♡Capitulo 2♡
1 Mes...
Al día siguiente.
Taehyung se sentó en la cama bostezando sintiendo a su lobito interior estirarse moviendo la cola desperezándose.
Jungkook entro a la habitación con una bandeja de desayuno para su luna quien lo mira tímido y suelta su olor a uva emocionando a Jungkook y a su lobo interior.
Taehyung se sentó en la cama, bostezando mientras sentía a su lobito interior estirarse y mover la cola, desperezándose. Jungkook entró en la habitación con una bandeja de desayuno para su luna. Taehyung lo miró tímidamente, soltando su olor a uva, lo que emocionó a Jungkook y a su lobo interior.
— Buenos días, mi luna — dijo Jungkook con una sonrisa, colocando la bandeja en las piernas de Taehyung.
Taehyung sonrió, sintiendo cómo su corazón se aceleraba ante la atención de Jungkook. Tomó una de las fresas de la bandeja y la llevó a su boca, saboreándola lentamente.
— Gracias, Kookie — respondió Taehyung con suavidad, sus ojos brillando de emoción.
Jungkook se sentó al borde de la cama, observando cada uno de los movimientos de Taehyung con devoción. Su lobo interior estaba inquieto, deseando acercarse más a su luna, pero Jungkook se contuvo, disfrutando del momento tranquilo.
— ¿Dormiste bien? — preguntó Jungkook, acariciando suavemente la mano de Taehyung.
— Sí, gracias a ti — dijo Taehyung, tomando la mano de Jungkook y entrelazando sus dedos.
Jungkook sonrió, sintiéndose dichoso de poder hacer feliz a Taehyung. Los dos permanecieron en silencio, disfrutando de la compañía del otro mientras el sol de la mañana iluminaba la habitación.
— Hoy tengo una sorpresa para ti — dijo Jungkook de repente, rompiendo el silencio.
Taehyung levantó la mirada, curioso.
— ¿Una sorpresa? ¿Qué es? — le pregunta sintiendo a su lobo aullar emocionado.
- Si te lo digo, dejará de ser sorpresa -respondió Jungkook con un guiño-. Pero estoy seguro de que te encantará.
El corazón de Taehyung latió con anticipación mientras se preguntaba qué podría haber planeado Jungkook. La emoción brillaba en sus ojos mientras terminaba su desayuno, ansioso por descubrir la sorpresa que le esperaba.
Después de terminar su desayuno, Taehyung se levantó de la cama y se dirigió al baño para prepararse para el día. Mientras se cepillaba los dientes, no podía evitar sonreír al pensar en la sorpresa que Jungkook le había mencionado. Su lobito interior también estaba emocionado, moviendo la cola de un lado a otro con expectación.
Cuando salió del baño, encontró a Jungkook esperando junto a la puerta, ya vestido y listo para salir. Jungkook le tendió la mano a Taehyung, quien la tomó sin dudar.
- Vamos, mi luna. El día está lleno de sorpresas para ti -dijo Jungkook, guiándolo hacia el exterior de la mansión.
Caminando de la mano, se dirigieron hacia un jardín trasero que Taehyung no había visto antes. Estaba lleno de flores exóticas y plantas vibrantes que parecían sacadas de un cuento de hadas. En el centro del jardín, había una pequeña fuente rodeada de bancos de piedra y cojines coloridos.
- ¿Te gusta? - preguntó Jungkook, observando la reacción de Taehyung.
- Es hermoso, Kookie. Nunca había visto un lugar tan mágico -respondió Taehyung, maravillado por la belleza del jardín.
- Pensé que sería un buen lugar para pasar el día juntos. Solo tú y yo, lejos de todo el ruido y las preocupaciones - dijo Jungkook, acercándose más a Taehyung y rodeándolo con sus brazos.
Taehyung se relajó en el abrazo de Jungkook, sintiendo una paz que solo él podía proporcionarle. Se quedaron así por un momento, disfrutando de la cercanía y el amor que compartían.
- Tengo otra sorpresa para ti -dijo Jungkook, rompiendo el abrazo y sacando algo de su bolsillo-. Cierra los ojos.
Taehyung obedeció, cerrando los ojos y esperando con emoción. Sintió cómo Jungkook colocaba algo suave y cálido alrededor de su cuello. Cuando abrió los ojos, se encontró con un colgante de plata con un pequeño lobo tallado.
- Es hermoso, Kookie. ¿Lo hiciste tú? -preguntó Taehyung, tocando el colgante con cuidado.
- Sí, lo hice pensando en ti. Quería que tuvieras algo que te recordara siempre de mí y de nuestro lobito interior - respondió Jungkook, sonriendo con ternura.
- Gracias Jungkook - le dice Taehyung sonriendo.
- ¿Te gustaría acompañarme a una reunión? - le pregunta Jungkook mirándolo.
Taehyung asiente, ambos salen de la mansión, se montan en una camioneta negra y se dirigen a una reunión con el alcalde de la ciudad.
Llegan, se estacionan, bajan los guardaespaldas se bajaron atentos al alrededor, Jungkook bajo ayudando a bajar a Taehyung y después entran viendo al alcalde y a su omega esperándolos.
Jungkook y Taehyung caminaron hacia el edificio del ayuntamiento, escoltados por los guardaespaldas que vigilaban atentamente el entorno. La presencia de Jungkook impuso respeto, y los empleados del ayuntamiento los miraban con curiosidad y reverencia mientras pasaban.
Al llegar a la sala de reuniones, el alcalde y su omega se levantaron para recibirlos. El alcalde, un hombre de mediana edad con una presencia imponente, sonrió cordialmente y extendió la mano a Jungkook.
- Señor Jeon Jungkook, es un placer verte de nuevo - dijo el alcalde, estrechando la mano de Jungkook-. Y Luna Jeon.
Taehyung sonrió tímidamente y estrechó la mano del alcalde.
- Gracias por recibirnos, señor alcalde - respondió Taehyung mirándolos con educación.
El omega del alcalde, un hombre joven y de aspecto dulce, se acercó a Taehyung con una sonrisa amable.
- Hola, soy Jihoon. Es un placer conocerlo Luna Jeon -dijo Jihoon, extendiendo la mano.
- El placer es mío - respondió Taehyung, devolviendo la sonrisa.
Todos tomaron asiento en la mesa de reuniones, donde se encontraba preparada una selección de bebidas y bocadillos. Jungkook tomó la palabra, comenzando la reunión con su acostumbrada seguridad y carisma.
- Señor alcalde, agradecemos su tiempo y hospitalidad. Hoy, nos gustaría discutir algunos temas importantes que creemos beneficiarán a nuestra comunidad - dijo Jungkook, mientras Taehyung observaba atentamente.
La reunión se desarrolló sin contratiempos, con Jungkook exponiendo sus propuestas y el alcalde mostrándose receptivo y colaborativo. Taehyung, aunque en su mayoría permaneció en silencio, prestó mucha atención a las discusiones, sintiéndose orgulloso de Jungkook y de su habilidad para liderar.
Taehyung agarro un pequeño bocadillo, lo mordió y Jungkook le paso una servilleta sin mirarlo, Taehyung la acepto y se limpió.
La reunión avanzó sin problemas, y la conexión entre Jungkook y el alcalde se fortaleció con cada punto discutido. Mientras tanto, Taehyung y Jihoon se observaron mutuamente con curiosidad y simpatía.
En un momento dado, Jihoon se inclinó hacia Taehyung y susurró.
- ¿Te gustaría acompañarme a la otra mesa? Podemos charlar más cómodamente allí - le dice Jihoon en una pregunta sonriendole.
Taehyung asintió con una sonrisa, agradecido por la oportunidad de entablar conversación con alguien nuevo. Ambos se levantaron discretamente y se dirigieron a una mesa cercana, dejando a Jungkook y al alcalde continuar con su discusión.
- ¿Cómo te encuentras, Luna Jeon? - preguntó Jihoon mientras tomaba asiento frente a Taehyung.
- Llámame Taehyung, por favor - respondió Taehyung-. Estoy bien, gracias. Es un placer conocerte, Jihoon. ¿Y tú? ¿Cómo te va?.
Jihoon negó con su cabeza ante las palabras de Taehyung.
- Me va bien, gracias. Es un honor conocer finalmente a la luna del Clan Jeon - dijo Jihoon, sonriendo cálidamente.
Taehyung sonrió, sintiendo una calidez en el corazón al hablar de Jungkook.
- Jungkook es... increíble. Me siento muy afortunado de tenerlo a mi lado - dijo Taehyung sonriendo.
- Puedo ver cuánto se preocupan el uno por el otro - dijo Jihoon - Es hermoso ver una relación tan fuerte y amorosa.
Mientras conversaban, Taehyung y Jihoon descubrieron que tenían varios intereses en común. Hablaron sobre sus hobbies, sus sueños y las pequeñas cosas que les traían alegría. Jihoon compartió anécdotas sobre su vida junto al alcalde, y Taehyung se sintió cómodo con Jihoon.
- Es raro encontrar a alguien con quien puedas conectar tan fácilmente - dijo Taehyung, sonriendo -. Me alegra haber tenido la oportunidad de conocerte, Jihoon.
- Lo mismo digo, Luna Jeon. Creo que podemos ser buenos amigos - respondió Jihoon, extendiendo su mano para un apretón amistoso.
Mientras tanto, Jungkook y el alcalde estaban finalizando su conversación, con ambos hombres claramente satisfechos con los resultados de la reunión.
- Señor alcalde, le agradezco nuevamente por su tiempo y colaboración -dijo Jungkook, estrechando la mano del alcalde.
- El placer ha sido mío, Jungkook. Estoy seguro de que juntos lograremos grandes cosas para nuestra comunidad - respondió el alcalde.
Jungkook y el alcalde se unieron a Taehyung y Jihoon, encontrándolos riendo y conversando animadamente.
- Veo que se han llevado bien -dijo Jungkook, sonriendo a Taehyung.
- Sí, Jihoon es muy agradable. Hemos estado hablando sobre muchas cosas -respondió Taehyung, mirándolo con una sonrisa brillante.
-Me alegra escuchar eso -dijo Jungkook, colocando una mano en el hombro de Taehyung-. Bueno, creo que es hora de regresar a casa.
Después de despedirse del alcalde y Jihoon, Jungkook y Taehyung regresaron a la camioneta, escoltados por los guardaespaldas. Mientras el vehículo se aleja del ayuntamiento, Taehyung se recostó en el hombro de Jungkook, sintiéndose tranquilo y feliz.
- Fue un buen día, ¿verdad? - murmuró Taehyung, cerrando los ojos con una sonrisa.
- Sí, lo fue. Y todavía quedan muchas sorpresas por delante, mi luna - respondió Jungkook, besando suavemente la cabeza de Taehyung.
Al llegar a la mansión, bajaron y entraron encontrándose con una chica peli rubia, alta, vestida de negro, olor a Frambuesas irritando al lobito interior de Taehyung quien fruncio la nariz por el olor y Taehyung se tapo su nariz asqueado.
Jungkook se tensa al ver a su ex amante sintiendo a su lobo bufar enojado, se acerca a Lisa, la agarra del brazo mirándola enojado soltando su olor a chocolate amargo.
- ¿Qué haces aquí? - le pregunta Jungkook enojado.
- Mi celo en dos días y es tu obligación a ayudarme por que eres mi alfa - le responde Lisa sonriendo.
- ¡Lárgate de mi mansión, Lisa! -le espetó Jungkook enojado.
- No me voy... - respondió Lisa desafiante.
Jungkook, sin paciencia, la sacó de la mansión ignorando sus gritos. Luego, se acercó a Taehyung con una expresión más suave.
- ¿Quién es ella? - preguntó Taehyung, mirándolo con curiosidad.
- ¿Tienes hambre? - le pregunta Jungkook cambiando de tema.
Taehyung asintió, dejando de lado su curiosidad por el momento, y siguió a Jungkook a la cocina. Al llegar, Jungkook comenzó a sacar ingredientes del refrigerador.
-¿Qué te apetece comer? -preguntó Jungkook, mirando a Taehyung.
-Lo que sea que cocines, estoy seguro de que será delicioso -respondió Taehyung, sentándose en un taburete cercano.
Jungkook sonrió y empezó a preparar una comida sencilla pero reconfortante. Mientras cocina, Taehyung lo observa en silencio, apreciando la destreza con la que maneja los utensilios de cocina. El aroma de la comida llenó el ambiente, haciendo que el estómago de Taehyung rugiera ligeramente sintiendo a su lobito interior mover la cola.
- Te ves tan concentrado -comentó Taehyung, rompiendo el silencio.
- Cocinar me relaja - admitió Jungkook, girándose para mirarlo brevemente antes de volver a su tarea-. Me ayuda a despejar la mente.
- Creo que a todos nos vendría bien despejar la mente de vez en cuando -dijo Taehyung, apoyando su barbilla en la mano.
Finalmente, Jungkook terminó de preparar la comida y sirvió dos platos, colocándolos en la mesa.
- Espero que te guste - dijo, sentándose frente a Taehyung.
Taehyung tomó un bocado y sus ojos se iluminaron.
- Está delicioso, Jungkook. Gracias - le agradece sonriendo.
- De nada -respondió Jungkook, sonriendo satisfecho-. Siempre es un placer cocinar para ti.
Comieron en silencio por unos momentos, disfrutando de la comida y de la compañía mutua. Pero la curiosidad de Taehyung no pudo ser contenida por mucho tiempo.
- Jungkook, ¿Por qué ella estaba aquí? -preguntó de nuevo, esta vez con más insistencia.
Jungkook suspiró, dejando el tenedor a un lado.
- Lisa es... una vieja conocida. Estaba aquí por asuntos que no son importantes ahora. Lo que importa es que tú estás aquí conmigo - le dice Jungkook sonriéndole.
Taehyung lo miró fijamente, tratando de discernir la verdad en sus palabras, pero decidió no presionar más. Sabía que Jungkook tenía sus razones para ser reservado.
- Está bien -dijo finalmente-. Confío en ti.
Jungkook sonrió, aliviado por la aceptación de Taehyung, y levantó su copa para brindar.
- Por nosotros -dijo, chocando suavemente su copa contra la de Taehyung.
- Por nosotros -repitió Taehyung, sonriendo mientras brindaban.
La noche continuó con una atmósfera más relajada, ambos disfrutando de un momento de paz en medio del caos que los rodea.
- ¿Tienes hermanos? - le pregunta Taehyung a Jungkook mirándolo curioso.
- Si Jimin y Rose, ambos son gemelos y son omegas - le responde Jungkook tomando vino.
- No sabía que tenías hermanos - comentó Taehyung, interesado -. ¿Cómo son ellos?
Jungkook sonrió, recordando a sus hermanos.
- Jimin es muy protector y tiene un gran corazón, aunque puede ser un poco impulsivo. Rose, por otro lado, es más tranquila y muy creativa. Siempre está haciendo algo artístico.
- Suena como una familia interesante -dijo Taehyung, sonriendo.
- Lo es -admitió Jungkook-. A pesar de nuestras diferencias, siempre nos apoyamos mutuamente.
Taehyung asintió, comprendiendo la importancia de la familia.
- ¿Y tú, tienes hermanos? -preguntó Jungkook.
- Si tengo un hermana menor, Jisoo -respondió Taehyung-. Es muy estudioso y siempre está ocupado con sus proyectos.
- Debe ser agradable tener a alguien así en tu vida -dijo Jungkook, sonriendo.
- Lo es. A veces puede ser un poco serio, pero siempre está ahí cuando lo necesito - dijo Taehyung, recordando momentos con su hermana pequeña.
Jungkook se acerco a Taehyung, le robo un beso mientras Taehyung baja su mirada tímido soltando su olor a uva.
Taehyung sintió sus mejillas enrojecer mientras bajaba la mirada tímida, su aroma a uva llenando el aire. Jungkook sonrió ante la reacción de Taehyung, disfrutando del momento de cercanía.
-No tienes que ser tímido conmigo mi luna - dijo Jungkook suavemente, acariciándole la mejilla.
-Es solo que... no esperaba eso -admitió Taehyung, alzando la vista lentamente para encontrarse con los ojos de Jungkook.
-A veces, las mejores cosas son las inesperadas -respondió Jungkook, inclinándose un poco más cerca-. Como tú.
Taehyung sonrió tímidamente y asintió, sintiendo su corazón acelerarse. Se tomó un momento para respirar profundamente y dejar que su lobito interior se calmara.
-Gracias por hacerme sentir especial -dijo Taehyung en voz baja, sus ojos brillando con sinceridad.
-Siempre lo haré -prometió Jungkook, entrelazando sus dedos con los de Taehyung.
El momento fue interrumpido por el sonido de un teléfono vibrando en la mesa. Jungkook suspiró y soltó la mano de Taehyung para ver quién llamaba. Su expresión se tensó ligeramente al ver el nombre en la pantalla.
-Es Jimin -dijo Jungkook, levantándose para contestar la llamada-. Dame un segundo, por favor.
Taehyung asintió, observando cómo Jungkook se alejaba para hablar en privado. Mientras esperaba, comenzó a recoger los platos de la mesa, tratando de ocupar su mente y calmar los nervios que aún sentía.
Cuando Jungkook regresó, su expresión era seria.
-¿Todo bien? -preguntó Taehyung, preocupado.
-Sí, solo un asunto familiar que tengo que atender -respondió Jungkook, tratando de sonreír-. Pero no te preocupes, no dejaré que nada arruine nuestra noche.
-¿Quieres que te acompañe? - ofreció Taehyung, queriendo mostrar su apoyo.
Jungkook negó con la cabeza.
-No es necesario, pero gracias por ofrecerte. Solo necesito hacer unas llamadas y asegurarme de que todo esté bien. ¿Te importa si me ausento un momento?
