23 de enero
Con un libro entre los dedos,
El joven lector se encima en las letras,
-Esos pequeños caracteres que son partículas del idioma de Dios-
Los ojos sosegados, y la lengua reposada,
La mente se trasforma,
En una selva de vida.
Mil cuentos tiene el hombre,
Infinitas historias su memoria.
Cual estrellas, las historias de los hombres,
Relumbran y brillan, unas más que otras.
Algunas mueren y se apagan.
Otras se vuelven supernovas.
Y en los ojos del lector,
El vórtice se abre.
Las bestias salen.
El polvoso Bestiario vuelve a la vida.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro