Honor (12)
Cuando despertó el lunes, un repentino ataque nervioso prosiguió con un ataque de ansiedad grave en el que apenas era capaz de respirar, el cuello hecho un nudo, el estómago revuelto, ganas de vomitar, acidez en la garganta, cuerpo asqueado, temblores y sudores fríos o tibios que recorrían su nuca y columna. Durante esa crisis, sus padres estuvieron allí, dándole apoyo, tranquilizándolo, acompañándolo. Simplemente estaban allí.
El sonido de la puerta fue peor que una puñalada, que una patada, que una bofetada, fue peor que una rotura, que un abandono, que una traición... No solo lo fue para él lo fue para todos, todos lo notaron, todos lo sintieron, nadie quería soltarse, pero debían atender la puerta, Yael-Ajax debía hacerlo. Caminó arrastrando los pies hacia la puerta. El vampiro pelirrojo de ojos rosados se encontraba allí. Mirada firme, seca, vacía, segura. Tras él estaba el carruaje.
- No seas tan dramático, decidieron que volverías los fines de semana con tu familia.- Yael-Ajax perdió el aliento por un poco, su corazón se detuvo, su cuerpo se quedó rígido como si le hubieran lanzado un hechizo de hielo.
- ...- fue incapaz de decir nada, pero articuló un: "Gracias" con los labios antes de derrumbar la mirada al suelo sin creerlo.
- Vámonos, no necesitas equipaje, te serviremos de todo, comida, prendas, aseo, y todo lo demás.- asintió lentamente con la cabeza, pero se quedó quieto en el sitio viendo al vampiro girarse hacia el carruaje, la ausencia de notarlo a su espalda le hizo girar la vista.- ...- suspiró con pesadez.- Tienes cinco minutos para despedirte de tu familia.
Asintió con la cabeza y retrocedió un poco para volver a entrar en la casa. El vampiro se subió al carruaje y dijo que esperase a que el humano se subiera para empezar la marcha, el chófer accedió, y de mientras, observaba de reojo la puerta entreabierta escuchando la conversación de su familia, sus sentidos se alertaron al escuchar dos voces masculinas diferentes en el interior de la casa, después de haber escuchado una femenina, asumiendo tal vez que algún familiar o amigo ajeno vivía en la casa por la situación de pobreza de los humanos, porque seguramente debían ser trabajadores del campo. Podía confirmar sus pensamientos al oler como la casa olía a trigo de las esporas que traían ambos hombres en su cuerpo y prendas, los humanos tenían la desventaja de no notar tan fuerte el olor de sus cuerpos, pero de verdad, la casa olía bastante a hombre, a trigo y resultaba evidente que a sudor, pero las casas humanas eran simplemente eso, casas humanas, no tenía control sobre eso, mucho menos la limpieza o aseo humanos, nunca lo entendería, pero ellos tenían olores muy evidentes. Yael-Ajax era muy maternal, el olor de la madre, quien trabajaba en el banco de sangre durante su juventud, era un olor muy presente en Yael... La esencia humana era algo extraño que nunca había tenido el lujo de poder investigar precisamente por ser hijo de Troy Toynnie y evidentemente un vampiro de la élite. Tal vez con Yael-Ajax pululando por la sede tuviera más oportunidades...
Al paso de aquellos cinco minutos exactos (con un contratiempo de algunos segundos), Yael-Ajax salió de la casa, pudo escuchar perfectamente como a pesar de haberse despedido muchas veces, de nuevo, volvía a hacerlo, pero aquella vez añadiendo la coletilla de: "Volveré el sábado", tal vez volviera el viernes por la noche y el lunes por la mañana volverían a recogerlo... Se subió al carruaje algo cohibido y cerró la puerta detrás de él, empezaron a moverse, lo escuchó suspirar pesadamente, movió sus ojos rosados para examinarlo, su ropa ancha, descuidada, sucia y algo apestosa dejaba claro que la economía de la familia dependía de él y su trabajo en el banco.
- El cobro aumenta al trabajar en la sede, tu familia no tendrá problemas...- mencionó con indiferencia en su voz, tenía las piernas cruzadas, el codo en la repisa, miraba por la ventana.- No tengas preocupaciones... mensualmente aumenta al menos un diez por ciento por la peligrosidad de estar entre tantos vampiros de la élite que se creen con el derecho de tomar tu sangre aunque no seas un híbrido.- notó como se estremeció aunque su expresión se mantuviera igual.- Solo estarás ocasionalmente en las fiestas, costó convencer a mi padre, pero logré tenerte a mi servicio, solo estarás en las fiestas a las que yo asista...- asintió con la cabeza indicando que lo había entendido.- No tendrás problemas para adaptarte, es fácil, tendrás una habitación cercana a la mía, una rutina diaria, más descansos que en el banco, no tendrás tanto trato con los vampiros [...].