-Por supuesto que no - dijo Taehyung-. Estaré aquí esperando.
Jungkook le dio un beso rápido en la frente antes de dirigirse a su oficina. Taehyung observó cómo se alejaba, sintiendo una mezcla de preocupación y admiración por la responsabilidad que Jungkook llevaba sobre sus hombros.
Decidió aprovechar el tiempo para dar un paseo por la mansión, disfrutando de la tranquilidad de la noche. Mientras caminaba por los pasillos, se encontró con varios cuadros de una bella mujer sonriendo.
-Es la anterior Luna del gran Clan Jeon - le dice Hoseok.
Taehyung mira al hombre a unos pasos de el y le sonríe.
-Es muy bella ¿Esta viva? - le dice Taehyung en una pregunta mirando el cuadro.
-Lamentablemente murió en un trágico accidente hace años - le expresa Hoseok sonriendo triste.
Taehyung observó el cuadro con más detenimiento, sintiendo una mezcla de tristeza y respeto por la mujer que había sido una figura importante en la vida de Jungkook.
-Debe haber sido muy difícil para la familia perderla -dijo Taehyung en voz baja, girándose para mirar a Hoseok.
Hoseok asintió, su expresión reflejando comprensión y dolor.
-Sí, lo fue. Ella era el pilar de la familia, siempre apoyando a todos y asegurándose de que todo estuviera en orden. Su pérdida dejó un gran vacío.
Taehyung asintió, entendiendo un poco más sobre la carga emocional que Jungkook llevaba consigo. Decidió que haría todo lo posible para ser una fuente de apoyo y consuelo para él.
-Gracias por compartir eso conmigo, Hoseok -dijo Taehyung, sonriendo con gratitud.
-De nada luna Jeon. Eres una buena influencia para Jungkook. Estoy seguro de que le haces muy feliz -respondió Hoseok, devolviéndole la sonrisa.
Taehyung sintió un calor reconfortante en su pecho ante esas palabras. Sabía que su relación con Jungkook tenía sus desafíos, pero también estaba convencido de que juntos podrían superar cualquier obstáculo.
Finalmente, se dirigió a la sala de estar y se sentó en el sofá, esperando pacientemente a que Jungkook terminara con sus asuntos. Cerró los ojos y dejó que los recuerdos de la noche llenaran su mente, sintiéndose en paz por primera vez en mucho tiempo.
Después de unos minutos, escuchó pasos acercándose y abrió los ojos para ver a Jungkook entrando en la sala, su expresión más relajada.
-Todo está arreglado -dijo Jungkook, sentándose junto a Taehyung-. Gracias por tu paciencia.
-Siempre, Jungkook -respondió Taehyung, tomando su mano de nuevo-. Siempre estaré aquí para ti.
Jungkook sonrió y lo abrazó, ambos disfrutando del consuelo de estar juntos.
-¿Sabes qué? -dijo Jungkook después de un momento-. Creo que podríamos usar un poco de música para relajarnos.
Taehyung asintió, sonriendo.
-Buena idea. ¿Tienes alguna canción en mente?
Jungkook se levantó y fue a buscar su teléfono. Pronto, una suave melodía comenzó a llenar la habitación, creando una atmósfera cálida y acogedora.
-¿Bailamos? - preguntó Jungkook, extendiendo su mano hacia Taehyung.
Taehyung sonrió ampliamente y tomó la mano de Jungkook, dejándose llevar por la música y el momento. Bailaron juntos, sintiendo cada nota y cada latido del corazón del otro, disfrutando de la sencillez y la belleza de estar en los brazos del otro.
-Eres un buen bailarin - le halaga Jungkook a Taehyung.
-Obvio - le responde Taehyung riendose.
La risa de Taehyung resonó en la habitación, creando un ambiente aún más íntimo. Jungkook lo acercó más, sus movimientos en perfecta sincronía.
-Eres tan bello - murmuró Jungkook, sus labios rozando el oído de Taehyung.
-Gracias -respondió Taehyung, sintiendo su corazón llenarse de felicidad.
Se dejaron llevar por la música y la magia del momento, disfrutando de la conexión profunda y el amor que compartían. A pesar de los desafíos y las incertidumbres que los rodeaban, sabían que siempre se tendrían el uno al otro, enfrentando cualquier cosa juntos.
🐞
Al día siguiente.
Jungkook se fue de su mansión a arreglar cuentas con los líderes de los demás líderes de la mafia mientras su luna se quedó en la mansión para comenzar con sus travesuras.
Llamo a su guardaespaldas, anota lo que necesita en una hoja blanca, se la entrega a Jackson quien mira confundido a Hoseok.
- ¿Estás seguro de esto luna? - le pregunta Jackson mirándolo
- Si vayan - les dice Taehyung riéndose.
Los dos salen al comprar lo que su luna necesita.
Minutos después llegan, Taehyung sonríe feliz y juntos con los demás guardaespaldas comienzan.
- Espero que el Padrino no nos mate por esto - dice Jonghyun riéndose.
- Espero lo mismo - expresa Jackson divertido.
Y siguen ayudando a Taehyung con sus travesuras.
Los guardaespaldas se afanan en cumplir con las peticiones extravagantes de Taehyung, mientras él se divierte supervisando cada detalle con una sonrisa traviesa. La mansión se transforma en un laberinto de decoraciones y sorpresas a medida que las horas avanzan.
Taehyung, vestido con un delantal rosa brillante y una gorra a juego, dirige las labores con precisión. Ha decidido que hoy será un día de sorpresas, y los empleados de la mansión se han convertido en cómplices de sus planes.
- ¡Más confeti aquí! - ordena Taehyung mientras señala el gran salón.
Jackson y Jonghyun, cargando bolsas de confeti y adornos, siguen las indicaciones con esmero. El suelo de mármol se cubre de colores vibrantes, y las paredes se adornan con guirnaldas y luces parpadeantes. Las risas y bromas entre los guardaespaldas llenan el aire mientras trabajan.
- ¿Qué opinas de este globo gigante? - pregunta Jonghyun, sosteniendo un globo en forma de estrella dorada.
- ¡Perfecto! - responde Taehyung entusiasmado. - ¡El efecto sorpresa será impresionante!
Mientras los guardaespaldas continúan decorando, Taehyung se toma un momento para revisar su lista de travesuras. Cada tarea realizada es un paso más cerca de su meta: transformar la mansión en un lugar completamente irreconocible para Jungkook.
- Ya casi estamos listos - dice Taehyung con una expresión satisfecha. - Solo falta el toque final.
Con un gesto dramático, Taehyung abre una caja llena de peluches de diferentes tamaños y colores, que comienzan a llenar el espacio de forma caótica pero encantadora. Los guardaespaldas colocan cuidadosamente cada uno en lugares estratégicos, creando un ambiente que desafía toda lógica.
Finalmente, cuando la última decorativa es colocada, Taehyung se aleja para admirar su obra maestra. La mansión ahora parece un carnaval de colores y sorpresas.
- ¿Creen que Jungkook se lo tomará bien? - pregunta Taehyung, su mirada llena de expectación.
- Con suerte, le dará un buen giro a su día - responde Jackson, aún riéndose de la transformación.
- ¡Eso espero! - exclama Taehyung, dando un último vistazo a su obra antes de que el regreso de Jungkook lo ponga a prueba.
La mansión está lista para recibir a Jungkook. Mientras los guardaespaldas se preparan para la reacción de su jefe, Taehyung se oculta en una esquina, ansioso por ver cómo Jungkook reacciona ante la avalancha de travesuras que ha planeado.
El sonido de las puertas principales se abre, y el bullicio de la llegada de Jungkook comienza a llenar la casa. Taehyung se muerde el labio, conteniendo la risa mientras espera el gran momento.
🐺
Al rato.
Jungkook se quedó parado en medio del jardín, observando todo lo que había sido decorado con tonos de rosa brillante. Su expresión era una mezcla de incredulidad y furia contenida. Los perros con lazos rosas y uñas pintadas se acercaron a él, moviendo las colas con entusiasmo, pero Jungkook apenas les prestó atención.
Se dirigió rápidamente hacia el interior de la mansión, con paso firme y mandíbula tensa. Cada habitación, cada pasillo, estaba impregnado con el mismo esquema de color que había invadido el jardín.
Finalmente, llegó a su despacho, que también había sido pintado de rosa. Una rabia intensa crecía dentro de él mientras mira a su alrededor, evaluando el alcance de los estragos.
- ¡¿Qué está pasando aquí?! - exclamó Jungkook, su voz resonando con indignación.
En ese momento, Jackson y Hoseok aparecieron detrás de él, intercambiando miradas nerviosas. Jackson fue el primero en hablar:
- Señor, parece que su luna ha estado... ocupado.
Jungkook se giró hacia ellos, con los ojos centelleando de frustración.
- ¿Dónde está mi luna? - pregunta Jungkook enojado - le dice riendose.
Antes de que pudieran responder, escucharon risas provenientes del jardín. Jungkook salió de la mansión con largas zancadas, encontrándose con Taehyung rodeado de los demás guardaespaldas, todos ellos contemplando su obra maestra rosa con satisfacción.
- ¿¡Qué diablos es todo esto, luna!?- gritó Jungkook, señalando hacia el jardín.
Taehyung se volvió hacia él, con una sonrisa traviesa en los labios.
- ¿Te gusta? - le pregunta Taehyung mirándolo batiendo sus pestañas inocentes sintiendo a su lobo aullar feliz por su travesura.
Jungkook apretó los puños, luchando por mantener la compostura.
- No, no me gusta, odio el Rosa - le dice Jungkook mirándolo sin expresión.
Los guardaespaldas intercambiaron miradas incómodas, mientras Taehyung seguía riendose como si no hubiera cometido ninguna travesura.
- Llamen al equipo de limpieza - les ordena Jungkook enojado, su voz resonando en el jardín ahora silencioso.
Los guardaespaldas asintieron rápidamente y se apresuraron a obedecer, mientras Taehyung aún mantenía esa sonrisa traviesa en su rostro.
Mientras esperaban a que llegara el equipo de limpieza, Jungkook se acercó a Taehyung con paso firme.
- ¿Te has vuelto loco? - le preguntó Jungkook con una mezcla de exasperación y diversión apenas contenida.
Taehyung se encogió de hombros con inocencia fingida.
- Solo quería hacer algo especial para ti, ¡sabes que el rosa te sienta bien! - respondió Taehyung, intentando no reírse ante la expresión indignada de Jungkook.
Jungkook sacudió la cabeza, incapaz de contener una pequeña sonrisa ante la obstinación de Taehyung.
- Podrías haberme consultado antes de convertir mi mansión en un campo de rosas - comentó Jungkook, aunque el tono de regaño se diluía en su voz.
- ¿Y arruinar la sorpresa? ¡Jamás! - respondió Taehyung, haciendo un gesto dramático con las manos.
Finalmente, el equipo de limpieza llegó y comenzó a deshacer el caos rosa. Jungkook observó con alivio cómo poco a poco la mansión volvía a su esquema de colores original.
- La próxima vez, consulta primero - le aconsejó Jungkook a Taehyung mientras observan cómo trabajan los limpiadores.
Taehyung asintió solemnemente.
- Entendido, conejito. No habrá próxima vez... al menos con rosa - prometió Taehyung mirándolo con una sonrisa pícara.
Jungkook negó con la cabeza, pero no pudo evitar sentirse agradecido por la intención detrás de la travesura de Taehyung. A pesar de todo, era evidente que Taehyung había puesto esfuerzo y corazón en hacer algo especial para él.
- Vamos adentro, necesito un whisky después de esto - dijo Jungkook, indicando con un gesto a Taehyung que lo siguiera.
Los dos entraron juntos a la mansión, dejando atrás el jardín ahora libre de la invasión rosa. Los guardaespaldas se dispersaron para volver a sus deberes habituales, cada uno sonriendo ante la dinámica única entre su líder y su luna.
Después de que el equipo de limpieza finalmente restauró el orden en la mansión, Taehyung se mantuvo tranquilo durante unos días, pero su espíritu travieso no tardó en manifestarse de nuevo. Una mañana soleada, mientras Jungkook estaba ocupado en una reunión importante en su despacho, Taehyung se puso en marcha con un nuevo plan.
Con la ayuda discreta de algunos de los guardaespaldas más confiables, comenzó a organizar una serie de pequeñas sorpresas y bromas en toda la mansión. Cambiaron las fotos en los marcos por imágenes cómicas, escondieron pequeñas notas con mensajes juguetones en lugares inesperados y, para el deleite de los demás empleados de la mansión, Taehyung incluso logró convencer al chef para que preparara una cena sorpresa con platillos extravagantes y decoraciones temáticas.
Jungkook, por supuesto, empezó a notar los pequeños detalles fuera de lugar y las risas ocasionales entre los empleados. Cuando finalmente pudo escapar de su reunión, fue recibido con una escena que dejó claro que Taehyung había vuelto a sus travesuras. Sin embargo, a pesar de su inicial exasperación, no pudo evitar sonreír ante la creatividad y el espíritu juguetón de Taehyung.
- ¿Otra vez, luna? - dijo Jungkook.
Y encuentra a Taehyung con una sonrisa traviesa mientras este coloca una gorra de payaso en una estatua en el pasillo principal.
- Solo estoy añadiendo un poco de alegría a la mansión, conejito - respondió Taehyung, haciendo una reverencia exagerada.
Jungkook sacudió la cabeza con diversión, aceptando que estas travesuras eran parte del paquete cuando se trata de Taehyung.
- Bueno, al menos esta vez no es rosa - comentó Jungkook, mirando alrededor con una mezcla de incredulidad y risa contenida.
Los dos continuaron disfrutando de la tarde entre risas y complicidad, mientras los guardaespaldas observaban desde una distancia respetuosa, sabiendo que la dinámica única entre su líder y su luna hacía que la vida en la mansión nunca fuera aburrida.
Mientras Taehyung continuaba con sus travesuras habituales, Jeon Rose, la hermana vivaz y curiosa de Jungkook, pronto se unió a él en una misión para sacar a su hermano mayor de sus casillas. Con una risa traviesa y una complicidad que solo los hermanos pueden compartir, Rose y Taehyung planeaban cuidadosamente su siguiente broma.
Una tarde, mientras Jungkook estaba sumergido en la preparación de documentos importantes en su despacho, Taehyung y Rose pusieron en marcha su plan. Armados con una caja llena de globos de agua y un mapa mental de los lugares estratégicos de la mansión, se deslizaron sigilosamente por los pasillos, asegurándose de que nadie los viera.
Los guardaespaldas, que a estas alturas ya estaban acostumbrados a las travesuras de Taehyung, decidieron observar desde la distancia, entretenidos por la energía juguetona de Rose y la sonrisa traviesa de Taehyung.
Llegaron al jardín trasero, donde encontraron a varios empleados ocupados con sus tareas diarias. Sin perder tiempo, comenzaron a llenar los globos de agua y a esconderse detrás de los arbustos, esperando pacientemente su oportunidad.
El momento perfecto llegó cuando Jungkook salió al jardín para disfrutar de un breve descanso y respirar aire fresco. Sin darse cuenta de la emboscada que lo esperaba, comenzó a caminar tranquilamente por el césped bien cuidado. De repente, el primer globo de agua explotó cerca de sus pies, seguido rápidamente por otro y otro más.
Jungkook se detuvo abruptamente, mirando con incredulidad los globos de agua que caían a su alrededor. Una risa incontrolable surgió desde los arbustos, revelando a Taehyung y a Rose, quienes apenas podían contenerse.
- ¿¡Qué diablos está pasando aquí¡? - exclamó Jungkook, mirando con furia contenida a los dos traviesos conspiradores.
Taehyung se río a carcajadas, sosteniendo un globo de agua medio vacío en la mano.
- ¡Sorpresa, conejito! - dijo Taehyung, intentando contener la risa mientras Rose se doblaba de risa a su lado.
Jungkook frunció el ceño, pero no pudo evitar una pequeña sonrisa ante la travesura de su luna y su hermana menor. Era difícil mantenerse serio cuando Taehyung y Rose desataban su energía traviesa de esa manera.
- Esto no es gracioso, Taehyung - dijo Jungkook, aunque el tono severo se veía socavado por la diversión que apenas lograba ocultar.
- Lo siento, hermano mayor, pero no pudimos resistirnos - intervino Rose, con una sonrisa traviesa mientras se limpiaba las lágrimas de risa.
Los guardaespaldas, que observaban desde lejos, intercambiaron miradas cómplices. Sabían que el equilibrio entre trabajo y diversión en la mansión siempre estaba asegurado cuando Taehyung y Rose estaban juntos.
- Bien, ya es suficiente por hoy - dijo Jungkook finalmente, sabiendo que luchar contra las bromas de Taehyung y Rose era una batalla perdida.
Con una mezcla de resignación y complicidad, Jungkook se unió a ellos en una guerra de globos de agua improvisada, disfrutando de un momento de ligereza y conexión familiar en medio de las responsabilidades de su posición como líder de la mafia.
A medida que los días pasan, Taehyung continua con sus travesuras, siempre encontrando nuevas formas de alegrar el ambiente en la mansión, aunque a veces a costa de la paciencia de Jungkook. Desde pequeñas bromas hasta eventos más elaborados, como organizar fiestas sorpresa para los empleados o redecorar ciertas áreas de la mansión, Taehyung y su energía contagiosa no conocían límites.
Sin embargo, un día, una de sus travesuras cruzó la línea. Taehyung, con la ayuda cómplice de Rose, ideó un plan que involucra una serie de fuegos artificiales nocturnos en el jardín trasero, que, aunque hermosos, resultaron en una llamada de atención seria de parte de Jungkook debido al riesgo potencial que representan para la seguridad.
