Día 72.
"Vale, te daré el trabajo, pero debes aceptar que no viene mucha gente y que probablemente el sueldo sea el mismo valor que el de un chocolate vendido en una esquina." Le dije a Lovino, omitiendo la parte del "quizás ni pueda pagarte un suelo estable".
" El dinero en lo menos que me importa bastardo" contestó con desinterés.
Acordamos los días en los que trabajaría, es decir le vería en mi cocina de martes a viernes, y que comenzaría la próxima semana.
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