Día 23.
Luego de la estresante mañana que tuve pagando cuentas decidí caminar por allí.
Ni cuenta me di cuando estaba en la plaza que se encontraba llena de estudiantes, o niños principalmente, claro había una escuela frente a la plaza.
Sonreí con nostalgia, sucede ser que me encontraba de frente con la escuela que albergó todos mis años de primaria. Mis primeros desastres, y mi primer acercamiento a la guitarra.
Me quedé observando la salida de los niños siendos recibidos por sus padres mientras recordaba el largo camino que debía a casa...
De repente vi a la persona que más adoraba en aquella pequeña cárcel, mi profesora de español, la cual a pesar de los años aún mantenía un rostro serio y el cabello negro. Me reí y decidí irme a casa.
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