Esa noche, después de una discusión tensa sobre los límites y la responsabilidad, Jungkook salió al jardín, frustrado y exhausto por la situación. Se detuvo bajo la luz de la luna, contemplando la mansión iluminada por los últimos destellos de los fuegos artificiales.
- ¡Luna Jeon! - gritó Jungkook, su voz cargada de frustración y preocupación.
En ese momento, algo inesperado ocurrió. Desde el borde del jardín, emergió un gran lobo blanco, sus ojos brillando con un tono celeste bajo la luz de la luna. El lobo se acercó a Jungkook con pasos elegantes pero decididos, y antes de que Jungkook pudiera reaccionar, el animal saltó sobre él, derribándolo suavemente al suelo.
Jungkook quedó sorprendido y desconcertado mientras el lobo lo rodeaba, lamiendo su rostro con afecto. Lentamente, el enojo de Jungkook se disipó ante la presencia reconfortante del lobo blanco, que parecía transmitirle un mensaje silencioso de tranquilidad y conexión sintiendo a su lobo interior aullar feliz.
- ¿Taehyung? - murmuró Jungkook.
Y reconoció en el lobo los mismos ojos celestes que tantas veces había visto en su luna.
El lobo asintió con la cabeza, como si entendiera cada palabra no pronunciada de Jungkook. Con un suspiro resignado, pero también con una sonrisa leve, Jungkook acarició suavemente el pelaje del lobo, sintiendo una profunda gratitud por Taehyung y la singularidad de su relación.
Los guardaespaldas observaron desde la distancia, atónitos por la escena que se desarrolla ante ellos. Sabían que, aunque Taehyung y Jungkook tenían sus diferencias, la conexión entre ellos era más profunda de lo que las bromas o los desacuerdos podían afectar.
- Está bien, luna - dijo Jungkook finalmente, con un tono más suave y comprensivo. - Pero la próxima vez, asegúrate de que nuestras travesuras no pongan en riesgo a nadie.
El lobo asintió de nuevo, como si prometiera comportarse mejor en el futuro. Con un gesto de despedida, se alejó lentamente, desapareciendo entre las sombras del jardín mientras la paz volvía gradualmente al entorno.
Jungkook se puso de pie, mirando hacia el lugar donde el lobo había desaparecido sintiendo a su lobo aullar feliz.
🐥
Días después.
Lisa volvió a la mansión decidida a hablar con Jungkook, entro ignorando a los guardaespaldas, entro viendo a Taehyung y sintió a su loba interior gruñir enojada, se acercó y le dio una cachetada mientras Taehyung se coloca su mano en su mejilla aguantando las ganas de llorar.
- ¿¡Qué demonios haces en la mansión de mi alfa¡? - le pregunta lisa en una pregunta mirándolo enojada.
Taehyung retrocedió un paso, su rostro pálido por la sorpresa y el dolor. Lisa avanzó, sin darle oportunidad de responder.
- Eres un intruso aquí, ¿No lo entiendes? -continuó ella, con la voz temblando de rabia-. Jungkook es mío, y no permitiré que alguien como tú se interponga entre nosotros omega Inutil.
Taehyung finalmente encontró su voz, aunque temblorosa.
- Yo... no quiero causar problemas. Solo estoy...
- ¡Cállate! - lo interrumpió Lisa, su voz cortante -. No me importan tus excusas.
Quiero que te vayas y no vuelvas jamás.
En ese momento, Jungkook entró en la habitación, atraído por los gritos. Al ver la escena, su expresión se endureció.
-¿Qué está pasando aquí? - preguntó con voz autoritaria.
Lisa se volvió hacia él, su rostro suavizándose al instante.
- Alfa, amor, estoy protegiendo lo que es nuestro. Este intruso no tiene derecho a estar aquí - le dice mirándolo enojada.
Jungkook miró a Taehyung, que aún tenía la mano en la mejilla, sus ojos brillando con lágrimas no derramadas. Se acercó a él y le apartó la mano con suavidad, inspeccionando el enrojecimiento en su piel sintiendo a su lobo interior gruñendo enojado.
- Taehyung no es un intruso -dijo finalmente, su voz firme-. Él es mi luna y no permitiré que nadie lo maltrate, ni siquiera tú, Lisa.
Lisa abrió la boca para protestar, pero Jungkook levantó una mano, silenciándola.
- Si tienes algún problema con Taehyung, lo solucionaremos de otra manera, pero no permito la violencia en mi mansión y la próxima que le levantes la mano a la luna del Clan Jeon enfrentaras las consecuencias. ¿Entendido?
Lisa apretó los labios, su loba interior rugiendo de frustración, pero asintió lentamente, sin decir una palabra más. Jungkook dirigió su atención a Taehyung, su expresión suavizándose.
-¿Estás bien? -le preguntó en un tono más suave.
Taehyung asintió, aunque todavía estaba visiblemente afectado. Jungkook lo rodeó con un brazo, brindándole apoyo marcándolo con sus feromonas calmando al lobito interior de Taehyung.
- De rodillas lisa, pídele perdón a la luna del Clan Jeon - le dice Jungkook mirándola enojado.
-Jungkook yo..
- De rodillas ¡Ahora¡ - le grita Jungkook enojado.
Lisa tembló ante la orden de Jungkook, su loba interior aullando en frustración y humillación.
Miró a Taehyung, que aún se aferra a Jungkook en busca de consuelo, y sintió una oleada de celos quemarle el corazón. Sin embargo, sabía que no tenía elección. Jungkook no aceptaría ninguna excusa.
Con una respiración profunda, Lisa se arrodilló lentamente, sintiendo cómo cada fibra de su ser se rebelaba contra la acción. Miró a Taehyung con una mezcla de resentimiento y derrota.
-Lo siento -dijo -. Perdón, luna del Clan Jeon
- Estas perdonada - le dice Taehyung con voz temblorosa llorando.
-Vete lisa - le espeta Jungkook enojado.
Lisa asiente, se levanta y sale de la mansión llorando por la humillación de Jungkook.
Mientras tanto Jungkook sentó a Taehyung en un sofá, se paro y entro a la cocina, abrió el refrigerador, saco un trozo de hielo, lo enrollo en una toalla, se acerco a Taehyung, se arrodillo frente y con sumo cuidado se lo coloco en su mejilla.
Jungkook sostuvo el hielo envuelto en la toalla contra la mejilla de Taehyung, sus ojos llenos de preocupación y ternura.
- Lo siento tanto, mi luna - dijo en voz baja, su tono lleno de arrepentimiento -. No debería haber permitido que esto sucediera.
Taehyung, a pesar del dolor, sonrió ligeramente, su mano temblorosa alcanzando la de Jungkook.
- No es tu culpa, Jungkook. No podías preverlo.
Jungkook lo miró fijamente, sus ojos oscuros brillando con una mezcla de emociones.
- Te prometo que nadie volverá a hacerte daño mientras yo esté aquí. No dejaré que te maltraten de nuevo.
Taehyung asintió, su confianza en Jungkook inquebrantable.
-Sé que lo harás. Gracias por protegerme.
Jungkook inclinó la cabeza, plantando un suave beso en la frente de Taehyung antes de levantarse.
- Voy a quedarme contigo hasta que te sientas mejor -dijo con determinación-. No dejaré que estés solo después de lo que pasó.
Taehyung asintió, agradecido por el apoyo incondicional de Jungkook. Se acurrucó en el sofá, permitiendo que la presencia de Jungkook lo calmara. Sabía que con él a su lado, estaba seguro.
El tiempo pasó lentamente mientras Jungkook cuidaba de Taehyung, manteniendo el hielo en su mejilla para reducir la hinchazón. Finalmente, cuando la piel comenzó a enfriarse y adormecerse, retiró la toalla y el hielo, colocándolos a un lado.
- ¿Te sientes mejor? - preguntó Jungkook, sus ojos fijos en Taehyung.
- Sí, un poco - respondió Taehyung, su voz suave -. Gracias por estar aquí.
Jungkook se sentó junto a él, pasando un brazo alrededor de sus hombros para brindarle más consuelo.
- Siempre estaré aquí para ti, Taehyung. No importa lo que pase.
Taehyung se acurrucó más cerca, sintiéndose reconfortado por el calor y la seguridad que Jungkook le ofrecía. Sabía que el camino por delante no sería fácil, pero con Jungkook a su lado, estaba dispuesto a enfrentar cualquier desafío.
A medida que los días pasan, Taehyung continúa enfrentándose a Lisa cada vez que ella intenta interferir en su relación con Jungkook. Aunque intenta mantener la calma y resolver las cosas pacíficamente, había momentos en los que la tensión se volvía demasiado intensa.
En una tarde soleada, mientras Jungkook estaba ocupado en una reunión, Taehyung se encontró cara a cara con Lisa en el jardín de la mansión. Lisa lo miró con desdén, su loba interior mostrando los dientes en una mueca de desprecio.
-¿Qué haces aquí? - dijo Lisa con frialdad-. No perteneces aquí, Taehyung. Deberías darte cuenta de que nunca serás suficiente para él.
Taehyung apretó los puños, respirando profundamente para controlar su ira.
-No me importa lo que pienses, Lisa. - le dice Taehyung.
Lisa soltó una risa burlona.
-¿Crees que puedes competir conmigo? Soy la elección obvia para Jungkook, no un omega insignificante como tú.
Las palabras de Lisa fueron como un puñal en el corazón de Taehyung, pero se mantuvo firme.
- Jungkook me eligió a mí, Lisa. Y no te permitiré despreciarme ni un segundo más.
En un momento de ira, Lisa levantó la mano y abofeteó a Taehyung con fuerza. El golpe resonó en el silencio del jardín, y Taehyung retrocedió, su mejilla ardiendo de dolor. Sin embargo, en lugar de derramar lágrimas, su rostro se endureció con determinación.
En ese momento, Jungkook apareció desde la entrada principal de la mansión, su lobo interior rugiendo de furia al ver a su luna herido.
- ¡Lisa! - exclamó Jungkook, su voz llena de decepción y enfado -. ¿Cómo te atreves?
Lisa se volvió hacia él, su expresión desafiante.
- No permitiré que este omega inútil se interponga entre nosotros, Jungkook. Él no te merece.
Jungkook avanzó hacia Lisa con pasos rápidos y certeros, su mirada oscura y amenazante.
- ¡Te has pasado de la raya! - gritó Jungkook, su voz resonando en el jardín -. Nunca deberías haber levantado la mano contra él.
Lisa retrocedió, sintiendo la intensidad del enojo de Jungkook. Sabía que había cruzado una línea peligrosa.
- Jungkook, yo...
-¡No quiero escuchar tus excusas! -interrumpió Jungkook, su voz cortante-. Has herido a la persona que más amo en este mundo. No puedo permitirlo.
Lisa bajó la cabeza, su loba interior sintiéndose derrotada.
- Lo siento, Jungkook. No quise...
- No quiero escuchar más - dijo Jungkook fríamente -. Vete de mi mansión. Ahora.
Lisa asintió, sintiendo el peso de sus acciones. Se dio la vuelta y se alejó rápidamente, dejando a Jungkook y a Taehyung solos en el jardín.
Jungkook se acercó a Taehyung con pasos lentos y cuidadosos, su corazón aún latiendo con la ira reprimida.
-¿Estás bien? - preguntó Jungkook, su voz suave a pesar de todo.
Taehyung asintió, su rostro marcado por la determinación.
-Sí, estoy bien. Gracias por estar aquí, Jungkook.
Jungkook suspiró, abrazando a Taehyung con fuerza.
- Nunca permitiré que te lastimen de nuevo, Taehyung. Eres todo para mí.
Taehyung se aferró a Jungkook, sintiendo un alivio profundo al tenerlo a su lado.
Días después, en una noche cálida y silenciosa, Jungkook llevó a Taehyung al salón principal de la mansión donde se llevaría a cabo una reunión crucial con el consejo mafioso. La tensión en el aire era palpable mientras los líderes del clan Jeon esperaban la presentación de la nueva luna.
Jungkook se detuvo frente al consejo, su brazo alrededor de los hombros de Taehyung, transmitiéndole apoyo y confianza.
- Consejo del Clan Jeon - comenzó Jungkook con voz firme -. Hoy les presento a mi luna, Kim Taehyung.
Un murmullo recorrió la sala mientras los miembros del consejo observan a Taehyung con miradas evaluadoras. La mayoría asintió con aprobación, reconociendo la decisión de su alfa y Padrino de la mafia. Sin embargo, una figura se levantó bruscamente, su rostro contorsionado por la ira.
- ¡Esto es inaceptable! - exclamó el padre de Lisa, su voz resonando en la sala -. Jungkook, debiste haber elegido a mi hija, no a este omega insignificante.
Jungkook frunció el ceño, enfrentándose a la mirada furiosa del hombre gruñendo.
- Mi elección está tomada - respondió con calma, aunque su voz estaba llena de determinación -. Taehyung es mi luna, y su lugar está a mi lado.
- ¡Tu elección es una deshonra para el clan! - continuó el padre de Lisa, avanzando con pasos amenazantes -. Mi hija es una loba fuerte, la pareja perfecta para un alfa. Este omega no es más que una debilidad.
Taehyung sintió cómo su corazón latía con fuerza sintiendo a su lobo interior gruñendo enojado, pero se mantuvo firme junto a Jungkook, decidido a enfrentar cualquier desafío.
- No permitiré que insultes a Taehyung de esa manera - dijo Jungkook, su voz elevándose con autoridad -. Él es mi elección, y como alfa, mi palabra es definitiva.
El padre de Lisa se detuvo, sus ojos llenos de furia y resentimiento. La tensión en la sala era insoportable, y parecía que un enfrentamiento era inevitable.
- No puedo aceptar esto - dijo el hombre, su voz baja pero cargada de amenaza -. Si insistes en mantener a este omega como tu luna, habrá consecuencias.
Jungkook dio un paso adelante, su mirada fija en el hombre.
- No permitiré que nadie se interponga entre Taehyung y yo - declaró con firmeza -. Si alguien tiene un problema con mi decisión, que lo diga ahora.
El consejo observó en silencio, algunos miembros intercambiando miradas preocupadas. Finalmente, uno de los líderes más antiguos Kim Dong Wook se levantó.
-Padrino, siempre hemos respetado tu juicio como nuestro alfa - dijo con voz grave -. Si el Omega Taehyung es tu elección, lo aceptamos como nuestra luna.
Un suspiro de alivio recorrió la sala mientras otros miembros del consejo asintieron en señal de aprobación. Sin embargo, el padre de Lisa no esta dispuesto a rendirse tan fácilmente.
- Esto no ha terminado - advirtió, sus ojos ardiendo con ira -. No permitiré que un omega debilite nuestro clan.
Antes de que Jungkook pudiera responder, el caos estalló. Algunos de los guardaespaldas de Lisa irrumpieron en la sala, armados y listos para atacar. Jungkook reaccionó rápidamente, protegiendo a Taehyung con su cuerpo.
- ¡Protejan a la luna! - gritó Jungkook, su voz resonando en medio del tumulto.
Los guardaespaldas leales a Jungkook se movieron para defender a su alfa y a Taehyung, enfrentándose a los atacantes. La sala se llenó de gritos y el sonido de los golpes, mientras el conflicto se desataba.
En medio del caos, Taehyung se aferró a Jungkook, confiando en su fuerza y determinación para protegerlo. Sabía que, sin importar lo que sucediera, Jungkook haría todo lo posible para mantenerlo a salvo.
Finalmente, después de lo que pareció una eternidad, los atacantes fueron sometidos y la sala quedó en silencio una vez más. Jungkook, respirando con dificultad, se volvió hacia el consejo.
- Este ataque es una prueba de lo que enfrentaremos si no nos mantenemos unidos - dijo con voz firme -. Taehyung y yo somos fuertes juntos, y con su apoyo, superaremos cualquier desafío.
El consejo, impresionado por la valentía y determinación de Jungkook, asintió en señal de acuerdo. El líder más antiguo dio un paso adelante, hablando en nombre de todos.
- Estamos contigo, Jungkook - dijo solemnemente -. Y aceptamos a Taehyung como nuestra luna.
Jungkook asintió, agradecido por el apoyo del consejo. Se volvió hacia Taehyung, sus ojos llenos de amor y determinación.
- Todo estará bien - murmuró, abrazando a Taehyung con fuerza -. Juntos, enfrentaremos cualquier cosa.
Taehyung asintió, sintiéndose más fuerte y seguro con Jungkook a su lado. Sabía que, aunque el camino por delante sería difícil, con Jungkook y el apoyo del consejo, podían superar cualquier obstáculo.
Más tarde en la noche, Jungkook llevó a Taehyung a su habitación, jalándolo suavemente de la mano. Al cerrar la puerta con seguro, la atmósfera se tornó íntima y cargada de expectativa. Jungkook se acercó lentamente a Taehyung, posicionándose detrás de él, y comenzó a desabotonarle la camisa con movimientos precisos. Sentía a Taehyung tensarse bajo sus manos, pero su voz suave y calmada buscó tranquilizarlo.
- Tranquilo, mi luna - susurró Jungkook, una sonrisa juguetona curvando sus labios.
Con cuidado, Jungkook deslizó la camisa por los hombros de Taehyung, dejando al descubierto su piel. Taehyung exhaló un suspiro tembloroso, su nerviosismo mezclándose con una creciente anticipación. Jungkook continuó, quitándole la ropa pieza por pieza, hasta que Taehyung quedó solo en lencería fina.
