Día 27.
Me estaba quedando dormido sobre el mesón cuando la campanita de la entrada me despertó. Dije con un torpe y adormilado "bienvenido" que fue respondido por un "lo que digas" de la voz de Lovino.
Fue inevitable preguntarle como estaba, seguía preocupado ¿vale?
"Como me ves" respondió, lo mire detalladamente, su uniforme estaba imprecable, al igual que su cabello, pero en su rostro aun reposaba un parche y uno de sus ojos seguía un poco rojo.
"Mejor" le dije con una sonrisa. Le ofrecí algo de beber pero lo rechazó de inmediato, y diciendo un leve "solo andaba de paso" se fue, dejándome allí con la palabra en la boca.
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