Jeongin:

Lo beberás como agua, y dirás que sabe a dulce.
¿Puedes quedarte despierto toda la noche?
Cógeme hasta la madrugada. 34, 35.

Chan:

Claro, cariño,
te cogeré la mano hasta que despiertes.

Jeongin:

¿Puedes quedarte despierto toda la noche?
Cógeme hasta la madrugada. 34, 35.

Chan:

Ya dijiste eso. ¿Estás bien?

Jeongin:

Cariño, quizá necesitarás un
cinturón de seguridad cuando lo monte.

Chan:

Obvio, no puedes subirte a un avión
sin usar el cinturón.

Jeongin:

Lo dejaré abierto como una puerta, entra adentro.
Aunque soy el típico chico que podría ser tu esposo,
puedes tener sexo conmigo como si fuera tu amante.

Chan:

No eres mi amante,
eres mi amor, Jeongin.

Jeongin:

No necesito tener ningún amante.
Los vecinos andan gritando "¡Terremoto!".
4.5 cuando hago temblar la cama,
dámelo duro, aunque sea ligero.

Chan:

Pero si la semana pasada me dijiste que
no te gustaba la carne dura,
dijiste que la preferías blanda :(.

Eso si quiera tiene sentido, pensó Jeongin.

A veces sentía que Chan sólo pretendía no entenderle. Respiró profundamente antes de enviar el otro mensaje, este era aún más comprometedor. Si no la captaba, era un idiota.

Jeongin:

Empecemos a la medianoche y
terminemos hasta el amanecer.
Acabemos encima del otro al mismo tiempo.

Chan:

¡Oh! Ya lo recuerdo,
me pediste que viéramos la saga de
Harry Potter juntos toda la noche, claro amor.

Sí, era un idiota.

Otro día, sin que el inútil de Chan captara las indirectas. Estaba a punto de tirarlo a la cama y comenzar a hacer lo que tanto deseaba. Cálmate, Jeongin, solo espera un poco más.