Capítulo 7
Pov: Ciara
Entro a la biblioteca, hace mucho tiempo que no estaba aquí, sigue luciendo igual que él día que me fuí.
—Buenas tardes, ¿Puedo ayudarla?—un chico sale, y no puedo evitar sonrojarme, es extremadamente apuesto, tiene el cabello castaño claro, es alto y de contextura atlética, parece que tiene la nariz operada, sin embargo sus ojos se llevan toda mi atención, creo haber leído sobre ellos, tiene heterocromía, el uno es gris intenso, mientras que el otro es celeste opaco con toques de amarillo y café bastante prominentes que rodean la pupila.
Se me había olvidado que me hizo una pregunta.
—Disculpa estoy buscando—murmuro, él me observa como si no entendiera lo que le estoy diciendo—Disculpa estoy buscando al señor Rossetti— digo con un poco más de seguridad.
—No se encuentra en este momento, si buscas algo yo te puedo atender—dice toscamente, inhaló un poco de aire, no soy muy buena hablando con personas nuevas, son cosas que no he podido cambiar de mí.
—No te preocupes conozco la librería muy bien—digo agitando mis manos, él me queda observando y se hace a un lado.
—Continua, si necesitas algo me lo puedes pedir— se vuelve a meter por las estanterías.
Solo quería pasar a saludar al Señor Rossetti ahora que volví, pero mejor lo esperaré, tomo el libro de Orgullo y Prejuicio de Jane Austen, me siento en un puff y comienzo a leer.
—Oye—alguien me toca el hombro, me sobresalto poniéndome de pie—ya vamos a cerrar, será mejor que te vayas— observo por las ventanas, es de noche, no jodas, es de noche.
—Lo siento, ya me voy— agarro el libro y hago el intento de ir a dejarlo en su lugar.
—No, yo lo hago—extiende la mano para que le entregué el libro, se lo doy y me dirijo a la salida.
Ambos escuchamos como la campanita repiquetea, el Señor Rossetti entra, abre los ojos cuando me ve y sonríe.
—Ciara, hace tiempo que no te veía, ¿que tal todo?, ¿Vienes de visita?.
—No, no, me mudé de regreso, mi padres volvieron a conseguir trabajo aquí.
—Entiendo, has cambiado mucho desde la última vez que te ví, espérame un segundo, ¿vives dónde solías hacerlo?.
—Sí.
—Fantástico, dame unos segundos para cerrar y te iré a dejar, tu casa queda de pasada a la mía—finalmente se da la vuelta para ver al chico—Gracias por tu trabajo de hoy Kendall.
—De nada Señor Rossetti, yo me retiro.
—Claro muchacho, ve con cuidado—hace un pequeño gesto con la cabeza y se va.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro