Y después de matar al dragón y trepar las inacabables escaleras de esa torre, el príncipe llegó a la princesa.

Y cuando llegó a ella, la encontró viendo tranquilamente una película en Netfilx, con su cabello enmarañado, vestida con la pijama, con grandes ojeras bajo sus vivaces ojos, varias latas de Coca-cola y bolsas de papitas fritas alrededor del sillón. Y ella solo dijo arrugando la nariz:

-Lo siento, tardaste tanto que ahora amo a la soledad, perdón por las fachas, no esperaba visita, toma los tesoros y vete, están en el sótano. Pero apurate que interrumpes mi paz.

Y la princesa vivió feliz con su libertad y se hizo amiga del príncipe, ahora chatean todos los días por Whats y él la visita de vez en cuando para contarse todo, ella le dice de los personajes de los libros que lee y él le cuenta de sus amigos y su novia.

Colorín colorado, este cuento se ha acabado.