Día 32.
Hoy, sábado, con lluvia, siempre está el local vacío. Pero hoy fue la excepción.
A eso del medio día entró Lovino, y no se fue hasta pasada las cuatro de la tarde.
Por lo mismo, conversamos bastante.
Y ahora sé que no es tan niño como parece, va cursando el último año de preparatoria, por lo que soy dos o tres años mayor que él.
Sé que vive aquí desde los diez años por el trabajo de su padre -aunque es extraño ya que nadie viene a trabajar a España, al contrario, se van- su madre es profesora de ciencias, y tiene un hermano gemelo.
Toca el violín desde los cinco, y quiere estudiar gastronomía.
¿Vez como un chico de dieciocho años tiene un futuro más claro que el mio?
Por cierto, también me he conseguido su número de celular.
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