Jungkook se apartó un poco, admirando la figura de Taehyung con ojos llenos de deseo y aprecio. Taehyung, a pesar de sentirse vulnerable, notó la mirada de amor y admiración en los ojos de Jungkook, lo que hizo que se sintiera más seguro y deseado.
- Eres hermoso, Taehyung - murmuró Jungkook, su voz cargada de emoción.
Taehyung bajó la mirada, sus mejillas enrojeciendo por el cumplido. Jungkook se acercó de nuevo, envolviendo sus brazos alrededor de la cintura de Taehyung, atrayéndolo hacia su pecho. Podía sentir el calor de la piel de Taehyung, su respiración acelerada y el latido rápido de su corazón.
- Quiero que te sientas amado y seguro conmigo - continuó Jungkook, plantando un suave beso en el hombro de Taehyung -. Esta noche es solo para nosotros.
Taehyung levantó la mirada, encontrando los ojos de Jungkook. En ellos vio una promesa de amor y protección que le llenó de confianza. Con un pequeño asentimiento, se dejó llevar por la ternura y la pasión de Jungkook.
- Confío en ti, Jungkook - susurró Taehyung, su voz apenas audible.
Jungkook sonrió, su corazón latiendo con fuerza ante la declaración de Taehyung. Con movimientos suaves y llenos de cariño, lo guio hacia la cama, donde ambos se dejaron caer sobre las sábanas suaves. Jungkook se inclinó sobre Taehyung, sus labios encontrando los de su luna en un beso lento y profundo, lleno de todo el amor y la devoción que sentía por él.
Mientras la noche avanzaba, la habitación se llenó de susurros y caricias, de promesas y suspiros compartidos. En ese espacio íntimo y protegido, Jungkook y Taehyung se entregaron el uno al otro, encontrando consuelo y felicidad en su conexión inquebrantable.
El amor de Jungkook era una fuerza envolvente y segura, un refugio donde Taehyung podía dejar de lado sus miedos y simplemente ser amado. Y así, mientras las horas pasaban, los dos se unieron más profundamente, fortaleciendo su vínculo y preparándose para enfrentar cualquier desafío que el futuro les deparara juntos.
👻
Al día siguiente.
El sol apenas despunta en el horizonte cuando Jungkook y Taehyung se prepararon para su viaje. Con una escolta de guardaespaldas, se dirigieron al aeropuerto privado, donde un jet los espera. La atmósfera en el avión esta cargada de anticipación y emoción por lo que les deparaba el destino.
Llegaron a Seúl unas horas más tarde. Los autos negros esperan en la pista, listos para llevarlos a una mansión temporal en las afueras de la ciudad. La mansión era elegante y espaciosa, rodeada de altos muros que garantizan privacidad y seguridad.
Jungkook y Taehyung se instalaron en la mansión, explorando sus lujosas habitaciones y disfrutando de un momento de tranquilidad juntos. Pero pronto, Jungkook tuvo que despedirse.
- Tengo que atender algunos asuntos del clan - dijo Jungkook, acariciando suavemente la mejilla de Taehyung -. Prometo que no tardaré mucho.
Taehyung asintió, aunque su corazón se apretaba al pensar en estar separado de Jungkook.
- Está bien. Ten cuidado - respondió, devolviéndole la caricia.
Jungkook le dio un beso suave en los labios antes de salir, dejando a Taehyung bajo la protección de los guardaespaldas.
- Vamos a conocer la ciudad - dijo Taehyung a los guardaespaldas, tratando de mantener una actitud positiva.
Los guardaespaldas asintieron y lo escoltaron hasta uno de los autos. Se dirigieron al centro de Seúl, donde Taehyung se maravilló con los rascacielos, las calles bulliciosas y el vibrante ambiente de la ciudad.
Después de un rato de explorar, decidieron parar en un café para descansar. Fue en ese momento cuando Taehyung lo vio. Park Bogum, su exnovio, esta sentado en una mesa cercana. El corazón de Taehyung se detuvo por un instante al verlo. Bogum se levantó y se acercó con una sonrisa que no llega a sus ojos.
- Vaya, Taehyung - dijo Bogum, su tono cargado de sarcasmo -. Nunca pensé que te encontraría aquí.
Taehyung trató de mantener la calma, pero las palabras de Bogum eran como puñaladas.
- Hola, Bogum - respondió con voz temblorosa.
- Así que, ¿Ahora eres la luna de Jungkook? - continuó Bogum, sus ojos llenos de desdén -. Qué irónico. Siempre supe que no podrías estar solo, que necesitabas a alguien más fuerte para protegerte.
Taehyung sintió cómo las lágrimas comenzaban a acumularse en sus ojos, pero se negó a dejarlas caer.
- No vine aquí para discutir contigo - dijo, tratando de mantener la dignidad.
Bogum soltó una risa fría.
- Claro, claro. Siempre tan débil y necesitado. Me sorprende que el Padrino te haya elegido. Debe estar desesperado.
Las palabras hirientes de Bogum eran demasiado. Las lágrimas comenzaron a deslizarse por las mejillas de Taehyung.
- Basta, Bogum - dijo, su voz quebrada -. No tienes derecho a hablarme así.
Bogum dio un paso más cerca, su rostro lleno de crueldad.
- Eres patético, Taehyung. Siempre lo has sido. Y siempre lo serás.
En ese momento, uno de los guardaespaldas de Taehyung intervino, poniéndose entre ambos.
- Es suficiente - dijo con voz firme -. Deje en paz a la luna Jeon
Bogum miró al guardaespaldas, luego volvió su atención a Taehyung.
- Claro, ahora tienes a tus guardaespaldas para protegerte. Qué patético.
Con esas últimas palabras, Bogum se alejó, dejándolo atrás. Taehyung se quedó allí, temblando y llorando, mientras el guardaespaldas lo consolaba y lo guiaba de regreso al auto.
- Vámonos - dijo Taehyung, su voz apenas un susurro.
De regreso a la mansión, Taehyung se encerró en su habitación, dejando que las lágrimas fluyeran libremente. A pesar del dolor, sabía que Jungkook estaría a su lado, y eso le daba fuerzas para enfrentar el dolor que Bogum le había causado.
Mientras tanto, en una lujosa sala de conferencias ubicada en el corazón de Seúl, Jungkook se encontraba en una tensa reunión con el consejo mafioso y el padre de Lisa, un hombre imponente y de mirada fría llamado Park Sang-Woo. El ambiente esta cargado de tensión y hostilidad.
- Jungkook, no puedes esperar que aceptemos a Taehyung como tu luna - comenzó Park Sang-Woo, su voz resonando con autoridad -. Él no tiene la fuerza ni la influencia que necesitamos.
Jungkook apretó los puños, sintiendo la ira burbujear en su interior. Dio un paso adelante, su voz firme y controlada.
- Taehyung es mi elección, y no permitiré que nadie lo cuestione - respondió Jungkook, sus ojos fijos en Sang-Woo -. Él tiene más fuerza de la que ustedes pueden imaginar.
El consejo mafioso murmuró entre ellos, algunos asintiendo en acuerdo mientras otros permanecían escépticos. Sang-Woo golpeó la mesa con fuerza, llamando la atención de todos.
- ¡Esto es inaceptable! - exclamó, su voz llena de furia -. Mi hija, Lisa, es la pareja adecuada para ti. Ella tiene la experiencia y el apoyo de nuestras familias.
Jungkook sacudió la cabeza, su mandíbula apretada.
- No es una cuestión de conveniencia o alianzas - dijo, su voz baja pero intensa -. Es una cuestión de amor y respeto. Taehyung es quien amo, y él es quien estará a mi lado.
Sang-Woo se levantó de su asiento, su rostro enrojecido por la ira.
- ¡Eres un insensato, Jungkook! - gritó -. Estás poniendo en peligro nuestra posición y nuestra fuerza por un capricho.
Jungkook dio un paso más cerca, su lobo interior rugiendo con furia.
- No es un capricho, Sang-Woo. Taehyung es mi luna, y cualquier amenaza contra él es una amenaza contra mí. No dudaré en protegerlo, sin importar las consecuencias.
El silencio que siguió a las palabras de Jungkook fue ensordecedor. El consejo mafioso observa la confrontación con ojos cautelosos, conscientes de la gravedad de la situación. Sang-Woo respiraba pesadamente, su pecho subiendo y bajando con rapidez.
- Te advierto, Jungkook - dijo Sang-Woo finalmente, su voz gélida -. Si insistes en esta locura, enfrentarás la ira de mi familia.
Jungkook no retrocedió. Sus ojos oscuros brillaban con determinación.
- Que así sea - respondió -. Pero no permitiré que nadie, ni siquiera tú, dañe a Taehyung.
El consejo mafioso intercambió miradas preocupadas. Sabían que esta confrontación podría tener repercusiones profundas y peligrosas para todos ellos. Sang-Woo miró a Jungkook con desprecio antes de girarse y salir de la sala, seguido de algunos de sus aliados.
Jungkook se quedó allí, su respiración agitada mientras intentaba calmar a su lobo interior. Sabía que había iniciado una batalla que no sería fácil de ganar, pero su amor por Taehyung le daba la fuerza para enfrentar cualquier desafío. Se dirigió a la ventana, mirando hacia el horizonte de Seúl, determinado a proteger a su luna sin importar el costo.
Jungkook regresó a la mansión temporal, su mente aún ocupada con la tensa confrontación con el consejo mafioso y el padre de Lisa. A medida que se acercaba a la entrada, sus guardaespaldas lo saludaron con respeto y abrieron las puertas. Necesitaba ver a Taehyung, sentir su presencia para calmarse.
Al entrar, se dirigió directamente a la cocina, donde un suave murmullo y el sonido de cubiertos chocando le indicaron que Taehyung esta allí. Cuando entró en la cocina, lo encontró sentado en la mesa, disfrutando de un tazón de helado. Taehyung levantó la vista y una sonrisa iluminó su rostro al ver a Jungkook sintiendo a su lobo aullar feliz.
- Estás de vuelta - dijo Taehyung, dejando la cuchara a un lado.
Jungkook se acercó y le devolvió la sonrisa, sintiendo cómo su tensión se desvanecía un poco al verlo. Se inclinó y le plantó un suave beso en los labios.
- Sí, ya estoy aquí - respondió Jungkook, acariciando la mejilla de Taehyung -. ¿Cómo has estado?
Taehyung suspiró, su sonrisa menguando ligeramente.
- Tuve un encuentro desagradable con mi ex novio Bogum, pero ya estoy mejor. ¿Y tú? ¿Cómo te fue?
Jungkook negó con la cabeza, intentando no preocupar a Taehyung con los detalles.
- Lo resolveremos, mi luna. No te preocupes por eso ahora.
Taehyung asintió, confiando en Jungkook. Se inclinó hacia adelante para besarlo de nuevo, profundizando el beso, disfrutando del momento de tranquilidad juntos sintiendo a sus lobos aullar felices.
Jungkook y Taehyung se separaron del beso sonriendo, Taehyung sonriendo travieso agarro un poco de helado y lo hunto en la cara de Jungkook y salió corriendo riéndose con su alfa detrás.
Jungkook se quedó momentáneamente atónito, con el helado frío esparcido por su mejilla. Pero su sorpresa rápidamente se convirtió en una sonrisa traviesa. Dejó escapar una carcajada y salió corriendo detrás de Taehyung, sus pasos resonando en la casa mientras lo perseguía.
- ¡Vas a pagar por eso, mi luna ! - gritó Jungkook, sin poder contener la risa.
Taehyung corrió por el pasillo, esquivando muebles y riendo a carcajadas, hasta que finalmente se escondió detrás del sofá en la sala de estar. Jungkook apareció a los pocos segundos, con una mirada divertida y desafiante.
- ¿Crees que puedes esconderte de mí? - dijo Jungkook, avanzando lentamente hacia el sofá.
Taehyung trató de contener su risa, pero falló miserablemente, sus risitas delatándolo. Jungkook saltó sobre el sofá, atrapando a Taehyung por la cintura y tirándolo suavemente al suelo. Ambos rodaron por el suelo, riendo sin parar, hasta que finalmente quedaron tumbados uno al lado del otro, respirando con dificultad.
- Está bien, lo admito, fue una buena jugada - dijo Jungkook, girándose para mirar a Taehyung con una sonrisa. - Pero ahora me debes un helado nuevo.
Taehyung rió y asintió, sus ojos brillando de felicidad.
- Lo que tú digas, alfa. Pero tendrás que atraparme primero.
Antes de que Jungkook pudiera responder, Taehyung se levantó de un salto y salió corriendo de nuevo, dejando a Jungkook con una mezcla de exasperación y adoración en su rostro. Sin embargo, no tardó mucho en seguirlo, decidido a continuar con su divertida persecución.
La casa se llenó de risas y alegría, sus lobos interiores disfrutando de la compañía y el juego. A pesar de las preocupaciones y los problemas que los rodeaban, en esos momentos, todo parecía perfecto. Y mientras Jungkook finalmente atrapaba a Taehyung de nuevo, envolviéndolo en un abrazo y susurrándole promesas de amor eterno, ambos sabían que, juntos, podrían enfrentar cualquier cosa.
Finalmente, después de varios minutos de juego, decidieron regresar a la cocina, esta vez ambos sentándose a disfrutar del helado, compartiendo sonrisas y miradas.
- ¿Te sientes mejor ahora? - preguntó Jungkook, acariciando la mano de Taehyung.
- Mucho mejor - respondió Taehyung, apretando suavemente la mano de Jungkook. - Gracias por siempre hacerme sentir así.
Jungkook sonrió y se inclinó para darle un beso en la frente.
- Siempre estaré aquí para ti, mi luna.
Después de terminar su helado, Taehyung y Jungkook se levantaron, aún riendo, y se dirigieron a la cocina para preparar su comida. Taehyung se puso a buscar ingredientes en la despensa mientras Jungkook saca los utensilios necesarios.
- ¿Qué te parece si preparamos algo sencillo pero delicioso? - sugirió Taehyung.
Y saca una caja de pasta y algunos vegetales frescos.
- Suena perfecto - respondió Jungkook, acercándose a Taehyung y envolviéndolo en un abrazo por detrás. - Pero necesitas mi toque especial.
Taehyung sonrió y se giró para besar a Jungkook suavemente.
- Entonces, muéstrame tus habilidades, chef.
Con una sonrisa cómplice, Jungkook se puso manos a la obra. Comenzó a cortar los vegetales mientras Taehyung ponía agua a hervir para la pasta. Cada tanto, Jungkook deja de trabajar para plantar un beso en la mejilla de Taehyung, haciéndolo reír sintiendo a sus lobos interiores aullar.
- Eres un distraído - dijo Taehyung, aunque su tono esta lleno de cariño.
- ¿Y quién puede culparme? - replicó Jungkook, sonriendo. - Es difícil concentrarse cuando tengo a alguien tan hermoso a mi lado.
Taehyung rodó los ojos, aunque no pudo evitar sonrojarse ligeramente. Continuaron trabajando juntos, sus movimientos sincronizados como si hubieran hecho esto miles de veces antes. Jungkook sazona los vegetales y los saltea en una sartén mientras Taehyung revolvía la pasta, asegurándose de que quedara al dente.
- Prueba esto - dijo Jungkook sonriendo.
Y lleva una cucharada de la salsa que ha preparado hasta los labios de Taehyung.
Taehyung probó la salsa y sonrió ampliamente.
- ¡Está delicioso! Definitivamente tienes un talento para esto.
- Solo porque tengo la mejor inspiración - respondió Jungkook, inclinándose para besar a Taehyung de nuevo.
Finalmente, después de varios minutos de risas, besos y trabajo en equipo, la comida estuvo lista. Prepararon dos platos de pasta con vegetales salteados, adornados con hierbas frescas y queso parmesano rallado.
- Se ve increíble - dijo Taehyung, admirando los platos.
- Pero sabrá aún mejor - aseguró Jungkook.
Y toma uno de los platos y llevándolo a la mesa.
Se sentaron juntos, disfrutando de la comida que habían preparado con tanto amor y complicidad. Cada bocado estaba lleno de sabor, y el ambiente se llena de una sensación de calidez y hogar con sus olores combinados por toda la cocina.
- Esto es perfecto - murmuró Taehyung, tomando la mano de Jungkook sobre la mesa. - Gracias por esto.
- Siempre - respondió Jungkook, apretando suavemente la mano de Taehyung. - No hay nada que disfrute más que estos momentos contigo.
Compartieron una sonrisa antes de continuar comiendo, hablando de todo y de nada, simplemente disfrutando de la compañía del otro. Y en esos momentos, sabían que sin importar lo que el futuro les deparara, siempre tendrían estos momentos para recordar y sostenerse mutuamente.
🎶
En la noche.
Jungkook y Taehyung se dirigieron al club de mafiosos, un lugar lujoso y exclusivo donde se reunían las figuras más influyentes del mundo clandestino.
Entraron con sus guardaespaldas rodeándolos, protegiéndolos de cualquier amenaza potencial. La atmósfera esta cargada de tensión y poder, con música suave de fondo y el murmullo constante de conversaciones importantes.
Jungkook y Taehyung se dirigieron a una mesa reservada en una esquina, donde Kim Dong Wook ya los espera. Mientras Jungkook se sentaba y comenzaba a hablar con él, Taehyung se excusó y se levantó, observando el lugar.
- Te veo en un momento - dijo Taehyung, inclinándose para darle un beso rápido a Jungkook antes de alejarse.
- No te alejes mucho - respondió Jungkook, observándolo mientras se aleja.
Taehyung se movió con confianza entre las mesas, hasta que sus ojos se encontraron con Namjoon, quien esta conversando con algunos hombres al otro lado del club. Sin pensarlo dos veces, Taehyung salió corriendo hacia él.
