Bedroom (13)
Lo vió sonreír entre dientes mientras ocultaba la sonrisa entre sus labios y su mano apoyada en la repisa del carruaje.
- Generalmente ese puesto lo tiene la pareja del dirigente del banco... Acabas de decir que sería un honor robarle el puesto a mi posible y futura pareja...
Yael-Ajax se atragantó con su propia saliva, captando la atención del vampiro que lo observó de forma divertida como este intentaba no morirse y controlar la tos que repentinamente le había dado y no parecía tener fin.
- L-Lo lamento.- se disculpó rápidamente.
- No tienes porqué...- negó con la cabeza.- He dicho "generalmente", no siempre se cumple. En caso de mis padres sí, en caso de otros antecesores a mi padre no. Hubo un caso en la familia que la mano derecha era el híbrido criado para el consumo, una curiosa historia cuanto menos...
Yael-Ajax se dió cuenta de algo en sus palabras. El parecido de Janneth con la mano derecha y el hecho de ser hijos de Troy Toynnie dejaba claro que definitivamente eran los padres de ambos vampiros, la pregunta que tenía era... ¿Cómo? Es decir, la luna tenía algo que ver, pero de todas maneras... Los vampiros de las élites tenían unos métodos misteriosos que nadie jamás podría concebir, los vampiros tenían sus prácticas religiosas, igual que los humanos también las tenían, tal vez la práctica de tener hijos podría considerarse una de esas "cosas de vampiros" que los humanos jamás podrían entender.
- En ese caso, puede que resalte en el linaje al ser el único de la familia que tenga el control del banco con un humano como mano derecha...- lo miró fijamente.- Pareces ser más de esos humanos que callan y observan más que hablar... Dejas a los demás hablar por los codos sin decir una palabra mientras no lo veas necesario, eres alguien muy paciente, pero con una gran fortaleza física, psicológica y espiritual... Tienes una excelente educación...
- Muchas gracias...- asintió con la cabeza como agradecimiento.
Yael-Ajax lo vio sonreír entre dientes una vez más, pero esa vez no intentaba ocultar su sonrisa. La verdad es que muchas de las veces que veía a los vampiros sonreír, consideraba que eran hipócritas por sus risas exageradas y sus burlas malignas, odiaba las sonrisas de los vampiros porque demostraban riqueza, poder y fortaleza en sus ridículas formas de reír. Aquella vez, verlo sonreír, específicamente a él, en ese contexto, en ese momento, en esa circunstancia, no lo veía tan mal, no veía tan mal aquella sonrisa, Yxo tenía una sonrisa aceptable para ser un vampiro. Eso no significaba nada.
El carruaje se detuvo.
- Ya hemos llegado.- escucharon la voz del chófer desde fuera.
El vampiro se levantó y abrió la puerta para bajar del carruaje y lo esperó para que pudiera bajar, al hacerlo, el chófer se retiró con los rebufidos de los caballos y ambos caminaron, subieron las escaleras y accedieron al edificio. El largo pasillo, las puertas a la derecha, los cuatros, las decoraciones... caminaron hasta la misma puerta a la derecha por la que tomaron el desvío para dirigirse al despacho del líder del banco. Yxo abrió las puertas al empujarlas con ambas manos.
- Hemos vuelto...- anunció con evidencia en su voz, después de todo, era evidente que habían llegado si es que estaban justamente allí.- ¿Está su habitación lista?
- Así es.- asintió con la cabeza.- No sabía que tenías esas cosas...- se refería a los piercings de su ceja y su oído, Yael-Ajax se sintió culpable por un momento por no habérselos quitado en casa.- Das un aspecto desafiante, no está mal. Aunque en las celebraciones recomiendo no llevarlos...
- Está bien...- asintió con la cabeza algo cohibido.
- Lo llevaré a su habitación, después le presentaré a Camil...- aquello último sonó más como un ligero canturreo que como una anunciación de sus planes.
Tomó su muñeca para sacarlo del despacho con cierta prisa y caminaron por el pasillo una vez más hacia la puerta del final del pasillo principal. Aparentemente aquella puerta conectaba con la vivienda, el resto conectaba con la sede política, esa puerta probablemente estuviera cerrada durante las celebraciones.
- Debería darte un tour por la sede para que sepas orientarte...- hizo una mueca con el labio.- No te pondré mucha presión, descuida. Mañana te daré el tour y empezaremos con las labores.
Asintió con la cabeza indicando que lo había entendido.
- La vivienda es muy modesta...- si eso era modesto, entonces su casa era un vertedero...- Lo problemático es la sede...- empezaron a subir unas escaleras de caracol, parecían subir por un torreón, el mismo que era visible desde el exterior de la sede y parecía meramente decorativo.- A partir de aquí es la vivienda, nadie más que los habitantes de este hogar tienen derecho de subir aquí.
