"Si las estrellas fueran egoístas, por las noches la oscuridad nos sucumbiría por completo."

Toda estrella tiene un nombre, cada persona tiene algo que la diferencia de las demás, y los sentimientos son imanes que no somos capaces de controlar por mucho que quisiéramos.

De un modo u otro cada uno decide la manera de autodestruirse, igual que ese adolescente que no tiene ningún propósito ni valor para enfrentarse a su pasado, sin que su presente lo mate poco a poco.

Puede que las estrellas vean sus lágrimas corriendo por sus mejillas. 

O las estaciones sientan el deterioro de las virtudes que intenta opacar.

Pero el enigma está en esos catorce cigarrillos, que llevan un peso inimaginable que nadie llegaría a procesar.

Y puede que este sea el último adiós de Axel Rier.