- ¡Namjoon! - exclamó Taehyung, abrazando a su mejor amigo con entusiasmo.
Namjoon, sorprendido, devolvió el abrazo con una gran sonrisa.
- ¡Taehyung! No esperaba verte aquí. ¿Cómo has estado?
- Muy bien - respondió Taehyung, soltando a Namjoon pero manteniendo una mano en su brazo. - No sabía que te encontraría aquí. ¡Es genial verte!
Mientras tanto, desde su mesa, Jungkook observa la escena con una mezcla de celos y desagrado. Su lobo interior gruñía, sintiendo una punzada de posesividad al ver a Taehyung tan cercano a otro hombre.
-Padrino, concéntrate - dijo Kim Dong Wook, notando la distracción en su interlocutor.
- Lo siento - dijo Jungkook, volviendo su atención a Dong Wook. - ¿Dónde estábamos?
- Hablábamos sobre la distribución en el puerto - recordó Dong Wook, observando a Jungkook con interés.
Jungkook asintió, forzándose a concentrarse en la conversación, aunque no podía dejar de lanzar miradas furtivas hacia Taehyung y Namjoon. Taehyung seguía riendo y conversando animadamente con su amigo, completamente ajeno a los celos que hervían dentro de Jungkook.
Jungkook trataba de enfocarse en la conversación con Kim Dong Wook, pero sus ojos constantemente volvían a la figura de Taehyung y Namjoon, quienes seguían conversando animadamente como si no existiera nada más en el mundo.
- Entonces, ¿cuándo podremos asegurarnos de la próxima entrega? - preguntó Dong Wook, claramente notando la falta de concentración de Jungkook.
- A mediados de la próxima semana debería estar listo - respondió Jungkook, su voz automática mientras observaba a Taehyung reír por algo que Namjoon había dicho.
El lobo interior de Jungkook gruñía, su instinto protector y posesivo saliendo a la superficie. Podía ver la facilidad con la que Taehyung se movía con Namjoon, la forma en que su amigo lo hacía reír y cómo le tocaba el brazo de vez en cuando. Cada gesto, por más inocente que fuera, se sentía como un desafío directo a su control y posesión.
- Parece que tienes la mente en otro lado, Padrino - comentó Dong Wook, con una ligera sonrisa. - Quizás deberías atender ese asunto primero.
Jungkook respiró hondo, tratando de calmarse.
- Tienes razón, Dong Wook. Disculpa un momento.
Se levantó de la mesa y caminó con determinación hacia donde estaban Taehyung y Namjoon, sus guardaespaldas siguiéndolo de cerca. Al llegar, interrumpió su conversación con una presencia imponente.
- Taehyung - dijo Jungkook, su voz más fría de lo que pretendía. - Necesito hablar contigo.
Taehyung levantó la vista, notando la expresión seria de Jungkook.
- Claro, Jungkook. Namjoon, nos vemos en un rato, ¿vale?
- Por supuesto - respondió Namjoon, lanzando una mirada curiosa a Jungkook antes de sonreír a Taehyung. - Hablamos luego.
Taehyung siguió a Jungkook de vuelta a la mesa reservada. Una vez que se sentaron, Jungkook no pudo contener sus sentimientos.
- No me gusta verte tan cercano a ese tal Namjoon - admitió Jungkook, tratando de mantener la calma. - Mi lobo se pone celoso.
Taehyung sonrió suavemente, apretando la mano de Jungkook.
- Namjoon es solo un amigo, Jungkook. No tienes nada de qué preocuparte. Tú eres el único que importa para mí.
Jungkook suspiró, aliviado por las palabras de Taehyung, aunque su lobo interior seguía un poco inquieto.
- Lo sé, Taehyung. Solo... a veces me cuesta controlarlo.
Taehyung se inclinó y le dio un beso en la mejilla.
- Estoy aquí, Jungkook. Y siempre estaré a tu lado.
Con esas palabras, Jungkook sintió que su tensión se desvanecía un poco. Apretó la mano de Taehyung con más fuerza, agradecido por su comprensión y amor.
- Gracias, mi luna - murmuró Jungkook, su voz más suave ahora.
- Siempre, mi alfa - respondió Taehyung, con una sonrisa cálida.
Mientras la noche continuaba, Taehyung se mantuvo cerca de Jungkook, haciendo todo lo posible por tranquilizar su lobo interior.
🦋
A media noche.
Jungkook y Taehyung regresaron a la mansión, dejando atrás la tensión del club de mafiosos. Los guardaespaldas los escoltaron hasta la entrada, asegurándose de que todo estuviera en orden antes de retirarse. La mansión esta en silencio, bañada por la luz suave de la luna que se filtra a través de las ventanas.
Jungkook cerró la puerta detrás de ellos y se volvió hacia Taehyung, su mirada intensa y decidida.
- Ven conmigo - dijo Jungkook, su tono dejando claro que no era una petición.
Taehyung sintió un escalofrío recorrer su espalda, una mezcla de anticipación y curiosidad. Sin decir una palabra, siguió a Jungkook por los pasillos de la mansión hasta llegar a su habitación.
Una vez dentro, Jungkook cerró la puerta y se acercó a Taehyung, sus ojos oscuros reflejando una mezcla de posesión y deseo.
- Esta noche, tu pequeño encuentro con ese tal Namjoon me puso celoso - dijo Jungkook, su voz baja pero firme. - Y creo que necesitas recordar a quién perteneces.
Taehyung tragó saliva, sus ojos encontrándose con los de Jungkook. Aunque sabía que Jungkook nunca le haría daño, la intensidad de sus palabras y su mirada lo hicieron sentir vulnerable y expuesto.
- Lo siento, Jungkook - murmuró Taehyung, su voz temblando ligeramente.
Jungkook se acercó más, levantando la barbilla de Taehyung con un dedo.
- No se trata de disculpas, mi luna. Se trata de asegurarnos de que no haya malentendidos.
Con un movimiento rápido, Jungkook giró a Taehyung y lo empujó suavemente hacia la cama, haciendo que se apoyara sobre sus manos y rodillas. Taehyung sintió cómo su respiración se aceleraba, su corazón latiendo con fuerza.
Jungkook se inclinó, susurrando al oído de Taehyung.
- Quiero que recuerdes esto, mi luna. Solo tú y yo, y nadie más.
Sin más preámbulos, Jungkook levantó la mano y dio una suave palmada en el trasero de Taehyung, no lo suficientemente fuerte como para hacerle daño, pero lo suficiente para que lo sintiera.
- Cuenta, mi luna - ordenó Jungkook.
- Uno - dijo Taehyung, su voz apenas un susurro.
Jungkook repitió el gesto, otra palmada resonando en la habitación.
- Dos.
Cada palmada era seguida de un número, y con cada una, Taehyung sentía una mezcla de sumisión y consuelo. Sabía que esto era una manera en que Jungkook afirma su control, recordándole a ambos su conexión y compromiso.
Después de diez suaves palmadas, Jungkook se detuvo, acariciando con ternura la piel enrojecida de Taehyung.
- Buen chico - murmuró Jungkook, inclinándose para besar la espalda de Taehyung. - ¿Entiendes ahora?
Taehyung asintió, su cuerpo temblando ligeramente.
- Sí, Jungkook. Te pertenezco a ti y solo a ti.
Jungkook sonrió y ayudó a Taehyung a levantarse, envolviéndolo en un abrazo cálido y protector.
Después del momento íntimo en la habitación, Jungkook y Taehyung se acurrucaron juntos en la cama, compartiendo sus pensamientos en un silencio cómodo. Jungkook acariciaba suavemente el cabello de Taehyung mientras este descansaba la cabeza en su pecho, sintiendo la calidez y seguridad que solo Jungkook podía brindarle.
- Te amo, Taehyung - susurró Jungkook, rompiendo el silencio con palabras cargadas de afecto y tranquilidad.
Taehyung levantó la mirada para encontrarse con los ojos oscuros de Jungkook, llenos de ternura y sinceridad.
-Eres mi alfa, mi todo - respondió Taehyung, acariciando suavemente el rostro de Jungkook con la yema de sus dedos.
Ellos se quedaron en silencio por un momento, absorbiendo la paz y la conexión entre ellos. Para Taehyung, la noche había comenzado con un destello de celos y posesión, pero ahora se sentía más cerca que nunca de Jungkook, reafirmando su amor y compromiso mutuo.
🎶
Al día siguiente.
El sol filtrándose por las cortinas de la habitación señalaba el comienzo de un nuevo día. Jungkook despertó primero y observó a Taehyung dormir pacíficamente a su lado. Le acarició la mejilla suavemente antes de levantarse con cuidado para no despertarlo.
Después de asearse, Jungkook regresó a la habitación y encontró a Taehyung despierto, mirándolo con una sonrisa cálida.
- Buenos días, mi luna - dijo Jungkook, sintiendo a su lobo interior feliz.
- Buenos días alfa - respondió Taehyung, extendiendo los brazos hacia Jungkook.
Se abrazaron con ternura, disfrutando de la intimidad matutina antes de prepararse para enfrentar el día.
Mientras desayunan hablan de cualquier tema trivial hasta que lisa irrumpe en la mansión enojada con Taehyung por haberle quitado a su alfa.
- ¡Maldito Omega arrastrado¡ - grita lisa enojada.
Taehyung frunce su nariz asqueado por el olor a fresas de lisa incomodando a su lobo interior.
- ¡Contrólate¡ - le exclama Jungkook a lisa enojándose.
- Eh chicos... - dice Taehyung pero es interrumpido.
- ¡No me voy a controlar hasta que saques a este arrastrado de aquí¡ - le grita Lisa enojada esparciendo su olor a fresas.
- Lisa, por favor, cálmate - instó Jungkook, tratando de mantener la calma a pesar de la creciente tensión en la habitación.
Taehyung se levantó de la mesa, enfrentando a Lisa con una expresión de determinación mezclada con sorpresa por su arrebato.
- Lisa, entiendo que estés molesta, pero no tienes derecho a...
Antes de que Taehyung pudiera terminar su frase, Lisa avanzó hacia él, emitiendo un aroma a fresas que saturaba el aire y afectaba a Taehyung y a su lobo interior.
Instintivamente, Taehyung retrocedió, incomodado por la intensidad del aroma y el conflicto repentino.
- ¡No voy a tolerar esto! ¡No permitiré que te lleves a Jungkook! - gritó Lisa, sus ojos brillando con ira mientras continua acercándose a Taehyung.
Jungkook se puso entre Lisa y Taehyung, su postura firme y protectora.
- Lisa, has cruzado la línea. Taehyung es mi omega y mi decisión. No tienes derecho a...
- ¡No me importa lo que pienses! - interrumpió Lisa.
Y levanta la voz y empuja a Jungkook a un lado para enfrentarse directamente a Taehyung.
- Este arrastrado no pertenece aquí. No te permitiré llevarlo lejos de su lugar.
La atmósfera se tensó aún más mientras los guardaespaldas de Jungkook se acercaban, preparados para intervenir si la situación se salía de control. Taehyung, frustrado pero tratando de mantener la calma, miró a Jungkook buscando apoyo y entendimiento.
- Lisa, por favor, no hagas esto más complicado de lo que ya es - suplicó Taehyung, su voz cargada de emoción mientras intentaba apaciguar la situación.
Lisa lo miró con desdén, su expresión desafiante.
- Si no sacas a este omega de aquí, lo haré yo misma - amenazó Lisa, sus palabras resonando con una determinación que dejó claro que no cedería fácilmente.
Jungkook tomó la mano de Taehyung, sintiendo la necesidad de protegerlo de la agresión verbal y emocional de Lisa.
- Lisa, te pido que te vayas ahora mismo. Esto no es asunto tuyo - dijo Jungkook con calma, pero con un tono que indicaba que no toleraría más discusiones.
Lisa miró a Jungkook con resentimiento antes de darse la vuelta y marcharse de la mansión con pasos rápidos y decididos. La tensión en la habitación disminuyó lentamente cuando Lisa se alejó, dejando a Jungkook y Taehyung en un silencio incómodo y cargado de emociones.
- Lo siento, Taehyung. No quería que esto pasara - se disculpó Jungkook, sintiendo la responsabilidad de la situación.
Taehyung asintió con pesar, sabiendo que la complicada dinámica entre ellos y el círculo cercano de Jungkook podría generar más conflictos en el futuro.
- Lo entiendo, Jungkook. Pero esto no ha terminado - dijo Taehyung, resignado pero firme en su posición.
Jungkook lo abrazó con ternura, buscando consolarlo y reafirmar su apoyo mutuo en medio de la incertidumbre y los desafíos que enfrentaban juntos.
Después de ese momento desagradable, Jungkook decidió que era hora de llevar a su luna a conocer a Jeon Hyunsik y Jeon Soohyuk, los antiguos Padrinos del gran mundo de la mafia. Sabía que este encuentro era crucial para solidificar la posición de Taehyung y para obtener la bendición de sus predecesores.
-Mi luna, vamos. Hay alguien a quien quiero que conozcas - dijo Jungkook, tomando suavemente la mano de Taehyung y llevándolo hacia la salida de la mansión.
El viaje hacia la antigua residencia de los Jeon fue tranquilo, aunque cargado de expectativas. Taehyung mira por la ventana del coche, su mente llena de pensamientos sobre el reciente altercado con Lisa y lo que esta por venir. Jungkook apretó su mano, brindándole apoyo y calma marcándolo con su aroma calmando a su lobo interior.
Al llegar a la imponente residencia, fueron recibidos por varios guardaespaldas que los escoltaron hasta un elegante salón. Allí, sentados en un par de sillones de cuero, se encontraban Jeon Hyunsik y Jeon Soohyuk, figuras imponentes y respetadas en el gran mundo de la mafia. Sus miradas eran penetrantes, llenas de sabiduría y experiencia.
- Abuelo, padre, les presento a Kim Taehyung, la luna del Clan Jeon, Costra Nostra y el gran mundo de la mafia - dijo Jungkook con respeto, haciendo una leve inclinación de cabeza.
Taehyung se adelantó, sintiendo el peso de las miradas sobre él. Hizo una reverencia, mostrando su respeto hacia los dos hombres que habían liderado el gran mundo de la mafia antes de Jungkook.
- Es un honor conocerlos, señores - dijo Taehyung con voz firme pero respetuosa.
Jeon Hyunsik asintió, evaluando a Taehyung con una mirada crítica pero justa. Jeon Soohyuk, por su parte, mostró una leve sonrisa, apreciando la determinación y el respeto del joven omega.
- Es bueno finalmente conocerte - dijo Jeon Hyunsik, su voz grave llenando la sala.
- La lealtad y el coraje son valores que apreciamos mucho en esta familia - añadió Jeon Soohyuk. - Y parece que tú los tienes en abundancia.
Taehyung asintió, sintiéndose un poco más aliviado ante las palabras de aprobación.
- Gracias, señor. Haré todo lo posible para honrar la confianza que Jungkook y ustedes han depositado en mí - respondió Taehyung con sinceridad.
Jungkook, viendo la buena recepción de su familia hacia Taehyung, sintió una ola de alivio y orgullo. Este era un paso importante para ellos, y la aceptación de Hyunsik y Soohyuk era crucial para su futuro juntos.
- Bienvenido a la familia, luna Jeon - dijo Jeon Hyunsik finalmente, levantándose y extendiendo su mano.
Taehyung tomó la mano del anciano con gratitud, sellando así su lugar en la familia y en el gran mundo de la mafia. Jungkook, viendo este gesto, sonrió, sabiendo que juntos, él y Taehyung podrían enfrentar cualquier desafío que viniera en su camino.
Lisa, al abandonar la mansión de Jungkook, no pudo contener su furia. La sensación de ser rechazada por Jungkook y la confrontación con Taehyung la dejaron emocionalmente destrozada y más decidida que nunca a recuperar su posición. En su auto, mientras se aleja, sus pensamientos giran en torno a cómo podría revertir la situación.
Unos días después del encuentro con Jeon Hyunsik y Jeon Soohyuk, Taehyung y Jungkook continuaban consolidando su relación. Sin embargo, Lisa no se quedaría en silencio. Utilizando sus contactos y recursos, comenzó a planear su próxima jugada.
Lisa envió un mensaje a Jungkook, pidiendo una última reunión para hablar de lo sucedido. En un principio, Jungkook dudó, pero la persistencia y el tono aparentemente conciliador de Lisa lo convencieron de acceder a su petición. Quedaron de encontrarse en un café discreto, lejos de la mansión y de las miradas curiosas.
- Gracias por venir, Jungkook - dijo Lisa, su voz suave pero cargada de tensión. - Necesitamos hablar.
Jungkook la miró con cautela, sintiendo la desconfianza latente.
- Lisa, ya hablamos de esto. No hay nada más que discutir - respondió con firmeza.
Lisa tomó aire, intentando calmarse antes de continuar.
- No quiero pelear más. Solo quiero entender por qué elegiste a Taehyung sobre mí. ¿Qué tiene él que yo no tenga? - preguntó, su voz quebrándose ligeramente.
Jungkook suspiró, sintiendo la pesadez de la situación.
- Lisa, no se trata de lo que uno tenga o no. Mi conexión con Taehyung es especial. Es algo que no puedo explicar con palabras. Simplemente, él es mi luna - explicó con sinceridad.
Lisa apretó los puños bajo la mesa, intentando controlar la frustración que crecía dentro de ella.
- ¿Y qué pasa conmigo? ¿Qué se supone que haga ahora? - preguntó, con un tono que mezclaba tristeza y resentimiento.
- Lisa, eres fuerte y capaz. Encontrarás tu propio camino y alguien que te aprecie por lo que eres. Pero no puedo forzarte a ser parte de algo que no es real para mí - respondió Jungkook, tratando de ser lo más compasivo posible.