Hmph... La sede estaba en la parte de abajo, lujosa y una plena exaltación del poder de Troy Toynnie; en cambio, la vivienda estaba en la parte de arriba, que seguía siendo esplendorosa y lujosa, pero era por estatus, cosas de vampiros. Asintió con la cabeza conforme lo había entendido. Subieron una planta después de dar casi una vuelta entera o dos, no estaba seguro, las escaleras seguían, pero se desviaron hacia un salón que por sus proporciones parecía una sala de baile renacentista por la exquisita decoración, el mármol, los pilares, las columnas, el oro y los ventanales.
- Este es el salón, generalmente lo que usáis para comer, solo Camil y tú lo usaréis...- asintió con la cabeza.- La planta de arriba está restringida, solo mis padres pueden subir, es donde está su habitación y la fuente de nacimiento, no hay nada más.- asintió con la cabeza sin haber entendido que era lo segundo que dijo, pero no le tomó importancia.- Ni siquiera Janneth o yo podemos subir.- informó.- Por ahí.- señaló una puerta cerrada de madera de roble barnizada.- Llegas a la biblioteca, y por acá, atravesando el salón, llegamos a otro pasillo, a la derecha está mi habitación y la de mi hermana...- cuando llegaron allí señaló las dos puertas mencionadas, a la izquierda había al menos tres o cuatro puertas más.- Por allí están las habitaciones de invitados, la de Camil y la tuya... La del final del pasillo es de acceso restringido, es un... uhm... despacho de trabajo.- se apresuró a decir para no sonar inseguro.- Esta es la tuya, la de enfrente es la de Camil...- sonrió abriendo la puerta de la habitación.- Recuerda, los fines de semana volverás con tu familia, y te recogeremos el lunes a primera hora como ha pasado hoy...
Yael-Ajax asintió con la cabeza.
- Por ahora ponte cómodo, iré a buscar a Camil...- asintió de nuevo.- Puedes preguntar, ¿eh?- bromeó al ver que hizo silencio y que seguía haciendo silencio todo el tiempo y solo estaba asintiendo con la cabeza.
- En realidad, no tengo nada que preguntar...- sonrió por compromiso rascando su nuca ligeramente nervioso.
- Entiendo...- asintió.- Te dejo para que te amoldes a tu nuevo cuarto, ahora vuelvo...- se retiró andando de espaldas y se marchó por el pasillo hacia el salón enorme.
Por un momento, pensó en dónde estaría la cocina, pero asumiendo que ellos no tenían necesidad de tener una gran y esplendorosa cocina... o tal vez estuviera por alguna de las puertas o pasillos que no le mostró porque no lo consideró necesario al no tener por qué entrar en esas salas. Tenía sentido. Giró su mirada alrededor para ver la habitación, no sabía como serían el resto de habitaciones, pero aquella era bastante austera, simple, las paredes pintadas de un tono crema, recubierta con papel antiguo similar a las casas antiguas, las formas y el patrón era muy elegante y se repartía por toda la habitación. Había una cama que atravesaba de pared a pared la habitación, era lo primero que veía. Al entrar, a la izquierda, empotrado, había un armario de proporciones exageradas, justo a su lado una cómoda. A la derecha, nada más entraba, vio su reflejo en un espejo de cuerpo completo, un escritorio que recorría la habitación entera hasta la cama, sin robarle espacio al espejo, el suelo cubierto de moqueta. Los colores eran tan claros y tranquilos, daban paz, el color crema con el color tierra...
Picaron a la puerta, aunque estaba abierta, giró su vista, el vampiro estaba de vuelta, a su lado podía verse a alguien de rasgos aparentemente humanos, caucásico, rubio, ojos azulados, cabello corto, redondeado, prendas formales. Sus ojos estaban cubiertos de unos lentes tintados de color rosado que daba una ligera informalidad a su presencia.
- Él es Yael...- lo presentó mirando al parcialmente humano.- Yael, te presento a Camil...
- Un gusto...- susurró rápidamente.
- ...- pareció tomarse su tiempo en mirarlo de arriba a abajo, escanearlo bien, entrecerró los ojos y finalmente pareció acabar con una conclusión concisa y simple girando los ojos hacia Yxo.- ¿Te lo vas a follar, verdad?
____________________________________________________________________________
¿En serio, Camil? ¿Esas son tu primeras palabras para la historia?
Camil: sup :3
Aquí las opiniones ----------->
Espero que os haya gustado, hacédmelo saber con un voto y nos vemos en el próximo capítulo
Bye~
By Silvia Line
[1526 Palabras]
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro