Capítulo 8
Pov: Kendall
—¿Cómo es posible que apenas vayamos a terminar la primera semana de clases y ya tengamos tanta tarea?— se queja Samantha mientras se acurruca en la mesa, personalmente prefiero concentrarme en mi comida—¿Donde quedaron las presentaciones y los buenos deseos?
—Bueno, hubieron presentaciones y buenos deseos—Javier arrima su mejilla en su mano, mientras tiene una sonrisa pícara, yo no puedo evitar sonreír.
—A ese ni lo menciones—Samantha comienza a masajearse las cienes—¿Quién necesita a la tonta Texas?, ¿Es que acaso está sordo y no escucha a Kendall hablar o qué?—levanta su cuchara y muerde evidentemente molesta.
—Idiomas no será mi mejor materia, pero al menos lo hago mejor que tú—Sam chasquea la lengua, y es mejor que me calle si no quiero que me golpee.
—Por cierto Kendall.
—¿Qué quieres?—le respondo a Javier.
—¿Tienes que trabajar hoy?—niego.
—Mi turno es el sábado, ¿Algo en especial?
—No precisamente, solo quiero hablar con Edward, de todas maneras avísame para ir juntos, no quiero molestarlo cuando está él solo en la tienda.
—Claro, ¿Sam también vendrá?—ambos regresamos a ver.
—La verdad no sé, aún no he elegido la carrera ni la universidad en la que estudiaré, es más fácil para Javier, ya que el quiere ir a la misma universidad que Edward Rossetti así tiene un guía, además de el apoyo de mamá y papá —Sam agacha la cabeza y juega con una zanahoria que está en su plato, ninguno de los dos sabe que decir.
Javier decidió inclinarse por Literatura, y aún que no lo parezca en su juventud Rossetti era docente especializado en literatura inglesa, en la universidad a la que quiere ir, después se retiró decidiendo abrir su propia librería, por mi parte aún no se precisamente que hacer pero me inclino por alguna carrera de ciencias exactas.
—Vamos Kendall, se nos hace tarde para el entrenamiento—Javier me da un golpecito en el hombro, todos nos levantamos pero Sam se va por otro camino.
—¿Has hablado con tú hermana?
—No mucho la verdad, se niega a hablar sobre que hacer con su vida en el futuro, se que tiene obvia inclinación por alguna ciencia biológica, pero no sé convence ella misma aún, ¿Tú ya lo decidiste?
—No realmente solo se que optaré con una carrera con matemática.
—Vas a ir a ver a Alexander después del entrenamiento.
—Sí, me gustaría que regresarnos a casa juntos.
Llegamos, ingresamos a los vestidores, me cambio de ropa por algo más cómodo y así comenzamos.
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