Lisa bajó la mirada, aceptando a regañadientes las palabras de Jungkook. Sin embargo, en su interior, la batalla continuaba. La rabia y la herida de su orgullo la impulsaban a no rendirse fácilmente.
- Entiendo - dijo finalmente, levantándose de la mesa. - Pero esto no ha terminado, Jungkook. Lo que es mío, es mío. Y no descansaré hasta que lo recupere.
Con esas palabras, Lisa salió del café, dejando a Jungkook con un sentimiento de inquietud. Sabía que Lisa no se detendría fácilmente y que el camino por delante estaría lleno de desafíos.
Cuando regresó a la mansión, Jungkook encontró a Taehyung en el jardín, disfrutando de un momento de tranquilidad. Al verlo, sintió una paz interior que lo reconfortó.
- ¿Cómo fue? - preguntó Taehyung, notando la expresión seria de Jungkook.
- Complicado. Lisa no va a rendirse tan fácilmente - respondió Jungkook, tomando la mano de Taehyung.
- Lo sé. Pero estamos juntos en esto, y enfrentaremos lo que venga - dijo Taehyung con determinación.
Jungkook asintió, agradecido por la fortaleza de su omega. Sabía que, aunque el camino no sería fácil, juntos podrían superar cualquier obstáculo.
Taehyung le sonríe tranquilizándolo con su aroma, una mezcla de calma y ternura que aliviaba el corazón de Jungkook. Con una mirada decidida, se levanta, se quita la ropa quedándose desnudo ante la atenta mirada de Jungkook. Sin más, se transformó en un enorme lobo blanco con ojos azul celeste. Su pelaje brillaba bajo la luz del sol, y su presencia emanaba una fuerza y serenidad inigualables. Taehyung aulló, llamando al lobo de Jungkook, quien sintió el llamado en lo más profundo de su ser.
Jungkook asintió al llamado, su lobo interior despertando con un rugido de aprobación. Se desnudó rápidamente, dejando que su propia transformación ocurriera. En cuestión de segundos, se convirtió en un majestuoso lobo negro con ojos dorados, sus músculos tensos y listos para correr al lado de su luna.
Ambos lobos se miraron, comunicándose sin necesidad de palabras. La conexión entre ellos era palpable, un vínculo profundo que trascendía cualquier conflicto o desafío. Taehyung, el lobo blanco, se acercó y frotó su hocico contra el de Jungkook, compartiendo su fuerza y amor.
Juntos, corrieron por el bosque, sus patas haciendo eco en el suelo cubierto de hojas. Los aullidos resonan entre los árboles, llenos de alegría y libertad. Jungkook y Taehyung juguetean entre ellos, mordiendo suavemente y empujándose de manera juguetona. La tensión que había llenado sus días anteriores parecía disiparse con cada paso que daban, con cada risa canina que compartían.
El lobo de Jungkook, con su pelaje negro brillante, se movía con agilidad y fuerza, mientras que el lobo blanco de Taehyung, con su porte elegante y sereno, corría a su lado con una gracia innata. En un momento de puro impulso, el lobo de Jungkook saltó hacia Taehyung, tumbándolo suavemente entre un campo de flores silvestres. Sus cuerpos se entrelazaron brevemente, rodando entre las flores mientras el sol brillaba sobre ellos.
Ambos volvieron a transformarse en humanos, riéndose mientras se tumbaban sobre el suave lecho de flores. Jungkook miró a Taehyung, sus ojos llenos de amor y admiración. Se apoyó sobre un codo, acariciando suavemente el rostro de Taehyung.
-Eres tan hermoso - le susurró Jungkook, sus ojos fijos en los de Taehyung, llenos de adoración.
Taehyung sonrió y, sin decir una palabra, se inclinó hacia adelante para unir sus labios en un beso tierno y lleno de amor. Sus lobos interiores aullaron de felicidad, compartiendo la intensidad de sus sentimientos. El beso rápidamente se volvió más apasionado, una mezcla de necesidad y deseo que los envolvía por completo.
Jungkook se colocó encima de Taehyung, sus cuerpos encajando perfectamente. La lluvia comenzó a caer suavemente, las gotas de agua deslizándose por sus pieles desnudas, añadiendo una sensación refrescante y revitalizante al momento. Sus manos exploraban con delicadeza y fervor, descubriendo cada rincón del otro como si fuera la primera vez.
El sonido de la lluvia mezclado con sus respiraciones profundas y los susurros de sus nombres creaban una sinfonía íntima. Jungkook bajó la cabeza, besando el cuello de Taehyung, dejando un rastro de besos que encendía cada fibra de su ser. Taehyung arqueó la espalda, disfrutando de cada caricia, cada toque, cada beso.
Sus lobos interiores seguían aullando, sus almas entrelazadas en un vínculo que trascendía lo físico. La pasión entre ellos crecía con cada segundo, cada momento, hasta que el mundo exterior desapareció por completo, dejando solo a Jungkook y Taehyung, unidos en una danza de amor y deseo.
La lluvia se intensificó, pero ninguno de los dos parecía notarlo. Estaban perdidos el uno en el otro, sus corazones latiendo al unísono, sus cuerpos moviéndose con una sincronía perfecta. Jungkook miró a Taehyung a los ojos, su amor reflejado en cada gesto, en cada mirada.
-Te amo, Taehyung - murmuró Jungkook contra sus labios, sus palabras llenas de sinceridad y devoción.
-Mi alfa - respondió Taehyung, su voz entrecortada por la emoción.
Continuaron besándose bajo la lluvia, sus cuerpos entrelazados en un acto de amor puro y profundo. La conexión entre ellos se fortalecía con cada segundo, cada toque, cada susurro. En ese momento, sabían que nada podría separarlos, que su amor era más fuerte que cualquier obstáculo.
Finalmente, exhaustos pero llenos de felicidad, se quedaron acostados entre las flores, sus cuerpos desnudos cubiertos de gotas de lluvia. Jungkook abrazó a Taehyung, protegiéndolo del frío con su calor. Taehyung se acurrucó contra él, sintiendo la paz y la seguridad que solo Jungkook podía ofrecerle.
-Siempre estaré a tu lado - prometió Jungkook en un susurro.
-Y yo al tuyo - respondió Taehyung, cerrando los ojos y dejándose llevar por la tranquilidad del momento.
Juntos, bajo la lluvia, se quedaron allí, sabiendo que su amor era eterno y que, pase lo que pase, enfrentarían el futuro unidos.
El tiempo pareció detenerse mientras Jungkook y Taehyung se abrazaban bajo la lluvia. Cada respiración era un suspiro de gratitud por haber encontrado el uno al otro en medio de un mundo lleno de desafíos y adversidades. La lluvia seguía cayendo suavemente, creando un velo de intimidad alrededor de ellos mientras se perdían en el calor mutuo de sus cuerpos entrelazados.
Jungkook acarició suavemente la espalda de Taehyung, trazando patrones reconfortantes sobre su piel. La atmósfera estaba cargada de un silencio sereno, solo interrumpido por el suave murmullo de la lluvia y el latido apacible de sus corazones. Era como si estuvieran en su propio universo, donde todo lo demás desaparecía y solo existían ellos dos, compartiendo un momento de pura conexión y amor.
Taehyung levantó la cabeza, encontrando la mirada profunda de Jungkook. En esos ojos oscuros veía el reflejo de su propio deseo, su anhelo de estar juntos y enfrentar cualquier desafío que el destino les presentara. Una sonrisa tímida se curvó en los labios de Taehyung, transmitiendo más que palabras la gratitud y la felicidad que sentía en ese instante.
- Gracias por estar siempre a mi lado, Jungkook - susurró Taehyung, sus dedos jugueteando con los mechones de cabello mojado de Jungkook.
Jungkook le devolvió la sonrisa, su corazón lleno de afecto y admiración por el omega que había cambiado su vida de manera tan profunda y significativa.
- Nunca te dejaré, Taehyung. Eres mi todo - respondió Jungkook, sus palabras resonando con sinceridad.
Se quedaron allí, perdidos en el calor mutuo y la ternura compartida. La lluvia continuaba cayendo, pero ninguno de los dos tenía prisa por separarse. Habían aprendido a valorar esos momentos simples pero poderosos, donde el amor y la complicidad eran más que suficientes para enfrentar cualquier tormenta.
Después de un rato, Jungkook se puso de pie, extendiendo la mano hacia Taehyung con una sonrisa juguetona.
- Vamos, mi luna. Es hora de volver adentro - dijo Jungkook, ayudando a Taehyung a levantarse.
Taehyung asintió, aceptando la mano de Jungkook con gratitud. Juntos caminaron de regreso a la mansión, sus cuerpos aún empapados por la lluvia pero sus corazones ligeros y llenos de amor.
Dentro de la mansión, encontraron una chimenea encendida y una manta suave esperándolos. Se acurrucaron juntos, compartiendo el calor y la intimidad mientras el fuego crepitaba a su lado calentándolos.
El beso entre Jungkook y Taehyung fue tierno y lleno de afecto, sellando el momento con una promesa silenciosa de apoyo mutuo y amor incondicional. Se separaron con una sonrisa compartida, la calidez de su conexión palpable en el aire mientras se recostaba juntos en el suelo de la acogedora sala de estar.
- Mañana quiero presentarte ante mi tía y mis primas, se mueren por conocerte - repitió Jungkook, su voz llena de anticipación y emoción.
Taehyung asintió con una sonrisa, acariciando suavemente el rostro de Jungkook.
- Estoy deseando conocerlas también.- dijo Taehyung, sus ojos brillando con curiosidad y expectación.
Jungkook río suavemente, disfrutando de la cercanía y la intimidad compartida.
- Te van a adorar, estoy seguro. Eres especial, mi luna - dijo Jungkook, su tono lleno de admiración genuina.
Taehyung le dio un suave beso en los labios antes de moverse ligeramente, colocándose encima de Jungkook con una mirada traviesa en los ojos.
- Mi turno - murmuró Taehyung con una sonrisa juguetona.
Jungkook rió entre dientes, sabiendo exactamente a qué se refería. Taehyung comenzó a hacer cosquillas a Jungkook, haciéndole reír y retorcerse bajo él. Ambos compartieron risas y caricias, disfrutando de la intimidad y la complicidad que habían construido juntos.
Después de un rato, se relajaron juntos en el suelo, sus cuerpos entrelazados en un abrazo reconfortante. La luz de la chimenea los bañaba en un resplandor cálido mientras el tiempo parecía detenerse a su alrededor.
- Te amo, Taehyung - susurró Jungkook, sus labios rozando suavemente la frente de Taehyung.
- Y yo a ti, Jungkook - respondió Taehyung, acurrucándose más cerca de él.
Así, en la quietud de la noche y el calor de su amor, se quedaron dormidos, sabiendo que mañana sería un día lleno de nuevas experiencias y momentos compartidos que fortalecerían aún más su vínculo especial.
🐞
Al día siguiente.
Jungkook y Taehyung llegaron a la casa de la tía de Jungkook. Una sirvienta Beta los dejó pasar y los condujo al salón principal, donde encontraron a las primas y la tía de Jungkook sentadas en el sofá, conversando animadamente. Las mujeres se giraron al escuchar entrar a los invitados, y sus rostros se iluminaron al ver a Jungkook y a Taehyung juntos.
Jungkook se adelantó con una sonrisa radiante.
- Tía, primas, les presento a Taehyung. Es mi luna, mi omega - dijo Jungkook con orgullo, su mano reposando con ternura en la espalda de Taehyung.
Las primas de Jungkook se levantaron rápidamente del sofá, emocionadas, y rodearon a Taehyung con abrazos afectuosos. La tía de Jungkook se puso de pie también, su rostro expresando alegría y curiosidad mientras observaba a Taehyung con atención.
- Es un placer conocerte, luna Jeon. Jungkook nos ha hablado mucho de ti - dijo la tía de Jungkook, extendiendo una mano hacia él.
Taehyung correspondió el saludo con una sonrisa amable, sintiéndose bienvenido y apreciado por la cálida recepción de la familia de Jungkook.
- El placer es mío, señora. Estoy encantado de conocerlas a todas - respondió Taehyung con cortesía.
Las primas de Jungkook continuaron expresando su entusiasmo, haciendo preguntas y compartiendo anécdotas animadas. La atmósfera era acogedora y llena de afecto, y Taehyung se sintió rápidamente integrado en el círculo familiar de Jungkook.
Jungkook observaba con una sonrisa de satisfacción, feliz de ver a Taehyung siendo aceptado tan calurosamente por sus seres queridos.
- ¿Qué te pareces si tenemos noche de Omegas? - le pregunta Yeji a Taehyung sonriendo.
- Claro, me encanta la idea - le dice Taehyung sonriendo.
Jungkook sale al jardín para hablar con su tia mientras Taehyung queda con las demás.
- ¿Te gusta el Karaoke? - le pregunta Tzuyu sonriendo.
- Soy malísimo cantando - le dice Taehyung riéndoe.
-No te preocupes, Taehyung. El karaoke es para divertirse, ¡incluso los que no cantan bien pueden pasar un buen rato! - dijo Tzuyu con una risa contagiosa.
Taehyung asintió, relajándose con la amabilidad y el buen humor de las primas de Jungkook. Mientras tanto, en el jardín, Jungkook y su tía, Jeon Sook Hee, caminaban juntos por entre las flores mientras hablaban en voz baja.
- Tía, estoy realmente feliz de que Taehyung haya sido tan bien recibido por todos ustedes. Significa mucho para mí - dijo Jungkook con sinceridad.
La tía Sook Hee sonrió con dulzura, colocando una mano en el hombro de Jungkook.
- Taehyung es encantador, Jungkook. Se nota que te hace feliz. Pero debes saber que hay muchas expectativas y tradiciones en nuestra familia. No todos comprenderán fácilmente tu relación con él - respondió con cautela.
Jungkook asintió, consciente de los desafíos que podrían surgir debido a las diferencias y expectativas familiares.
- Lo entiendo, tía. Pero Taehyung es mi luna, y haré todo lo posible por estar a su lado, sin importar las dificultades que enfrentemos - dijo Jungkook con determinación en su voz.
La tía Sook Hee lo miró con ternura y orgullo.
- Eres valiente, Jungkook. Y tienes mi apoyo. Siempre estaré aquí para ti, pase lo que pase - aseguró, abrazando a Jungkook con afecto.
Mientras tanto, en el salón, las primas de Jungkook y Taehyung continuaban con la conversación animada, planeando la noche de karaoke y compartiendo anécdotas divertidas. Taehyung se sentía cada vez más cómodo y aceptado en este círculo familiar, agradecido por la calidez y la hospitalidad que recibía.
La noche de Omegas comenzó con risas y entusiasmo en la casa de la tía de Jungkook. Las primas, Yeji, Tzuyu, y los demás invitados se reunieron en el salón decorado con luces suaves y un ambiente acogedor. Taehyung, aún maravillado por la calidez de su recepción, se unió a la diversión con una sonrisa radiante.
- ¡Vamos a comenzar con el karaoke! -exclamó Yeji, emocionada, mientras seleccionaba una canción en la pantalla.
Taehyung se rió, sintiéndose cómodo en medio de la música y la alegría. Aunque había admitido que no era el mejor cantante, se animó y participó con entusiasmo. Jungkook observaba desde el borde del grupo, complacido al ver a Taehyung integrarse tan naturalmente en su familia.
Mientras las canciones llenaban el ambiente con notas alegres y risas, Tzuyu se acercó a Taehyung con una sonrisa juguetona.
-¿Qué te parece si jugamos un juego? -propuso Tzuyu, con chispa en los ojos.
Taehyung asintió con curiosidad, dispuesto a participar en cualquier actividad que fortaleciera los lazos con las primas de Jungkook.
-¡Claro! ¿Qué juego tienes en mente? -preguntó Taehyung, intrigado.
Tzuyu le guiñó un ojo y señaló una pila de cartas sobre la mesa cercana.
-Vamos a jugar "Verdad o Reto". Es una tradición en nuestras noches de Omega -explicó Tzuyu con una risa suave.
Taehyung sonrió, aceptando el reto de manera entusiasta. Se sentaron en círculo con el resto de invitados y comenzaron el juego, riendo y compartiendo secretos divertidos mientras se fortalecían los lazos de amistad y familia.
La noche continuó con bailes improvisados, más canciones de karaoke y conversaciones animadas. Taehyung se sentía parte de algo especial, no solo como el omega de Jungkook, sino como un miembro querido y aceptado de su familia extendida.
🐾
Al día siguiente.
En la tarde, la familia de Jungkook se reunió nuevamente, esta vez en el amplio comedor de la casa. La mesa esta adornada con exquisitos platillos y flores frescas, creando un ambiente festivo y acogedor. Taehyung se sentó junto a Jungkook, sintiéndose cada vez más cómodo con la familia de su temporal pareja.
Durante la comida, la conversación fluyó animadamente sobre diversos temas, desde recuerdos familiares hasta planes futuros. En un momento dado, la tía Sook Hee miró a Taehyung con una sonrisa cálida y dijo:
-Luna Jeon, me preguntaba, ¿Han pensado en tener hijos en el futuro?
La pregunta sorprendió a Taehyung, quien se sonrojó ligeramente. Jungkook, por su parte, miró a su tía con una mezcla de sorpresa y emoción.
-Tía, apenas estamos comenzando a planear nuestro futuro juntos, pero claro, nos gustaría tener hijos algún día -respondió Jungkook, tomando la mano de Taehyung bajo la mesa en un gesto de apoyo y cariño.
Las primas de Jungkook se unieron a la conversación con entusiasmo.
-¡Serían unos padres maravillosos! -exclamó Yeji, sonriendo ampliamente.
