre y el repentino silencio de los clientes llamó la atención del gerente y los empleados, buscaron la línea de las miradas hasta la figura elegante, mirada seria, imponente... a sus lados, Yael-Ajax, y un chico que no conocían rubio, ligeramente bronceado, ojos azulados... Janneth no pareció sorprenderse de su presencia allí. Cordialmente, se acercó, saludó, y los invitó a pasar a la parte trasera y seguidamente se les unió el gerente, sorprendido por la complejidad de los dos vampiros. Miró a Yael-Ajax, este no dijo nada.
La visita se alargó, como era de esperar, a las dos horas aproximadamente, momento en el que Yxo le susurró que podía quedarse, después pasarían a recogerlo, aceptó y agradeció por aquello. El vampiro y el híbrido salieron del banco, dejando a Yael allí, que giró los ojos hacia el gerente. Sonrió.
- Cuanto tiempo...- mencionó con calma en su voz, el gerente seguía inmóvil.
Reaccionó tarde.
- Demasiado... Pensábamos que desapareciste para siempre... ¿Cómo te va en la sede? ¿Por qué estás aquí?
- Soy su mano derecha... bueno, lo seré si llega a ser líder antes de que fallezca...
- ¿Qué?- pareció más una exclamación que no una interrogación, Yael-Ajax se rió un poco internamente.- Las cosas han cambiado mucho, ¿Uh?
- Así es...- asintió con la cabeza.- Han cambiado demasiado... Yxo convenció al líder del banco para ser su sirviente en vez de engendrar híbridos... Deben haberme visto algo, no entiendo esa decisión, sinceramente... Pero no puedo quejarme, me cuidan bien, regreso a casa los fines de semana y por lo demás...
No acabó de hablar.
- Yael...- lo llamó.
- ¿Uh?- giró los ojos hacia él.- ¿Qué pasa?
- Dijiste...- pareció tomarse un momento para procesar, no tardó mucho.- Yxo...- fue como un suspiro decir su nombre, un suspiro rápido.- indiferentemente...- ¿Por qué estaba hablando tan lento y con tantas pausas? Se estaba estresando.- ¿Te permiten ese protocolo de lenguaje?
- Él sí; generalmente, en las celebraciones con las élites o las demás casas de vampiros, apenas puedo hablar con él...
- Que bien...- suspiró.- Pensaba que estarías sufriendo o deseando seguir aquí...
- En realidad...- Yael-Ajax suspiró profundamente.- Sí echo de menos trabajar en el banco...- confesó.- El bullicio de las celebraciones me trae la nostalgia del bullicio del banco... En cierta parte me gusta estar en ellas, los buenos recuerdos...- sonrió un poco y suspiró profundamente una vez más.- No puedo quejarme.
- Cuando dices que no puedes quejarte, lo dices en el sentido literal de si te quejas te amenazan o en el de que tu trabajo es bueno.
- Evidentemente en el segundo sentido... Estar en la sede da miedo y es intimidante los primeros días, pero luego se vuelve como tu hogar.
[...]
Siguieron hablando por algunas horas más, incluso en el momento del descanso, pudo cruzarse con Taemin, Chloe o Melody, saludó al resto de los compañeros con los que había tenido relación y compañerismo desde que entró a trabajar allí. Finalmente, cuando pasaron por el banco a recogerlo, se despidió de ellos con un ademán y salió del banco, sin saber realmente si volvería a pasar un año para poder volver a poner un pie en aquella sucursal de banco.
Entró en el carruaje, sorprendido de no ver a Camil, le preguntó por él con la mirada a Yxo, este sonrió y con una voz tranquila, le informó que estaba en la sede, que no se preocupase. Al cerrar la puerta y sentarse, el carruaje empezó su camino hacia la sede central del banco de sangre.
- ¿Cómo fue regresar a la sucursal?
- Nostálgico...- respondió con una sonrisa tranquila.- Nathan está muy sorprendido por mi cambio de vida...
- Cualquiera lo estaría...- se rió entre carcajadas.- Fue un día relajante... ¿No?
- Dentro de lo que cabe... podría considerarse...- asintió con la cabeza.- Quiero decir, igualmente hicimos parte del trabajo, porque, después de todo, seguíamos teniendo que venir igualmente para hacer las revisiones o el mantenimiento visual, pero, fue bastante relajado...
Yxo lo miró haciendo silencio.
- ¿Consideras las inspecciones algo relajado?
- Es un cambio de ambiente, considero más interesante mezclarme con diferentes personas de diferentes clases... Tal vez solo soy un poco raro y curioso...- desvió los ojos hacia la ventana, bajó los ojos hacia sus manos, entrelazadas, subió sus ojos hacia las manos del pelirrojo, había hecho amago de acercar su mano, pero se retractó.
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La cercanía que poco a poco van obteniendo es, sinceramente, hermosa; la evolución que poco a poco presentan, no sé... Los adoro, poco a poco van acercándose el uno al otro, aun con la diferencia de estatus, y todo eso...
Lo que me pone a pensar es que aún no existe algo entre ellos como tal, sino que poco a poco se va formando...
Aquí las opiniones ----------------->
Espero que os haya gustado, hacédmelo saber con un voto y nos vemos en el próximo capítulo
Bye~
By Silvia Line
[1367 Palabras]
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