Poco a poco le iba dando los detalles de su próxima vida en la sede, la pintaba bien, seguramente sería mil veces peor que sus peores pesadillas. Aun así lo escuchaba y divagaba entre su imaginación y la realidad.
- ¿Alguna pregunta?- negó con la cabeza.- A partir de ahora estás es una categoría superior respecto al comportamiento hacia los vampiros, estás un escalón por encima de tu antiguo gerente, tienes más derecho de hablar con vampiros que él. No es una sorpresa, después de todo estarás rodeado de ellos y el único ser parcialmente humano con lo que podrás hablar es Camil... Fue engendrado especialmente para mí, hasta que llegue el momento, puedes tener una buena relación con él.
Volvió a notar como se estremecía.
La frialdad de sus palabras en referencia a que llegaría un momento en el que consumiría a ese chico, ese pobre chico que solo fue traído al mundo para ser consumido por un vampiro y que encima de eso sería un gran orgullo para él, el simple hecho de que un vampiro de la élite lo mate... Apretó los labios.
- Si va a morir... No tiene caso, soy demasiado sensible a la pérdida de gente que amo o considero especial...
- Entonces no lo consumiré...- Yael-Ajax abrió los ojos en shock ante aquella respuesta, levantó la mirada inmediatamente hacia el vampiro.
Su postura indiferente, la mirada en la ventana, el cabello que se movía por la brisa e iluminaba con un brillo concreto sus ojos rosados, por primera vez pudo verlos, su expresión neutral, tranquilo, elegante, igual que la ropa, cruzado de piernas para más elegancia todavía, la indiferencia con la que lo había dicho parecía ser como que le daba igual consumir la sangre de un híbrido o no. Tal vez sería porque la sangre de los híbridos no era tan especial como lo exageraban los vampiros del banco...
- No tengo vela en la decisión que pueda tomar usted respecto al consumo de sangre... ¿Por qué. . .?
- No tengo necesidad, pero para Camil sería una humillación...
Yael-Ajax hizo silencio.
- Ha nacido solo por mí. Sería una humillación que falleciera por causas naturales. Tiene tu edad aproximadamente.
- Tengo veinticuatro...- respondió como dato curioso que estaba seguro que no le importaba, pero igualmente sentía que necesitaba decirlo por alguna razón.
- Es menor que tú, en ese caso... Igualmente podéis llevaros bien, sus modales y educación son exquisitos, tanto como los tuyos... Tal vez no tengáis los mismos gustos, pero espero que podáis llevaros bien.
- ¿Qué diferencia hay entre Camil y yo? A parte de que él fue para el consumo y yo... sirviente o algo por el estilo...
- Como tú has dicho, Camil es para consumirle, tú serás mi futuro mano derecha si llego a heredar el banco antes de tu muerte.
Yael-Ajax lo miró sorprendido, aunque intentó disimularlo.
- Por ahora, simplemente eres acompañante y aprendiz, cuando pase el suficiente tiempo, pasarás a tener tareas que se te vayan asignando, por ejemplo, mi agenda diaria, eventos, diálogo con humanos o gerentes de las diferentes sucursales de bancos, finalmente mi mano derecha si tienes la oportunidad de serlo...
- Entiendo...- asintió con la cabeza.- Es un honor...
Lo vio sonreír entre dientes mientras ocultaba la sonrisa entre sus labios y su mano apoyada en la repisa del carruaje.
- Generalmente ese puesto lo tiene la pareja del dirigente del banco... Acabas de decir que sería un honor robarle el puesto a mi posible y futura pareja...
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Literalmente todo el mundo ahora mismo con lo último que Yxo dijo: ¿No es lo mismo?
*risas*
De acuerdo, ya dejo de bromear... Pero sinceramente, técnicamente, seh... Como sea... No quiero adelantarme a los hechos, los vampiros de la élite son como los reyes, deben casarse para mantener la herencia y la familia; Yael, siendo un humano, es como si fuera simplemente un sirviente...
Lo cual equivale a que no tienen muchas facilidades para ser pareja, la verdad.
Aquí las opiniones ------------>
Espero que os haya gustado, hacédmelo saber con un voto y nos vemos en el próximo capítulo
Bye~
By Silvia Line
[1463 Palabras]
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