-¡Me encantaría ser tía! -añadió Tzuyu con un guiño.
Taehyung sonrió tímidamente, agradecido por el apoyo y el entusiasmo de la familia de Jungkook. Aunque la idea de tener hijos todavía le parecía lejana, se sintió conmovido por la calidez y la aceptación que encontraba en esta nueva familia.
-Gracias a todos por su apoyo y sus buenos deseos -dijo Taehyung con sinceridad. -Es un honor ser parte de esta familia.
La tía Sook Hee asintió, complacida por la respuesta de Taehyung.
-Siempre serás bienvenido aquí, Taehyung. Y cuando llegue el momento, estaremos encantados de recibir a cualquier nuevo miembro de la familia -dijo con una sonrisa tierna.
Jungkook y Taehyung compartieron una mirada cómplice, sintiendo el peso de la responsabilidad y el amor que implicaba formar una familia juntos. La conversación continuó con risas y anécdotas, y Taehyung se sintió cada vez más integrado en el círculo familiar.
Al final de la tarde, cuando la reunión llegó a su fin, Jungkook y Taehyung se despidieron de la familia con abrazos y promesas de volver a verse pronto. Mientras caminaban de regreso al coche, Jungkook tomó la mano de Taehyung y la apretó suavemente.
-Me hace muy feliz verte tan aceptado por mi familia, Taehyung. Eres parte de mí, y eso significa que también eres parte de ellos -dijo Jungkook con ternura.
Taehyung sonrió, sintiendo el calor y la sinceridad en las palabras de Jungkook.
-Yo también me siento feliz, Jungkook. Tu familia es maravillosa, y me siento afortunado de ser parte de ella -respondió Taehyung.
Con el sol poniéndose en el horizonte, los dos se dirigieron de regreso a su hogar, sabiendo que, sin importar los desafíos que enfrentaran, siempre tendrían el apoyo y el amor de su familia.
Pero la conversación sobre tener hijos no terminó allí. Siempre, en cada reunión familiar, alguien mencionaba al futuro heredero del clan Jeon.
Las expectativas y la presión comenzaban a incomodar a Taehyung, quien lentamente comenzó a sentir un creciente resentimiento hacia la familia de Jungkook.
Una tarde, durante otra reunión en casa de la tía Sook Hee, la conversación volvió al mismo tema.
-Taehyung, ¿Has pensado en cómo se llamará el primer hijo? -preguntó una de las primas con una sonrisa entusiasta.
Taehyung, tratando de mantener la compostura, respondió con una sonrisa tensa.
-Es algo que todavía no hemos discutido en detalle -dijo, intentando desviar el tema.
Jungkook notó la incomodidad de Taehyung y trató de cambiar la conversación.
-¿Por qué no hablamos de otra cosa? ¿Alguien tiene algún plan interesante para las vacaciones? -sugirió, esperando aliviar la tensión.
Sin embargo, la tía Sook Hee no se dio por vencida fácilmente.
-Entiendo que es un tema delicado, pero es importante para nuestra familia, Jungkook. El linaje y la continuidad son esenciales para el clan Jeon -dijo con firmeza.
Las palabras de la tía resonaron en la mente de Taehyung, intensificando su incomodidad. Se sintió como si su relación con Jungkook estuviera siendo constantemente evaluada y juzgada en función de su capacidad para proporcionar un heredero.
Después de la reunión, de camino a casa, Taehyung no pudo contener sus sentimientos.
-Jungkook, estoy empezando a sentirme muy incómodo con tu familia. Siento que cada vez que nos reunimos, todo gira en torno a tener un hijo. Es como si mi valor para ellos dependiera solo de eso -dijo, su voz cargada de frustración.
Jungkook, preocupado por los sentimientos de Taehyung, intentó consolarlo.
-Lo sé, Taehyung. Siento mucho que te sientas así. Intentaré hablar con ellos y hacerles entender que necesitamos nuestro espacio y tiempo para decidir lo que es mejor para nosotros -respondió con sinceridad.
Taehyung suspiró, sintiendo una mezcla de alivio y tristeza.
-Gracias, Jungkook. Aprecio que estés de mi lado, pero no puedo evitar sentirme resentido. Quiero ser aceptado por quien soy, no solo por lo que puedo ofrecer en términos de un futuro heredero -dijo, con lágrimas comenzando a formarse en sus ojos.
Jungkook abrazó a Taehyung con fuerza, decidido a proteger su relación de cualquier presión externa.
-Prometo que haré todo lo posible para que te sientas aceptado y amado, Taehyung. Eres mi luna, mi omega, y nada ni nadie cambiará eso -dijo con determinación.
Los días siguientes, Jungkook habló con su tía y sus primas, explicando cómo las constantes menciones sobre tener hijos estan afectando a Taehyung. Aunque algunas de ellas comprendieron y mostraron empatía, la tía Sook Hee se mantuvo firme en su posición sobre la importancia del linaje.
Este conflicto empezó a generar una distancia emocional entre Taehyung y la familia de Jungkook. Taehyung, sintiendo la presión y la falta de comprensión, comenzó a evitar las reuniones familiares tanto como fuera posible. Su resentimiento hacia la familia creció, sintiéndose cada vez más atrapado en una situación que no podía controlar.
Jungkook, por su parte, se encontraba en una posición difícil, tratando de equilibrar el amor y la lealtad hacia su familia con su compromiso y devoción hacia Taehyung. La situación comenzaba a poner a prueba su relación, pero Jungkook estaba decidido a encontrar una solución que respetara y protegiera a su amado omega.
Esa noche, después de una larga cena en la casa de la tía Sook Hee, Jungkook y Taehyung se retiraron a su habitación en silencio. La tensión era palpable, y Taehyung no pudo contener su frustración por más tiempo.
-Jungkook, no puedo seguir así -dijo Taehyung, su voz temblando de emoción contenida. -Tu tía siempre trae a colación el tema de tener un hijo. No puedo soportar más esa presión.
Jungkook suspiró, sintiendo el peso de la situación.
-Taehyung, ya he hablado con ellos. Intento que entiendan, pero no es fácil. Estas cosas son importantes para nuestra familia -respondió, intentando calmarlo.
Taehyung lo miró con lágrimas en los ojos.
-¿Y qué hay de lo que es importante para nosotros? ¡No soy solo un medio para un fin! -exclamó, dejando escapar su dolor y frustración.
Jungkook se acercó a Taehyung, intentando abrazarlo, pero Taehyung se apartó, dolido.
-No es justo, Jungkook. Me haces sentir como si no fuera suficiente, como si mi único valor radicara en ser el omega que te dará un heredero -dijo Taehyung, sus lágrimas cayendo libremente por su rostro.
Jungkook sintió un nudo en el estómago al ver a Taehyung tan herido.
-Taehyung, no es así. Te amo por quién eres, no por lo que puedas darme -intentó explicar, pero sus palabras parecían vacías en ese momento.
Taehyung negó con la cabeza, su dolor y rabia eclipsando cualquier intento de consuelo.
-Entonces haz que tu familia lo entienda, porque estoy harto de sentirme juzgado y presionado cada vez que estamos con ellos -dijo, su voz quebrándose.
Jungkook, sintiéndose impotente, no pudo encontrar las palabras adecuadas para calmar a Taehyung.
-Voy a hablar con ellos de nuevo. Te lo prometo -dijo finalmente, pero Taehyung ya estaba abriendo la puerta.
-Haz lo que quieras, Jungkook. Pero ahora mismo, necesito estar solo -dijo Taehyung, saliendo de la habitación con lágrimas corriendo por su carita.
Jungkook se quedó solo en la habitación, sintiendo el dolor y la impotencia de no poder aliviar el sufrimiento de Taehyung. Se sentó en la cama, reflexionando sobre cómo podía proteger su relación de las expectativas y presiones externas que parecían amenazar con destruir lo que tenían.
Mientras tanto, Taehyung camina por el pasillo, sus lágrimas fluyendo sin control. Se detuvo en el jardín, buscando un momento de tranquilidad en medio de la tormenta emocional que lo abruma. Sentado en un banco bajo la luz suave de la luna, dejó que su tristeza y frustración se desbordaran, preguntándose cómo podrían superar esta prueba y encontrar la felicidad juntos.
Mientras Taehyung se sentaba en el banco del jardín, las lágrimas continuaban cayendo por sus mejillas, y el dolor en su pecho parecía una carga insoportable. La luz de la luna iluminaba suavemente el jardín, creando un contraste sereno con la tormenta emocional que vivía en su interior.
Las palabras de Jungkook resonaban en su mente, pero el resentimiento y la incomodidad seguían presentes. Se sentía atrapado entre el deseo de encajar en la familia de Jungkook y la necesidad de ser aceptado por quien realmente era, sin las expectativas que pesaban sobre él.
Después de un rato, la suave brisa nocturna pareció calmar un poco su tormenta interna. Se quedó allí, respirando profundamente y tratando de aclarar sus pensamientos. La tranquilidad del jardín y el canto lejano de los grillos comenzaron a ofrecerle un pequeño consuelo.
De repente, escuchó pasos detrás de él. Se dio la vuelta para ver a Jungkook acercándose, con un rostro de preocupación y dolor reflejado en sus ojos. Aunque el encuentro era inesperado, Taehyung no podía evitar sentirse aliviado al ver a su pareja buscándolo.
-¿Taehyung? -dijo Jungkook con voz suave, acercándose lentamente. -Te estaba buscando.
Taehyung no dijo nada, simplemente miró hacia el suelo, sintiendo que su dolor era demasiado grande para ser expresado en palabras. Jungkook se sentó a su lado en el banco, respetando el espacio pero ofreciendo su presencia reconfortante.
-Siento mucho que te sientas así -dijo Jungkook finalmente, su voz llena de tristeza y arrepentimiento. -No quería que te sintieras presionado o juzgado. Lo que más deseo es que te sientas amado y aceptado por quien eres.
Taehyung levantó la vista lentamente, encontrando en los ojos de Jungkook una sinceridad que lo conmovió. A pesar de la angustia, vio el compromiso y el amor genuino que Jungkook tenía por él.
-¿Realmente crees que no estoy aquí solo por ser el omega que dará un heredero? -preguntó Taehyung con voz quebrada.
-No, Taehyung. Nunca he pensado así -respondió Jungkook con firmeza. -Pero reconozco que las expectativas de mi familia han afectado lo que sientes, y eso no es justo para ti. Voy a hacer todo lo que esté en mi poder para que se den cuenta de que necesitas ser aceptado por lo que eres, no solo por lo que puedes dar.
Taehyung suspiró, sintiendo una mezcla de alivio y duda. La promesa de Jungkook era reconfortante, pero el dolor de sentirse reducido a una expectativa seguía presente.
-No sé si puedo seguir así -admitió Taehyung, sus lágrimas volviendo a caer. -La presión es demasiado grande, y siento que cada reunión familiar me hace sentir más inadecuado.
Jungkook tomó la mano de Taehyung con ternura, envolviéndola en un abrazo reconfortante.
-Vamos a encontrar una solución juntos -dijo Jungkook, acariciando suavemente la mano de Taehyung. -Tu felicidad y bienestar son lo más importante para mí. No permitiré que las expectativas de los demás destruyan lo que tenemos.
Taehyung sintió un pequeño respiro de esperanza ante las palabras de Jungkook. La promesa de enfrentar juntos los desafíos y la disposición de Jungkook para luchar por él le ofreció una chispa de consuelo en medio de su angustia.
-Gracias, Jungkook -dijo Taehyung con voz suave, recargándose en el hombro de su pareja. -Espero que podamos encontrar una manera de superar esto y ser felices juntos.
Jungkook lo abrazó con fuerza, sintiendo el peso de la situación pero decidido a enfrentarla con valentía.
-Lo haremos, Taehyung. Vamos a luchar por nuestro amor y por nuestra felicidad, sin importar lo que venga -afirmó Jungkook con determinación.
Mientras se abrazaban bajo la luz de la luna, ambos encontraron un momento de paz en medio del caos emocional. Sabían que el camino por delante sería difícil, pero la fuerza de su amor y su compromiso mutuo les daba la esperanza necesaria para enfrentar cualquier desafío que se presentara.
Con el sol comenzando a asomar en el horizonte, Jungkook y Taehyung regresaron a la casa, listos para enfrentar la realidad y encontrar su propia forma de ser felices, sin importar las presiones externas. La conversación que habían tenido en el jardín marcó el comienzo de un nuevo capítulo en su relación, uno en el que su amor y su comprensión mutua serían la guía para superar los obstáculos que se les presentaran.
Al regresar a la casa, Jungkook y Taehyung se encontraron con un ambiente tranquilo y acogedor, en contraste con la tormenta emocional que habían vivido. La casa, bañada en la luz cálida de la mañana, parecía ofrecer un refugio temporal del conflicto que enfrentaban.
Se dirigieron a la cocina, donde Jungkook preparó un café para ambos mientras Taehyung se sentaba en una silla junto a la mesa. La rutina matutina les proporcionó un momento de normalidad y calma, permitiéndoles procesar lo que habían discutido la noche anterior.
-¿Te gustaría algo más con el café? -preguntó Jungkook, ofreciendo una sonrisa suave a Taehyung.
-No, está bien. Solo un poco de café está perfecto -respondió Taehyung, intentando despejar la mente y alejarse de las preocupaciones.
Jungkook sirvió dos tazas de café y se sentó frente a Taehyung. La atmósfera era diferente a la de la noche anterior; había una sensación de calma y comprensión en el aire.
-Taehyung -empezó Jungkook con voz serena-, me he estado pensando en cómo manejar la situación con mi familia. Creo que necesitamos encontrar un equilibrio entre sus expectativas y nuestras propias necesidades.
Taehyung asintió, sintiendo que la conversación podría ser una oportunidad para aclarar los problemas y encontrar una solución juntos.
-¿Cómo piensas abordar esto con ellos? -preguntó Taehyung, sintiendo una mezcla de esperanza y incertidumbre.
-Voy a hablar con mi tía y el resto de la familia de manera honesta -dijo Jungkook con determinación-. Les explicaré cómo sus expectativas están afectando nuestra relación y cómo necesitamos su apoyo para que nuestra vida en pareja sea feliz y libre de presiones externas.
Taehyung tomó un sorbo de su café, sintiendo un ligero alivio ante el enfoque proactivo de Jungkook. Aunque el conflicto no se resolvería de inmediato, la disposición de Jungkook para enfrentar el problema le ofrecía un rayo de esperanza.
-Eso suena bien -dijo Taehyung, sonriendo débilmente. -Espero que comprendan nuestra perspectiva y respeten nuestras decisiones.
-Yo también lo espero - respondió Jungkook, tomando la mano de Taehyung. -Pero lo más importante es que sigamos comunicándonos y apoyándonos mutuamente durante este proceso. Nuestro amor es lo que realmente importa.
Con esas palabras de aliento, ambos se sintieron un poco más preparados para enfrentar la situación. Decidieron aprovechar el día para despejar sus mentes y disfrutar de su tiempo juntos, alejándose del conflicto y centrando su atención en su relación.
Decidieron dar un paseo por el parque cercano, un lugar que solían visitar para relajarse y disfrutar de la compañía del otro. Mientras caminaban por los senderos rodeados de naturaleza, el sol brillaba y la brisa fresca les ofreció un respiro agradable.
Durante el paseo, Taehyung y Jungkook hablaron sobre sus planes futuros y sueños personales. La conversación se desvió hacia temas más ligeros y agradables, permitiéndoles reconectar y fortalecer su vínculo.
-Me alegra que podamos hablar de cosas que no estén relacionadas con la familia -dijo Taehyung, sonriendo mientras observaba las flores en el parque.
-Yo también lo agradezco -respondió Jungkook, apretando la mano de Taehyung. -Es importante recordar que, a pesar de los desafíos, nuestro amor y nuestras aspiraciones compartidas son lo que nos une.
Después del paseo, regresaron a casa con un renovado sentido de unión y optimismo. Jungkook se preparó para hablar con su familia, decidido a encontrar una solución que respetara tanto a Taehyung como a sus propias tradiciones familiares.
Esa noche, mientras se preparaban para dormir, Taehyung se sintió más tranquilo, aliviado por la conversación honesta y el compromiso de Jungkook. Aunque sabía que los desafíos no desaparecerían de inmediato, sentía que habían dado un paso importante hacia una mayor comprensión y aceptación mutua.
-Gracias por estar a mi lado, Jungkook -dijo Taehyung, abrazando a Jungkook antes de dormir.
-Siempre estaré a tu lado, Taehyung -respondió Jungkook, besando suavemente la frente de su pareja. -Nuestro amor es más fuerte que cualquier obstáculo. Juntos, superaremos esto.
Mientras se acurrucaban en la cama, el sentimiento de seguridad y amor mutuo les brindó una sensación de paz. Sabían que, aunque la presión y las expectativas externas seguirían presentes, su relación y compromiso mutuo eran lo que realmente importaba.
Con esa certeza en sus corazones, se quedaron dormidos, listos para enfrentar los desafíos futuros con la fortaleza de su amor y el apoyo incondicional del otro.
A medida que pasaban los días, la tensión con la familia de Jungkook parecía desvanecerse un poco. Jungkook se tomó en serio su promesa a Taehyung y empezó a hablar más abiertamente con su familia sobre cómo las constantes preguntas y expectativas sobre tener hijos estaban afectando a su relación. Aunque algunas personas en la familia comenzaron a mostrar comprensión, la tía Sook Hee seguía siendo un desafío.
Una tarde, mientras Jungkook y Taehyung estaban en casa, Jungkook se acercó a Taehyung con una expresión de preocupación.
-Taehyung, me gustaría que hiciéramos algo especial este fin de semana. Creo que podríamos usar un cambio de escenario para relajarnos y desconectar un poco de todo esto -dijo Jungkook, intentando aliviar la tensión.
Taehyung miró a Jungkook con curiosidad.
-¿Qué tienes en mente? -preguntó, interesado en la propuesta.
-He estado pensando en ir a una cabaña en la montaña -respondió Jungkook. -Es un lugar tranquilo, alejado del bullicio de la ciudad y de las reuniones familiares. Podríamos pasar un fin de semana allí, disfrutando de la naturaleza y de la compañía del otro.
Taehyung sonrió, sintiendo que la idea de un escape podría ser justo lo que necesitaban.
-Eso suena perfecto. Necesitamos un tiempo para nosotros y para relajarnos -dijo Taehyung, aceptando la propuesta con entusiasmo.
Prepararon sus cosas para el viaje y, al día siguiente, partieron hacia la cabaña en las montañas. El camino serpenteante hacia el refugio les ofreció vistas impresionantes del paisaje natural, y la calma del entorno les proporcionó un respiro bien necesario.
La cabaña estaba acogedora, con una chimenea que prometía calidez en las noches frescas. Después de instalarse, decidieron dar un paseo por los senderos cercanos. Mientras caminaban por el bosque, el sonido de los pájaros y el crujido de las hojas bajo sus pies creaban una atmósfera serena.
-No puedo creer lo hermoso que es este lugar -comentó Taehyung, mirando alrededor con admiración.
-Es un lugar perfecto para desconectar -respondió Jungkook, tomando la mano de Taehyung. - Me alegra que hayamos venido. Creo que esto nos ayudará a recargar energías y a redescubrir la tranquilidad juntos.
Al caer la noche, regresaron a la cabaña y se acomodaron junto a la chimenea. Jungkook preparó una cena sencilla pero deliciosa mientras Taehyung preparaba el ambiente, decorando la mesa con velas y flores que habían recogido durante el día.
Sentados frente al fuego, disfrutaron de una comida tranquila y compartieron anécdotas y recuerdos felices. La atmósfera íntima y relajada les permitió hablar de sus sentimientos y expectativas de manera abierta, sin la presión de las expectativas externas.
-¿Lisa también viene de una familia mafiosa como tu? - le pregunta Taehyung mirándolo.
-Así es, nuestras familias se conocen desde hace años atrás, fuimos a la escuela juntos, al colegio, universidad, cuando asumí el cargo de mafioso, ella siguió detrás de mí como una cachorra y sabes hasta nuestros padres habían hablado que llegáramos juntos al altar - dice Jungkook riéndose.
El lobo de Taehyung gruñe enojado.
-Pero obviamente me negué - le dice Jungkook sonriendo.
Taehyung no pudo evitar reír ante la historia de Jungkook. La sensación de estar en un lugar tan tranquilo y lejos de las complicaciones cotidianas parecía liberar la tensión acumulada en su interior.
-Parece que tenías una vida bastante enredada antes de conocerme -dijo Taehyung, jugando con una de las flores en la mesa.
-Sí, la verdad es que sí -respondió Jungkook, mientras servía una copa de vino para ambos. - Pero todo cambió cuando te conocí. Te vi y supe que lo que había estado buscando siempre era alguien con quien compartir momentos como estos.
Taehyung lo miró con ternura, sintiendo una oleada de calidez en su pecho. La intimidad de la noche, junto con la conversación sincera, le daba una nueva perspectiva sobre su relación.
-A veces me pregunto cómo llegamos a este punto -confesó Taehyung. - Pero me alegra que lo hayamos hecho. A pesar de las dificultades, siento que estamos construyendo algo especial.
Jungkook asintió, tomando la mano de Taehyung con suavidad.
-Lo estamos haciendo. Y estos momentos juntos son los que me recuerdan por qué estamos aquí.
La conversación continuó mientras el fuego en la chimenea crepitaba suavemente. Hablaban de sus planes futuros, de sus sueños y de cómo imaginaban sus vidas después de superar los obstáculos que se les habían presentado. El ambiente acogedor de la cabaña y la compañía de Jungkook permitieron a Taehyung dejar atrás sus preocupaciones y disfrutar del presente.
Después de cenar, decidieron salir a dar un último paseo bajo las estrellas. La noche era clara y el cielo estaba salpicado de estrellas brillantes. Caminaban juntos por el sendero, el aire fresco y limpio llenando sus pulmones mientras compartían un silencio cómodo, disfrutando de la serenidad del momento.
-¿Sabes qué? -dijo Taehyung, rompiendo el silencio. - Creo que este lugar realmente es lo que necesitábamos. Me siento más en paz aquí que en cualquier otro lugar.
-Me alegra escuchar eso -respondió Jungkook, abrazándolo por la cintura mientras continuaban caminando. - Yo también me siento así. Este fin de semana es justo lo que necesitábamos para recordar por qué estamos juntos y cuánto nos importamos.
Volvieron a la cabaña, donde el calor de la chimenea los envolvía mientras se preparaban para descansar. Se acurrucaron juntos en el sofá, disfrutando de la tranquilidad y del uno al otro.
La noche transcurrió suavemente, con ambos sintiéndose renovados y más conectados que nunca. El tiempo en la cabaña había sido justo lo que necesitaban para reforzar su relación y encontrar un nuevo equilibrio en medio de las turbulencias que habían enfrentado.
Mientras se acurrucaban bajo la manta, ambos sabían que este fin de semana había sido un recordatorio de lo importante que era para ellos mantenerse unidos, sin importar las dificultades que pudieran surgir en el futuro.
A la mañana siguiente, el sol se filtraba a través de las cortinas de la cabaña, llenando el espacio con una luz dorada y cálida. Taehyung se despertó primero, sintiendo el suave calor del sol en su rostro. Se giró para observar a Jungkook, quien aún dormía plácidamente a su lado.
Decidió no interrumpir su sueño y se levantó con sigilo, preparándose para una mañana tranquila. En la cocina, preparó un desayuno sencillo con lo que habían traído: pan recién horneado, frutas y café. Mientras cocinaba, Taehyung miraba por la ventana, disfrutando del paisaje montañoso y el silencio que rodeaba la cabaña.
Al terminar de preparar el desayuno, dejó todo listo en la mesa y volvió al dormitorio para despertar a Jungkook.
-Buenos días -dijo Taehyung con una sonrisa, tocando suavemente el brazo de Jungkook.
Jungkook abrió los ojos lentamente, estirándose y sonriendo al ver a Taehyung.
-Buenos días. ¿Hueles eso? -dijo Jungkook, oliendo el aroma del café y el pan. - Me has sorprendido con un desayuno.
-Quería empezar el día con algo especial -respondió Taehyung, sonriendo mientras ayudaba a Jungkook a levantarse. - Vamos, el desayuno está listo.
Ambos se sentaron a la mesa, disfrutando de la comida mientras charlaban sobre los planes para el día. Decidieron explorar un poco más el área alrededor de la cabaña, aprovechando la belleza natural del lugar.
Después del desayuno, se prepararon para su aventura. Equipados con una mochila, agua y una cámara para capturar recuerdos, salieron a recorrer los senderos. La caminata fue refrescante y llena de descubrimientos. Encontraron un pequeño arroyo que serpenteaba a través del bosque y una colina con una vista panorámica impresionante. Pasaron un buen rato tomando fotos y disfrutando de la vista, y la conexión entre ellos parecía fortalecerse con cada paso.
-Este lugar es realmente mágico -comentó Jungkook, admirando la vista desde la cima de la colina.
-Sí, lo es -respondió Taehyung, abrazándolo por la cintura. - Gracias por traerme aquí. Es justo lo que necesitábamos.
Después de su caminata, regresaron a la cabaña para relajarse un poco. Decidieron pasar la tarde en el jardín, leyendo y disfrutando de la tranquilidad. Jungkook propuso hacer una pequeña fogata por la noche para completar el día, y Taehyung estuvo de acuerdo, encantado con la idea.
Cuando llegó la noche, prepararon la fogata y se acomodaron alrededor de ella con mantas y almohadas. Jungkook había traído algunos malvaviscos y chocolate para hacer s'mores, una sorpresa que Taehyung encontró adorable.
-Nunca he hecho s'mores antes -dijo Taehyung, mirando con curiosidad los ingredientes.
-Es una tradición -respondió Jungkook con una sonrisa. - Es divertido y delicioso.
Pasaron la noche asando malvaviscos y haciendo s'mores, riendo y compartiendo historias. La luz de la fogata iluminaba sus rostros, creando un ambiente íntimo y acogedor.
-Este ha sido uno de los mejores fines de semana que he tenido -dijo Taehyung, mirando a Jungkook con gratitud.
-Me alegra escuchar eso -respondió Jungkook, abrazándolo. - Yo también lo estoy disfrutando mucho. No hay nada mejor que pasar tiempo contigo y alejarse de todo el caos.
Cuando la fogata comenzó a apagarse, decidieron ir a la cama, sintiéndose satisfechos y renovados. La última noche en la cabaña transcurrió en paz, con ambos dormidos profundamente y soñando con futuros momentos juntos.
Al día siguiente, empacaron sus cosas y se prepararon para regresar a casa, pero el viaje les había dejado recuerdos preciosos y una renovada sensación de conexión. Mientras condujeron de regreso a la ciudad, intercambiaron miradas y sonrisas, sabiendo que esta escapada había sido exactamente lo que necesitaban para fortalecer su relación y enfrentar juntos cualquier desafío que viniera.
🐞
El regreso a la ciudad fue tranquilo, pero el cambio de ambiente había dejado una huella significativa en ambos. A medida que se acercaban a su hogar, Jungkook y Taehyung comenzaron a hablar sobre los planes para la semana siguiente, sintiendo que el descanso en la cabaña les había dado una nueva perspectiva.
-Creo que deberíamos hacer esto más a menudo -comentó Taehyung, mirando por la ventana del auto.
-Definitivamente -respondió Jungkook, sonriendo mientras cambiaba de carril. - Aunque la próxima vez podríamos explorar algún lugar nuevo. Hay tantas cosas que podríamos descubrir juntos.
-Estoy de acuerdo -dijo Taehyung. - La experiencia de la cabaña fue maravillosa, pero me encantaría ver qué más hay por ahí. Quizás podamos planear una escapada a la playa o incluso a la montaña.
Mientras se acercaban a su hogar, el ritmo de la ciudad empezaba a llenar el ambiente, y la calma de su reciente escapada parecía estar desvaneciéndose. Sin embargo, el tiempo que pasaron en la cabaña había dejado una marca duradera en su relación.
Al llegar, encontraron que la rutina y las responsabilidades los esperaban, pero ahora estaban más preparados para enfrentarlas. Se despidieron de la cabaña con un último vistazo al paisaje montañoso y al cielo azul que los había acompañado durante su estancia.
Una vez en casa, se dieron un tiempo para relajarse y recuperar el ritmo. Se acomodaron en el sofá y se dieron cuenta de lo mucho que habían extrañado el hogar durante su escapada, aunque ambos coincidían en que la experiencia había sido invaluable.
-¿Qué te parece si organizamos una cena para esta noche? -sugirió Taehyung, sintiendo que una pequeña celebración sería una forma perfecta de cerrar su fin de semana especial.
-Me parece una excelente idea -respondió Jungkook. - Podemos invitar a algunos amigos cercanos y compartirles un poco de la alegría que experimentamos.
Prepararon una cena sencilla pero deliciosa, y al final del día, invitaron a algunos amigos cercanos a su hogar. La velada fue alegre y relajada, llena de risas y buena compañía. Compartieron historias sobre su escapada y disfrutaron de la comida mientras se ponían al tanto de las novedades y experiencias de cada uno.
Mientras la noche avanzaba, Jungkook y Taehyung se dieron cuenta de lo importante que era tener tiempo para ellos mismos y también para compartir con sus seres queridos. El equilibrio entre los momentos de tranquilidad y las interacciones sociales les ofrecía una perspectiva más completa sobre su vida y sus relaciones.
Más tarde, cuando los invitados se fueron y la casa volvió al silencio, Jungkook y Taehyung se acomodaron en el sofá nuevamente, abrazados y disfrutando de la tranquilidad de su hogar.
-Me siento tan agradecido por este tiempo que pasamos juntos -dijo Jungkook, acariciando el cabello de Taehyung.
-Yo también -respondió Taehyung, mirando a Jungkook con cariño. - Ha sido una experiencia maravillosa, y siento que estamos más unidos que nunca.
Jungkook asintió, sintiendo una profunda conexión con Taehyung. Sabía que, a pesar de las complicaciones y desafíos que podían surgir en el futuro, habían encontrado un refugio en su relación, un espacio donde podían ser ellos mismos y apoyarse mutuamente.
Se dieron un último beso antes de irse a la cama, sabiendo que, aunque el mundo exterior podría ser impredecible, su amor y su conexión eran su constante. Y así, con el corazón ligero y lleno de gratitud, se prepararon para enfrentar la semana con renovada energía y optimismo.
🦋
Unos meses después de su escapada a la cabaña, Jungkook y Taehyung estaban deseando una nueva aventura. Habían hablado de sus deseos de explorar un destino diferente, algo que les ofreciera una experiencia única y refrescante. Tras algunas discusiones y una planificación detallada, decidieron que su próximo viaje sería a una vibrante ciudad costera que ofrecía una mezcla perfecta de cultura, playa y gastronomía.
-He estado investigando un poco y creo que deberíamos ir a Barcelona -sugirió Jungkook, mostrando a Taehyung una serie de fotos y artículos sobre la ciudad.
-¡Barcelona suena increíble! -exclamó Taehyung, entusiasmado. - Me encantaría explorar sus calles, probar la comida local y disfrutar de la playa. ¿Qué te parece si planeamos un itinerario que nos permita disfrutar de todo lo que ofrece la ciudad?
-¡Perfecto! -dijo Jungkook. - Podemos combinar visitas a lugares emblemáticos, paseos por la playa y algunas actividades relajantes.
Comenzaron a planificar su viaje meticulosamente. Reservaron un acogedor apartamento con vista al mar y crearon una lista de lugares que querían visitar, como la Sagrada Familia, el Parque Güell y el Barrio Gótico. También incluyeron tiempo para relajarse en la playa y disfrutar de la cocina catalana.
Finalmente, llegó el día de su viaje. Empacaron sus maletas con ropa ligera y cómoda, cámaras, y todo lo necesario para su aventura. Al llegar a Barcelona, fueron recibidos por el sol radiante y el cálido clima mediterráneo.
El primer día exploraron las famosas Ramblas, pasearon por el Mercado de la Boquería y disfrutaron de una deliciosa comida de tapas en un pequeño restaurante local. Taehyung, con su ojo para la fotografía, capturó imágenes vibrantes de la ciudad, mientras Jungkook se maravillaba con la arquitectura y el ambiente.
-Mira esto, Jungkook -dijo Taehyung, mostrándole una foto de una colorida fachada de edificio. - ¡Barcelona es tan vibrante!
-Es impresionante -respondió Jungkook. - Cada rincón de la ciudad tiene algo especial.
Al día siguiente, visitaron la Sagrada Familia. Quedaron asombrados por la magnitud y la complejidad de la basílica, y pasaron horas explorando su interior. Después, disfrutaron de un almuerzo en una terraza con vistas a la ciudad.
En los días siguientes, exploraron el Parque Güell, donde se maravillaron con las obras de Gaudí y disfrutaron de las vistas panorámicas de Barcelona. También pasaron tiempo en la playa, relajándose bajo el sol y nadando en el mar Mediterráneo.
-No hay nada como pasar un día en la playa -comentó Taehyung mientras se tumbaban en la arena, disfrutando del sonido de las olas.
-Sí, es la manera perfecta de recargar energías -respondió Jungkook, tomando la mano de Taehyung. - Y aún tenemos mucho por descubrir.
Su itinerario incluyó también una visita al Barrio Gótico, con sus estrechas calles adoquinadas y encantadoras tiendas y cafeterías. Cena tras cena, exploraron la cocina catalana, probando desde la paella hasta los churros con chocolate. Cada comida era una nueva experiencia culinaria que ambos disfrutaban enormemente.
En una noche especial, hicieron una reserva en un restaurante con vistas panorámicas de la ciudad. Al atardecer, se sentaron a una mesa junto a la ventana, disfrutando de una cena exquisita mientras el sol se ponía sobre el horizonte.
-Este lugar es perfecto -dijo Taehyung, brindando con su copa de vino. - Gracias por planear este viaje. Ha sido una experiencia increíble.
-No hay de qué -respondió Jungkook, sonriendo. - Me alegra que estemos compartiendo esto juntos. Cada momento ha sido especial.
Mientras disfrutaban de la cena y de la vista, se dieron cuenta de cuánto habían crecido juntos como pareja. El viaje a Barcelona no solo les había permitido explorar un nuevo lugar, sino que también había fortalecido su relación, brindándoles más recuerdos felices y una mayor conexión.
En el último día de su viaje, se tomaron un momento para sentarse en un banco junto a la playa, reflexionando sobre su experiencia.
-Barcelona ha sido maravillosa, pero lo mejor de todo ha sido compartir cada momento contigo -dijo Jungkook, abrazando a Taehyung.
-Estoy de acuerdo -respondió Taehyung. - Cada viaje contigo es una aventura que siempre valdrá la pena recordar.
Con el corazón lleno de gratitud y la maleta cargada de recuerdos, regresaron a casa, sabiendo que su amor y su conexión seguían creciendo con cada nueva experiencia compartida. Y aunque Barcelona quedaba atrás, la magia del viaje continuaría acompañándolos en cada paso de su vida juntos.
♡
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro